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The C Word

Temporada 8 - Episodio 19

Autores: Maidana, Betiana

Palabras clave:

Síntesis

El capítulo comienza con una niña en un parque de diversiones que se encuentra jugando en el tobogán con el padre. Le pregunta donde quiere seguir jugando, la niña le dice que quiere ir otra vez al carrusel pero sola. Acuerdan entre los dos no contarle esto a mamá. Luego de dar dos vueltas se desvanece y comienza a expulsar sangre de su nariz causando preocupación y desesperación en el padre.

Rápidamente es llevada al hospital donde trabaja su madre, Elizabeth Lawson.

Los médicos analizan el caso. Se trata de Emily Lawson, una niña de 6 años que manifiesta sangrado nasal, problemas respiratorios y padece de una enfermedad genética de mutación llamada Ataxia-Telangiecitasia, única variante en ambos genes ATM. Se incorpora la Doctora Eliz Lawson, madre de la nena, que tiene experiencia en la enfermedad de su hija. Hace ruido su apellido entre los doctores, “Eliz Lawson… Emily Lawson…”, a lo cual aclara:

“…Estoy aquí como doctora, no como madre…”. Su presencia es cuestionada por los médicos. Pero tienen que aceptarla ya que sabe más de la enfermedad sobre su hija que otros doctores, considerándosela un recurso para uno y un recurso obstaculizador para otros.

En primera instancia, examinan los pulmones de Emily y descartan que el problema fuera allí ya que están sanos. Podría ser granulomatosis de Wegener, encaja con los síntomas pero no se le puede hacer rayos X ya que la A-T lo hace hipersensitiva a las radiaciones ionizadas. Se prepara una resonancia magnética. En la sala de pacientes los padres de Emily discuten sobre el hecho.

Padre:- “Solo se subió al carrusel. Es una niña, Liz. Nos estábamos divirtiendo. Deberías intentarlo de vez en cuando."

Madre:- “¿Divirtiendo? Ella tiene seis años, no tú, sabías que tiene problemas de equilibrio”

Seguidamente aparecen otros médicos y Elizabeth dice que “la paciente” está lista para ser trasladada. La despierta para ser llevada a la sala de resonancias. Durante la misma los médicos le preguntan cómo se siente y ella contesta que fingía estar dormida. El médico le dice que sus hijas hacen eso porque a veces parece que mami y papi están discutiendo pero en realidad están preocupados. A su vez la niña pregunta a uno de los médicos si su mujer le ha pedido el divorcio. Éste sonríe y le contesta que todo está bien en su casa y que debe quedarse quieta. La nena se pone nerviosa, sus dedos están azules y empieza a gritar: “¡Quiero a mi papá! ¿Dónde está mi papá?”

Mientras tanto, el equipo de Foreman sigue buscando respuestas a los síntomas, pudieron restauran la circulación antes de que quedara con algún daño. Creen que la causa de los síntomas podría ser “Lapsus de Raynaud Secundario”. Otra doctora cree que el stress de escuchar discutiendo a los padres puede estar contribuyendo también. La doctora Elizabeth en cambio dice que podría ser envenenamiento por metales pesados. Acusa a Simón, su ex marido, de haberse mudado a un edificio viejo. Piensa pedirle las llaves para ver si se debe a causas ambientales. Un doctor sugiere que podría tratarse de lupus. Lo desestima y afirma: “Soy doctora y como doctora necesito el consentimiento de los padres” Da órdenes de que comiencen a tratarla con terapia de quelación.

Un miembro del equipo dice: “ella es madre, así que tratémosla como a cualquier madre” y se dirigen a la casa de la doctora para ver si encuentran algún indicio sobre qué podría haber causado las reacciones de la niña. Descubren que en toda la habitación hay sustancias químicas peligrosas (Lex-2 antibiótico aminoglucótido experimental). Parecía un laboratorio pero sin animales para experimentación. Se preguntan si Emily podría haber entrado allí. Efectivamente, dormía ahí y tenía su corralito con juguetes. Entonces, empiezan a pensar que Elizabeth podría haber estado administrándole una sustancia para borra el AT del ADN de su hija.

Durante una reunión médica la doctora afirma que le administra a Emily una droga con el objeto de extender 10 años más su vida y que a la fecho no documenta ningún efecto negativo. A todo esto, el equipo le dice que su hija no es un conejillo de indias informándole que la droga administrada, “Lex-2”, había sido suspendida en experimentación por causar fallas renales en ratones y ratas. Elizabeth se pone muy mal al enterarse de la noticia. De todos modos, los médicos sostienen que afortunadamente se puede revertir este error. El próximo paso es la realización de una biopsia renal con ultrasonido para comprobar daños.

Mientras le están realizando la biopsia a Emily descubren que no hay ningún problema allí, nuevamente la niña comienza a vomitar sangre.
Al no encontrar solución, el padre de la niña decide trasladarla a otro hospital. Nuevamente discuten la doctora y Simón, Emily se tapa los odios. El padre argumenta que puede hacerlo porque comparten la tenencia y le cuestiona haber tratado a su hija como animal de laboratorio. A lo cual contesta que si no lo hubiera hecho la pequeña estaría muerta. De todas formas, intervienen otros médicos diciendo que creen que tienen un coágulo en los pulmones. Si la trasladan en ese preciso momento va a morir debido a la caída del carrusel y no del AT.

Luego de una serie de estudios, descartan que sean los pulmones ya que están limpios. Piensan que lo que azota a Emily es una enfermedad llamada “Lyme”. En la habitación se encuentran el padre y la madre de la niña. Allí es cuando ella cuenta que fue a cazar con su papá. En ese momento Elizabeth se sorprende y dice que no se va a poner a discutir con su ex por esto. El siguiente paso es hacerle una punsión lumbar. Durante el estudio la niña pregunta si creen que sus padres volverán a estar juntos. Ellos solo pelean por ella por eso la niña dice: “si yo muriera, mis padres podrían estar juntos”

Chase resuelve el caso de la niña. El diagnóstico de la niña es “Mixoma auricular”. La droga no estaba enfermando a Emily sino que era un catalizador. A través del mismo pueden descubrir que en realidad había un tumor benigno que afectaba a una hormona y provocada los síntomas. Emily pregunta si es que ya no está enferma y la madre le explica que en realidad sí, pero que el tumor no causó su condición genética. El padre le pregunta que es lo que quiere hacer al salir del hospital. Uno de los médicos recomienda un acuario, este le interesa a la niña. Entonces Emily pregunta si la mamá puede ir y el padre le contesta “mamá nunca tiene que preguntar” y se abrazan.

Por otra parte, Gregory House se encuentra de “vacaciones” acompañando a su amigo Wilson para enfrentar juntos su enfermedad: cáncer. Wilson no quiere que House se involucre en su tratamiento, pero lo hace, considerándose un sostén, “un pilar de fuerza”, ante lo cual su amigo prefiere que sea un “pilar en el aparcamiento”.

Se rehúsa a realizarse el tratamiento con radiaciones diarias durante tres semanas añadiendo luego quimioterapia si el tumor no se reduce como le proponen los médicos. El médico afirma que tiene por encima del 75% de probabilidades de que con la radiación sea suficiente, que se relaje, que lo agarraron a tiempo. Wilson no se convence, para él “agarrarlo a tiempo” hubiera sido antes de que invadiese los tejidos que rodean al timo. Quiere radiaciones y quimioterapia a la vez. El oncólogo que lo trata le pregunta:

Oncólogo-“¿Por qué estresar tu sistema inmunológico innecesariamente?

Wilson - buscaré una segunda opinión.

Oncólogo-Te he visto recomendar este mismo tratamiento docena de veces.

Wilson- Hemos terminado aquí. Buscaré un médico que tenga huevos de verdad. (Se levanta y sale del consultorio)

El Doctor sorprendido le dice a House, quien estuvo presente acompañando a su amigo, que “un doctor debería ser capaz de manejar su propia enfermedad con un poco mas de dignidad”.

House y Wilson dejan la oficina del médico sin escucharlo. House le pregunta por qué se rehúsa a hacer el tratamiento si ya ha consultado cinco veces y todos dieron el mismo consejo. Allí descubre que el plan de Wilson consiste en auto administrarse un tratamiento que implica un alto riesgo para él. House intenta concientizar al oncólogo pero no logra convencerlo. Wilson sostiene que todavía esta saludable” ¿Por qué no ir por el camino extremo ahora cuando hay una posibilidad mayor de sobrevivir?” House lo interpela, le dice que estadísticamente tiene la misma posibilidad de matarse que el Timoma. Su respuesta es que sabe que va a morir, el mismo les daba esperanzas a sus pacientes pero sabe que a la larga no tienen posibilidad de vida. Su cáncer es terminal, solo le quedan seis meses de vida. House planea llevarlo a un hospital pero Wilson le pide que no haga eso ya que no quiere morir lentamente en el hospital con gente mirándolo y diciéndole que todo va a estar bien. Frente a esto Gregory le propone hacer el tratamiento en su departamento, aunque le advierte que mientras dure lo dejará en un estado deplorable.

House propone un brindis –“por los estúpidos, por los dolores musculares, espasmos, por tus articulaciones sintiéndose como si te las arrancaran y reemplazaran con trozos de cristal roto… tu estómago cuando vomites, sentirás como si alguien metiera a la fuerza un martillo al rojo vivo por tu estómago desgarrando tu carne, la sangre chorreando por tu garganta, atragantándote y provocándote arcadas con el gusto cobrizo de peñiques ardientes”.

Wilson -Soy oncólogo…sé (es interrumpido)

House continua –si lo supieras no estaríamos sentados aquí. Día dos: tus leucocitos han desaparecido, exponiendo tu sistema a los ataques, tu temperatura se eleva por las nubes. En un segundo, parece que estas enterrado en hielo. Cada receptor del dolor de tu cuerpo ha disparan al mismo tiempo, hasta que la agonía ni siquiera es una palabra o un concepto… es tu única realidad. Alucinar. Sueños con la muerte y entonces empieza la carrera. ¿Puede tu cuerpo recuperarse a tiempo antes de que los organismos hostiles y los parásitos te reclamen permanentemente? Victoria: vida, Derrota: muerte.
Wilson le comenta que siempre pensó que cuando fuese viejo o estuviese enfermo tendría mujer e hijos que lo cuidarían. House lo pone en situación, el único que esta ahí acompañándolo es él.
Wilson tiene alucinaciones que son interrumpidas por House. Quiere ir al baño y su amigo le dice que use el pañal. Se molesta, cae al piso. No quiere que lo ayude, quiere que lo deje. House le dice que es doctor, que esta en carácter de doctor y no de amigo. El oncólogo se pregunta, se cuestiona:

-¿Por qué yo? Siempre les estoy diciendo a mis pacientes que no se torturen porque no hay respuestas. Es un consejo cruel… Debería haber pasado mi vida siendo más como tú. Debería haber sido manipulador, egocéntrico, narcisista… que trajera miseria a todo y a todos en su vida.

House- Aún así tendrías cáncer.

Wilson –Si, pero al menos sentiría que me lo merecía.

Transcurre el tiempo, empeora el estado del oncólogo, el ritmo cardíaco sube y la presión arterial baja, el recuento de leucocitos esta en 500. House lo quiere llevar al hospital ya que no dispone del equipamiento y medicamentos necesarios frente a esta situación. Wilson se niega, el trato era “ganar o perder”, prefiere morir ahí, y no en la ambulancia o en el hospital. Se queda acostado.

Aparece en primer plano, el brazo tendido de Wilson inmóvil, lentamente se mueve. Se despierta, House también y se le acerca, le dice que en 7 o 10 días bajará la hinchazón y será posible realizar la cirugía.

Finalmente, sobrevive al tratamiento y cuando regresa a su oficina después de unos días se encuentra con un divertido vídeo con fotos “de las vacaciones con House”

Desarrollo conceptual

Título: “Extendiendo vidas”

Abstract

El presente trabajo tendrá por objeto mostrar dos situaciones dilemáticas del episodio de Dr. House “The C Word”, una expresión utilizada para nombrar la enfermedad cáncer. En primer cuadro enfermedad Emily con numerosos de síntomas preexistentes que deben ser trabajados con el equipo médico y la persona más experta, su madre, Elizabeth, quien intenta ser médica y madre al mismo tiempo. La decisión que deben tomar ella y su ex marido respecto y la culpabilidad ante la situación pone en tela de juicio puntos de vista contradictorios. Por otro lado, House esta vez se encuentra como médico y amigo enfrentado a la enfermedad de Wilson. Este último cree que la mejor manera de apaciguar la enfermedad es con tratamientos invasivos, algo que nunca les aconsejaría a sus pacientes. Se niega a hacerlos en el hospital para tener una muerte más digna. House sabe que lo que intenta hacer es una locura, un riesgo tanto para Wilson y su propia carrera. Pero a su vez sabe que debe apoyarlo en este duro trance.

En ambos situaciones, la hipótesis clínica aparece en el deseo que lleva a los personajes al acto. El deseo de ver con un tiempo más de vida a un ser querido. Enfrentadas quedan la cuestión de responsabilidad médica y la responsabilidad subjetiva entrelazándose con cuestiones vinculares y emocionales.

A continuación trataremos de exponer los problemas que van surgiendo sobre todo en relación a House y Wilson, contrastándolo a el caso Emily, llegando a vinculadas a cuestiones éticas, jurídicas y subjetivas que van enriqueciendo el episodio.

“The C-Word” La palabra que empieza con c… la palabra cáncer.

El capítulo comienza con una niña en un parque de diversiones que se encuentra jugando en el tobogán con el padre. Le pregunta donde quiere seguir jugando, la niña le dice que quiere ir otra vez al carrusel pero sola. Acuerdan entre los dos no contarle esto a mamá. Luego de dar dos vueltas se desvanece y comienza a expulsar sangre de su nariz causando preocupación y desesperación en el padre. Rápidamente es llevada al hospital donde trabaja su madre, Elizabeth Lawson.

Los médicos analizan el caso. Se trata de Emily Lawson, una niña de 6 años que manifiesta sangrado nasal, problemas respiratorios y padece de una enfermedad genética de mutación llamada Ataxia-Telangiecitasia, única variante en ambos genes ATM. Se incorpora la Doctora Eliz Lawson, madre de la nena, que tiene experiencia en la enfermedad de su hija. Hace ruido su apellido entre los doctores, “Eliz Lawson… Emily Lawson…”, a lo cual aclara:

“…Estoy aquí como doctora, no como madre…”. Su presencia es cuestionada por los médicos. Pero tienen que aceptarla ya que sabe más de la enfermedad sobre su hija que otros doctores, considerándosela un recurso para uno y un recurso obstaculizador para otros.

En primera instancia, examinan los pulmones de Emily y descartan que el problema fuera allí ya que están sanos. Podría ser granulomatosis de Wegener, encaja con los síntomas pero no se le puede hacer rayos X ya que la A-T lo hace hipersensitiva a las radiaciones ionizadas. Se prepara una resonancia magnética. En la sala de pacientes los padres de Emily discuten sobre el hecho.

Padre:- “Solo se subió al carrusel. Es una niña, Liz. Nos estábamos divirtiendo. Deberías intentarlo de vez en cuando."

Madre:- “¿Divirtiendo? Ella tiene seis años, no tú, sabías que tiene problemas de equilibrio”

Seguidamente aparecen otros médicos y Elizabeth dice que “la paciente” está lista para ser trasladada. La despierta para ser llevada a la sala de resonancias. Durante la misma los médicos le preguntan cómo se siente y ella contesta que fingía estar dormida. El médico le dice que sus hijas hacen eso porque a veces parece que mami y papi están discutiendo pero en realidad están preocupados. A su vez la niña pregunta a uno de los médicos si su mujer le ha pedido el divorcio. Éste sonríe y le contesta que todo está bien en su casa y que debe quedarse quieta. La nena se pone nerviosa, sus dedos están azules y empieza a gritar: “¡Quiero a mi papá! ¿Dónde está mi papá?”
Mientras tanto, el equipo de Foreman sigue buscando respuestas a los síntomas, pudieron restauran la circulación antes de que quedara con algún daño. Creen que la causa de los síntomas podría ser “Lapsus de Raynaud Secundario”. Otra doctora cree que el stress de escuchar discutiendo a los padres puede estar contribuyendo también. La doctora Elizabeth en cambio dice que podría ser envenenamiento por metales pesados. Acusa a Simón, su ex marido, de haberse mudado a un edificio viejo. Piensa pedirle las llaves para ver si se debe a causas ambientales. Un doctor sugiere que podría tratarse de lupus. Lo desestima y afirma: “Soy doctora y como doctora necesito el consentimiento de los padres” Da órdenes de que comiencen a tratarla con terapia de quelación.

Un miembro del equipo dice: “ella es madre, así que tratémosla como a cualquier madre” y se dirigen a la casa de la doctora para ver si encuentran algún indicio sobre qué podría haber causado las reacciones de la niña. Descubren que en toda la habitación hay sustancias químicas peligrosas (Lex-2 antibiótico aminoglucótido experimental). Parecía un laboratorio pero sin animales para experimentación. Se preguntan si Emily podría haber entrado allí. Efectivamente, dormía ahí y tenía su corralito con juguetes. Entonces, empiezan a pensar que Elizabeth podría haber estado administrándole una sustancia para borra el AT del ADN de su hija.

Durante una reunión médica la doctora afirma que le administra a Emily una droga con el objeto de extender 10 años más su vida y que a la fecho no documenta ningún efecto negativo. A todo esto, el equipo le dice que su hija no es un conejillo de indias informándole que la droga administrada, “Lex-2”, había sido suspendida en experimentación por causar fallas renales en ratones y ratas. Elizabeth se pone muy mal al enterarse de la noticia. De todos modos, los médicos sostienen que afortunadamente se puede revertir este error. El próximo paso es la realización de una biopsia renal con ultrasonido para comprobar daños.

Mientras le están realizando la biopsia a Emily descubren que no hay ningún problema allí, nuevamente la niña comienza a vomitar sangre.
Al no encontrar solución, el padre de la niña decide trasladarla a otro hospital. Nuevamente discuten la doctora y Simón, Emily se tapa los odios. El padre argumenta que puede hacerlo porque comparten la tenencia y le cuestiona haber tratado a su hija como animal de laboratorio. A lo cual contesta que si no lo hubiera hecho la pequeña estaría muerta. De todas formas, intervienen otros médicos diciendo que creen que tienen un coágulo en los pulmones. Si la trasladan en ese preciso momento va a morir debido a la caída del carrusel y no del AT.

Luego de una serie de estudios, descartan que sean los pulmones ya que están limpios. Piensan que lo que azota a Emily es una enfermedad llamada “Lyme”. En la habitación se encuentran el padre y la madre de la niña. Allí es cuando ella cuenta que fue a cazar con su papá. En ese momento Elizabeth se sorprende y dice que no se va a poner a discutir con su ex por esto. El siguiente paso es hacerle una punsión lumbar. Durante el estudio la niña pregunta si creen que sus padres volverán a estar juntos. Ellos solo pelean por ella por eso la niña dice: “si yo muriera, mis padres podrían estar juntos”

Chase resuelve el caso de la niña. El diagnóstico de la niña es “Mixoma auricular”. La droga no estaba enfermando a Emily sino que era un catalizador. A través del mismo pueden descubrir que en realidad había un tumor benigno que afectaba a una hormona y provocada los síntomas. Emily pregunta si es que ya no está enferma y la madre le explica que en realidad sí, pero que el tumor no causó su condición genética. El padre le pregunta que es lo que quiere hacer al salir del hospital. Uno de los médicos recomienda un acuario, este le interesa a la niña. Entonces Emily pregunta si la mamá puede ir y el padre le contesta “mamá nunca tiene que preguntar” y se abrazan.

Por otra parte, Gregory House se encuentra de “vacaciones” acompañando a su amigo Wilson para enfrentar juntos su enfermedad: cáncer. Wilson no quiere que House se involucre en su tratamiento, pero lo hace, considerándose un sostén, “un pilar de fuerza”, ante lo cual su amigo prefiere que sea un “pilar en el aparcamiento”.

Se rehúsa a realizarse el tratamiento con radiaciones diarias durante tres semanas añadiendo luego quimioterapia si el tumor no se reduce como le proponen los médicos. El médico afirma que tiene por encima del 75% de probabilidades de que con la radiación sea suficiente, que se relaje, que lo agarraron a tiempo. Wilson no se convence, para él “agarrarlo a tiempo” hubiera sido antes de que invadiese los tejidos que rodean al timo. Quiere radiaciones y quimioterapia a la vez. El oncólogo que lo trata le pregunta:

Oncólogo-“¿Por qué estresar tu sistema inmunológico innecesariamente?

Wilson - buscaré una segunda opinión.

Oncólogo-Te he visto recomendar este mismo tratamiento docena de veces.

Wilson- Hemos terminado aquí. Buscaré un médico que tenga huevos de verdad. (Se levanta y sale del consultorio)

El Doctor sorprendido le dice a House, quien estuvo presente acompañando a su amigo, que “un doctor debería ser capaz de manejar su propia enfermedad con un poco mas de dignidad”.

House y Wilson dejan la oficina del médico sin escucharlo. House le pregunta por qué se rehúsa a hacer el tratamiento si ya ha consultado cinco veces y todos dieron el mismo consejo. Allí descubre que el plan de Wilson consiste en auto administrarse un tratamiento que implica un alto riesgo para él. House intenta concientizar al oncólogo pero no logra convencerlo. Wilson sostiene que todavía está saludable “¿Por qué no ir por el camino extremo ahora cuando hay una posibilidad mayor de sobrevivir?” House lo interpela, le dice que estadísticamente tiene la misma posibilidad de matarse que el Timoma. Su respuesta es que sabe que va a morir, el mismo les daba esperanzas a sus pacientes pero sabe que a la larga no tienen posibilidad de vida. Su cáncer es terminal, solo le quedan seis meses de vida. House planea llevarlo a un hospital pero Wilson le pide que no haga eso ya que no quiere morir lentamente en el hospital con gente mirándolo y diciéndole que todo va a estar bien. Frente a esto Gregory le propone hacer el tratamiento en su departamento, aunque le advierte que mientras dure lo dejará en un estado deplorable.

House propone un brindis –“por los estúpidos, por los dolores musculares, espasmos, por tus articulaciones sintiéndose como si te las arrancaran y reemplazaran con trozos de cristal roto… tu estómago cuando vomites, sentirás como si alguien metiera a la fuerza un martillo al rojo vivo por tu estómago desgarrando tu carne, la sangre chorreando por tu garganta, atragantándote y provocándote arcadas con el gusto cobrizo de peñiques ardientes”.

Wilson -Soy oncólogo…sé (es interrumpido)

House continua –si lo supieras no estaríamos sentados aquí. Día dos: tus leucocitos han desaparecido, exponiendo tu sistema a los ataques, tu temperatura se eleva por las nubes. En un segundo, parece que estas enterrado en hielo. Cada receptor del dolor de tu cuerpo ha disparan al mismo tiempo, hasta que la agonía ni siquiera es una palabra o un concepto… es tu única realidad. Alucinar. Sueños con la muerte y entonces empieza la carrera. ¿Puede tu cuerpo recuperarse a tiempo antes de que los organismos hostiles y los parásitos te reclamen permanentemente? Victoria: vida, Derrota: muerte.
Wilson le comenta que siempre pensó que cuando fuese viejo o estuviese enfermo tendría mujer e hijos que lo cuidarían. House lo pone en situación, el único que esta ahí acompañándolo es él.
Wilson tiene alucinaciones que son interrumpidas por House. Quiere ir al baño y su amigo le dice que use el pañal. Se molesta, cae al piso. No quiere que lo ayude, quiere que lo deje. House le dice que es doctor, que esta en carácter de doctor y no de amigo. El oncólogo se pregunta, se cuestiona:

 ¿Por qué yo? Siempre les estoy diciendo a mis pacientes que no se torturen porque no hay respuestas. Es un consejo cruel… Debería haber pasado mi vida siendo más como tú. Debería haber sido manipulador, egocéntrico, narcisista… que trajera miseria a todo y a todos en su vida.

House- Aún así tendrías cáncer.

Wilson –Si, pero al menos sentiría que me lo merecía.

Transcurre el tiempo, empeora el estado del oncólogo, el ritmo cardíaco sube y la presión arterial baja, el recuento de leucocitos esta en 500. House lo quiere llevar al hospital ya que no dispone del equipamiento y medicamentos necesarios frente a esta situación. Wilson se niega, el trato era “ganar o perder”, prefiere morir ahí, y no en la ambulancia o en el hospital. Se queda acostado.

Aparece en primer plano, el brazo tendido de Wilson inmóvil, lentamente se mueve. Se despierta, House también y se le acerca, le dice que en 7 o 10 días bajará la hinchazón y será posible realizar la cirugía.

Finalmente, sobrevive al tratamiento y cuando regresa a su oficina después de unos días se encuentra con un divertido vídeo con fotos “de las vacaciones con House”

Tal como lo expresa Juan Carlos Mosca “La responsabilidad interpela al Sujeto, quien debe, o puede, dar “respuesta”, responder, por su acto”. En el capítulo “The C word” de la serie Dr. House se plantean cuestiones de responsabilidad tanto profesional y subjetiva. Este doctor de carácter raro y de humor sarcástico se encuentra en una disyuntiva. En esta oportunidad debe obrar como médico y como amigo. Su responsabilidad como médico es hablar con sinceridad sobre esta enfermedad, cáncer. El tumor parece crecer cada vez más y su amigo debe someterse a tratamiento si no quiere que siga el avance. Aquí marcaríamos el tiempo 1.House se encuentra de acuerdo con que su amigo lleve a cabo la quimioterapia. De hecho, lo acompaña al oncólogo. De todas formas Wilson no se convence y tiene la idea de realizar un tratamiento riesgoso y fuera de la clínica. Marcaríamos aquí el tiempo 2, donde se interroga lo que se quería llevar a cabo en el tiempo1. Ante la persistente idea de este que se realice el mismo fuera de la clínica, House, se opone. ¿Por qué tal oposición? En términos clínicos podría pensarse el hecho como un posible ejercicio de la mala praxis y también de negligencia, ya que ambos conocen las pautas que deben llevarse para tratar una enfermedad de esta magnitud. House sabe que no debería exponer a su amigo a un tratamiento peligroso ya que esto podría constarle a él su título y a Wilson, su vida. Este ultimo sabe que su diagnóstico es terminal y su futuro está determinado aún así juega con esto. No acepta la opción que le ofrece su oncólogo. La pregunta que nos suscita es ¿Cuál es el objetivo de someterse a tal tratamiento, será realmente llevado por la idea morir de una manera digna como él dice o vivir un poco más? De todos modos, el tratamiento es una decisión tomada, es una necesidad. House duda en acompañar en esta tarea.

Según Ignacio Lewcowicz “…una decisión es una producción de una singularidad subjetiva, es una variable que se inventa, acorde a la singularidad en situación. Ahí no se juega la opción, propia de la lógica binaria de los algoritmos computacionales, ni la ponderación de elementos dispersos y perspectivas encontradas para arribar a la elección adecuada…” En este sentido, la decisión se encuentra ligada con cierta posición del sujeto. El sujeto elige y debe hacerse cargo consciente o inconscientemente de lo que suceda. Estos nos ponen en sobre aviso de el juego de la responsabilidad que tiene cada uno frente a la situación que debe vivir.

House a cada objeción de su amigo contesta con chistes. Es su síntoma. Se podría decir que es la forma que encuentra de sobrellevar su culpa, de canalizarla a través de algo. De esta forma, enfrenta la situación y puede tomar la decisión de aceptar el riesgoso tratamiento. Aquí se instauraría el Tiempo 2. ¿Pero qué es lo que lleva a House a realizar tal acto ético? Se podría creer que lo que lo lleva a la aceptación es el deseo de mantenerlo con vida un tiempo más. El sujeto actúa conforme a su deseo. Se deja atravesar por el mismo. Es una cuestión de necesidad, que une causas y efectos, por ello el sujeto no puede ser responsable. Lo implica, pero no puede ser responsabilizado.

De todas formas House afirma estar como médico, no como amigo y lleva a cabo el procedimiento en su departamento administrando la medicación necesitada para dicho proceso. El acto que lleva a cabo es un acto singular, no era esperable hasta el momento que esto sucediera. De esta manera transforma el universo y queda contenido en un nuevo universal. Ambos amigos dejan el destino librado al azar. Sucederá lo que deba suceder.

Durante el tratamiento House propone un brindis –“por los estúpidos, por los dolores musculares, espasmos, por tus articulaciones sintiéndose como si te las arrancaran y reemplazaran con trozos de cristal roto… tu estómago cuando vomites, sentirás como si alguien metiera a la fuerza un martillo al rojo vivo por tu estómago desgarrando tu carne, la sangre chorreando por tu garganta, atragantándote y provocándote arcadas con el gusto cobrizo de peñiques ardientes”.

Wilson -Soy oncólogo…sé (es interrumpido)

House continua –si lo supieras no estaríamos sentados aquí. Día dos: tus leucocitos han desaparecido, exponiendo tu sistema a los ataques, tu temperatura se eleva por las nubes. En un segundo, parece que estas enterrado en hielo. Cada receptor del dolor de tu cuerpo ha disparan al mismo tiempo, hasta que la agonía ni siquiera es una palabra o un concepto… es tu única realidad. Alucinar. Sueños con la muerte y entonces empieza la carrera. ¿Puede tu cuerpo recuperarse a tiempo antes de que los organismos hostiles y los parásitos te reclamen permanentemente? Victoria: vida, Derrota: muerte.

A su vez el oncólogo cuestiona:

“… Debería haber pasado mi vida siendo más como tú. Debería haber sido manipulador, egocéntrico, narcisista… que trajera miseria a todo y a todos en su vida…”

House no acepta ni niega lo que Wilson le reprocha pero en parte cree lo que le dice y siente culpa.

En el otro escenario hay una nena con una enfermedad genética cuya madre, medica del equipo, se ve en términos de decidir que tratamiento es mejor para su hija. Anteriormente y creyendo que procede éticamente y como buena médica, le administra una droga para extender su expectativa de vida insertándose de esta manera el tiempo 1 del circuito. Con la llegada de Emily al hospital luego de una caída que le produce un sangrado nasal, Elizabeth y el equipo deben buscar una respuesta a los persistentes síntomas. Aquí es donde marcaríamos el tiempo 2. La Dra propone comenzar con la investigación. Realizando la misma, dos médicos dan cuenta que la Dra. había administrado en su hija una droga que había sido prohibida hace tiempo en el mercado. ¿Pudo haber sido pura imprudencia? Con la idea de que esto es lo que causa la enfermedad Elizabeth se siente culpable, no solo porque como profesional de la salud no há mejorado la salud de la paciente y sino que está realizando mala praxis y lo está haciendo con su propia hija. El acto ético parecería haber fallado. Todo este tema la lleva a disentir una y otra vez con el padre sobre los cuidados que debería haber tenido con la niña. Ambos se sienten culpables y a su vez son inconscientes del daño producido en Emily. De todos modos se podría decir que los dos adultos cedieron en su deseo. Elizabeth por un lado queriendo extender la vida de su hija y Simon por el otro permitiéndole actividades de juego que Emily no podía llevar a cabo. Relacionado al concepto de responsabilidad hay una doble tarea que debe llevar a cabo Elizabeth. La responsabilidad como médica y la responsabilidad como madre. No puede avocarse al trabajo esta vez solo como médica es imposible que así sea.

Ninguna de las hipótesis sobre la enfermedad que padecía Emily era la correcta. Los cuestionamientos entre padres cada vez eran más fuertes. Podría pensarse que estos cuestionamiento como el no conocimiento de su propia hija o no conocimiento de composición genética son puros autorreproches acerca de la separación de la pareja y “abandono” de la niña. Finalmente, Chase resuelve el caso concluyendo que es un tumor benigno. Una cuestión azarosa a nuestro entender. Elizabeth y Simon se encuentran más calmos y ahora dejan de cuestionarse el uno al otro, empezando a tomar decisiones conjuntamente sobre el futuro del tratamiento. Lo que instauraría un cambio de posición en Elizabeth, un tiempo 3. A diferencia de lo tomado de la situación de House y Wilson donde no hay tiempo 3.

Entonces habiendo expuesto los dos casos la pregunta que nos quedaría por responder es ¿Cuál es la distancia entre la responsabilidad y la decisión? Tanto House como Elizabeth se enfrentan a personas, con las cuales mantienen estrecho vínculo, por un lado síntomas de una enfermedad causada por un tumor maligno y terminal y en el otro un tumor benigno que termina con extirpación pero requiere de cuidado. No parecería una mera coincidencia que estos personajes tengan diagnósticos similares. A su vez y lo más importante, es la responsabilidad que les concierne a nivel médico y jurídico y frente a esto la decisión que toman aunque esta sea influida por las implicancias sentimentales que puedan alcanzar.

Haciendo una comparación se podría decir que casi no hay diferencias entre un caso y otro pese a las singularidades de las situaciones. En ambas situaciones existen actos ligados hacia la moral, es decir lo bueno y lo malo. Los dos personajes centrales y elegidos, Elizabeth y House realizan actos morales que nada tiene que ver con lo ético. Si bien ambos son conscientes de que en caso de violar cuestiones éticas se produciría mala praxis, muy poco importa esto a la hora de tomar decisiones y tener existencia de elementos emocionales en el medio. Los tiempos se agotan, las culpas deben ser dejadas de lado. Se necesita hacer una separación de lo sentimental y lo ético. De todas maneras, ninguno puede ser objetivo. La última pregunta que queda planteada es ¿En estas situaciones de complejidad se puede seguir manteniendo la objetividad sin que nada de la propia subjetividad y moral se interponga? Aparentemente es muy difícil mantenerse distante sin emitir alguna posición que no venga del yo. El sujeto se encuentra dividido en estas instancias debido al particularismo de cada situación. Hay una gran distancia entre lo que se hace y lo que se debería hacer. Entre lo que es y debería ser. Nadie se puede escapar de la realidad. Al finalizar el episodio queda claro que en ambas situaciones fue más fuerte la necesidad y la subjetividad del sujeto que cualquier responsabilidad médica y jurídica. Me pareció pertinente el título de abstract “Extendiendo vidas” puesto que tanto Elizabeth como House, intentan con todas sus falencias extender la vida de un ser querido. Aunque este deseo les pueda ocasionar un coste en lo profesional.

Bibliografía

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Salomone, Gabriela Z.: Consideraciones sobre la Ética Profesional: dimensión clínica y campo deontológico-jurídico. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.



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