Resumen:
El presente trabajo examina diversas escenas de las películas “El Padrino” (1972) y “El Padrino: Parte II” (1974), dirigidas por Francis Ford Coppola. El foco está puesto en el protagonista, El Padrino, llamado Vito Corleone. A través del método de lectura ético-analítico de películas y series televisivas, se analizan los inicios del personaje, es decir su infancia, utilizando conceptos provenientes del Psicoanálisis, como “trauma”, “duelo” y “venganza”, para abordar posteriormente hechos de su vida adulta, desde conceptos derivados de la Psicología Política, como “autoritarismo” y “poder”. Esta investigación se construye partiendo del siguiente interrogante: ¿De qué manera el deseo adulto de poder de Vito podría haber sido influido por los duelos atravesados en su infancia?
Palabras Clave: Duelo | Poder | Autoritarismo | Venganza
Power and Vengeance in the Cinema: A Psychological Approach to the Most Famous Mafia Character of the 20th Century.
Abstract:
The present writing examines various scenes from the films "The Godfather" (1972) and "The Godfather: Part II" (1974), directed by Francis Ford Coppola. The focus is on the protagonist, The Godfather, called Vito Corleone. Through the method of ethical-analytical reading of films and television series, the beginnings of the character are analyzed, that is, his childhood, using concepts from Psychoanalysis, such as "trauma", "grief" and "vengeance", to approach subsequently facts of his adult life, from concepts derived from Political Psychology, such as "authoritarianism" and "power". This research is based on the following question: How could Vito’s adult desire for power have been influenced by the griefs he went through in his childhood?
Keywords: Grief | Power | Authoritarianism | Vengeance
Introducción
Al analizar las escenas de las películas “El Padrino” (1972) y “El Padrino: Parte II” (1974), ambas dirigidas por Francis Ford Coppola, se indaga sobre el personaje principal de estos films, Vito Corleone, alias “El Padrino”. Este personaje, que llevó una vida emocionalmente compleja ya desde niño, luego se volvió jefe de familia, y forjó poco a poco su poder como mafioso, siendo considerado como una figura de autoridad, muy poderoso y de gran capacidad intelectual. En la película de 1972 se desenvuelve el auge del imperio de Vito, así como la pérdida de su poder y, posteriormente, su muerte. En la secuela de 1974, se relatan los inicios del personaje, que quedó huérfano a los 9 años por mano de un mafioso, y huyó de su país hacia Estados Unidos, donde debió permanecer 3 meses en cuarentena, y también sufrió las consecuencias de las mafias durante su adolescencia. De todos modos, al crecer, se posicionó a sí mismo como uno de los mafiosos más temidos en Nueva York.
¿Cómo sucedió esto? ¿Cómo afectó la traumática pérdida de su hogar en su posterior surgimiento como mafioso? ¿Influyó el duelo por perder a su familia? ¿Se relaciona su prolongado aislamiento con su temperamento frío y calculador? ¿Qué aspectos podrían considerarse al pensar en su poder y personalidad autoritaria? Frente a tales interrogantes, y considerando la pregunta central de investigación previamente mencionada, se abordan conceptos como trauma, duelo, poder, autoritarismo, venganza, entre otros, ligándolos al desarrollo de Vito Corleone. Ello se realiza desde teorías de autores del Psicoanálisis como Freud, Klein, entre otros, y referentes de la Psicología Política, como Sangrador García y Zimbardo, por mencionar algunos.
Finalmente, cabe señalar que el recorrido fue abordado en correspondencia con la cronología del personaje de Vito, no la cronología real de las películas, iniciando por su niñez, a los 9 años, luego su adolescencia, llegando finalmente a su paso a la adultez, considerando momento a momento los sucesos que le acontecieron.
Desarrollo
Al oír la palabra “mafia” se suele evocar al crimen organizado que durante décadas dominó las calles de Italia, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos. A su vez, se podría rápidamente pensar en personas criminales, rufianes, que se aprovechan de su fuerza colectiva y disfrutan de demostrar su poder. Lo que muchos desconocen es el origen de estos grupos.
La mafia surgió en Sicilia, Italia, región que fue durante siglos dominada por señores feudales que se jactaban de su poder maltratando a los campesinos de la zona. Estos campesinos, desprovistos de dinero e influencias, contaban con una única herramienta para subsistir, el trabajo forzoso y en malas condiciones que debían realizar para obtener a cambio alguna compensación económica por parte de los feudales. Frente a esta situación, los grupos de minorías que notaban como un pequeño conjunto de personas gozaban de privilegios, cansados de los abusos, se unieron, como un método para cuidarse entre sí ante situaciones de indefensión. En este contexto, el crimen se volvió el único camino para lograr protección y seguridad. Se reforzaron entonces los lazos de amistad y los lazos familiares, siendo estos últimos los más importantes para los entonces llamados “mafiosos”.
Año tras año el estado italiano continuaba desorganizado y sin un sistema asegurador de trabajo digno que otorgara una ayuda a los campesinos. Aún peor, ante las guerras de los siglos XIX y XX, la miseria se acrecentó entre los campesinos y sus hijos fueron obligados a concurrir al servicio militar, mientras que unos pocos contaban con el poder económico y social. Así el crimen empeoró, a través de la extorsión y la corrupción aumentó poco a poco el poderío de las ya formadas mafias. Desafortunadamente, estos olvidaron sus orígenes, y se convirtieron en traficantes de alcohol y prostitución, y en lugar de ayudar a los desamparados, los “gabelotti” –cobradores de impuestos– recolectaban dinero de los más pobres para una supuesta “protección” por parte de la mafia, cuando en realidad lo único que significaba esto era que la mafia no los atacaría sin razón a cambio de un pago mensual. La mafia, entonces, se ganó ese estatus social, a través de la corrupción, el miedo, y el aprovechamiento de los menos poderosos.
Con el correr del tiempo y con la finalidad de huir de la pobreza de este país, se produjeron las grades oleadas migratorias de italianos hacia otros países. Este fue el caso del personaje que nos convoca, Vito Corleone, que se vio obligado a abandonar su país, en este caso de modo ficticio, porque el mafioso de su pueblo, Don Ciccio, lo buscaba para asesinarlo.
La primera escena que se considera se encuentra al inicio de la película de 1974, relata parte de la infancia del personaje a analizar. La misma transcurre en el año 1901, en el pueblo de Corleone, Sicilia, Italia, donde muchas personas caminan tras un cajón negro, con vestimentas oscuras y música fúnebre. Segundos luego, se observa a una mujer y a un niño, que son Vito Andolini -nombre de nacimiento de “El Padrino”- y su madre, a la vez que una narración escrita en pantalla aclara que, a los 9 años de Vito, su padre fue asesinado por negarse a pagar los impuestos pedidos por el mafioso local, Don Ciccio. Paolo, el hermano mayor de Vito, juró venganza y escapó. Volviendo a la escena, se oyen disparos, y una mujer grita que han asesinado a Paolo. Los personajes corren hacia las colinas donde yacía el niño muerto. Desde allí, la madre se dirige a la casa del mafioso, junto a su hijo Vito, para pedirle al Don que le perdone la vida a su hijo, ya que este era débil y tonto. El Don explica que ese niño crecería y buscaría venganza, por ende, debía matarlo. La madre de Vito se las ingenió para poner un cuchillo en la garganta del Don, para darle a su hijo una oportunidad de escapar. Este lo logra, pero su madre recibe un disparo. A continuación, los voceros del mafioso avisan al pueblo que quien ayude a Vito tendrá consecuencias. De todos modos, unos vecinos esconden al niño, y lo ayudan a subirse a un barco que partía desde Italia hacia la Isla Ellis, Nueva York, Estados Unidos. Al llegar, el oficial de aduana cambió el apellido de Vito, lo apellida “Corleone”, por su ciudad de procedencia. Es revisado y notificado que tiene Viruela, por lo que deberá permanecer en cuarentena durante 90 días. Al finalizar la escena, Vito llega a su habitación asignada y comienza a cantar una canción llamada “U Sciccareddu Sicilianu” -Burro Siciliano- (Ferrer, 3min30seg), la cual relata la historia de un campesino a quien le han matado a su pequeño burro, que era muy especial y ahora ha muerto. En este momento, por primera vez en la película, se oyen palabras provenientes Vito, quien se había mantenido en silencio hasta entonces.
La segunda escena que considerar se sitúa en el año 1917. Vito ya estaba casado y había tenido a su primer hijo, Santino. Luego de observar una obra de teatro con su amigo, donde actuaba la novia de este, salen a felicitarla y observan que el jefe mafioso del barrio donde vivían, Don Fanucci, la estaba amenazando. Vito demuestra sorpresa frente a la actitud de su amigo, que decide no ayudar a su novia por miedo a Fanucci, ya que, para Vito, su mujer y su hijo son lo más importante en su vida. Vito desconocía la existencia de este mafioso, y le pregunto a su amigo “Si es italiano, ¿por qué molesta a otros italianos?”. Al día siguiente, Fanucci llega al lugar de trabajo de Vito, y le ordena a su patrón que le de trabajo a su sobrino. El patrón se disculpa con Vito, pero debe despedirlo, no puede pagar a dos empleados, pero menos podría decirle que no a Don Fanucci. Vito le agradece porque siempre se había portado bien con él, y lo había cuidado como un padre a un hijo; le asegura que siempre recordará su ayuda. Mientras tanto conoció a Clemenza, un vecino que le pidió que le guardara un paquete por unos días. Ese paquete contenía armas de fuego. Una semana más tarde, para devolverle el favor, Clemenza promete a Vito una alfombra para su esposa, asegurándole que era de un amigo suyo. Al ir a buscar la alfombra, Vito se da cuenta de que Clemenza lo llevó a robar, y esa alfombra no era de ningún amigo.
En la tercera escena por estudiar, Vito iba en automóvil y Don Fanucci se subió. Le dijo a Vito que se enteró que estuvo robando, y le reprochó, ya que vendía vestidos, que no haya enviado ninguno a su casa. Le explicó que él era el dueño del barrio, y que junto a sus amigos deberían ser respetuosos, compartiendo las ganancias de los vestidos con él. Por ende, Vito y sus amigos tendrían pagarle 200 dólares mensuales para “protección”, a lo que Vito dice que antes de contestarle debe consultar a sus amigos. Sus amigos querían pagar, pero Vito los convenció de ofrecerle menos dinero. Ellos accedieron con temor, y dudaban de Vito, entonces este les afirmó que le haría a Fanucci una oferta que no podría rechazar. A su vez, les recuerda que le deberán entonces un favor por lograr que el pago fuera menor. Vito se encuentra con Fanucci en una cafetería, pues era un día festivo y las calles estaban llenas, y lo convence de aceptar menos dinero. Acto seguido, lo persigue hasta su casa, y con un arma, lo mata, dándole un total de 3 tiros, siendo el tercero dentro de su boca. Luego se deshace del arma y vuelve a reunirse con su familia.
La siguiente escena por distinguir muestra a Vito ya con su distintivo bigote, demostrando el paso del tiempo, encontrándose en el barrio donde sus vecinos le evidenciaban respeto. Hay una señora en su casa, que le pide que la ayude en un problema con su arrendatario. Vito va personalmente a hablar con el Señor, y le dice que pregunte en el barrio y todos le dirían que Vito sabía devolver un favor. Finalmente, el arrendatario le pide disculpas a Vito por haberse comportado así, mostrándose temeroso y nervioso. Decide permitir que la señora siga viviendo en su edificio, y a un precio mucho más bajo que el establecido. En esta cuarta escena se observa también el nacimiento de su negocio de importación de aceite de oliva.
La quinta escena por analizar inicia con el arribo de la familia Corleone, compuesta por Vito, su mujer Carmela, y sus 4 hijos, a Italia, precisamente al pueblo de Corleone. Luego de encontrarse con su familia y amigos italianos, y de pasar tiempo con ellos, Vito se dirigió a visitar a Don Ciccio. Al llegar, un amigo de Vito lo presentó al Don, que seguía adueñado del poder en el pueblo. Este le preguntó a Vito cuál era el nombre de su padre, ya que su apellido era el nombre del pueblo. Vito se le acercó y le dijo que su padre se llamaba Antonio Andolini, y al mismo tiempo lo apuñalo y cruzo su abdomen con una navaja, dejándolo sin vida. Luego de huir de la propiedad de Don Ciccio, Vito volvió a Nueva York junto a su familia.
La sexta escena para examinar, y las siguientes, forman parte de la primera película del Padrino, realizada en 1972. Esta comienza con una imagen de Vito Corleone con un traje negro, sentado en la oscuridad de su estudio, reunido con un funerario. Vito está acariciando a un gatito que se encuentra en su falda, mientras que el funerario le pide justicia por su hija, a quienes unos muchachos intentaron violar y golpearon ferozmente, por lo que ella no volvería a ser linda, según el funerario. Le pide a Vito que mate a esos muchachos. El ahora Padrino le aclara que eso no es justicia, ya que su hija no había muerto. Igualmente, se encargaría de que ellos sufrieran lo mismo que ella sufrió. Vito se siente ofendido porque el funerario no lo llamó Padrino, y sintió que este le faltó el respeto. El hombre se disculpa, y le dice que le pagará lo que sea, a lo que el Don se niega, aclarándole que no le cobrará con dinero, sino que algún día necesitará de sus servicios y el deberá ayudarlo entonces. Luego de verse con un par de personas más que le agradecen o piden favores a Vito, este sale hacia afuera de la casa, donde se estaba festejando el casamiento de su hija Connie. Allí, se ve feliz, ya no sombrío como en su estudio, disfrutando de su familia y seres queridos presentes en tan importante día para la familia Corleone.
La séptima escena por indagar muestra al Padrino conversando con uno de los jefes de las demás mafias que controlaban Nueva York en ese entonces, quien intentaba convencer a Vito de entrar en el negocio de las drogas. Este se negó con mucho respeto, explicando que las drogas eran un negocio maligno, no como sus negocios que eran más simples y sonsos. Santino, su hijo mayor, lo interrumpió delante de los demás hombres allí presentes para intentar convencerlo de entrar en el negocio. Su padre lo silenció, y al finalizar la reunión, en privado, le dijo que nunca debe decir sus pensamientos enfrente de personas que no pertenezcan a la familia.
Por último, la octava escena sitúa a Vito ya viejo, recién recuperado de un ataque, dificultoso para hablar y moverse. Vito estaba hablando con el menor de sus hijos varones, Michael, quien asumió el poder como Padrino. Allí, le dijo que jamás deseó que él se convirtiera en el Don de la mafia, sino que deseaba que fuera alguien importante y poderoso a nivel político, como un gobernador o senador. A su vez, le dijo que había tratado de ser cuidadoso toda su vida, ya que las mujeres y los niños podrían ser descuidados, pero no un hombre.
Del trauma y el duelo
El concepto “trauma” ha sido extensamente abordado durante el siglo XX por psicoanalistas. Interesa aquí puntualmente lo que Sigmund Freud desarrolló en sus escritos sobre el mismo. En 1920, en “Más allá del principio de placer”, mencionó las “neurosis traumáticas” como aquellas derivadas de situaciones vividas por el sujeto, donde el mismo se vio en peligro (Moreira, 2020). Años luego, en “Inhibición, síntoma y angustia” (1926), se verá reemplazado el término “trauma” por el de “situación traumática”. Mas tarde, en 1939, en el texto “Moisés y la religión monoteísta”, teorizará que las neurosis en general acontecerían como consecuencia de vivencias de índole traumática, las cuales habrían producido cierto daño al Yo.
En este sentido, y desde un enfoque un tanto más actual y que tiene en consideración las diversas épocas y pensamientos de Freud, Laplanche y Pontalis (2013) definen este concepto en su “Diccionario de Psicoanálisis” como un suceso en la vida de un individuo que se caracteriza por su intensidad, acompañada de la incapacidad del sujeto para reaccionar adecuadamente al mismo, y que generaría entonces efectos patógenos de larga duración, e incluso trastornos, afectando así a la organización psíquica del sujeto. Desde una perspectiva económica, aquel intenso suceso se traduciría en un aflujo de excitación superador de la tolerancia del individuo, fallando entonces la elaboración psíquica de tal excitación.
Por otra parte, el mencionado “Diccionario de Psicoanálisis” (Laplanche y Pontalis, 2013) también ubica una definición del concepto “duelo”. Así, el “trabajo de duelo” iniciaría con una pérdida de un objeto de fijación, dando lugar a un proceso que sucede a nivel intrapsíquico y por el cual el sujeto que sufre dicha pérdida podrá desprenderse del objeto.
Freud, en “Estudios sobre la histeria” (1895), mencionaba respecto a una histérica que habría atendido en su práctica y que habría sufrido por la muerte de un enfermo a quien ella apreciaba, esta denotaba una constante repetición de la pérdida, reproduciendo sus recuerdos y sufriendo nuevamente por ellos. Pasada esta primera aproximación al trabajo del duelo, en su texto “Duelo y melancolía” (1917) lo define como una reacción ante la pérdida de un objeto, pudiendo ser este una persona amada u otros objetos cuya importancia sentimental fueran similares, como la libertad o la patria, por ejemplo. A su vez, sostiene que este innecesariamente debería ser puesto a tratamiento, ya que, al ser una reacción normal, el tiempo llevará a su superación. Sin embargo, aclara que este podría acarrear cambios graves en la conducta, así como también una falta de interés en el mundo exterior; incluso, podría volverse patológico. Sumado a ello, cabe destacar que no habría nada en el campo de lo inconsciente con respecto a la pérdida.
Por otro lado, el duelo patológico, también llamado complicado, acontece, según Freud, cuando el proceso del duelo se vuelve patológico, donde se encontrará en un primer plano un conflicto ambivalente. Esto quiere decir que podría producirse una conformación patológica que se traduciría en autorreproches. Los ejemplos que mencionan Laplanche y Pontalis (1993) son varios, a saber: caso de que el sujeto se considerara culpable de aquella pérdida del objeto amado que aconteció, o que este se creyera poseedor de la misma causa que derivó en la muerte del ser amado, o incluso la percepción de ser influido por el objeto perdido.
Finalmente, cabe mencionar los aportes de Melanie Klein, quien en su texto “El duelo y su relación con los estados maníaco-depresivos” (1940, citada en Moreira, 2020), hace una analogía entre el duelo vivenciado en la niñez y el duelo que acontece ya en etapas más tardías del desarrollo. Se considera interesante resaltar que, según la autora, los duelos acaecidos durante la infancia serían fundamentales en la constitución psicológica, dado que estos pautarían el modelo de afrontamiento de sucesos de índole penosa durante la adultez.
En la primera escena desarrollada puede observarse que la infancia de Vito se vio inundada por situaciones traumáticas y duelos. En cuanto a los duelos, el primero que debió vivir fue el duelo de su padre, luego su hermano, y finalmente su madre. Además, podría ubicarse también la pérdida de su patria como un duelo, dado que no tuvo opción más que abandonar su tierra, su hogar, sus amigos y conocidos, con el propósito de salvar su vida. Esto quiere decir que psíquicamente debió enfrentar no solo la pérdida de toda su familia, sino también del entorno que conocía. Sumado a ello, el proceso de estos trabajos de duelo se vio dificultado por encontrarse en un ambiente de indefensión, situándose solo en un barco repleto de inmigrantes que escapaban de las malas condiciones de supervivencia en sus países. En adición, al llegar tuvo que permanecer aislado de todo contacto durante 3 meses. En resumen, Vito perdió a su grupo familiar más cercano en un período muy corto de tiempo, a la vez que no pudo tramitar su sentir de manera normal, ya que debió esconderse de los empleados del mafioso. Como si fuera poco, se suma que quedó desprotegido y sin un entorno que lo apoyara y ayudara a sobrellevar sus pérdidas. Sufrió al mismo tiempo otro duelo, la pérdida de sus raíces, de todos sus conocidos. Y no es menor el hecho de que Vito contaba solamente con 9 años de edad, incapaz de mantenerse por sí solo, sin conocimientos ni capacidad de comunicación, ya que no hablaba inglés. A su vez, se contagió de viruela.
Si bien el duelo es un proceso normal por el cual atraviesa todo sujeto frente a diversos tipos de pérdidas, se retoma aquí la teoría de Freud (1917), según la cual este podría volverse patológico en determinadas circunstancias. Dichas situaciones fueron enumeradas por Laplanche y Pontalis (2013), y se reconoce en este caso en particular la posibilidad de un sujeto de creerse responsable por la pérdida del objeto amado. La madre de Vito se sacrificó conociendo las posibilidades de que Don Ciccio le perdonara la vida a su hijo, y creó una distracción para que su hijo pudiera escapar. Además de haber sido testigo de todo el suceso, Vito también llegó a ver cómo el tiro de la escopeta hizo desaparecer el cuerpo de su madre. Si bien no se pesquisan autorreproches en el transcurso de la vida de Vito hacia sí mismo en relación a la muerte de su madre, su carácter de observador es digno de considerarse. Esto, junto a las características enumeradas en el párrafo anterior, podrían considerarse como agravantes del proceso del duelo, que lejos de tramitarse normalmente, fue vivenciado en situaciones extremas por un niño muy pequeño.
Por otro lado, al considerar la teoría de Melanie Klein, quien asegura que los modelos de afrontamiento de los duelos en la niñez serian fundamentales en la constitución psicológica, especialmente al vivenciar situaciones penosas durante la vida adulta, podría pensarse el silencio de Vito. Este callar representa quizá una imposibilidad de tramitación, que se rompe con una canción, que, salvando las diferencias, versa sobre un ser amado muy especial que ya no está.
Desde otra perspectiva, podría considerarse que estos duelos continuos y en un contexto de total desprotección conforman a su vez una vivencia traumática. Tan intensos sucesos, ocurridos de modo consecutivo, junto a la incapacidad de Vito de tramitar los mismos debido a que escapaba del Don para salvar su vida y no contaba con un ambiente de tranquilidad, podrían haber interferido en su efectiva tramitación, imposibilitando a su vez una reacción adecuada. Esto podría, además, tener efectos patógenos, variable que deber ser considerada al racionar sobre el proceso de duelo patógeno.
Del poder
Philip Zimbardo, en “Psicología del poder y del mal: (…)” (2006) asegura que cualquier sujeto, sea cual fuere su carácter, tiene potencial de verse seducido a comportarse de modo inmoral o maligno bajo ciertas circunstancias. Menciona que las variables situacionales serían fundamentales a la hora de determinar el potencial de un sujeto de desear ser poderoso, y de hacer lo necesario para conseguirlo. A su vez, considera que existen factores individuales que podrían relacionarse con el comportamiento violento y antisocial, como lo son la personalidad, el carácter, y predisposiciones psicológicas a la patología.
Por otro lado, Bandura (1988, citado en Zimbardo, 2006) teoriza sobre otra metodología que determinaría que individuos ordinarios tendrían posibilidad de volverse sujetos con conductas inapropiadas hacia los demás, a saber, la “Desvinculación Moral”. Esta indica que un sujeto podría desvincularse de su conducta inadecuada a través de mecanismos cognitivos tendientes a alterar 3 aspectos personales: 1) la percepción propia sobre comportamientos indignos, justificando los mismos desde una perspectiva que los haga parecer éticamente correctos; 2) la apreciación sobre los efectos de tales conductas, que a pesar de ser perjudiciales, son tergiversadas para apartarlas de su carácter; y 3) la responsabilidad propia ante las consecuencias de las conductas amorales. A esto, Zimbardo añade el papel principal de los controles cognitivos que suelen guiar los comportamientos aceptables, bloqueados ante las conductas indecentes con la finalidad inconsciente de suspender esos procesos, anulando así la responsabilidad y la moralidad ante los mismos.
Finalmente, Shalom Schwartz y M. Barnea, en “Los valores en las orientaciones políticas” (1995), definen al poder como la necesidad de prestigio social, así como también sería un deseo de poseer y ejercer control sobre otras personas y/o recursos. En correspondencia, se destaca la relación entre el “poder” y otros valores mencionados por Schwartz y Barnea, a saber: el logro, que refiere a la búsqueda del éxito personal a través de competencias valoradas socialmente; la seguridad, mediante la cual, en conjunto con el poder, se pretende controlar las posibles amenazas del entorno, controlando relaciones y recursos. Además, se relacionan también la benevolencia y la tradición, dado que en la escala de valores propuesta por los citados autores se encuentran cercanos, lo que indicaría que quien considere al poder como importante, considerará de igual modo a los demás valores cercanos en la escala. Así, la benevolencia alude al bienestar de las personas con las que uno se rodea, siendo fundamental la lealtad; y la tradición remite al respeto y continuación de costumbres y normas culturales, también provenientes de generaciones anteriores.
Podría explicarse tanto con la primera escena, y con varias siguientes, lo fundamental de la familia y los amigos para Vito. Al haber quedado solo de tan pequeño, el lugar que este dio durante su vida a su familia fue central. En la segunda escena, le aseguró a su amigo que su mujer e hijo eran los más preciado en su vida, y al perder su trabajo, en vez de encontrarse enojado con su patrón, este le agradece por haberlo cuidado como lo haría un padre. En cuanto a la amistad, se demuestra su valor, dado que Clemenza era un desconocido, pero se arriesgó a ayudarlo por ser italiano; la gran estima por los lazos de la patria aparece también en esta escena en tanto Vito se pregunta por qué, siendo Italiano, Fanucci molesta a otros de su misma nación.
Luego, en la tercera escena, muestra su gratitud ante sus amigos por haber confiado en él, y luego de haber asesinado a Fanucci, se reúne con quienes tienen su más preciada estima, su familia. Cabe mencionar que, en esta escena, al igual que en la anterior, vuelven a aparecer situaciones de injusticia, debido al mafioso que maltrata y reclama dinero que no le corresponde, y que fue el responsable de que Vito se quedara sin trabajo, del cual dependía para mantener a su familia.
En la quinta escena, familia y amigos vuelven a posicionarse centralmente, pues primero están las visitas sociales y luego los negocios, y, finalmente, su venganza. En la sexta, se ve ofendido con el funerario, no solo porque este le pide realizar una injusticia, sino, fundamentalmente, porque no lo ha llamado padrino, lo cual denotaría una falta de respeto para el Don. Al final de esta, se ve alegre cuando logra desprenderse de los negocios para ir a bailar con su hija y disfrutar del día junto a sus seres queridos. Finalmente, en la séptima escena, le dice a Santino que nadie ajeno a la familia debe saber nunca sus pensamientos. Esto podría interpretarse nuevamente como un posicionamiento de la familia como única merecedora de las ideas y voluntades, siendo esta la primordial en la vida de un hombre.
Esta gran valorización de la familia y los lazos de amistad se relaciona íntimamente con la teoría de poder que es abordada en este trabajo. Un valor que se relaciona estrechamente con el deseo de poder es la tradición. Esta se asocia a la búsqueda del mantenimiento de las costumbres de una comunidad y de las propias reglas familiares. Por ende, se manifiesta en todo momento en que Vito se refiere a su familia como lo primordial. Esto también sucede en tanto el Padrino demuestra benevolencia, ya que, al pedirle favores, se ocupaba de que sus vecinos y conocidos italianos también estuvieran contentos con los resultados alcanzados. Específicamente puede mencionarse la pregunta sobre por qué Fanucci molesta a italianos siendo italiano, dado que a Vito esto podría parecerle incoherente por su percepción sobre la lealtad y los lazos de comunidad. Esto se vincula, al mismo tiempo, con la estima por la seguridad del grupo, factor que se nota es importante para Vito en tanto busca controlar toda problemática que pudiera surgir a sus seres queridos, no solo interviniendo para solucionar, sino buscando también prevenir, controlando el entorno, sus recursos, y a las personas. Se suma a su vez el logro, que Vito denota en cuanto pretende volverse quien ayuda a quienes le demuestran lealtad, socorriéndolos frente a la adversidad con el recurso que pueda, lo cual a nivel social es altamente valorado.
En definitiva, todos estos valores recaen sobre uno primordial a trabajar y que se observa reiteradamente en Vito: el deseo de poder. Siguiendo con Schwartz y Barnea, el poder refiere a una necesidad de ser prestigioso frente a los ojos de los demás, posibilitando el uso y control de los recursos. Según Zimbardo, cualquier sujeto podría caer en el deseo del poder, donde las variables contextuales y personales de cada individuo se vuelven decisivas en dicho suceso. Podría decirse que, al haber vivenciado un gran monto de situaciones de injusticia, hacia él y hacia los demás, durante su vida, surgió en Vito este deseo, de dejar de ser pisoteado por los demás mafiosos. Esto se demuestra, por ejemplo, al decirle a sus amigos que le deberán un favor por su accionar; también en cuanto envía al arrendatario a preguntar por el barrio si él era bueno devolviendo favores, esperando que este reaccionara en su favor.
Se observa en Vito, por otra parte, un mecanismo para quitar seriedad a sus acciones consideradas no tan éticas. En la séptima escena, le dice otro de los jefes mafiosos que no entraría al negocio de las drogas dado que sus negocios eran más inofensivos, no como las drogas a las cuales consideró un trabajo sucio. Esto, según Bandura, podría decirse que es una desvinculación moral, proceso psíquico a través del cual el Padrino buscaba restar importancia a sus crímenes. En primera instancia, justificó su tráfico de alcohol y juego como si fuera una falta mínima, haciendo parecer que su crimen no era tan grave. A su vez estaba restando valor a las consecuencias de sus delitos, como si el juego y el alcohol no fueran factores de adicción, además de haber sido ilegales en aquella época. Luego, se resta responsabilidad, en todo momento, ya que al hablar de lo “sucio” de sus negocios, Vito asegura que todo su desempeño ha sido en pos de proteger y velar por los intereses y el buen pasar de su familia, justificándose a sí mismo.
Del autoritarismo
En 1950, el Grupo de Berkeley, encabezado por Theodor Adorno, estudió la “Personalidad Autoritaria” (Sangrador García, 2006). Estos realizaron una escala con 9 características que conformarían el “Síndrome Autoritario”. En este apartado, considerando el tema central de este escrito, se considerarán únicamente 2 de ellos, a saber:
De esta manera, los autores del Grupo de Berkeley (1950, citado en Sangrador García, 2006) definirían a una persona autoritaria como un entusiasta de las ordenes, que buscaría conformidad y seguridad en su vida.
Considerando los aportes de Sangrador García a la personalidad autoritaria, vuelve a hacerse presente el factor del poder sobre otros y la dureza en los castigos, ya explicado previamente en relación a las actitudes de Vito. Se suma a ello la “agresión autoritaria”. Este factor puede observarse en la sexta escena, donde envía a sus matones a golpear duramente a los jóvenes, al igual que suele hacer ante los pedidos considerados “justos” de sus lazos afectivos. En la octava escena, se demuestra el deseo de poder en tanto Vito siempre se ha tenido a políticos importantes en sus bolsillos, factor que se condice con el actuar autoritario, el que busca alinearse con otros considerados poderosos. Asimismo, le expresa a Michael que el nunca deseo que se convirtiera en Padrino, pero si esperaba que fuera una figura política fuerte, importante, respetada y poderosa.
De la venganza
En “Venganza y culpa: vicisitudes de la subjetividad” (2016), Sofia Depetris hace una breve definición del concepto. La autora menciona que la venganza se vería estrechamente ligada a la agresión. Esta última refiere a una privación, una sensación de vacío en lo real. En este sentido, la venganza sería un método para llenar dicho vacío, dado que promueve al individuo a buscar una compensación ante injurias que pudiera recibir, dando al mismo un sentimiento de valentía para llevar a cabo el acto.
Por otra parte, Eran Rolnik, en “Venganza y autosacrificio como arma política” (2017), asegura que según el Psicoanálisis la venganza es un fenómeno correspondiente al individualismo interno de un individuo. Revelaría, además, un reclamo, deseo por recuperar algo que le ha sido robado, pudiendo esto ser elementos psíquicos, no solo elementos materiales.
En suma, José Assandri, en “La venganza: ¿un plato que se sirve frío?” (2021) define a la venganza como una figura que requiere una planificación. Así, destaca que este concepto se suele acompañar con una cualidad específica, la frialdad, dado que, en la venganza, generalmente, se ve implicado mucho daño, y mucha sangre.
Se aborda aquí, entonces, la “venganza”. Esta, según Depetris, se encuentra ligada a la necesidad o deseo de agresión. Sumado a ello, un deseo de recomponer injurias producidas y llenar vacíos materiales y emocionales (Rolnik, 2017). Además, cabe destacar que, en palabras de Assandri, es necesario ser frío y calculador para tomar venganza, pues este acto requiere de mucha planeación. La capacidad de planeación de Vito se demuestra cuando fue a matar a Don Fanucci (tercera escena), dado que ya conocía el camino por donde pasar para que nadie lo viera, eligió un día donde la muchedumbre y el ruido de la fiesta no dejarían notar los ruidos de los disparos, se cercioró también de que la casa del Don estuviera vacía, e incluso ideó dónde esconder las partes de su arma para que nadie la viera, así como la toalla que utilizó como silenciadora de ruido para los disparos. A su vez, planeó en detalle la muerte de Don Ciccio, ya que fue a verlo con su amigo, quien lo introdujo buscando que Ciccio le pidiera acercarse, y quien luego lo ayudo a defenderse de los matones del Don.
Por otra parte, su búsqueda de recomponer injurias e insultos no es solo hacia sí mismo y su familia, lo cual se nota reiteradamente cuando ayuda a sus vecinos, amigos e incluso al funerario, quien sintió que la había faltado al respeto.
Por último, en cuanto al deseo y búsqueda de agresión, puede decirse que las muertes de Fanucci y de Ciccio no fueron sensibles ni indoloras. Fanucci murió de dos disparos en su abdomen y rostro, pero, aun así, Vito se le acercó y puso su arma en su boca, efectuando su tercer disparo. En cuando al asesinato de Ciccio, Vito eligió apuñalarlo y abrirle el abdomen de un extremo al otro, lo que podría dar cuenta de su deseo de hacerle daño a ese Don, que sufriera durante sus últimos alientos.
Conclusiones
Pese a trabajar con un personaje, a quien es imposible preguntar o ahondar en su sentir, podría hipotetizarse que su ambición en su búsqueda de poder estaría estrechamente relacionada con las injusticias vivenciadas durante su infancia y adultez, siendo la venganza el método escogido para solventar un poco de ese dolor.
Como se explica en el desarrollo, los duelos acontecidos en la vida de Vito Corleone fueron varios, al mismo tiempo, sin contar con un entorno protector y viéndose desamparado frente a la adversidad. Habiendo escapado de un mafioso, que lo dejó huérfano y buscaba asesinarlo, años más tarde se topó con otro que también volvió difícil su vida, dejándolo sin trabajo, amenazándolo y queriendo cobrarle injustamente por su trabajo. Las reiteradas circunstancias de injusticia acontecidas, sumadas a lo complicado de los procesos de duelo y a su posterior dificultad para trabajar honestamente y mantener a su familia, podrían explicar el deseo de Vito de volverse poderoso. Con el fin de que a su familia no le faltara nada, aunque le haya parecido inofensivo, se volvió corrupto, adentrándose en negocios ilegales, violencia y delitos graves.
Queda pendiente estudiar más en profundidad los duelos patológicos y su relación con el carácter frío y calculador, sumada a la personalidad autoritaria, para adentrarse aún más en el vivenciar de “El Padrino”.
Referencias:
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NOTAS
El Poder y la Sangre
El Padrino es un film basado en la novela de Mario Puzo. Es una verdadera radiografía de los orígenes de la Mafia, hasta su ramificación en especial en Estados Unidos. De Sicilia sin escalas al país del Norte. Una familia pobre, y la buena narración y el punto de vista desde el personaje central Vito Corleone y todas sus carencias económicas que padeció en el pasado, lo convierten ya instalado en Nueva York, en una de las cinco familias que dominan la ciudad integrando la tan temida “Cosa Nostra”. La historia comienza en el verano de 1945, cuando se celebra la boda de Connie (Talia Shire) y Carlo Rizzi (Gianni Russo). Connie es la hija de Don Vito Corleone (Marlon Brando), cabeza de la familia Corleone, Es interesante el perfil psicológico del personaje central que poseía una doble personalidad. Se comportaba de una manera con la familia, se podría decir en forma cariñosa, y era implacable con sus rivales de los que se había repartido el territorio o con comerciantes u otras víctimas del mafioso que se rebelaban y no querían que les sacara más de dinero de la recaudación que tenían en sus respectivos negocios, además el juego clandestino, la prostitución y el alcohol eran la moneda corriente y el suculento negocio en el que el jefe del clan corrompía a policías, políticos y jueces para actuar con total impunidad. Vivía al límite y con el tiempo y ya anciano delegaba sus negocios a sus hijos Michael y Sonny Corleone. En una guerra total entre los capos mafiosos, cuando llega al peaje de una autopista, es acribillado a balazos Sonny el hijo de Vito Corleone ,. Venganza, Sí, rencores, también odio y ese combo llevado hasta el mismísimo infierno hace intolerable una guerra sin fin entre iguales. Se merecía ese final el hijo de Vito o era parte de la barbarie cotidiana entre pandillas. Aquí hay que hacer un paréntesis, para el clan ya que la vida o la muerte era la cara de una misma moneda y ellos decidían quien vivía y quien no y cuando le tocaba padecerlo en carne propia no lo podían aceptar ya que actuaban con total impunidad llenos de asesinatos en su currículum y como provocaban situaciones límites sin un raciocinio moral y ético a ellos no le podía suceder lo que ocasionaban a los demás mortales. Solo la justicia y Dios podían condenar esos actos criminales. En la visión de Vito o de sus hijos, no eran ni buenos ni malos eran “empresarios del crimen” y había que convivir en la ciudad con éstos popes del mal. Los verdaderos padrinos de esa época eran: Frank Costello (1891-1973), Carlo Gambino (1902-1976) y Joe Profaci (1897-1962), sus manos estaban llenas de sangre y se vanagloriaban y disfrutaban del miedo que producían en la sociedad. Está comprobado por estudios realizados en las mejores Universidades del mundo que hay dos tipos de sociópatas, uno que sale en sus mapeos mentales que tienen esa condición pero que está latente y no se desarrolla, para dar un ejemplo son los Machos Alfa que conquistan a las mujeres sin ningún esfuerzo: El Famoso Don Juan, y otras personalidades que agreden a mujeres y/o hombres por igual porque se desarrolla esa patología. Los mafiosos en general se comportaban como sociópatas activos, no pasivos como otros.
Palabras Claves – Mafia – Venganza – Muerte – Odio – Impunidad - Asesinato
Excelente artículo. A partir de esta lectura me surgió la pregunta sobre el destino de sus hijos, en especial el de Michael, interpretado por Al Pacino. A diferencia de su padre, la infancia de Michael no estuvo signada por la tragedia y el duelo. Él conoció un mundo fuera de la familia y en el comienzo de la trilogía, lo vemos decididamente alejado de los asuntos mafiosos de los Corleone. Aún así, Michael terminó ocupando el lugar de su padre como líder de la familia. A qué se debe esto? Se me ocurre que una pista podría estar en la fuerte pregnancia que tienen ciertos mandatos y estereotipos de hombres y mujeres dentro de la mafia, y como la institución de la familia se entrelaza con las actividades de un crimen organizado. Los fantasmas de lo familiar y la Ley paternal que repiten en la pantalla lo que Freud ya describió en el mito de la horda. Un padre que detenta todo el poder, que establece una Ley verdadera. Hay cierta endogamia operando entre los Corleone, en cuanto a que lo más íntimo, los secretos de su actividad se guardan para aquellos que son miembros. Incluso Tom, el hijo adoptivo de Vito, a pesar de ser consejero y de confiaza, tiene un pie afuera en muchas situaciones decisivas. Michael repite la historia de su padre y de una manera profética, sella el destino completando el mito de la horda: una vez muerto su padre, Michael asesina a su hermano, completando la figura con el parricidio que Freud describe en la Horda Primitiva. Hay un montón de coordenadas interesante en el pensamiento psicoanalítico para intentar entender qué pasó con el destino de Michael.
En cuanto al análisis de la película me parece interesante como se destaca el hecho de que Vito tiene que atravesar no solo el duelo por la muerte de sus padres sino también, de sus raíces y en este punto me parece pertinente agregar que también realiza un duelo sobre su propia identidad, ya que al viajar hacia el otro país, su apellido se le cambia por “Corleone”, como su lugar de pertenencia. Tal como se plantea en el desarrollo, estos duelos fueron vivenciados en una situación muy particular, de extrema vulnerabilidad por un niño muy pequeño, que se encontraba enfermo y estaba sumamente desprotegido, sin un entorno que lo apoyara, en un país donde no comprendía el idioma, todos estos putos conforman una vivencia traumática, ya que hay una incapacidad por parte de Vito de tramitar todos estos sucesos de manera efectiva.
Como destaca la autora, es interesante la teoría de Melanie Klein donde plantea que el afrontamiento de los duelos en la niñez son determinantes en la constitución psicológica del sujeto, que lo determina en la vida adulta de como afrontar situaciones penosas durante la vida adulta, y así se destaca la forma de actuar silenciosa, pensativa y solitaria de nuestro personaje.
Y en esta línea coincido con la autora, en cuanto a que Vito al haber atravesado por varias situaciones de injusticia, surgió en él el deseo de dejar de ser pisoteado por los mafiosos y volverse poderoso, aunque siempre valorando y dándole centralidad a los lazos de familia y amigos.
Para partir de la pregunta de la autora, la relación con el deseo de poder adulto puede entramarse con los no duelos de la infancia. Ante lo planteado por Stagno sobre el trauma en Freud, surge la incógnita sobre los recursos simbólicos de Vito para poder tramitar el asesinato de su madre (padre y hermano), pero también el propio riesgo mortal. Freud (1920) sostiene que el aparato psíquico dirige una contrainvestidura correspondiente al punto de intrusión del estímulo híperpotente por lo cual se empobrecen las demás funciones. Salvarse para él vino de la mano de quedarse solo. Cuando se está solo, no hay que decir. Pero también hay que pelear por vivir. Y tal vez no haya formar de duelar que poner en palabras, una y otra vez. Pero para eso se requiere tiempo, que Vito no tiene porque debe huir. Tal vez el duelo fue pensar el intercambio de muertes. Ese niño de 9 años, solo, en otro país y aislado ¿pudo elaborar las pérdidas para vivir en el mundo o la venganza lo mantuvo vivo en el mundo?
Una venganza que no se planificó de manera previa a la muerte de Don Ciccio, sino que fue calculada y elaborada desde los 9 años del niño, cuando el mismo Don dice que lo va a matar para que Vito no se vengue cuando sea grande. Es este mafioso quien sugiere a Vito, que la forma de resarcirse por lo ocurrido es la muerte. De este recurso Vito se aferró para continuar. No se trata de mugre o negocio sucio, la muerte para él es vida.
Me pareció muy interesante y rico el artículo, y estoy de acuerdo con lo desarrollado.
Me hizo reflexionar sobre la vida de este personaje -cuando vi la peli, la vi desde otra perspectiva-, ya que como se menciona en lo desarrollado, Vito pasó desde su niñez por situaciones difíciles, y sin un sostén que le brindara seguridad, es decir, esas injusticias vividas durante su infancia y adultez pueden relacionarse con armarse un nombre, el nombre con el cual todos lo respetan. Padrino como significante que lo representa y lo hace.
Pienso también, que ese trata de una construcción identitaria surgida a raíz de un trauma, el padrino como alguien que inspira respeto, pero también como alguien frío y calculador, propios de su nombre, desde mi opinión, esto puede relacionar con el duelo patológico que se menciona en el artículo, ya que necesitó algo para poder sobrellevar las múltiples pérdidas, mientras intentaba sobrevivir, es decir, ser el padrino, frio y calculador como herramienta de simbolización de sus perdidas.
Saludos.
Película:El padrino
Titulo Original:The Godfather
Director: Francis Ford Coppola
Año: 1972 / 1990
Pais: EEUU
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