Autoras: Yael Macarena Calvo y Paula Macaggi
Palabras clave: Consentimiento informado - Confidencialidad - Política - Conflictos en relaciones laborales
Síntesis
Office Politics, en su traducción al español “Políticas de oficina”, es el episodio seis de la séptima temporada de la serie “Dr. House”.
El capítulo comienza cuando Joe Dugan, de 42 años, quien es asesor político del senador Anderson, le muestra a éste una campaña publicitaria que le recomienda que deben difundir, ya que están a siete días de las elecciones y según las encuestas Anderson no está muy favorecido ya que está en sexto lugar. El comercial relata que John Moreno, opositor de Anderson, invita a inmigrantes ilegales al país, les da empleo, hospitales y quiere que los ciudadanos estadounidenses lo paguen. El comercial cierra con la frase “el destino de las fronteras está en tus manos... John Moreno, ¿de qué lado está realmente?” Anderson no está de acuerdo en difundir el comercial que difama a su principal opositor. En medio de la discusión a Dugan le surge un sarpullido que empieza a expandirse por su brazo, por lo que su interlocutor le sugiere que llame a una ambulancia.
La siguiente escena es en el Hospital, donde Cuddy obliga a House a contratar a Martha Masters para su departamento. Ella es estudiante de medicina de tercer año, a la que Cuddy considera una especie de genio debido a sus estudios previos (terminó la secundaria a los 15 años y realizó doctorados en matemáticas e historia del arte). House no está de acuerdo en contratarla, pero debe seguir las órdenes de su jefa, Cuddy.
En el departamento de House, empiezan a elaborar el diagnostico del paciente que acaba de ingresar, remitido por el senador Anderson quien pidió personalmente que revisen el caso de su asesor, Dugan. En ese momento ingresa Masters, House los presenta mutuamente a ella y al resto del equipo. Mientras continúan el debate diagnóstico del paciente, teniendo como posibilidad Hepatitis C (aunque los análisis dieron negativo como también para A y B) y algún tipo de intoxicación, House no deja de aludir comentarios sobre la nueva integrante del grupo.
Seguidamente el equipo, siguiendo órdenes de House, va a la casa de Dugan en busca de alguna prueba tóxica. Al ingresar Taub y Foreman, Masters decide quedarse afuera al enterarse de que ellos están ingresando sin el consentimiento del paciente. Dentro de la casa encuentran sidra de manzana sin pasteurizar. Al reunirse con House en el hospital piensan la posibilidad de “Escherichia Coli”. Mientras realizan análisis, Masters le dice a Taub sus razones por las que deberían comunicarle al paciente que ingresaron a la casa; acción que realiza cuando se encuentra con Dugan. Este da a entender que ya lo suponía, ya que la medicina es como la política, que al final del día sólo importan los resultados. Masters defiende sus principios hasta que en un instante Dugan sufre una parálisis. Este hecho lleva al equipo a pensar en otro diagnostico.
House intenta hacerle ver a Masters que debería dejar de lado sus ideas éticas, ella defiende su posición argumentando que son normas de conducta profesional y sugiere como diagnóstico la posibilidad de un tumor neuroendócrino. Chase interviene a favor del diagnóstico de Masters debido a que sus tácticas políticas parecieran responder a una falta de juicio. House ordena realizar una tomografía para corroborar si el paciente tiene un tumor neuroendocrino y otros análisis para ver la posibilidad de CID (coagulación intravascular diseminada). Luego de realizarle unas preguntas acerca de la mentira a la nueva integrante del equipo, le dice que pareciera que ella mentiría cuando no importa pero no cuando si importa. Afirmación que la deja a ella sin palabras.
En la escena siguiente, House interroga a Cuddy si le molestaría que despida a Masters, ella le dice que mucho, a no ser que tenga una verdadera causa. También le dice que la nueva integrante es muy valorable para su equipo ya que tiene una perspectiva nueva y quizás eso lo hace sentir amenazado. Cuddy le dice a Masters que si ayuda a House a resolver el caso se llevaran muy bien.
Seguidamente, Dugan les comunica a Chase y Foreman que no encontrarán un tumor ya que su juicio esta muy bien. Luego de una conversación donde verifican tal afirmación, descartan este diagnóstico y ponen las fichas sobre CID. El senador Anderson visita a Dugan, lo pone al día con las encuestas que lo muestran favorecido y deja en claro que él mismo filtró el comercial. Luego Taub y Foreman le comunican que las mediciones de CID son normales, por lo que queda descartado también este diagnóstico. En la misma escena observan sangre en la orina, y descubren que no sería sólo el hígado el órgano comprometido, sino también los riñones.
Durante la siguiente escena piensan otro diagnostico, Masters sugiere “Purpura Henoch-Schoenlein” y todos concuerdan. Luego, ella pregunta si habría que tratar con quimioterapia o esteroides, House dice quimioterapia como única opción, ya que es el tratamiento más efectivo y confirmará el diagnóstico más rápido. Masters sostiene que no se puede retener información y que si se explican tanto los riesgos como los beneficios de cada tratamiento, el paciente elegiría la quimio. Esto mismo se lo comunica a Dugan, y trata de persuadirlo para que elija en este sentido, pero él elige los esteroides.
Taub y Foreman se encuentran para jugar al básquet, gana Taub y su compañero vuelve sobre un interrogante que tenían en el grupo respecto de él: ¿Cuál sería la razón por la que tanto lo intimida Masters?, Taub se rehúsa a responder.
Masters acude a House para decirle que al paciente, le están dando la medicación equivocada. El le dice que no, que la medicación incorrecta es la correcta (tratamiento con quimio), ya que él quiere vivir. House la despide argumentando que su moralidad perjudica la vida de su paciente. Entre tanto, otros órganos de Dugan parecen comprometidos: los pulmones. House ordena entrar a la casa para buscar más pruebas. Acto seguido, Cuddy reúne a House y Masters, recalcándole a él que debía darle una oportunidad a la joven. House le dice que no la quiere en su departamento. Mientras tanto los otros integrantes del equipo se dirigen a la casa y no encuentran las pruebas necesarias.
En la siguiente escena, Foreman llama a House comunicándole que se encuentran los tres en la cárcel. Ante esta situación, House recontrata a Masters para que le ayude a averiguar el diagnóstico de Dugan. Mientras están debatiendo, desde la televisión, Anderson habla pidiendo disculpas y contando que su asesor traicionó su confianza filtrando ese comercial. House agradece a Masters su ayuda y vuelve a despedirla. House va a hablar con Dugan y lo interroga acerca de si compartió la cama, una aguja o un sorbete con Anderson. Le afirma que sabe que tiene Hepatitis C por unos índices que a través de la pantalla visualizó en el senador. Dugan le pregunta si puede infectarse tal enfermedad aspirando Cocaína y por qué cuando llegó los análisis le dieron negativo. House le explica las razones igualando la actitud de su hígado con sus tácticas políticas y que por ende, no puede demostrar certeramente su diagnóstico, aunque las evidencias sean claras, no tiene las pruebas.
Mientras tanto, en la cárcel, Taub les cuenta a sus compañeros que ya la conoce de antes a Masters, que la entrevistó para Hopkins. Y en el Hospital, House vuelve a pedirle ayuda a Masters, quien le comunica que según una estadística, 15 % de los pacientes se recuperan de Hepatitis C luego de contraer hepatitis A, aunque otros estudios demuestran que el 85% de pacientes que fueron infectados con Hepatitis A y C murieron rápidamente. Por lo que sugiere encontrar algo que se comporte como Hepatitis A. House, parece haber encontrado lo que buscaba, le responde que tal cosa es Hepatitis A y vuelve a despedirla. Ella se niega y van a hablar con Cuddy. Le relatan la situación pero no accede a infectar al paciente con Hepatitis A, si no le demuestran con pruebas que Dugan tiene Hepatitis C. House comunica a su equipo que necesita un falso positivo de una prueba de Hepatitis C y les ordena que vayan a hacer las pruebas necesarias.
En la escena siguiente, House dialoga con un colega al que le expresa que tiene un problema médico que podría transformarse en uno personal con su novia, Cuddy. Él sostiene que le mentiría pero no como su novio, sino como su empleado, a lo que su interlocutor le responde que las relaciones no son así y que tiene dos opciones: ser honesto y enfrentar las consecuencias médicas o mentir y afrontar las consecuencias personales.
House le realiza el análisis a Anderson y le aclara que hará la prueba bajo un nombre falso, que confíe en él. Al confirmar el examen de sangre Hepatitis C, House se lo comunica a Cuddy, quien se muestra agradecida por el respeto que en otros tiempos no tenía por ella. House vuelve a contratar a Masters y le pide que haga que el paciente permita que le contagien Hepatitis A. A su vez la interroga acerca de por qué cree que es tan malo mentir, cuando a veces puede salvar la vida de un paciente. Masters le comunica a Dugan el tratamiento que llevarán a cabo y las probabilidades que tiene de vivir como de morir. Le dice que es su única posibilidad y que House estaría arriesgando su carrera y que no lo haría si existiese otra manera. Logra su consentimiento por lo que expresa su satisfacción a House por haberlo logrado sin mentir.
La siguiente escena es del día siguiente: se encuentran Taub y Masters, y dialogan acerca de lo bien que está respondiendo al tratamiento Dugan y de su anterior encuentro en Hopkins. Paralelamente, House firma el contrato de Masters frente a Cuddy. Luego se muestra a Dugan recuperándose en la camilla del Hospital viendo la reelección de Anderson.
El capítulo culmina cuando una empleada realiza una intervención a Cuddy, poniendo en duda si el análisis positivo de Hepatitis C pertenecía a Dugan o al Senador Anderson. Ambas consultan el horario en que se realizaron las pruebas de sangre concluyendo que la positiva fue realizada por el mismo House y las negativas por Chase, Taub y Foreman. Ante esta información, Cuddy descubre que House le mintió y se retira de la sala.
TITULO
Consideramos que el título del episodio intenta relacionar por un lado, el hecho político de la campaña electoral en la que participa el paciente que ingresa al Hospital, las tácticas políticas llevadas a cabo por éste y el Senador. Por otro lado, política de oficina, como nombrando lo que sucede en cada equipo de trabajo, las normas en juego, lo que sucede cuando ingresa un nuevo integrante y viene a “romper” con estas políticas ya dadas y compartidas por el resto del equipo. Y por último también, y no menos relevante, siguiendo dos definiciones de “política” por la Real Academia Española: “Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado” / “Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado”. La política con la que cada persona dirige su conducta en la vida, y toma las decisiones que toma según ésta posición. En este caso, por ejemplo House que debe decidir entre lo que beneficie a su paciente o a su relación personal con su novia.
Desarrollo conceptual
A partir del episodio trabajado “Office Politics” de la serie “Dr. House”, elegimos el personaje de House ya que en él podemos situar el circuito de la responsabilidad: toma una decisión, y posteriormente se ve interpelado por eso. Al igual que el personaje de Ibbieta del cuento “El muro” de J.P Saltre, se puede ubicar un Tiempo 1 y un Tiempo 2, pudiendo extraer de esa relación una Hipótesis Clínica desde una posición profesional. Tanto el personaje de Ibbieta como el de House son responsables de sus actos, esto implica que deben dar una respuesta, poniéndose en juego lo singular de un Sujeto en acto. (Mosca, 1998)
El Tiempo 2 inaugura el circuito de la responsabilidad, es la interpelación subjetiva lo que resignifica el Tiempo 1 (anterior cronológicamente y posterior lógicamente) siendo éste una acción que se agota en sus fines. A partir de esa interpelación la culpa ob-liga a responder, a retornar sobre la acción, el sujeto se pregunta por aquél Tiempo 1 y se siente culpable por ello. Que sienta culpa implica que algo de su deseo esta en juego en esa acción, y que debe responder. Como respuestas a la interpelación luego del Tiempo 2, en el plano consciente, se dan muchas posibles, siguiendo el texto de D’ Amore (2006): la proyección, la negación, el sentimiento inconsciente de culpa, la intelectualización, etc. A diferencia de esto, el Tiempo 3 del circuito es también una respuesta a la interpelación, pero no en una dimensión moral sino en una dimensión ética, en donde aparece allí la singularidad del Sujeto inconsciente.
Para poder realizar una conjetura o hipótesis clínica dentro del circuito de la responsabilidad, siguiendo a Fariña, debe cumplirse una condición: “Pero para que el tiempo 2 sea genuinamente tal e interrogue verdaderamente al sujeto es necesario que se cumpla una condición más: que la distancia que separa el tiempo 1 y el tiempo 2 no se deba exclusivamente a azar y/o necesidad” .
En el personaje elegido (House), se puede pensar el siguiente circuito de la responsabilidad. El Tiempo 1 formado por la decisión por parte de House de aplicarle determinado tratamiento a su paciente Dugan, el cual consistía en aplicarle Hepatitis A con el fin de combatir la Hepatitis C que portaba el paciente. Llevar a cabo esto implicaba, además, tener que mentirle a Cuddy ya que ella era quien autorizaba las operaciones. El Tiempo 2 implica una interpelación que el sujeto, House, recibe a partir de indicadores que le señalan un exceso acontecido en este tiempo anterior cronológicamente. Su decisión tomada en el Tiempo 1 fue más allá o más acá de lo esperado. Algo inesperado o impensado lo roza y le produce una marca que lo convoca como sujeto a responder. En este segundo tiempo se da la retracción al Tiempo 1, y lo ubicamos en este personaje en la escena en que va a hablar con su amigo Wilson y le plantea la pregunta que él mismo ya se estaba haciendo. House le dice que tiene un problema médico que puede devenir en uno personal, ya que para salvar la vida de su paciente debe mentirle a Cuddy. Le pregunta a su amigo cómo cree que se sentiría Cuddy si él volviera a mentirle, argumentando que no estaría haciéndolo como su novio, sino como su empleado. Wilson le dice que tiene dos opciones: ser honesto y enfrentar las consecuencias médicas o mentir y afrontar las consecuencias personales.
El argumento utilizado por House para justificar su decisión “le mentiría como su empleado, no como su novio” es una respuesta que forma parte de la culpa mural, él se sustenta mediante el mecanismo de racionalización para esquivar la responsabilidad puesta en juego en ese acto. Este tipo de respuesta, tal como lo plantea Salomone (2006), genera un movimiento opuesto al de la responsabilidad subjetiva, House no se responsabiliza sino que trata de “tapar” eso que irrumpe, es una imposición moral lo cual resulta contraproducente ya que fortalece el conflicto original. En este caso no hay responsabilidad subjetiva, no hay un acto ético como respuesta.
Hay algo no sabido por el sujeto, que es inconsciente, que llevó a tomar la decisión ubicada en el T1, la que se interroga y se resignifica retroactivamente en el T2. Ante esto podemos inferir como Hipótesis Clínica que la decisión que toma House demostraría que está dispuesto a pasar por alto desde normas y convenciones éticas hasta a su propia jefa, Cuddy, sin medir las consecuencias profesionales y principalmente las personales. Él día a día se enfrenta con este tipo de casos “fuera de lo común”, poco le importa conservar su “integridad ética” ya que tiene sus argumentos para realizar dicho tratamiento. Es una situación que ya se ha dado otras veces, donde ha tenido que mentir a su autoridad para llevar a cabo su objetivo. Sin embargo, la diferencia esta vez es que su autoridad es, a su vez, su novia, y eso es lo que lo interpela, lo que despierta interrogante y convoca al sujeto del inconsciente, el tener que mentirle, que si bien ya lo ha hecho “diez mil veces”, en esos momentos no lo unía una relación personal a ella, cosa que ahora sí. Es por eso que se pregunta sobre la decisión que tomó en el T1, y se responde, esquivando la responsabilidad, a través de una “racionalización”: en este caso estaría mintiéndole como su empleado y no como su novio. Creemos que a nivel consciente, mediante este mecanismo, intenta separar/dividir la relación personal que mantiene con Cuddy de la profesional.
Además podría estar justificándose también, con su frase de cabecera: “todos mienten”. Aquí la razón de la mentira es salvarle la vida a su paciente. Por eso decide llevar adelante el tratamiento siendo consciente de sus consecuencias. Quizá con esa decisión podría pensarse que intenta demostrar, como a lo largo de todo el capítulo, que las ideas sobre la ética profesional son una estupidez cuando está en juego la vida del paciente, y como en la política (citando frase del paciente Dugan), lo que importan son los resultados, más allá de lo que tenga que hacer para llevar a cabo su objetivo. Esto último House se lo dice a Masters durante de todo el episodio, se burla de ella por mantener una posición ética y profesional antes que priorizar la vida del paciente. Igualmente Masters terminó accediendo a la aplicación de Hepatitis A y a la falsificación de los análisis. A House en ese Tiempo 1 no le importa ni la ética profesional, ni la personal, está dispuesto a arriesgar todo para salvarle la vida a su paciente. Cosa que luego, en un segundo tiempo reflexiona y lo lleva a interrogarse sobre su decisión. Quizás algo internamente le está diciendo que por más que intente separar lo profesional de lo personal, hay casos en los que uno no puede hacer caso omiso a estos principios y hay determinados momentos en los que la vida y el azar nos convoca a decidir, a poner en una balanza ambas facetas y elegir la que pese más.
Dentro de esta situación encontramos elementos del orden del azar y de la necesidad. Los resultados de la aplicación de Hepatitis A en Dugan, para combatir la Hepatitis C, quedan en manos del azar, las probabilidades de que viva eran de un 15%, por ende, el resultado es un indicador de que esa operación quedaba ligada a lo fortuito, a la suerte. Al mismo tiempo, la necesidad aparece en ese mismo tratamiento aplicado a Dugan, tener que aplicarle sí o sí ese tratamiento y no otro, no había alternativa, la aplicación de Hepatitis A era lo único que lo podía salvar. Tal indicador era inflexible, House no dudó en falsificar los análisis para que su jefa aprobara el tratamiento, era algo que tenía que ser así, algo determinado y que de esto dependía la vida de su paciente.
Aunque el azar y la necesidad quedan por fuera de la responsabilidad del sujeto, o sea, no puede obviarse la responsabilidad en acto excusando y dejando en mano de éstos la responsabilidad en juego en el acto; lo afectan: el sujeto no es responsable de lo que ocurre por necesidad o por azar, pero sí de cómo responde ante ello. Mosca sostiene que es en la grieta entre necesidad y azar donde se encuentra la responsabilidad del sujeto, y que por fuera de ello el sujeto se libera de toda responsabilidad: “Invocar el azar, lo no determinado, como principio, no es más “liberador” de la alienación del Sujeto, porque en esa forma se borra el Sujeto de toda responsabilidad, borrando su acto” .
Los profesionales de la psicología, según Fariña, deben evitar caer en dos errores reduccionistas dentro de la práctica psicológica: asignar responsabilidad al sujeto cuando no la hay y, a su vez, atribuir la responsabilidad a la necesidad y/o azar cuando en realidad el sujeto debe hacerse responsable de su acto.
La responsabilidad del sujeto, donde éste debe responder es, siguiendo a Mosca (1998), acerca de su razón deseante, en el caso del personaje elegido, House debería responder qué deseo está en juego en ese Tiempo 1, qué es lo lleva a tomar tal decisión. Así, a cambio de responder ante su deseo, cargue con lo real de la culpa (déficit del sujeto) y asuma la responsabilidad lo cual implica un “superavit” del sujeto y una ampliación del horizonte situacional.
A diferencia de esta respuesta ética, que sería “otro nombre del sujeto” , un efecto sujeto, el personaje da una respuesta desde la dimensión moral. Este tipo de respuesta no favorece el efecto sujeto, que advenga una singularidad y un cambio de posición subjetiva. En otras palabras, el sujeto no se hace responsable de lo sucedido en aquel tiempo 1, y “escapa”, intenta des-ligarse de esto a través de figuras de la culpa. “Cualquiera de estos casos es una posibilidad frente a la interpelación que se diferencia del efecto sujeto de la responsabilidad subjetiva.” , son muchas las posibles respuestas como figura de la culpa frente a la interpelación, siguiendo a D’ Amore: el culpógeno (se transforma en sujeto-joya dentro de una responsabilidad moral), las distintas manifestaciones del sentimiento inconsciente de culpa (por ejemplo la angustia), la negación, la proyección, y todas las formaciones sintomáticas.
Como dijimos anteriormente, en House, por ejemplo encontramos como figura de la culpa la racionalización. Él justifica su acto de decidir emprender el tratamiento, siguiendo con su característico cinismo, diciendo que estaría mintiéndole a Cuddy como su empleado y no como su novio. Es claro que, si bien se siente interpelado, y esto roza lo real de su deseo, no asume la responsabilidad en situación, el Yo se sirve de la racionalización como escudo para desviarse del circuito.
Para finalizar, consideramos que esta situación que analizamos de la serie “Dr. House”, al igual que la del libro “El Muro”, son ejemplos de situaciones cotidianas presentes en todas las personas. Vivimos atravesados por el azar y la necesidad, estamos determinados en tal aspecto pero la suerte nos irrumpe constantemente, y nuestra posición frente a esto es lo que nos posiciona como sujetos.
Consideramos pertinente que cada uno, ante alguna situación similar en la que algo nos “haga ruido” y nos interpele, responda ante ello mediante un acto de asumir la responsabilidad en juego, y no que intente desligarse de eso ya que resulta contraproducente, va a volver a ocurrir una y otra vez.
Referencias
D’ Amore, H. (2006): “Responsabilidad y culpa”, en María Elena Domínguez y Gabriela Z. Salomone, La trasmisión de la ética. Clínica y deontología. Buenos Aires. Letras Vivas. Vol. I, pp. 145-161.
Michel Fariña, J. J. Responsabilidad: entre necesidad y azar. Clase teórica. Psicología, Ética y Derechos Humanos, cátedra I. En: http://www.eticayddhh.org/index.php/textos-y-articulos.
Michel Fariña, J. J. (1999): “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”, en Juan Jorge Michel Fariña, Ética y Cine. Buenos Aires. Eudeba.
Mosca, J. C. (1998): “Responsabilidad, otro nombre del sujeto”, en Juan Jorge Michel Fariña, Ética un horizonte en quiebra. Buenos Aires. Eudeba, pp. 113-126.
Salomone, G. Z. (2006): “El sujeto dividido y la responsabilidad”, en María Elena Domínguez y Gabriela Z. Salomone, La trasmisión de la ética. Clínica y deontología. Buenos Aires. Letras Vivas. Vol. I, pp. 117-129.
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