Ilustración:
M. C. Escher
“División de un espacio cúbico” (1952)
Técnica: Litografía.
Dimensiones: 26,6×26,6 cm
El grabado de Escher resulta una interesante analogía para pensar el efecto del Big Bang, como así también los límites de todo universo. En aquellas primeras pocas fracciones de segundo que siguieron a la explosión, el Universo entero estaba en una minúscula región, más pequeña que la cabeza de un alfiler. El Big Bang sucedió "en todas partes", y no hubo ningún punto central. La revolución fue tal, que hoy resulta ocioso imaginar cómo (o qué) podían haber sido las cosas antes de aquella mítica expansión.
Observemos atentamente el grabado “División Espacial Cúbica”. Imaginemos que estamos situados en uno cualquiera de los cubos que marcan las uniones en este retículo, mientras todas y cada una de las barras que unen los cubos se expanden. Desde nuestra perspectiva parecería que todo se está alejando de nosotros, y al principio parecería natural concluir que estamos en una posición especial: el centro de expansión. Pero inmediatamente advertimos que el efecto se produciría en cualquier lugar del retículo: no hay un centro. La situación es similar a la de nuestro Universo; cada grupo de galaxias parece estar alejándose de nosotros, y pese a todo, los observadores que nos mirasen desde estas estrellas distantes verían la misma ilusión.
El episodio “15 millones de méritos” nos propone una sociedad dividida en clases, con el acento puesto en la profundización de la diferencia con el otro por la vía de su degradación: no se gestan vínculos solidarios entre las personas, sino una distancia que intenta subrayar la desigualdad con quien está un peldaño más abajo en la escala social. Como en el grabado de Escher, se ofrece la ilusión de una salida ascendente, una suerte de movilidad social, que proporciona el espejismo de una libertad y una elección que no son tales.
Pero el episodio está allí para sorprendernos. Para abrirse al acontecimiento. Como en el Big Bang del lenguaje, para usar la bella analogía de Alfredo Eildeztein, también los personajes podrán diferenciarse de lo que era, para poder advenir subjetivamente en el a posteriori de una decisión.
Texto: Juan Jorge Michel Fariña
En un mundo tecnológicamente avanzado ¿qué lugar para la decisión de un sujeto? ¿Puede aún sostenerse la tensión entre lo determinado socialmente y la capacidad del sujeto para decidir el rumbo de las cosas?
En rigor, las preguntas trascienden a una sociedad avanzada tecnológicamente. De hecho, el capítulo condensa otras ficciones de vieja data en las que la cuestión ya quedaba suficientemente expuesta: con un desarrollo a tono con el "mundo feliz", de Aldous Huxley, y con un desenlace que evoca "1984", de George Orwell.
En el marco de una sociedad dividida en clases, con el acento puesto en la profundización de la diferencia con el otro por la vía de su degradación, no se gestan vínculos solidarios entre las personas, sino una distancia que intenta evidenciar la desigualdad con quien está un peldaño más abajo en la escala social. Se hace lugar, paralelamente, a la ilusión -neurótica- de una salida ascendente propuesta por la participación en un reality show, como única vía de movilidad social, que proporciona una ilusión de libertad y, por ende, de elección.
Pero los acontecimientos se precipitan, dando cabida a lo inicialmente impensado para sus protagonistas. Una nueva pregunta, una encrucijada ajena al plan o a la ilusión, exige un pronunciamiento que sólo a posteriori revelará sus consecuencias. En este marco, cabe preguntarse si es posible una decisión verdadera, si queda para el sujeto una manera de responder que no sea asimilada por el sistema para su propio afianzamiento, y que incluya una salida diferente a la pérdida de su existencia.
Texto: Armando Kletnicki
1984, de George Orwell
Un mundo feliz, de Aldoux Huxley
Matrix
Network, de Sidney Lumet
Cool Hand Luke, de Stuart Rosenberg
The Shawshank Redemption, de Frank Darabond.
HAIKU
NOTAS
EQUIPO DE TRABAJO
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VERANO 2019
COORDINACIÓN:
FERNANDO PÉREZ FERRETTI
INTEGRANTES:
INTEGRANTES UM
COORDINACIÓN:
FLORENCIA GONZÁLEZ PLA
INTEGRANTES:
MAZZITELLI- FALORNI
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COORDINACIÓN:
EDUARDO LASO
JUAN JORGE MICHEL FARIÑA
INTEGRANTES: Segundo cuatrimestre 2018
ANGRISANI PÉREZ, NADIA
BAILEZ, MAURO DAMIAN
BOYADJIAN, ESTEFANIA NAIR
CARDOZO, ALEJANDRA MARISOL
COCCIMIGLIO SOLANGE ANABELLA
CORTEZ, MARCELA ANDREA
CRUZ, SILVANA GRACIELA
FALABELLA, CLAUDIA PAOLA
FANTIN, KARINA SILVIA
FERRO ARIET, LUCIANA FLORENCIA
GARCIA, MARÍA AGUSTINA
GARCIA, MARIANA SOLEDAD
GODOY, CAMILA
LORENZO, ROMINA BELÉN
LORENZO, VERONICA GABRIELA
MIGUEL, MATIAS AGUSTIN
MOLINERO DÁVILA, NAHUEL
MUÑOZ, NATALIA MICAELA NAZARET
NICOLACI MORALES, NATALIA MAGALI
PALACIOS, MELINA ARACELI
PERAZZO, ANDRÉS
QUISPE VELA, SOLEDAD ISABEL
RAMIREZ, MARIANA
RODRIGUEZ, XIMENA LUCILA
RUSCONI, BRAIAN EMMANUEL
SALGUERO BARREIRO, FERNANDA MARILÉ
SILVA SUÁREZ, NOELIA STEFANIA
TACCONE, MATIAS NICOLAS
TORTONESE DE LA LLAVE, LUCAS NAHUEL
ZINK, FEDERICO MATIAS
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INTEGRANTES: Primer cuatrimestre 2018
AGUIRRE, GABRIELA BELEN
ALBELLA, KARINA ALEJANDRA
ANTENUCCI, MAGALí
ARIS LAS SEPAS, JULIA INéS
BERGAGLIO, JANAINA PAOLA
BRUNO, GABRIEL FERNANDO
CANTARELLA, NICOLAS
CAPARROS, JULIETA
CARDOSO DA SILVA, CAROLINA
CARRIEL RABINOVICH, IVANNA
CORREA , PAULA YANIL
COZZO, MARíA DE LOS ÁNGELES
CRISTALDO, KAREN MICAELA
D’AVARRIER NOEMI GRACIELA
DE PASCUA BORGOGLIO, CAROLINA DENISSE
FIASCHI MERLINO, AGUSTINA
GONZALEZ, WALTER GERMAN
KESSLER, CAMILA ANDREA
LACHKET, VICTORIA LILIANA
LIETTI, ÁNGEL EMANUEL
MANEIRO, ROCIO
MARTINEZ, ROCÍO AMANDA
MENDOZA SEILER, MELISA GISELLE
MIñO, HUGO FACUNDO MAXIMILIANO
MONCHO , DAIANA GABRIELA
NIEVA, HECTOR DANIEL
OLARTE RAMOS, MARY LUZ
ORSI, LUCIA FERNANDA
PALERMO, MICAELA
PEREZ LUNA RAFAJLOVSKI, PARASHKEVA
PINTO VENEGAS, JUAN PABLO
RIVERA, LUZ MARíA
RIVERA, MARíA MELISSA
SUELDO FERNANDEZ, ROMAN ALEJANDRO
VERNAZZA, GONZALO PEDRO LUIS