El film The Memory Keeper’s Daughter (2008, Mick Jackson) comienza con el parto de Norah quien da a luz a mellizos, Henry y Phoebe (quién nace con síndrome de down). Al estar bajo el efecto de la anestesia, Norah se desvanece al momento del nacimiento de Phoebe. Su marido, David, médico de profesión y a su vez quien asiste el parto de urgencia, decide ocultar a Phoebe a su mujer diciéndole que nació muerta y la entrega a la enfermera Caroline para que la lleve a un instituto para niños discapacitados. David, a su vez, había tenido una hermana con dicha problemática que murió a los 12 años, y según sus palabras, “eso destrozó a mi madre, no puedo hacerle eso a Norah”. Caroline decide quedarse con la niña, y David al enterarse de esto le da el certificado de nacimiento en blanco para que ella lo complete. Caroline y su pareja crían a la niña como hija propia. Caroline y David se comunican por carta donde ella le envía fotos de Phoebe y el le envía dinero. Caroline no quería que David sepa su domicilio, pero en una ocasión va a verlo a una exposición y es así como David descubre donde vivían. Intenta acercarse a Phoebe pero Caroline no se lo permite. David y Norah se separan, y luego de unos años él muere de un aneurisma sin decirle la verdad a Norah. Al guardar las cosas de David, Henry y Norah descubren las fotos y las cartas y es así como viajan a conocer a Phoebe. Al interpelar a Caroline, ésta le dice a Phoebe que Norah es su mamá a lo que Phoebe responde que ambas son sus mamás.
La presente película abre varios interrogantes, en primer lugar ¿con que derecho David elige mentir y ocultarle la verdad a Norah sobre su hija? Siguiendo a Alicia Fainblum: “Si tiene la capacidad de ser causa de espanto, de aparecer como siniestro, es porque algo del orden de lo conocido, de lo familiar que debería haber quedado oculto, se hace presente como signo”. [1] Lo diferente puede tomar el carácter de inesperado ya que toma un valor traumático al desbordar al aparato psíquico con la irrupción de un monto de energía libidinal, imposible de tramitar. Para escapar a la angustia que puede aparecer al enfrentarse frente a lo diferente, y sobre todo cuando lo diferente toma el carácter de siniestro, el sujeto se vale de distintos mecanismos de defensa como vía de escape frente a la angustia. Pero, ¿Qué pasa cuando lo diferente no resulta tan ajeno, sino que en realidad es sumamente familiar?
¿Resulta un agravante que su familia materna haya atravesado por una situación similar? “La angustia de castración desencadenada será proporcional a la discapacidad que se enfrenta. Aquello que se “diferencia” demasiado puede terminar constituyéndose en algo siniestro por lo familiar, personal, reprimido que retorna allí transformado”. [2] ¿O es tal vez que David se siente responsable por que su hija tenga la misma enfermedad genética que su hermana menor? Sin embargo, es interesante resaltar que “Idénticas diferencias no generan idénticas características psicológicas y ni siquiera idénticas discapacidades. La constitución del aparato psíquico no depende de factores de orden biológico” [3] Pero David eligió ocultar una realidad que el mismo no pudo aceptar sin darle la posibilidad a Norah de conocer y criar a su hija, y a su vez quitando a Phoebe de la trama generacional a la que pertenecía y obligándola a crecer en otra familia y con una identidad falseada. ¿Podríamos inferir que David se sintió impotente y herido en su virilidad? Sin duda podemos afirmar que a David se le dificultó asumir la función paterna y por ende la interdicción, siendo entonces un padre impotente en lo simbólico. David actuó hacia Phoebe con indiferencia y abandono, dejándola al cuidado de Caroline, ya que no supo como ser padre de esta niña no esperada. “(…) cuando “algo” del cuerpo del niño ofrece una imagen en la que a los padres les es imposible reconocerse, que “cae” sobre ellos haciendo caer su narcisismo para sostener provisoriamente su yo, puede darse un distanciamiento con este niño, no adoptado como hijo”. [4]
Naturalmente, la decisión que tomo David lo marcó a lo largo de su vida, modificando la relación con su esposa al punto de llegar a divorciarse. Cuando va a arreglar la cañería a lo de Norah se ve como intenta escribir dos notas contando lo ocurrido con Phoebe. En la primera nota escribe: “Nuestra niña no murió, Caroline Gill se la llevó y la crió en otra ciudad”. La borra y escribe: “Yo regalé a nuestra hija”. Esta segunda nota, denota lo que podríamos denominar un acercamiento a la responsabilidad subjetiva, ya que si bien no llega a constituir un cambio en su posición subjetiva (ya que borra la nota, dejando nuevamente a Norah sin la posibilidad de conocer la verdad), hay cierta implicación en sus palabras, no así en la primera nota donde se ve una clara proyección de la responsabilidad en la enfermera quien “se llevó a la niña”. Pero, la actitud de David fue eliminar dichas notas, con lo cual, podemos interrogarnos: ¿Por qué decide en ese momento contarle a Norah lo sucedido y no lo hizo antes? ¿Por qué borra las notas, privando una vez más a Norah de saber la verdad? ¿Por qué motivo intenta acercarse a Phoebe cuando ella ya es mayor? ¿Es por culpa o por responsabilidad? Considero que David actúa por culpa, no llegando a interpelarse por su accionar, ni pudiendo asumir otro tipo de posición ya sea en tanto a su deseo (deseo que lo movilizó a entregar a su hija y ocultarle la verdad a su mujer) como a su posición frente a Phoebe.
Si bien sería muy extenso y excedería el propósito del presente escrito, ya que he elegido interrogar la situación desde el personaje de David, no puedo dejar de mencionar y repensar ¿Qué responsabilidad tiene Norah en lo sucedido? Considero que Norah es responsable de haber elegido a David como marido, y de haber seguido un matrimonio con dicho hombre.
Podríamos interrogarnos también acerca del deseo que habitaba a la pareja, o por lo menos cual es el deseo de tener un hijo que habitaba a David. Es sabido que el nacimiento de un hijo con una discapacidad produce una caída del deseo y los ideales que estaban en juego en la espera de dicho niño, desde el lado imaginario. Pero a su vez no podemos dejar de señalar que todo niño tiene existencia desde antes del momento del parto, sostenido en el deseo y discurso de los padres que lo nombran y lo esperan. “Algo de la historia de los progenitores está en escena, vendrá a “completarla”, a rectificarla, a realizar sus “sueños dorados” .En ése, “su hijo”, se juega el nacimiento de los padres, su ideal, dimensión interviniente en la construcción del aparato psíquico del recién nacido”. [5] Es por eso que consideramos que dicho deseo debe ser no anónimo y singular. Deseo que implica un alojamiento de dichos padres al sujeto a advenir. El momento del nacimiento produce la entrada de un niño en un mundo de significaciones, en el universo humano del lenguaje. La entrada al lenguaje implica la nominación de ese bebé, su inscripción en una filiación, pasa a ser alguien para otro, ingresa en una cadena generacional y en un ordenamiento simbólico que lo pre-existe. (Fainblum, 2008) ¿Pero que pasa cuando el bebé es arrancado de dicha cadena generacional?
Me interesa poder pensar si el caso de Phoebe se trata de una apropiación. Considero que es un agravante que haya sido su propio padre quien la entregó y propició la situación de apropiación ilegal de la menor. Esta situación, y otras similares que suceden a diario en nuestro país y en el mundo dan cuenta de que la apropiación ilegal de niños no es solamente un delito llevado a cabo bajo el terrorismo de estado, sino que es una práctica que, lamentablemente, se lleva a cabo cotidianamente. (Salvando las distancias con el terrorismo de estado, ya que en dicha situación es el estado el que organiza un plan sistemático de apropiación ilegal de niños, como el ocurrido en la última dictadura militar Argentina entre 1976-1983).
Sin embargo, la similitud radica en que “La apropiación ilegal ha forzado el crecimiento de un niño en el seno de una familia que no es la suya pero, paradojalmente, en esa relación ha quedado inscripto en lo humano y ha podido eventualmente constituirse, con sus fallas y fisuras, como sujeto deseante.” [6]
Resulta fundamental el estar alertados ante estas situaciones, ya que como profesionales de la salud debemos propiciar el derecho a la identidad, como derecho constitutivo de todo ser humano. Como así también es importante la restitución, devolviendo al sujeto a la cadena generacional de la que fue arrancado y a la identidad y deseo que le pertenecía y lo precedía.
Al comienzo de la película se deja entrever que Caroline tendría sentimientos hacia David, y esto quedaría ejemplificado también, en los distintos modos de acercamiento que propicia Caroline a lo largo del film (las cartas, la ida a la exposición, etc.) ¿Para que le enviaba las cartas y las fotos si no quería que David mantuviera ningún tipo de relación con Phoebe? ¿Por qué Caroline acepta criar a Phoebe y anotarla como hija propia? ¿Por qué nunca le cuenta la verdad? ¿Pudo Caroline cumplir la función materna desde la impostura y la mentira?
Es interesante ver cuando Phoebe le dice a Caroline que se quiere casar como esta la minimiza diciéndole que no va a poder. Luego, al hablar con su esposo le dice: “No puedo dejar que se vaya, no imagino mi vida sin ella”. “¿Qué es una madre? La que cede a su objeto mas preciado, la que por su castración se somete a la ley paterna en una renuncia del lado de la cultura”. [7]
La función materna está caracterizada por la posibilidad de poder ceder. ¿Qué pasa cuando se toma al niño como un objeto narcisista, cuando no se lo puede dejar ser? Es fundamental poder pensar que lugar ha venido a ocupar Phoebe y que deseo es el que la ha sostenido y alojado a lo largo de su vida.
El último punto que me interesa analizar, data del momento del film en el que Norah organiza un homenaje, un memorial para su hija muerta, al que David se oponía con una marcada reticencia. En la tumba reza la leyenda; “El ángel perdido”. Me parece muy significativa esta frase, ya que dada la situación por la que atraviesa esta niña (ser abandonada y discriminada por su padre por ser discapacitada, despojada de su origen, familia, etc.) ¿es ella la que esta perdida? ¿O es ese padre que toma semejante decisión? decisión que toma con el argumento de que es lo mejor ya que no quiere que sufra su esposa. ¿Con que derecho decide por ella y le oculta la verdad? ¿Cual es el mayor sufrimiento? ¿El tener una hija discapacitada o el enterarse después de más de 20 años que su ex marido le mintió y la aparto de su hija? ¿Como se hace el duelo por una hija muerta si no se entierra su cuerpo, si no se la ve? Es fundamental la importancia que le da esta madre a la ceremonia para despedir a su hija. En la conversación con David, Norah le dice "ella murió, eso no es una vergüenza, necesitamos marcar su presencia aquí en la tierra”. Es interesante esta frase de Norah ya que no sabe que su marido siente vergüenza por haber tenido una hija discapacitada. El rito funerario resulta un acto simbólico de gran envergadura ya que no solo posibilita la realización del duelo singular sino que además denota el paso de ese sujeto por el mundo, dejando una marca de ese deseo por el que fue habitado y atravesado. En esta situación, y a lo largo de su vida, se ve como David reacciona con culpa por la situación pero como deja proseguir el rito, sin poder posicionarse desde otro lugar, sin poder brindar otro tipo de respuesta que no sea una respuesta moral.
Bibliografía
Fainblum, A. (2008). Discapacidad. Una perspectiva clínica desde el psicoanálisis. Buenos Aires. La nave de Locos
Fariña, J & Gutiérrez, C. Comp. (2000). La encrucijada de la filiación. Tecnologías Reproductivas y restitución de niños, Lumen/Humanitas, Bs. As.
Kletnicki, A. (2004) Niños desaparecidos: lógica genocida y apropiación ilegal. En Daniel Feierstein y Guillermo Levy (comp.): Hasta que la muerte nos separe. Poder y Prácticas Sociales Genocidas en América Latina. Ediciones Al Margen, Buenos aires.
NOTAS
[1] Fainblum, A. (2008). Discapacidad. Una perspectiva clínica desde el psicoanálisis. Buenos Aires. La nave de Locos. Pág. 19.
[2] Op. Cit. Pág. 21.
[3] Op. Cit. Pág. 23.
[4] Op. Cit. Pág. 42.
[5] Op. Cit. Pág. 25.
[6] Kletnicki, A. (2004) Niños desaparecidos: lógica genocida y apropiación ilegal. En Daniel Feierstein y Guillermo Levy (comp.): Hasta que la muerte nos separe. Poder y Prácticas Sociales Genocidas en América Latina. Ediciones Al Margen, Buenos aires. Pág. 4.
[7] Fariña, J & Gutiérrez, C. Comp. (2000). La encrucijada de la filiación. Tecnologías Reproductivas y restitución de niños, Lumen/Humanitas, Bs. As Pág. 63.
El texto me hace acordar a las exquisita cita de Eduardo Gruner "...Para olvidar eficazmente, hay que no saber lo que se quiere olvidar. Y nosotros lo sabemos demasiado bien, cada tanto alguien nos recuerda lo que quiere que olvidemos.
Al contrario, poder olvidar lo que no es necesario recordar, requiere una política de la memoria (…) Quizá no sea posible. Pero lo que seguramente no es posible es que renunciemos a que sea deseable..."
Así como cuando Pancho decía "...La historización crítica de las marcas de la memoria supone que esas marcan interpelan al sujeto ya sea para conservarlas o para dialectizarlas ficcionalmente: aquí se ubica la responsabilidad subjetiva, en el modo en que responde el sujeto a esta invitación de las marcas.
No es posible prescindir de las marcas de la herencia. Precisamente por ello, para el sujeto se trata del desafío de administrarlas.
La primera de las posiciones vive (sobrevive) de las marcas. La segunda, vive a partir de las marcas (Cita texto: Carlos Gutiérrez: Memoria Víctima y Sujeto)
En ese margen es en el cual los personajes pueden desoir la invitación de las marcas o hacer de esta invitación una prerrogativa de potencial gesto de universalización (acto ético).
Película:El guardián de la memoria
Titulo Original:The Memory Keeper's Daughter
Director: Mick Jackson
Año: 2008
Pais: Estados Unidos
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