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Paternidades y azares

por Lima, Natacha Salomé, Pérez Ferretti, Fernando

Resumen:

El film italiano Il Filo Invisibile [El hilo invisible] dirigido por Marco Puccioni muestra, por medio de una comedia costumbrista, las vivencias de Leone Ferrari, hijo adolescente de dos padres. La historia nos enfrenta con los dilemas bioéticos de la gestación por sustitución en Italia, y muestra cómo realidad y legislación pueden no seguir por los mismos carriles. La pregunta por los orígenes atraviesa y subvierte las legalidades instituidas. ¿Hasta dónde ese no saber que organizaba el relato mítico de los orígenes, se convierte en un botín de guerra, buscando en la prueba de ADN aquello que debería funcionar como un enigma?

Palabras Clave: paternidades | consentimiento | bioética | filiación

Paternities and Chances in Il Filo Invisibile

Abstract:

The Italian film Il Filo Invisibile [The invisible thread] directed by Marco Puccioni shows, through a comedy, the experiences of Leone Ferrari, the teenage son of two fathers. The story confronts us with the bioethical dilemmas of surrogacy in Italy, and shows how reality and legislation may not follow the same paths. The question of the origins goes through and subverts the established legalities. To what extent does this not-knowing that organized the mythical story of origins become a spoil of war, looking in the DNA test the truth of what should remain as an enigma?

Keywords: paternities | consent | bioethics | filiation

La prehistoria del deseo de hijx

El film italiano Il Filo Invisibile [El hilo invisible] dirigido por Marco Puccioni muestra, por medio de una comedia costumbrista, las vivencias de Leone Ferrari, hijo adolescente de dos papás. El director de esta ficción ha vivido en carne propia la experiencia de convertirse en padre por medio de la gestación subrogada; la puesta en escena refleja la lucha por “normalizar” los modos de hacer familia; denuncia las inseguridades jurídicas que sufren las personas cuya conformación familiar no se corresponde con la heteronorma; e interroga los alcances de los nuevos montajes familiares (Godoy, 2014).

En ocasión de un proyecto escolar sobre los derechos LGTB(Q+) en Europa, Leone emprende la realización de un pequeño corto sobre su familia, donde registra escenas de lo cotidiano. Hijo de Paolo Ferrari y Simone Lavia, dos varones que recurrieron a la gestación por sustitución para ampliar su familia. Simone estudiaba antropología en la Universidad y lo dejó para dirigir un gran restaurante en el centro de la ciudad de Roma; es divertido, atlético, seguro y le ha enseñado a Leone muchísimo. A Paolo, lo presenta como su “otro padre”: arquitecto, con grandes ambiciones que las pospuso para dedicarse a su mueblería… que lo anima a seguir sus sueños todos los días. La historia de Leone es y no es como la de cualquier otra familia.

La filmación del video vuelve sobre la historia Paolo y Simone, nos muestra imágenes de su noviazgo, imaginando a Leone como proyecto de sus padres. Compartían sus vidas hace algunos años y ya estaban listos para formar una familia, pero lamentablemente en Italia la adopción, para dos varones, no era posible. Aparece aquí la primera discrepancia entre la filiación biológica y la adoptiva cuando se trata de familias que han recurrido a la gestación subrogada. Esa discrepancia será una de las claves en la lectura de este comentario.

Todo cambió cuando conocieron a Tilly; presentada en la filmación dando a luz a Leone. Simone había conocido a Tilly en la Universidad de California. Cuando le contaron sobre su gran deseo de tener un hijo, ella se ofreció a ayudarlos. Y así nació Leone por medio de la gestación subrogada –gestazione per altri– para alegría de todxs. Su niñez transcurrió como la de cualquier otro niño, nunca le llamó la atención las particularidades de su familia. Leone tenía 11 años cuando sus padres pudieron formalizar la unión civil. Desde ese momento, para la ley italiana, fueron pareja oficialmente. Sin embargo, dos personas del mismo sexo no podían ser incluidas en el acta de nacimiento que entiende a la biología como única prueba posible de paternidad. Solo uno de sus padres podía aparecer en el certificado de nacimiento y fue Paolo quién ‘afirmó [1] ser el padre. Volveremos sobre este punto.

Dilemas bioéticos en el origen de la vida

¿Qué tenemos hasta aquí? Que la realidad y la legislación pueden no ir por los mismos carriles. Que el entramado simbólico, afectivo y deseante de las familias conformadas por medio de la gestación por sustitución puede no corresponderse con las disposiciones jurídicas vigentes, lo que los coloca en una situación de desventaja, vulnerabilidad e inseguridad jurídica.

En nuestro país, a partir de las modificaciones introducidas en el Código Civil y Comercial en el año 2015, se ampliaron las [fuentes de filiación], agregando la filiación por tecnologías de reproducción humana asistida (TRHA), pero no la gestación por sustitución [2]. La filiación por TRHA se agregó a la filiación biológica y a la adoptiva, y, mientras las tres fuentes filiatorias surten los mismos efectos, cada una de ellas presenta características propias que la diferencia de las otras. El eje de la filiación por TRHA es la voluntad procreacional, es decir el deseo de querer convertirse en ma/padre independientemente de quiénes hayan aportado los gametos (óvulos y/o espermatozoides). Esta voluntad debe ser expresada en los consentimientos informados [3] que se convierten en el elemento central y eje jurídico de la filiación. ¿Cuál es la diferencia que presenta la ley italiana para el caso que nos ocupa? Que la filiación aparece determinada por el elemento biológico, es decir que el padre es aquel que ha aportado el espermatozoide. ¿Y cuándo hay dos padres?

Solo puede figurar uno de los dos en el acta de nacimiento y se trata de aquel que dice ser el padre. Mientras que para el derecho romano la madre cierta es, el padre es incierto. La expresión latina «mater semper certa es» hace referencia a un principio del Derecho que tiene la fuerza de una presunción en virtud de la cual se entiende a la maternidad como un hecho biológico en razón del parto, tal y como aparece definido en el artículo 562 del Código Civil y Comercial. El padre es aquel que la madre dice; eso ha sido resuelto en las legislaciones a partir de considerar el hecho social del matrimonio, ergo «pater est, quem nuptiae demonstrant».

Ante el reclamo de la familia, legalmente casada, el alcalde accede a convalidar el acta estadounidense que dice que Paolo y Simone son los padres de Leone, y hace valer la doble paternidad para la administración de justicia italiana, sin embargo, queda la inquietud de si, en algún momento o por alguna razón, ese certificado podría ser revocado.

«Pater semper incertus est»

El proyecto escolar continúa, pero Leone no está del todo satisfecho con la producción... siente que le falta un giro en la trama. Su amigo Jacopo insiste… “por ejemplo… saber quién es tu “verdadero” padre… —¿Otra vez? ¡¡Son los dos!! contesta con enfado Leone. —¿Cómo no sabes quién es tu padre biológico? arremete Jacopo.

En la clase, el profesor le pregunta a Leone por el video, quien cuenta que la trama se desarrollará a través de la historia de su familia y le preocupa que sea muy personal. Haciéndose eco tal vez del conocido lema feminista lo personal es político que buscaba poner de relieve las conexiones entre las experiencias personales y las grandes estructuras sociales y políticas, y que en el contexto de la segunda ola del movimiento feminista entre los 60 y los 70 desafió los valores de la familia nuclear, el profesor en la clase les dice que nada mejor para discutir un tema que empezar por algo personal: ¡Por favor trabajen desde el corazón! ¿A qué sujeto alcanzó estas palabras?

Se desencadenan una serie de situaciones que hacen que Paolo descubra la infidelidad de Simone y la pareja se encuentre al borde de la separación. Comienza una feroz disputa por los bienes, donde cada uno de ellos se encarga de destruir esos objetos que eran importantes para el otro, lo que nos da a entender que “van por todo” incluido Leone. En la cena de aniversario se presenta el amante de Simone y todo se desmorona. Leone se entristece por la situación y enojado dice: “es un buen giro para mi video sobre nuestra bella familia.” Tiene, en ese momento, una charla con la mujer que lo gestó que estaba visitando a la familia como una sorpresa para la cena del aniversario, y concuerdan en que nunca hubieran imaginado que esto podía pasarle a ellos. La disputa saca a la luz algunas cuestiones no resueltas por la pareja como la incertidumbre respeto de la paternidad biológica de Leone. Algo que la familia había mantenido en la complicidad del no saber.

En un viaje que comparten Leone y Anna, él le cuenta que es “hijo de un cóctel”. Para no estar en desventaja ninguno de los dos varones, el procedimiento de fecundación in vitro se realiza con el semen de ambos, no sabiendo finalmente cuál espermatozoide fue el que logró la fecundación.

–¿Quién es tu padre? No me puedo decidir– dice Anna sin advertir el alcance de sus palabras… Una expresión que vuelve la decisión en términos binarios. Como situamos más arriba, es la madre la que señala quién es el padre. Pero cuando no hay madre, ¿quién señala a quiénes? Es este no saber el que los iguala [4] o equipara como padres sin jerarquías biológicas de pertenencia. Esta igualdad que la familia sostiene ante las afrentas de los otros que demandan saber quién de ellos es el “verdadero” padre, es amenazada por la inminencia de la separación. La determinación biológica de la paternidad cae por su peso y los confronta a tomar una posición respecto de este saber que se presenta ahora como necesario, habiendo sido antes accesorio.

Interviene en este punto el abogado que lleva adelante el caso, para informales que el tribunal falló contra la determinación de la doble paternidad y quizás el juez solicite “volver a una situación anterior”.

Paolo pregunta: –¿Cuándo el acta decía que yo era el único padre de Leone? –No, no funciona así, contesta Simone. El abogado les informa que, como ninguno de los dos quiso saber quién era el padre biológico de Leone, tal vez pidan más ‘pruebas’. Incluso podría solicitar la realización de una prueba de ADN para la constatación de la paternidad biológica que adquiere en este ordenamiento legal un lugar preponderante.

—¿Pueden obligarnos a averiguar quién es el padre biológico? Pregunta incrédulo Simone. —Es posible. La verdad, es muy probable, contesta el abogado. Paolo muy enojado dice que esa solución es nazi y que deberían volver a la situación anterior…. ¿Anterior a qué? nos preguntamos, ¿qué sería volver a una situación anterior ante esta encerrona familiar?

El abogado explica que, en Italia, la ley prioriza el favor veritatis por sobre el favor minoris. Es decir que, la determinación de la filiación se establece únicamente por la vinculación genética con el menor.

El enigma sobre el origen de Leone que cohesionaba la trama familiar se convierte en botín de guerra; cada uno de sus padres decide buscar en objetos de uso cotidiano como un chicle o un peine, el dato cierto sobre la supuesta paternidad. Extraer la verdad del ADN pero sin participar a Leone de esta decisión. La violentación que supuso extraer de allí un saber con efectos de verdad subjetiva sin el consentimiento de Leone, lo ubica en una posición de equivalencia con los objetos que destruyeron.

En el capítulo “El psicoanálisis y la verdad biológica de la filiación” Michel Tort (1992) sitúa que: “el axioma referido al padre incierto responde no sólo a un principio simbólico que distingue el parentesco humano del engendramiento, sino también a la milenaria imposibilidad material de la prueba de paternidad. Pero también a estrategias ejecutadas del lado masculino para “estar inseguro” más allá del decir de una mujer. En otras palabras: lo real de la biología también es un hecho simbólico, aunque más no sea por obra de manipulaciones simbólicas (el saber)” (p. 256).

El hijo salido del cóctel y la paternidad imposible

Ese hijo salido del cóctel, devenido objeto de la disputa conyugal, enfrenta en su ficción documentada la pregunta por sus orígenes, que atraviesa y subvierte las legalidades constituidas. La disputa entre Simone y Paolo los confronta con sus elecciones, con aquello que han resignado en pos de la vida familiar, buscando en los parecidos los fundamentos de la transmisión. Dice Simone: Leone ama la música, la historia, las montañas, los animales, como yo. —Tu amas a los animales cuando los cocinas, le dice Paolo y arremete: voy a pedir la paternidad de Leone. Pero si antes no les importaba el ADN ¿por qué iba a importarles ahora? ¿Cómo puede impactar esta información en la reconfiguración que la familia atraviesa?

Simone y Paolo avanzan con la prueba de paternidad, asumiendo, a partir de los resultados, que el padre es el otro. El momento del encuentro e intercambio de los resultados los confronta con la perplejidad: ambos comparten el 0,1% de ADN con Leone. ¿Dónde nos llevan los cálculos de estas cifras enigmáticas? ¿A qué horizonte apuntan? ¿De qué horizonte nos alejan? ¿Qué realidades determinan los vínculos biológicos y cuáles son consecuencia de un filo invisibile que nos enlaza?

Llega el momento de confrontar a Leone e intentar explicar lo inexplicable.

—¿Hicieron el test de ADN? Pregunta Leone. ¿Sin preguntármelo? ¿Cómo hicieron? —Vivís aquí; hay rastros en todas partes: un vaso, un chicle… en tu cepillo… —No lo puedo creer. Leone está claramente perturbado por la revelación. —Espera Leo, le dice Simone. Si lo ves así, parece que lo hicimos porque sí… pero lo hicimos por tu propio bien, agrega Paolo. Simone y Paolo intentan justificar la violentación de su accionar desde la moral de los bienes.

Leone se siente estafado en su fuero más íntimo, y enfrenta a sus padres con los valores que como familia compartían… —¡Las idioteces que me han dicho toda la vida, que la sangre y el ADN no importan! ¿Nos une el amor y la sinceridad? ¡Puras mentiras! Otra vez los tropiezos de la función paterna, aunque con las mejores intenciones, siempre fallida [5]. Los padres insisten…. —Entiende, para la ley italiana, debíamos saber cómo protegerte… —¿Así que tomaron material genético y lo mandaron a un laboratorio sin preguntarme? ¡Hermoso! Dice Leone sarcástico mientras los aplaude. — ¿Y quién ganó? ¿Quién es mi padre? Paolo le responde: bueno…. es un tema que debemos abordar con calma… Paolo tiene razón, refuerza Simone. Es una cuestión muy delicada. ¡No me parece tan difícil! ¡Eres tú o eres tú! ¿Entonces?.... Ni Paolo ni yo… El ADN dice que no somos tus progenitores.

El impacto de la noticia de la no relación biológica con ninguno de los dos, toma por asalto a Leone que se angustia y al intentar hacer algo con ese desborde sale velozmente en bicicleta en un periplo que sólo puede darse fin con un accidente. Una vez que despierta en el hospital Anna le pregunta —¿Por qué lo hiciste? — Yo creo que necesitaba respirar un poco, responde Leone.

(Des)enlace: la cosa nostra

Ahora es el turno de Tilly de explicar lo inexplicable en la sala de Emergencias «Pronto Soccorso». —¿El cóctel no funcionó? Se preguntan todos incrédulos. —¿Qué cóctel? Pregunta Mónica, la tía paterna. —Es un tema de familia “E’ una cosa nostra, di famiglia.” El mito de los orígenes que había funcionado como operador simbólico y sostén de una pretendida unidad familiar se presenta como un real desconcertante, donde se precisa de un decir que nombre.

Si bien todo parece el resultado del encuentro casual y de la contingencia, más allá de la sexualidad y del laboratorio, pareciera que el lugar del padre en la procreación debe permanecer como enigma (Ansermet, 2018).

Podemos preguntarnos sobre si aquello que no se sabe no es más determinante que lo que se sabe, interpelarnos sobre el impacto de un saber no sabido. La ausencia de saber sobre los datos del donante puede aún volverlo más presente. Pero si nos centramos en el hecho de la donación de gametos desde esta vertiente, se resalta un énfasis en lo biológico del origen. En algunos contextos, se suele nombrar al donante de esperma como ‘padre biológico’, sin embargo el tema del padre no puede reducirse al espermatozoide [6].

“En los últimos años se viene sosteniendo desde la ciencia que el avance de las investigaciones genéticas volvió caduco el adagio romano pater incertus mater certissima. Hoy en día –sostienen los biólogos– el análisis genético permite eliminar la incertidumbre acerca de quién es el padre de un sujeto. El presupuesto implícito es que la paternidad se identifica a la persona de donde surgió el material genético con el que se gestó una vida, vale decir, el espermatozoide. De ahí la ironía de Lacan cuando afirmaba que el padre real es el espermatozoide. Hay en esta pretensión varios deslizamientos que establecen equivalencias: de espermatozoide a genitor, y de genitor a padre. Paradójicamente en un momento en que las nuevas tecnologías reproductivas producen una separación en vez de una equivalencia entre estas instancias.” (Laso, 2014:16).

Si tomamos el caso de la gestación por sustitución, se habla de la mujer que llevó al niñx en su vientre como ‘gestante’. Como la ‘Dede’ (Tilly) para Leone; un significante que nombra aquello que la designa familia. El valor simbólico de las nuevas nominaciones, y los neologismos como “diblings” que se utiliza para diferenciar los vínculos fraternos entre las personas que han sido concebidas a partir de los gametos del mismo/a donante, vela y devela las contradicciones al interior de las vinculaciones que producen las tecnologías reproductivas. [7]

El origen conduce a un real que no es posible subjetivar. Las políticas de levantamiento del anonimato de los donantes nunca nos libera de la potencia del misterio de los orígenes. Sin embargo, estamos en una época que exige la transparencia como un valor inmanente. En algunos países, la opacidad sobre los datos ¿biológicos? de lxs donantes resulta insoportable, no porque quieran saber en términos de veracidad, sino porque no se admite que una instancia exterior resguarde los datos que hacen a la identidad biológica y dinámica de las personas, y por ende a un derecho que les pertenece.

Quizás la pregunta sobre los orígenes deba quedar irresuelta, paradojalmente, para que con ese vacío, la función del padre como tal, consiga operar. Para así, abrir un horizonte al hijo, para mostrar una salida posible, un derrotero más allá de las determinaciones a las que cree hallarse sometido, incluidas las condiciones de su concepción. Las coordenadas del origen deberán permanecer tan enigmáticas como fuera posible, para que el sujeto pueda construir su identidad, al tiempo que encontrar cómo responder en el camino trazado por su deseo.

El epílogo del film culmina con la presentación del documental de Jacopo y Leone y con una puesta en abismo con las fotos de las familias de los actores, todas unidas por una compleja trama de coincidencias, por hilos invisibles que también están algo enredados, en ese devenir como línea de fuga que “hace viento en la existencia”.

Referencias:

Ansermet, F. (2015) Capítulo 5 El padre en la procreación. En La fabricación de los hijos: un vértigo tecnológico, UNSAM Edita.

Godoy, C. (2014). Las otras maternidades. Recuperado de: https://www.telam.com.ar/notas/201411/86937-claudio-godoy--las-otras-maternidades.html

Laso, E. (2014). Del espermatozoide a la función paterna: Delivery man, de Ken Scott. Aesthethika, Revista Internacional sobre Subjetividad, Política y Arte, 10(1).

Sen, A. (1980) "¿Equality of What?" En Sterling M. McMurring (comp.), Tanner Lectures on Human Values, Vol. I, Salt Lake City: University of Utah Press.

Tort, M. (1992). El deseo frío. Procreación artificial y crisis de las referencias simbólicas, Buenos Aires, Nueva Visión.

Zabalza, S. (2012). “Sobre el padre real”. En Neoparentalidades El porvenir de la diferencia, Letra Viva, Buenos Aires.

Zatz, M. (2011). “Paternidad o el derecho a «no saber»”. En GenÉtica, Globo Livros, Brasil.


NOTAS

[1Según el Diccionario etimológico de la lengua castellana (Corominas, 1961) no hay diferencia sustancial entre ’firmar’ y ’afirmar’. Ambos del latín “firme” (firmis). En 1220, derivado affirmo, affirmare, compuesto de ad ("hacia") y firmo ("dar firmeza"). O sea, firmar es a-firmar cuando el acto supone una proyección.

[2Los proyectos de ley que están actualmente bajo análisis definen distintas estrategias jurídicas para la reglamentación de este procedimiento, uno de ellos propone modificar el art. 562 que determina que “madre es la mujer que da a luz”; el otro parte de establecer la figura de la gestación solidaria para evitar la comercialización de la práctica; también se propone una autorización judicial previa que allané el camino para la determinación de la filiación del/a nacido/a.

[3El vocablo consentir (del latín sentire, “percibir con los sentidos”, “darse cuenta”) data de la segunda mitad del siglo X y significa “estar de acuerdo”, “decidir de común acuerdo”. Consentir supone, por lo tanto, un acto de decisión. Citado en https://www.aesthethika.org/Editorial-573#nb3

[4Entran en tensión la idea de “igualdad” ante la ley, con equidad… y nos lleva a recuperar la pregunta de Sen (1980): ¿Igualdad de qué? Para una ampliación ver: Sen, A. (1980) "¿Equality of What?" En Sterling M. McMurring (comp.), Tanner Lectures on Human Values, Vol. I, Salt Lake City: University of Utah Press.

[5En una nota de Página 12 que se pregunta, a partir del trabajo en la clínica con adolescentes y sus padres, por los operadores clínicos que permitirían pensar la declinación de la función paterna, dice que: “si bien esta tesis sobre la declinación no fue algo que Lacan siguiera desarrollando con esa denominación, sí podemos rastrear en diferentes formulaciones su continuación hasta el fin de su obra. Traza un camino con la función paterna en cuyo horizonte se perfila la prescindencia del padre, a condición de haberse servido de él. Pero el mundo contemporáneo pareciera prescindir cada vez más de las figuras adultas en general, de la autoridad y la Ley sin haberse servido lo suficiente de ellas…” Para ver la nota completa: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/21-25357-2010-09-16.html

[6Como sitúa Eduardo Laso (2014) se trata de dos tipos de preguntas diferentes: ¿quién es el padre? Algo que puede ser respondido por la prueba de ADN. Sin embargo, determinar quién es el padre no resuelve el tema universal de qué es un padre. De hecho, son problemas diferentes.

[7En idioma inglés, el término para nombrar a lxs hermanxs es siblings. En el caso de las personas que han nacido del mismo donante se adoptó el neologismo “diblings” para diferenciar a los vínculos que surgen de estas nuevas configuraciones. Para una ampliación de este tema se puede consultar: BBC “My mom is meeting my dad for the first timehttps://www.youtube.com/watch?v=MGehPQ8nqW0






COMENTARIOS

Mensaje de Mariana Panzitta  » 9 de septiembre de 2022 » lic.marianapanzitta@gmail.com 

Qué texto interesante! Cuántas cuestiones se ponen en juego, cuántos entramados planteados en este recorrido entrelazando teoría y ficción.
Por mi parte, no tuve oportunidad de ver la película (que será de mis próximas y va a la lista) pero cuando Leone sostiene que antes no importaba el ADN y que lo relevante era la sinceridad; que la sangre no une, sino el amor, allí se encierran a mi parecer las distinciones necesarias entre lo biológico, lo volitivo y lo jurídico tan difícil de llevar, de alojar y de sostener.



Mensaje de Elisabeth Cataldo  » 26 de agosto de 2022 » ecataldo036@gmail.com 

El caso presentado en el filme me trae a la mente una pregunta curiosa; si "normalmente" (es decir, historicamente, para el ser humano sujeto a las restricciones biologicas de la reproduccion sexual) pater incertus, mater certissima... que ocurre cuando tenemos dos padres? Por supuesto que las funciones paterna y materna no dependen de la identidad sexogenerica de los sujetos, sino que la pregunta esta dirigida hacia la funcion lógica de la certeza como operador en la formacion de la subjetividad y la filiacion. Si pater incertus, la filiacion se produce de forma distinta de aquella de la madre, que es cierta; el padre y el hijo se reconocen mutuamente, como digo en mi articulo sobre el tema, uno filia y el otro a-filia, dandose mutuamente lugar en la cadena simbolica, pero si hay dos padres, que son los dos inciertos (despues de todo, ni siquiera la prueba de ADN reemplaza tales operaciones simbolicas), la certeza como punto de base no tiene lugar en esta constelacion familiar - porque no hay mater certissima, incluso si se considera a la subrogante.
No se lo suficiente ni tengo la experiencia como para poder arriesgar una respuesta, pero sin embargo me resulto un pensamiento interesante que el artículo de Natacha y Fernando me despertó, que quizás se relacione con la pregunta final que se hacen, a su vez relacionada con las figuras legales del derecho a la identidad en casos de reproduccion humana asistida y donacion de gametos; quizas el hecho de que, precisamente en un caso como este ambos pater son incertus y no hay un otro certissimo que pueda proveerle al sujeto un punto de apoyo "desde el cual mover el mundo", en un giro subjetivo del dicho Arquimedeano, es precisamente desde ese vacío donde "la función del padre como tal, consiga operar".



Mensaje de Marcela Vinocur  » 23 de agosto de 2022 » vinocurmarcela@gmail.com 

Buenas noches! Elegi el film italiano "El hilo invisible" Es una pelicula conmovedora, sumamente interesante como asi tambien el analisis que hacen de él Lima, Natacha Salomé, Pérez Ferretti, Fernando
La pelicula aborda diversos temas la filiacion , la paternidad homoparental, la vida de un adolescente en su despertar sexual, la inclusión, los prejuicios
La historia cuenta las discrepancias la filiacion,desde el punto de vista juridico, que establece ciertos requerimientos, que resultan ajenos a la realidad .
Tal como señalan en el articulo " la realidad y la legislación pueden no ir por los mismos carriles. Que el entramado simbólico, afectivo y deseante de las familias conformadas por medio de la gestación por sustitución puede no corresponderse con las disposiciones jurídicas vigentes, lo que los coloca en una situación de desventaja, vulnerabilidad e inseguridad jurídica"
Desde una mirada psicoanalitica, la filiacion remite a otra cosa, distinta a la perspectiva juridica.
Nos invita a pensar en que es un padre,al decir de Lacan, un padre no es un genitor, un padre es quien aloja, es quien vehiculiza la ley , es una funcion, que constitutiva de la subjetividad
En el film Paolo y Simone son los padres aunque el ADN diga lo contrario , ellos tienen la el deseo de paternar y alojan a su hijo