How happy is the blameless vestal’s lot!
The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!
Each pray’r accepted, and each wish resign’d. [1]
Alexander Pope (1688 – 1744)
Introducción
Dentro del film “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” (2004), me enfocaré en el personaje de Mary Svevo caracterizado por Kirsten Dunst, quien lleva a cabo una acción en el tiempo uno que va más allá de lo que ella imaginaba; haciendo que en el tiempo dos interpele las acciones del primer tiempo.
Mary trabaja como secretaria y asistente del Dr. Howard Mierzwiak (Tom Wilkinson). Éste último dirige la clínica Lacuna Inc, la misma se encarga de brindar el servicio de borrar recuerdos penosos a sus pacientes para que estos puedan continuar con sus vidas y superar momentos traumáticos. Básicamente el proceso consiste en un daño cerebral donde se anulan los recuerdos penosos principales y con el tiempo los recuerdos asociados a estos pierden fuerza, el tratamiento se realiza mientras el paciente duerme despertándose a la mañana siguiente sin recordar nada al respecto y confundido como si la noche anterior hubiese bebido demasiado.
A lo largo del trabajo, analizaré la situación del personaje elegido ubicando las coordenadas en los tiempos lógicos del circuito de la responsabilidad y explicitando la hipótesis clínica que estableceré respecto de qué debe responder Mary, en términos de responsabilidad subjetiva. A su vez, estableceré los elementos de azar y necesidad, consignando los indicadores respectivos. Además de trabajar esta situación con respecto al acto ético, lo universal-singular y la moral de lo particular.
Desarrollo
El objetivo de la clínica Lacuna Inc. con respecto a sus pacientes es el borrarles de sus mentes recuerdos tristes para que así, sean felices. Durante el proceso de borrado de los recuerdos del protagonista, el cual se lleva a cabo en su departamento, Mary (secretaria/recepcionista de la clínica) se presenta y decide junto con Stan (el técnico borrador) vivir una noche de sexo, alcohol y drogas. Ambos mantenían una relación amorosa. Durante esa noche, ella constantemente hace comentarios sobre lo excelente, culto e ideal que es el Dr. Howard. Por otro lado, ella disfrutaba de leer citas famosas y nombra muchas que hacen referencia al olvido, entre ellas cita a Nietzsche en “Más allá del bien y del mal” diciendo: “Benditos son los olvidadizos, le ganan la batalla hasta a sus errores”. En referencia a este tema, Mary le dice a Stan que Howard debería tener un libro lleno de sus propias citas.
Esa noche surge un problema por lo que Stan llama a Howard pidiendo ayuda. Al instante, Mary comienza a preocuparse por su estado y sobre cómo Howard la verá, no quiere que la vea drogada y desarreglada. En presencia del doctor, ella se preocupa por su comodidad acercándole una silla y lo observa trabajar: -“Me gusta verlo trabajar, Howard”. Stan sale del departamento y espera en la puerta del edificio dejándolos a solas.
La secretaria inicia una conversación con Mierzwiak acerca de citas famosas, halaga su forma de trabajar y lo que hace por la gente. En ese momento se abalanza sobre él y lo besa, luego se corre y preocupada le pide perdón aunque se justifica diciéndole que lo ha amado durante mucho tiempo. En respuesta, Howard solamente le aclara con un semblante de pena y tristeza, que él tiene esposa e hijos. Por su parte, Mary se tapa la cara con sus manos. Mientras tanto, la esposa del doctor, Hollis, llega en su auto y ve como ambos se besan; no parece furiosa sino decepcionada, superada por la situación. El doctor seguido por Mary sale a la calle para hablar con Hollis, quien estaba partiendo en su auto. La secretaria le dice que fue un capricho de ella, su culpa, ante lo cual la cónyuge del doctor dirigiéndose a éste le exige que le diga la verdad a Mary, que no sea un monstruo. Y agrega: - Pobre chica, puedes quedarte con él, ya fue tuyo. Al instante, parte en su auto dejando a Mary en estado de perplejidad, totalmente desconcertada mira al doctor preguntándole en un grito: -¿¡QUÉ!? Ante esto, él responde que ellos tuvieron su historia pero que ella exigió hacerse el tratamiento para superarlo, así se retira poniendo como excusa que tiene que seguir trabajando, dejándola, por lo tanto, desamparada y confundida. Stan, quien había sido testigo, ofrece llevarla a su hogar pero ella sólo camina.
En la escena siguiente se observa a Mary agarrándose la cabeza con las manos en la clínica ya que ha encontrado su propio expediente y un cassette en el que se escuchaba su voz explicando el por qué de su tratamiento. Al salir de su empleo cargando una caja con sus pertenencias mantiene un diálogo con Stan en donde le pregunta si alguna vez sospechó algo. Éste le contesta negativamente y le cuenta que sólo una vez la vio en el auto del doctor y que parecía feliz. Mary, abatida, sube a su auto. Luego se muestra como los pacientes a los que se les había borrado sus recuerdos comienzan a recibir sus historiales clínicos y sus cintas junto con una carta de disculpas a nombre de Mary explicando los sucesos que para ella eran horribles.
En el universo-yoico se ubica una Mary que trabaja como secretaria/recepcionista en la clínica antes mencionada. Es la encargada de manejar los turnos y de enviar cartas a los familiares/amigos de los pacientes para que estos ayuden en el proceso de borrado, no volviendo a mencionar jamás, aquello que han querido eliminar de sus recuerdos. Sin poder recordarlo, ella también se sometió al mismo procedimiento debido a su enamoramiento con su jefe, el cual es varios años mayor que ella y es padre de familia. Si bien Mary idolatra a Howard, mantiene una relación amorosa con Stan.
Emprendió en el tiempo uno acciones que fueron más allá de la frontera del yo, haciendo que en el tiempo dos, en el momento de la interpelación, se desquebraje el mismo dejándola en un momento de perplejidad. La interpelación actúa como potencia de que lo nuevo pueda ser incorporado, por eso en el tiempo tres se observará una Mary distinta a la del tiempo uno debido a que su universo se conmovió y dio lugar a eso. De esta manera son observables las coordenadas del circuito de la responsabilidad.
En el tiempo uno donde “el personaje lleva adelante una conducta con determinados fines, en el supuesto de que su accionar se agota en los objetivos para los cuales fue concebida” [2], se encuentra el enunciar dichos en donde idolatra, defiende y adora a su jefe como por ejemplo cuando proclama que le gusta verlo trabajar, que debería tener un libro propio con sus citas y la acción protagonista de este tiempo, cuando lo besa. En varias ocasiones trata de seducirlo y coquetearle teniendo esperanzas de que él sea suyo, de que le pertenezca. Frente al doctor actúa de manera más apacible y risueña.
Dentro de la categoría de necesidad se ubica una Mary que trabajaba como secretaria/recepcionista en la clínica Lacuna Inc. y que a pesar de tener una relación amorosa con Stan, seguía (sin ella saberlo, porque para ella era por primera vez) perdidamente enamorada de Howard, lo que la llevaba a resaltar su costado más femenino y cultural en presencia de éste. Durante este periodo de tiempo. “El determinismo encuentra en el resultado la ley que le determinó (…) El resultado (…) determinado por una combinatoria preexistente” [3].
En cuanto al azar, se ubica el que justo fuera Hollis la que los viera darse un beso a través de la ventana del departamento en el primer piso, adicionado a la persistencia con ahínco de Mary por quedarse en el departamento del paciente al enterarse que Howard iría.
El tiempo dos la interpela enfrentándola con aquello que desconoce pero le pertenece, “la interpelación es exigencia de respuesta más allá de lo que “yo” querría responder” [4], se observa cuando Hollis enuncia que Howard en su momento le perteneció, haciendo que Mary quede en un momento de perplejidad donde lo único que puede exclamar es un gran ¡¿QUÉ?! agarrándose la cara con las manos. En ese momento deberá responder que hará a continuación “pero no una respuesta evitativa, negadora o renegadora de la situación. Una respuesta que suponga un cambio de posición del sujeto frente a sus circunstancias” [5]. Se aprecia el momento de perplejidad incluso cuando Stan le ofrece llevarla y ella lo único que puede hacer es comenzar a marchar. De esta manera, el “Pobre chica, puedes quedarte con él, ya fue tuyo” va a resignificar las acciones de Mary en el tiempo uno, en donde ella lo idolatraba y halagaba. El efecto de retroacción, abre el juicio sobre sus acciones. Este segundo tiempo es la potencia de que irrumpa una singularidad, la interpelación, logrando que el universo se quiebre desde ese punto de inconsistencia que el mismo desconocía. La respuesta puede ser o no de darle lugar a la singularidad.
Cronológicamente está primero el tiempo uno y luego el dos, pero desde el punto de vista lógico es al revés, ya que gracias al segundo el primero cobra sentido. La retroacción funda un segmento en el andarivel superior que es donde se lleva a cabo la hipótesis clínica, a Mary en el tiempo dos le es revelado que en el pasado tuvo una historia amorosa con Howard, por lo que verá que aquellas acciones de estima del primer tiempo eran simples repeticiones en su obrar y sentir, ya que a nivel de lo inconsciente seguía deseando a Howard como objeto de amor/sexual, llevando a cabo acciones para "volverlo a poseer" como es el seducirlo, coquetearle y besarlo. “La represión (…) su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella” [6]. Se podría expresar que es un retorno de lo reprimido a pesar de haber sido borradas esas representaciones, a raíz de que éstas pujaban por hacerse conscientes mediante el accionar sin Mary saber que lo hacía. “La pulsión reprimida nunca cesa de aspirar a su satisfacción plena (…) todas las formaciones sustitutivas y reactivas, y todas las sublimaciones, son insuficientes para cancelar su tensión acuciante.” [7]. Incluso cuando logra besarlo se podría hablar de la obtención de un falo imaginario, ese momento de haber llegado momentáneamente a la felicidad. Conjuntamente, Mary bajó para explicarle la situación a Hollis sin necesidad alguna, debido a que esta últimas era la esposa de Howard. Entonces Svevo tranquilamente podría haberse quedado arriba dejando que Howard fuera a aclarar el asunto. De esta forma se puede interpretar que Mary baja del departamento porque inconscientemente quería vanagloriarse como poseedora de Howard frente a su esposa, “marcando su posesión (del falo)”.
Mary no es capaz de recordar su propia felicidad, lo que le genera un vacío que la lleva a pensar que: el tratamiento de la clínica no era tan bueno como pensaba y que Howard no era un héroe por hacer ese tratamiento después de todo como solía considerarlo. Estará presente la culpa en modo de auto reproche hacia las acciones del primer tiempo. “La culpa hace a la retroacción, hace que se retorne sobre la acción por la que se “debe” responder.” [8]. Como no hay deseo sin culpa (D’Amore, 2006) Mary la siente con respecto al haber deseado a Howard y haber puesto eso en actos, como fue cuando lo halagaba y lo llegó a besar (momento que por unos instantes lo pudo poseer). “El yo no es propietario del deseo, pero si diremos que el Sujeto es responsable de su puesta en acto.” [9]. La culpa es el reverso de la responsabilidad por lo que decide responder en el tiempo tres enviando a los pacientes de la clínica sus disculpas junto con sus expedientes y grabaciones sobre aquellos recuerdos tristes que quisieron borrar, ya que ella misma comprobó que a pesar de todo lo sucedido prefería recordar eso ingrato, para así no volver a “tropezar con la misma piedra”. De esta manera en este tiempo, tendremos un sujeto que “(…) enfrenta a su existencia. El que está dispuesto a quebrar el último de los horizontes que aún permanecía intacto y abrir con decisión la puerta de la incertidumbre.” [10].
En el tiempo tres hay gesto de universalización ya que da lugar a esa singularidad ensanchando su universo y actuando de una manera diferente a la del tiempo uno. Los seres humanos tenemos habla, estamos atravesados por el lenguaje el cual se ubica en el eje de lo universal-singular, también se puede pensar que sobre este eje está el inconsciente debido al postulado de J. Lacan acerca de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. En cuanto a lo particular que es en donde se sostiene lo universal-singular, se ubica el que Mary haya borrado de su conciencia los recuerdos afectivos con respecto al doctor.
Conclusión
El presente trabajo ha permitido utilizar, analizar y aplicar los conceptos de universo-yoico, interpelación, culpa y responsabilidad en relación al recorte del personaje de Mary Svevo en la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004), permitiendo así observar que las categorías de lo universal-singular y lo particular siempre los atraviesan. Se ha trabajado con la dinámica del análisis en donde los significantes presentes accionan mediante interpelación sobre significantes pasados logrando que cobren una significación diferente, si el sujeto da cabida a esa singularidad deberá responder en soledad, en un acto ético tal como hizo Mary, quien se enfrentó a la determinación de su existencia teniendo que dar una respuesta adentrándose así, en la incertidumbre de lo venidero.
Referencias
D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Freud, S.: (1915) La represión, cap. XIV, Amorrortu Ediciones.
Freud, S.: (1920) Más allá del principio de placer, cap. V, A.E.
Freud, S.: (1925) La responsabilidad moral por el contenido de los sueños. En Algunas notas adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto. Obras completas. Tomo XIX, Amorrortu editores. 1984.
Jinkis, J. (1987). Vergüenza y responsabilidad. Conjetural, número 13. Editorial Sitio. Buenos Aires.
Michel Fariña, J. (1998). Qué es esa cosa llamada ética. (Cap. II); Lo universal-singular como horizonte de la ética. (Cap. III). El interés ético de la tragedia (Cap. V). Del acto ético (Cap. VI). En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires.
Michel Fariña, J. J. “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”. En Ética y Cine, Eudeba, 2000.
Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires,
Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Medios audiovisuales
Gondry, Michel (Dir.). (2004) Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (DVD). Estados Unidos.
Internet
http://es.wikipedia.org/wiki/Eterno_resplandor_de_una_mente_sin_recuerdos
NOTAS
[1] Cuán feliz es la suerte de la inocente vestal
Al mundo olvida y el mundo la olvidó.
¡Eterno resplandor de la mente inmaculada!
Acepta todas las plegarias y renuncia a todos los deseos.
[2] Michel Fariña, J. J. “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”. En Ética y Cine, Eudeba, 2000, pág. 124
[3] Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires, pág. 119
[4] D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006. Pág. 153
[5] Michel Fariña, J. J. “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”. En Ética y Cine, Eudeba, 2000, pág. 124
[6] Freud, S.: La represión, cap. XIV, Amorrortu Ediciones, pág. 142
[7] Freud, S.: Más allá del principio de placer, cap. V, A.E., pág. 42
[8] D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol.I:Fundamentos. Letra Viva, 2006. Pág. 152
[9] Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires, pág. 123
[10] Michel Fariña, J. J. “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”. En Ética y Cine, Eudeba, 2000, pág. 125
Película:Eterno resplandor de una mente sin recuerdos
Titulo Original:Eternal Sunshine of the Spotless Mind
Director: Michel Gondry
Año: 2004
Pais: Estados Unidos
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