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El humor como tratamiento de lo real del mundo contemporáneo

por López, Giselle Andrea

Universidad de Buenos Aires

Resumen

En el presente trabajo nos proponemos analizar algunas cuestiones que se presentan en serie televisiva australiana “Please like me” (Thomas, 2013-2016), escrita y protagonizada, por Josh Tomas. Situaremos en el protagonista la posición del sujeto en relación con el humor, posición desde la que se abordan y tramitan temáticas complejas, por ejemplo, las cuestiones del padecimiento mental, el suicidio y el aborto desde la perspectiva que orienta la época actual.

Palabras Clave: humor | series televisivas | crisis actual

"Please Like Me": Humor as treatment of the real of the contemporary world

Abstract

In this paper we propose to analyze some issues that are presented in the Australian television series “Please like me” (Thomas, 2013-2016), written and starring, by Josh Tomas. We will place in the protagonist the position of the subject in relation to humor, a position from which complex issues are approached and processed, for example, the issues of mental illness, suicide and abortion from the perspective that guides the current era.

Keywords: humor | series | contemporary crisis

La euforia que aspiramos a alcanzar por estos caminos [los del humor, lo cómico y el chiste] no es otra cosa que el talante de una época de la vida en que solíamos arrostrar nuestro trabajo psíquico general con escaso gasto: el talante de nuestra infancia, en la que no teníamos noticia de lo cómico, no éramos capaces de chiste y no nos hacía falta el humor para sentirnos dichosos en la vida .”

Sigmund Freud, 1905.

Introducción

En el presente trabajo nos proponemos analizar algunas cuestiones que se presentan en serie televisiva australiana “Please like me” (Thomas, 2013-2016), escrita y protagonizada, por Josh Tomas. Situaremos en el protagonista la posición del sujeto en relación con el humor, posición desde la que se abordan y tramitan temáticas complejas, por ejemplo, las cuestiones del padecimiento mental, el suicidio y el aborto, desde una perspectiva orientada por la época actual. En este sentido, consideraremos los planteos de Gérard Wajcman (2019) respecto de las series y su relación con el mundo actual.

El malestar del sujeto y el humor

Gérard Wajcman define a las series en términos de “forma-serie”. Su hipótesis radica en que “la serie es una forma propia, autónoma y nueva” (p. 52), apta para expresar el relato de la crisis-mundo en que vivimos (p. 37). ¿A qué refiere con esta noción? El autor define el mundo en términos de “fragmentación de la sociedad, precariedad de las identidades como de las relaciones, constelación de las soledades puestas en red” (Wajcman, 2019, p.47). El autor sostiene la existencia del sentimiento actual de un estado de crisis permanente y al respecto afirma: “El mundo de la serie muestra el mundo de la crisis en serie” (p. 36).Y en este sentido “Please like me” nos muestra el mundo. Lo da a ver con sutilezas, con una cadencia calma, como la del personaje protagonista, Josh, quien se asoma al mundo de la adultez con fresca curiosidad y asumiendo los avatares que le presenta la vida.

En el pasar tiempo con sus amigos, entre diálogos sobre recetas y nimiedades, se presentan a Josh situaciones inesperadas que lo convocan a salir –momentáneamente- de la permanente reflexión ensimismada. Josh es un joven que apenas ha pasado sus veinte años y que se encuentra en ese entre-tiempo contemporáneo que va de la adolescencia tardía a la adultez. Es así como desde el primer episodio Josh se reconoce gay y comienza a conocer partenaires sexuales, buscando un lazo amoroso con quien compartir su estar en el mundo. Sus fieles interlocutores son sus íntimos amigos: Tom y Claire (su ex novia). También, se confrontará con la necesidad de aventurarse en el universo del trabajo y asumir su manutención. Todo esto ocurre con un entramado familiar que lo sitúa como hijo único, cuyos padres están divorciados pero mantienen buena relación. Su madre es una mujer que alterna momentos de manía y melancolía, con intentos de suicidio e internaciones varias en su haber, y su padre, es un buen amable −atento a su hijo y a su ex− quien ha formado una nueva familia junto a Mae, su actual esposa, con quien tiene una hija. Nada de lo que acontece en el mundo de Josh se vive dramática ni prejuiciosamente. Muy por el contrario, “Please like me” narra en clave de comedia –y llegando al absurdo- los temas más ásperos de la vida.

Al respecto, resulta muy relevante que, para Freud, el humor es un don precioso y raro. Es cierto que no cualquiera logra hacer reír incluso a partir de escenas dramáticas: el intento de suicidio de una madre, la muerte de una tía querida, el acompañamiento a su amiga durante la práctica de un aborto. No es que Josh se ría de estas escenas, ni en ellas. Se trata, por una parte, del modo en que tales dificultades y momentos penosos son mostrados en la serie: una presentación transparente, sin tabúes ni obscenidad, un poner en imágenes escenas cotidianas y de la realidad. Pero además, es el modo en que nuestro personaje lee lo que lo afecta, inscribiéndolo de un modo espontáneo como aquello que se le presenta y que no puede eludir. ¿Su respuesta? El humor.

En 1905, al indagar exhaustivamente el fenómeno del chiste, Freud lo diferenció del humor, caracterizando a este último como “un recurso para ganar el placer a pesar de los efectos penosos que lo estorban; se introduce en lugar de ese desarrollo de afecto, lo reemplaza. (…) El placer del humor nace a expensas de este desprendimiento de afecto interceptado; surge de un gasto de afecto ahorrado ” (1905, p. 216) (El destacado es nuestro).

Muchos años más tarde, Freud dirá que el humor “ocupa un lugar dentro de la gran serie de aquellos métodos que la vida anímica de los seres humanos ha desplegado a fin de sustraerse de la compulsión del padecimiento” (Freud, 1927, p. 159) y esclarece la actitud humorística planteando que “la persona del humorista debita el acento psíquico (desplazamiento de grandes volúmenes de investidura) de su yo y lo traslada sobre su superyó” (1927, p. 160). Se trata de una faceta poca referida de esta instancia, por cuanto “mediante el humor el superyó quiere consolar al yo y ponerlo a salvo del sufrimiento” (1927, p.162).

Al respecto, dirá Lacan que “el humor es el tránsfuga en lo cómico de la función misma del “superyó” (Lacan, 1963, p. 231). Es sabido que Lacan consideró privilegiadamente los desarrollos freudianos sobre el chiste, considerando “El chiste y su relación con el inconsciente” como la obra más incontrovertible por ser la más transparente al exponer el efecto del inconsciente (Lacan, 1953), destacando la agudeza, a partir de la cual el chiste podrá ejercer su dominación sobre lo real expresada en el reto del sinsentido “donde el humor, en la gracia malvada del espíritu libre, simboliza una verdad que no dice su última palabra” (p. 261). De este modo, el humor, fenómeno simbólico, toca lo real, simbolizando una verdad que lo concierne. Retomaremos estas cuestiones más adelante.

Lo inefable del suicidio

Entre los temas que presenta “Please like me” el suicidio es uno de los más complejos. Más allá del análisis clínico y psicopatológico (¿pasaje al acto o acting out? ¿acto tal vez?), que no es menor por cierto, esta serie expone la dificultad que presenta el suicidio para el entorno del paciente. Sin diálogos acartonados, más bien con poco texto, el personaje de Josh muestra los límites a los que se confrontan quienes asisten a esta expresión máxima de la pulsión de muerte en sus familiares y amigos.

Así vemos a Josh rescatar a su madre una y otra vez, frustrarse cuando ella no toma la medicación y tiene recaídas, angustiarse frente a la decisión del sujeto, dimensión insondable, personalísima, donde el amor no consigue retenerlo en el plano de la vida.

Al decir de Wajcman, la serie trata una temática eminentemente actual: si bien se trata de una ¿decisión? que responde a coordenadas absolutamente singulares, no es posible soslayar la alta tasa de suicidios que reportan algunos países tan diversos culturalemente como Reino Unido y Japón, donde la soledad se revela síntoma paradojal en la era de la hiperconexión digital [1].

Al respecto, Byung-Chul Han desarrolla su tesis respecto de la sociedad actual como una “sociedad del rendimiento” (2014), productora de sujetos depresivos y fracasados, donde lo que enferma es “el imperativo de rendimiento como nuevo mandato de la sociedad del trabajo tardo-moderna” (p. 29).

Insistimos que la causa de esta problemática no se reduce a lo planteado por Han, ni consideramos que los casos presentados en la serie estén relacionados con esta hipótesis directamente. Muy por el contrario, se trata de un padecimiento singular. No obstante, teniendo en cuenta los planteos presentados, si la soledad, la depresión y el suicidio son síntomas contemporáneos del mundo actual, podemos confirmar que la serie nos muestra la crisis del mundo. Cabe señalar que la narrativa que introduce John Thomas, el autor, confiere el plus de relatar dicho mundo con una naturalidad poco usual, presentando sin prejuicios problemáticas de las que aún no se habla libremente.

Por favor, quiéreme

También el humor puede ser considerado la más elevada operación defensiva (Freud, 1905, p. 221), previniendo del displacer que el afecto ahorrado pudiera ocasionar. Al respecto, Freud conjetura la conexión con lo infantil –tal como se presenta en los procesos neuróticos de represión- y considera que la exaltación del yo propia de los desplazamientos humorísticos bien podrían correlacionarse con la comparación entre el yo presente con su yo infantil. Así, se ríe para no admitir los intensos afectos penosos, que evocan aquellos de la infancia, frente a los que el adulto hoy reiría.

Josh representa al joven contemporáneo cuya posición de adolescente es reticente a abandonar. Vivencia un tiempo de definiciones: el protagonista decide sobre su posición frente a la elección de objeto amoroso, intenta –no sin vacilaciones– buscar un proyecto de vida e iniciar un trabajo a partir de un emprendimiento propio, se abre camino más allá del deseo de sus Otros primordiales. Josh se enreda en los avatares propios de las relaciones afectivas, interrogándose de manera permanente acerca de sus lazos con su familia, sus amigos y sus partenaires sexuales. No faltan tampoco las referencias a la inseguridad sobre su imagen personal. Todo redunda en un “Please like me”, por favor, ¡quiéreme! Aquí debemos incluir un posible nuevo estatuto del humor: a través de él se expresa la demanda “Please, like me” de manera desfigurada, ya que es también a través del humor que Josh se aproxima a los otros.

Retomemos nuestro epígrafe del inicio, que sitúa al humor como añoranza del tiempo de la infancia, donde el humor no hacía falta para sentir dicha. En Josh es posible articular esta dimensión, en el sentido de que se encuentra dando el paso desde un tiempo más próximo a lo infantil hacia la adultez. La cuenta entre lo que se pierde y lo que se gana en la asunción de una posición de sujeto diferente no es sin resto, y el humor le permite abrirse paso.

Dice Freud “El pequeño humor que acaso nosotros mismos criamos en nuestra vida, por regla general lo producimos a expensas del enojo, en lugar de enojarnos” (Freud, 1905, p. 219). Las variedades del humor dependen del afecto ahorrado, que podría ser enojo pero también compasión, dolor, enternecimiento. En este sentido es que conjeturamos que el humor le permite a nuestro personaje protagonista tramitar situaciones potencialmente traumáticas, en el sentido de que agujerean lo simbólico, configuran un vacío imposible de colmar. Se transmuta el enojo, la angustia, el dolor, en humor. Y en este caso el resultado estético es brillante.

Ha modo de concluir este texto, interesa situar algunas orientaciones provisorias respecto del humor, ampliando su estatuto en relación con el sujeto. Si el humor puede ser un buen mecanismo de defensa, donde interviene el superyó para ahorrar afectos penosos al yo, a la vez toca lo real, lo cual lo torna un recurso privilegiado en el tratamiento de lo real. Junto con Lacan proponemos que el humor opera una tramitación, involucra un hacer con ese real, arte, artificio (Lacan, 1975-1976, p. 59) para lidiar con esas experiencias que producen afectos penosos, sin que esto implique la represión o la no elaboración de dicho afecto. Asimismo, la actitud humorística propicia el lazo con los otros, ya que, aunque esta no requiere necesariamente la participación de un tercero como en el caso del chiste –aspecto diferencial situado ya por Freud en 1905- se articula en la demanda de amor.

Por último, “Please like me” pone el acento en que la incertidumbre y el desasosiego de la existencia de los jóvenes hoy logra ser puesta en suspenso en esos momentos donde el lazo de amistad prevalece y donde se hace lugar a pequeños placeres que hacen la vida vivible. Así, la diversión en una fiesta o preparar y degustar un plato hecho con amor y dedicación son rescates en la sociedad del cansancio, modos de hacer frente al malestar de lo real.

La pandemia que azota a nuestro mundo desde el año 2020 potenció el malestar de la crisis del mundo si consideramos que “una crisis es lo real desencadenado, imposible de dominar” (Miller citado en Wajcman, 2019). Nos confrontó con la necesidad de repensar nuestro lugar en mundo. Pero no sólo eso: todas las categorías han sido puestas en cuestión: los lazos, el tiempo, el arte, los modelos productivos, el modo de hacer clínica. Pero sobre todo, convoca a poner el acento en un tratamiento posible del malestar de lo real, invenciones singulares que restituyan una bocanada de aire fresco, un renovado suspiro que promueva lo vivo.


Referencias

Han, B. (2014). La sociedad del cansancio. Herder.

Freud, S. (1905). El chiste y su relación con lo inconsciente, Capítulo VII en Obras completas (Vol. VII). Amorrortu, 2006.

Freud, S. (1927). El humor en Obras completas (Vol. XXI). Amorrortu, 2007.

Lacan, J. (1953). Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis en Escritos 1. Siglo XXI Editores Argentina, 2008.

Lacan, J. (1962). Kant con Sade en Escritos 2. Siglo Veintiuno Editores, 2008.

Lacan, J. (1975-1976). El Seminario. Libro 23: El sinthome. Paidós, 2006.

Wacjman, G. (2021). Las series, el mundo, la crisis, las mujeres. UNSAM EDITA.


NOTAS

[1Ambos países, han creado en los últimos años un Ministerio de la Soledad, institución para trabajar desde el Estado sobre este fenómeno que los afecta en proporción creciente. Ver: https://www.pagina12.com.ar/326675-el-ministerio-de-la-soledad-japones?gclid=CjwKCAjw87SHBhBiEiwAukSeUVxknaYNtI-GLVrn1CAecvfn3JHljqDKOOjF4r2HjFcYQ1oZx_9ELRoCiZAQAvD_BwE






COMENTARIOS

Mensaje de Florencia Nicole Villalba  » 23 de septiembre de 2021 » florencianicole@hotmail.com 

Please Like Me es una serie de comedia dramatica que representa la vida cotidiana de un grupo de amigos de una manera muy realistica, en donde los dialogos pueden ser muy incomodos pero a su vez es muy facil sentirse identificado con ellos.
Josh, el protagonista, afronta las problematicas de su vida a traves del recurso del humor, simbolizando de esta manera algo del padecimiento y de lo real, en palabras de Lacan. Es asi que en la serie se tratan con humor temas que, en general, suelen tratarse con solemnidad, como por ejemplo, la muerte, el aborto, la depresion y el intento de suicidio.
En defiitiva, se trata de recurrir al humor, tanto para elaborar cuestiones dificultosas de la vida, y de ese modo, de alguna manera, evadir el posible displacer que ello ocasiona en el psiquismo, como para comenzar un camino hacia la aceptacion de su cuerpo y hasta un modo de relacionarse y encontrar un nexo con las personas nuevas de su vida. El humor como respuesta a todo. Esto cobra mayor relevancia cuando entendemos que Josh es un joven adulto que vive entre la disyuntiva de hacer el duelo por el adolescente que fue, enterrando todo lo que ello implica, y abrazar una nueva etapa como persona adulta, afrontando las vicisitudes y nuevas realidades que conlleva. El humor lo ayuda a procesar y simbolizar todos estos cambios y se transforma en un excelente medio que fortalece, sin dudas, a su yo.



Película:Please Like Me

Titulo Original:Please Like Me

Director: Josh Thomas

Año: 2013

Pais: Australia