Ilustración:
M. C. Escher
“Límite circular IV, Cielo e Infierno” (1960)
Técnica: Xilografía.
Dimensiones: 42 cm de diámetro.
La obra integra una serie que divide el plano a partir de un sofisticado trabajo de geometría hiperbólica. Escher se inspiró para ello en su visita de 1936 a la Alhambra de Granada y en la obra del geómetra inglés Donald Coxeter.
Las siluetas de ángeles y demonios se nos ofrecen en una curiosa simetría, señalando así la fragilidad del límite que las separa.
Excelente alegoría para el episodio “Cállate y baila”, en el que la figura de los pecadores y la del ángel exterminador también se confunden. El infierno de la culpa tiene su reverso ominoso en la perversión que pretende castigarla en nombre de un escarmiento celestial. Como en el grabado de Escher, la delgada línea indica que las filas de ángeles y demonios van de lo infinitamente pequeño a lo infinitamente pequeño nuevamente, pasando por su tamaño máximo. En esa amplificación obscena del episodio tenemos la oportunidad de interpelar, desde el punto de vista analítico, la curiosa torsión entre el bien y el mal, entre el bienestar y el malestar.
Texto: Juan Jorge Michel Fariña
El episodio introduce de manera vertiginosa temáticas clásicas de la criminología y la psicología forense: ¿cuál es el sentido último de cometer crímenes para ocultar delitos previamente perpetrados? ¿Cuál es la diferencia entre el remordimiento y el miedo a las consecuencias por las acciones cometidas? Pretender evitar consecuencias de la propia acción a toda costa ¿no genera acaso las consecuencias que alcanzan no solo a los terceros eventualmente afectados, sino que se vuelven sobre el propio sujeto de manera inusitada?
“We saw what you did” (Vimos lo que hiciste) señala el comienzo de una sucesión de acontecimientos que van mostrando el periplo de Kenny y otras víctimas de un hacker, todos obedeciendo sus órdenes, bajo amenaza de dar a conocer sus actos incriminatorios.
En 1965, en el film de terror I saw what you did, el propio título anticipaba el eje central de la trama que, como en el episodio de BM, no traiciona el sentido explícito que expresa: la sola frase supone una acusación y una amenaza que profiere un otro, cuyo conocimiento sobre alguna acción cometida pone en situación de riesgo al acusado.
No obstante, una diferencia: mientras que en el film de 1965 el chantajeado se proponía eliminar a quien pudiera incriminarlo para evitar así la cárcel, en Shut up and Dance el miedo a las consecuencias jurídicas no se presenta como el motivo primordial. El propio extorsionador no amenaza con la ley ni con la cárcel, ni siquiera exige el cese de la acción por la que acusa, solo amenaza con el escarnio público, la vergüenza, con enviar la información a todos los contactos de su víctima. Así, la consecuencia que se pretende evitar es que la información se esparza entre los conocidos, la familia, los amigos…; si se “viraliza” la información –facilitado por la tecnología actual–, el otro se multiplica al infinito. Ahora bien, además del hackeo y la extorsión que constituyen delitos informáticos, ¿las acciones de las víctimas del chantaje son actos ilegales?
En el antiguo film, aunque lejos todavía de las tecnologías informáticas en la vida cotidiana, la frase acusatoria también se presentaba a través de un medio electrónico que permitía el anonimato del extorsionador. El teléfono, al igual que la computadora y el celular en el episodio de BM, resulta solo un instrumento, un medio que permite ejercer presión sobre quien pretende evitar las consecuencias de sus actos. En ambas escenas, nuevos crímenes para ocultar otros previamente perpetrados. ¿Hasta dónde podrían llegar? ¿Cuánto son capaces de hacer los personajes para ocultar ese aspecto pulsional que los avergüenza?
En Shut up and Dance el otro que extorsiona obliga a obedecer, prometiendo la oportunidad de no asumir las consecuencias por la propia acción. Claramente estamos ante una elección forzada, pero, ¿qué elige el sujeto: la bolsa o la vida? En este sentido, este capítulo presenta la cuestión de la alienación del sujeto y la responsabilidad, la posición del sujeto frente al Otro y ante la castración.
Como en los episodios Himno Nacional y Hate in the Nation, la figura del escarmentador permite una nueva interlocución con la serie de los pecados capitales y sus castigos ejemplares. En este caso, solo hacia el final del capítulo se revela el verdadero “pecado” por el que Kenny es acusado, y se van identificando los diversos castigos para los distintos pecadores…
La cuestión de la pornografía infantil imprime un giro en ese otro que sanciona. Justamente un aspecto esencial respecto de los abusos sobre niñas, niños y adolescentes es la cuestión del límite que el cuerpo debe imponer. El cuerpo del otro, del niño, debería funcionar como límite, en tanto demarcación y en tanto freno, restricción a lo pulsional de los adultos, incluso los padres.
Texto: Gabriela Salomone
Interlocuciones:
– Terradois: Aquel que no quiere ver
– Seven
– Ley N° 26.388 (2008), que incorpora en la legislación penal argentina una serie de delitos informáticos con el objeto de regular el uso de las nuevas tecnologías como medios para la comisión de delitos ya establecidos en el código penal.
– Salomone, G. Z.: (2017) “Pornografía infantil: algunas consideraciones sobre los derechos y la concepción de la infancia”. En Salomone, G. Z. (comp.): Discursos institucionales, Lecturas clínicas (vol.2): Cuestiones éticas de las prácticas con niños en el campo de la interdiscursividad. Editorial Letra Viva, Buenos Aires.
HAIKU
NOTAS
EQUIPO DE TRABAJO
–
VERANO 2019
COORDINACIÓN:
FLORENCIA GONZÁLEZ PLA
INTEGRANTES:
ARCHENZIO, MAYRA
BODEMAN, ESTEFANÍA
GALEANO PEREL, MALANIE
IACUZZI, MARISOL
JUÁREZ, MARIANA
KLAINER, MARTINA
LAUDANO, ALEJO
MARENZI, BRENDA
VERGARA, FLORENCIA
VILLÁ CONTINENTE, YASMÍN
–
INTEGRANTES UM
COORDINACIÓN:
FLORENCIA GONZÁLEZ PLA
INTEGRANTES:
ARZAMENDIA-AULICINO
–
COORDINACIÓN:
CARLOS FRAIMAN
HAYDÉE MONTESANO
INTEGRANTES: Segundo cuatrimestre 2018
ALVAREZ GAVILAN, CLAUDIA ELISABETH
BALDA, LUCIA
BONET, ANDREA NATALIA
BORTOLÍN, SOFÍA
BRUCCO, SOFIA
CAMINO, ALEJANDRO LUIS
CASTILLO, ELIANA GUADALUPE
CASTIÑEIRA, MARÍA PAZ
CIECHOMSKI MARIANA INES
CLAPS, AGUSTINA
CRUZ, NERINA CYNTIA
CRUZADO ROJAS, YANINA ESTHER
DOBERTI, MIRANDA
DOÑO, YAMILA JACQUELINE
FANTINO, VERONICA ANDREA
FARFARO PASCUAL, MARA
FERNÁNDEZ, ROCÍO NOEL
GARCIA, MELANY BARBARA
GIMENEZ, ROSARIO AYELEN
GUTIERREZ, EZEQUIEL DOYEL
LAZARTE, FLORENCIA
LEÓN AVENDAÑO, NOELIA BELÉN
LIGUORI, MICAELA DAIANA
LOBOS HENRIQUEZ, JAVIERA BELEN
OLIVIERI, FERNANDO NICOLÁS
ORTIZ, PATRICIA FABIANA
PASTEN, YAMILA TAMARA
PATRIGNONI, MILAGROS LUCÍA
PEREZ LUNGE, SOL DAIANA
PUIGGROS, GABRIELA NOEMI
RODRIGUEZ, GISELA SOLEDAD
SIRIO, FIORELLA SOL
VERA, MICAELA SOLEDAD
WAJNMAN, LARA
YATCHE, CANDELA MIJAL
–
INTEGRANTES: Primer cuatrimestre 2018
ACEVEDO JIMENEZ, MICHELLE CAROLINA
ACUÑA, ROMINA LORENA
ANTAR, SOFíA
ASPEK, ROCIO
BASAVILBASO BERNATZKY, RAFAEL
BERENDORF, JAZMÍN MARIAM
BRIENZA, MARIA SOL
CAPPIELLO, GIULIANA MAGALI
DA COSTA FONTAO, SATHYA SOL
DE GIGLIO, CAMILA
DELUCHI, MARÍA JULIETA
FAES, FLORENCIA
FRESCHINALDI RODIñO, FLORENCIA INéS
FUENTES, TATIANA SOLEDAD
FUNES, PAULA SILVINA
GASCO, LAURA CECILIA
JIUDI, BELÉN AGUSTINA
LEIVA, MARIA LUJAN
MELITA, LUCÍA MAGDALENA
MENDIETA , MARIA MERCEDES
MERLO, LOURDES GIULIANA
MORENO, MARÍA ABRIL
MUZZI, FRANCO MATIAS
ORMEÑO, FLORENCIA MICAELA
PANOZO, NANCY ADRIANA
PEREZ, ESTEBAN
RAMIREZ MONTOYA, LAURA MARCELA
RECONDO, JOSEFINA
ROMERO, JUAN IGNACIO
RUBIO, MARíA BELÉN
SAUCEDO, DALMA FERNANDA
SCHETTINI RAMALLO , SOFÍA BELÉN
SOLUCCI, LOLA MARíA
VAULET, MARIA FLORENCIA
VILLALVA, LEONARDO MARTIN