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El trabajo, entre la incertidumbre y la creación

por Nápoli, María Laura

Introducción

Addio, del passato bei sogni ridenti,
le rose del volto già sono pallenti.
L’amore d’Alfredo perfino mi manca,
conforto, sostegno dell’anima stanca.
Ah, della traviata sorridi al desio,
a lei, deh, perdona; tu accoglila, o Dio.
Or tutto finì.
Le gioie, i dolori tra poco avran fine.
La tomba ai mortali di tutto è confine!
Non lacrima o fiore avrà la mia fossa,
non croce col nome che copra quest’ossa!
Ah, della traviata sorridi al desio,
a lei, deh, perdona; tu accoglila, o Dio.
Or tutto finì!

Adiós, al pasado de los hermosos sueños risueños,
las rosas del rostro se empalidecieron.
El amor del Alfredo, hasta eso me falta,
apoyo y sostén del alma cansada.
Ah, de la extraviada sonreís al deseo,
a ella perdona, tu acógela, Dios.
Ahora todo termino.
Las alegrías, los dolores dentro de poco terminaran,
La tumba para los mortales de todo es el límite!
Mi tumba no tendrá ni lágrimas ni flores,
ni cruz con el nombre que cubra estos huesos!
Ah, una extraviada sonríe al deseo;
a ella perdona, tu acógela, Dios.
Ahora todo termino!

La Traviata. Acto III, 1ra. escena.

En “La Traviata” Violetta Valery muestra la tragedia y el desconsuelo: es tarde para la reflexión sobre sus actos y su vida. Con un tema de fondo similar pero en clave de comedia, John Turturro cuenta los avatares de dos amigos que –a diferencia de Violetta- tendrán la oportunidad de reflexionar y cambiar sobre la marcha.

En este trabajo se presenta un análisis de la película Fading Gigolo. “Casi un gigoló”, “Aprendiz de gigoló” y Gigoló per caso” (tal como fue traducido el título en diferentes países) más que presentar el relato de la película, desorientan al espectador. El título original, en cambio, brinda una pista más sensata sobre lo que se puede esperar de este film: un gigoló venido a menos o en decadencia. El objetivo de esta presentación es interpretar el relato fílmico a partir de las categorías propias de un escenario laboral cargado de incertidumbre y colmado de trabajadores sin rumbo [1].

El escenario: incertidumbre laboral y trabajadores a la deriva

Castel (2010) afirma que en la sociedad salarial no solamente el trabajo como empleo asalariado ocupaba una posición central en términos cuantitativos, sino que también era el fundamento de una condición social estable, con ciertas garantías y derechos. En la actualidad, la degradación de las regulaciones del trabajo va acompañada de un debilitamiento de la condición salarial, pero no necesariamente de sus fundamentos. Tal como sostiene el autor “…desafíos societales fundamentales siguen cristalizándose hoy en día alrededor del trabajo, de su organización y de la posibilidad de mantener o de restaurar la función integradora que tuvo en la sociedad salarial.” (p. 77). De este modo, el deterioro de la sociedad salarial da cuenta de la fragilidad de su sistema de regulación, a pesar del mantenimiento de su estructura. La flexibilidad y la competitividad características de las políticas neoliberales entienden los derechos y protecciones del trabajo como obstáculos al desarrollo. En este escenario de deterioro –y no de desmantelamiento completo de la sociedad salarial- aparecen nuevos riesgos en relación al trabajo: la desocupación, el aumento de contratos de trabajo atípicos, temporarios y la precarización de las relaciones laborales. Desde la perspectiva de este autor, más que del fin del trabajo, en las condiciones definidas anteriormente, queda claro que corresponde más bien hablar de una intensificación del trabajo y de las tareas asociadas: hoy quienes trabajan lo hacen sin pausa, con presiones, temor al despido y un alta involucramiento y competitividad. Quienes estás desempleados no hacen más que pensar en el trabajo.

Sennet (2000) afirma que en un “capitalismo flexible” a los trabajadores se les solicita agilidad, rapidez, apertura al cambio, asunción permanente de riesgos e independencia de reglas y procedimientos. Las consecuencias de estas demandas generan una desorientación que culmina en lo que el autor denomina la “corrosión del carácter”. A diferencia de la personalidad que se refiere a los deseos y sentimientos que pueden permanecer ocultos para los demás, el carácter se refiere al “valor ético que atribuimos a nuestros deseos y a nuestras relaciones con los demás.” (Sennet, 2000, p. 10). Los trabajos a corto plazo, la desorientación de la acción planificada, la disolución de los vínculos de confianza y compromiso, debilitan el carácter y la sensación de un yo sostenible. Tal como sostiene el autor, a diferencia de lo que sucedía en la sociedad salarial, en la actualidad “…las cualidades del buen trabajo no son las cualidades del buen carácter.” (p.20). Es decir, la identidad asociada al trabajo o al oficio ya no puede dar soporte a los valores que configuran la subjetividad.

Murray (Woody Allen) debe cerrar la librería en la que trabajó toda su vida. En la mudanza de los libros lo ayuda Fioravante (John Turturro), un viejo amigo, menor que él, a quien conoce desde niño. Murray le cuenta a Fioravante que su dermatóloga la Dra. Parker (Sharon Stone) le ha dicho que quiere tener una experiencia sexual con una amiga suya, Selima (Sofía Vergara) y alguien más. Murray le dice a Fioravante que ha pensado en él para realizar esa experiencia y que le ha advertido a su doctora que le costará caro. Fioravante, luego de resistirse y ante la insistencia de Murray que pretende convencerlo con distintos argumentos, acepta la propuesta. Murray se ha quedado sin trabajo y Fioravante, si bien trabaja en una florería, cada vez tiene mayores problemas para solventar sus gastos.
“Luna Rossa”, una canción napolitana (interpretada en francés en la película), parece trasmitir algo sobre la situación que atraviesan Murray y Fioravante:

Vago distraídamente abandonado,
los ojos debajo del sombrero he escondido,
las manos dentro de los bolsillos y la solapa levantada,
vago silbando hacia las estrellas sin brillo…

Las necesidades apremiantes: el animal laborans

Según Arendt (1958; 2010) la vita activa comprende tres actividades que son condiciones básicas de la vida del hombre –entendidas como condición sin la cual y condición por la cual-: labor, trabajo y acción. Desde esta perspectiva, la vita activa no es superior ni inferior a la vita contemplativa, así como las actividades que la componen no tienen el mismo interés.

En la antigüedad se ha despreciado la vita activa a favor de la vita contemplativa en la lucha por la libertad respecto al afán subordinante de las necesidades. Las actividades relacionadas a la labor se asignaban a los esclavos no como instrumentos de explotación, sino como modo de excluir la labor de las condiciones de la vida humana.

Si se tiene en cuenta una distinción entre labor productiva e improductiva, se entiende la diferencia entre trabajo y labor. Nacida en el apremio del proceso biológico del cuerpo humano y las necesidades vitales, la labor no deja huella ni producto, su resultado se consume en el mismo esfuerzo de su realización y su condición es la vida misma. El concepto de superávit o poder de la labor humana descubierto por Marx, da cuenta de una productividad de la labor que es externa a sí misma, de tal modo que el laborar de unos sea suficiente para la vida de otros.

Tal como sostiene Arendt (1958; 2010) la posterior distinción entre trabajo experto e inexperto carece de sentido cuando se piensa que cualquier trabajo implica cierta destreza y, por lo tanto se orienta más hacia los grados y cualidades que a la diferencia de actividades en sí mismas. Algo parecido sucede en la comparación entre el trabajo manual e intelectual, ya que aún los trabajadores intelectuales tiene que utilizar la destreza manual para transmitir sus pensamientos.

“La condición humana es tal que el dolor y el esfuerzo no son meros síntomas que se pueden suprimir sin cambiar la propia vida; son más bien los modos en que la vida, junto con la necesidad a la que se encuentra ligada, se deja sentir. Para los mortales, la “vida fácil de los dioses” sería una vida sin vida.” (Arendt, 1958; 2010, p. 129).

Fioravante visita a su clienta, la Dra. Parker. Más allá del desenlace de la escena, todo el relato fílmico muestra la disconformidad de ambos ante esa situación: los espejos, las máscaras, los cuadros, llaman la atención sobre algo que tiene que ver con sus identidades y los está incomodando. El amplio sillón que aprovechan para sentarse uno en cada extremo y el vestido de la cabeza a los pies de la Dra. Parker dan cuenta de la resistencia presente en el encuentro.

El trabajo: el homo faber

Así como el animal laborans realiza el trabajo del cuerpo, el homo faber trabaja sobre el mundo fabricando cosas o artificio humano. Si bien el artificio humano presenta un carácter durable, el uso que hacemos de las cosas las agota, aunque no las consuma (como en el caso de la labor). Por ser duraderas, las cosas del mundo son al mismo tiempo independientes de los hombres que las producen, y esa objetividad les permite resistir a la subordinación de las necesidades de sus fabricantes y usuarios. El homo faber es destructor de la naturaleza cada vez que crea el artificio humano. La fabricación por lo tanto es un acto de violación de la naturaleza a partir del cual el hombre es amo y señor de la misma, así como de sí mismo y de sus actos. Todo trabajo de fabricación se realiza sobre la imagen mental de un objeto o algún tipo de materialización de dicha imagen, como por ejemplo un boceto. Esta imagen o modelo guía el proceso de fabricación, precede dicho proceso y no desaparece sino que permanece una vez terminado el producto. Este aspecto da lugar al proceso de multiplicación que, a diferencia de la mera repetición característica de la labor, permite continuar con la fabricación aun cuando se haya acabado el objeto. Asimismo, a diferencia del animal laborans y del hombre de acción, el proceso de fabricación en el homo faber tiene un comienzo y fin definidos.

“El impulso hacia la repetición procede de la necesidad que tiene el artesano de ganar su medio de subsistencia, en cuyo caso su trabajo coincide con su labor, o bien de una demanda del mercado, en cuyo caso el artesano añade, como hubiera dicho Platón, a su oficio el arte de ganar dinero.” (Arendt, 1958; 2010, p. 163)

Murray conoce a Avigal (Vanessa Paradis), una mujer tradicional con arraigados valores religiosos que ha quedado viuda hace no mucho tiempo. Mientras atraviesa el duelo, se refugia en su hogar y en el cuidado de sus hijos. En una visita Murray le dice: “todos necesitan contacto, afecto, pasión…un masajista terapéutico…conozco a un sanador”. Avigal acepta consultar a John Turturro (Fioravante), quien a esta altura del film ya se ha cambiado el nombre por Virgilio.

“Supone Dante que perdido en una selva oscura y acosado de fieras, de repente se le pone a la vista un hombre, o por mejor decir, la apariencia, la sombra de un hombre, que se ofrece a guiarle. Se halla Dante a la entrada de los infiernos: la sombra que le habla es la del gran épico de Roma, Virgilio, que por celestial permisión acompañará a Dante para mostrarle las almas y las penas…”. Más adelante, Dante le dice a Virgilio que es su maestro y su autor.

Dante Alighieri, La Divina Comedia

Con el nombre de Virgilio empieza a surgir en Fioravante algo del orden de la creación, que le es propio pero al mismo tiempo ajeno. Tal como expresa Dante en la Divina Comedia, él no es su autor –el autor de sí mismo- sino Virgilio. Fioravante se dejará guiar por su personaje, no casualmente llamado Virgilio.

Del trabajo a la cre-a(c)ción

La acción y el discurso tienen como condición la pluralidad humana y dicha pluralidad presenta el doble carácter de igualdad y distinción. El hecho de que los hombres sean iguales les permite entenderse, pero sólo pueden hacerlo mediante la acción y la palabra gracias a la cual pueden establecerse distinciones entre ellos. Dentro de la vita activa, solamente la acción brinda la posibilidad de expresión de su propio yo y distinción de los demás. Los hombres pueden vivir sin laborar o disfrutar de las cosas del mundo sin añadir ni siquiera un objeto útil al mismo, pero no existe vida humana sin acción y discurso.

Dado que cada hombre es un ser distinto y único que vive entre sus iguales, sus acciones son inesperadas, improbables, nuevas. Si bien todos los hombres empiezan su vida insertándose en la trama de relaciones del mundo humano a través de la acción y el discurso, esto no quiere decir que cada uno sea el autor o productor de su propia vida. “Alguien la comenzó y es su protagonista en el doble sentido de la palabra, o sea, su actor y paciente, pero nadie es su autor”. (p. 208).

Discípulo de Arendt, Sennet (2012) considera que el pensamiento no entra en funcionamiento sólo una vez que se termina el trabajo, sino que el pensar y el sentir se dan de un modo integrado en el contacto con las cosas del mundo, y se aprende en el mismo proceso de producir, fabricar. Desde la perspectiva del materialismo cultural, el autor plantea que se pueden generar valores políticos, sociales y religiosos a partir de la misma práctica, siendo en este caso –a diferencia de lo que planta Arendt- el Animal laborans una guía para el Homo faber. Al mismo tiempo el autor sostiene que la artesanía abarca mucho más que el trabajo manual especializado, incluyendo actividades tan variadas como la programación en informática, los cuidados de la salud, la cocina, la albañilería o la crianza de los hijos, todas las cuales, al igual que el trabajo especializado, mejoran con la práctica.

La figura del artesano conjuga habilidad, compromiso y juicio, a partir de una íntima relación entre mano y cabeza, de un diálogo entre prácticas concretas y pensamiento que evolucionan hasta convertirse en hábitos, los cuales marcarán un ritmo entre la solución y el descubrimiento de los problemas.

Sennet (2012) afirma que todas las actividades comienzan como prácticas corporales, desde las más abstractas hasta las más concretas. A la inversa, sólo a través de la imaginación puede lograrse la comprensión técnica. La imperfección de ciertas herramientas o la ambigüedad y resistencia de cualquier problema práctico, conducen a la reflexión. El artesano obtiene una recompensa emocional producto del desarrollo de la habilidad en alto grado, no solamente por los indicadores de la realidad tangible, sino también por el orgullo de haber realizado su trabajo. La habilidad se opone a la inspiración súbita, siendo en cambio una práctica adiestrada y, por lo tanto, el talento –innato- no puede sustituir, desde esta perspectiva a la formación. Sin embrago, la habilidad no se desarrolla de modo lineal y progresivo, sino de forma irregular y por rodeos.

Al referirse a la calidad artesanal, el autor refiere “en las fases superiores de la actividad, hay una constante interrelación entre el conocimiento tácito y reflexivo, el primero de los cuales sirve como ancla, mientras que el otro cumple una función crítica y correctiva” (Sennet, 2012, p. 69). Según este autor, los problemas éticos del oficio aparecen en el nivel de la maestría.

El saber artesanal se basa en tres habilidades: localizar (identificar un objeto concreto), indagar (reflexionar sobre las cualidades de un objeto) y desvelar (ampliar el significado de un objeto).

Fioravante prepara cuidadosamente una camilla sobre la cual estira una sábana. Llega Avigal con Murray y le pregunta si es el encuentro es privado. Fioravante hace el gesto para estrechar manos, pero Avigal le dice que no puede: “No estrecho manos, no está permitido”. Fioravante le dice a Avigal: “Donde hay amor hay dolor, donde hay rosas hay espinas”. Avigal mira la camilla y pregunta a Fioravante: “¿Es esto parte de la terapia?”, Fioravante responde: Sí. ¿Es usted viuda? ¿Cuánto tiempo estuvo casada? ¿Tiene hijos? Luego pide a Avigal que se desvista y le avise cuando esté lista. Fioravante espera en el baño, luego sale, se acerca a Avigal que está acostada sobre la camilla y le pregunta si puede retirar la sábana. Avigal rompe en llanto cuando Fioravante la toca y le dice desconsolada que nunca nadie antes le había tocado, ni siquiera su marido. Fioravante la tranquiliza, le da un vaso de agua y Avigal le agradece. Avigal comienza a cambiar su actitud, se siente con más confianza, sale más de su casa y de su barrio.

En el segundo encuentro, Fioravante prepara una cena para Avigal.

Avigal:- No me queda mucho tiempo.
Fioravante:- Apresúrate lentamente.
A:- Así que te dedicas a esto.
F: - Sí, supongo.
A: - Das consuelo a mujeres solitarias.
F: - Es una manera de decirlo.
A: - Y te pagan por hacerlo.

A pesar de la incertidumbre y el apremio de las necesidades, Fioravante pudo reflexionar sobre sus actos, y ser un digno artesano en su papel de Virgilio fabricando un nuevo mundo para Avigal y, quizás, también para sí mismo.

“Porque en toda acción, lo que intenta principalmente el agente, ya sea por necesidad natural o por libre voluntad, es explicar su propia imagen”. (Dante, en Arendt, 1958; 2010, p. 199).

Referencias

Alighieri, D. (1961). La Divina Commedia. Firenze: Casa editrice G. Nerbini s. p .a.

Arendt, H. (1958; 2010). La condición humana. Buenos Aires: Paidós.

Catel, R. (2010). El ascenso de las incertidumbres. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Sennet, R. (2000). La corrosión del carácter. Barcelona: Anagrama.

Sennet, R. (2012). El artesano. Barcelona: Anagrama.

Verdi, G. (1853). La Traviata.
http://fadinggigolo-movie.com/



NOTAS

[1No se analizará aquí el significado del término gigoló, ya que por su complejidad merece un tratamiento aparte que excede los fines de este trabajo.





COMENTARIOS

Mensaje de María Laura Napoli  » 6 de septiembre de 2017 » marialaura_napoli@yahoo.com.ar 

Estimada Florencia,
¡Muchísimas gracias por tu comentario! Me alegra que mi artículo haya sido útil para pensar desde Sennet el acto de trabajar, un acto en el cual somos actores, personajes y artesanos. Lo escribí pensando que todos somos un poco como Virgilio, pero muchas veces no nos damos cuenta o no queremos darnos cuenta, porque tememos encontrarnos – a través de nuestro trabajo- con nosotros mismos. Por supuesto, un desafío que vale la pena, tal como lo demuestra este film.
Gracias nuevamente!



Mensaje de Florencia  » 31 de octubre de 2014 » gonzalez_florencia@hotmail.com 

Muy lindo escrito, gracias por compartirlo. La vuelta que le das por el lado de Sennet me parece muy interesante y pensar de este modo al protagonista es un hallazgo.




Película:Casi un Gigoló

Titulo Original:Fading Gigolo

Director: John Turturro

Año: 2013

Pais: Estados Unidos