Autor: Ullrich, Osvaldo
Palabras clave: Consentimiento Informado - Deberes y Límites del médico - Discriminación - Riesgo para Terceros - Biopsia - Consentimiento informado - Legionela - Meningoencefalitis amebiana - Autopsia - Coma medicamentoso - Apoderado médico
Síntesis
En líneas generales, éste episodio del Dr. House sigue el diseño de los grandes temas que despliega en toda la serie: el tratamiento del cuerpo enfermo y las vicisitudes del sujeto ante la ley. Ambos aparecen en la trama de los dos casos que nos interesan de éste episodio, por un lado, el principal que alude a una rara enfermedad contraída por su colega asistente, el Dr. Foreman, al tomar contacto con un policía que la padece, y por el otro lado, el segundo caso clínico que en forma paralela transcurre en la guardia y que da cuenta de la sagacidad de House para tratar a una niña y los intentos de diagnosticadora aficionada de su madre, haciendo gala con su intervención de una fina ironía para aludir a un episodio del desarrollo sexual de la primera.
Otra característica la constituye el hecho que el episodio consta de una introducción con escenas sin aparente conexión entre ellas pero que preparan al espectador para el desarrollo del caso principal a abordar en el capítulo.
Ya durante la misma aparece claramente la disputa del Dr. House con la Jefa del Servicio, la Dra. Cuddy respecto de la tensión entre los campos de la deontología y de la clínica.
Sobre el particular, y tomando en consideración que la controversia gira sobre la premura para hacer la autopsia del policía, la cual permitiría arribar al diagnóstico de la enfermedad que se contagió Foreman; House expresa un comentario pleno de sarcasmo: “Quizás sea una toxina, quizás no sea contagioso y tú lo matarás por un quizás”
Ante otra expresión de su jefa: “vas a causar una crisis en la Salud Pública”, House le contesta echando mano a otra expresión sarcástica: “No es una buena idea gritar fuego, cada vez que alguien acude con fósforos”.
La introducción contiene también una escena dramática dentro de la sala de aislamiento donde estaba el cadáver del policía y Foreman internado. En la misma irrumpe House pidiéndole a su colega que le practique una lobotomía al cuerpo del primero, se hace presente también la Jefa para impedirlo y finalmente Foreman toma una muestra del colchón creyendo que era del paciente, revelando una ceguera que era parte del avance inexorable de la enfermedad.
Foreman convencido que había practicado correctamente la técnica le grita a House: ¡Tienes que analizar esta muestra!
La serie en realidad comienza con una escena en el office de los médicos donde se realiza un debate sobre las posibles causas de la enfermedad entre House y sus colegas Chase y Cameron, a partir de una sentencia del primero: “El problema está solo en su cerebro. El daño al lóbulo occipital se extiende desde la primera corteza visual”
Aparece la teoría de la meningitis, de un hongo tóxico, etc.; ante lo cual House aclara el panorama: “Bueno, asumamos que no se contagia por sangre”
Cameron introduce la hipótesis de Guillain-Barré, que es desestimada por House: “No, ninguno de los dos tiene parálisis”.
Ante la afluencia de tantas hipótesis, en medio de un contrapunto socrático con sus colegas y sin casi evidencias, House pone en práctica el pensamiento de Badiou: “La enfermedad es una situación. La posición ética no renunciará jamás a buscar en esa situación una posibilidad hasta entonces inadvertida”, el cual no abandona en todo el episodio.
House contesta: “Trátenlo contra todo. Probable o improbable. Si pueden pensar en algo, trátenlo para ese algo”.
Sus colegas argumentan fuertemente sobre los efectos adversos que esa estrategia terapéutica traerá a Foreman, ante lo cual House gira su cuerpo mirándola a Cameron y grita: “¡Por supuesto que hay algo mejor; es ese cadáver en la habitación que Cuddy no dejará que toquemos”
Esta frase describe con todo su dramatismo el conflicto entre la jefa del servicio y House en base a una situación dilemática. La necesidad de hacerle una biopsia al cadáver y la negativa de la primera, al no contar con la autorización del Centro de Control de Enfermedades, con el escenario de la premura en el diagnóstico, ya que a Foreman le quedan 36 hs. de vida.
Una escena muy intensa se desarrolla en la habitación de aislamiento donde está Foreman, al cual sus colegas le acercan una bandeja con todos los medicamentos a ingerir, ante lo cual este temporalmente ciego, reconoce los mismos con el tacto; y ante la evidencia de la cantidad y variedad, expresa: “No tienen idea de lo que tengo”
En la misma habitación, suena el teléfono y Foreman a tientas atiende, es House que con un traje especial y utilizando un ratón de experimentación (Steve), se encuentra en el departamento del policía y le solicita a su colega que recuerde todos los lugares donde estuvo. Foreman acusa muestras de intenso dolor y termina llamando a su padre: “Hola papá, habla Eric, no estoy muy bien”.
En la siguiente escena, House en el office de los médicos se encuentra observando en una cámara web todos los movimientos del ratón de experimentación que dejó en su casa. En esos momentos se desarrolla un diálogo con su colega Wilson.
Wilson:” ¿Ese es tu plan, sentarte y mirar a tu rata todo el día?”
“Normalmente, usas a tus pacientes como ratas de laboratorio. Es un buen cambio”
Ahora es Wilson el que utiliza el sarcasmo para dirigirse a House; pero más allá del recurso, lo que subyace al mismo es el reproche que se le hace al primero en relación con el trato con sus pacientes Esto le ha valido el apodo de huraño. Pero en realidad, establece una distancia operativa que le permite tratarlos sin las influencias erróneas del yo del paciente.
En ese momento se desarrolla una escena paralela en la guardia donde House atiende a una niña pequeña con su madre, mientras mira de reojo la cámara web.
Madre: “las convulsiones ocurren cuando está en el asiento del auto, comienza a mecerse y gruñir. Es como si estuviese en trance y sus músculos abdominales se ponen distónicos”
House: “Mezclamos balanceos, gruñidos, sudor, distonía con padres preocupados y obtenemos un diagnóstico de epilepsia de aficionados” Así, el comentario cínico suplementa la escena, reorganizando el universo de la situación.
El sarcasmo aparece a continuación cuando le ofrece el diagnóstico a la madre: “Se llama desorden de gratificación”
Madre:” ¿Está Ud. diciendo que está masturbándose?”
House:”Estaba tratando de ser discreto hay niños en el consultorio”
Madre: “Esto es horrible! Es evidente que el sarcasmo hace síntoma con un punto ciego del emisor.
En una escena posterior se desata un intercambio entre la Directora del Hospital y House, donde esta le reprocha que atienda la guardia sin necesidad en lugar de estar con su paciente. Es evidente que con ésta acción la mencionada quiere cubrir la controversia entre ella y House respecto de la biopsia al cadáver, que a ésta altura se transforma en un cuestionamiento al trabajo de House; pero que además le permite proyectar su culpa en el mismo.
Seguidamente se produce dentro de la habitación aislada de Foreman una discusión entre House y su colega Cameron, en la cual ésta le reprocha que siga evadiendo el caso de Foreman.
Al mismo tiempo, se comprueba que Foreman recuperó la visión y ante la evidencia, no quedaba otra para House que comenzar a retirarle los medicamentos de a uno para ver cuál era el responsable de su recuperación de la vista; dando pruebas de que éste sigue siendo un creador de posibilidades.
Al mismo tiempo Chase ingresa con un informe que revela que las enzimas pancreáticas están 3 veces más altas que sus valores normales, con lo cual existe el peligro de una destrucción medicamentosa del páncreas. Ante esto, House coloca a Foreman frente la disyuntiva de tener que elegir el mal menor: “No puedes aguantar sin páncreas. Si te mantenemos éstas medicinas pasarás tus últimas 4 horas de vida y podrás ver. Si te las quitamos perderás la visión, pero nos darás más tiempo para averiguar lo que está comiendo tu cerebro”
Se introduce así el tema del Consentimiento Informado que necesita House para continuar adelante con la experimentación, ya que no se ha descubierto todavía la etiología de la enfermedad que padece Foreman.
A continuación irrumpe inesperadamente en la escena el padre de Foreman que lo mira de afuera de la habitación, y de inmediato House le dice que tendrá oportunidad más tarde para conversar con su hijo y se lo lleva fuera del lugar. Seguidamente se observa el ingreso compulsivo de House y el padre de Foreman en la oficina de la Directora, la Dra. Cuddy, quién se dirige a House: “¿Qué es esto?”
Dando pie al sarcasmo de House: “El no es un qué, es un quien y hasta tiene derecho a votar ahora”; aludiendo a su condición de miembro de la raza negra, con lo cual habilita dentro del sarcasmo la discriminación.
Ambos, Cuddy y el padre de Foreman son presentados por House y se suscita un intento de éste último de presionar a su jefa con el tema de la autopsia, con lo cual la respuesta de ella nuevamente, es una afirmación de índole moral: “Mi decisión es seguir los patrones de seguridad de Salud Pública”
House:” No culpes a las reglas. No culpes de esto a políticas y protocolo”
La Dra. Cuddy se defiende argumentando a partir del riesgo para terceros: “Su hijo tiene una infección, desconocida, contagiosa y mortal. Si no la contenemos aquí, aún más gente podría estar en peligro”
Otra escena nos muestra al Dr. House controlando en la Morgue el cadáver del policía a la espera que la guardia se distraiga y le permita hacerle la biopsia que tanto le urge; lo cual incorpora una cuota de dramatismo en aumento, que se prolonga con otra escena donde se produce un diálogo entre Foreman y su padre, donde el primero le pide ver a su madre y se abre el tema de cómo hacer frente a la muerte inminente. El padre sólo esgrime una explicación religiosa que alude a una supuesta falta de miedo.
Foreman le responde: “Si no tengo miedo a morir, a ¿qué mierda debería temerle, papá?” .El padre responde con una frase estereotipada: “Voy a rezar por ti, hijo”
Otra escena la muestra a la jefa en su escritorio prisionera de su decisión, con lágrimas en los ojos y en forma paralela se muestra como se llevan el cuerpo del policía ante la impotencia de House.
Seguidamente se produce un intercambio entre House y sus colegas.
Cameron: “El patrón de eficacia es igual al del ratón pero más rápido”
House: “Bien, es una anomalía. Los animales nos dicen cosas”
“Hemos pasado mucho tiempo buscando una enfermedad desconocida, deberíamos haber buscado una variación de una conocida”
El debate continúa cuando Cameron introduce al factor racial como distintivo en la evolución de algunas enfermedades.
En la escena siguiente House lo infecta con una muestra de Legionela Neumophilia a Foreman sin su consentimiento, aludiendo que así gana algo más de tiempo para averiguar acerca de la enfermedad. Discute con la directora del hospital, argumentando que el policía tenía la enfermedad del legionario y está demoró la enfermedad.
Foreman no se manifiesta dispuesto a darle el consentimiento y argumenta que lo ponga en coma para no soportar el dolor. Ante ello House tira al piso cerca de Foreman un frasco con Legionela que se rompe y de esa manera lo contamina, ya que no se transmite por sangre.
A posteriori, en una escena dentro del office de los médicos House ante una intervención de Chase llega a la conclusión de que se trata de una enfermedad que afecta a los humanos pero no a las ratas y debaten sobre la transmisión de esa enfermedad en un paciente sin defensas.
House:”Entonces la pregunta sería ¿qué clase de infección afecta a humanos y no a las ratas y sería imposible que el cuerpo humano la reconozca?”
Le sigue un interesante intercambio entre Foreman y House. Este le dice a su paciente:”Te daré penicilina y gentamicina”
Foreman: “¿La medicina que quieres darme, le pondría fin a eso?
House: Sí.
Foreman: “¿Y, sí no es así, matará a la Legionela y me pondrá nuevamente frente a la enfermedad?”
House, en una nueva respuesta cínica, le dice: “Deja de hacerme preguntas basadas en la premisa que estoy equivocado”
Sobreviene una discusión con Foreman quien pretende que se le haga una nueva biopsia en profundidad, ante lo cual House argumenta que es muy peligroso y que sólo la tiene como última alternativa cuando se acabe el tiempo.
En otra escena dentro de la capilla, House desde el púlpito (lugar simbólico de autoridad para la palabra) le habla al padre de Foreman acerca de su responsabilidad en la toma de decisiones una vez que su hijo entre en un coma inducido. En la siguiente aparece Cameron administrándole los medicamentos a Foreman y se produce un diálogo donde éste le pide poner las cosas en orden y le confiesa que le robó parte de un trabajo y necesita su perdón; al mismo tiempo que le pide que sea su apoderada médica.
Camerón sale y House le pregunta por el desarrollo del tratamiento, ante lo cual le dice que sólo está resultando ante la Legionela y que habría que pensar en alternativas como la biopsia. House le contesta que todavía hay tiempo porque está vivo.
Chase entra en la capilla donde está el padre de Foreman.
Chase: “Sr. Foreman, tenemos que poner a su hijo en coma, debería estar ahí.”
El padre de Foreman muestra su angustia y le pregunta a éste acerca de lo que dice la gente en éstos casos.
Chase “Dígale que lo ama”
Luego de lo cual se produce en otra escena una discusión entre Chase y House acerca de la segunda biopsia a Foreman, en la cual el primero le reprocha a House su aparente frialdad con su paciente.
A la temática se suma Cameron con un papel en la cual Foreman la nombró apoderada médica y ante la eventualidad ella es partidaria de efectuarla, pese a las advertencias de House sobre su peligrosidad. En defensa de Cameron surge la Dra. Cuddy que curiosamente no había tenido tan rápida decisión respecto al policía, al punto que le ofrece ayuda si House interfiere.
Cameron le responde confrontándola con sus contradicciones: “Sí, es una heroína. Si no fuese por Ud. estaríamos abriendo la cabeza de un cadáver en lugar de la de Foreman”
House le pide a Cameron una hora de plazo y él decide regresar al departamento del policía a investigar.
Cameron replica: “¿Dónde está tu traje?
House: “O tú encuentras la respuesta, o yo lo haré. Eso no importa”
Con lo cual aparece el antiguo tema de la negativa de House de usar uniforme médico y en éste caso traje de seguridad; pero también nuevamente se presenta a la espera de un dato inesperado, aún hasta el último momento que permita torcer el rumbo de la enfermedad.
Suceden después dos escenas paralelas; una que muestra los preparativos para la biopsia de Foreman y otra House en el departamento del policía, en el cual termina revisando el agua de la terraza y comprueba la presencia de un parásito, la Naegleria, al mismo tiempo que Cameron en el monitor de la biopsia.
Las últimas escenas aumentan el clima dramático de un desenlace. Una en que sostiene un dialogo el padre de Foreman con Cameron, y ésta le informa el diagnóstico-“tiene una meningoencefalitis amebiana-Es un parásito que ingresa por la nariz y migra al cerebro. Surge entonces la pregunta sobre el pronóstico que confronta al posible éxito contra la enfermedad con las consecuencias indeseadas de la cirugía.
La última escena muestra a un Foreman ya recuperado con todo el equipo médico y su padre al lado, mientras el Dr. House le ha las pruebas de rutina y comprueba falta de movilidad en los dedos del pie y dificultad para reconocer el brazo derecho del izquierdo.
Desarrollo Conceptual
1. Para el presente desarrollo elegí el personaje de la Dra. Cuddy, directora del hospital porque más allá de la analogía de su decisión con el cuento de Sartre, me permite incursionar si se quiere en alguien secundario en la serie, pero que mantiene una fuerte controversia con el Dr. House, que va a reflejar la tensión existente entre las dimensiones deontológica y clínica.
Al igual que Ibbieta, se ve confrontada ante la disyuntiva entre la determinación y el azar. Y en cuanto a su responsabilidad por el acto; mientras éste negó su “...responsabilidad bajo la coartada del azar y el destino…” [1], en ella se manifiesta como la otra cara de la culpa, ante la cual su respuesta no avanza más allá de la moral, sirviéndole como refugio ante la responsabilidad subjetiva.
Los resultados de la decisión de Cuddy no tienen la voluntad manifiesta de perjudicar a su colega Foreman, pero su apego al principio de razón expresado como moral o deontológico, no la eximen de la verdad en juego.
Se trata de una razón deseante que tiene que optar”…o por el Otro y el sentido, o por el Sujeto, la verdad y la responsabilidad.” [2]
2. Para desarrollar el circuito de la responsabilidad y sus tiempos lógicos es necesario hacer un recorte situacional en la trama del capítulo. Y en ésta dirección, me voy a ubicar en una serie de escenas que sirven para desplegar la disputa entre la Dra. Cuddy y el Dr. House respecto a la enfermedad que aqueja al Dr. Foreman, colega de ambos, que coloca a éste último al borde de la muerte. Una posible alternativa para evitarla está depositada en el cadáver de un policía y la biopsia a practicarle o no, que daría el diagnóstico del mal que padece Foreman. Es justamente la conveniencia de efectuar dicha biopsia, la que enfrenta fuertemente a la directora y a la estrella de la serie, dando lugar a la responsabilidad que se desprende de la decisión de no autorizarla por parte de la mencionada.
Para ubicar el tiempo lógico 1 (T1) elegí la escena con la que abre el capítulo y que se desarrolla en la oficina de la directora, a la cual ingresa House pidiendo una sierra para huesos para poder tomar una muestra del cerebro del policía muerto, averiguar la enfermedad que padece y así tratar a Foreman. Cuddy no quiere consentir y se desata una fuerte discusión entre ambos.
La tensión se enmarca en el limite temporal que tiene House para diagnosticar la enfermedad de Foreman en base a la biopsia del muerto, 36 horas contra los 3 días que demandará la intervención del Centro de Control de Enfermedades, al cual anuda su decisión la médica.
El telón de fondo del argumento lo constituye el hecho de que el mencionado policía llega al hospital víctima de una enfermedad desconocida que resultaría mortal, y que House designa a Foreman para que investigue en el domicilio del anterior su posible causa. A consecuencia de ello, se contamina y adquiere la misma enfermedad, lo que lleva a ambos por decisión del primero a compartir una sala de aislamiento.
Los indicadores situacionales están dados por frases emitidas por Cuddy en dicha escena, las cuales configuran un escenario teatral con un “in crescendo” dramático:
– “Un pequeño pedazo del cerebro de Joe (policía) podría desatar una crisis en la Salud Pública.”
– “No minimices, por algo tú los pusiste a ambos en aislamiento”.
– “La muerte de Joe eleva a ésta situación a una protección biológica nivel 3.”
– “Puedes hacer lo que quieras con Foreman, pero el Centro de Control de Enfermedades hará esa autopsia.”
La última es en realidad la que podemos ubicar como la fiel expresión del T1, porque enuncia claramente y en forma performativa, a una acción determinada por el discurso en el que se halla ubicada la directora. Acción que se agota en los fines para los que fue realizada.
Se podría haber incluído en el recorte otra escena que es complementaria de la anterior, en la cual House concurre de improviso a la oficina de Cuddy acompañado del padre de Foreman para presionarla, ante lo cual la respuesta es terminante:
– “ Mi decisión es seguir los postulados de seguridad de Salud Pública.”
El tiempo 2 se caracteriza porque “ …el universo particular soportado en las certidumbres yoicas se resquebraja posibilitando la emergencia de una pregunta sobre la posición que el sujeto tenía al comienzo del mismo” [3]
Se trata de un tiempo que permite la emergencia de la singularidad, que articulada con un universal permita poner en duda la completud del universo previo en el cual se apoyó la protagonista para producir el T1.
Si ubicamos ambos tiempos como actos sintomáticos en la vida del sujeto, tendríamos al T1 como egosintónico y al T2 como egodistónico; y ubicaremos a éste último como el que hace vacilar al fantasma, que ante la emergencia de un real ya no alcanza para nombrar un objeto de deseo.
El T2 por otro parte, abre el circuito, es el tiempo de la resignificación del T1; un plus de significación que procede por carácter retroactivo o “apres coup”, instalando la interpelación bajo la forma de pregunta: ¿qué dije? , ¿qué hice?.
La interpelación habilita una responsabilidad subjetiva porque trasciende el nivel moral o jurídico del sujeto autónomo volviendo sobre el T1, pero enlazando el nivel del sujeto barrado, sujeto escindido, sujeto del inconsciente.
En éste tiempo lógico es que aparecen los elementos que ponen sobre aviso a Cuddy que algo anduvo mal, en cual la interpelación marca una exigencia de respuesta movida por la ley simbólica.Ahora bien, cuál será la respuesta, porque se abre un márgen de posibilidades entre las que se ubica la culpa que se puede presentar bajo varias formas.
Para intentar responder a esto, ubicaremos la escena y los indicadores situacionales que nos conducen al T2.
En primer lugar sería importante situar como antecedente de dicha escena, a otra previa en la cual se la observa a Cuddy en su oficina, lagrimeando luego de la visita del padre de Foreman. Seguidamente, sí la que constituye el eje del T2; es decir, la inesperada visita de Cuddy a Foreman.
Los indicadores situacionales comparten la característica teatral señalada para la escena de T1; y en este caso, corresponden a frases de Cuddy y Foreman.
– “¿Por qué estás aquí?” (Foreman)
– “ Porque eres un amigo y yo debería estar aquí” (Cuddy)
– “ Tiene integridad, no cambiará de parecer sólo por confrontar a mi padre; así como yo no voy a perdonarla por venir aquí y preguntar cómo me siento.” (Foreman).
– “ Sabes que no tenía alternativa.” (Cuddy)
– “Claro que la tenía” (Foreman)
– “Las normas son claras” (Cuddy)
De lo expresado hasta aquí, resulta una clara expresión del T2, la frase de Cuddy. “Por que eres un amigo y yo debería estar aquí”
La interpelación favorece la responsabilidad subjetiva como una forma de respuesta a las preguntas, ese retornar a la acción movilizado por el deseo. Y como no hay deseo sin culpa, aparece la culpa sintomática que nos obliga, nos enlaza con algo de la responsabilidad pendiente.
En el plano de la responsabilidad la culpa vela, como en éste caso por adherirse a un objeto secundario: “la fígura de una amistad fantaseada con Foreman”, y al mismo tiempo devela o descubre aflorando como culpa sintomática. Es esa misma culpa la que mueve a Cuddy a visitar sorpresivamente a Foreman, a interesarse por su salud, pero presentándose como amiga.
Otro episodio donde la culpa vela por adhesión en este caso, a un sujeto secundario, se produce casi al final del guión, cuando Cuddy ante la voluntad de Cameron de realizarle una biopsia a Foreman, el cual la había nombrado su apoderada médica, expresa lo siguiente: “Si quieres hacer la biopsia, haz la biopsia. Si House intenta interferir házmelo saber y me haré cargo”
Es Cameron misma la que la pone en evidencia: “Sí es una heroína. Si no fuese por Ud. estaríamos abriendo la cabeza de un cadáver en lugar de Foreman”
Anteriormente nos referíamos a las distintas manifestaciones de la culpa entre las cuales está la negación que se suele expresar como proyección. “yo no soy culpable, son las Normas que son muy claras”, y anteriormente en una escena no considerada, al finalizar House su atención en la guardia. En ella una frase de Cuddy lo expresa claramente: “Sigue evadiendo el caso Foreman hasta que muera y cuando eso ocurra me mataré de culpa”. Se trata de una figura de la culpa que tapona la pregunta. El deseo puede ser reprimido, pero no destruído.
Otra manifestación de la culpa en Cuddy se produce como intelectualización si consideramos la relación que se establece entre dos de sus intervenciones: “No tenía alternativas, porqué las normas son claras”.
En cualquier caso la culpa “… resulta anestesiada y por lo mismo es prorporcionalmente ajena a la responsabilidad subjetiva” [4]
Pero también, es importante destacar que la culpa hace al mecanismo de retroacción, en el sentido que hace retornar sobre la situación por la que se debe responder. Si la respuesta queda en el nivel moral es de tipo particular, como en nuestro caso, ya que se sitúa a nivel del Código; y en consecuencia no hay unTiempo 3, que posibilitaría el advenimiento de un sujeto que podría hacer algo distinto con su deseo. El advenimiento de un tiempo del Acto, un saber hacer con eso, que abre la dimensión ética.
A ésta altura de nuestro trabajo, resulta pertinente abordar una hipótesis clínica que tratará de explicar la naturaleza de la respuesta del sujeto en T2 en relación con el T1, la naturaleza del apres-coup. Es el punto de encuentro entre el material clínico y la capacidad de escucha. “La importancia en la práctica es justamente no favorecer la respuesta más a mano en el campo neurótico……..que es la culpabilización moral por la acción”. [5]
Hipótesis Clínica: La pregunta ¿por qué estás aquí? la confronta con su propia “biopsia”, con un análisis de su responsabilidad y la necesidad de una respuesta que permita el advenimiento de un sujeto barrado; sin embargo prefiere quedarse en la tranquilidad del síntoma y desangustiarse. Deseo del deseo del otro para ser comprendida y calmar su angustia.De ésta manera la culpa sintomática bloquea el advenimiento del acto ético.
3. Necesidad y Azar se configuran en situación, es decir en relación con la misma que se recorta.
En sentido lógico matemático, situacionalmente siempre están presentes y circunscriben la responsabilidad subjetiva a un determinado ámbito, a la grieta entre necesidad y azar.
Si se intenta explicar la distancia contestando desde cada uno de los téminos, entonces se cancela la responsabilidad subjetiva. En suma, no somos responsables frente a la Necesidad y el Azar, pero sí por nuestra reacción frente a ellos.
Necesidad: Se trata de una determinación que la trasciende y está fuera de su voluntad. Son cosas dadas que nos determinan.
En nuestro caso, la Dra. Cuddy debe decidir entre permitir la biopsia del cadáver en el hospital por presión de House o autorizar que la realice el Centro de Control de Enfermedades para ajustarse a las normas.
Su decisión se expresa en la siguiente frase: -“el Centro de Control de Enfermedades hará esa autopsia.”
Azar: Contingencia, en la cual queda excluída de la responsabilidad.
El encuentro con el padre de Foreman, que es utilizado por House para presionarla hacia una decisión de acuerdo con su posición, y termina empujando el afloramiento de la culpa.
El indicador del encuentro azaroso aparece en la frase de asombro de la Dra. Cuddy, cuando ambos ingresan a su oficina: ¿Qué es esto?.
Y es justamente en el espacio que dejan entre sí la Necesidad y el Azar, en el que va a tener que responder el sujeto, que en nuestro caso la misma queda en el nivel de la moral.
En realidad son las figuras de la culpa las que obturan las preguntas que se despliegan,evitando así la responsabilidad subjetiva.
Links de interés:
http://smotri.com/video/view/? id=1516792099b
NOTAS
[1] Mosca, J, C. “Responsabilidad otro nombre del sujeto” en Ética un horizonte en Quiebra. Buenos Aires, Eudeba, 2012,pág. 123
[2] Ob. cit. pág. 125
[3] Domínguez, M, E. “Los carriles de la responsabilidad: el circuito de un análisis” en “Clínica y Deontología” Buenos Aires, Letra Viva, 2011. Pág. 135
[4] D΄amore, O. “Responsabilidad subjetiva y culpa” en “Clínica y Deontología”. Buenos Aires, Letra Viva, 2012. Pág. 158
[5] Ob. Cit. Pág. 165