Resumen:
La reciente película “Granizo” estrenada en Netflix hace muy pocos días ha despertado tanto elogios como críticas y un visionado que, en pocos días, superó las 24 millones de horas vistas en, al menos, 35 países del planeta, ya considerada como una de las diez películas más vistas de habla no inglesa.
Un primer punto a analizar es el cambio que ha producido en el séptimo arte este tipo de plataformas. Ya no se habla de cantidad de espectadores sino de cantidad de horas de visionado en las plataformas de streaming, creando un nuevo tipo de espectador que ya dejó atrás la disputa entre películas para televisión o para cine; un espectador transnacional que consume los productos que superaron las fronteras de los países.
Palabras Clave: Streaming | plataformas | espectadores
Hail of Criticism
Abstract:
The recent film "Hail" released on Netflix a few days ago has aroused both praise and criticism and a viewing that, in a few days, exceeded 24 million hours viewed in at least 35 countries on the planet, already considered one of the the ten most viewed foreign language films.
A first point to analyze is the change that this type of platform has produced in the seventh art. There is no longer talk of the number of viewers but of the number of hours of viewing on streaming platforms, creating a new type of viewer that has already left behind the dispute between movies for television or movies; a transnational spectator who consumes the products that have crossed the borders of countries.
Keywords: Streaming | platforms | spectators
La reciente película “Granizo” estrenada en Netflix hace muy pocos días ha despertado tanto elogios como críticas y un visionado que, en pocos días, superó las 24 millones de horas vistas en, al menos, 35 países del planeta, ya considerada como una de las diez películas más vistas de habla no inglesa.
Un primer punto a analizar es el cambio que ha producido en el séptimo arte este tipo de plataformas. Ya no se habla de cantidad de espectadores sino de cantidad de horas de visionado en las plataformas de streaming, creando un nuevo tipo de espectador que ya dejó atrás la disputa entre películas para televisión o para cine; un espectador transnacional que consume los productos que superaron las fronteras de los países.
¿Son películas de cine o para televisión? Ni una ni otra, ya no importa. Se trata de un nuevo producto que debe ser destacado como algo novedoso en la historia del arte audiovisual por sus características que exceden la geografía nacional y el tiempo “sincrónico” de visionado (a diferencia del cine o la tele, estas películas las podés empezar hoy y terminar el año que viene).
Un pequeño paneo histórico agrega más características novedosas, el cine en el siglo XX, sobre todo en Europa, estaba “influenciado” por el director, paulatinamente fue rotando hacia la importancia del productor en el cine norteamericano y con la llegada de las plataformas llegó el tiempo de las películas “a la carta”, siempre en continuado. Termina una y empieza otra, te recomiendan qué seguir viendo, retienen el momento en que apagaste y te fuiste a dormir para seguirla viendo cuando vuelvas a prender la pantalla.
La idea de “maratonear”, de tirarse a ver películas sin final es una concepto novedoso que propone no sólo una nueva idea del tiempo en continuado, películas que se continúan como series y series que se ven como películas generan un nuevo tipo de público: exigente y perezoso a la vez, apático y con ansias de emociones fuertes, facilitado para identificaciones con personajes que los y las “enganchen” pero con historias caricaturescas, vaciadas. Este voraz sedentario espectador, se deja llevar y confía ciegamente en el otro pero cuando falla, como le pasó al protagonista de la película Miguel Flores, es lapidario. Pasa del fan al hater, y estas dos posiciones inéditas tienen puntos de confluencia: labilidad emocional, reflexión puesta entre paréntesis, la paradoja del “pasatismo” como forma de aprovechamiento del tiempo. Son horas de visionado, con el objetivo de “descontracturarse” no como una huida de una realidad compleja, con mala distribución de la riqueza, guerras en el acantilado del holocausto y múltiples pandemias que parecen no dejar de azotar la frágil condición humana sino como una nueva forma de estar en el planeta siglo XXI.
El granizo de elogios y de críticas que cayeron sobre esta película no acentúan las nuevas características del espectador siglo XXI. Y no hablamos sólo de esas series interminables, que agregan temporadas con sus secuelas y precuelas, tan bien recibidas por los espectadores que no quieren que termine, ni de esa transformación en el caballito de batalla de las grandes plataformas ya convertidas en productoras de sus propios contenidos. Ni del público cautivo que paga su suscripción planetaria mes a mes, ni del poder de estas plataformas que (ya no es ningún secreto) le disputan la supremacía a las grandes megaproductoras mundiales.
No se trata de elogiar u odiar sino reflexionar acerca de las plataformas que se han convertido en una interfase novedosa entre televisión y cine, con grandes actores y actrices, directores, guionistas pero con un objetivo bien precisado en estos tiempos de las múltiples pantallas: cambiar la percepción del tiempo.
En ese sentido, Granizo es un acierto, se trata de un meteorólogo, una historia sencilla, sensiblera, esperanzadora, centralizada en la (im)previsibilidad del tiempo y la falla después de veinte años de infalibilidad que lo convierten en un exonerado empujado por los gritos enloquecidos de los haters a redescubrir su historia. (Y a replantearse su infantilismo y su “neurosis obsesiva” llegando a dejar a su pez Osvaldito por una vez en la vida en manos de su hija para hacer algo por el otro/a).
La ciencia del tiempo desnuda que la tecnología se ha vuelto cada vez más infalible con sus satélites que sacan fotos en tiempo real de ciclones y anticiclones, vientos, humedad pero, al mismo tiempo, deja al ser humano no sólo en una dependencia radical sino en angustias, en la estocada, en la incertidumbre sobre el largo plazo, el calentamiento global y el tiempo de su deseo.
Las críticas, no es hacia la película sino al tipo de cine de plataformas, apuntan a un tipo de construcción: lo caricaturesco, ningún personaje está dentro de su piel, se “sobreactúa”, quizás se trate de un nuevo género que propician esta nueva forma original de espectador, de películas a la carta, y del continuo del tiempo. Mucho para analizar sobre este “género”, no se trata de comicidad, ni de melodrama, menos de drama, existe una previsibilidad exasperante, no importa el desarrollo de la historia sino cómo terminará, sólo el suspenso se aflojará el segundo en que está descifrado su destino: 11.07.
Se pasa de héroe a villano y la vuelta para “salvar” a los porteños del granizo y nada de esto tiene importancia. Lo caricaturesco se lleva muy bien con lo “pasatista”, con un tiempo fluido e indetenible, con espectadores tan exigentes como perezosos. Las escenas se suceden previsiblemente, sólo resta apostar si termina bien o mal, si se trata de una peli termina bien, y si es una serie termina mal para una nueva temporada.
Lo previsible es de tal envergadura que sólo nos resta sorprendernos de los efectos especiales: cómo el granizo destruye la ciudad de Buenos Aires bombardeándola a lo Hollywood o las muecas del pez Osvaldito y del infantilismo del meteorólogo que se escapa llevando en una bolsita a su animal a quién le habla y le apaga la luz noche a noche.
Las críticas a la sociedad tecnologizada en la figura del viejo meteorólogo es una caricatura del viejo Tiresias pero en vez de ciego muerde a un personaje del chocolatín Jack de nuestra infancia, haciendo un guiño melancólico a los que superaron los cincuenta. Quizás sea ése el momento más logrado, desentrañar el tiempo enseñando las manías y los objetos de nuestra historia es aún una manera de comprender qué algo del tiempo está en nuestras manos y en nuestra historia.
Bernardo le pide a Flores que no diga nada a nadie acerca de cómo descifra el destino pero cuando llegan a su domicilio los camiones de exteriores de la televisión, lo maldice: “porteño hijo de puta” y saca un peine para salir bien en las entrevistas. Nadie queda afuera de estas épocas y más allá de las críticas y elogios, “Granizo” nos permite reflexionar acerca del arte, el streaming, los espectadores y el tiempo. El cine de plataforma es una caricatura, no es melodrama, no es cine de autor, es cine para público cautivo del tiempo, que ya ha cambiado la televisión por estas plataformas más cómodas, más “modernas” que producen “a la carta”, que no les importan las críticas sino no perder ese empatizar con el espectador (que no existe) cuantificado en horas de visionado.
Referencias:
Sófocles, Edipo en Colono.
Austerb, David: La tecnología del streaming, Editorial Anclaje, Madrid. Neira, Elena: Streaming Wars, Editorial Planeta
NOTAS
Granizo: De creerse Dios a convertirse en un humano Falible
Miguel Flores es un meteorólogo que acierta todos los pronósticos del tiempo. Ya a esta altura la trama carece de validez científica, teniendo en cuenta que esto no sucede ni en el más optimista profesional de turno tanto en los canales de aire como de cable.
Podríamos decir que era un ser “mesiánico” seguido por multitudes a la altura de un jugador de fútbol de élite o de algún/alguna Rockstar.
Siguiendo el argumento del film, interpreto que la misma es una metáfora en la que la sociedad sigue como oveja al rebaño o abandona a su suerte al mismo.
Un día se produce la hecatombe, un diluvio con granizo en la zona dónde nunca había ocurrido y de proporciones biblícas y allí el personaje se devora al hombre. Y ahora como sale de esto, todos los televidentes que creían en él le daban la espalda. Él vivía del pasado profesional intachable, pero no sabía resolver ésta nueva situación que lo descolocaba totalmente en su trabajo profesional. De héroe a antihéroe, eso pasa en la vida misma, en el deporte el que falla un penal en fútbol se convierte inmediatamente en villano, también en la política, un día te llaman “Comandante” y al poco tiempo te denuestan en todos los medios de comunicación audiovisual. Más que criticar la película que nos da un mensaje bien claro de estar y no estar en el candelero, podríamos debatir si éstas plataformas por streaming vinieron para convivir con el cine o para suplantarlo en un futuro próximo.
Palabras Clave Lluvia – Granizo – Streaming -
En principio, lo primero que me llamó la atención fue el título de este artículo el cual se titula: “Granizo de críticas”, debido a que antes de ver la película, se produjo esto mismo que el autor plantea (y que parecería estar disfrazado en el nombre de la misma): una lluvia de críticas; con lo cual, no invitaba a ver la misma. Sin embargo, el reparto de actores, entre ellos Guillermo Francella como el personaje principal “Miguel Flores”, sí lo hacían e incitaba a enfrentarse a esta “tormenta”.
Como bien refiere el autor, esta película recibió tanto elogios como diversas críticas y millones de espectadores (de diferentes países) a tan solo horas del estreno de la misma. Con lo cual, es interesante interrogarse lo siguiente: ¿la cantidad de espectadores se deben a la “calidad” de la película o por el simple hecho de estar en plataformas digitales a libre demanda las 24 hs. del día durante los 365 días del año?
Otras de las cuestiones referidas en este articulo, y con las cuales comparto, es que hoy en día la forma en la que se presentan las películas, series, documentales, etc. en este tipo de plataformas, hace que las mismas puedan empezar y finalizar en cualquier momento debido a que están a total disposición de los espectadores. Y cuando esto se produce, el espectador ya no funciona allí como crítico sino mas bien como un “pasatista” (solo por el hecho de pasar el tiempo) como bien se plantea aquí.
Más allá de la película “Granizo”, considero que la misma es un claro ejemplo acerca de lo que las plataformas quieren demostrar: ser una maravillosa mezcla entre cine y televisión con diversos y grandes actores, en donde el fin último ya no está puesto en la gran cantidad de espectadores que la misma tenga, sino en poder cambiar la “percepción del tiempo” de la que habla el autor, a partir de “películas a la carta” ofrecidas en un “cine de plataforma”.
¿El azar se pudo haber evitado?
Partimos que el azar conecta las causas con el efecto.
Pero también la realidad nos muestra que las personas no somos responsables de todo lo que nos sucede. Según el texto de J.C.Mosca. Hay hechos que existen por imperio de lo exterior, por fuera del designio humano.
El protagonista de la película" Miguel Flores" un exitoso meteorólogo, luego de tomarse un café y chequear el estado del tiempo, le resta importancia al ultimo informe meteorológico que se lo envían por fax, y sale rumbo al programa. Antes de llegar al mismo, varias personas lo detienen preguntándole por el tiempo, a lo que el contestaba que iba a ser una noche estrellada, despejada.
Al despertar a la mañana siguiente, identifica que algo no andaba bien, percibe que entro agua por la ventana de su dormitorio. La novia le confirma lo que el sospechaba, una tormenta tremenda con granizo, asecho la noche y la madrugada en Bs. As.
En este sentido, la responsabilidad interpela a un sujeto que pueda dar cuenta de sus actos. Pero...¿ que tan culpable es Miguel de aquel descuido, de dejar en el escritorio el ultimo estado del tiempo? Quizás el destino le jugo una mala pasada, o una buena jugada, que lo obligo trasladarse a Córdoba, escapándose de la gente, pero acercándose a su hija.
Quizás el llamado desesperado de su hija, el reclamo de querer verlo, le quedo dando vueltas en su cabeza.
Quizás se unieron en un primer encuentro inconsciente, que luego se hizo realidad.
Lo cierto es que después de este suceso nada fue igual, porque en su estadía en Córdoba, Miguel conoció a un viejo meteorólogo, dónde le enseñaría que algo del tiempo está en nuestras manos y en nuestra historia.
El hecho de que Netflix se haya posicionado como una de las plataformas de Streaming más vistas en el mundo, me remite al concepto de orden suplementario desarrollado por Alejandro Ariel en su texto “Moral y ética”, dentro de su libro titulado “El estilo y el acto”.
Recordemos que en este orden suplementario ubicábamos a la ética, en un lugar que va más allá de lo opuesto o lo complementario al orden social, es decir, la moral. Es en este punto que Alejandro Ariel nos habla de falsos opuestos. Este orden suplementario crea algo nuevo donde no lo hay. Se aleja del par de oposición “bueno-malo” “falso- verdadero”, para crear algo nuevo – un acto creador-. Se trata de un en más, con su efecto novedoso, pero que luego pasa a formar parte de un nuevo orden social. En este sentido, estas plataformas de Streaming, que a mi criterio obtuvieron mayor poder durante el aislamiento que provoco la pandemia, crea nuevos productos que superan las fronteras de los países – un producto transnacional- y que no pueden ser ubicadas en películas para televisión o para cine. En donde la fama del producto no se mide por cantidad de espectadores, si no por cantidad de horas vistas.
El tiempo “sincrónico” de estos productos se adaptan al estilo de vida actual, en donde buscamos hacer miles de cosas en un mismo día, y en ocasiones al mismo tiempo, donde nos aburre ver una película de hora y media de un solo tirón, necesitamos de esa pausa que nos ofrecen las plataformas, al servicio de la productividad. Mirar una película o serie mientras cocinamos o realizamos actividad física. Mirar un poco mientras almorzamos y otro poco mientras cenamos. Algo así como “matar dos pájaros de un tiro”. Y hasta incluso, mirarla junto con otra persona sin la necesidad de la proximidad física, cada uno desde su hogar, poniéndose de acuerdo cuando alguno de los dos necesita una pausa.
El “granizo de críticas” que ha recibido la película, creo que es en concordancia a la posibilidad que dan estas plataformas de Streaming de contar con un montón de opciones de películas, series, documentales, que permiten abandonar la película si no es de nuestro agrado.
Es interesante el mensaje descifrado que el análisis ofrece en torno a la figura del viejo meteorólogo, en como este se resiste a la sociedad tecnológica de hoy en día, pero finalmente termina cediendo de alguna forma ¿no? Una cuestión epocal, espacial y temporal.
Ahora bien, me gustaría finalizar este comentario con un interrogante…
¿Es posible pensar en que llegue un momento en donde la televisión o el cine dejen de ser consumidos?
Un meteorólogo infalible que falla. Si bien parece una contradicción semántica, en el campo psi no cesamos de decir que somos seres barrados y que todo no se puede. Situación fantasmática para el protagonista que reconoce, no sin atravesar una fuerte angustia, un cuestionamiento a su omnipotencia narcisista. Omnipotencia que se ve vencida por un simple campesino que, sin computadores ni elementos predictivos y sólo apelando a la tierra y unas piedras (imagen que se ve casi al final del film), pulveriza el narcisismo de Miguel Flores para luego restituirlo al prestarle un nuevo, pero esta vez acertado, mejor pronóstico. El film deja entrever también una situación salvaje de exitismo a la que están sometidos los personajes mediáticos que en términos de sostener un para qué, quizá desconocido para ellos mismos, se dejan zamarrear entre alturas y valles por un otro “espectador” que sólo acepta el éxito como resultado posible. Barrados ellos, barrado Miguel Flores apenas encandilados por luces, números de rating y un telón de fondo.
Interesante la relación que encuentra el autor entre la propuesta del artículo con relación a una película que narra la historia de un profesional meteorólogo, el tiempo actual que se vivencia en las plataformas para ver series y películas y los tiempos subjetivos. El protagonista, Flores, que pierde credibilidad cuando falla en un pronóstico (que trae además consecuencias desastrosas), termina encontrando en la ayuda de un desconocido un saber que lo va a restituir ante su público, pero viniendo éste de un tipo de “pensamiento mágico” o al menos no científico. Encontramos en esta línea que su posición obsesiva infantil no le permite ubicarse como padre presente (ocupándose como formación reactiva meticulosamente de su pez “Osvaldito”). Más allá de transmitir una polaridad entre los porteños y el interior basada en la competencia, la película también nos muestra un lugar de poder que se ve socavado, ya que debe ir al interior del país para recuperar su prestigio mediático y social. Es que hay un saber que dentro del pensamiento mágico de la neurosis obsesiva, que representa el gurú meteorológico Bernardo, le permite encontrar una dirección hacia el deseo postergado de ocuparse de su hija, y es allí donde se da cuenta de que el clima de la naturaleza no es lo único que debe importar, sino también el clima familiar a partir de dedicarse a compartir implicándose subjetivamente.
El protagonista (Flores) en esta línea nos podría permitir entender, o al menos intentarlo, el lugar de identificación de los televidentes con alguien que, apoyándose en la ciencia, falla en su predicción, pero que, para volver como héroe, necesita apoyarse en un saber no sistematizado en el campo científico. Somos “casi” todos espectadores de un pronóstico, sea del clima o de la realidad social, y estas plataformas vienen a cumplir muy bien su rol cuando de mostrar objetos a idealizar se trata.
Me pareció interesante plantear a la película “Granizo” como una película hecha para un nuevo público. No se trata de una película hecha para el cine, tampoco para la televisión, si no como una película para el público de streaming. Personalmente me pareció aburrida y previsible pero a la vez llevadera. Cumple con lo que uno espera encontrar en una película para pasar un domingo a la noche. No necesita ser impactante si no que alcanza con pasar el rato. Seleccionar un actor consagrado y querido como Guillermo Francella con gran versatilidad garantiza que la película pueda contener momentos de humor o drama vividos con naturalidad en el personaje que encarne.
En este caso un meteorólogo a quien la gente le tiene un gran aprecio, conocido por nunca fallar al dar sus pronósticos. Su certeza hace que se gane un gran prestigio y sea elegido como conductor de un show de tv en un horario central... Pero como cuando un globo inflado es atravesado por un alfiler y explota de golpe, tras dar un pronóstico fallido la certeza se transforma en duda. Aquel cariño que la gente le demostraba en las calles se transforma en insultos, su papel como conductor le es arrebatado. Creo que esta película muestra de manera sátira la pasión con la que vivimos en este país. Del éxtasis a la agonía, del hombre infalible al hombre que falla. Y un hombre que falla es castigado por una sociedad ambivalente que no tolera el error.
Los extremos que mencionas me hace pensar en la idea que plantean algunos psicoanalistas lacanianos en se plantea al dispositivo celular, o el internet en su totalidad, en un paralelismo con el objeto a para las personas hoy en día, quienes se sienten como sujetos completos, tanto hiperestimulados como fragmentados en polos opuestos. Un ejemplo son las grietas entre fans y haters que mencionas muy acertadamente.
Lo mismo podríamos ver espejado en el personaje principal de Granizo, las tendencias de una sociedad cristalizadas en un personaje público idealizado: un meteorólogo infalible que, por primera vez, falla. Quedando cancelado, y su carrera arruinada, muestra la gran angustia de las nuevas generaciones rigidizadas en un fantasma de éxito que los acecha día a día gracias a las redes sociales, dispositivo always-on que moldea tanto las nuevas como las viejas subjetividades.
Me resulta interesante el análisis realizado sobre la película “Granizo” y la relación con esta nueva forma de presentar películas y/o series a través de plataformas de streaming. Yo también considero que el avance de la tecnología cambió notablemente la percepción del tiempo. Uno puede ver lo que sea, cuando quiera y como desee (a través del celular, tablet, computadora, televisión, etc.). Hay menos tolerancia hacia las publicidades/ propagandas, todo debe de ser “ahora”. Concuerdo también en lo que opina con respecto a la dependencia que esto genera y que no importa el desarrollo de la trama, sino buscar empatizar y ganar horas de visionado. Considero que poseemos menos control sobre nosotros mismos, pues estamos rodeados y atravesados por estímulos tecnológicos las 24 hs del día. El articulo me invita a pensar que, a consecuencia de esto, por ej., hay menos tolerancia a la frustración (lo que incrementa la angustia), tal como se aprecia en la película, donde no se le permite al protagonista equivocarse y es castigado y hostigado. Me pregunto: ¿qué lugar ocupa esta nueva modalidad en el deseo de cada quién?
Otra cuestión que me invita a reflexionar es el poder de pausar, retroceder, adelantar, etc. la serie o película que estemos viendo, permitiendo que podamos resignificar lo que vemos o detenernos en detalles que quizás no atendimos, y poder crear así, nuevo sentido. También destaco la función de “compañía” y “pertenencia” que da, ya que uno puede compartir sensaciones y/o emociones con otrx/s a la distancia, por ej, ver en simultaneo, comentar mientras se ve el contenido y “estar y sentir con otrx/s”.
Para cerrar me gustaría preguntarle que piensa acerca de los audio-series que están siendo tendencia en aplicaciones como Spotify, donde no hay imágenes visuales, solo estímulos auditivos y uno mismo es el que tiene que imaginar y representar mentalmente la “serie”.
Película:Granizo
Titulo Original:Granizo
Director: Marcos Carnevale
Año: 2022
Pais: Argentina
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