House: ¿el último héroe trágico?

La serie Dr. House ha sobrepasado los límites de lo que podríamos considerar un suceso televisivo. Siendo objeto de múltiples análisis filosóficos, psicológicos, semiológicos, sociológicos, etc. ha devenido en un interesante terreno para reflexionar acerca de los distintos aspectos que se ciernen sobre el dilema humano respecto de la salud y la enfermedad. Las ya conocidas características del personaje central, nos revelan a un ser misantrópico y soberbio, que sin embargo no deja de resultar entrañable para la mayoría de los espectadores. ¿Qué es lo que lo hace querible?

Tal vez su ingenio astuto e incisivo es lo que despierta la admiración de sus seguidores, tal vez ese humor ácido y corrosivo que linda el sarcasmo y la ironía lo convierten a veces en un ser despreciable. Sin embargo Dr. House goza de un innegable prestigio a la hora de hacer su trabajo, diagnosticar enfermedades que se presentan como enigmas irresolubles para la medicina actual. Es interesante ubicar que la utilización del método inductivo, al estilo del cuestionamiento socrático, es el método preferido para la resolución del enigma. De este modo el entramado discursivo del síntoma entra en juego convirtiendo a la “situación tipo” en devenir situacional, donde la lectura ya no recae sobre lo que el paciente cuenta acerca de sus síntomas sino en lo que no dice respecto de su dolencia. No cuenta en palabras, pero que House hace contar en hechos, haciendo una lectura socio-sanitaria de la enfermedad.

Durante el transcurso de las ocho temporadas que duró la serie, hemos visto a House en acción. Ciertas similitudes lo acercan al héroe trágico [1] que imaginó Sófocles, cuyas cuatro características comparte: soledad, constancia, dolor y fe. Características que sin embargo pueden ser leídas bajo distintas luces. House elige vivir en soledad. Por lo que sabemos se trata de una elección consciente que nos presenta su costado más huraño. Pero, la soledad, también da cuenta de un momento a la hora de tomar una decisión: House casi siempre se las ingenia para estar en soledad a la hora de tomar una decisión sobre un procedimiento. La constancia, la perseverancia en su proceder lo acercan al héroe que tampoco se rinde frente a las inconsistencias del medio. El dolor, sobre el que volveremos más adelante y al cual remite el adjetivo de trágico, puede ser tanto físico -dolor producido por el infarto muscular que sufrió en su pierna derecha- como psíquico. Y por último, el punto tal vez más controvertido, es el relativo a la fe. A diferencia del héroe trágico, podríamos decir que la fe en House se da entorno a un método: el razonamiento deductivo, la certeza absoluta de que todo enigma tiene su respuesta. Sólo hay que saber buscarla. Así su avezado sentido de percepción y una perspicaz intuición lo acercan a la resolución de los casos más extraños del diagnóstico médico.

Sin embargo podríamos pensar que hay algo, acerca de su pasado, que parece turbarlo, aunque House no de cuenta de ello. En el episodio 4to de la quinta temporada: “Birthmarks” [o marcas de nacimiento] descubrimos un dato que nos podría ayudar a interrogar algo acerca de ese pasado. Reseñando brevemente el episodio sabemos que se trata de una joven china que viaja a su país natal en búsqueda de sus padres biológicos. Cuando al fin los encuentra ellos niegan tener una hija. Desconsolada por la negativa de sus padres decide rezarle al Buda en el momento mismo en el que sufre un repentino ataque de dolor abdominal que la hace vomitar sangre. Ya de vuelta en el hospital Princeton-Plainsboro House nos informa que los médicos chinos, al asistirla, le cortaron 30 centímetros de intestino grueso, pero el dolor continúa. En medio del diagnóstico diferencial, los internos le avisan a House de los reiterados llamados de su madre, a lo cual él responde que es una conducta habitual para alguien a quien se le ha muerto el marido… así descubrimos que el padre de House ha muerto pero a este no parece importarle.

Una primera hipótesis acerca del diagnóstico es que la joven padece SARS (síndrome respiratorio agudo severo). La Dra. Cuddy le informa que le pondrán inyecciones de inmunoglobulina a cada persona que haya entrado en contacto con la paciente. Mientras se la administra, le avisa a House que debe asistir al funeral de su padre y decir “unas palabras”, este se rehúsa a hacerlo pero acepta la inyección, minutos más tarde se desvanece para despertar en un auto conducido por Wilson. Allí se entera que Cuddy lo drogó para que Wilson pudiera llevarlo al entierro. Así comienza la travesía que vuelve a reunir a House y a Wilson luego del distanciamiento que tuvieron por la muerte de Amber. El diagnóstico diferencial toma lugar vía telefónica; se sospecha de un trastorno genético agravado por el tabaquismo, o DIC (coagulación intravascular diseminada), “lo cual significa cáncer,” según Kutner. House menciona brevemente algo acerca de una “aplanadora” pero al ser un comentario tan críptico no logran avanzar sobre la resolución del caso.

La fuerza de una marca

La tensión entre mentira y verdad es una cuerda que se tensa una y otra vez con cada nuevo episodio. Sin embargo y siguiendo tal vez cierta idea del pensamiento de Albert Schweitzer podríamos decir que el conocimiento más profundo al que podremos acceder es que todo lo que nos rodea es un enigma.

¿Qué enigmas presenta este caso? Podríamos decir que tanto su resolución como la historia de House tienen algo en común. En ambos casos se trata de marcas. Marcas sobre el cuerpo, marcas de nacimiento, marcas como real y también como imaginario.

¿Qué marca nos deja el otro? ¿Cómo se juega esta huella en el proceso identificatorio? El psicoanálisis nos acerca la noción de rasgo unario, que en tanto permite el conteo, es el soporte de la identificación del sujeto. Se trata de un significante primordial que dará lugar al proceso de identificación. La identificación con el rasgo unario, que es entonces correlativa de la castración y del establecimiento del fantasma, constituye la columna vertebral del sujeto.

Ciertas marcas subjetivas quedan almacenadas en nuestro cuerpo y forman ese registro imaginario que conforma nuestra posición subjetiva en el marco del entramado fantasmático. Pensando en las “palabras” que debería decir durante el funeral de su padre House recuerda: “Supongo que puedo hablar del verano en el que decidió que no me hablaría… dos meses, ni una sola palabra. Cualquier cosa que quería decir, él la mecanografiaba y la deslizaba bajo la puerta de mi dormitorio.” Marca como imaginario que puede dar lugar a hipotetizar acerca de su desafío a la autoridad y al incumplimiento hacia las normas establecidas.

¿Qué pasaba allí con este padre? Nos enteraremos luego que House ya tenía dudas acerca de su filiación, algo que según él había descubierto a la edad de 12 años. Durante una conversación con Wilson le dice: “Me di cuenta cuando tenía 12 años. Primero que nada, él estaba en ejercicios de entrenamiento cerca de Okinawa durante el tiempo en que debo haber sido concebido. Su segundo dedo del pie es mayor que el dedo grande. El mío no. Tuve una distintiva marca roja de nacimiento en mi cuero cabelludo que concuerda con la de un cierto amigo de la familia.” Marca como simbólico, que da cuenta de algo respecto de una transmisión fallida; de una farsa que ha sido largamente sostenida.

Pero por el momento se trata sólo de dudas sin confirmación. Aunque House recuerda haber tenido una muy mala relación con su padre, algo de este padre ha sido transmitido. Mientras tanto el caso prosigue sin resolución. La salud de la joven se sigue deteriorando. Ya sobre el final del episodio, tras una súbita revelación tendremos nuestra respuesta.

Una radiografía de cabeza resuelve el enigma. La joven tiene alfileres en el cerebro. Al parecer no se supone que este viva. China introdujo la política del hijo único en 1979. Ella nació en 1983 cuando sus padres trataron de asesinarla. Habiendo resultado infructuoso el primer intento, su padre la dio en adopción secretamente.

“Alfileres. Los metes por la suave fontanela del infante, pinchas el cerebro y el cabello oculta las heridas de entrada. Es el crimen perfecto. Las ha tenido adentro durante todos estos años. ¿Qué cambio en el templo? La misma cosa que cambió en la resonancia magnética. Horriblemente, no todos los líderes religiosos son honestos. Supongo que estos monjes en particular están engañando a los creyentes poniendo un imán en el trasero de Buda. Y se encuentra otro debajo de la mesa, que lo repele o lo atrae, dependiendo de cómo lo volteen. Cuando ella levantó el Buda, el imán movió uno de los polos más profundamente ubicado en el nervio simpático central en su cerebro. Este envío una señal por los nervios a los vasos sanguíneos en su intestino delgado, lo cual causó los síntomas en China, y en el magneto gigante que nosotros llamamos resonancia magnética.” [2]] Marca como real que da cuenta de un infructuoso intento de infanticidio.

Vemos entonces como una vez más un hecho netamente biopolítico incide sobre la vida de las personas. Según Edgardo Castro “hay que entender por “biopolítica” la manera en que, a partir del siglo XVIII, se buscó racionalizar los problemas planteados a la práctica gubernamental por los fenómenos propios de un conjunto de vivientes en cuanto población: salud, higiene, natalidad, longevidad, raza.” [3] Lo que nos interesa resaltar es que esta nueva forma del poder se ocupará, entre otras cosas, de la proporción de nacimientos, decesos, de las tasas de reproducción, de la fecundidad de la población; en una palabra, de la demografía. La política de un niño por pareja o política de hijo único, es una medida de control de la población establecida en zonas urbanas de China en 1979 con el objeto de establecer un radical control de la natalidad que redujera el crecimiento de la población. Es una medida controvertida que interroga diferentes aspectos del poder que el Estado ejerce sobre los individuos.

En ambos casos -tanto la historia filiatoria de House como en el caso de la joven china- encontramos parcialmente develado el misterio. Suponemos que la joven al fin descubrirá algo acerca de su origen, que la ayudará a elaborar el duelo por ese lugar de hija no deseada para esos padres chinos, más allá de la negativa que los padres adoptivos sostienen con respecto a develar la verdad del caso. En cuanto a House, luego de realizarle la prueba de ADN a una muestra que obtuvo en el funeral de su padre, descubre que no hay compatibilidad entre ellos… confirmando así su teoría… Pero algo de esa confirmación lo perturba, más allá de que hacía años intuía que ese hombre no era su padre, la confirmación parece no introducir ninguna modificación en él, no aparece un deseo de saber, no alivia su dolor, sino que inesperadamente abre camino hacia un duelo que sí puede hacer… después de todo su padre ha muerto.

Referencias

Castro, Edgardo (2004): El vocabulario de Michel Foucault: un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes; Buenos Aires, Prometeo 3010.

Irwin, William y Jacoby, Henry (2009): La filosofía de House. Selector Actualidad Editorial.

Sófocles (1969): Edipo rey. Madrid: ediciones Guadarrama.

NOTAS

Durante toda la serie nos preguntamos por House es House y a su vez, como bien relata el comentario tampoco sabemos porque su acidez, su soberbia y su sarcasmo no importan a la hora de extrañar el personaje y tenerle simpatía. Tal vez sea su vulnerabilidad, ya que no es dificil leer entre líneas, que detras de ese personaje duro y soberbio y de esa casi certeza de ser el mejor y tener siempre la razon que demuestra House ante todo lo que emprende se encuentra un hombre vulnerable, solo, con una gran dificultad de establecer lazo y vínculos verdaderos con los otros que lo rodean. Tal vez el motivo de esto sea la relación con este padre. Tal vez House, al igual que su paciente, deban hacer un duelo por el lugar de hijos no deseados... tal vez tengan en común la necesidad de saber una verdad, porque aunque House refiera que no le importa, aprovecha su última oportunidad, la última vez que verá a ese padre para extraer cabello que le posibilitará realizar después el análisis requerido. Pero después de esto, mas allá de que House sepa o no la verdad, mas allá de su dificultad de lazo, lo que si sabemos de House, es que lo que no se le da bien es realizar duelos...