Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires
Resumen
Las técnicas de reproducción humana asistida han venido a subsanar la imposibilidad de las mujeres y de los hombres que por diversos motivos no pueden acceder a la maternidad/paternidad favoreciendo la diversidad de modelos familiares. El filme americano, estrenado en el año 2008, Baby Mama, presenta las peripecias de una mujer que decide ser madre soltera y recurre a la medicina reproductiva para lograrlo. Ella deberá acceder a la gestación por sustitución debido a una causa médica que le imposibilita gestar. El presente trabajo se propone reflexionar sobre los bemoles que esta técnica conlleva. Si el acceso a la maternidad se reduce a un contrato comercial ¿Disminuye el padecimiento subjetivo de quiénes acceden a través de esta técnica? ¿Garantiza la transacción comercial los resultados esperados? Serán los interrogantes que orienten este trabajo.
Palabras Clave: Gestación por sustitución | infertilidad | ley
La trama
Baby Mama, subtitulada en español Mamá de alquiler o Una madre para mi bebé, es una comedia dramática escrita y dirigida por Michael McCullers y protagonizada por Tina Fey (Kate Holbrook), Amy Poehler (Angie Ostrowiski), Sigourney Weaver Chaffee Bicknell), Greg Kinnear (Rob) y Dax Shepard (Dax Shepard). En ella se reflejan las peripecias vividas por Kate, una mujer que toma la decisión de ser madre soltera. Ella es una empresaria exitosa, acostumbrada a obtener lo que quiere en el momento que lo desea. La maternidad no estuvo en sus proyectos hasta cumplidos sus treinta y siete años momento en que afirma “quiero ser madre ahora”.
Si todo lo que quiso en la vida pudo lograrlo, ¿en qué puede ser diferente este proyecto? ¿Qué impedimentos podría encontrar para acceder a la maternidad? ¿Acaso no es el destino de la mujer ser madre?
Para el espectador inadvertido, la comedia refleja la tenacidad de una mujer que busca, una vez más, cumplir con su objetivo; en este caso el de ser madre. No obstante, entendemos que el filme refleja, de un modo tragicómico, el dolor que la infertilidad produce en quienes deciden formar una familia y no pueden lograrlo. Dolor que suele oficiar de brújula para el encuentro de las soluciones que permitan acceder al hijo anhelado. Un camino en el que los obstáculos son muchos y las soluciones encontradas no siempre coinciden con la moral de una época en la que, aún, el modelo patriarcal de familia gobierna la escena y, al mismo tiempo, esconde la angustia, la desazón que la imposibilidad de concebir genera en las mujeres; imposibilidad que suele ser percibida como un estigma, una amenaza del rol femenino experimentando sentimientos de inferioridad (Benyamini, Gozlan, & Kokia, 2005; Moscuzza, 2016).
Infertilidad y duelos
La infertilidad es una crisis vital que expone a las personas a altos niveles de estrés, pone a prueba su autoestima y autopercepción, la sexualidad queda reducida a la intervención de un tercero ya que termina siendo examinada y controlada por el médico, desvanece los sueños de la panza propia y de la crianza, altera el proyecto de vida, y obliga a las personas a elegir entre renunciar a su sueño de tener hijos, intentar con la ayuda de la reproducción asistida o adoptar (Antequera Jurado, Moreno- Rosset, Jenaro y Ávila Espada, 2008 y Llavona, 2008).
Elegir el camino de acceso a la maternidad mediante las técnicas de reproducción asistida requiere de un proceso de toma de decisiones y, al mismo tiempo, de la elaboración de pérdidas y de la evaluación de las posibilidades que se presentan.
En este contexto de toma de decisiones elegir ser madres soltera (desde ahora MSPE) no es fácil, es un proceso. En algunos casos requiere de la elaboración del duelo por la familia que no fue, porque este hijo tan deseado no llega en el seno de una familia tradicional, como la de los cuentos que muchas mujeres escucharon de pequeñas. Aceptar que el deseo de tener un hijo trasciende el hecho de estar o no en pareja, suele ser el primer paso. Muchas veces es el reloj biológico el que motiva a la mujer a tomar la decisión, aceptar que el cuerpo impone un límite, también es parte del proceso.
Las MSPE deben recurrir a la donación de gametas masculinas. ¿Qué lo motiva a donar sus gametas? ¿Tendrá alguna enfermedad hereditaria? ¿A quién se parecerá mi hijo? ¿Cómo hablar sobre él con el niño? Son algunos de los interrogantes que emergen en las fantasías de las mujeres que eligen ser MSPE alrededor de la figura del donante. Pero, algunas mujeres necesitan recurrir a una doble donación, es decir que requieren también de la donación de gametas femeninas. En este caso se impone la elaboración del duelo genético, es decir, poder aceptar que el hijo no tendrá sus genes. Además recibir la noticia de que no pueden utilizarse las propias gametas nunca es fácil. El deseo de tener un hijo, entonces, debe atravesar otra barrera, la mujer tendrá que decidir si la donación de óvulos es un obstáculo o si se transforma en una oportunidad, esto requiere un tiempo de elaboración, y muchas veces es a través del trabajo terapéutico que surgen las respuestas.
Pero, también puede suceder que la mujer, como Kate, tenga alguna imposibilidad médica para gestar y se haga necesario recurrir a la gestación por sustitución; en este caso la mujer deberá atravesar otra situación de duelo, el duelo gestacional, aceptar que no será ella quien lleve en el vientre a su propio hijo, poder dejar de lado la ilusión de la panza, no sentir los movimientos de su hijo en su propio cuerpo. Recurrir a la gestación por sustitución implica, entonces, dejar de lado algunas fantasías, dar lugar a más dudas y a la búsqueda de más respuestas. Implica preguntarse ¿quiero ser madre o estar embarazada?, poder proyectar y construir un vínculo con ese hijo que llegará al mundo de una forma diferente a la planeada.
Ser madre a cualquier precio
Baby Mama nos muestra a una mujer decidida a ser madre con o sin pareja. Kate está segura de su voluntad y de que nada puede resistirse a ella, decide emprender el camino hacia la maternidad. Sabe que sola no podrá lograrlo, necesita de un hombre que aporte sus gametos masculinos así que emprende la búsqueda de un partenaire que decida acompañarla en su proyecto; búsqueda que al no obtener los resultados esperados la subsume en la angustia y la desesperación; pero, que no obtura su deseo de madre y más allá de no poder lograr su objetivo, como muchas mujeres del siglo XXI, aún sin pareja, Kate toma la decisión de recurrir a las técnicas de reproducción medicamente asistida para tener un hijo. Para ella el centro de reproducción asistida podrá ofrecerle lo que anhela. Sin embargo, el éxito no llega y la angustia, la desesperanza y la frustración se apoderan de Kate cuando, finalmente, el médico le dice: “Tiene solo una posibilidad entre un millón de quedar embaraza”.
La firme decisión de Kate la ayuda a atravesar los procesos de duelos que su imposibilidad de concebir le imponen. Ella no desiste. Luego de muchos altibajos emocionales y de las dificultades que debió sortear al escuchar la pregunta: ¿No pensaste en alquilar un vientre? se aboca de lleno a la búsqueda de una mujer que le permita alcanzar su sueño de ser madre. Es así como llega al “Centro de madres de alquiler” donde conoce a Chaffee Bicknell quien le explica que su negocio consiste en “tercerizar vientres de alquiler” brindándole, así, la garantía de ser madre.
Allí conoce a Angie, una chica trabajadora del sur de Filadelfia, mediante la cual podrá ser madre. Elección que cambiará la vida de ambas para siempre.
La gestación por sustitución
Kate no sólo debió atravesar los procesos de duelo que el diagnóstico de infertilidad le impuso. Ahora ella, si quiere tener un hijo, deberá tomar la decisión de acceder o no a la gestación por sustitución. Llegar a tomar esta decisión no es tarea fácil; se requiere de la elaboración psíquica de los temores y las fantasías que rodean a esta técnica. Pero, menos sencillo es aún emprender la búsqueda de una gestante ¿Cómo elegir a la mujer indicada para gestar su hijo?
Kate recurre a una agencia para encontrar la mujer portadora de su bebé. La agencia le garantiza el éxito en el proceso y le asegura la imposibilidad de riesgos a la hora del nacimiento de su bebé. Angie será la gestante ideal.
Lo que la agencia no podrá garantizar, aunque lo pretenda, es que la relación entre ambas se mantenga dentro de los límites del contrato.
En el transcurrir de la historia vemos que Angie se queda en la calle gracias a sus malas decisiones y Kate la lleva a vivir con ella. En la convivencia los miedos invaden a Kate cada vez que Angie no se cuida; para Kate está en juego la vida de su bebé en cada acción negligente de Angie y este temor se refleja en el exceso de cuidados hacia ella. Angie es quien lleva en su vientre a su bebé, a aquel que no pudo gestar porque su cuerpo no se lo permitió y por lo tanto, para Kate, cualquier cuidado es poco.
Para ella, más allá de todo pronóstico, no le es nada fácil la situación; acostumbrada a planificar cada paso se encuentra con que la situación excede cualquier planificación posible y la transacción comercial mediante la cual ella adquiriría al hijo deseado, una vez que concluya el embarazo, se transforma en un vínculo afectivo entre ambas. Vinculo que va más allá de lo esperado en la transacción comercial ya que Angie se encariñe con el bebé que lleva en su panza. Un bebé que decidirá no entregar en el momento de su nacimiento.
Como toda comedia hollibudence la solución romántica no se hace esperar. Kate durante el proceso conoce al príncipe azul y esa posibilidad en un millón de quedar embaraza se concreta.
Pero, ¿qué sucede en la vida real si la gestante se arrepiento?
Reflexiones finales
El film nos invita a pensar los bemoles de la gestación por sustitución o maternidad subrogada. A partir de él nos hemos propuesto, mediante una breve síntesis, reflejar el padecimiento subjetivo de quienes deben transitar el camino de la infertilidad. Padecimiento que se complejiza en el caso de la gestación por sustitución.
Tomar la decisión de ser madre desafiando los límites de la biología no es sencillo, se requiere de fortaleza y decisión. Pero, también de un entorno que facilite la elaboración de los miedos y de las fantasías que emerjan durante todo el proceso.
En Argentina, si bien existen varios proyectos de ley que pretenden regular la gestación por sustitución, aún no está regulada; existe un vacío legal que empuja a las personas/parejas que deben recurrir a esta técnica a irse al exterior situación que genera un plus de sufrimiento otorgado por la distancia, que aumenta el estrés y la ansiedad que experimentan quienes deben someterse a este tratamiento para ser padres. Sólo les queda la confianza en la agencia contratada y la esperanza de que la gestante se cuide durante todo el embarazo mientras elaboran los miedos y las fantasías que emergen durante el proceso.
Quienes deciden iniciar el tratamiento en Argentina cuentan con la ventaja de acompañar el proceso de embarazo, pero, llegan a padecer altos niveles de estrés y de ansiedad en la etapa inicial del tratamiento. Buscar una gestante no resulta una tarea sencilla. No siempre es posible la gestación intrafamiliar. Si bien este modo de acceso a la gestación por sustitución impide la transacción comercial requiere de la elaboración de un trabajo psíquico profundo en cada uno de los involucrados para que el proceso sea aceptado y los roles clarificados dentro de la trama familiar. Es un proceso difícil para los pacientes y muy controvertido en el ámbito social.
Bibliografia
Antequera Jurado, R., Moreno-Rosset, C., Jenaro, C., & Ávila Espada, A. (2008). “Principales trastornos psicológicos asociados a la infertilidad”. Papeles del Psicólogo, 29(2), 167-175
Benyamini, Y., Gozlan, M., & Kokia, E. (2005). Variability in the difficulties experienced by women undergoing infertility treatments. Fertility and Sterility. Vol 83, Nº 2, 275-183.
Llavona Uribelarrea, L. M. (2008). “EL IMPACTO PSICOLÓGICO DE LA INFERTILIDAD”, Universidad Complutense de Madrid, Papeles del Psicólogo, 2008. Vol. 29(2), pp. 158-166
Moscuzza, Cecilia Andrea (2016) Musicoterapia e infertilidad. Ecos. Revista científica de la Asociación Argentina de Musicoterapia, 1, 8-24.
NOTAS
Película:Una mamá para mi bebé
Titulo Original:Baby Mama
Director: Michael McCullers
Año: 2008
Pais: USA
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