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The Softer Side / El camino más fácil

Temporada 5 - Episodio 16

Autora: Paula Hofer

Palabras clave: Conflictos personales- privacidad y confidencialidad- identidad sexual- consentimiento- conflicto entre la ética y autoridad legal.

Síntesis

CASO PRINCIPAL: - El camino más fácil-

Nace un bebé con genes femeninos y masculinos. Un caso de mosaicismo genético. El médico asegura a los padres que el bebé que con una cirugía reparatoria de los genitales ambiguos podrá tener una vida normal. La madre repone que no sabe si el bebé es nena o nene y el médico dice: es una elección que ustedes tienen que hacer.

Se ven a los mismos padres en un juego de básquet. Hay un niño con la pelota en los últimos segundos del partido frente al aro. Duda, y decide no tirar al aro. Hace un pase y la madre se preocupa: “tuvo miedo”. Otra vez el niño frente al aro con la pelota duda, decide tirar y encesta en el último segundo: ganaron el partido. Festeja y cae desplomado en medio de la cancha.

La directora del hospital encuentra a House y a Wilson desayunando. Le asigna el caso. Y advierte a House que los padres no le han dicho nada al niño; Jackson, de su condición y que quieren estar seguros que él tampoco lo hará. House toma el caso igual. Cuddy y Wilson notan que House está raro; está de buen humor. (Ver en relaciones entre personajes-abajo p.4)

Al presentar el caso a su equipo de diagnóstico House hace un chiste “Jackson, 13 años, mitad niña, mitad niño. La cita soñada por Trece”. En alusión a la bisexualidad de ese personaje.

Jackson presenta dolor pélvico agudo durante el partido, por lo cual Foreman supone que podría estar deshidratado. Taub propone, teniendo en cuenta la condición intersexual que el dolor pélvico podría deberse a una hiperplasia adrenal congénita.

Kutner refuta esa posibilidad, y leyendo la Historia Clínica observa que los padres iniciaron un tratamiento con Testosterona. Piensa que esa puede ser una pista. Trece, dice “las -vitaminas- no causan dolor pélvico”. Es que hay una nota de los padres que dice que los médicos deben llamar vitaminas a la testosterona: Trece: “los padres no sólo mienten sino que quieren que nosotros también lo hagamos”. House replica: “yo no voy a hacer nada, ustedes lo harán”. Taub lee que los padres creen que Jackson aún no está listo para saberlo. Trece agrega que su padre era igual con respecto a que ella tuviera el síndrome de Huntington. House ironiza: “si esa fue tu experiencia, esto debe ser igual”.

Trece propone que puede tener un útero ciego que cause dolor y sugiere hacer una IRM (Imagen por Resonancia Magnética).

Foreman se burla de Trece y sugiere que una complicación en la cirugía del pene puede causarle el dolor pélvico.

House sentencia que la IRM es una pérdida de tiempo y toma la propuesta de Foreman.

Cuando salen de la sala se encuentran con los padres de Jackson, que aludiendo que hace trece años que estudian, creen que su hijo pueda tener un útero ciego y piden hacerle una IRM.

House les contesta: quién necesita ir a la universidad si existe Wi- Fi. Pero acepta hacer la IRM.

Kutner lo interpela a House y le dice “acabas de decir que hacer una IRM era perder el tiempo” y House replica: “discutir con ellos también”.
Se descarta el útero ciego. Y prosiguen a hacerle la endoscopía al pene, como estaba planeado originalmente, pero durante el estudio el niño sufre una descompensación. Su corazón se llena de líquido. Deben drenarlo.

Kutner va al despacho de Wilson: “Creo que a House le pasa algo”

Wilson: ¿A quién está haciendo infeliz?

Kutner: a nadie. Accedió a una IRM porque los padres quisieron buscar un útero ciego. No peleó, no discutió, solo estuvo de acuerdo.

Wilson: es una teoría válida.

Kutner: él no lo cree. House decidió seguirle la corriente a esos padres: /to humor these parents/

En una nueva reunión del equipo de diagnóstico Taub señala que esos síntomas: dolor de pelvis y el edema cardíaco no coinciden con problemas causados por el síndrome de mosaicismo.

Kutner se sorprende por la actitud que toma House y vuelve a interpelarlo: ¿estás de acuerdo con esto?

House: ¿con qué?

Kutner: con un diagnóstico que no se relaciona con su sexo. Asumir una coincidencia así normalmente lo torturaría, pero hoy está impávido.
House: ¿impávido? ¿Crees que no estoy desconcertado? La idea de que no esté ni siquiera medio desconcertado me ofende. Me desconcierta mucho.

Foreman propone que el niño puede estar consumiendo drogas, tal vez sea una infección, o toxinas en el sistema...

Trece retoma el tratamiento con testosterona y señala que en algunos casos pueden desencadenar enfermedades autoinmunes como LES (Lupus Eritematoso Sistémico).

House toma esta idea y ordena administrarle tratamiento que incluye un bloqueador de las “vitaminas”.

Trece habla con los padres y les informa que están trabajando con la hipótesis de que tiene alguna enfermedad que causada por la testosterona, por lo cual deben interrumpir el tratamiento con la hormona. La madre recuerda que se no toma la testosterona no se desarrollará como un hombre y se pregunta “¿elegimos mal?”. En referencia a al sexo del bebé recién nacido. El padre pide a Trece que se le diga Jackson que los bloqueadores son otra medicación. Trece sugiere que tal vez sea el momento de contarle a Jackson la verdad. La madre rechaza la idea y firma el consentimiento para el tratamiento.

Cuando trece va a administrarle el bloqueador de testosterona a Jackson este le pregunta qué es, ella evade la respuesta y le pregunta por básquet. Allí el niño confiesa que no le gusta mucho jugar, que la madre lo hizo entrar al equipo. La doctora, le dice que sus padres eran igual que la hacían probar muchas cosas. Entonces Jackson cuenta que en realidad la madre lo manda a básquet para que no pruebe baile que era lo que a él le gustaba, pero que la madre “enloqueció” cuando él le dijo eso, y lo hizo elegir entre básquet y hockey.

Un análisis confirma falla hepática y renal.

Foreman propone diagnóstico de amiloidosis sistemática. Trece lo refuto y dice que el niño está deprimido, y que si tomara alcohol o drogas eso explicaría los síntomas que presenta.

House toma esta hipótesis y pide que busquen indicios de consumo en la escuela y en la casa.

Foreman y Trece fueron a buscar a la casa y no encontraron lo que buscaban pero Trece encuentra una poesía que cree que el niño pensaba en suicidarse.

Taub vuelve con otro análisis y dice que es toxoplasmosis. Trece le va a dar el tratamiento.

En el Hall, la doctora Trece, se encuentra con los padres y les muestra la carta con el poema. Los padres se sorprenden. El padre pide la recomendación de un psicólogo, pero Trece insiste en que hablan con Jackson y le cuenten la verdad. La madre se niega diciendo que ella no está segura de que si el niño sabe sobre su condición se vaya a sentir mejor.

Trece: “es obvio que se siente diferente. Busca respuestas”

Madre: “todos los adolescentes se sienten diferentes” descarta la charla y pide a Trece que, al descartar la enfermedad autoinmune, vuelva suministrarle la testosterona.

Cuando Trece le está administrando la testosterona, el niño dice que esa medicina se parece a las vitaminas que le dan sus padres en su casa. Trece le contesta que no son vitaminas, que ella no puede contarle, que les pregunte a sus padres.

Los padres se quejan a la directora del Hospital porque Trece no cumplió con lo pedido. Trece dice que se cansó de mentir, que ella no le contó nada sobre su condición genética. Los padres piden que la retiren del caso. Cuddy se niega ya que si como es parte del equipo de House, si quieren que House trabaje con ellos deben aceptarla. Trece promete a Cuddy que se alejará del niño. Cuddy le dice que al contrario, que ahora el niño sólo confiara en ella y que necesitará su consuelo.

Jackson se enoja con los padres por no haberle contado antes. La madre se justifica: lo hicimos para protegerte.

Trece habla con Jackson le dice que es doloroso el momento pero por lo menos ya no es un secreto. Y le da el papel con el poema. El chico cuenta que era una tarea escolar en la cual debían escribir con el estilo de Sylvia Plath. “A veces me siento triste, pero que no quiero morir, al menos no quería”. El niño vomita sangre.

Ante el cuadro en el que tiene corazón, riñones, hígado y páncreas comprometidos, surgen dos posibles diagnósticos: Zollinger Ellison y Taub, agrega Esclerodermia sistémica.

Trece dice que Zollinger Ellison cuadra mejor.

Como House ha renunciado al trabajo (ver en relaciones entre los personajes, pág.6) Foreman que ahora está a cargo del equipo decide tratarlo siguiendo esa hipótesis. Si reacciona bien, es ese síndrome.
Foreman llama a parte de Trece y le dice que Zollinger Ellison no cuadra mejor, que lo que pasa es que ella no quiere que sea Esclerodermia porque implicaría que el chico va a morir. Trece se defiende “los pacientes mueren todos los días” Foreman señala que ella se siente culpable porque cree que arruinó a la familia del chico.

Trece replica: que el niño sólo se sentí confundido como cualquier adolescente y que ella inició un incendio y agregó combustible.

Foreman le dice que ella no tiene la culpa, que ella intentó ayudar. La abraza.

El paciente no responde al tratamiento: entonces es Esclerodermia Sistémica.

La madre de Jackson ve a Trece, la enfrenta y la culpa de no poder estar con su hijo ahora que está muriendo.

Madre: “Encontraste una tarea escolar y decidiste que es un suicida y lo convertiste en tu misión personal”

Trece: “Dejé que mis sentimientos...”

Madre: “No oses disculparte. Como si pudiera perdonarte después de lo que le hiciste a mi familia. Él estaba bien”.

Foreman y trece en su departamento preparándose para ir a trabajar, hablan del caso. Foreman le comunica a trece que el niño responde rápido al tratamiento. Trece señala que demasiado rápido “la testosterona disminuye el AST y mejora función renal... pero no cuando hay esclerodermia... entonces: ¡no tiene esclerodermia!

House se reintegró al equipo, pregunta que se perdió. Taub pasa revista de las enfermedades que descartaron. Ahora con lo que agregan Trece y Foreman se quedan sin diagnóstico. House pregunta: ¿”bebe bebidas energizantes?”. Responden: Sí, muchas.

House resuelve el diagnóstico.: deshidratación. Entra al cuarto del chico, están sus padres.

“Esto es culpa de tus padres”.

“su hijo vino por una simple deshidratación, las bebidas energizantes fuerzan los riñones, necesitaba más tiempo para salir de la deshidratación inicial”.

Padres: “¿por qué no mejoró?

House: ahí es donde entra su idiotez. Ustedes insistieron en hacerle una IRM con contrate. Ahí yo entre en un callejón. El contraste no se filtró porque los riñones no estaban bien y fue absorbido por el hígado, corazón y páncreas, y creó problemas en todos lados. Su hijo estaba bien cuando llegó. Su sobreprotección casi lo mata. Dio a luz a un fenómeno de la naturaleza, pero no implica que tratarlo como tal sea buena idea.”

Trece habla con Jackson: él le cuenta que la mamá le preguntó si quería empezar clases de baile, pero que lo preocupaba dejar básquet ahora que empezaba a jugar bien.

Trece le dice que puede hacer las dos cosas.

CASO DE GUARDIA: Un adolescente un poco drogado se presenta con un dolor en el brazo izquierdo y en ambas piernas cuando “les pone presión” con su dedo. House toma su índice derecho, con el cual le estaba demostrando a House el dolor de sus miembros, y le da un fuerte tirón, acomodándole los huesos rotos del dedo.

DIAGNÓTICOS DE LOS CASOS:

Caso principal: luego de descartar útero ciego, complicaciones relacionadas al mosaicismo genético, toxoplasmosis, LES, Esclerodermia y Zollinger Ellison, se define como deshidratación severa por el consumo de bebidas energizantes y el contraste de la IRM.

Caso de guardia: dedo índice derecho fracturado.

RELACIONES ENTRE LOS PERSONAJES: El lado más amable- de House
Trece y Foreman intentan mantener oculta su relación amorosa. Kutner y Taub los descubren e inician un juego de hablar mal de Foreman a Trece y viceversa para desenmascarar la relación. En estas charlas vuelve a salir a la luz la cuestión de la bisexualidad de Trece. Todos se sorprenden de que House no se haya dado cuenta de la relación amorosa.

Dado el buen humor de House, su comportamiento amable inhabitual y un episodio donde House dejó de respirar, por el cual casi se muere , de no ser por Foreman que lo reanimó, sus amigos sospechan que está consumiendo heroína.

Wilson para descartar esta posibilidad lo invita a cenar y pide para su amigo una copa de vino. House descubre la maniobra y lo evidencia: House: “el día que mis pulmones fallaron me invitás una copa de vino, el alcohol es un depresor del sistema. Vos creés que el episodio de hoy no fue por el Vicodín, sino que estoy tomando algo más fuerte. Si consumo heroína no puedo beber sin arriesgarme a dejar de respirar. Wilson reconoce la jugada y House se toma la copa de vino y se va.
Wilson lo encuentra afuera metiéndose los dedos en la boca para vomitar.

House reconoce que está tomando metadona. Que con ella no siente dolor. Elimina el dolor. Tira el bastón a la basura, se va sin renguear.

Cuddy enterada de esto por medio de Wilson lo confronta a House: “El médico que engañaste no sabe de tu adicción”

House: “Sabe que sufro”.

Cuddy: “Podrías morir...”

House: No es asunto tuyo.

Cuddy: “No puedo ver cómo te matás: mientras estés en mi hospital no podés consumirla”.

House renuncia.

Cuddy: ¿Preferís la metadona a este empleo?/ You are choosing methadone over this job?

House: Yo prefiero no sufrir. / I`m choosing lack of pain!

Wilson reflexiona y le dice a Cuddy que ahora House está feliz, que se afeitó, se arregló y tiene una entrevista en otro hospital para abrir un equipo de diagnóstico.

Cuddy: “Si se compra un nuevo par de zapatos ¿lo deberíamos dejar tomar crack? House no es feliz con o sin dolor.

Wilson: “Es su oportunidad para no ser infeliz.”

Cuddy le ofrece a House un tratamiento controlado de metadona, con dosis supervisadas y exámenes periódicos. House acepta y se reintegra al equipo de diagnóstico.

Luego de resolver el caso House se encuentra en su despacho solo con un par de dados en sus manos. Cuddy entra con la dosis de metadona. House no quiere consumirla. “lo arruiné” (en relación al caso) sabía que no necesitaba la IRM, lo hice igual y eso lo enfermó. Creé un caso. Fui agradable porque estaba de buen humor, porque no me dolía.

Cuddy: “No necesitas dolor para ser un buen médico”

House: NO me interesa ser bueno.” I´m not interest in – good-.

Cuddy: “temés ser feliz”

House: ¿”Por qué te importa que yo sea feliz?

Cuddy: “temes cambiar. Lo único que tienes es tu intelecto. Crees que si lo comprometes no tendrás nada”. (Con la dosis de metadona): Tomala.

House: No

Cuddy: No hagas esto.

House: Ya lo hice (tira la dosis al tacho de basura) Este es el único yo que tendrás.” (Toma su bastón y se va rengueando.)

Desarrollo conceptual

Tanto Ibbieta como House, son personajes que ostentan tener un alto grado de conocimiento de sí, su universo particular está afianzado en sus fuertes certidumbres yoicas: Ibbieta detenido por los falangistas “sabía dónde estaba Gris […] sabía también que no revelaría su escondrijo […] todo estaba perfectamente en regla, definitivo, y no me interesaba en absoluto” (Sartre, 1978). Sabía que ya no importaban su novia, ni la causa de España. Sabía que iba a morir, se sabía muerto desde antes del amanecer. Por su parte House sufre hace años un dolor en la pierna por lo cual se hizo adicto al vicodin. Sabe que el dolor está ahí, que no se va con el vicodin, sabe que la metadona elimina el dolor, sabe que corre riesgo su vida, y lo sabe, porque sabe que es médico brillante. También sabe que trasladándose por el hospital parece más un paciente que un médico, pero sabe que él tiene una postura tomada y que si usa el guardapolvo blanco “entonces me confundirían con un médico.”(Michel Fariña 2008). Ambos personajes tienen certezas que los llevan a tomar decisiones cuyas consecuencias creen calcular, estar considerando, hasta que el azar, la contingencia y el deseo, intervienen desviando, llevando más allá, los efectos desprendidos de esa acción. En ambos personajes vacila la consistencia yoica, su universo particular. Ibbieta sabía que no iba a delatar a Ramón Gris, es más, quería burlarse de sus verdugos, jamás hacerles el juego, satisfacerlos, pero en su última jugada, entregó más de lo que pensaba y todo sale al revés: delata a su amigo y los falangistas lo creen un cobarde, un delator y lo recompensan “postergando” su muerte. House, que como describe Michel Fariña (2008), “Contra la tendencia contemporánea que instruye al médico para que sea “empático” con el paciente, [House] subraya que es la competencia profesional lo que el enfermo realmente requiere de él.”, House que es un médico brillante, se descubre faltando a sus reglas, a sus convicciones y fallando como médico. En ambos casos hay sorpresa, hay vacilación, hay que responder por la diferencia entre lo hallado y lo esperado, ya que “algo de esa diferencia le pertenece”. (Michel Fariña, 1999).

SÍNTESIS DE LA SITUACIÓN A ANALIZAR

House, quien sufre hace años de un fuerte dolor en la pierna izquierda y “abusa” del vicodín, (un analgésico), decide tomar metadona. Esta droga, legal, elimina completamente el dolor. Al no sentir dolor, está de buen humor. Este estado en House es sospechosamente extraño para sus colegas. Lo notan desatento, condescendiente, “que se le escapan cosas que antes no”, y agradable. Atendiendo a un caso decide acceder a realizar un estudio que los padres del paciente piden a pesar de que él había dicho que era una pérdida de tiempo realizarlo. El azar quiso que realizar ese análisis complicara el caso de tal manera que el niño, que había entrado al hospital con una simple deshidratación, casi muere. House confrontado con estos hechos, decide no tomar más metadona, ya que “lo arruinó”, “creó un caso” porque “fui agradable, porque estaba de humor, porque no sentía dolor”.

House logró resolver el caso, pero sabe también que “él lo creó”. Ésta metida de pata lo confronta e, lo pone a pensar, lo compele a asumirse responsable por su accionar. ¿Pero de qué responsabilidad estamos hablando?

RESPONSABILIDAD

Freud (1901) alerta sobre que la responsabilidad que estamos rastreando aparece vinculada a un propósito desconocido para el sujeto, que “atañe al sujeto en relación a aquello que desconoce de sí mismo” pero que le es propio. Es que estamos tratando de ubicar sobré qué debe responder House, qué motivos inconcientes incentivaron su accionar. De esto se trata la responsabilidad subjetiva.
Para analizar la responsabilidad subjetiva se propone por la cátedra una herramienta metodológica; pensar el circuito de la responsabilidad. En este circuito se recortan dos tiempos lógicos cuya relación es de retroacción, o après coup, en la cual el segundo tiempo resignifica al primero. En palabras de Domínguez (2006) “[el circuito] está compuesto por un tiempo 1 donde se realiza una acción determinada en concordancia con el universo de discurso en el que el sujeto se halla inmerso y que supone, se agota en los fines para los que fue realizada, la cual se ve confrontada en un tiempo 2 con algún indicador que le señala un exceso en lo acontecido otrora. Tiempo donde el universo particular soportado en las certidumbres yoicas se resquebraja posibilitando la emergencia de una pregunta sobre la posición del sujeto que el sujeto tenía al comienzo del mismo. Momento propicio para la emergencia de una singularidad que, en consonancia con lo universal, demuestre la incompletud del universo previo junto con la caída de los ideales que allí lo sostenían.”

De esta cita se desprende que ante la interpretación subjetiva en el tiempo 2 sobre el tiempo 1, se abre la posibilidad de una pregunta, de una interpelación que puede llevar responderla de manera singular, con un acto que amplíe el universo del sujeto, cambiando su posición, y estableciendo un tiempo 3, no lineal. Sin embargo este tercer tiempo no es “necesario”, es decir, puede no suceder, ya que el sujeto puede ser llamado a responder pero puede responder desde la moral, es decir, dar una respuesta particular y no realizar un acto singular. (D´Amore, 2006)

Pongamos a prueba la situación elegida:

CIRCUITO DE LA RESPONSABILIDAD EN HOUSE.

Tiempo uno.

Tras años de sentir dolor en la pierna y consumir grandes cantidades de analgésicos, decide tomar metadona. La intención manifiesta de esta acción es eliminar el dolor, sentirse mejor.

Tiempo dos

Habiendo desaparecido el dolor, House se encuentra de buen humor y “decide seguirle la corriente a los padres” haciendo un estudio para descartar un problema que “él no cree una teoría válida” (ver dialogo Kutner-Wilson pág.2) que explique la dolencia del paciente. El estudio genera severas complicaciones que ponen al paciente al borde de la muerte.

Cuando House descubre que el niño casi muere por la IRM que los padres le pidieron, adjudica la causa de ese error al hecho de haber estado de buen humor y sin dolor por la metadona. Es decir vuelve hacia la acción primera. Que el niño casi muera por un error suyo, es un efecto no deseado de la metadona.

La conclusión que saca House es que sin dolor no es buen médico. Esta respuesta de ningún modo puede constituirse en un tercer tiempo. Más bien lo deja donde estaba antes de empezar. No hay cambio de la posición subjetiva, más bien una respuesta moral.

Para ubicar ante qué debe responder House en ese movimiento retroactivo es menester hallar un “lazo asociativo, una hipótesis clínica que sitúe la naturaleza de esa ligadura” Domínguez (2006). Indicios de la existencia de este movimiento de retroacción se hallan en las figuras de la culpan que ob-ligan una respuesta.

Podría pensarse como hipótesis clínicas que el sujeto debe responder en relación a su posición frente a su deseo y frente a la castración.
Creo que puede ubicarse en el capítulo que para House, están asociados –dolor- renguera – malhumor- antisociabilidad, y que puede pensarse que si bien House aparenta no tener conflictos por el tipo de vínculo que crea, y pareciera que no seguir el “contrato social ”para establecer relaciones es un decisión de él; que si bien él dice que “el amor apesta”, y que no existe la felicidad; algo de los efectos buscados en la metadona va más allá de aliviar el dolor. Revelan el deseo de House de ser amado, de relacionarse con los otros del modo en que los otros lo hacen, revela el deseo tener la “oportunidad de no ser infeliz”, de no ser excepcional y solitario. Pero a pesar de que el personaje defendió la decisión de tomar metadona con uñas y dientes, a costa de poner en riesgo su vida (ver situación pág. 6.), de perder el trabajo (ver Dialogo House- Cuddy pág.6), etc. y a pesar de que no sintiera más dolor y pudiera dejar tirado en el tacho de basura el bastón, House deja la metadona. La metadona queda asociada a la falta, al error, (a la castración) y a la posibilidad de ser otra cosa. Puede pagar con dolor no ser feliz, pero no puede pagar con felicidad no ser un médico sobresaliente. Al final del capítulo se ve que agudeza del dolor queda ligada a la agudeza de intelecto.

Cuddy: “No necesitas dolor para ser un buen médico”

House: NO me interesa ser bueno.” I´m not interest in – good-. (No estoy interesado en lo “bueno”)

Cuddy: “temés ser feliz”

House: ¿”Por qué te importa que yo sea feliz?

Cuddy: “temes cambiar. Lo único que tienes es tu intelecto. Crees que si lo comprometes no tendrás nada”. (Con la dosis de metadona): Tomala.

House: No

Cuddy: No hagas esto.

House: Ya lo hice (tira la dosis al tacho de basura) Este es el único yo que tendrás.” (Toma su bastón y se va rengueando.)

House no está interesado en ser un buen médico, él tiene que ser más que bueno, el infalible. Eso justificaría todo el dolor, toda la soledad.

Aquí también podría esbozarse una hipótesis clínica en torno a que House debe responder por su posición ante la castración.

Castración que en el primer tiempo se puede pensar en torno al dolor, en torno a la renguera que lo obliga a usar el bastón y que (como efecto no deseado, ver Michel Fariña 2008) lo disimula entre los pacientes, que le trae varios problemas a lo largo de los capítulos.
También en relación a la imposibilidad de lograr establecer vínculos amables- tiernos con las personas.

La metadona cumple la función de eliminar el dolor, y a la vez tapona la castración: ahora que no siente dolor puede ser amable-amado. No necesita del bastón. Está en más.

Pero la lógica del no-todo retorna en el lugar menos pensado. En el lugar del médico brillante. Ahora falló. Casi “mata a un paciente”. House debe responder de su posición subjetiva frente a la castración. Pero no lo hace, su respuesta no pone en juego la cualidad universal-singular, no realiza un acto, más bien responde manera particular (moral). Tapona la falta nuevamente, edifica un goce fantasmático, el goce en “el sufrido”, en “el rengo”, en “el antisocial”. Se esconde atrás del bastón, paga con dolor su deseo cedido, desplaza la angustia de atravesar el fantasma y preguntarse por su deseo más radical, deseo sin garantía. Frente a lo que le ha sucedido, House deja la metadona, aunque las consecuencias de haberla tomado ya le mostraron que él también puede equivocarse. House no quiere preguntarse por esto, más bien elije “culpar” a la metadona. Este efecto impensado “lo toca de cerca, realmente lo toca. Roza lo real, pero todavía falta una segunda vuelta, que recorte la posición del sujeto, […] qué hacer con esa marca” (Mosca, 1998). House elige sostener el obstáculo que le permitiría ir más allá de su universo particular.

FIGURAS DE LA CULPA

A lo largo del capítulo pueden observarse dos situación que revelan la culpa de House. La culpa es el reverso de la responsabilidad subjetiva. Demuestra que hay una respuesta subjetiva pendiente. La culpa se puede configurar en distintos tipos de respuestas- no subjetivas, no ética, sino morales. En el capítulo de podemos situar las siguientes.

House resuelve el caso y se dirige a la habitación del paciente para informarle a este y los padres que ya tenían diagnóstico. Abre la puerta y dice:

“Esto es culpa de tus padres”.

“su hijo vino por una simple deshidratación, las bebidas energizantes fuerzan los riñones, necesitaba más tiempo para salir de la deshidratación inicial”.

Padres: “¿por qué no mejoró?

House: ahí es donde entra su idiotez. Ustedes insistieron en hacerle una IRM con contraste. Ahí yo entre en un callejón. El contraste no se filtró porque los riñones no estaban bien y fue absorbido por el hígado, corazón y páncreas, y creó problemas en todos lados. Su hijo estaba bien cuando llegó. Su sobreprotección casi lo mata. […] Dio a luz a un fenómeno de la naturaleza, pero no implica que tratarlo como tal sea buena idea.”

En este recorte se puede ubicar como House niega su culpa y la proyecta en los padres. Ellos son los culpables, los idiotas. Él entró en el callejón. También se ve que la última frase “dio a luz…” tiene un grado de verdad, devuelve algo nuevo a los padres (amplia su universo) de una forma que Michel Fariña (2008) podría calificar de Cínica: “la afirmación cínica puede adoptar el tono de la ironía, pero se separa de ella, ingresando un enunciado de verdad. A diferencia del sarcasmo, que hace síntoma de un punto ciego en el emisor, el comentario cínico siempre suplementa la escena, reorganizando el universo situacional”. Así, es que vemos a House, tal vez en un acto en el que emerge como sujeto, pero a la vez que le sirve de parapeto ante su propia culpa.

La escena final se desarrolla en su despacho, está sólo manipulando unos dados, pensativo: Cuddy entra con la dosis de metadona.
House no quiere consumirla. “lo arruiné” “Sabía que no necesitaba la IRM, lo hice igual y eso lo enfermó. Creé un caso. Fui agradable porque estaba de buen humor, porque no me dolía”.

En esta escena se puede ubicar que la culpa ya no es negada y proyectada, sino que hay una racionalización y está referida a él mismo.

D´Amore (2006) señala que “no hay responsabilidad subjetiva sin culpa” sin embargo continúa “la culpa puede mantenerse sin el advenimiento del sujeto” es decir puede funcionar como un tapón del surgimiento subjetivo.

Podemos leer el “lo arruiné” como “una disculpa por la que el yo se desculpabiliza del deseo aceptando la culpa moral, deviene un culpógeno: “se transforma el en sujeto-joya, que cuadra perfectamente en las coordenadas de una responsabilidad moral u objetiva”. Y “[…] la culpa moral está en las antípodas de la culpa del deseo”. (D´Amore, 2006). Podemos pensar que en este caso el sujeto fue llamado a responder pero que respondió desde lo particular: me equivoqué no lo voy a volver a hacer. Su universo no se abrió, ubicó allí un tapón moral. Y es que “la culpa moral tapona el acceso a un orden de deseo.” Y ceder en el deseo se paga, House asume una deuda, porque se sabe culpable (moralmente), y paga con el dolor.

NECESIDAD Y AZAR

Más allá de las motivaciones inconcientes que se puedan esbozar en las hipótesis clínicas, hubo elementos del orden de la necesidad y azar en juego.

Se podría pensar que el uso de una droga que elimina por completo el dolor puede generar bienestar no sólo físico sino también, como consecuencia necesaria: bienestar psicológico. Mientras que puede contarse del lado de lo azaroso que justo cuando House está bajo estos efectos y decide no discutir con los padres y ser amable “porque estaba de buen humor, porque no me dolía” justo ese análisis que le es requerido y al que accede más allá de que él considerara como una pérdida de tiempo, trae aparejadas consecuencias casi fatales. Si hubiera sido otro análisis, el caso no se hubiera desenvuelto así.

Referencias

D´Amore, o. (2006). Responsabilidad y culpa. En La trasmisión de la ética. Clínica y deontología. Letra Viva.

Domínguez, M.E. (2006). Los carriles de la responsabilidad: el circuito de un análisis. En La trasmisión de la ética. Clínica y deontología. Letra Viva.

Freud, S. (1901). Psicopatología de la vida cotidiana. Amorrortu editores, Buenos Aires. En Salomone, G. (2006). Sujeto dividido y responsabilidad. En La trasmisión de la ética. Clínica y deontología. Letra Viva.

Guión original del capítulo: http://clinic-duty.livejournal.com/30093.html#cutid1

Michel Fariña, J. (1999) The Truman Show. Versión resumida de la clase dictada en la facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ el lunes 8 de noviembre de 1999).

Michel Fariña, J. (2008) El cinismo ético del Dr.House. En www.eticaycine.org

Mosca, J.C. (1998) Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba. Buenos Aires

Sartre, JP. (1978) El Muro. Editorial Losada. Buenos Aires.



NOTAS