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El niño con el pijama de rayas

por Amutio, Catalina María, Bellofatto, Luciano

El film que seleccionamos para trabajar es: “El niño con el pijama de rayas” (The boy in the striped pyjamas), dirigida por Mark Herman.

Breve sinopsis: Bruno, un niño de ocho años, es el hijo de un oficial nazi. Su padre obtiene un ascenso y la familia se ve obligada a abandonar su vida y su confortable casa de Berlín para trasladarse a una zona aislada donde el solitario chico no tiene nada que hacer ni nadie con quien jugar. Sin ninguna razón aparente, la madre le ordena a Bruno que nunca se dirija más allá del patio trasero de la casa. Muerto de aburrimiento y atraído por la curiosidad, no le hace caso y se dirige hacia la ’granja’ (campo de concentración) que ha vislumbrado en la distancia desde la ventana de su cuarto. Allí conoce a Shmuel, un chico judío de su edad que vive una extraña y paralela existencia al otro lado del alambrado del campo. El encuentro de Bruno con “el chico del pijama de rayas” le lleva a adentrarse e interesarse de la forma más inocente en el mundo de los adultos que lo rodea. Entabla una amistad con Shmuel que traerá terribles consecuencias. Bruno con su mamá y su hermana se iban a mudar de aquella casa por discusiones entre sus padres acerca de lo expuesto que están los hijos en la situación. Ese mismo día es justo cuando Bruno decide cruzar el alambrado e introducirse en el campo para ayudar a Shmuel a buscar a su desaparecido padre. Es justamente ese día en que los soldados trasladan a un grupo de judíos, entre los cuales se encontraban ambos, directamente a una cámara de gas para llevar a cabo su exterminio. Si bien la familia se percata del hecho, llega demasiado tarde para evitarlo.

Puntualizaremos algunos indicadores situacionales que consideramos que orientan en el seguimiento del recorte seleccionado:

-El padre nunca le dice la verdad a Bruno sobre su trabajo, algo siempre de la verdad tan evidente ha quedado sin ser aclarado, sin ser nombrado ni explicado.

-Bruno nunca deja de explorar y buscar explicaciones debido a que la situación le parece confusa y contradictoria respecto a lo que se dice de los judíos en su ambiente y la manera de ser de los judíos a los que él conoció.

-El tutor que el mismo padre contrata, imparte una educación digna del contexto histórico-social en el que estamos ubicados, que representa al judío explícitamente como la raza enemiga y destructiva de la cultura alemana.

-Se maltrata a los judíos que trabajan como sirvientes en la casa, por ejemplo a Pavel que en una ocasión, le había curado la pierna a Bruno. Sería imposible para él conectar esto último con la representación de los judíos que se enseñan desde su tutor y desde su padre mismo, quien menciona que estos “realmente no son personas en absoluto”.

-Shmuel, el niño encerrado en el campo de concentración del que Bruno se hace amigo, contesta a la pregunta de si ha hecho algo para estar encerrado allí, con un acotado “soy judío”. Lo cual genera más confusiones en Bruno.

El sujeto seleccionado para analizar es el personaje del padre y a partir de allí ubicaremos el Circuito de la Responsabilidad que resulta de nuestro recorte.

Al primer momento lógico lo pensamos desde las acciones que realiza el papá de Bruno en cuanto a su trabajo como militar nazi represor, creyendo que tienen un fin último y sus consecuencias allí donde se elimina a los judíos que no son considerados ni siquiera personas y atentan contra el país. En otros términos, lo ubicamos al padre como asesino, y puntuamos la particular relación que tiene este personaje con respecto a la muerte, la cercanía y el aval que él sostiene teniendo en cuenta el factor que siempre queda velado. En la película no se especifica puntualmente el cargo/ rango que ocupa este personaje, pero podemos deducir que es uno considerablemente importante el que asume cuando se muda con toda su familia. En nuestro recorte incluimos desde la mudanza de la familia entera a los alrededores de uno de los campos de concentración alemanes, hasta la última toma de la película. Desde este punto, partimos ubicando el primer momento dentro de lo que correspondería a una moral propia de la legalidad del ejército, y puntualmente del ejército nazi de aquella época. El trasladar a toda su familia desde un lugar donde estaban cómodos y asentados, responde a uno de los deberes laborales a los que debía responder el padre como parte del cumplimiento correcto de su función militar, porque eso implicaba el ascenso. Es una acción que se realiza exclusivamente desde la “necesidad” laboral del padre, podríamos decir, desde su obligación en el plano de lo necesario de su rango y en tanto sujeto jurídico, social y moral que recibe órdenes superiores y debe cumplirlas. Nos es inevitable observar de todas formas lo evidente que resulta el nivel de exposición que sufre la familia, como si de alguna forma, algo se les quisiese hacer ver. Desde esta perspectiva, ubicamos lo particular dentro del universo restringido del padre en cuanto a las legalidades y normativas de lo militar que esta suspendido hasta la eventual y sorpresiva irrupción de una singularidad que exija al sujeto una potencial suplementación o universalización que amplíe el universo actual [1]. Desde Ariel, podemos afirmar que no está aquí en juego la posición de un sujeto frente a su soledad, sino más bien su subsistencia dentro de un sistema de valores compartidos por todos aquellos que integran y sustentan las normas del régimen nazi: hay pereza de la existencia [2].

Al segundo momento lógico lo ubicamos en la trágica muerte de Bruno en el campo de concentración el mismo día que se iban a ir de aquella casa. Esta desgracia interpela al sujeto seleccionado por nosotros e indudablemente re-significa el momento primero ya que fue él el que expuso a toda su familia a semejante riesgo, que si bien no era probable que les sucediese nada grave, tampoco era imposible. Ese mínimo margen de posibilidad, se cumplió. En la última escena, que es hasta donde podrá llegar nuestro análisis ya que no se nos muestra nada más en el film, podemos observar sin duda la cara de perplejidad del padre, se nota que es un sujeto que está completamente pasmado frente a lo que sucede y se ha quedado sin habla.

Entre el primer y el segundo tiempo, podemos decir que no hay consistencia del ser en cuanto a que no se sostiene la misma posición subjetiva: en el primero el padre se muestra firme, decidido, controlador de la situación, obstinado en su trabajo y en permanecer en esa casa cumpliendo con las órdenes y deberes de su trabajo. En el segundo tiempo observamos a un padre perplejo, sorprendido por los hechos, que ha quedado boquiabierto como estupefacto frente a la muerte de Bruno, un sujeto al cual las cosas “se le han ido de las manos”.

Aclaremos que la iniciativa del hecho de la mudanza es dirigida por el sujeto en cuestión. Ningún otro miembro de la familia parecía anhelar particularmente esta decisión más que como soporte de la decisión del padre mediante el intento de auto-convencimiento de que allí tendrían una vida mejor, sobretodo en el personaje de la madre (aunque dicha posición vaya a caerse a posteriori). Debemos mencionar de todas formas, que a partir de una serie de discusiones que mantiene con su mujer, el padre accede a dejar que su familia se marche de esa casa porque el lugar no resultaba seguro.

Por lo tanto, el accidente de Bruno, como todos, fue una combinación de necesidad y azar. Pensamos la necesidad en cuanto a que si Bruno se pasaba del otro lado del alambrado y se vestía igual que los judíos allí encerrados, indefectiblemente iba a pasar desapercibido y se lo iban a confundir con “los de la granja”. Con respecto al factor azaroso, ubicamos que el mismo día que Bruno se iba a marchar de esa casa, fue el día que se mete en el campo de concentración y es ese mismo día el cual se pauta para realizar la matanza en las cámaras de gas. La responsabilidad subjetiva se encuentra en la grieta entre necesidad y azar [3] que aquí ubicamos en cuanto a la figura del padre remitiéndonos a lo verdadero de su trabajo, escondido detrás de sus silencios, secretos, cosas no dichas y “ocultadas” a su familia (al mismo tiempo que se las ponía ante los ojos). Algo lleva a Bruno a actuar. Querer saber lo empuja a buscar explicaciones por sus propios medios ya que su padre no está dispuesto a proporcionárselas. Esto mismo, es responsabilidad del padre (de la madre también, pero en nuestro recorte no la trabajaremos específicamente), habla de su intensión, de su deseo inconsciente que opta por el aparente silencio, el no clarificar las cosas, el no dar explicaciones, el aparente ocultamiento de la verdad. Estas puntuaciones responden a sostener la idea de que no se hace cargo el padre, en tanto agente principal de la mudanza de la familia entera, de explicarle la verdad a Bruno acerca de su verdadero trabajo allí y la verdad acerca de lo que hacían con los individuos en el campo de exterminio. Creemos que la película apunta a mostrarnos, desde la inocencia del niño, la falta de argumentos razonables (si acaso pudieran existir) para llevar a cabo la masacre que el gobierno nazi se encargó de organizar, por eso no se puede formular ningún tipo de esbozo explicativo al niño sobre su elección laboral y su goce en la misma.

Retomemos, la muerte de Bruno, como singularidad que viene a irrumpir en el universo particular del padre. Ésta interpelación es la posibilidad de ampliar el universo en el cual el padre se encuentra “tan cómodo” matando gente…a saber, ¿Qué pasaría si fuese un ser querido suyo el que fuese a morir por sus acciones y elecciones? En otras palabras, el padre mata gente que no considera ni siquiera como personas, y de esa misma forma su propio hijo pierde la vida. Diríamos: interpelación tal, que es su hijo el que muere por sus propias manos o por sus propios métodos mortíferos.

La distancia lógica que marcamos entre los dos tiempos, genera una re significación del accionar de nuestro personaje y nos permite formular una hipótesis clínica respecto a la responsabilidad del sujeto. La responsabilidad subjetiva del padre se encuentra ligada a una posible interpretación de su deseo inconsciente que podemos realizar en tanto hipótesis explicativa de su elección laboral. Señalamos entonces lo que para Freud son considerados como factores o elementos carentes de simbolización y, por ende, traumáticos: la muerte y la sexualidad. En relación a nuestro personaje, hay algo allí que lo vincula muy cercanamente con la mortalidad, porque trabaja asegurando que se cumplan órdenes de ejecución, en definitiva, trabaja matando personas. Estas muertes de las cuales, al mismo tiempo, no habla, calla, hay silencio, hay vacío de posible representación a través del significante.

Se podría hablar de un accionar sádico [4] que responde a las órdenes que impone el régimen de su trabajo como nazi, que proviene de un sistema autoritario pero que, a la vez, el sujeto avala, apoya y se considera parte del mismo. En tanto hipótesis clínica pensamos que de cierta forma inconsciente, el sujeto quiere hacerle saber a su familia la verdad de su trabajo y de sus acciones, aun sabiendo que no esta “del todo” bien. Y nosotros planteamos que no por nada él lleva a toda su familia y la expone al lado y a la vista directa de lo que sucede en el campo de concentración, se los pone frente a los ojos. Creemos que él, en lo mas profundo de su deseo, quiere dar a conocer su verdad a su familia, pero algo de sí mismo le impide realizarlo de la forma mas directa y esperable, a saber, a través de la palabra, del significante, porque esto hablaría de responsabilizarse puntual y directamente del deseo visto en su elección laboral. Sería responsabilizarse de su sadismo macabro ya que hablaría de un goce sádico en el acto de ocasionarle la muerte a otra persona. Al sucumbir frente a su deseo inconsciente lleva a cabo su goce en la matanza hasta tal punto, que tiene consecuencias personales para él porque su hijo pasa a ser victima de la realización, de haberlo llevado a cabo, de haber sucumbido frente a su deseo. Y de eso mismo, debe tomar responsabilidad subjetiva.

Referencias bibliográficas

Ariel, A. (1994). "Moral y Ética. Una poética del estilo". En El Estilo y el Acto. Ediciones Manantial, Buenos Aires

D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Juan Jorge Michel Fariña: “Responsabilidad: entre necesidad y azar”. Ficha de cátedra. Psicología, Ética y Derechos Humanos, cátedra I.

Lewkowicz, I. (1998). Particular, Universal, Singular. En Ética: un horizonte en quiebra. Cap. IV. Eudeba, Buenos Aires.

Michel Fariña, J. J.: (2009) “De la eugenesia a los crímenes nazis”. En Michel Fariña, J. J.; Salomone, G. Z.: Dossier de Ética y Cine: Ética y ciencia. De la eugenesia al tratamiento contemporáneo de las diferencias humanas. Proyecto IBIS / Aesthethika©. Grupo Blanco ediciones, Buenos Aires.

Salomone, G. Z.; Michel Fariña, J. J. (2009) “El experimento de Stanley Milgram. Cuestiones éticas y metodológicas”. En Michel Fariña, J. J.; Salomone, G. Z.: Dossier de Ética y Cine: Ética y ciencia. De la eugenesia al tratamiento contemporáneo de las diferencias humanas. Proyecto IBIS / Aesthethika©. Grupo Blanco ediciones, Buenos Aires.



NOTAS

[1Lewkowicz, I. (1998). Particular, Universal, Singular. En Ética: un horizonte en quiebra. Cap. IV, p 61. Eudeba, Buenos Aires.

[2Ariel, A. (1994). "Moral y Ética. Una poética del estilo". En El Estilo y el Acto, p 19. Ediciones Manantial, Buenos Aires.

[3Juan Jorge Michel Fariña: “Responsabilidad: entre necesidad y azar”. Ficha de cátedra, p 3. Psicología, Ética y Derechos Humanos, cátedra I

[4Michel Fariña, J. J.: (2009) “De la eugenesia a los crímenes nazis”. En Michel Fariña, J. J.; Salomone, G. Z.: Dossier de Ética y Cine: Ética y ciencia; p 6. De la eugenesia al tratamiento contemporáneo de las diferencias humanas. Proyecto IBIS / Aesthethika©. Grupo Blanco ediciones, Buenos Aires.





COMENTARIOS

Mensaje de Alejandra Martinez  » 30 de octubre de 2012 » alemartinez85@yahoo.com.ar 

Retomando el presente trabajo y el comentario realizado, me parece muy interesante reflexionar sobre la impunidad con la que se manejaban los militares nazis (similar a los militares argentinos durante la última dictadura militar). Ese juego permanente entre lo velado y lo posible de develar, entre el ocultamiento y el descubrimiento, entre la farsa y la ficción. Este hombre necesita, en un punto, construir una farsa para poder sostener la mudanza y hasta su trabajo frente a su mujer y su hijo, quién tiene mas preguntas que respuestas. La hipótesis planteada en este análisis parece muy pertinente, en relación al deseo que habita a Ralph, y su necesidad inconciente de develar, algo imposible de develar desde la conciencia, aparentemente no solamente frente a los demas, sino también, frente a si mismo. Y es por eso que frente a la interpelación de su mujer, responde de manera moral, intentando además inculcar en su mujer un sentimiento de culpa que le permita, por un rato, dejar de interpelarse y a su vez, dejar de interpelarlo...
Seguramente nada será igual para Ralph, luego de la muerte de Bruno, seguramente dicha muerte podrá hacer tambalear su consistencia subjetiva y su alienación al sufrimiento neurótico banal que lo llevó a instrumentalizarse y llevar acabo dicho trabajo y aun mas, a exponer a su familia a una mudanza trágica.



Mensaje de Florencia Andrea Ugolini  » 26 de septiembre de 2012 » florenciaaug@gmail.com 

Felicito a las autoras por la claridad del trabajo presentado. Personalmente, concuerdo con el análisis realizado acerca de Ralph, padre de Bruno.
Es interesante ver cómo este personaje es interpelado en dos ocasiones por los adultos que integran su familia. En una primera escena, en la fiesta de despedida que se les organizó antes de mudarse a la nueva casa, la madre de Ralph le hace saber a su hijo que está en desacuerdo con el proyecto en el que esta embarcando a su familia. En un primer momento uno podría pensar que esta postura se debe a la esperable de una abuela que extrañará a sus nietos por la distancia que los separará; sin embargo, más adelante la película nos deja entrever que en realidad mantienen distintos particulares. Ralph sabe esto, y desalienta a su madre a insistir en sostener dicha postura.
Una segunda escena nos invita a ver cómo Elsa, su esposa, pasado un tiempo prudencial de la mudanza, logra quitarse la venda de la negación de los ojos y le pregunta a su marido cómo es capaz de avalar el accionar de los nazis. Ralph la increpa por no entenderlo y apela a su moral, cuestionándole si realmente quiere un país y un mundo mejor, dándole a entender que entonces el exterminio es la vía a seguir.

En relación a su vínculo con Bruno, me pregunto qué tipo de padre habrá sido este hombre para él. ¿Habrá sido un padre omnipotente? Es probable. Este hombre ha montado una farsa de manera intencional, construyó en su familia un aparato de manipulación basado en el engaño en pos de sostener su particular. Podría pensarse que esta posición no es la de padre, puesto que la farsa es avasallante frente a la ficción generadora de subjetivación. Sabemos que la habilitación del ejercicio de la función paterna implica reconocer una falta propia, y el director del film nos muestra a un hombre que no acepta la diferencia, que se cree completo, que no acepta su propia castración. En este contexto, no es posible la transmisión de la legalidad al niño.
A su vez, y teniendo en cuenta lo expresado anteriormente, me pregunto: ¿No habrá este padre matado simbólicamente a Bruno antes de que haya muerto en la cámara de gas? ¿Qué lugar ocupada Bruno en el deseo de este padre?.




Película:El niño con el pijama de rayas

Titulo Original:The Boy in the Striped Pyjamas

Director: Mike Herman

Año: 2008

Pais: Reino Unido - Estados Unidos

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