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Abordaje de una posición éxtima desde un enfoque interseccional

por Amatriain, Lucía, Kuhn, Macarena

Universidad de Buenos Aires

Resumen

En el siguiente trabajo proponemos una lectura de la serie Poco ortodoxa (Schrader, 2020) a través del concepto interseccionalidad para abordar la situación que atraviesa la protagonista desde una perspectiva amplia que considere las diversas estructuras de opresión implicadas. Asimismo, nos interesa detenernos en la decisión de la protagonista de abandonar su comunidad y en las coordenadas subjetivas que habilitaron tal iniciativa. Para ello, se considerarán las tensiones que se desprenden de la narrativa, que no refieren a una mera transgresión a las normativas de la comunidad o a una liberación triunfalista sino a una decisión singular que emerge en un contexto determinado. Para abordar esta problemática nos valdremos de los aportes del psicoanálisis y del método clínico-analítico de lectura de films y series televisivas.

Palabras Clave: Interseccionalidad | Adolescencia | Extimidad | Series

Unorthodox: Addressing A Successful Position From An Intersectional Perspective

Abstract

In the following work we propose a reading of the series Unorthodox (Schrader, 2020) through the concept of intersectionality to approach the situation that the protagonist is going through from a broad perspective that considers the various structures of oppression involved. Likewise, we are interested in dwelling on the protagonist’s decision to leave her community and on the subjective coordinates that enabled such an initiative. For this will take into account the tensions that emerge from the narrative, which do not refer to a mere transgression of the community’s regulations or to a triumphalist liberation, but rather to a singular decision that emerges in a given context. To tackle this problem we will use the contributions of psychoanalysis and the clinical-analytical method of reading films and television series.

Keywords: Intersectionality | Adolescence | Extimacy | Series
 

Los testimonios y estudios en primera persona aseveran
que el maltrato atraviesa las fronteras raciales,
étnicas, económicas, educativas y religiosas.

Walker, L.1989

La popular miniserie Poco ortodoxa, basada en la autobiografía de Deborah Feldman, se centra en la historia de Esther Shapiro, una joven judía que pertenece a la comunidad ultraortodoxa Satmar de Williamsburg, Nueva York. Desde el inicio advertimos el conflicto de la trama: la decisión de la protagonista de abandonar su comunidad y dirigirse hacia Berlín, donde vive su madre ausente desde su niñez. Al mismo tiempo que la serie exhibe los detalles de la huida, tales como la colaboración de su profesora de piano que le consigue el pasaje y el pasaporte, la partida de su hogar y el trayecto hacia el aeropuerto, observamos otras escenas que como flashbacks comienzan a introducirnos en el complejo entramado de situaciones que encaminaron la decisión de Esty. Asimismo, la serie presenta a su esposo Yakov Shapiro que tras descubrir el incipiente embarazo de la protagonista, viaja al mismo destino que ella junto a su primo Moishe para tratar de encontrarla y traerla de regreso a la comunidad.

El arreglo del casamiento a sus diecisiete años, la supervisión de su vida íntima por parte de la familia de su esposo, las normativas establecidas como destino: “ser buena madre y esposa”, las discusiones conyugales, su “vaginismo” como causa de la dificultad para procrear y otras tensiones con lo impuesto por la comunidad son los motivos que nos identifican rápidamente con la determinación de Esty. Sin embargo, esta posición se complejiza cuando la protagonista llega a Berlín y comienza a relacionarse con músicos provenientes de diversos países y mantiene el siguiente diálogo con una de las integrantes del grupo:

Te escapaste, ¿no?
Lo decís como si hubiera estado presa.
– ¿No es así?
No, pero me fui sin decirle nada a nadie.
– ¿Por qué te fuiste?
Dios esperaba mucho de mí.

Su padecimiento, como vemos, va más allá de lo que una perspectiva crítica hacia su comunidad puede abordar. Por este motivo, decidimos adentrarnos en esta problemática desde el punto de vista de la protagonista y su posición éxtima tanto en su comunidad como en Berlín. Esta extranjeridad radical nos permitirá pensar las coordenadas subjetivas que habilitaron la huida.

Si bien esta ficción exhibe con cierta idealización la vida en Berlín a través de la diversidad cultural, el arte y la amistad –que contrastan con el ambiente conservador y cerrado de la comunidad ortodoxa–, también narra desde la perspectiva de Esty el acercamiento a la ciudad epicentro del Holocausto y nos obsequia una escena inquietante en la que Moishe le dice que vivir en Alemania es como dormir sobre la tumba de las seis millones de almas judías exterminadas. La presencia de Auschwitz, como símbolo máximo del malestar absoluto y de odio al diferente, constituye un personaje más de la serie, tan considerable como los otros.

En síntesis, la serie nos presenta la partida de Esty, situación que pone en riesgo su integridad al dejar atrás su hogar, costumbres y familia sin los recursos necesarios; y que la confrontan con la pérdida de referencias y de identidad que supone abandonar la comunidad en la que vivió toda su vida. Ahora bien, ¿cómo pudo tomar esa decisión? ¿Qué coordenadas posibilitaron tal replanteo? ¿Qué clave aporta el arte en esta transición? Intentaremos aproximarnos a este asunto en consideración de las tensiones que se desprenden de la narrativa, que no refieren a una mera transgresión a las normativas de su comunidad o a una liberación triunfalista sino a una decisión singular que emerge en un contexto determinado. Partiremos entonces de una perspectiva interseccional que aborde las diversas estructuras de opresión presentes en esta narrativa audiovisual y abordaremos de qué forma la protagonista se cuestiona la vida que llevaba, el padecimiento cotidiano y los mandatos que la conformaron para adentrarse en un universo totalmente desconocido y diferente.

Las series, en tanto plataformas narrativas contemporáneas, se constituyen como representantes de la subjetividad de época y forman parte de un orden cultural, social y político concreto. En lo que sigue, nos valdremos del método clínico analítico de lectura de filmes y series televisivas (Michel Fariña, 2015) para poner el acento en los detalles, vínculos y personajes y así avanzar hacia un análisis crítico que conduzca al esclarecimiento de las coordenadas psíquicas y sociales que subyacen a la fachada de la ficción. Al igual que sucede en la clínica, entendemos que la serie televisiva ofrece determinadas respuestas a los dilemas éticos que allí se suscitan, las cuales de ningún modo resultan generalizables. A través de esta metodología cualitativa, buscamos comprender a los personajes dentro su propio marco de referencia para experimentar lo que sienten, lo que deciden y lo que dejan de decidir en sus luchas cotidianas con la sociedad (Taylor y Bogdan, 2000).

Una lectura interseccional para pensar respuestas específicas

¿Es posible realizar una lectura de la serie Poco Ortodoxa a través de conceptos aportados por los estudios de género realizados en una cultura occidental? Nos encontramos con esta inquietud al momento de abordar una temática tan compleja como es la desigualdad que sufren las mujeres dentro de la comunidad judía ultraortodoxa. Partimos de la premisa de que no podemos hacer un uso generalizado y universal del concepto de desigualdad en el abordaje de las problemáticas de la comunidad judía, dado que existen diferentes formas de organización social de la misma. La serie nos presenta la particularidad del malestar que padece la protagonista al deber acatar las normas y reglas escritas en La Torá ya que a su vez, respetarlas es lo que le otorga sentido de pertenencia en su comunidad. Ella se presenta de la siguiente manera con su futuro esposo Yakov, el día en que se conocen: “Deberías saber que no soy como las demás mujeres. Quiero decir, soy normal. Pero…no soy como las demás”. De esta forma, se nos presenta una excepción, la cual no refiere a una cualidad heroica y valiente, sino a una singularidad en situación que irrumpe en un universo determinado y que abre camino hacia otras posibilidades de abordaje (Michel Fariña, 2015). [1]

Es Kimberlé Crenshaw quien en 1989 aporta el enfoque de interseccionalidad para poder analizar diferentes formas de opresión que sufren las mujeres afroamericanas en Estados Unidos en relación con la violencia de género y la discriminación dentro del ámbito laboral. La propuesta se basa en la necesidad de analizar el entrecruzamiento de estos tipos de opresión en el punto en el que se intersectan el género, etnia, clase social, cultura, religión, entre otras. La importancia del concepto de interseccionalidad radica en el hecho de que si no se tienen en cuenta estas dinámicas sociales, se produce un sesgo al momento de abordar una problemática específica. Cuando hablamos de un enfoque interseccional nos referimos a que no se trata de abordar una problemática a través de una sumatoria de estructuras de opresión, sino que existe en la intersección de estas categorías una desigualdad específica que requiere una respuesta que se adecúe a esa especificidad. Así, esta perspectiva nos permite posicionarnos en el quiebre de la dicotomía libertad-opresión, desprendiendo múltiples coordenadas de lecturas en el punto donde se entrecruzan categorías como género, religión, clase social y la condición de migrante, que visibilizan la desigualdad que viven algunas mujeres de esta comunidad.

Como dijimos, la serie está enmarcada en una comunidad jasídica que se organizó a partir de un trauma social, en donde las creencias y las prácticas son una forma de proteger la cultura y la religión. Estas costumbres implican tener el menor contacto posible con el exterior. El personaje de Esty problematiza y cuestiona estos mandatos que tienen que ver con su lugar de esposa, con la maternidad impuesta como destino y con la imposibilidad de estudiar (Wechsler, 2020). Cuando llega a Berlín encuentra donde vivir, alguien la recibe, rápidamente la integran en un grupo de amigos y amigas y se le van abriendo posibilidades profesionales en una academia de música sumamente prestigiosa. Este condimento fílmico que atrae la atención de las y los espectadores, oculta una realidad fundamental: cualquier persona que haya pertenecido toda su vida a una comunidad conservadora y cerrada, tiene numerosas dificultades para salir de allí y para insertarse en la cultura occidental y liberal, en donde la educación, la formación y la experiencia laboral, son pilares fundamentales. Vemos un claro ejemplo de esta situación en la madre de Esty, cuya única posibilidad de inserción laboral es ejercer tareas de cuidado a personas mayores en un asilo, dado que no contaba con estudios profesionales. Esto problematiza nuevamente la dicotomía: libertad-opresión. Diego Signer (2020) se pregunta si debemos conformarnos con esta contraposición forzada. Una perspectiva interseccional nos abre otro camino para poder pensar las dificultades reales que las personas migrantes atraviesan al momento de querer escapar de una comunidad que viven como opresora, y así ocuparnos de proponer respuestas frente a los impedimentos que pudieran surgir. El personaje Moishe también representa la dificultad que viven las personas en esta situación, dado que él mismo intentó escapar y tuvo que regresar a sus orígenes tras ver imposibilitada su iniciativa.

La serie, más allá de reproducir cierta cultura meritocrática, nos trae a la luz una problemática: las mujeres de las comunidades ultraortodoxas son una minoría y, como todas las minorías, están atravesadas por múltiples estructuras de opresión. ¿Existen respuestas específicas, políticas de Estado que acompañen a mujeres que pertenecen a la comunidad judía ultraortodoxa a insertarse en una cultura con otras reglas, otras normas? Pudimos encontrar que efectivamente existen organizaciones feministas en Israel y en diferentes partes del mundo, en donde el reclamo de base es la incorporación de las mujeres al ámbito de los estudios del judaísmo. Ethel Barylka es una referente que sostiene que los temas que se encuentran en agenda abarcan principalmente tres áreas: lo que respecta a la posibilidad del divorcio, dado que, como vemos en la serie, las mujeres muchas veces se ven extorsionadas cuando quieren separarse de sus respectivos esposos; otro de los temas en la agenda tiene que ver con la esfera de lo público en lo que respecta a cargos políticos: “es donde mayor necesidad hay de incursionar. Hoy en día tenemos abogadas rabínicas, consejeras halajicas, y una serie de figuras públicas que no existían hace apenas veinte años atrás. En el último año ha habido titulación o graduación de rabinas ortodoxas en Israel; pocas, pero las ha habido, y también en Estados Unidos” (Ethel Barylka, 2018). Y por último, el área tirual y sinagogal en donde se están incorporando las mujeres, pero como refiere la autora, es un proceso más lento. [2] Consideramos que el alcance masivo que tuvo el visionado de la serie abre las puertas a un campo de investigación, hoy invisibilizado, que puede dar cuenta de las dificultades y limitaciones con las que se encuentran las personas que quieren abandonar la comunidad jasídica. A su vez, esta apertura constituye una posibilidad de pensamiento de estrategias que abarquen las múltiples estructuras de opresión que se intersectan en esta problemática.

Asunción de una posición subjetiva

Intentemos ahora situar las coordenadas subjetivas que posibilitaron la toma de decisión de Esty y la emergencia de un acontecimiento hacia el final de la serie. Cabe señalar que se trata de una joven de diecinueve años que atraviesa conflictos propios de la adolescencia, que como tiempo lógico conlleva ciertas operaciones psíquicas tales como la asunción de una posición subjetiva. Observamos a lo largo de los episodios los cuestionamientos que realiza Esty acerca de su origen, los mandatos de su comunidad y el supuesto abandono de su madre. Los discursos hasta entonces considerados certeros se desmoronan y en esa pérdida de referencias surge la idea de partir hacia otro lugar.

La conmoción que supone la emergencia de la pubertad y el empuje al encuentro sexual se intensifica en este caso por la presión por procrear, plasmada en la escena en que una joven de la comunidad le enseña a la protagonista el estricto protocolo para intimar con fines reproductivos. La poca interacción con su esposo y las dificultades en la intimidad se presentan como síntoma que posibilita la pregunta por su rol en esa trama. Pero, ¿cuál es ese rol que ocupaba? Desde el comienzo ella advierte a Yakov sobre su diferencia, pero no deja en claro a qué se refiere. La clave la encontramos en el título de la serie: Poco ortodoxa. La posición que comienza a asumir a partir de sus cuestionamientos se observa tanto en su comunidad como en Berlín, donde no queda capturada por la fascinación y el divertimento del grupo de músicos y músicas sino que interpela sus hábitos, como observamos en la escena del lago, en donde si bien se despoja de algunas vestiduras para sumergirse en el agua, no se desprende de todas y cuestiona las prácticas y las opiniones sesgadas del grupo hacia su comunidad. Es esta posición diversa, poco ortodoxa, éxtima, la que motorizó su decisión y la que al mismo tiempo posibilitó cierta flexibilidad en donde el abandono de sus costumbres y vínculos de la forma en que lo hace –sin decir nada– no implicó una pérdida de identidad, en el sentido de un desgarramiento subjetivo, sino por el contrario la apertura del universo de posibilidades que da lugar al despliegue de su subjetividad.

Miller (2010) sostiene que el drama del sujeto es no lograr nunca estar plenamente en casa, la extimidad refiere a la paradoja del Otro interior que se expresa como una diferencia radical con uno mismo. Esty evoca de alguna forma esa extimidad de la hiancia: vemos que la diferencia a la que ella alude se relaciona con ubicarse al margen de los grupos con los que se vincula, en un adentro-afuera inseparable, y es eso mismo lo que le permite no quedar capturada por una identificación. Si la ortodoxia refiere a dogmas, doctrinas y creencias asumidas como certezas; la heterodoxia transgrede las normas, está en desacuerdo con los principios o prácticas tradicionales. Mientras ambas opciones encuentran cierta dificultad para reconocer la alteridad y admitir la diferencia, la posición de Esty supera esta dicotomía dando cuenta de un atravesamiento de su propia historia y de la historia familiar.

Por otro lado, es interesante ubicar cómo el arte acompaña la transición de Esty. Ella tomaba clases de piano a escondidas ya que no le estaba permitido, y sin embargo, había encontrado un margen para hacerlo. Luego en Berlín se vale de este aprendizaje para encontrar un lugar de pertenencia. Antes de partir de Nueva york su profesora de piano le obsequia un regalo que tarda en abrir, se trata de una brújula. Es el arte, la música en este caso, lo que le permite sostener la decisión y lo que ubica las coordenadas de un deseo no sabido por Esty. Tal es así, que la última escena nos revela un acontecimiento que, como sostiene Badiou, supone un quiebre del campo del saber de una situación y la emergencia de una verdad no considerada por el saber de la situación misma (Laso, 2007). Para establecerse en el conservatorio de música, Esty debe ser aprobada por un riguroso jurado, vemos que ha preparado una canción en el piano que es sancionada como insuficiente y ante la sugerencia de una integrante del jurado, decide cantar una canción en idish. Esty se apropia de un elemento de su cultura pero se produce un quiebre al interpretar una canción –aquella que canta el rabino en su casamiento– que solo los varones pueden cantar. La melodía conmueve a quienes la escuchan: el canto cobra su potencia transformadora cuando éste se hace grito, desahogo. El quiebre se traspone en el sonido, en el color de su voz, en su mirada y todo su lenguaje corporal. La melodía atraviesa su cuerpo y da cuenta de un saber desconocido por ella hasta entonces.

Conclusiones

El gran alcance que tuvo la serie Poco Ortodoxa, además de la trama y la estética que cautiva a las y los espectadores, tiene la potencia de visibilizar una problemática real, que es la dificultad que existe para las personas que desean abandonar la comunidad jasídica. Intentamos corrernos de una lectura moral y tomamos como herramienta la noción de interseccionalidad para poder ubicar las múltiples estructuras de opresión. Si éstas se solapan, se entraman diversos niveles de injusticia social, lo cual no permite el abordaje específico de esta problemática, como dice K. Crenshaw, “el maltrato atraviesa las fronteras raciales, étnicas, económicas, educativas y religiosas” (cita, p. 106), y es así que la perspectiva interseccional nos puede brindar los medios para abordar diversas formas de marginaciones. Si utilizamos la religión para justificar las desigualdades que existen hacia las personas que quieren abandonar la comunidad, no solo se invisibilizan los conflictos derivados de ésta dificultad sino la problemática en sí misma. Es por esto que consideramos que los conceptos arribados por los estudios de género en la cultura de occidente pueden acercar herramientas para el abordaje de estas desigualdades.

Por otro lado, la posición éxtima de Esty nos resultó interesante para pensar las coordenadas subjetivas que habilitaron su huida ya que, como dijimos, sostenemos que esto posibilitó un movimiento subjetivo: abandonar el lugar al que había quedado relegada por su comunidad; como hija abandonada primero, y más tarde como madre y esposa. La singular posición subjetiva de Esty y el arte posibilitaron la creatividad y flexibilidad que ella puso en marcha para desplegar su propio camino. Entre las dicotomías libertad-opresión, ortodoxia-heterodoxia, encontramos un margen para el pensamiento ético que atraviesa las condiciones políticas, culturales, sociales y psíquicas propuestas.

Referencias

Crenshaw, K. W. (1991). Mapping the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and Violence against Women of Color. Stanford Law Review, 43 (6), pp. 1.241-1.299. Traducido por: Raquel Platero y Javier Sáez.

Ethel, B. (2018). Nueva Sion. Una perspectiva feminista desde la ortodoxia. http://www.nuevasion.com.ar/archivos/26646

Goldman, T. y Levy, M. (2020) Anfibia, UNSAM. Dios espera demasiado de mí. http://revistaanfibia.com/ensayo/dios-espera-demasiado/

Laso, E. (2007). Acontecimiento y deseo. Vol. 3. Nº1. Aesthethika.
http://www.aesthethika.org/Acontecimiento-y-deseo

Michel Fariña, J. J. (2015). Ética y cine: el método clínico-analítico de lectura de películas y sus aportes a la psicología. Tesis de Doctorado en Psicología, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina, Inédita.

Miller, J. A. (2010). Extimidad. Argentina, Buenos Aires: Paidós.

Schrader, (2020). Poco Ortodoxa [serie televisiva]. Netflix.

Singer, D (2020). ENEUR 41. No tan ortodoxa. http://estonoesunarevista.com.ar/nro041/eneur.php?pag=19&fbclid=IwAR1uo7 XQzI2vD7p-N3URHsoyDGtnYK4hV75_BWPhHwylCaUmUvGuiUoQzTs#

Taylor, S. J. y Bogdan, R. (2000). Introducción a los métodos cualitativos. Argentina, Buenos Aires: Paidós.

Wechsler, W. (2020) Mestiza Revista, UNAJ. De Williamsburg a Berlín: Un boom poco ortodoxo. https://revistamestiza.unaj.edu.ar/un-boom-poco-ortodoxo/

Walker, L. E. (1989). Terrifying Love: Why Battered Women Kill and How Society Responds, Garden City NY Harper & Row, Nueva York.



NOTAS

[1No nos interesa realizar una lectura moral que ignore la singularidad del personaje de la serie y de la especificidad con la que nos encontramos, ya que se trata de un contexto lejano y ajeno para nuestra cultura y nuestras prácticas cotidianas. De todas maneras, podemos preguntarnos si existen similitudes en relación con otros mandatos social que también reproducen estructuras de opresión.

[2El documental “One of Us” informa que solo el 2% de la población jasídica abandona la comunidad. También visibiliza la existencia de Footsteps, un grupo de apoyo para ex-jasídicos. Algunas de las organizaciones feministas más conocidas que están luchando por condiciones de igualdad son la Alianza Ortodoxa (JOFA) en EE.UU., y Mujeres del Muro (WOW) en Israel.





COMENTARIOS

Mensaje de Tobias Danziger  » 27 de agosto de 2020 » tobidanziger@gmail.com 

Se podría ubicar, retomando esa última escena donde Esty interpreta una canción en idish frente al jurado, que solo los varones podían cantar, la responsabilidad subjetiva. Esta aparece cuando el sujeto, que está dividido, puede hacer algo con aquello que le acontece y que le aparece como ajeno. Cuando el sujeto se hace responsable de aquello, se ensancha el universo, se amplían todas las representaciones que teníamos sobre eso hasta el momento.



Mensaje de Andrea Annabel Fernández  » 24 de agosto de 2020 » andreaannabel@yahoo.com 

Me resultó interesante la lectura.
Me quedé pensando en su posición final, en donde se juega algo en torno al saber hacer con el objeto voz. Etsy toma la voz, que su comunidad no le permite tomar en tanto mujer, y hace de ella canto. Una salida de la posición forzada de silencio, a la voz proyectada en arte..



Mensaje de María Elena Domínguez  » 23 de agosto de 2020 » menadomin@gmail.com 

Etsy, no es la excepción que confirma la regla, ni se erige como la no excepción a la regla que implica no hallar excepción alguna, haciendo que este no se cierre de modo alguno.

Ella no toda tomada por los ideales de su cultura, de su tiempo, de su familia, no logra hallarse en ellos. No obstante, no se trata de una transgresión per se a la norma establecida sino, el modo singular de vérselas con ese no todo que la habita y la hace diferente. Un claro ejemplo de como consentir ese no todo ante la ausencia de una clase que la contenga. Fórmulas de la sexuación mediante (incluyamos la lectura de la parte inferior del esquema de Lacan, allí donde sitúa a partir de La mujer, de la bi-partición de goce que acontece en ellas, una lectura de lo singular del goce que se leerá una por una)..

Ella se inscribe y nomina como poco ortodoxa, una extimidad que constituye su singularidad y le provee una salida a la dicotomía reinante en el universo visibilizándola.




Película:Poco Ortodoxa

Titulo Original:Unorthodox

Director: Anna Winger

Año: 2020

Pais: Alemania