Autores: Cardella, Luciano y Szmulewicz, Martina
Palabras clave: Secreto profesional - Engaño – Confidencialidad – Drogas
Síntesis
El capítulo comienza con una carrera de ciclistas en la cual Jeff Forster, de fama internacional, sufre un paro respiratorio y se desvanece (caso principal).
Por otro lado, House se encuentra discutiendo con Stacy Warner (su ex pareja, y abogada general del hospital) respecto de la renovación de sus credenciales, cuando ingresa la doctora Lisa Cuddy (endocrinóloga y directora del hospital) informándole que tiene un paciente (Jeff Forster). House en un primer momento no demuestra interés en el caso en tanto considera que sus males se deben al uso de las drogas que él (al igual que todo atleta) negará consumir. Posteriormente, la doctora le dice que él no niega el consumo de drogas, y House se involucra en el caso.
House y la doctora Cuddy ingresan a la habitación donde se encuentra Jeff con su mánager, quien le informa que desde hace 7 años trabajan juntos. En este encuentro, el paciente, ante la pregunta del doctor House respecto de qué drogas consume, responde que no toma eritropoietina (EPO), sino que hace doping directo por sangre. En ese instante la manager le recuerda a House que debe mantener la confidencialidad. A continuación, Jeff le informa todos los recursos que utiliza para, según él, “ser el mejor en lo que hace” (aunque eso implique romper las reglas), entre los que incluye dormir en una cámara de presión hiperbárica, inyectarse electrolitos por vía intravenosa, suplementos herbales anabólicos, anfetaminas y diuréticos.
A continuación, House debate con su equipo cuál puede ser de todas las causas la generadora del síntoma: “dificultad respiratoria”, llegando a la primera conclusión de que se trata de una embolia de aire, por lo que House solicita que hagan una gamagrafía y perfusión, y chequear que no haya burbujas en las venas. Mientras atienden al paciente, los doctores (Foreman, Chase y Cameron) mantienen una discusión respecto de la acción de Jeff de consumir drogas para ganar en la competencia. Mientras Foreman y Chase le restan importancia, Cameron asume una posición opuesta a la de ellos, y afirma que de esa forma “hace millones engañando a los fanáticos”. El análisis demuestra que efectivamente se trataba de una burbuja de aire en el pulmón.
Luego, en la sala de comidas, House le expresa al doctor James Wilson (jefe del departamento de oncología, además de ser su mejor amigo) la discusión que mantuvo con Stacy al inicio del capítulo, y la encuentra a ella con su actual marido (Mark), estando este último en una silla de ruedas y en terapia de grupo de personas con discapacidades. Allí, Mark y House se sirven del sarcasmo, para intercambiar ciertos comentarios que denotan la relación de rivalidad que mantienen por Stacy:
Mark: Quédate con Stacy. Espera, ella probablemente te vuelva a dejar.
House: ¿Cómo va tu recuperación?, ¿llegaste a los músculos pequeños?
Mark: No es el tamaño de los músculos, sino donde los pones.
Stacy: Dios mío, es como ver a Oscar Wilde y Noel Coward en tercer grado.
Más adelante, mientras Chase atiende al paciente buscando aspirarle la burbuja de aire, algo acontece. Jeff confiesa que las piernas se le aflojan, y el doctor le responde que es por causa del sedante. A los pocos segundos, el paciente comienza a babearse, cuestión que lleva a los doctores a interrogarse por tal situación. House en un primer momento alude a la posibilidad de que tal vez Chase no realizó adecuadamente el tratamiento, pero inmediatamente, ordena realizar algunos estudios para determinar si se trata de una neuropatía o de una miopatía. Luego se dirige a la sesión terapéutica de gente con discapacidades, a la cual asistía Mark, el marido de Stacy. Allí habla de su pierna inválida y de su enojo respecto de tal discapacidad. En ese momento Mark le recuerda a la doctora que dirigía la sesión de sus problemas con House. Este último, sostiene que sólo puede concurrir a la sesión que tiene lugar en ese horario, y se termina por acordar que si ambos pueden solucionar esa tensión, tal vez podrían ayudarse mutuamente.
Posteriormente, Chase, Foreman y Cameron nuevamente debaten sobre La ventaja de Jeff en las competencias al consumir drogas, en la cual Cameron critica la actitud de romper reglas establecidas arbitrariamente para obtener un beneficio personal, y Foreman le pregunta por qué no reporta a Jeff con las autoridades del ciclismo, y ella responde que no lo hace por razones éticas.
En la sesión, House relata la actitud comprensiva de Stacy cuando tuvo su accidente, destacando que no tenía por qué hacerlo. Afirma que ella sufre, dado que su función no debía ser la de enfermera, sino que ella quiere un hombre. Frente a este comentario, Mark reacciona y lo insulta, frente a lo cual House responde, e inmediatamente la doctora le pide que se retire y concurra a una sesión en un horario diferente.
A continuación, House se reúne con los doctores para continuar analizando el caso de Jeff, y se pregunta por qué si respira, bebe y se inyecta para mejorar químicamente su cuerpo, todos los exámenes son normales. Culmina la escena ordenando una punción lumbar y antibióticos de amplio espectro.
En la siguiente escena, Cuddy habla por teléfono en su despacho. Cuelga cuando irrumpe la mánager de Jeff. Ésta quiere saber si hay alguna forma de acelerar los análisis y el alta médica, le ofrece una coima a Cuddy dándole un cheque y se retira sin que la profesional pueda decir palabra alguna.
Mientras se le realiza la punción lumbar a Jeff, Cameron le pregunta al paciente sobre su sentido de la responsabilidad por engañar a los niños que lo adoran. El paciente relata una anécdota en donde un padre le pide que le escriba una nota a su hijo, quien adora al ciclista. Jeff define la palabra “adorar” como amar sin cuestionamientos ni críticas. La doctora afirma la aparente ventaja que saca Jeff de eso y éste replica que es mejor que lo idolatren antes que mostrarse como un hombre común. Luego Jeff anuncia que sus brazos se sienten extraños y entra en paro respiratorio.
La manager contempla al ciclista que está dormido, mientras que los médicos dialogan acerca del resultado negativo de la punción lumbar. House sugiere que Chase ha cometido un error al realizar la embolectomía y que por causa de un mal corte el paciente está perdiendo sangre. House, antes de salir de la sala, concluye que Chase cometió un error, o que el paciente tiene cáncer.
House entra a un consultorio en donde un hombre lo espera (segundo caso clínico). Este sujeto afirma que tiene que volver a fumar porque desde que dejó de hacerlo tiene diarreas continuas. En ese momento entra Stacy y le pega a House por asistir a la sesión de su marido. Discuten frente al paciente y Stacy se retira. House interroga acerca de la goma de mascar que consume el hombre desde el momento que dejó de fumar, preguntándole específicamente cuántos paquetes consume, a lo que el paciente responde que entre seis o siete por día. Stacy irrumpe nuevamente. Vuelven a discutir. Cuando ésta sale House anuncia al sujeto que ha sido envenenado por la goma de mascar. Le explica que la goma de mascar sin azúcar utiliza sorbitol como endulzante, lo cual es utilizado en la medicina como laxante. El sujeto se saca la goma de mascar de la boca.
James Wilson, se encuentra junto a otra doctora realizándole una biopsia a Jeff para detectar si todo es causa de un posible cáncer o un daño realizado durante los exámenes. También se encuentra presente en la escena la manager. Jeff quiere decir algo pero tiene un tubo en la boca. La manager le entrega un cuaderno para que éste pueda escribir lo que quiere comunicar. Jeff escribe “¿Me hice esto a mi mismo?”, a lo que Wilson responde que si es cáncer, es muy probable que así sea.
Wilson entra al consultorio de Cameron y le entrega un papel, que según dice le dieron en la morgue. Le cuenta que respondió un llamado del noticiero Times que era para ella. Cameron se justifica diciendo que si Jeff hace trampas no debería salirse con la suya, a lo que Wilson responde preguntándole si alguna vez ella ha engañado a alguien. Cameron baja la vista y se queda en silencio. Wilson le dice que lastimará con su declaración a la gente que ama al ciclista. Ella refuta preguntándole si es esa la forma de justificarse por haber engañado a sus esposas y Wilson le contesta que siempre se los dijo.
House felicita irónicamente a Chase ya que según la radiografía Jeff tiene cáncer. En la escena también se encuentran Cameron Y Foreman. En ese momento entra Wilson anunciando que Jeff no tiene cáncer mostrando el resultado de la biopsia, afirmando que se trata de una aplasia de glóbulos rojos pura. (AGRP). Cameron sugiere que el ciclista miente y que en realidad si consume EPO, causante de la AGRP. House se interroga respecto de si el paciente en realidad miente o si dice la verdad. En ese momento entra Cuddy acompañada de Stacy. Cuddy declara que alguien del equipo habló con la prensa sobre el supuesto cáncer de Jeff. Stacy les informa que revisará sus llamadas. Wilson culpa a Cameron de hablar con la prensa. House se pregunta por qué Cameron informaría sobre el cáncer y concluye que Jeff consumió EPO. Se dirige a la sala donde está internado Jeff en compañía de su manager. Interroga al paciente sobre el consumo de la droga y éste niega la acusación. House sugiere que la manager pudo haberle inyectado a Jeff la droga, y que además ella fue quien llamó a la prensa para divulgar el supuesto cáncer del ciclista. La mánager le explica a su cliente que su acción tenía como fin mantener la buena imagen de Jeff. Acepta que fue ella quien llamó a la prensa pero niega haberle inyectado EPO. Sostiene que nunca le haría daño. Jeff despide a su manager. Ésta mira a House, le dice que él va a matar a Jeff y luego se retira.
Esa noche, Foreman lee una revista a la vez que controla la estabilidad de Jeff, y le sugiere que trate de dormir. Jeff empieza a tener nuevamente dificultades para respirar y entra en paro respiratorio.
Al otro día, Foreman le cuenta a Chase y a House que Jeff perdió mucha sangre, fue necesario resucitarlo y que no puede mover las piernas. Además comenta que tuvo que realizarle una transfusión. House pide que se le realice un escaneo en el cuello.
Posteriormente, House le cuenta a Wilson sobre la discusión que tuvo con Stacy en su consultorio, y sostiene que quiere saber por qué ella está tan pendiente de él.
Se le realiza el escaneo en el cuello a Jeff y se le detecta un tinoma. House le explica a su equipo que hay dos clases AGRP, y que aunque todos pensaban que Jeff tenía la aguda en realidad tenía la crónica y que la manager había iniciado un tratamiento de transfusión disfrazándolo en forma de doping sin que el paciente lo supiera.
House entra en la sala en donde esta Jeff y le aplica una inyección de tensilón. Éste comienza a sentir las manos y las piernas y se incorpora. House le explica al ciclista cual es la enfermedad que padece y que ésta no tiene que ver con el consumo de EPO. Le explica que tiene un tinoma, que es un tumor en la glándula timoidea, AGRP y una enfermedad autoinmune llamada Miastenia Gravis. Luego Jeff vuelve a experimentar los síntomas y se desvanece, ya que el efecto del Tensilón dura unos pocos minutos.
Stacy se encuentra en su despacho. En ese momento aparece House y le pide disculpas por su comportamiento a la vez que le pregunta si ella en realidad lo odia o lo ama, a lo que ella responde “te odio y te amo y amo a Mark”.
En la siguiente escena, Wilson entra a una oficina en la que se encuentra Cameron, mirando por televisión un reportaje a Jeff, quien ya fue dado de alta, agradeciendo al doctor House y al equipo médico del Princeton Plainsboro. Cameron apaga el televisor y exclama que Jeff “se salió con la suya”, dado que necesita transfusiones cada dos semanas, lo que implica que puede drogarse todo lo que quiera. Unos segundos después, le confiesa a Wilson que se enamoró del mejor amigo de su esposo, cuando éste estaba a punto de morir. Posteriormente Wilson hace su confesión: él engañó a su esposa, quien a diferencia del marido de Cameron, no se estaba muriendo. Luego le pregunta a Cameron si ella engañó a su esposo, y ella le responde que no, porque no habría podido vivir consigo misma. Wilson se retira, pero antes afirma: “te sorprenderías con lo que uno puede vivir”.
En la última escena, House va a buscar al cuarto donde tuvo la sesión de terapia grupal su bastón que había olvidado. En la puerta se encuentra con un empleado, que estaba limpiando el piso, y le niega el acceso informándole que no podía dejarlo entrar porque estaba prohibido. Rápidamente House exclama: “Amigo, soy un lisiado”, e inmediatamente el hombre abre la puerta y le permite ingresar. Paralelamente, se intercalan (junto con esta escena) las escenas de Cameron y Wilson. Con una música de fondo, primero muestran a Cameron viendo las fotos de su casamiento, en las que se encuentra ella con el marido y su mejor amigo; Por otro lado, muestran a Wilson, quien está acostado, pensativo en el sillón, y de repente toma una revista y comienza a leer. Finalmente, con la música aún sonando, se retoma la escena de House, quien una vez adentro del cuarto al cual quería entrar, se dirige a unos casilleros en donde están algunas historias clínicas, y toma una que tiene el nombre de Stacy Warner. Comienza a leerla, y mientras lo hace, concluye el capítulo.
Relaciones entre los personajes:
En este capítulo pueden vislumbrarse diferentes relaciones entre los personajes, fundamentalmente en las triadas conformadas por un lado, por House, Stacy y Mark, y por el otro, por Cameron, Chase y Foreman. Respecto del primer grupo, House y Mark mantienen una relación de rivalidad por Stacy, en tanto House fue su pareja durante 5 años, antes de que ella contraiga matrimonio con Mark. A lo largo del capítulo, esta relación se mantiene, y la agresividad aumenta a tal punto que ambos deben ser separados en la sesión de terapia de grupo. Por su parte, se pueden observar entre Stacy y House diferentes momentos en los cuales se intercalan el predominio del sarcasmo en sus comentarios (en la sala de comidas), la furia (cuando Stacy se entera que House irrumpió en la sesión de su marido), y hacia el final una suerte de reconciliación entre ambos, en el momento que aclaran la situación, cuando ella le afirma que lo odia y que lo ama, pero que también ama a Mark.
Por otro lado, podemos ubicar la segunda triada, que gira alrededor de un tema en común: la actitud de Jeff de consumir drogas para sacar ventaja en las competencias. Mientras Chase y Foreman mantienen una postura en común, de complicidad en tanto ambos le restan importancia al asunto, Cameron se opone firmemente al considerar que no es justo que saque ventaja de esa forma, engañando a sus seguidores. En una oportunidad, le hace saber a Jeff lo que piensa de él (cuando le realizan la punción lumbar). Por último es posible establecer una relación entre Cameron y Wilson, quienes también discuten sobre esta cuestión, pero haciendo referencia a asuntos más personales. En un primer momento, Wilson le reprocha que podría lastimar a los seguidores de Jeff si lo denuncia por el consumo de drogas, y si bien Cameron afirma que se lo merece, en ningún momento lo hace. Luego derivan en temas más personales en relación al engaño, estableciendo un vínculo más íntimo y de confianza al compartir sus secretos con el otro (Cameron le afirma que se enamoró, en los últimos momentos de vida del esposo, del mejor amigo de él; Wilson le relata que engañó a su esposa, enfatizando que ella no se estaba muriendo).
Desarrollo Conceptual
Introducción
En el presente trabajo, nos serviremos de un capítulo de la serie televisiva House M.D. con el fin de seleccionar allí un personaje que nos permita analizar ciertas cuestiones que pudimos observar en el cuento de Sartre, “El muro”. [1] Recordemos que allí, el protagonista, Ibbieta, se encuentra ante el dilema de denunciar o no el paradero de Ramón Gris, con el fin de seguir viviendo. Su vida o la de su amigo. He allí el dilema a analizar. Frente a una situación similar se encuentra el personaje seleccionado por nosotros en el capítulo de House, Cameron, quien se encuentra ante el dilema de denunciar o no a las autoridades el consumo de drogas por parte de Jeff. Proponemos que ambas situaciones son comparables, en tanto se plantea un dilema ético, el problema de la responsabilidad subjetiva, de la necesidad y azar, las figuras de la culpa. Ambos deben tomar una decisión que repercute sobre terceros. En el caso de Cameron, concretar la denuncia implicaría perjudicar a Jeff, lastimando a los miles de niños que lo adoran. En el caso de Ibbieta, la denuncia culminaría con el fusilamiento de Ramón Gris. Por su parte, guardar silencio involucra otras complicaciones. En tal caso, sería Ibbieta quien se vería llevado ineludiblemente a la muerte. En Camerón, callar significaría rechazar el deseo de revelar su más íntima verdad oculta, aquella, que ya desde hace un tiempo, la asedia constantemente. ¿Hablar o callar? ¿salvar a los otros, o salvarse a sí mismos? En otras palabras, ¿actuar en conformidad con el deseo, o renunciar a él? Esa es la cuestión.
Circuito de la responsabilidad
En primera instancia vamos a precisar el universo particular que caracteriza al personaje seleccionado. Es importante analizar tal cuestión, para poder dar cuenta de la irrupción de la singularidad que quiebra y destotaliza la legalidad del universo previo. En este caso se trata de una doctora que, según sus afirmaciones, orienta su conducta en función de lo que considera moralmente correcto, rechazando todo aquello que, en función de su sistema de valores se ubique en el polo incorrecto. Se rige estrictamente por lo establecido en los códigos deontológicos, y presume de la importancia de respetar las reglas decretadas arbitrariamente. Por lo tanto, frente a un paciente que se sirve de las drogas para triunfar en su carrera profesional, y que engaña de esa manera a sus miles de seguidores, no deja de mostrar su repudio frente a tal situación. De hecho, mientras le realiza la punción lumbar a Jeff, Cameron le pregunta sobre su sentido de la responsabilidad por engañar a los niños que lo adoran, afirmando la ventaja que obtiene de ello. Por lo demás, previo a dicha escena, Cameron tiene dos charlas con Chase y Foreman en las cuales deja en claro su punto de vista. Aquí ubicamos algunos fragmentos de la primera discusión.
Chase: Tomamos drogas que nos ayudan a dormir, a permanecer despiertos
Cameron: No hacemos carreras de quien permanece despierto más tiempo
Chase: ¿No? ¿Nunca estuviste en la facultad de medicina?
Foreman: Gente, él juega un juego para vivir de eso. ¿A quién le importa?
Cameron: Hace millones engañando a sus fanáticos
En la segunda escena en la cual discuten, Cameron mantiene su postura.
Chase: Asumo que ese café es descafeinado. No quisieras estar aumentando tu rendimiento de forma artificial.
Cameron: La cafeína es legal.
Chase: Todo sea según las reglas, ¿no?
Cameron: Es una carrera de ciclismo. Un conjunto de reglas totalmente arbitrarias con las que todos están de acuerdo por la sola razón que un comité dice que así lo hagan. Pero ese es el punto. De eso se trata el juego.
Luego de esta escena, Foreman la desafía a reportar a Jeff a las autoridades del ciclismo, dando lugar a lo que ubicaremos como tiempo 1. Recordemos que el tiempo 1 es aquél en el cual “se realiza una acción determinada en concordancia con el universo de discurso en que el sujeto se halla inmerso y que, se supone, se agota en los fines para los que fue concebida.” [2]
Tiempo 1: Camerón llama al Times para denunciar a Jeff, en tanto saca ventajas en las competencias mediante el consumo de drogas.
Aquí podemos situar la puesta en marcha del discurso yoico de Cameron, quien llama al Times para denunciar a Jeff dado que considera que sus acciones conllevan al engaño, y son calificadas como incorrectas desde su sistema moral.
Por su parte, el segundo tiempo cronológico, es el primer tiempo lógico y es el que da inicio al circuito. Es un “tiempo en el cual el universo particular soportado en las certidumbres yoicas se resquebraja posibilitando la emergencia de una pregunta sobre la posición que el sujeto tenía al comienzo. Momento propicio para la emergencia de una singularidad, que demuestre la incompletud del universo previo junto con la caída de los ideales que allí lo sostenían. ” [3]
Tiempo 2: La pregunta de Wilson: “¿Alguna vez has engañado a alguien? Pues yo sí. Si quieres castigarlo me alegro por ti, pero no puedes hacerlo sin castigar a la gente que lo ama.”
En este segundo tiempo podemos ubicar la emergencia de una singularidad que interpela a Cameron, y que la llevará a interrogarse sobre la acción realizada en el primer tiempo.
Tal interpelación puede vislumbrarse dado que frente a la pregunta de Wilson, Cameron baja la vista y permanece en silencio. Por lo demás, ella no le responde, sino que lo ataca, reprochándole si ésa es su manera de justificar el haber engañado a su esposa. En ese momento Wilson afirma que él siempre se lo dijo.
Este segundo tiempo, como ya dijimos, lleva a Cameron a preguntarse el por qué del llamado al Times, a interrogarse sobre dicha acción, y es en este punto que podemos conjeturar alguna hipótesis clínica, si tenemos en cuenta algunos aspectos de la vida de Cameron.
El marido de Camerón falleció a raíz de un cáncer, y ella, en esos últimos momentos de vida se enamoró del mejor amigo del esposo (se lo confiesa a Wilson al final del capítulo). Si bien ella nunca le dijo la verdad a su marido, tampoco pudo concretar el amor que sentía por el amigo dado que, según sus palabras, “no habría podido vivir consigo misma”. El diálogo es el siguiente:
Cameron: Me enamoré del mejor amigo de mi esposo. Cerca del final él estaba en el hospital cada día y Joe (el amigo) vendría luego del trabajo. Caminábamos y tratábamos de hablar acerca del otro. Era como para apoyarnos el uno al otro.
Wilson: Mi esposa no estaba muriendo. Nunca estuvo muriendo. Todo estaba bien. Encontré a alguien que me hizo sentir divertido, bien. Y no quise dejar que ese sentimiento se fuera. ¿Qué sucedió contigo?, ¿cómo puede alguien pasar por todo eso sola? No puedes controlar tus emociones.
Cameron: No, sólo tus acciones.
Wilson: No lo hiciste ¿verdad? No dormiste con él
Cameron: No podría haber vivido conmigo misma.
En función de tales datos, podríamos suponer que Cameron, si bien no concretó el amor que sentía por el amigo del esposo, si incurrió en el engaño en tanto no le confesó la verdad al marido. Sí lo engañó, y en ese sentido se “salió con la suya”, puesto que éste nunca se enteró de la verdad. Podríamos conjeturar una suerte de identificación con el ciclista, quien también engaña a los miles de fans (fundamentalmente niños) al ganar las competencias a partir del consumo de drogas. Tal identificación se ve reforzada puesto que en ambos casos se trata de personas indefensas: los miles de niños seguidores de Jeff, y su marido, enfermo de cáncer a punto de morir. Siguiendo esta línea, se justifica el constante reproche a Jeff, quien “hace millones engañando a los fans”, y quien “se sale con la suya” de esa forma. A partir de tal identificación, podríamos pensar una hipótesis clínica, a saber: la llamada al Times no está dirigida a revelar la verdad sobre Jeff únicamente, sino que es un modo de resarcirse por haber engañado a su esposo, se trata de concretar una denuncia que no pudo hacer en su momento, es una forma de revelar su propia verdad oculta.
De todas formas, Cameron responde a tal interpelación a partir de su discurso yoico, desde el plano moral. No hay un tercer tiempo, en tanto no hubo un cambio en la posición subjetiva. Modifica su decisión, es cierto, pero la justifica siempre desde su propio universo particular. Afirma en varias oportunidades que no lo denuncia por razones éticas (más bien morales, basándose en su juicio sobre lo que está bien y lo que está mal). Se apega a las normas deontológicas, respetando la confidencialidad que le exige su profesión. Tal vez no lo denuncia porque ella no es quien para hacerlo. No podemos estar seguros, sólo sabemos que ella no efectúa la denuncia finalmente, es decir, deja de lado su deseo de confesarse. Podríamos pensar que aferrándose a su discurso yoico, particular, renuncia nuevamente a su deseo. Es decir que frente a la interpelación de ese segundo tiempo, Cameron decide ignorarla, no la escucha. Religa el elemento disonante taponando la apertura que había tenido lugar, hace caso omiso del deseo que pugna por aparecer.
Necesidad y Azar:
A la hora de analizar la responsabilidad de una persona, es preciso tener en cuenta los planos de la necesidad y del azar, dado que la responsabilidad se ubica en la grieta existente entre ambos. Mientras la necesidad establece una conexión entre causas y efectos, el azar desconecta tal relación. Es decir que la necesidad, más conocida como “destino”, encuentra en el resultado la ley que la determinó. Por su parte, al azar, que implica incertidumbre, y que por lo tanto no es previsible, lo conocemos bajo el nombre de “suerte”.
Comencemos por ubicar en el capítulo los elementos pertenecientes a cada campo. Fue el azar quien quiso que sea Cameron, y no otro doctor, quien entrara en la habitación de la niña en oncología y viera que ésta era una de las estafadas por la farsa de Jeff. De esta misma forma podemos también atribuir al azar y a la suerte que Jeff haya sido internado en el hospital donde trabaja Cameron y sea su paciente. No podemos responsabilizar a Cameron por dicha coincidencia, pero sí es responsable de la acción que toma a partir de saber que su paciente consume drogas. A su vez, podríamos situar en el plano del azar el desencuentro telefónico entre Cameron y el Times, a la hora de denunciar a Jeff. Ella llama una primera vez para hacerlo, pero no puede concretar la denuncia por lo que debe esperar que le devuelvan el llamado. Cuando los del Times lo hacen, ella no está allí para responder. Los de la morgue responden el llamado y le pasan el comunicado a Wilson, para que a su vez le avise a Cameron.
Con respecto a la necesidad podríamos ubicar el hecho de que Jeff consuma drogas para mejorar químicamente su cuerpo, ya que no está dentro de sus planes dejar de hacerlo, y además es algo común en ese ambiente (de hecho, House, al inicio del capítulo, asume que Jeff se droga antes siquiera de tener su primera conversación con él). Jeff se justifica diciendo, que lo hace para ser el mejor en lo que es, y no piensa estar en falta por su acción. Por lo demás, también situaríamos en el campo de la necesidad el paro respiratorio que sufre Jeff, inevitable por la vida que llevaba a cabo, padeciendo una enfermedad y tratándola mediante transfusiones de sangre, sin tener descanso alguno.
Cameron es responsable por no haber hablado a tiempo, responsable de haber deseado al mejor amigo de su esposo, responsable de haber engañado a su marido ocultándole la verdad. Es esta responsabilidad la que se encuentra en la grieta que se produce entre necesidad y azar.
Culpa y responsabilidad subjetiva
La responsabilidad subjetiva es esa relación ética del sujeto con su deseo. [4] No se puede hablar de responsabilidad subjetiva sin culpa. La culpa es el reverso de la responsabilidad subjetiva, es decir que es posible rastrear la responsabilidad pendiente, desconocida para el yo, valiéndonos de las figuras de la culpa (auto-reproche, remordimiento, proyección, arrepentimiento). Cuando éstas aparecen, significa que algo del orden del deseo está en juego. Por lo tanto la responsabilidad subjetiva implica la respuesta por el deseo. Responsabilidad, deseo, y culpa son tres elementos indisociables que pretenderemos ubicar en el personaje de Cameron.
Respecto del capítulo objeto de nuestro estudio, podemos reconocer diferentes figuras de la culpa que denotan la insistencia de algo que está más allá de las fronteras de la conciencia. Hay algo que insiste y que interpela de manera continua al sujeto. En primer lugar, podemos ubicar cómo Cameron constantemente repudia las acciones de Jeff, pero no sólo por el consumo de drogas, sino fundamentalmente por lo que eso implica, es decir, el engaño a sus seguidores. Jeff no es el atleta que los niños que lo aman piensan que es. Podemos ubicar en este reproche permanente cierta carga agresiva de Cameron hacia Jeff, que denota una proyección de la culpa.
Como ya hemos mencionado, nos permitimos concebir una identificación por parte de Cameron respecto de Jeff, en tanto ambos recurrieron al engaño de personas indefensas. Jeff engaña a los niños al ocultarles del consumo de drogas, que lo transforman en el gran deportista que es, y Cameron le ocultó la verdad de sus sentimientos por Joe a su esposo convaleciente, convirtiéndola de esa forma en una esposa ejemplar que cuida a su marido en su lecho de muerte. Hay una identificación que entra en juego junto a cierta proyección. Cameron es culpable de engañar a su esposo, y es esa culpa la que lo lleva a criticar a Jeff. Al culpar a Jeff por su engaño, no se pregunta por el propio engaño llevado a cabo tiempo atrás. Es por eso que si Jeff es culpable, ella no lo es, al menos eso puede observarse en diferentes pasajes del capítulo, no sólo en las discusiones con Chase y Foreman, sino también cuando le realiza la punción lumbar al paciente, al culparlo de sacar ventaja a partir de la mentira.
De todas formas, la pregunta de Wilson del segundo tiempo que interpela a Cameron, la permite dar cuenta de su responsabilidad respecto de su deseo en relación a su esposo, pero ella inmediatamente propone un cierre particular, moral, yoico de la cuestión, que impide un cambio en su posición subjetiva. Frente a lo planteado por Wilson, Cameron primero baja la cabeza y permanece en silencio, pero inmediatamente se defiende, y le responde si ésa es su justificación por haber engañado a su esposa. Es decir, pretende desviar el tema, no darle lugar a eso que aparece y que la llama a responsabilizarse.
Hacia el final del capítulo, la figura de la culpa se presenta bajo la forma del arrepentimiento. Es precisamente en el diálogo que mantiene con Wilson en el cual ella le confiesa su enamoramiento por el amigo de su esposo, en el que afirma que sólo puede controlar sus acciones, no sus emociones. Ella renuncia en su momento al deseo de revelarle la verdad al esposo, imposibilitándole al mismo tiempo poder concretar el amor que sentía por Joe. Ella renuncia a su deseo, y la culpa emerge bajo la forma del arrepentimiento. Podríamos suponer, conjeturar, imaginar, que tal vez si ella revelaba su verdad hubiera obtenido la bendición del marido, o tal vez no se trataba de eso, tal vez el asunto se circunscribía a que el marido conozca la verdad antes de morir. Si bien nos inclinamos por la última de las hipótesis, no podemos saberlo con certeza, simplemente podemos reconocer la figura del arrepentimiento que invade a nuestro personaje, dando cuenta de que hay algo aún que no ha sido resuelto.
Algunas suposiciones
Para finalizar, podríamos interrogarnos qué sucedería si Cameron en su momento le hubiera confesado la verdad a su marido. ¿Qué repercusiones hubiera tenido tal decisión? Previamente dimos lugar a la posibilidad de que, en tal caso, el marido le diera su bendición, permitiéndole empezar algún tipo de relación con Joe, así como también posibilitaría que su esposo conozca a la verdadera Cameron, una mujer con sentimientos hacia alguien cercano a él, y no una esposa ejemplar que sólo tiene ojos para su marido, o peor aún, una simple enfermera que se compadece al ver a un hombre con cáncer. Si hubiera revelado tal verdad, podríamos interrogarnos si existiría la hostilidad que posteriormente le dirige a Jeff a lo largo de todo el capítulo, y por lo tanto, si habría problema ético alguno. De la misma forma podríamos plantearnos la situación contraria. ¿Qué hubiese pasado si efectivamente Cameron concretaba la denuncia? De hacerlo, estaría revelando el engaño al que somete Jeff a sus seguidores, y, en concordancia, estaría dando cuenta de su propia verdad oculta desde ya hace un tiempo en relación a su marido. Denunciar a Jeff, significaría denunciarse a sí misma. Tal vez no sea absolutamente necesaria tal denuncia para poder encontrarse con su deseo, quizás podría reconocerlo, sin involucrarse en las decisiones de Jeff. Estaríamos hablando entonces de una ampliación del universo de Cameron, de un sujeto nuevo que emerge, totalmente diferente de aquel sujeto del tiempo uno. Ya el accionar no se justificaría bajo las coordenadas de necesidad y azar, sino que estaríamos en un tercer tiempo, caracterizado por un cambio en la posición subjetiva. De todas formas, no fue un error el llamado, tampoco una decisión que se agote en los designios de la consciencia, sino más bien una iniciativa comandada por el deseo que, inconsciente e indestructible, no cesa en su objetivo de revelar la verdad insoportable de la hiancia.
Referencias
D’ Amore, O. Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Dominguez, M.E.: Los carriles de la responsabilidad: el circuito de un análisis. En la transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Lewkowicz, I. (1998). Particular, Universal, Singular. En Ética: un horizonte en quiebra. Capítulo IV. Eudeba, Buenos Aires.
Mosca, J.C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En ética: un horizonte en quiebra. Eudeba. Buenos Aires.
Sartre, Jean Paul: El muro. Editorial Losada. Bs. As. 1972.
NOTAS
[1] Sartre, Jean Paul: El muro. Editorial Losada, Bs. As., 1972.
[2] Domínguez, M. E.: Los carriles de la responsabilidad: El circuito de un análisis. En la transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
[3] Domínguez, M. E.: Los carriles de la responsabilidad: El circuito de un análisis. En la transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
[4] D’ Amore, O.: Responsabilidad subjetiva y culpa. En la transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.