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Emancipation / Emancipación

Temporada 5 - Episodio 08

Autoras: Pilar Esteva y Yesica Anabel Ibarra

Palabras clave:

Síntesis

El capítulo comienza con una escena de una fábrica en la que se encuentra una joven trabajando. Es esta joven quien tomará el papel principal del mismo ya que, sufre un ataque en su lugar de trabajo cuando de repente sus pulmones se llenaron de líquido y es trasladada al hospital Princenton Plaisboro.

El equipo de House se enfrenta al caso de esta paciente, que a pesar de ser menor de edad (16) se ha emancipado; no tiene familiares y no presenta antecedentes médicos. Comienzan a debatir cuál es el cuadro que puede llegar a presentar y a realizar estudios pertinentes para ir descartando posibles enfermedades, a su vez que indagan en su vida personal para descubrir si les miente al replicar que no consume drogas. (Dato importante ya que podría ser una de las causas de su ataque).

Paralelamente, Foreman, uno de los médicos del equipo de House, le pide autorización a éste para realizar ensayos médicos, dejando a los otros miembros que se encarguen del caso de ésta joven. House se niega a éste pedido.

En la escena siguiente, continúan debatiendo sobre el caso y House le da la orden a Foreman de que le diera betabloqueantes, creyendo que su cuadro podría ser producto de una taquicardia intermitente. Kutner, otro miembro del equipo de House, es quien va a asistir a la joven, en lugar de Foreman, y desconfiando en los dichos de House, cree que presenta un cuadro de vasculitis, y decide aplicarle esteroides.

En los pasillos Foreman se encuentra con la directora del hospital, quien le ofrece un caso diciéndole de manera provocativa:

- Si quieres probarle que puedes hacer algo más que trabajar para él…( haciendo referencia a House)

De esta manera, decide hacerle caso omiso a House y desafiándolo llevará él solo el caso de un niño que ha entrado en el Princenton Plaisboro con graves síntomas que empeoran día a día. El niño viene acompañado de su madre y su hermano Evan, que a pesar de ser tan pequeño se preocupa mucho de su hermano enfermo.

Mientras tanto, como resultado de la aplicación de los esteroides, la paciente realiza un brote psicótico. Es por ello que Kutner confiesa haberle aplicado esteroides en lugar de betabloqueantes. Luego House vuelve a darle indicaciones a Foreman para que aplique otra droga. Sin embargo, éste no realiza el procedimiento indicado y continúa atendiendo al pequeño de 4 años, a quien le administra una pastilla y como efecto indeseado de ésta, el pequeño comienza a reírse de manera incontrolable. Es por esta razón que Foreman, quien quería probarle a House de que puede manejar dos casos a la vez, pierde el control y pide ayuda a Chase y Cameron que le advierten: “lo que sea que quieras probar, no será suficiente”

Los médicos continúan realizándole estudios a la joven, y por medio de una resonancia descubren que la joven, mientras relataba que sus padres habían muerto, estaba utilizando su sistema límbico, hecho que demuestra que estaba mintiendo. Es por esta razón que Kurtner descubre que sus padres están vivos y la joven explica que se emancipó porque su padre la violó y porque su madre negaba este hecho. House, indica que el stress puede ser el motivo de sus síntomas y deciden tratarla con ansiolíticos (diazepam).

Mientras todo sucede, House cree que Wilson, un médico de la clínica, le está tendiendo trampas para empujarlo hacia una relación con Cuddy, la directora del hospital.

Foreman, continúa analizando junto con Chase y Cameron el posible cuadro del niño y les indica a éstos realizarle otros estudios para descartar dos posibles enfermedades, cáncer de estómago o porfiria.

Luego de aplicarle los ansiolíticos a la joven, Foreman nota sangre en su orina, y el diagnóstico cambia abruptamente. Los análisis muestran que se debe a células rotas y que lo que causa el edema, sus ataques y destroza la sangre podría ser causa del arsénico que se libera al serruchar o quemar la madera con que ella construye sus muebles, y que estaría entrando en sus pulmones. Analizando su cabello descubren el arsénico en sangre y deciden sacárselo.

Mientras tanto, Chase y Cameron, luego del resultado de los estudios, descartan los diagnósticos tenidos en cuenta, sin poder descubrir qué es lo que tiene el niño y le aconsejan que pida ayuda a House. Foreman se niega a hacerlo, poniendo en riesgo la salud del pequeño. Es en este momento en que el niño entra en paro cardíaco y a través de electro-shocks logran volverlo a la vida.

Los médicos han logrado sacar el arsénico de la sangre de la joven, pero luego de una aparente mejoría, entra en un ataque nuevamente. Vuelven a hacerle una resonancia y notan que su cerebro tiene lesiones que hace tres días atrás no tenía; House indica que le vuelvan a poner el arsénico ya que al parecer, éste ayudaba a su mejoría. Descubren entonces que la joven sufre de Leucemia y que para curarse necesitaría un trasplante de médula.

Finalmente Foreman decide pedirle ayuda House para tratar al niño:

Foreman - Te necesita

House - Pero te tiene a ti

Foreman - El niño morirá. ¿Dejarás que tu egoísmo lo permita?

House - ¿Justo tú me llamas egoísta?

Foreman – Eres un hipócrita. Si nuestra labor es evitar que muera gente, deberías ayudarlo. Pero prefieres hacer acertijos para demostrar que sólo tú tienes poderes.

House – Querías hacer algo sólo, ahora hazlo.

Entretanto, el equipo de House intenta convencer a la joven de que el donante debería ser o su padre o su madre por la compatibilidad del ADN. Pero la joven prefiere morir antes que deberles la vida a sus padres. La médica que la atiende, Remy, decide ir a buscar a sus padres.

Foreman, hablando con sus colegas, continúa pensando qué es lo que le puede estar sucediendo al niño y cree haber encontrado su diagnóstico.

Remy cree, por otro lado, haber encontrado a los padres de la joven, pero descubre que ésta había mentido nuevamente y que había robado la identidad de otra persona. De esta manera se revela también que ha falsificado los papeles de emancipación y le explica a la joven que aun con un donante, necesitarían la autorización de sus padres. La chica replica:

- Cuando me ponga grave, será una urgencia. Tendrán que trasplantarme aun sin mi consentimiento.

Por otro lado, Foreman asegura que el pequeño presenta una sobredosis de Hierro y que podrá tratarlo esa misma noche aseverando una pronta recuperación. Se revela que a pesar de que la madre solamente le había dado una pastilla de hierro, su hermano había sido quien le administró dosis en exceso creyendo que de ese modo sería más fuerte.

El equipo de House debate las probabilidades de éxito del trasplante de un no familiar. Remy les comenta que la joven tiene miedo y que su primer reacción fue la de expresar que no quiere que sus padres crean que le salvaron la vida. House analiza esto y comenta que su primera reacción fue racional, lo que significa que faltó el proceso emocional. Descubren de esta manera que había mentido acerca de la violación y piensan qué es lo que podría llegar a ser peor que eso. Es en este momento que el Dr. House interviene personalmente y le consulta a la joven qué es lo que hizo y la incrimina de haber hecho algo terrible por lo que merece sufrir y morir, y es por ésta razón que ella no quiere compasión. La joven confiesa haber matado a su hermano.

Finalmente, el niño se recupera de manera exitosa, mientras que los padres de la joven asisten al hospital para poder realizar el trasplante de médula.

Foreman, luego de haber curado al pequeño y de saber que el trasplante está funcionando, le comenta nuevamente a House que quiere hacer ensayos clínicos, pero esta vez no se lo dice de manera interrogativa sino más bien afirmándoselo, por lo que House no pudo negarse.

Desarrollo conceptual

1. El personaje elegido para analizar es el de Foreman, un médico que integra el equipo dirigido por Dr. House. La razón de esta elección es que éste personaje toma una decisión, que al igual que Ibbieta, el personaje del cuento “El Muro”, tiene como fin “burlar” la autoridad del Dr. House para poder ejercer su profesión de manera autónoma y sin depender del equipo en el que se encuentra actualmente trabajando. (Ubicamos lo particular dentro del universo restringido de Foreman en cuanto a las legalidades y normativas del Hospital que está suspendido hasta la eventual y sorpresiva irrupción de una singularidad que exija al sujeto una potencial suplementación o universalización que amplíe el universo actual). Es por ello, que a pesar de no tener el consentimiento de House de hacer ensayos clínicos, Foreman decide llevar el caso de un niño de cuatro años de edad que presenta graves síntomas él solo. Sin embargo, esta decisión que toma, y la acción que con ella emprende, fue más allá –o más acá- de lo esperado, recibiendo de la realidad indicadores que lo ponen sobre aviso respecto de que algo anduvo mal, interpelándolo y de esta forma obligándolo a responder, es decir a hacerse responsable.

2. Teniendo en cuenta el Circuito de la responsabilidad, se podría ubicar en un primer tiempo lógico la acción de Foreman de atender él solo y sin consentimiento de House al pequeño de cuatro años; es decir una conducta orientada por un determinado objetivo, que sería probarle a House su eficacia a través de poder curar al niño enfermo, y entendiendo que tal iniciativa se agota en los fines para las cuales fue concebida.

Al segundo tiempo lógico lo ubicamos en el paro cardiaco del pequeño. Es decir que, dicha acción emprendida con el fin de desligarse de la autoridad de House, o más bien con el fin de mostrarse poderoso ante House, se ve confrontada en un con algún indicador, que lo interpela, señalándole el exceso en lo acontecido. Una interpelación que el sujeto recibe a partir de indicadores que lo ponen sobre aviso de que algo anduvo mal. Su acción iniciada en el Tiempo 1 fue más allá de lo esperado. El niño entra en un paro cardíaco y algo allí se juega para Foreman no sólo al nivel de su responsabilidad profesional sino también al nivel de su subjetividad. La muerte del pequeño, como singularidad que viene a irrumpir en el universo particular de Foreman, interpela al sujeto e indudablemente re-significa el momento primero ya que fue él el que expuso al niño a semejante riesgo. Ésta interpelación es la posibilidad de ampliar el universo en el cual se encuentra.
Entre el primer y el segundo tiempo, podemos decir que no hay consistencia del ser en cuanto a que no se sostiene la misma posición subjetiva: en el primero el Foreman se muestra firme, decidido, controlador de la situación, obstinado en su trabajo y con la intención de mostrarle a House su idoneidad. En el segundo tiempo observamos a un hombre, sorprendido por los hechos, un sujeto al cual las cosas “se le han ido de las manos”. ¿Acaso el no puede ser tan poderoso como el Dr. House? (Foreman – Eres un hipócrita. Si nuestra labor es evitar que muera gente, deberías ayudarlo. Pero prefieres hacer acertijos para demostrar que sólo tú tienes poderes). Parecería ser que la intención de Foreman de curar al pequeño deja entrever, en una suerte de rivalidad y en un intento de mostrarse completo, no barrado ante el Otro, un punto identificatorio a el Dr. House, quien encarnaría para él el ideal de la sabiduría, del todo poderoso; ideal que a su vez taponaría la castración propia y del Otro. Sin embargo, son los indicadores de la realidad los que le muestran sus límites. No es por lo tanto su falta de competencia lo que lo lleva a equivocarse reiteradamente con el diagnóstico del niño, ni su imprudencia a la hora de atender al paciente, sino más bien, se trata de que allí hay otra cosa en juego y es su identificación a House como un ideal, en donde Foreman queda identificado en esa posición.

Foreman entonces se ve interpelado, y es ésta interpelación la que pone en marcha el circuito de la responsabilidad. Luego la culpa, que se localiza en el arrepentimiento (Foreman, se arrepiente de su acción iniciada en el tiempo 1 y le pide ayuda a House), obliga a dar una respuesta ad hoc a la interpelación, hace que se retorne sobre la acción por la que se “debe” responder. Es el sentimiento de culpa el hilo conductor para encontrar la dimensión de responsabilidad subjetiva, responsabilidad que atañe al sujeto en relación con aquello que desconoce de sí mismo.

La distancia lógica que marcamos entre los dos tiempos, genera una re significación del accionar de nuestro personaje y nos permite formular una hipótesis clínica respecto a la responsabilidad del sujeto. La responsabilidad subjetiva de Foreman se encuentra ligada a una posible interpretación de su deseo inconsciente que podemos realizar en tanto hipótesis explicativa de su accionar. “La responsabilidad subjetiva aparece vinculada a ese propósito desconocido (…)” Este propósito no es más que el deseo inconsciente que motiva aquella acción emprendida en el tiempo 1, y que sólo a partir de la interpelación cobra un nuevo significado obligando al sujeto a responder por la misma. A modo de hipótesis, podríamos atribuirle a nuestro personaje un deseo ser él el todo poderoso, portador de la sabiduría, es decir, un sujeto no barrado, completo, al modo que lo supone a House. Es en este sentido, responsable de ese deseo, es responsable de un saber no sabido por el que tiene que responder.

3. “La responsabilidad del sujeto se encuentra en la grieta entre necesidad y azar. Es decir, que cuando rigen por completo Necesidad o Azar, o una combinación de ambos, no es pertinente la pregunta por la responsabilidad. Pero basta que se produzca una grieta, una vacancia entre ellos, para que la pregunta por la responsabilidad adquiera toda su dimensión” . Es decir que si identificamos a la responsabilidad subjetiva en la grieta entre necesidad y azar, y quisiéramos ubicar una hipótesis clínica acerca de la responsabilidad de Foreman en todo esto, entonces, la distancia que separa el tiempo 1 y el tiempo 2, no tendría que deberse exclusivamente a elementos de la necesidad y el azar, es decir, a elementos que no dependen únicamente del sujeto, y sin embargo lo afectan. Si bien podemos identificar ambos de estos órdenes en nuestro recorte, intuimos que hay algo más allá de estos.
En referencia al azar, que se trata de la suerte o coincidencia que está en juego en las situaciones, ubicamos el hecho de que Foreman, de manera azarosa obtuvo el caso del pequeño de cuatro años, ya que el mismo podría haber sido derivado a cualquier otro médico del Hospital, incluso a un profesional especializado en niños. Es decir, que Foreman podría haber recibido cualquier otro paciente con el fin de probarle a House su competencia. El hecho de que su paciente sea éste niño, corresponde a un elemento del azar.

En cuanto a los elementos de necesidad, entendiendo a éstos, como aquellos eventos inevitables, ajenos a la voluntad humana, que responden a una lógica de causa-efecto, podríamos ubicar el deterioro de la salud del que pequeño, y el hecho que haya tenido un paro cardiaco. Si bien no es esperable la muerte de un niño de cuatro años de edad, frente al desconocimiento de su diagnóstico, éste hecho corresponde al orden de la necesidad. Por otro lado, no existen argumentos ante la muerte. La muerte es lo inexorable, aquello frente a lo cual no hay palabras.
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4. Ante la situación límite en la que se encuentra Foreman, cuando se da cuenta que la situación se le ha ido de las manos, aparece el arrepentimiento. Algo personal de una disputa entre él y House, en una suerte de rivalidad, probablemente proveniente del Complejo de Edipo no resuelto, compromete a un tercero y aparece la culpa como retorno a modo de angustia. Angustia que le genera darse cuenta de su imposibilidad, de sus límites como profesional y por ende de su castración. Frente a la presencia de la angustia, se dirige a ese otro, al Dr House en busca de ese saber, que por cierto, él no tiene. Foreman busca a otro donde cree que encontrará alguna respuesta. Nuevamente aquí se presenta la cuestión de ese Otro, cargado de saber, podríamos decir, ese Otro poderoso que curará al niño. (Utilizamos el término poderoso, ya que la frase “Pero prefieres hacer acertijos para demostrar que sólo tú tienes poderes” deja entrever su intención de demostrar que él también tiene poderes; un significante que probablemente haya hecho marca)

La angustia constituye una de las figuras de la culpa, característica del segundo tiempo del circuito de la responsabilidad, que da cuenta, además, de la interpelación subjetiva. No hay responsabilidad subjetiva (singularidad) sin culpa (dimensión particular). Situamos allí al arrepentimiento como una figura de la culpa. Se trata efectivamente de la culpa, pero de una culpa sintomática que nos pone sobre aviso respecto de algo de la responsabilidad pendiente. Pero no tanto de la responsabilidad profesional, que también está puesta en juego, sino de una responsabilidad que lo alcanzará como sujeto más allá de lo que pueda calcular. La culpa es siempre el reverso de la responsabilidad.

En nuestro recorte, la culpa en Foreman lo inhabilita para preguntarse por su deseo. Lo inhabilita porque no puede advenir en él la responsabilidad subjetiva, un efecto sujeto que en la trama de la Ley simbólica del deseo ob-ligue a volver sobre su accionar. Es por esta razón que no situamos un tiempo 3 en el circuito de la responsabilidad. La respuesta de Foreman está del lado de “seguir taponando la falta”, y esto lo demuestra su actitud un tanto engreída por haber curado al niño él sólo y su reclamo por continuar con los ensayos clínicos.

Referencias

D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Domínguez, M. E. Los carriles de la responsabilidad: el circuito del análisis. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Juan Jorge Michel Fariña: “Responsabilidad: entre necesidad y azar”. Ficha de cátedra. Psicología, Ética y Derechos Humanos, cátedra I.

Juan Jorge Michel Fariña: The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra). En Ética y cine.

Lewkowicz, I. (1998). Particular, Universal, Singular. En Ética: un horizonte en quiebra. Cap. IV. Eudeba, Buenos Aires.

Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra.

Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.



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