A manera de introducción cabe mencionar que se presenta este escrito no con el ánimo de imponer miradas pero con el interés de abordar una perspectiva en terapia y el fenómeno humano, que es y ha sido útil para las personas, cuestión que se valida con la devolución que dan los pacientes en términos de la demanda y eficacia de la psicología junguiana en los últimos años (Sáinz,1991).
Aún cuando es una forma de conocer novedosa en el contexto académico, que se ha ido incluyendo en Latinoamérica en los últimos 30 años, como una perspectiva más que aporta a la terapia a través de cursos para graduados diplomados incluso maestrías, en diversos países en universidades, fundaciones y asociaciones, no obstante, falta mayor difusión e inclusión de cursos sistemáticos y de mayor profundidad. Aunque no es un tema principal en este escrito si vale la pena mencionarlo pues se tiende a pensar en la psicología analítica o junguiana, más como una filosofía que como una terapia, cuestión que es foco central de su práctica (Sáinz,1991).
Para introducir la temática, es necesario aclarar de que trata la psicología analítica, el término se atribuye a planteamientos posteriores a Jung que reúnen al conjunto de su teoría y aspectos metodológicos con este nombre para diferenciarlos de los postulados de Adler, que se denominan psicología individual y de los Freud del psicoanálisis. En cuanto al término psicología profunda se refiere a los estudios del inconsciente abordados por unos y otros, no sólo por la psicología junguiana (Stevens,1994).
Cabe mencionar que la psicología junguiana o analítica, tiene que ver con un proceso dedicado acomprender la complejidad de la personalidad humana y de ofrecer maneras de clasificarla. A partir del supuesto de que los individuos tienen una actitud psicológica introvertida o extravertida, según sea la inclinación natural, ya sea volcarse hacia dentro o hacia el mundo circundante. Así mismo se refiere a orientarse a través de cuatro funciones básicas: el sentimiento, el pensamiento, la intuición y la sensación. Aun así las personas no desarrollan estas funciones por igual, se tiende a desarrollar más una o dos, o la segunda se desarrolla parcialmente, las otras dos se presentan en un plano indiferenciado e inconsciente (Alonso, 2004).
En estudios posteriores desde esta perspectiva se plantearon unos principios generales que se mencionan a continuación pero sólo se profundizaran en algunos más adelante con la revisión que se hace a la película. Según la teoría junguiana para comprender la realidad la psique se mueve en forma de opuestos y busca la autorregulación, este proceso constituye una lucha entre fuerzas antagónicas que generan tensiones que si se resuelven, producen un desarrollo del individuo (Alfonso, 2004). Jung señala que la psique se presenta como un sistema autorregulado que se esfuerza por mantener el equilibrio entre tendencias contrarias, por tanto cuando se produce una polaridad el inconsciente del sujeto reacciona produciendo a manera de cura, sueños, fantasías en un intento por corregir el desequilibrio (Jung, 1992; Alonso 2004)
Otro principio general de la psicología analítica es la estructura de la psique: Esta se puede representar como una estructura circular compuesta por tres partes, 1) es la conciencia que se representa por una porción pequeña, 2) una capa un poco más grande que es el inconsciente personal, 3) Una gran porción que es el inconsciente colectivo, por último, el Yo se encuentra entre los límites de la conciencia y el inconsciente personal ocupando una porción muy pequeña. Jung postula que esta última se constituye por los complejos y los arquetipos por el inconsciente colectivo, además dice que entre los complejos y los arquetipos hay una estrecha relación pues los complejos pasarían a ser como personificaciones de los arquetipos (Alonso, 2004).
Gráfico 1: Modelo Junguiano de la psique
En cuanto a los complejos Jung al contrario de Freud dice que no se atienen a algo patológico sino que representan partes esenciales de la mente, son parte de los individuos estén sanos o no. Además funcionan de manera autónoma al Yo, como si tuvieran personalidad propia. Los complejos producen matices en la vida y son inevitables, en estados normales se manifiestan en lapsus cotidianos y grandes alegrías, pero en estados anormales producen visiones y alucinaciones auditivas como en la esquizofrenia.
En lo que sigue se presenta otros principios con los que se basara escrito, los arquetipos según la psicología Jungiana y como se conjugan en los protagonistas de las películas: el cisne negro y el Club de la pelea, en este caso, se hablara de los arquetipos de ego, mascara y sombra, a partir de una revisión de como se desenvuelven los personajes en la historia y lo que dice Jung al respecto en su acercamiento teórico.
Para empezar es importante aclarar que es difícil conceptualizar que define al arquetipo en sí, teniendo en cuenta que Jung no buscaba dar definiciones concretas y fehacientes en su manera de abordaje teorico, se puede decir que es o más bien son fuerzas energéticas que moldean la acción y el pensamiento de los individuos de distinta manera mediante la expresión simbólica.
Según Jung, los arquetipos son los aspectos del inconsciente colectivo que revisten mediante símbolos, contenidos de todos los tiempos, compartidos desde orígenes remotos con el hombre primitivo. Al respecto dice Jung: “El símbolo es por un lado la expresión primitiva de lo inconsciente y, por el otro, una idea que corresponde al más alto presentimiento que le sea dado a la consciencia” (Jung 2008). El Arquetipo representa una realidad psicológica interna, una expresión condensada de la situación psíquica existente. Es tarea de la psique mostrar esos contenidos, desde el hombre primitivo, se ven al revisar ritos y relatos de las doctrinas tribales en donde se encuentran manifestaciones de los arquetipos. Incluso como esas representaciones simbólicas se repiten, evidente a pesar de la distancia y las diferencias particulares del contexto. Otras expresiones son los mitos y las leyendas, todas las anteriores procesos conscientes que han pasado por un ejercicio de valoración, juicio y raciocinio, que no tienen los sueños y las visiones del individuo, en donde se expresan de manera más pura e incomprensible, que pasan a ser consciente al contarlos a alguien o escribirlos. Cuando esto sucede el arquetipo se transforma según el individuo y su experiencia en algo distinto, que con frecuencia le da más fuerza curativa al ser los sueños por sí solos una actividad que también es organizadora de la vida y sanadora, incluso desde tiempos remotos. (Jung, 2008)
Por tanto los arquetipos se presentan como expresiones psíquicas que revelan el alma, es en el alma en donde se conjugan todas las imágenes y pensamientos con los que surgen los mitos y nuestro inconsciente, el actor principal que con paciencia las moviliza e interjuega en el devenir de la vida psíquica a nivel personal y colectivo.
· Inconsciente colectivo: Jung se refiere al respecto como colectivo pues no son contenidos de naturaleza únicamente individual sino universal, que a diferencia de la psique individual tienen elementos y modos de comportamiento que son los mismos en todas partes como ya se dijo cuando se hablo de los arquetipos, tienen símbolos, representaciones, modelos de acción y de comportamiento que se repiten para todos los individuos de cualquier lugar.
La máscara tiene que ver con la manera en que se presenta la persona en los distintos contextos en que interactúa, lo que exterioriza, muestra al mundo y con lo que se hace parte de él, que responde a fines adaptativos y de convivencia personal. La máscara que utilice con más frecuencia es la que designamos como Persona, la cual no es enteramente la individualidad total del sujeto. Cumple la función de proteger la intimidad y facilitarnos el contacto social sin desgastar tanta energía psíquica; sanamente utilizada permite ordenar las relaciones interpersonales con un marco de interacción.
El Ego: Según Jung es un factor consciente e individual de nuestra personalidad, teniendo en cuenta que muchas partes de ella son inconscientes e imposibles de abarcar. Jung denomina Yo a la personalidad total (Das Selbst), que aunque está presente en nosotros y genera efectos, no es plenamente conocida. Desde esta lógica, el Ego es el Yo, la parte más consciente, pero no el centro de ella, es el centro de la conciencia.
Si sucede que un individuo en vez de incluir el Ego dentro de la totalidad, queda fijado, no puede desarrollarse plenamente y explorar todo lo que realmente es, pues no somos únicamente lo que mostramos al exterior, la fachada o la máscara que mencionamos anteriormente. La evolución del Ego acontece cuando podemos incluírlo en una totalidad mayor, lograr que se vuelva parte de una integridad y no la única referencia. Vivir instalados en el Ego como única perspectiva implica renunciar al crecimiento y evolución de nuestra psiqué, pues no podemos armar unidades mayores, mas abarcativas; implica ver la vida desde el todo que somos y ver que la realidad se presenta de esa manera también, no es un mundo fragmentado sino un multiverso. Se trata de asumir que no somos una sola cosa, no se trata únicamente de conocernos desde los otros y desde lo que exige el medio, sino que también en nuestro interior hay otras facetas, otros mundos posibles, que luchan por expresarse, no se trata de adaptarnos lo mejor posible al funcionamiento de la realidad sino de sentirnos y se puede decir también de adaptación a nosotros mismos. Asumir el riesgo de ver la totalidad que somos e integrarlo, lo cual puede sonar sencillo, pero entre más nos descubrimos vemos que estamos llenos de contradicciones y de energías que al activarlas entran en pugna, como también aspectos que al no estar integrados chocan con la manera en que se concibe la realidad. No se trata de adaptarse al contexto de interacción únicamente sino de realmente desarrollar nuestro potencial. El ego puede ser un facilitador o un imposibilitador de acuerdo al grado de apertura y flexibilidad de la persona para aceptar e integrar otros ámbitos de su psique y de su vida. Esto no va en desmedro del Ego y su funcionalidad, pues este es una importante adquisición de la psiqué humana y es una unidad de gran utilidad pues mueve la voluntad y la adaptación. Se trata de cuestionar el adoctrinamiento moderno y su fija adherencia a cultivar el Ego como único estandarte y también al grado en que la persona se permita expresar sus energías, moldes o más bien mascaras.
En ese sentido, identificarse mucho con una máscara en las interacciones (hiperinflación) o lo contrario la (deflación) cuando una persona no logra adaptarse en los mínimos requerimientos de lo social pues fracasa en su intento de integrarse a la colectividad; para estar en armonía con lo social, es necesario que el sujeto sostenga una máscara más integrada que le permite acceder a lo colectivo. Un ejemplo, es lo que sucede en la película del club de la pelea en donde el protagonista termina en un principio acepta enteramente y luego reniega casi en su totalidad las normativas sociales y ve amenazante toda participación, hasta el punto del rechazo total de los mínimos sociales de interacción hasta llegar al anarquismo total y destructivo de él mismo y de los otros. Además renuncia a su individualidad cuando la vuelve la meta de otros, llega al punto en que no hay una máscara que sea suficiente, tanto su Ego como sus otras máscara toman posesión de él, en otros arquetipos disponen de él.
Para ilustrar mejor lo que sucede en el club de la pelea vale la pena describir como se muestra esta cuestión en la película; para el personaje principal interpretado por Edward Norton, su vida se volvió monótona, hasta el punto de ser insoportable. Era un trabajador de clase media, con cierto nivel de crecimiento profesional y un status dentro de su grupo social. Empieza a ocurrir en él una pérdida del sentido de vida pues sospecha que una carrera, unos objetos que puede comprar no le dicen quién es, puede tener todas esas cosas pero presiente aun inconscientemente que no lo representan. Cuando se da cuenta que identificarse esencialmente con esa máscara lo hace infeliz, empieza a moverse en él una crisis existencial que suelen vivir las personas cerca de los 40, aunque en el personaje de manera contundente.
Cuando empieza a ver a su sombra como flash de visiones, es cuando empieza a darse la transformación de sí mismo, las visiones ganan terreno total pues ni siquiera la inquietud que tiene hasta no dormir, el hecho de buscar grupos de ayuda con problemáticas enfocadas en otras personas, le hacen suficiente filtro, es cuando la sombra gana terreno completamente y se convierte en su nueva mascara casi por completo, el se vuelve un espectador de lo que hace, su nueva mascara se vuelve su gran amigo, su alter ego y maestro. En esos grupos de autoayuda es que conoce a Marla su otro yo, es el reflejo de su anima además que le muestra otra faceta de sí mismo que tiene que ver con la importancia que tiene para él, reconfortar y contener a otros y como esto lo hace sentirse bien.
La máscara de la sombra representa todo lo que él siente que no puede hacer con su vida y que quiere cambiar pero sin un filtro, sin ningún límite, no el que seduce a una mujer sino el que la posee, la hace sentir querida y deseada pero luego la desprecia completamente, al estar escindido entre las dos máscaras se diluyen sus reales sentimientos. Cuando protesta ante su dificultad de expresar molestia o disgusto se mueve en la polaridad furia-indulgencia, la primera en Tyler Durden su alter Ego, y la completa indulgencia, en el trabajador dedicado entregado a su trabajo quien no tiene nombre y sigue de cerca a su jefe para complacer la más mínima demanda y capricho. Cuando se hace un líder es completamente anarquista y casi invisible, solo se ve a través de sus obras y son de completa destrucción, desde el otro lado de la máscara que es más invisible, es casi un fantasma para el mismo, que es quien va integrando las mascaras.
Si vemos mientras avanza la película también lo es su evolución, empieza a hacerse visible, sus multiples yoes, su emocionalidad, su mundo interno, mientras se integra también su Ego, pues con máscaras y Ego integrado ya no necesita ser invisible, no antes de pagar el precio caro de ver plasmado en el mundo su completo cambio, que tiene que ver con la destrucción de lo que antes era gratificante para él, la base del sistema económico mundial.
Es así que ve como a través del manejo polar del ámbito emocional furia-indulgencia, lo que antes ve como gratificante; es luego amenazante, el funcionamiento de la economía mundial a través de los créditos, pero también con la aceptación de su obra y lo que el es ahora, al final logra aceptar su destino con logros y errores, es entonces que es visible y que acepta lo que siente por Marla, cuando puede autoregular lo que siente y filtrarlo.
En un principio el filtro que no hace tiene que ver con la dificultad que tiene para lidiar con su Ego, es entonces cuando cada mascara sale con mayor fuerza y gana autonomía la necesaria que requiere para estar con los otros, en el mundo y expresarse. El protagonista se mueve entre la hiperinflación y deflación de la máscara, la primera cuando su Ego lo lleva a estar muy adaptado al funcionamiento mundial a través de la máscara de la eficiencia, la segunda con la deflación, cuando está en contra del completo funcionar del mundo, y llega a la anarquía y destrucción. Cuando integra tanto Ego con mascara no es necesaria estas dos formas de economía psíquica.
El asunto pasa porque la persona logre flexibilizar su comportamiento y superar los embates de su Ego por figurar y gobernar, que al ser una directriz importante de la voluntad no es la única hay otras que pueden tener una respuesta más creativa ante una situación que no deben ser desoídas y salen de una forma más descomunal y destructiva.
Lo sano es poder utilizar varias mascaras de manera flexible, reconociendo que una no es el límite, y que el ego no es el único gobierno directriz de la vida psíquica, pues en nosotros habita un complejo entramado arquetípico que lo sostienen y con una variada expresión, que pueden facilitarle a la persona moverse desde un repertorio amplio de autoregulación.
El arquetipo en juego es el de la sombra, la película muestra a una bailarina (Nina) que continuamente busca perfeccionar su arte imponiéndose la autoexigencia y disciplina, llenando la totalidad de su espacio y tiempo con la práctica del ballet, desdibuja así la potencialidad de su propio ser.
La bailarina escoge vivir casi sin mayores placeres o relaciones cercanas, a excepción de la madre, quien por su parte no pudo realizar su sueño de ser una bailarina de alto nivel y ve a través de su hija la manera de hacerlo, hipervigila que lo logre con la constante protección y cuidados, ante lo cual Nina con el tiempo y a medida que avanza la trama empieza sentirse agobiada, se autosabotea haciéndose daño, demandado de nuevo sin querer cariño y atención, además de no disfrutar todo lo que sucede en su vida hasta con el mismo ballet, además se crea entonces una relación tensionante (doble vincular) con su madre en su intento de liberarse de su ojo vigilante a la vez que la acerca al hacerse daño físico. También se evidencia como la madre sin querer también refrena sus avances con sus cuidados sin darse cuenta que impide la transformación de su hija y que ella crezca.
La propia vigilancia, la relación con su madre, el grado de importancia que tiene competir con sus compañeras, la distrae de conseguir la perfección tan anhelada y cuando lo hace lastima su ser de distintas maneras física y psíquicamente. Por si fuera poco un componente importante es la percepción amenazante que tiene la intención del maestro de sacarla de su lugar de comodidad, para que explore su potencial artístico, cuando se conjuga con la fuerte carga emotiva que le implica a Nina salir de la comodidad de ser la bailarina interprete con gran dicción en los pasos de baile, a un artista que explora la potencia de sí misma y se exprese creativamente.
Si se observa el transcurrir de la película detenidamente se ve como ocurre la transformación de Nina, los embates y sacudidas que se dan en ella mientras se transforma, la lucha interna y externa con que se enfrenta a sí misma. Es entonces cuando el arquetipo gana terreno, empieza a ganar fuerza su alter ego, su otro yo proyectado primero en su compañera de baile pero en sombra y por medio de ella lo externaliza, así se permite sentir, enojarse, quebrarse, pasar por encima de su madre y de su propia dura exigencia, pero se refrena e impone su autocontrol; lo cual sólo alimenta el impulso del arquetipo, que ante la lucha interna y externa en la que la bailarina se mantiene por no ceder, ocupa el total y entero funcionar disponible pues la austeridad que pone en la dicción de los movimientos de baile, la percepción del otro como amenazante, hace que su sombra se materialice totalmente en ella misma, a quien ve como su evil twin, que pasa poco a poco a tomar el resto de los ámbitos vitales; lo físico, lo sexual, lo emocional, lo social, hasta lo espiritual, no sin antes mostrarle su brillo sin sacudirla y lastimarla pero la toma enteramente al negarlo. Finalmente lo acepta y se deja tomar, pagando el precio de entregarle completamente su existencia.
La sombra toma tal fuerza pues Nina no puede darse cuenta de lo que sucede y como le dice su maestro de baile, es el único obstáculo que detiene su camino, es descubrir su propio potencial, pues percibe su mundo exterior como amenazante y disruptivo de lo que cree es el deber ser, permanece fiel a la creencia de que si se aparta de todo placer o exploración sobre sí misma conseguirá transformar su danza a punta de tesón y exigencia.
Según Jung el arquetipo de la sombra tiene que ver con la representación de un problema ético que desafía a la personalidad del Yo, en este caso como ya vimos es lo que ocurre a Nina, quien quiere alcanzar la perfección del modo que ella mejor conoce, la sobreexigencia. En este caso ella tiene que decidir entre dos cosas salir del mundo de protección, que representa su hogar y la fuerte disciplina que ella misma tiene erigida en su interior en el que asumir el riesgo se sale de las posibilidades, amenazante del mundo que hasta ahora conoce, pero que en este caso le impide crecer y dar el siguiente paso tanto en su carrera como en su propia vida. El paso siguiente a dar por Nina, tiene que ver con verse así misma, ver como la totalidad que representa y que puede crear algo nuevo. (Jung, 2008)
Para que se de esta realización se busca reconocer los aspectos oscuros de la personalidad, que en este caso sería demostrarse a sí misma y a su madre que ella puede cuidarse, no sólo que es molesta la sobreprotección y la mirada obsesiva que tiene sobre ella. Otro es el querer explorar su sexualidad como algo natural y no como reprochable, permitirse fallar y disfrutar cuando esta bailando y también aceptar que es factible que haya competencia y que esto le pone enfrente un reto a su proceso, no simplemente un obstáculo.
Aunque parece sencillo decirlo es para Nina muy difícil, en la película como en lo real, crecer implica una muerte, muchas muertes, el paso de niña a mujer y en simultaneo también el siguiente paso en su carrera que es arriesgarse a crear una nueva bailarina, una mas autónoma y madura que puede crear nuevos mundos no sólo repetirlos.
Según Jung la sombra se muestra con una naturaleza emocional y autonomía muy cercana a la obsesión y a la posesión, en la bailarina de la historia parece ser de ambas pues por un lado está obsesionada con poder representar ambos cisnes y mantenerse como de “Swan Queen”, este hecho con su carga simbólica la impulsa a crecer e independizarse del seno materno, su manera de proceder hasta el momento respondía tanto a las demandas internas como externas pero crecer le implica algo más. Es por eso que es tan fuerte para Nina, pues lo que conoce le daba una seguridad relativa, para dar el siguiente paso, siente que debe hacer a un lado a su madre completamente y todo lo que ella representa, evitar la competencia y no salir al mundo a disfrutar para evitar toda distracción.
La carga simbólica del cisne, que según lo implícito representa la belleza, también relacionado con el hecho de crecer y la transformación de lo femenino en algo que no sólo es bello exteriormente sino que expresa belleza que es única e irrepetible. En cuanto al baile buscar lo bello no solo en la dicción sino en ella misma. Se pueden ver que el cisne blanco representa un mundo tranquilo, frágil, hermoso, protegido casi virginal y el cisne negro seguro, autónomo, independiente y visceral; el paso que no quiere dar, es representado por el mito de la transformación del cisne, incorporando ambos mundos. Es tan fuerte su obsesión de hacerlo que no concibe su vida más adelante sin ser la bailarina, como “the swan queen”, hipervigila y protege celosamente cualquier amenaza que se le presente de perder ese status, con la meta de alcanzar la perfección y hasta el punto de no poder verse desde otro lugar.
En cuanto a la posesión vemos como dentro del transcurrir de la película poco a poco es tomada o poseída por la fuerza sobrenatural del arquetipo de la sombra (cisne negro) que intenta imponerle a Nina la posesión de su existencia, ella como la percibe externa, lastima su sombra sin darse cuenta que se hizo daño a sí misma. Lo que hace Nina con su arte es expresar con entrega total de manera visceral la transformación del cisne, que creo yo hubiera sido posible sin la autodestrucción.
Al final se ve como Nina logra comprender que necesita integrar ambas fuerzas en sí misma, aunque tarde pues su cuerpo cedió con la última herida de muerte. La cuestión de la integración de los arquetipos en un individuo en este caso la sombra y el ego, pasa por comprender como es que funcionan en nosotros ciertas energías y como logramos sintetizarlas e integrarlas a la totalidad del ser que somos y representamos. Ante esto vale la pena citar un párrafo en el que está implícito esto:
…"Cosas que llegan tan hacía atrás en la historia de la humanidad tocan, naturalmente, las capas más profundas de lo inconsciente y posibilitan asirlas donde el lenguaje consciente se muestra totalmente impotente. Tales cosas no pueden ser creadas por el pensamiento, sino que deben crecer de nuevo hacia arriba desde la oscura profundidad del olvido, para expresar los presentimientos supremos de la consciencia y la intuición más alta del espíritu y, así, fundir uno la unicidad de la consciencia actual con el primitivo pasado de la vida”… (Jung, 2008).
A manera de cierre quisiera añadir que desde el acercamiento Junguiano podemos revisar otras formas de ser del sujeto antes no exploradas que facilitan la activación de recursos escondidos, que al integrarse al momento presente, moviliza a los consultantes y a los mismos terapeutas a ser más responsables de sus propios procesos y de percibirse como un todo no sólo como sujetos, a través de actividades creativas que ponen en juego otros ámbitos de la vida tanto individuales como colectivos.
Referencias
Jung, C. G. Energética psíquica y esencia del sueño. Ed. Paidós, Barcelona: 1992.
Jung, C. G. Arquetipos e Inconsciente Colectivo. Ed. Paidós, Buenos Aires: 2008.
Jung, C.G., El secreto de la Flor de oro. Paidós Studio, Buenos Aires: 2008.
Ejilevich G. H. “Arteterapia: Arquetipos de Sanación ”. Buenos Aires: 2009.
Sáinz S.J. La psicología de C.G. Jung en el mundo, Revista de Psicología de El Salvador, Vol X, n. 41. Psicomundo, La Red Psi en internet, 1991.
Stevens, A. (1994). Jung o la búsqueda de la identidad. Editorial Debate. Madrid: 1994.
NOTAS
Si, no se miraron todos los personajes, tampoco se revisaron otros conceptos del psicoanálisis al ser la psicología analítica jungiana el marco en el que se sitúa, me alegra muchísimo que te animas a revisarla. El escrito si abre a otras cuestiones, pero dado el recorte inicial y la puntualidad de los temas que se hizo en el texto no se abordaron, se abren cuestiones que se pueden revisar posteriormente invito a otros autores a que se sumen, realmente este es un espacio abierto a discusiones y ampliaciones. Muchas gracias por tus comentarios!!
Un muy comprometido análisis de los perfiles psicológicos de los protagonistas, los cuales se nos presentan muy complejos y revistiendo una profundidad en sus tramas que en lo que se muestra a través de los films apenas se llega a sospechar. No obstante, la autora ha sabido sortear estas dificultades alcanzando niveles de profundidad reflexiva que se evidencian en el rigor conceptual adoptado al momento de plantear un análisis que más que ofrecer explicaciones acabadas dispara preguntas y brinda elementos conceptuales para la profundización, ampliación o articulación con otras perspectivas teóricas en futuros análisis psicológicos que eventualmente se desarrollen alrededor de los films.
Desde este punto de vista, se abren diversos caminos para emprender o re-emprender otro trabajo. En este sentido, tal vez estaría bueno volver sobre el análisis dedicando una especial atención a la relación madre e hija que en el cisne negro a diferencia del club de la pelea, se registra introduciendo aspectos válidos para pensar y tal vez comprender otras cuestiones que hacen a la personalidad de la protagonista, esto se me ocurre en principio un poco más quizás en función de la articulación cuidadosa con otros conceptos y desarrollos teóricos como el mito familiar, del lado de la constitución de cuerpo, de los significantes del deseo...
Por ultimo quisiera agregar que si bien no me encuentro familiarizada con la teoría Jungiana, su trabajo me ha motivado a conocer más a fondo sus aportes teóricos.
Muchas gracias por compartir esta valioso producción.
Muchas gracias, si que son fructíferos, el solo ejercicio de revisar los mitos que componen las distintas culturas de las que hacemos parte lo es, realmente abre perspectivas.
Gran análisis que permite la introducción a los conceptos de los arquetipos de ego, máscara y sombra, según la psicología Jungiana, a partir de su relación y aplicación en los protagonistas de estas dos grandes películas. En ambos se observa cómo desde los múltiples yoes, los alter ego, se externalizan enojos, emociones, ante la percepción de la amenaza del otro, pagando el precio de la autodestrucción.
El análisis de del film resulta sumamente interesante tanto por el hecho de abordar conceptos tan fructíferos como los de Jung, como por el hecho de lograr claridad a la hora de explicarlos y poneros en relación, bien por la comparación con el club de la pelea
Si puede ser, lo tendré en cuenta más adelante, gracias.
Buen trabajo de análisis entre dos films que claramente presentan ejemplos fehacientes de la psicología analítica, hasta en la forma en que estos visualizan su problemática, o su realidad, al observar el mito en que viven.
Sería interesante ver en profundidad en algún otro momento el caso de la madre de Nina.
Un analisis muy profundo con una muy adecuada introducción que permite avanzar la lectura teniendo una pre-interpretacion de factores psicológicos que resultan faciles de entender.
Película:El cisne negro
Titulo Original:Black swan
Director: Darren Aronofsky
Año: 2010
Pais: Estados Unidos
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