(…) Podemos planear un asesinato o empezar una religión.
(Ángeles y Marineros, J. Morrison, 1970)
Cuando se conoce públicamente un asesinato con tinte cruel, las personas intentan buscar explicaciones en relación a aquello acontecido. Ante dichos crímenes y por la imposibilidad de comprender qué motiva a estas personas a cometer tales actos, se los denomina de diversos modos: animales, bestias, monstruos, aberraciones de la naturaleza. Asimismo es utilizada, la polaridad entre maldad y alienación mental. Estos nombres, los separaría del estatuto humano.
Es así que resulta difícil nombrarlos.
Si recorremos la historia entendemos que las clasificaciones en relación a estos individuos son un intento de ubicarlos dentro de alguna categoría. Buscar una forma posible de nombrarlos, para tener la ilusión de entenderlos.
Es así que para la sociedad, en general resultan incomprensibles los crímenes. Sin embargo, es viable que estos hechos puedan ser pensados desde un saber científico. Se ocupan de estos temas la Criminología, Psiquiatría, Psicología Forense y los Perfiladores Criminales, entre otros.
Para abordar este tema el film seleccionado fue “Maniac” del año 2012, dirigida por Franck Khalfoun, siendo una remake del año 1980 con el mismo nombre. Esta película es de Estados Unidos y por cierto es interesante mencionar que el porcentaje de asesinos seriales, concentrados en ese país es mayor al de cualquier parte del mundo. “Un 75% del total de los asesinos seriales reside en los Estados Unidos, mientras que los demás se reparten en el resto del mundo. (…) la mayor parte de los asesinos seriales son hombres” (Tendlarz, S. & García, C., 2012, p.113)
¿Por qué la concentración allí es tan alta?, ¿Se debe a cuestiones sociales?, ¿Se debe a cuestiones culturales y/o políticas?
La trama gira en torno a Frank, un hombre que vive solo en un local de maniquíes los cuales restaura. Conoce a Anna una joven fotógrafa, quien inmediatamente queda encantada por sus maniquíes.
Ella solicita que le alquile los maniquíes para la presentación de su obra en una galería de arte. A partir de allí él la invita a cenar, al cine, etc. Asimismo la espía desde fuera de la galería de arte mientras ella trabaja en la preparación para su presentación.
Se percibe a Frank involucrado con ella. ¿Comienzan una relación de amistad?
Ahora él se ve enfrentado a asumir su naturaleza. ¿Sucumbe y asesina nuevamente?, ¿le extirpa el cuero cabelludo igual que a las otras víctimas?
Los asesinos seriales “son personas que matan por lo menos en tres ocasiones con un intervalo entre cada asesinato. Los crímenes cometidos son resultado de una compulsión, que puede tener sus orígenes en la juventud o en desajustes psicopatológicos del asesino (…)” (Tendlarz, S. & García, C., 2012, p.104). Robert Ressler, agente del F.B.I es quien acuñó el término asesino serial utilizado hasta la actualidad.
Es relevante destacar que estos individuos una vez que comienzan con el acto de matar no se detienen hasta que son descubiertos y recluidos en la penitenciaria o en un hospital neuropsiquiátrico, según sean el caso. O hasta que sobrevenga su propia muerte o alguna otra cuestión suceda.
En el film advertimos que Frank no se detiene hasta caer muerto en su local de maniquíes, después de asesinar a Anna quien será su última víctima. Anteriormente no pudo frenar su impulso asesino.
Para ampliar quiero mencionar a un asesino serial muy impactante, quien mato a más de 50 personas, su nombre es Andrei Chikatilo.
Este hombre comenzó a matar y una vez lograda su primera víctima no cesó de hacerlo hasta que fue detenido. La novela ‘El niño 44’ de Tom R. Smith publicada en 2008 se inspiró en la vida de este asesino, más tarde la historia será llevada a la pantalla grande. A continuación transcribo un fragmento del libro citado (p.356):
Andrei pudo sentir de nuevo aquel impulso. Estaban solos en la casa. Ella no debía bajar allí: él se lo había dicho por su propio bien. Era otra persona diferente. No era su padre. Se apartó de ella hasta tocar la pared con la espalda, tan lejos de ella como le permitía la habitación.
– ¿Papá?
Andrei se llevó un dedo a los labios.
Contrólate.
Pero no podía. Se quitó las gafas, las plegó y se las guardó en el bolsillo. Cuando la miró de nuevo no era más que una silueta borrosa, ya no era su hija. Sólo era una niña. Indistinta, confusa, aquella forma podría ser la de cualquier niño que quisiera imaginar.
Al igual que Andrei Chikatilo otros asesinos seriales han adquirido notoriedad. Y es cierto que al dar a conocer hechos en relación a asesinos y/o violadores seriales, los medios de comunicación y las redes sociales, paralizan con este tipo de noticias a su público. Sin embargo existe un cierto brillo de fascinación sobre estos temas.
Asesino serial promedio, es el perfil psicológico diseñado del asesino serial. Se define en base a determinadas características: “se trata de un hombre blanco, de clase social media baja, de entre 20 a 30 años (…) sufrió un abuso mental o físico de pequeño” (Tendlarz, S. & García, C., 2012, p.120).
En este punto se torna inevitable puntualizar un término que se asocia a este tipo de asesinos. Se trata de los psicópatas que pueden definirse como “individuos que sin presentar alteraciones en el curso del pensamiento, a pesar de tener muchas veces un nivel intelectual normal o superior, cuentan con graves desequilibrios caracterológicos, por deficiente integración de la personalidad” (Torres, R. & Silva, D., 2006, p. 241). Para los psicópatas los otros son tomados como objetos, es así que pueden llevar a cabo los actos que realizan. El afecto no es parte de ellos y no logran empatizar con las personas que los rodean. Por este motivo tampoco sienten culpa o remordimiento. Estos individuos también son manipuladores y utilizan a los demás como objeto de una satisfacción claramente patológica.
El psicoanálisis establece tres estructuras psíquicas, a saber: neurosis, psicosis y perversión [1]. “Si consideramos las características de ausencia de culpa y prevalencia de la impulsividad sin división subjetiva (…) la psicopatía -como lo indica Roberto Mazzuca- se acerca al diagnóstico psicoanalítico de perversión” (Tendlarz, S. & García, C., 2012, p.144).
Nuestro protagonista, Frank es un hombre joven, de clase media, de unos 25 a 30 años de edad, blanco, solitario y reservado. Asimismo su madre Ángela lo maltrataba durante su infancia. Destratándolo y sin importar la edad de su pequeño hijo mantenía relaciones sexuales con dos o más hombres y consumía cocaína frente al niño que aún lo recuerda vívidamente.
A su anteúltima víctima, la persigue a la salida de la presentación en la galería de arte. Logra ingresar a su departamento sin ser oído. La reduce atándola de pies y manos, dejándola desnuda y acostada sobre la cama. Le dice unas palaras:
– “Por cambiar el peinado y el maquillaje no me engañas. ¿Pensaste que no te reconocería? ¿Por qué? ¿Por qué crees que soy estúpido? ¿Por qué actúas como si no existiera? (…) sabias que ellos no te amaban, ¡no como yo! Aún te amo ¿sabías?”
Acto seguido, extirpa el cuero cabelludo, estando ella aun con vida. Las últimas palabras que le dice son:
– “¡No vas a salir hoy, te quedaras en casa, conmigo!”
Los asesinos pueden caracterizarse según dos tipos distintos, los asesinos organizados y los desorganizados. Los primeros planifican el crimen, eligen a la víctima, llevan consigo el arma homicida, siendo el crimen un proceso donde hay una organización previa y posterior.
Los desorganizados son más oportunistas y asesinan según el momento sin esperar a la vulnerabilidad de la víctima.
Para los asesinos “la primera muerte (…) constituye una experiencia de intensa conmoción psíquica y de gran placer, centrado en la ejercitación de poder y control sobre la víctima” (Torres, R. & Silva, D., 2006, p. 269).
Frank persigue a su primera víctima, desde la salida de su bar hasta su casa. Ella lo percibe, se aterroriza y corre. Él desde su auto susurra:
– “Se dónde vives Judy. Nos vemos más tarde”.
A su segunda víctima la conoce a través de un chat en un sitio web para citas. Se encuentran a cenar y luego se dirigen al departamento de ella. La chica se desviste y le propone mantener relaciones sexuales, él dice:
– “No puedo, no puedo”.
Acto seguido ella lo empuja sobre la cama y le practica sexo oral, en ese momento Frank no logra controlarse y la estrangula. Cuando logra darse cuenta que ya estaba muerta dice en voz alta:
– “¿Por qué no puedes dejar a ninguna en paz?, ¿no puedo tener una sola sin que te metas en el medio? ¡Mira lo que me obligaste a hacer!
A la tercer victima decide salir a la calle a buscarla. Recorre la ciudad en busca de ella hasta encontrarla, la persigue y luego de varios rodeos también la asesina.
La siguiente víctima es la señora ya mencionada (anteúltima victima), de unos 60 a 65 años, que la utiliza para hablar como si fuese su difunta madre. Ésta se diferencia de las demás víctimas por su edad ya que todas son mujeres jóvenes.
Finalmente será Anna. La última víctima ¿su amiga y amada fotógrafa?
A todas y cada una de ellas las asesina con un cuchillo y les extirpa el cuero cabelludo para luego llevárselo como trofeo. Con ellos ambiciona darles vida a los maniquíes que lo rodean en el local donde vive. Colocando el cabello ensangrentado con una abrochadora y vistiéndolos con la ropa de las mujeres asesinadas.
Es importante señalar que existe un ciclo del crimen. Tendlarz, S. & García, C. (2012) afirma que según:
Norris, Joel existen seis fases en el ciclo del asesino serial (…) estas fases son: 1) fase del aura: se produce cuando el asesino comienza a perder el contacto con la realidad, 2) fase de búsqueda: en esta el asesino decide salir a buscar a su víctima, 3) fase de caza: en este momento ya selecciono a la infortunada víctima y va por ella, 4) fase de captura: es el momento en que finalmente la victima cae en la trampa, 5) fase de asesinato o fase totémica: es aquella en la que el asesino llega a la cúspide de sus emociones, 6) fase de depresión: es la que se produce luego de haber cometido el asesinato. (p.167)
Frank es un serial killers.
¿Psicótico? , ¿Perverso?, ¿Psicópata? El cuero cabelludo que extirpa a las victimas ¿qué función cumple?, ¿es un fetiche?
Finalmente entiendo necesario mencionar que las definiciones y clasificaciones en relación a los criminales, no son universales y para todos los casos. No todos los psicópatas son asesinos seriales y viceversa.
Estas consideraciones generales que se fueron planteando son puntos a tener en cuenta sin olvidar que muchos sujetos de la población han sufrido de abusos o maltratos físicos y mentales y no por ello se han convertido en asesinos seriales.
Por lo mismo es necesario entender que es imprescindible tomar en cuenta la singularidad de cada caso, y así en el caso por caso poder dilucidar a quién tenemos sentado en frente, arribando así a un diagnostico presuntivo.
Referencias
Smith, T. R (2008): El niño 44. Londres, Inglaterra. Espasa
Tendlarz, S. E. & García, C. D. (2012): ¿A quién mata el asesino? Buenos Aires, Argentina. Grama
Torre, R. O. & Silva, D. H. (2006): “La personalidad del criminal”. En Torre, R. O. & Silva, D. H. Perfiles criminales (pp.241-287). Buenos Aires, Argentina. Dosyuna
NOTAS
[1] Psicosis y perversión son un capítulo aparte. Si bien se encuentran en relación directa con el tema abordado, excedería el interés de este artículo. Ya que está centrado en los serial killers y su sistematización, más allá de la relación intrincada entre estos y los diferentes diagnósticos psicopatológicos.
Hola Claudia, que atractivos son siempre los casos de asesinos seriales y los procedimientos llevados a cabo por ellos mediante rituales obsesivos. Parecería lo más conveniente hacer un comentario aludiendo al asesinato serial y la ética en el desarrollo del trabajo, pero es enriquecedor hasta cierto punto lo que aquí elaboras y nos introduce al campo de la criminalidad desde el arte cinematográfico.
Debido a que este asesino lleva entonces una serie de procedimientos homicidas, podemos observar un ritual ya establecido concretamente y también una ética rudimentaria que rige la conducta de este individuo.
Algo que encontramos presente en la conducta criminal es el elemento de la culpa, y en la teoría se llega a posicionar con diferencias, por ejemplo desde el psicoanálisis clásico, Freud en su texto de 1989, argumenta que la culpa se encuentra como motor de la conducta criminal, es decir, la culpa es la que lleva al sujeto a cometer el acto, y lo hace para satisfacer tal sentimiento, como si de tener una excusa para tal sentimiento se tratara, así podemos abordar el acto criminal como un trastorno paranoide.
Película:Maniac
Titulo Original:Maniac
Director: Franck Khalfoun
Año: 2012
Pais: Estados Unidos
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