UBA
Resumen
El bullying es un tema que ha adoptado gran relevancia en las escuelas de todo el mundo. Niñas y niños entrando a la adolescencia, que sufren o son parte del acoso. Relaciones de poder que no siempre terminan bien. Peleas y maltratos que ponen en peligro sus vidas.
Muchos de ellos logran sobrellevar estos momentos y otros sucumben en el intento.
En una comparación entre la protagonista del film, Alejandra, y su homónima Alejandra Pizarnik, se entretejerá este análisis. Las palabras de la poetisa nos adentrarán a darle sentido a un dolor no dicho por parte de la protagonista.
El duelo es un proceso lógico en la etapa de la adolescencia. ¿Qué sucede cuando a su vez hay que afrontar un duelo ante la madre perdida? ¿Hay un después frente a la irrupción inesperada del trauma?
El tema del acoso físico o psicológico al que someten de forma continua a un alumno sus compañeros, llamado bullying, no es un tema nuevo en el cine. El cine permite hablar de situaciones que deberían ser más visibles. Tal vez después de este film podamos comenzar a analizar una problemática muy actual como es el bullying.
Palabras Clave: Bullying | Adolescencia | Trauma | Duelo.
"After Mourning Lucia"
Abstract
Bullying has adopted great relevance at schools all around the world. Children becoming adolescents, who suffer or take part in the harassment at schools. Relationships based finding out who is the most powerful is, and that not always end up well. Fights and disrespect that put their lives in danger.
A lot of them succeed in overcoming those that moments and others failed while trying.
The analysis would be between Alejandra, the protagonist of the film, and Alejandra Pizarnik, the poetess. Alejandra Pizarnik´s poetry will help us give a meaning to the unsaid pain by the protagonist.
The grief is a logic process in the adolescence. What happens when you also must face grief due to the loos of your mother? Is there a “pivotal subsequent moment” after the unexpected trauma?
Bullying is not a new concept in the cinema industry. The cinema allows us to talk about situations that must be more visible. Perhaps after this film we might be able to analyze a current problem like bullying.
Perhaps After Lucia…
Keywords: Bullying | Adolescence | Trauma | Grief.
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“…Es el subsuelo. No veo a nadie. No puedo ver a nadie. Estoy cansada. Me termino. Me hundo. No puedo hablar. ¿Qué espero?” ALEJANDRA PIZARNIK, 2007, París. [1]
El tema del acoso físico o psicológico al que someten de forma continua a un alumno sus compañeros, llamado bullying, no es un tema nuevo en el cine.
Podemos pensar en “Carrie” dirigida por Brian de Palma de 1976, otra película famosa es Karate Kid dirigida por John Avildsen. La primera se basa en el libro célebre de Stephen King acerca de una joven, Carrie White, criada por una madre evangelista y misógina. La joven introvertida al máximo sufre un bullying constante en el instituto. En su primera menstruación en las duchas del colegio el desconocimiento y horror que siente hacia su propio cuerpo se convierte en una pesadilla cuando las demás chicas del vestuario se ríen de ella. En Karate Kid, Daniel LaRusso llega a Los Ángeles dispuesto a hacer amigos, pero rápidamente se convierte en el blanco de los ataques de un grupo de estudiantes de karate. Por eso, le pide ayuda a Miyagi, un maestro de artes marciales que cambiará su vida.
En 2000 se estrena Cadena de Favores dirigida por Mimi Leder, en donde su protagonista Trevor planea elaborar una cadena de favores en las que cada persona haga un favor a otros tres, y estos a su vez a otros tres. Vemos como Trevor presencia el acoso que le hacen a un compañero y no se anima a intervenir por las consecuencias posibles.
Punto de no retorno es un corto dirigido por Carlos de Cozar sobre un hecho real, Sergio acaba de cumplir doce años. Es un niño ejemplar; dócil, inteligente, responsable... Sus padres ven en él una larga vida llena de éxitos, amor y felicidad. Por otro lado, cuatro compañeros de su clase ven en él una víctima perfecta con la que divertirse a costa de su bondad e inocencia. Sergio, ante tal situación, hará lo posible por resistir y seguir hacia delante, dejando en ello todas sus energías.
Ben X es una película del 2007 dirigida por Nic Balthazar, que cuenta la historia de un chico que padece síndrome de asperger y por ello es maltratado constantemente. Inspirada en un caso real, es a menudo vejado y en ocasiones obligado a realizar acciones humillantes en contra de su voluntad. El joven se refugia en un videojuego (ArchLord) como método de evasión, conociendo a una chica a la que contará que está dispuesto a “acabar el juego”, es decir suicidarse. Luego en 2008 Cobardes, película que nos cuenta la historia de Gaby, un chico pelirrojo que recibe el acoso continuado de un compañero de clase que no duda en acosarle debido al respeto que obtiene por parte del resto de la clase.
En 2009, España nos sorprende con Bullying, que refleja la vida de Jordi, un joven que cambia de ciudad junto a su madre y que, al empezar a asistir a clases, comenzará a sufrir de manera continuada el acoso de Nacho. La película refleja la incomprensión hacia los fenómenos del acoso, la ocultación de la situación y las consecuencias y agresiones que pueden llegar a sufrir algunos afectados por el acoso escolar.
En 2011 Bully, un documental dirigido por Lee Hirsch, trata sobre la vida de cinco adolescentes y las diferentes formas de bullying y acoso que tuvieron que afrontar. La película realiza saltos adelante y atrás en el tiempo para describir sus vidas.
En Desconexion de 2012, nos adentramos en la vida de Ben, un joven reservado que entra en una broma peligrosa, la cual lo lleva a intentar suicidarse y termina confinado a un estado vegetal en un hospital. Esta película desarrolla no solo el cyberbullying, sino el trasfondo y quiebre familiar cuando algo de este tipo sucede.
Y así podríamos continuar con films, cortometrajes, libros, sucesos acerca de este tema tan complicado que atraviesa las escuelas en el mundo.
Para que el bullying se presente se necesitan factores específicos tales como ciertos perfiles de sujetos que representan un “personaje” en el círculo de la violencia al interior de las aulas.
Es interesante la teoría que desglosa Rosa Serrate, en su libro “Bullying, acoso escolar, guía para entender y prevenir el fenómeno de la violencia”, los diferentes caracteres que define entre los intervinientes en este tipo de cuestiones.
Los cocodrilos, que son uno o dos nunca más de tres, representan el papel de devoradores físicos y psíquicos que viven del dolor que ocasionan sus acciones. Las pirañas, inocentes por sí mismos, pero siempre alrededor del cocodrilo, apoyándolo cuando esta derrama la sangre física o psíquica de la víctima y por último se encuentran las gacelas, cuyo único objetivo es pasar inadvertidas y poseen un comportamiento absolutamente individual y nunca socorren a la víctima, es el personaje al que se le define como la mayoría silenciosa. El bullying está conformado por quien mira o graba una situación, como por quien la sufre a diario.
“…La violencia escolar es un fenómeno que afecta a todas las escuelas en un nivel que va del 5% al 15% en la primaria, y del 2% al 18% en la secundaria…” (Ortega 1998). [2]
Es un problema que ha existido siempre, pero hoy se agranda pues tenemos más vectores para ello. El cyberbullying, el bullying psicológico, el verbal, el físico, el sexual y social.
“…El bullying es una relación de agresión entre iguales, donde un alumno o alumna está expuesto de forma repetida y durante un tiempo a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o grupo de ellos/as (…) Además, presenta un desequilibrio de poder o de fuerza entre las partes implicadas en la situación (agresor/ víctima). Estas acciones pueden ser físicas, verbales o indirectas” [3]
El primer plano de Después de Lucía, está filmado desde el interior de un coche, con la cámara fija ubicada sobre la guantera.
Es una invitación del director Michael Franco a sentarnos dentro de ese coche para arrancar con esta historia. Nos provoca, ¿Quieren ver?, ¿Quieren saber?; tiene un costo. Como el comienzo de un análisis, siempre hay un costo.
Desde el coche vemos cómo un mecánico le cuenta a Roberto (Hernán Mendoza), el padre de Alejandra (Tessa La), lo que sucedió en ese accidente… ¿Cómo?, enumerando cada parte que debieron arreglar del coche en cuestión.
Entonces el padre se sube al auto, aún no vemos su rostro… y nos lleva, nos conduce a una carretera cualquiera donde decide abandonar el coche y con él lo sucedido, su pasado… Y como si fuese poco, un cartel nos lo confirma… “DESPUÉS DE LUCÍA” …
Roberto nos abandona en ese vehículo, como dándonos un respiro, nuevamente. ¿Quieren ver?, ¿Quieren saber? se aleja, y nosotros, nos quedamos dentro del automóvil esperando ver, queriendo saber más.
Y COMIENZA EL DESPUÉS: Una niña frente a un inmenso mar, un mar que será una metáfora de un útero materno que la envuelve, la contiene y protege.
Un mar que nos presenta una joven a la cual no vemos, solo se hace visible dentro de un auto, con nosotros como protagonistas invisibles. Esa joven se despide de su madre, de Lucía, de ese mar, la abandona, deja ese útero para comenzar de nuevo. Y ese viaje comenzará con preguntas que buscan respuestas. Pero ese camino es largo, hasta encontrar el ovillo del nuevo destino.
Nuestro después se ubica en una casa vacía que habrá que poblar, pero no es gratis. Deberán duelar y llorar aquello que ya no está. Y cuando el padre comienza a contarnos de él, de sus vajillas, sartenes y ollas, porque es chef, nos muestra su dolor, su llanto.
Luego comenzamos a saber de Alejandra, una joven cualquiera en su nueva escuela, con sus nuevas reglas. Aprendemos que es de Puerto Vallarta, que le gusta surfear, que su padre tiene trabajo de chef, que abrirá un restaurante, que fuma un poco de marihuana. Hasta ahí una adolescente cuasi esperable. Pero nos sorprendemos cuando ante la pregunta de sus amigos: “¿Y tu mamá?”, responde “se quedó en puerto Vallarta”. En verdad no miente. Su pasado y con él su madre fallecida están cerca del mar. Y está tan lejos que es imposible conocer a Lucía, en ningún momento aparece en el film.
Padre e hija en los planos largos elegidos por el director, se comunican vagamente.
Y comenzamos a conocer al padre que está presente, pero viviendo ausencias, que descubre cosas de una hija que no sabía, que no se anima a indagar, que la mira y no la ve, que deja su trabajo ante la decisión más firme y clara que rondará todo el film…”no voy a poder” … Y se hunde en su tristeza, en su desazón. Un hombre derrotado, enojado, que pelea con un sujeto como enfrentándose con la vida, y nos deja dentro del auto nuevamente mientras lo esperamos.
Otra vez; ¿Quieres saber?, ¿Quieres ver?, tercera oportunidad…
Y comenzamos a ver a unos adolescentes bebiendo, fumando marihuana, jugando con sus cuerpos. Y entre la diversión y el placer se entrevé una Alejandra llorando sin saber el motivo. La visualizamos llorando por primera vez, como si nos anunciara el dolor que le asiste duelar a su madre, cuando además está duelando su infancia.
El duelo por el cuerpo infantil culmina en este período con el logro de una nueva imagen de sí con la cual el adolescente se identifica. Este proceso de duelo es uno de los núcleos de la adolescencia. “…El cielo tiene el color de la infancia muerta…” [4], nos dice Alejandra Pizarnik. Y para nuestra Alejandra el color del mar tiene el color de la madre muerta.
No es casualidad que los y las adolescentes vivan sus emociones en “la noche”. Esa noche es un lugar donde les da un tiempo en el que son dueños, en donde no son desplazados por el adulto. Y especialmente en el caso de Alejandra donde no debe estar atenta a un padre desarmado. Muchas de las decisiones que toman los y las adolescentes en este momento son equivocadas, pues aún se gestan en un precipitado nudo de sensaciones confusas y no identificadas.
Freud nos anticipa la acción límite de la joven en su texto “Duelo y melancolía”. “Para cada uno de los recuerdos y las situaciones de expectativa que muestran a la libido anudada con el objeto perdido, la realidad pronuncia su veredicto: el objeto ya no existe más, y el Yo, preguntado por así decir, si quiere compartir destino se deja llevar por la suma de satisfacciones narcisistas que le da el estar con vida, y desata su ligazón con el objeto aniquilado...” [5]
Y entre emoción y emoción, límite y límite, la vemos tener sexo con un joven mientras es filmada. Una desesperada entrega sexual en busca de esas satisfacciones que le den vida, de placer ante la vida, de sentir un después de la muerte, un hoy. Porque ella sabe que al volver la espera la muerte, la muerte de Lucía, muerte que ve en su padre a diario, en la mirada de él que no puede entrar en el ahora. Y suma la muerte de su cuerpo infantil, su propio duelo adolescente en el acto sexual. Este proceso de duelo fue postulado por Aberastury y Knobel en su libro “La adolescencia normal”, explicitando que el adolescente se verá inmerso en tres duelos, el duelo por el cuerpo infantil, el duelo por los padres infantiles y el duelo por la identidad.
Y esa realidad que se presenta tan complicada para nuestra adolescente protagonista se le suma el duelo de un trauma por la muerte abrupta y trágica de su madre.
Y aquí comenzamos a entender el póster de la película, ese rostro que expresa el golpe, “Un trauma”, podemos pensar en los golpes de la vida, el destino. El trauma sobreviene cuando existe un conflicto psíquico que le impide al sujeto integrar en su estructura psíquica una nueva experiencia por medio de defensas adecuadas. “…Una situación es traumática cuando su nivel de excitación encuentra al aparato psíquico desprevenido y atraviesa la barrera de protección antiestímulo…” [6]
Alejandra se encuentra con que ese video intimo fue viralizado, y todo el colegio sabrá de él. Un abismo entre el ser o dejarse ser. Una metáfora del pájaro que ha nacido para volar, pero está en la jaula diría Pizarnik, “…La jaula se ha vuelto pájaro…”.
Nuestra existencia no depende de nosotros, dependemos de otro al vivir en sociedad. El pájaro depende de que le abran la jaula para poder volar. No soy solamente lo que hago, sino lo que hacen conmigo. Y todo esto el adolescente omnipotente a veces lo olvida. Y volviendo a nuestra homónima Pizarnik, “…he sido toda ofrenda, un puro errar de loba en el bosque, en la noche de los cuerpos…” [7]
Y aquí nos paramos frente a un tema muy difícil; el bullying y todas sus formas.
Y comienza el acoso con los carteles denunciando “puta”, situaciones de acoso físico y moral, abuso sexual, miradas, situaciones donde el poder está puesto en someter al otro frente a la imposibilidad de contar el motivo, mostrar el film íntimo. Calla y obedece…
Alejandra frente a su problemática, y su desesperación frente a un padre derrotado, decide aceptar su destino colocándose un vestido de su madre, como quien antecede ella murió y yo he de morir también. “…Cuando llegamos al centro de la oscuridad el bosque se abrió. Murieron las formas despavoridas de la noche y no hubo más un afuera y un adentro…” [8]. Otra vez Alejandra Pizarnik pone en palabras la entrega de nuestra protagonista frente a lo inevitable de la sensación de muerte que la habita.
Se viste con la ropa de la difunta madre, y se entrega al castigo por el surgimiento del sentimiento de culpa característico de una etapa como la adolescencia.
“…Habitualmente lo que el adolescente siente es que la vida ha perdido sentido, dado que ese sentido lo daban sus padres idealizados. Si desde esta actualidad, el sentido de su vida le corresponde, la otra pregunta que surge es: “quién soy yo y qué deseo”, ya que “quién era yo “y “qué deseaba” pertenecían al patrimonio parental…” [9]
Frente a este vacío y confusión se deja castigar, una de sus amigas celosa de que el muchacho en cuestión (José) esté junto a Alejandra muy seguido, y que la haya elegido sexualmente también, comienza a maltratarla. La viste como prostituta y corta su pelo, busca transformarla en una horrible criatura, para que no sea un deseo de nadie.
Alejandra trata de defenderse, con todas sus fuerzas. Pero no puede, el hoy y el ayer se le confunden en su dolor, se entera de que el padre abandonó el auto de la madre, y recuerda el accidente. Entra en un mutismo acerca de lo que se encuentra vivenciando. Un “de eso no se habla”. La mudez del adolescente es una manera de evitar hablar de verdades, en nuestro caso, de la culpa ante la muerte materna ya que ella se encontraba junto a su madre en el auto el día fatal. Por lo tanto, se deja castigar, por haber hecho real la muerte de su madre, la cual está dentro de las fantasías adolescentes, la muerte parental para diferenciarse, para lograr ser otra.
En una escena muy dura sus compañeros le preparan una torta por su cumpleaños de tierra o excremento, no queda claro y la obligan violentamente a comerla. Sometiéndola entre varios hasta que Alejandra termina vomitando. Trágate la torta y las palabras.
Ella no grita, no avisa. “…El adolescente siente que no puede transmitir sus pensamientos pues existe el riesgo de ser abandonado y que el sentimiento de desamparo deje su aparato psíquico desmantelado, (…) si bien “cerrar la boca” tiene la resignificación de retener información, o de diferenciarse, también ese silencio involucra dolor” [10]
Luego en un viaje de la escuela la tendrán encerrada en un baño, un compañero abusará de ella, y la emborracharán. Maltrato y vejación, uno a uno. Son escenas fuertes y duras, tal vez porque sabemos que no es el cine el que supera la realidad, sino al revés. ¿Cuántas violaciones en manada escuchamos? ¿Niñas que se pelean y desfiguran a otra por ser más linda?
Pizarnik nos ilustra: "(...)Yo ya no existo y lo sé; lo que no sé es qué vive en lugar mío. Pierdo la razón si hablo, pierdo los años si callo. Un viento violento arrasó con todo (...)" [11]
En el film luego de torturarla, de ensuciarla, el grupo se introduce al mar para limpiarla y comienzan a jugar entre ellos, momento perfecto para que su madre la rescate. La niña desaparece en el mar, entre los brazos espumosos de su madre. “… Partir en cuerpo y alma, partir, deshacerse de las miradas, piedras opresoras que duermen en la garganta…” [12]
La buscan sin resultado, porque Alejandra ya entró al útero materno, ese mar reparador y protector que la aloja, para luego en la oscuridad volverla a parir. Y una imagen nos demuestra que la niña, cuando todos se han ido, sale del mar, escondida en la noche. “…Poco sé de la noche, pero la noche parece saber de mí, y más aún me asiste como si me quisiera, me cubre la conciencia con sus estrellas…” [13]
Y se va a su antes, a Puerto Vallarta, mientras que su padre, todo el colegio, las autoridades y la policía la buscan.
Pero Alejandra está nuevamente como al principio frente al mar, a salvo, en su refugio. La imagen nos lleva a la niña sentada en las rocas observando las olas y el horizonte.
“…Ahora en esta hora inocente yo y la que fui nos sentamos en el umbral de mi mirada…”, nos explica Alejandra Pizarnik.
Mientras tanto el padre revisando la computadora de su hija en busca de respuestas ve el video y comienza a ver.
Recordemos qué hace este hombre derrotado frente a los problemas que lo asedian. Huye, escapa, abandona o desaparece.
Frente a esto decide ir a buscar al joven y llevarlo lejos en una barca al medio del océano donde se lo ofrece a esa madre, a ese vientre. Para eso necesita testigos, y nos unimos a él, subimos a un barco en un viaje lleno de suspenso y terror. Hasta que decide como en todo el film, ponerle fin a su sufrimiento. Sin dar vuelta las páginas de su vida, arrancándolas. Pero no es un auto lo que abandona ahora… Tira a José por la borda, como tiró al principio esas llaves del auto de Lucía. Y con esa imagen de un hombre vencido, en un mar movido por la furia, se ve al padre mientas se va oscureciendo la toma en una noche que se acerca. Lucía traga, traga ese joven mientras Alejandra desde Puerto Vallarta espera. Un nuevo después…
Referencias
Abramovay, M., y Rua, MG. (2002). Violências nas escolas, Brasilia: UNESCO.
Avildsen, Jhon. (1984). Karate Kid [película]. Columbia Pictures
Balthazar, Nic. (2007). Ben X [película] Deustche Filmvertriebs
Córdova, A; Ramón, E; Silvestre, K., y Cruz, C. (2012). Bullying y consumo de drogas. Revista de Psicología Universidad de Antioquia, 4 (2), 21-48.
Cozar, Carlos. (2010). Punto de no retorno. [Cortometraje]
Freud, Sigmund, Obras completas tomo XIV, Duelo y melancolía, edición Amorrortu, 1998.
Freud; Sigmund, Obras Completas tomo XVIII, Más allá del principio de placer, edición Amorrortu, 2001
Hirsch, Lee. (2011). Bully [documental]. Lionsgate
King, Stephen. “Carrie”. Edición Debolsillo. 2013
Leder, Mimi. (2000). Cadena de favores [película] Warner Sogefilms
Ortega, R y otros, La convivencia escolar. Qué es y cómo abordarla, Sevilla, Consejería de Educación y Ciencia, 1998.
Pizarnik, Alejandra (2013). Diarios. Buenos Aires: Lumen.
Pizarnik, A. (2016) Poesía completa. Ed. Penguin Random House
Pizarnik, A. (2012). El infierno musical. Ypsilon Editor
Quiroga, Susana Estela, Adolescencia, del goce orgánico al hallazgo de objeto, editorial Eudeba, 1999.
Rubin, H. Alex. (2012) Desconexion [película]. LD Entertainmet
San Mateo, Josetxco. (2009) Bullying [película] Gravity Entertainmet
Serrate Mayoral, Rosa, Bullying acoso escolar guía para entender y prevenir el fenómeno de la violencia en las aulas, editorial Laberinto, 2009.
Tellenbach, Hubertus (1961/1976). La melancolía. Madrid: Ediciones Morata.
NOTAS
[1] Pizarnik, Alejandra. 2013. P. 104
[2] Ortega, R. 1998. P. 89
[3] Abramovay y Rua. 2002.
[4] Pizarnik, A. 2013. P. 58
[5] Freud, S. 1998. P.242
[6] Freud, S. 2001. p. 11
[7] Pizarnik, A. 2016. P.34
[8] Pizarnik, A. 2016. P. 28
[9] Quiroga, S. 1999. P.194
[10] Quiroga, S. 1999. P. 209
[11] Pizarnik, A. 2012. P. 43
[12] Pizarnik, A. 2016 P. 10
[13] Pizarnik, A .2016 P. 67
Moisés es muy interesante tu análisis.
Muy interesante lo que plantea Byung Chul Han, y que el duelo es un sentimiento que requiere la elaboración de una narrativa por parte del sujeto. Dicha narrativa , implica el uso del tiempo, implica el detenimiento del sujeto frente a las exigencias vertiginosas del ritmo de vida.
En este caso hablamos de una adolescente donde el tiempo es nada. La adolescencia se caracteriza por pensar en un tiempo detenido, un ahora por lo que no contempla consecuencias. Lo que le sucede a esta niña es que debe pasar por otros duelos también. Ella no procesa la muerte de su madre porque necesita sostener otros duelos. Por eso se transforma en algún punto en Lucía, una esposa madre para su padre, y lo pone en acting esperándolo a la cena vestida con ropa de su madre. Al tener que vivenciar tantos duelos (el de su madre, el del padre ideal, el de su cuerpo de la infancia, por ejemplo) se ve dividida y acepta su destino. Su destino como castigo ya que en el accidente falleció su madre y ella no.
Por eso la metáfora del mar como útero que utiliza el director, una necesidad de vuelta a ese útero de Lucía y esa es la única forma que encuentra Alejandra para salvarse.
Muy interesante tu opinión. Muchas gracias.
Alejandra conlleva los padeceres de las exigencias propias del neoliberalismo.
Cuando ella pierde a su madre, su papá parece que la coloca en una dinámica de "la vida tiene que seguir" al cambiarse de Ciudad e inscribirla en un nuevo colegio, el mandato de rendimiento y adaptación rápida a las exigencias del ciclo escolar, generan un cortocircuito en el proceso de la elaboración del duelo.
La pérdida de la madre, aparece negada en Alejandra ya que no hay tiempo que perder. Byung Chul Han, plantea de manera similar a Freud, que el duelo es un sentimiento que requiere la elaboración de una narrativa por parte del sujeto. Dicha narrativa , implica el uso del tiempo, implica el detenimiento del sujeto frente a las exigencias vertiginozas del ritmo de vida. Por ello, Alejandra no tiene tiempo que perder, no le es permitido sentirse mal y detenerse a elaborar el sentimiento del duelo, en todo caso, se le invita a hacer una expresión emocional sobre la pérdida sufrida de Lucía.
Un Yo fuerte, según la visión del neoliberalismo, es un Yo que maneja bien sus emociones. Han plantea que no resulta extraño la reciente aparición de un gran número de investigaciones científicas, la mayoría de ellas de corte psicológico o neuropsicológicos que reivindican la importancia del manejo de las emociones, pero que desestiman el trabajo de los sentimientos.
Como a Alejandra le es negada la narrativa de su sentimiento de duelo, que por supuesto implica la presencia del seignificante de la muerte, dichas cuestiones agresivas, de muerte, de violencia, las vive de forma pasiva, dejandose agredir y violentar por los compañeros que la molestan en la escuela.
El padre, no es capaz de hacerse presente para hacer ley con su hija, y por ello, no es capaz de establecer un corte entre Alejandra y su forma de gozar. El también quedó estático, perdido en el tiempo, ausente, e inmovil desde el momento en murió Lucía..
Película:Después de Lucía
Titulo Original:Después de Lucía
Director: Michel Franco
Año: 2012
Pais: Mexico | Francia
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