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Los glotones, o cómo devorar la vida

por Sorolla, Mariana

Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos… [1]
Julio Cortázar- Rayuela

No es fácil lograr aprovechar las oportunidades que nos presenta la vida. El origen de la palabra oportunidad proviene del latín oportunitas. Op significa antes, y portus , puerto. Así esta palabra se entiende en el contexto en que en la antigüedad navegar en alta mar era muy peligroso. Por eso, cuando los marinos arribaban al puerto, consideraban que la vida les había dado una segunda oportunidad.

El film “The cake eaters”, comienza con unos niños jugando y correteando en el jardín de una casa, niños felices sin problemas mayores que los de la propia infancia. Una manera de presentar el comienzo de un cuento, un pasado, un “había una vez”, o “hace mucho tiempo atrás”.

A través de diferentes ventanas y puertas, una cámara como un ojo indiscreto, irá mostrando la historia de varios personajes, como si fuese un cómplice silencioso de seres comunes, cada uno con su propia historia y su propio camino.

Los protagonistas del film comienzan sus cuentos y escena tras escena van haciéndose camino al andar como diría Serrat. Cada uno de ellos tiene algo en común, viven en la misma pequeña población rural y todos conocen a una joven: Georgia, quien padece de Ataxia de Friedreich.

A partir de ella y su extraña enfermedad se entretejerán todas las demás historias y la posibilidad de enfrentarse a una nueva oportunidad en sus pueblerinas vidas. Pero esa oportunidad no está exenta de alguna crisis personal y de la necesidad de dejar atrás aquellas culpas que a veces velan nuestra existencia.

Georgia padece una enfermedad crónica y mortal, de aquellas que transfiguran a una niña común, en una adolescente débil y minusválida. Una enfermedad que detona como un proyectil en los planes del sujeto y su familia, de repente, sin aviso previo, transformando la cotidianeidad y la existencia de quienes la sobrellevan.

Generalmente los síntomas de este mal devastan entre los cinco y quince años de edad, cambiando la vida de quien la sufre y su entorno irremediablemente. Posee poca sobrevida, ya que va afectando al corazón, y aún no tiene cura.

La madre de Georgia la sobreprotege constantemente, trabaja fotografiándola habitualmente desnuda, para luego exhibir las fotografías en exposiciones artísticas. Continuamente le saca fotos ante la súplica: “Georgia por favor trata de quedarte quieta, no te muevas”. Pero eso es algo que la joven no puede cumplir ya que padece esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a varias personas en el mundo, de la cual no se tiene mucho conocimiento.

Su madre insiste en retratarla, tal vez como una manera de perpetuarla en esos fotogramas que la muestran bella, con un cuerpo perfectamente entero. También ella se siente culpable quizás como expresa Alicia Fainblum en su libro acerca de la discapacidad: “la culpa que emerge de no saber cómo ser madre de esta otra niña no esperada [2].

Por lo que la ampara, la controla y le realiza todo tipo de terapias excéntricas para mejorar su padecer, como a través de los colores que va proyectando en la niña, para curar las diferentes zonas de su cuerpo deteriorado. O dándole la silla de ruedas cada ocasión en que va a salir: “No irás a ningún lado sin tu silla de ruedas, estás llena de moretones”.

Georgia desea fervientemente vivir mientras cada minuto pasa: “No la necesito mamá. Soy yo la que se está muriendo, no tienes que recordármelo todo el tiempo”.

Ya la sola degradación de esta enfermedad crónica y mortal se lo recuerda a cada instante frente a sus propias limitaciones, y a pesar de ello o con ello; Georgia desea.

Muchas familias se enteran de que sus niños tienen esta afección a lo largo de su crecimiento. Son niños como todos que corren, aprenden a hablar y caminar, juegan, crecen. Pero en un período de su desarrollo comienzan a caerse seguido, trastabillar, a padecer temblores, disfunción en el habla, y otras limitaciones que van en aumento. Esto les produce invalidez, terminando sus vidas en una silla de ruedas, casi inmovilizados y con graves dificultades para expresarse, hasta la muerte.

Su mamá movilizada por la culpa que le genera la enfermedad y el desvalimiento de su hija, trata de retratarla más allá de su malestar. Pero Georgia ya no es dueña de ese cuerpo que se mueve constantemente tembloroso y espasmódico sin poder controlarlo, un cuerpo que no la deja desplazarse sin peligrar una caída, que no permite que se exprese claramente.

¿Qué oportunidad tendrá entonces esta niña?

La de elegir vivir a pesar de su diagnóstico.

Su abuela cuida de ella desde otro lugar. La deja ser más allá de una joven enferma, para su abuela ella es un ángel bello a quien debe permitir volar.

La anciana tiene amoríos hace varios años con el carnicero del pueblo, el señor Easy Kimbrough. Él estaba casado pero su mujer falleció luego de una cruenta enfermedad. Su romance será secreto, hasta que su hijo Beagle descubra a su padre besándose con la nana.

El señor Easy siente culpa por haber dejado de amar y de ver en su esposa aquella que era, por sentir rechazo hacia ella y buscar consuelo en su viejo amor. Freud en duelo y melancolía expresa: “El examen de la realidad ha mostrado que el objeto amado no existe ya y demanda que la libido abandone todas sus ligaduras con el mismo [3]. Por lo que su nuevo amor permanece secreto.

Pero para Beagle su madre sigue siendo su madre, aunque ya no esté. Esto le genera mucha ira ya que él fue quien perdió años al lado de ella cuidándola en cada instante hasta su muerte. Su padre luego expresará: “cielos, si hablásemos de culpa, nunca podía estar en el mismo cuarto con ella mientras estuvo enferma, Beagle estuvo con ella cada día”.

En el transcurso del film Beagle y Georgia se enamoran y ambos comienzan una nueva historia aprovechando esta segunda oportunidad que la vida les brinda. Pero este camino también, como la de los otros personajes no es sin culpas.

Georgia sabe que indefectiblemente morirá, pero no será sin vivir: “Esto es lo mejor que voy a estar hasta que mi corazón se detenga, no tengo mucho tiempo”.

Georgia le enseñará a Beagle que la vida debe devorarse, más allá de los miedos, las limitaciones, la culpa.

Apasionante película sobre diferentes formas de asimilar la vida.

The cake eaters puede traducirse como “glotones”. La palabra glotón deriva del latín glutto, gluttonis, que significa voraz, aquel que come con ansias. En este caso nos encontramos con una joven que sabe que su pronóstico de vida es nulo, por lo cual quiere acumular todas las experiencias posibles mientras pueda aún moverse aunque sea a tientas por sus propios medios. El tiempo se le escapa y cada día que posponga no podrá hacer realidad sus sueños.

Georgia se debe, ansía vivir glotonamente, devorando cada instante.

En psicoanálisis la culpa está relacionada a un malestar que se nos hace presente muchas veces con angustia. La culpa puede determinar el funcionamiento de cualquier estructura de la personalidad. Incluso puede dirigir determinados acontecimientos de la vida. Para atenuar el sentimiento inconsciente de culpa el sujeto busca un castigo. Si sentimos culpa no tenemos la obligación de actuar, nos paraliza y en definitiva muchas veces nos conviene. El concepto de culpa, está presente continuamente en el film atravesando y desarrollando cada una de las diferentes historias.

Collette Soler en el seminario intensivo “afectos lacanianos”, nos expresa que es importante distinguir entre responsabilidad y culpa. Responsabilidad es la capacidad de responder por las consecuencias de nuestras acciones y también por otros hechos que no se relacionan con nosotros. En tanto que la culpa es la que se atribuye a alguien como causante de un daño o delito, independientemente de la responsabilidad que asuma.

¿Y tú de qué eres culpable?

El superyó es una instancia de la personalidad que representa la conciencia moral, es el heredero del complejo de Edipo, cuando ya hemos producido las correspondientes identificaciones.

En el capítulo III del Yo y el ello Freud expone que las identificaciones regresivas son la base de lo que llamamos el carácter de una persona. “Pero lo más importante es que estas identificaciones regresivas (que provienen del sepultamiento del Complejo de Edipo) forman el núcleo del superyó [4].

El superyó vendría a ser el encargado de comparar nuestros actos con nuestros ideales.

Beagle siente culpa hasta el límite de no poder progresar en su vida, y como excusas busca siempre estar ocupado de otro. Es que Beagle lo solucionaba todo, se hacía cargo de los cuidados de su madre, ahora de su padre, del hogar, del negocio, de todo menos de su vida.

Se encuentra paralizado por un sentimiento de culpa muy fuerte, él deseó que su madre muera para poder seguir adelante con su vida. Freud en Duelo y Melancolía declara: “los impulsos hostiles hacia los padres (deseos de que mueran) son un elemento integral de la neurosis [5].

Y agrega en Tótem y Tabú: “Cuando alguien pierde a un ser amado por fallecimiento (…) dudan si ellos mismos no son culpables, por imprevisión o negligencia, de la muerte de la persona amada (…) Hemos averiguado que esos reproches están en cierto sentido justificados (…) dentro de él estaba presente algo, un deseo inconsciente para él mismo, al que no le descontentaba la muerte [6]

Y así es, Beagle necesitaba liberarse de aquella madre moribunda para renacer como el ave fénix, desde las cenizas. Esto genera cierta culpa profunda por lo que no es adrede que se encuentre en su nuevo andar con Georgia, alguien que aunque él no lo diga sabe que pronto morirá.

Lacan llega a decir que la culpa se encuentra de forma consciente o inconsciente tras todos los síntomas. Mientras el sujeto esté enfermo, se sentirá libre de toda culpa. Algo del deseo más legítimo surge y la culpa es lo que viene a detenerlo, a incumplirlo.

El sentimiento de culpa puede aparecer por lo que no se ha hecho o dicho, por lo que se ha pensado, fantaseado, sentido y también, por supuesto, por lo que se ha hecho o dicho.

“¿Has actuado en conformidad a tu deseo?”, es la invitación propuesta por Lacan. Y nuevamente nos topamos con la posibilidad de asumir las oportunidades que se nos presentan porque como hemos visto, el sujeto siempre está implicado en lo que le pasa.

Por otro lado Georgia se siente culpable por no ser la princesa del cuento que su madre esperaba. Según Alicia Fainblum dice en su libro Discapacidad: “todo niño (…) tiene existencia en el deseo de sus padres, un lugar de hijo (…) algo de la historia de los progenitores está en escena, vendría a completarla, a rectificarla, a realizar sus sueños dorados [7].

Freud en introducción al narcicismo expresa: “(…) deberá realizar los deseos incumplidos de sus progenitores y llegar a ser un gran hombre, o un héroe en lugar de su padre, o si es hembra casarse con un príncipe para tardía compensación de su madre [8].

Pero al nacer un hijo que desarrolla una limitación orgánica, esos deseos se tornarán imposibles: “Este hijo con un déficit es posible que remita y actualice lo deficiente de la historia de los padres, aquello que faltó”.

Esa culpa recae en Georgia y es compensada dejando que su madre la retrate desnuda perpetuándola con un cuerpo entero.

Georgia dirá “mamá déjame salir con Beagle, no quiero morir y ser culpable de no haber cumplido mis deseos”.

Lacan en el seminario “la ética del psicoanálisis” nos comunica: "Propongo que de la única cosa de la que se puede ser culpable al menos en la perspectiva analítica es de haber cedido en su deseo" [9]. Lacan propone que la culpa nace de haber cedido al deseo.

Podríamos pensarlo como ¿Te harás cargo de las nuevas oportunidades que la vida te brinda?

Georgia y Beagle se unen en un camino nuevo. En el amor. Lacan definió el amor como “dar lo que no se tiene a quien no lo es”. Amar es ofrecerle a ese otro eso que no se es, lo que no se tiene. A sabiendas que no pueden completarse, que no pueden satisfacer todas sus necesidades aún deciden amarse.

Jacques Alain Miller dice que el amor se dirige a aquél que conoce nuestra verdad y nos ayuda a encontrarla soportable. Y el amor es lo que les permite a Georgia y Beagle soportar su verdad.

En una entrevista que le hicieron a Miller le preguntaron qué era verdaderamente amar; y dijo que “amar verdaderamente a alguien es creer que amándolo se accederá a una verdad sobre uno mismo”. Se accederá a la respuesta ¿Quién soy yo?

Miller en esa entrevista explica que: “No basta con amar a alguien para que él lo ame, eso sería absurdo. Quiere decir que si yo te amo es que tú eres amable. Soy yo el que te ama, pero tú también estas implicado, pues que hay algo en ti que hace que te ame…mi amor dice algo de ti que quizás tu no conozcas [10].

Ante la pregunta de quién soy yo, podríamos inferir la respuesta, soy aquel que amas. Por lo que Georgia al final de la película cuando él le pregunta si desea algo especial para la hora del almuerzo, ella le responde: “Si, te quiero a ti”.

Ambos deben vencer culpas y comenzar a asumir las responsabilidades porque caminante, no hay otro camino que asumir las riendas de la propia vida. Eso ocurre cuando nos convertimos en sujetos “amables”, poseemos cierta responsabilidad por el hecho de ser amados, de amar.

Freud llama Liebsbedingung a la condición de amor, la causa del deseo. Sería un rasgo personal o un conjunto de rasgos que tiene en cada uno una función categórica en el amor y la elección de ese otro.

Miller revela: “Los enamorados están de hecho condenados a aprender indefinidamente la lengua del otro, a tientas, buscando las claves, siempre revocables. El amor, es un laberinto de malentendidos cuya salida no existe [11].

The cake eaters, como todo film propone un lugar inventado, nuevo, producto de la subjetividad de un artista. Y allí los espectadores están al acecho esperando como “glotones” para tomar algo de él a través de sus propias sensaciones y experiencias personales. El arte produce impresiones, recuerdos y sentimientos que permiten la afluencia del deseo, para ese espectador quedará algo, ya no será lo mismo luego de ver esta historia.

Es irremediable identificarse quizás con Georgia y su necesidad de alejarse de una madre sobreprotectora que le recuerde constantemente sus limitaciones, a tal punto que las retrata. O en quien ha resignado todo por el cuidado de otro como Beagle, hasta dejar de lado su propia vida de tal forma que soñaba con la muerte de su madre. O la del padre que no pudo sobrellevar la enfermedad de su mujer, refugiándose en los brazos de su antiguo amor. Culpas. Deseos truncos y otros no tanto.

Todo ello remite a la misma pregunta que antes…

¿Y tú de qué eres culpable?

La abuela le aconsejará a su ángel que se anime a volar, a desear, a amar, a vivir, como le salga, porque después de todo:

“Quien esté libre de pecado que tire la primer piedra”.

Referencias

Cortázar, Julio. Rayuela, Ed. Alfaguara, Buenos Aires, 2013

Fainblum, Alicia. Discapacidad, una perspectiva clínica desde el psicoanálisis, Ed. Tekné, Buenos Aires, 2004

Freud, S. Totem y tabú, Ed. Amorrortu, tomo XIII, Buenos Aires, 1979

Freud, S. Duelo y melancolía, Ed. Amorrortu, tomo XIV, Buenos Aires, 1980

Freud, S. Introducción al Narcisismo, Ed. Amorrortu, tomo XIV, Buenos Aires, 1980

Freud, S. El yo y el ello, Ed. Amorrortu, tomo XIX, Buenos aires, 1980

Lacan, Jacques. Seminario la ética del psicoanálisis, libro 7, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1988

Soler, Colette, Los afectos Lacanianos, Ed Letra Viva, Buenos aires, 2011

www.revconsecuencias.com.ar, revista digital de psicoanálisis, arte y pensamiento

www.revconsecuencias.com.ar, revista digital de psicoanálisis, arte y pensamiento

Película The cake eaters, Director Mary Stuart Masterson, Estados Unidos, 2007



NOTAS

[1Cortázar, Julio. Rayuela, Ed. Alfaguara, Buenos Aires, 2013

[2Fainblum, Alicia. Discapacidad, una perspectiva clínica desde el psicoanálisis, Ed. Tekné, Buenos Aires, 2004

[3Freud, S. Duelo y melancolía, Ed. Amorrortu, tomo XIV, Buenos Aires, 1980

[4Freud, S. El yo y el ello, Ed. Amorrortu, tomo XIX, Buenos aires, 1980

[5Freud, S. Duelo y melancolía, Ed. Amorrortu, tomo XIV, Buenos Aires, 1980

[6Freud, S. Totem y tabú, Ed. Amorrortu, tomo XIII, Buenos Aires, 1979

[7Fainblum, Alicia. Discapacidad, una perspectiva clínica desde el psicoanálisis, Ed Tekné, Buenos Aires, 2004

[8Freud, S. Introducción al Narcisismo, Ed Amorrortu, tomoXIV, Buenos Aires, 1980

[9Lacan, Jacques. Seminario la ética del psicoanálisis, libro 7, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1988

[10www.revconsecuencias.com.ar, revista digital de psicoanálisis, arte y pensamiento

[11www.revconsecuencias.com.ar, revista digital de psicoanálisis, arte y pensamiento





Película:The cake eaters

Titulo Original:The cake eaters

Director: Mary Stuart Masterson

Año: 2007

Pais: Estados Unidos