Autores: Romina Anahí Gaglioti y Natalia Verónica Reyes
Palabras clave:
Síntesis
Desarrollo conceptual
Elección del personaje
Para realizar el siguiente trabajo se ha elegido como eje de análisis al personaje central de Bob Harris, ya que a lo largo del capítulo se lo ve ante diferentes situaciones dilemáticas en las que debe tomar decisiones. A raíz de una: “su elección” de mantener relaciones sexuales con Miss Cedarville, se desencadenan circunstancias que interpelan su Posición Subjetiva y es la necesidad de confesar, justamente la respuesta que surge ante el sentimiento de culpa. Pero ¿Habrá algún cambio en su Posición subjetiva ante este sentimiento?
Respecto a la decisión que toma Bob se puede establecer una relación con la que toma Ibbieta (personaje del cuento “El muro” de Sartre). Teniendo en cuenta la situación que funcionó como disparador para ambas decisiones que toman: cada uno en circunstancias distintas, consideraban que su vida estaba perdida. Bob, ante el conflicto que le genera los pecados que ha cometido, refiere que “No puede vivir así”, que “Está enfermo de vivir en una mentira” (Constante alusión a la muerte), a su vez otro punto de comparación, es que Ibbieta, luego de enfrentar el hecho de su inminente muerte (la mortalidad que lo atañe en tanto ser humano), ya no le importan sus ideales. Bob, en principio si…incluso su decisión de confesar la toma en base a sus principios. Pero al transcurrir el capitulo, y justificado por el diagnóstico médico, Bob niega haber engañado a su esposa y no tiene en cuenta aquellos ideales que lo movilizaron. Se puede destacar que Bob no se hace responsable de sus actos.
Si bien se pueden establecer estos puntos de comparación, no pueden homologarse, porque ambas son dos singularidades en situación.
Desarrollo conceptual
Bob Harris, luego de haber sido premiado como ciudadano sobresaliente tiene una aventura amorosa con Miss Cedarville. Podemos ubicar en esta escena el tiempo uno del circuito de la responsabilidad, allí sus acciones persiguen un único fin que se agotarían en el mismo.
La irrupción de un acontecimiento azaroso quiebra con la linealidad en que venían sucediendo los hechos. El azar se manifiesta a través del “ataque cardiaco” que sufre en el mismo momento en que esta siéndole infiel a su esposa. El elemento necesario para poder explicar el supuesto ataque cardiaco queda al descubierto en el diagnostico final donde se evidencia la causa de la enfermedad (Kawasaki), que contrajo Bob al contactar sus rodillas laceradas con un químico alojado en la alfombra del Motel.
Se puede ubicar un tiempo dos desde el cual se resignifica el tiempo uno. A partir del efecto que genera en Bob la interrogación realizada por los médicos y la posibilidad de exponer su engaño frente a su mujer, surge una primera respuesta: el personaje niega las acciones cometidas en el tiempo uno. Luego ante las insistentes preguntas declara “Yo hice algo estúpido anoche, pero fue algo solo de una noche, no tienen idea cuan mal me siento por eso”. Aquí podemos observar como el sujeto interpelado ante la necesidad de responder comienza a desplegar algunas figuras de la culpa que taponan la responsabilidad subjetiva, cierran el circuito. Se destacan la negación, arrepentimiento y sentimiento de culpa.
A partir de este momento, las acciones llevadas a cabo por el sujeto cierran el circuito una y otra vez. Vuelve a sentirse culpable pese a los intentos que hace para aplacar este sentimiento. En un primer momento frente al temor a morir en una operación quirúrgica considera de suma importancia poder contarle a su esposa sobre el engaño. Luego de este accionar una nueva situación interpela al sujeto, la necesidad de un trasplante hepático y la posibilidad de que el donante sea una persona de su entorno social. Esta situación resignifica nuevamente el tiempo uno, y el remordimiento y la culpa hacen una nueva aparición. El personaje ve como condición para aceptar el trasplante el confesar el engaño cometido a su esposa a los posibles donantes, antes de que tomen la decisión de sacrificar tres meses de su vida por él. Su confesión no queda allí, para sorpresa de los presentes Bob declara no solo haber engañado a su mujer sino a la mayoría de los miembros de la comunidad que se ofrecían como donantes. Como bien lo dice el Doctor House “decir la verdad puso haber matado a este hombre”. Cuando al fin parecería que Bob con estas acciones consigue hacerse responsable, vuelve a sorprendernos al culminar el capítulo negando el engaño a su mujer y volviendo a cerrar el círculo.
Hipótesis Clínica
De acuerdo al análisis realizado sobre el personaje de Bob Harris podemos observar los siguientes puntos nodales en su discurso; por un lado ante el primer encuentro con la culpa siente que no puede vivir así; por ende la confesión a su esposa parecería remediar la situación, ella cree que superaran esta circunstancia, que él cometió un error y prioriza su estado de salud. A simple vista parece que resuelve el conflicto, pero sucede que ante su enfermedad y la necesidad de recibir un trasplante de hígado se ve interpelado nuevamente. Es llamado a responder, ya no desde su intimidad si no desde lo público, donde su figura de ciudadano sobresaliente redobla el peso de su culpa. En esta nueva confesión no solo declara haber engañado a su esposa sino que también a la mayoría de los ciudadanos allí presentes. Dos frases podemos resaltar en su discurso:
• No conocen el yo real.
• No soy el que pensaste que era.
Tomando en cuenta la forma de responder de Bob hasta este momento, podría tentativamente exponerse un potencial tiempo tres. Parecería que Bob realiza un cambio en su posición subjetiva. Pero esta respuesta no acontece desde una posición ética sino desde una moralista. Esto se evidencia en su constante sentimiento de culpa que no se haya diluido a pesar de sus confesiones.
Ahora el podría “morir con el alma limpia” tal como lo expresa, pero si vive tendrá que “pagar por sus pecados” cometidos. Como resonancia del discurso del sujeto a partir de este momento se destaca una marcada tendencia religiosa: “Siento mi cuerpo entero en llamas”, “se siente como en el infierno”. Es interesante destacar el título del capítulo: “La confesión”, este término hace alusión a un acto religioso, que los creyentes llevan a cabo con el fin de ser perdonados por Dios. ¿Se pone en juego aquí que el ser perdonado por Dios lo desresponsabilice de los hechos que ha cometido?
Podemos cuestionarnos acerca de la manifestación de un deseo inconsciente en Bob ¿desea separarse de su esposa? El carácter del sacramento matrimonial es claro: “hasta que la muerte nos separe” y si la muerte no lo consigue esto podría suceder si ella lo abandona. Pero ello no resulta luego de su primera confesión, ¿quizás exponiéndola públicamente pueda conseguirlo? Ella expresa ante el inminente pedido de confesión “Tengo que vivir con esto también”, sin embargo el continuó con su cometido y al finalizar sus públicas declaraciones indica: “No soy el hombre que pensaste que era”; a pesar de que su declaración estaba supuestamente dirigida a la comunidad allí presente, sus últimas palabras son dirigidas a su esposa.
Se puede concluir que la muerte no consigue separarlos- tal como expone el sacramento del matrimonio-, tampoco sus confesiones son suficientes para que “Denise no quiera verlo de nuevo” y se produzca entonces la separación. Como ello no sucede, el recurso que pone en juego Bob es la negación, el circuito se cierra y su vida retoma el curso usual de su existencia previsible. Se destaca que a pesar de las situaciones conflictivas que se le han presentado, no ha manifestado un cambio en su posición subjetiva.
Referencias
D’amore, O.: Responsabilidad y culpa. En la transmisión Ética. Clínica y Deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Gabriela Z. Salomone El sujeto dividido y la responsabilidad. En la transmisión Ética. Clínica y Deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Juan Carlos Mosca Responsabilidad: Otro nombre de sujeto. En Etica. Un horizonte en quiebra. Eudeba, 2002
Sartre, Jean Paúl: El muro, Editorial Losada, Bs. As., 1972
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