Universidad de Buenos Aires
Resumen
El presente artículo se propone realizar un análisis ético-clínico del film estrenado en 2019 con el título Ad Astra (James Gray). Si bien, en una línea argumentativa es posible apreciar al film una pieza más del género Ciencia Ficción; también anida en la trama el derrotero de un sujeto deseante.
En otras palabras, es posible apreciar este film como un recorrido de un sujeto a través de las versiones del padre. Travesía necesaria para constituir un sujeto deseante. Está línea de análisis se basa en que Lacan a medida que avanza su enseñanza construye el concepto de que no existe una sola versión del padre, sino que son múltiples y es necesario atravesarlas a lo largo de un análisis (1976).
Palabras Clave: sujeto | deseo | padre | análisis-ético-clínico
Ad Astra or on Search of The Father’s Versions
Abstract
This article aims to carry out an ethical-clinical analysis of the film released in 2019 with the title Ad Astra (James Gray). Although, in an argumentative line it is possible to appreciate the film as a piece of the Science Fiction genre; the course of a desiring subject also nests in its plot.
In other words, it is possible to appreciate this film as a journey of a subject through the versions of the father. Necessary journey to constitute a desiring subject. This line of analysis is based on the fact that as his teaching progresses, Lacan constructs the concept that there is not a single version of the father, but that they are multiple and it is necessary to cross them throughout an analysis (1976).
Keywords: subject desire father ethical-clinical-analysis
–
“Ir más allá del padre a condición de servirse de él”
(Lacan, El Seminario vol. XXII, 1976)
Los escenarios planteados por los films de ciencia ficción nos proponen un futuro –lejano o no- en el cual la tecnología ha avanzado a un nivel mayor del actual. Si bien pueden ser algunas tramas irreales o fantasiosas, en su mayoría intentan proyectar un futuro lógico o esperable teniendo en cuenta el avance de las ciencias y las tecnologías.
Es importante que todo análisis ético-clínico (Cambra Badii, I. (2014) –como el que se propone elaborar este escrito- no se vean confundidos o abrumados por tales escenarios futuristas ya que, debajo de ellos, permanecen intactos los conflictos propios del sujeto deseante.
Tal es el caso del film Ad Astra estrenado en 2019 bajo la dirección de James Gray y protagonizada por Brad Pitt. En ella, se plantea un escenario en donde los viajes al espacio han avanzado hasta un punto en donde es posible que astronautas lleguen a planetas lejanos de nuestro sistema solar.
El conflicto de la trama se plantea cuando comienzan a llegar a la Tierra ondas electromagnéticas que producen caos en todos los equipos eléctricos y amenazan la vida. Tales ondas provienen del planeta Neptuno. El encargado de averiguar qué está sucediendo allí es el protagonista Mayor Roy. Como trasfondo, se aclara que el padre del protagonista fue un héroe de la investigación espacial y su última misión consistía en llegar a aquel distante planeta. Nunca más se supo nada más de él.
En busca del padre
Ahora bien, gracias a deslumbrantes análisis de films realizados por Slavoj Zizek (2008) o Alejandro Ariel (2020), entre otros, es posible reflexionar más allá o más acá de la trama lineal propuesta por el guion y rozar las consideraciones subjetivas que allí anidan.
Desde esta línea de análisis, las ondas electromagnéticas que desordenan y producen caos son un mensaje que le retorna al protagonista desde lo Real y que en ellas anida una pregunta no formulada por el padre. Durante la última misión, Clifford McBride –el padre de Roy- se interrumpieron abruptamente toda comunicación y nada más se supo de su paradero. Al tiempo, se lo declaró muerto y allí quedó detenido un duelo sin cuerpo para velar.
Desde este punto en adelante, Roy se embarcará en una búsqueda guiado por la pregunta que insiste a cada paso: “¿Quién fue mi padre?”. No es azaroso el hecho de que el planeta de destino sea Neptuno referencia mitológica al Dios del Agua (metáfora del Inconsciente y lo desconocido) arquetipo de un padre poderoso y cruel.
Es posible apreciar este film como un recorrido de un sujeto a través de las versiones del padre. Derrotero necesario para constituir un sujeto deseante. Ya Lacan a medida que avanza su enseñanza construye el concepto de que no existe una sola versión del padre, sino que son múltiples y es necesario atravesarlas a lo largo de un análisis (1976).
Padre como héroe
“El Padre es una realidad sagrada en sí misma. Esa realidad que es un justo guía es una realidad sagrada. Está en la línea del planteo de Freud, que define a la neurosis obsesiva como una religión privada.” (Lacan, 1955)
Durante la primera parte del film, no hay dudas del lugar de respeto y admiración que el nombre del padre del protagonista genera. Para el relato oficial, Clifford McBride es un valiente astronauta que llevó a cabo la misión más peligrosa y ambiciosa de la historia y por ello tiene un lugar privilegiado.
La imagen de un infatuado padre genera en Roy ambivalencia. Por un lado, se edifica el respeto hacia un héroe de los viajes espaciales; sin embargo, los espectadores advierten que para Roy la imagen digna de admiración se superpone con los sentimientos de abandono y desinterés que siempre sintió por parte de este. El conflicto de comprender que su padre tenía una misión más importante que su familia está siempre en tensión. ¿Fue la búsqueda de la aceptación, de estar a la altura, lo que generó en Roy el anhelo de seguir los pasos del padre y convertirse en astronauta estando él ya desaparecido?
Padre como traidor
La caída de la imagen de respeto no se hace esperar. Agentes del gobierno ponen sobre aviso a Roy que lo ocurrido con su padre es muy diferente a la versión oficial: desobedeciendo las órdenes, el Mayor Clifford McBride sobrepasa los límites impuestos y no duda en matar a toda su tripulación cuando esta se amotina con la intención de retornar a la Tierra. Es así como emerge una imagen de traidor guiado solo por sus ambiciones.
Es importante en este punto resaltar que ambas versiones –padre como héroe o como traidor- son las caras de una misma moneda. Ya que ambas versiones lo posicionan como un ser todopoderoso más allá de los límites de la castración y, por lo tanto, terrible.
Padre como desconocido
Una tercera versión emerge durante el largo viaje espacial de Roy: los espectadores pueden escuchar la voz en off del protagonista reflexionando sobre su padre. Al recordar escenas de su niñez, puede advertir que su padre nunca se interesó realmente por él o su familia, jamás le prestó atención significativa y, por lo tanto, su ausencia ha dejado un vacío. En este punto, Roy declara que: “debo admitir que nunca te conocí y ahora caigo en el mismo agujero que vos”. El hecho de tener una gran distancia con la figura del padre no cancela o disminuye la trasmisión de una herencia simbólica; por el contrario, la convierte en un elemento ominoso e indecible. Tal como Lacan asegura en el seminario XI: “la herencia del padre es su pecado” (1964). Tal relación con la transmisión del padre es posible de verla en la deuda impaga del padre del Hombre de las Ratas (Freud, 1909) o, en su revés ominoso, con el angustioso duelo de un padre por la muerte prematura de su hijo (Freud, 1900).
Padre como humano
Y así la trama llega al punto en donde padre e hijo se encuentran en el espacio. Lo que Roy ve es un hombre desdibujado y apesadumbrado –algo muy lejano a la figura condecorada. En este encuentro, Roy ve a su padre como un hombre obsesionado por su misión y a la vez derrotado por no haber encontrado lo que buscaba. Su obstinación lo llevó a matar a toda su tripulación y a encerrarse en los confines del universo.
Roy intenta convencerlo de volver con él a la Tierra; frente a sus ojos, su padre es un anciano derrumbado que necesita un cuidado especial.
Soltar al padre
Solo habiendo atravesado toda esta travesía por las versiones del padre es posible que acontezca una diferencia. Al final del film, su padre le ruega que lo deje allí en el espacio para que ese lugar sea su descanso final. Es interesante la palabra que le dirige a su hijo: “unhookme, son” (desenganchame, hijo). Desengancharse de la figura del padre es un paso necesario en la constitución de un sujeto deseante. Esto no quiere decir desinteresarse, olvidarse o negar al padre –salidas problemáticas- sino poder ir más allá de su imagen ya que para poder ser hombre es necesario ir más allá del hijo y así poder contar con “los títulos en el bolsillo” (Lacan, 1957). En este sentido, Lauret sostiene:
La estructura del deseo humano, centrada por Lacan en el sujeto en tanto no es el falo, se separa radicalmente de la que emerge de la tragedia de Edipo. Se sitúa fuera de las referencias al Nombre-del-Padre, fuera de las referencias al orden simbólico. Más exactamente, esta estructura del deseo es lo que produce desorden en lo simbólico. (Laurent (2014)
En otras palabras, asumir una posición de sujeto deseante es atravesar el Complejo de Edipo para ir más de sus constelaciones fijas y poder asumir la metonimia incesante del deseo.
De vuelta en la Tierra, Roy comienza a reestablecer los vínculos con otros desde una posición diferente: en vez de repetir los patrones de desinterés y distancia que provenían de la figura de su padre, el protagonista se asume como un ser deseante y, por lo tanto, castrado por la Ley del No-Todo.
Si bien es un final feliz a los que Hollywood nos tiene acostumbrados, no deja de poseer cierto grado de verdad en tanto refleja las etapas necesarias que un sujeto debe atravesar para constituirse como tal.
Referencias
Ariel, Alejandro (2020), Espejo Negro. En Lo negro, lo blanco y lo neutro: Black Mirror: Ética y Política de las distopías.
Cambra Badii, I. (2014) “Una (bio) ética despiadada”. En Lo disruptivo en el cine. Letra Viva, Buenos Aires.
Freud, S. (1909). Análisis De Un Caso De Neurosis Obsesiva. Obras Completas de Sigmund Freud, 1441-1486.
Freud, S. (1900). La interpretación de los sueños: Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu.
Lacan, J. (1955-56). El Seminario III: Las Psicosis, Paidós, Buenos Aires, Argentina, 1984.
Lacan, J. (1957-1958) El Seminario 5. Las formaciones del Inconsciente. Buenos Aires, Editorial Paidós, 2013.
Lacan, J. (1976). El sinthome. Seminario 23. Paidós
Lacan, J. (1964) El Seminario 11: Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Paidós, Argentina.
Laurent (2014) ¿Qué es un psicoanálisis orientado hacia lo real? Revista Freudiana.
Zizek, S. (2008). Cómo leer a Lacan. Paidós.
NOTAS
Estimada Yamila,
Gracias por tu comentario sobre el análisis del film. Concuerdo con vos en el hecho de lo que realmente hace interesante a una historia no solo es el escenario en sí (algo futurista, en este caso) sino la forma que se aborda cuestiones inherentes a la condición humana. Para Roy, el duelo detenido no lo dejaba ir más allá de su posición de hijo en relación a un padre. Fue necesario ese viaje para que dejara de ser solo un hijo para convertirse en un sujeto.
Estimada Yanina,
Agradezco enormemente tu comentario a este articulo.
Lo cierto es que, tal como vos aclarás, la única forma de ir más allá de la pesada figura (sombra, tal vez) de su padre es a partir de atravesar sus diferentes versiones. De lo contrario, Roy nunca hubiera podido encontrarse con otra versión suya, una original que lo permitiera conectarse con su deseo.
Ad Astra, tal como se menciona en el artículo, es una película de ciencia ficción ambientada en un escenario futurista. Sin embargo más allá de lo que nuestra intuición nos pueda sugerir, la trama exhibe algunas cuestiones humanas universales que no son exclusivas de un tiempo futuro. Esto hace que el espectador se sienta interpelado y convocado por la historia que allí se narra. Se puede pensar que el viaje espacial que hace el protagonista es también un viaje en el tiempo, hacia su propio pasado.
Resulta interesante la forma en que el autor logra captar las diferentes versiones del padre que el protagonista va atravesando a lo largo del film. Versiones, podríamos pensar, que coexisten y resultan contradictorias, por eso impiden un cierre definitivo, “un desenganche total” del hijo con el padre. Solo después del reencuentro con su padre, esta vez verdadero, humano y vivo es que el hijo puede soltarlo. Ese soltar implica la caída de todas las versiones anteriores y la realización de un duelo postergado. Solo después de ese movimiento subjetivo el sujeto logra tomar una posición diferente que le permite actuar conforme a su propio deseo.
La caída de las versiones del padre, posibilita la estructuración una nueva versión del hijo, esta vez como hombre singular.
Es un estudio llamativo el que se hace de Roy, un recorrido importante para que él se constituya en “sujeto deseante”, pues se hace alusión a que al regresar a la tierra abandona los viejos ropajes, las viejas figuras teñidas de indiferencia, esa antigua forma de relacionarse con sus semejantes, ya que sin ir más lejos, era a lo que estaba acostumbrado el protagonista, si se quiere, lo que había aprendido de su padre. Retomándolo y analizándolo desde el microscopio lacaniano, donde su padre un hombre socialmente visto como héroe, pero quien puertas adentro es considerado como una entidad abandónica y ausente, pues su carrera y ambición lo ameritaba. Con una pregunta muy bien planteada ¿Quién era mi padre?, la cual es lógica puesto que siempre existe una gran gama de grises que se desconocen en el camino, más allá de lo que ya se sabe, siempre queda un resto, una parte no dicha y este viaje, lo considero como una búsqueda de conciliación con todas esas imágenes del padre (padre héroe, traidor, desconocido, humano) más que como una búsqueda de aceptación al emular los pasos del padre.
Roy representa a aquel que sigue las migas dejadas en el camino, un camino recorrido por el padre, que en definitiva hace que vea a su progenitor como es actualmente, alguien consumido por y consumado a sus sueños y aspiraciones, un ser humano que hoy vive a su sombra, eligiendo terminar sus días en aquel lugar que tanto ambicionó llegar. Este largo recorrido, por supuesto necesario, lo hace ver las cosas con otra lente, habiendo visto y conocido la extensa gama de representaciones del padre. Ahora que tiene las respuestas a su pregunta, “¿Quién era mi padre?”, conciliadas todas ellas, puede pasar a ocupar un lugar propio, de elaboración propia, y como dice el autor, Francisco, posicionarse en un lugar inédito para él, como sujeto deseante.
Estimado Facundo Casoy,
Muchas gracias por tu aporte. Desconocía totalmente la filmografía de este director. Creo que es muy enriquecedor poder plantear un análisis transversal en este sentido.
Es interesante articular el film trabajado con otros films dirigidos por el mismo director (James Gray), ya que en varios de ellos, como por ejemplo en "Los amantes" o en "Los dueños de la noche", se presenta como tema recurrente el conflicto entre el personaje protagonista y sus modos de lidiar con las diferentes versiones del padre. En ellas hay un punto de inflexión entre el mandato y la ley, y el deseo como un saber no anticipado (por ello quizá los finales no coinciden o sí con la versión que el espectador proyecta). Los protagonistas de ambos films, al igual que en Ad Astra, se ven compelidos a una decisión de la cual "el padre" no le ofrece garantías de su bien obrar o su mal obrar. No se trataría entonces como figura en el artículo de negar al padre, sino ir más allá de él, sirviéndose del mismo. En los films los personajes no reniegan del padre, sino que se cuestionan su lugar.
Los tres films podrían ser vistos como un atravesar el Complejo de Edipo para ir más allá de sus constelaciones fijas como se escribe en el artículo.
Película:Ad Astra: Hacia las estrellas
Titulo Original:Ad Astra
Director: James Gray
Año: 2019
Pais: China | Estados Unidos
Otros comentarios del mismo autor:
• Friends
• Breaking Bad
• Black Mirror
• Be Right Back / Vuelvo enseguida
• El amor en los tiempos de las App
• Black Mirror | Nosedive