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Last Resort / Último recurso

Temporada 5 - Episodio 09

Autores: Jarinka Castañeira y Santiago Salso

Palabras clave: Rehén - Consentimiento - Hipótesis diagnostica - Verdad - Curiosidad - Vida-muerte.

Síntesis

En una sala de espera están aproximadamente 7 pacientes aguardando ser atendidos, entre ellos una pareja -ella embarazada-, dos hombres sentados uno al lado del otro, un hombre de pie y un adolescente sentado próximo a una chica que también espera a ser atendida.

El primer diálogo es del hombre que está de pie que al ver salir a una doctora del consultorio le dice: "disculpe llevo mas de una hora esperando", la doctora le dice que será atendido pronto, que tiene que esperar, el paciente insiste diciendo que solo le llevará 2 minutos atenderlo, necesita una receta para la migraña. La Dra. no accede al pedido.

Aparece en la escena un médico (el Dr. Foreman) y le dice a la doctora Hadley que necesita hablar con ella sobre una nueva droga que investigan para la enfermedad de Huntington, ella no le da el tiempo y se retira diciéndole que no le pidió una consulta.

Ingresa al consultorio de la doctora Cuddy uno de los pacientes que estaba en la sala de emergencia esperando ser atendido. Se encuentra allí con el doctor House y le dice que la doctora no está presente y que por favor lo deje tranquilo. El paciente sale del consultorio y se detiene a pensar unos segundos, luego saca un arma y entra al consultorio apuntando a quienes tomó como a sus rehenes, entre ellos la doctora Hadley y todos los que allí esperaban a ser atendidos. Éste le dice al doctor House que está enfermo y que quiere saber por qué lo está, que necesita el mejor médico del hospital o de lo contrario empezara a matar gente. Todos se miran entre ellos muy asustado, el doctor House le pregunta: ¿Qué problema cree que tiene?

El paciente (Jason) le cuenta que asistió a 16 médicos los últimos 2 años, le hicieron tomografías, resonancias magnéticas, estudios homeopáticos, afirma que le falta una respuesta. Le indica cuáles son sus síntomas, no puede respirar, está cansado a toda hora, tiene palpitaciones, sarpullidos e insomnio.

Mientras tanto afuera la gente es evacuada por la policía. El doctor House empieza a revisarlo como a un paciente más, en ese momento suena el teléfono pero Jason corta la comunicación. El doctor House pide unos fósforos para hacerle una prueba a Jason, uno de los rehenes le brinda un encendedor. Se le pide a Jason tome el encendedor y lo que coloque lo más lejos que pueda para intentar apagar la llama soplándola, no lo logra, el doctor le dice que tiene capacidad pulmonar reducida y que junto a sus otros síntomas podría ser esclerodermia pulmonar. Finaliza diciéndole que eso es todo lo que puede hacer por el momento y que lo atenderá en una cita prefijada. Suena nuevamente el teléfono, Jason le otorga la llamada al doctor, quien llama es una doctora Cuddy preguntando si todos están bien allí, él le contesta que están en vía de estarlo y que necesita “propofol” para comprobar la esclerodermia pulmonar. El paciente ordena que sea la doctora Cuddy quien debe traer los fármacos y que no quiere policías cerca. Luego de obtener el fármaco pide que se lo aplique a alguien más antes que a él y si todo sale bien la segunda dosis seria para él, ante esto el doctor le explica que todos están enfermos, que hay una embarazada y que algunos toman analgésicos lo cual podría interferir seriamente en su salud si es que reciben este fármaco. Jason señala a uno de ellos y dice que lo escuchó en la sala que no tomaba ningún analgésico, el rehén le contesta diciendo: “no te la agarres con nosotros, tu problema es con los médicos. Que se lo den a la doctora (señalando a la doctora Hadley)”. El Dr. House decide que sea este rehén quien reciba el fármaco por ser más corpulento. A los pocos minutos de la aplicación se desmaya, Jason se enoja, al ver que lo quisieron engañar, y dispara a la pierna de otro de los rehenes.

El Dr. House convoca a un grupo de médicos para que colaboren a definir un diagnóstico. Uno de los médicos se retira porque no quiere ser parte de algo que cree que es patético. Los demás aportan con sus hipótesis: cáncer, infección, parálisis neuronal, problemas cardiacos. House manda a que se le hagan los estudios de sangre para descartar o verificar alguna de las hipótesis.

Se descubre que Jason tiene hiperacusia y se le diagnostica una nueva posible enfermedad: herpes. Se pide medicación para realizar la prueba de herpes a cambio de dos rehenes.

La doctora Hadley se ofrece para recibir la primera dosis argumenta que ella es doctora y los otros son pacientes y además por su enfermedad tiene menos posibilidad de vida, cae al piso a causa del dolor que la droga le produce. Luego se aplica la dosis a Jason, así descartan parálisis neuronal y por medio de otro análisis descartan la infección.

La doctora Hadley observa que Jason tiene la yugular inflamada y dice que el daño está en el corazón, notan que su pulso esta elevado. Se requieren fármacos para normalizar el pulso, la doctora Hadley se ofrece para ir a buscarlos, Jason le da 30 segundos mientras apunta con su arma al rehén más joven, si ella no regresa lo mata. El doctor House y la enfermera especulan si volverá o no, House dice que no volverá y ella le dice que si lo hará, a lo que éste contesta: “si crees que tu vida vale más que la de otro firma un consentimiento para donar órganos y suicídate”. Al pasar los 30 segundos Jason se muestra decidido a disparar al muchacho, la enfermera se interpone y le dice dispárame a mí, él le pregunta apuntándole si eso es lo que quiere, ella le dice que si e inmediatamente reacciona con desesperación y le dice: “no, espera ella necesita tiempo para encontrar el medicamento adecuado” en ese momento llega la doctora Hadley. Jason ordena que se lo aplique a ella primero, el doctor House le explica que la adenosina frena el corazón y que ella no lo necesita, pero éste impone su voluntad. La doctora se lo inyecta y cae al piso con un pulso muy bajo, para Jason el efecto es positivo, ya no tiene taquicardia. El doctor observa que traspira de un solo lado de la cara y le dice que podría ser que el tumor esta presionando los nervios simpáticos, su diagnóstico es que tiene cáncer de pulmón. Jason dice que tiene que comprobar si es cáncer. El doctor House se comunica con un colega y le comenta su hipótesis sobre el Síndrome de Pancoast.

Se requiere proceder con un estudio en la sala de radiología, para ello se liberan dos rehenes mujeres, los demás hacen una ronda atados con sogas alrededor de Jason y de esta forma se trasladan hasta la sala.

Mientras se está realizando el estudio el doctor House le dice que debe haber una razón más profunda que solo curiosidad que justifique su conducta, éste le contesta: “¿Nunca hizo algo porque debía saber?” a lo que el doctor responde: “Nunca le dispare a nadie”, Jason dice: “no es como yo. Es mi cuerpo, mi vida y hay una verdad. Prefiero pudrirme en la cárcel sabiendo... no tolero no saber”. A todo esto el paciente apunta con una pistola a una de los rehenes y se disponen a terminar el estudio. Al salir de la máquina House le dice a Jason que si quiere una respuesta debe darle el arma, y junto a Hadley le explican que debido al metal el estudio es imposible de analizar. House dice: “…tiene dos opciones: puede darme el arma y tener su respuesta, o puede dispararme…”. En medio de esta tensión Jason le dice que no le dará el arma, al mismo tiempo que apunta sobre House.

A continuación la enfermera que era rehén sale corriendo y se encuentra con Cuddy, le comenta que pudo salir de la sala porque House había logrado que el paciente le dé el arma. Mientras tanto se disponen a hacerle el segundo estudio a Jason, pero se observa que el último de los rehenes que no es médico se ha quedado dentro de la sala; House le pregunta porque no se fue, el chico responde que por curiosidad. Al salir de la máquina que hace el estudio Jason pide que le muestre rápido el tumor, ya que en cualquier momento entrará la policía, la respuesta de House es que no hay tumor, que no sabe que es lo que tiene. El paciente le agradece por intentarlo y seguidamente House le devuelve el revolver ante la incredulidad de todos. Mientras esto ocurre el teléfono de la sala no deja de sonar, el paciente se resigna a que alguien lo cure y House atiende el teléfono y contesta diciendo que le paciente lo domino y tiene el arma. Hadley le dice a House que “es un cobarde, que tiene miedo de ser otro médico más que necesita saber todo porque teme estar equivocado y que arriesga la vida de otros” a lo que responde que el “no es cobarde, sino que es arrogante, que la cobarde es ella que tiene miedo a la muerte y quiere engañarla haciendo que llegue antes”. El chico pide si se puede ir y House le contesta que no, que tal vez lo necesiten. El teléfono sigue sonando dentro, pero no contestan.

House llama a su equipo que sigue reunido y pide otro diagnóstico, uno de ellos (Foreman) le dice que está loco y que hará que maten a alguien y se retira, los demás se quedan y empiezan a ensayar otras hipótesis. Preguntan al paciente sí estuvo en diferentes lugares y entre tanto encuentran que tiene un nuevo síntoma, gira para escuchar con uno de sus oídos, el otro está parcialmente sordo. Concluyen que puede tener el Síndrome de Cushing y House pide por el teléfono una droga para generar una reacción y dar el diagnóstico, además de tiempo para que se produzca aquella. La policía le dice que ya no negocian más con nadie y menos con el Dr. y entonces Jason ofrece liberar un rehén si permiten hacer esto. La policía acepta bajo la condición de que la doctora ya no pruebe más drogas, éste accede.
Sale el chico de la sala y consiguen las drogas, Jason pide que primero inyecten a Hadley, House enojado con el paciente le explica que esta droga puede dañar los riñones de la médica y que esto no era lo pautado, pero ante la desconfianza de Jason, Hadley toma la droga y se inyecta. Jason pregunta si su enfermedad tiene cura, ella responde que no y House le comenta que si hubiese cura ella no se estaría inyectando todas estas drogas; entre esto inyectan a Jason y la médica se desvanece. House se da cuenta que la respiración del paciente sigue igual, confirma que equivoco nuevamente el diagnóstico y llama nuevamente a su equipo.

En medio de un nuevo debate House le dice a Jason que debe abofetearlo para buscar un nuevo diagnóstico y luego de hacerlo le dice que tiene el signo de Chvostek. Se reabre otro debate con el equipo y comienzan a hipotetizar nuevas enfermedades, una de las doctoras al otro lado del teléfono dice que puede tener Melioidosis y pregunta si estuvo en algún país tropical, House le dice que no puede ser que nunca estuvo el paciente en un lugar de esos, a lo que Jason dice que lo más lejos que estuvo es en Florida. Ante esta respuesta House lo insulta y le dice que tal vez para el estado no cuente Florida pero para los gérmenes si, y llama una vez más para pedir drogas; la policía le dice que no le darán nada a menos que el salga (House), y Jason les dice que está dispuesto a entregarlo. Cortan el teléfono y el paciente le explica que lo cambia por una respuesta. House se enoja porque sospecha que antes le dará de probar la droga a Hadley y explica que eso la puede matar antes de que llegue la policía. Jason: “necesito una respuesta”, House: “su obsesión la va a matar”, a lo que el enfermo responde “su obsesión me devolvió el arma”. La médica se levanta y le pide a House que se vaya, él responde que no y ella le dice que “o la matan las drogas o Jason, da lo mismo”; finalmente cede y se retira de la sala al mismo tiempo que desde fuera la policía arroja las drogas.

Dentro de la sala Hadley pregunta si no se siente mal por matarla, él le responde que no si ella no se siente mal por matarse. Ella dice no querer morir, a lo que él responde que “en realidad si, pero que no tiene el valor para hacerlo, que solo quiere que no esté bajo su control” y le apunta con el arma. En ese momento crítico ella le dice que no quiere inyectarse y que debe confiar en alguien, Jason le apunta más de cerca y entrando en llanto Hadley vuelve a acercar la aguja y cuando está a punto de inyectarse grita: “….no quiero morir…no quiero morir…” Jason toma la aguja y se inyecta justo en el momento en que la policía desde afuera hace estallar una pared e ingresa a la sala. La policía ingresa, esposa al enfermo y House entra a la sala y asiste a Hadley.

La trama continua y House baja al hall del hospital, una vez ahí observa como Jason es llevado esposado por la policía, y antes de retirarse, mediante un contacto gestual House le pide que respire profundo; Jason lo hace sin problemas y el doctor asiente con la cabeza, a lo cual el enfermo responde con una sonrisa y es llevado por la policía.

La escena siguiente muestra a Hadley en la cama del hospital, a su lado esta Foreman y le explica que en una semana con diálisis estará bien, ella lo mira y le dice:”…sobre el ensayo de la droga para Huntington…” y ambos se sonríen.

A continuación Cuddy entra en su oficina (el primer lugar donde se tomaron los rehenes) y observa con cara de espanto como quedo todo: cosas revueltas, sangre, la pared escrita, etc. En este momento House ingresa y le dice que se confirmó que el enfermo tenia Melioidosis, ella le pregunta si eso es todo lo que le importa, “un loco entra se gana una cadena perpetua y tú se lo permitiste”, House responde “…habría muerto sino lo hacía. Qué bueno que me permitiste hacer todo…”,Cuddy responde “…crees que si no estabas ahí, yo habría hecho otra cosa…”House: “no lo sé, hagámoslo otra vez sin mi” a lo que Cuddy le responde que es por eso que ellos no pueden tener algo. House le responde que “si ella piensa que se equivocó por tener una no relación con él el único cambio que se puede hacer es…” y hace silencio, a lo que ella le pregunta si lo que él quiere es una relación; House se toma unos segundos y le dice que no, que solo seguía su lógica y se retira del hospital.

Relación entre los personajes:

En este capítulo se presentan múltiples relaciones interpersonales.
Se puede observar al comienzo del capitulo un diálogo entre la Dra. Hadley y el Dr. Foreman, donde este último le propone participar en una investigación donde probablemente se obtendrían buenos resultados para la enfermedad que padece la doctora pero esta propuesta es rechazada por ella. A medida que se desarrolla el capítulo la posición de la Dra. es revertida, tal es así que sobre el final del mismo acepta ser parte de la investigación.

Otra de las relaciones importantes que se encuentran en este capítulo es la de la Dra. Cuddy y el Dr. House. El capítulo se desarrolla por encima de esta relación, pero a su vez manteniéndolo. Esto se debe a que la tozudez de House en continuar con el diagnóstico es permitida y sostenida con la ayuda de esta doctora, que en lugar de correrse de la situación ayuda a realizar las maniobras que tanto House como el enfermo disponen. Ante la pregunta de un oficial sobre si tiene un esposo o un ser querido dentro ella responde que no, como así también a la pregunta si tiene algo en riesgo en esta situación. El capitulo avanza como si entre ellos se jugara solo una relación profesional, hasta la ultima escena donde se puede notar estuvieron cerca de concretar una relación amorosa.

La relación principal se da entre el Dr. House y el paciente, y comienza con la intriga que mantiene House en la razón que lleva a este sujeto a realizar una acción de semejante magnitud; cosa que se mantiene hasta casi finalizado el capitulo.

El tema principal de este capitulo refiere a la búsqueda de una verdad por parte de ambos personajes protagonistas. Por un lado la averiguación del enfermo y su inquietud por la perturbación que lo aqueja, del otro lado House que no acepta tampoco ese no saber y llega hasta las últimas consecuencias en pos de encontrar un diagnóstico correcto; tal es así que recién sobre el final del capítulo puede corroborarse el mismo.

A medida que se desarrolla la trama estos dos personajes parecen aumentar la confianza entre ellos, si bien nunca es completa, de manera que ambos colaboran hasta el final por encontrar esa verdad; desde un comienzo donde la misma es hostil y House intenta engañar al enfermo propiciándole una droga incorrecta, hasta el momento en que el Dr. devuelve el arma al paciente para seguir con la búsqueda.

Por otro lado, entre Jason y la Dra. Hadley se da una relación extraña y llena de consecuencias. Ella no confía en el nunca, pero se somete y a la vez se ofrece a recibir todas las drogas que le proporcionarán al enfermo, sabiendo que ella posee una enfermedad terminal y que eso podría causarle daños severos. Sobre esto afirma que ella es la que menor esperanza de vida tiene entre los rehenes, y que por eso lo realiza, además argumenta que ella es médica y los otros son pacientes, entonces debe evitarles correr esos riesgos.

La intensidad y la peligrosidad de las sustancias que se inyecta van en aumento a lo largo de la historia, tal es así que sobre el final del capítulo el paciente le pide que se inyecte una última droga, la cual confirmaría el diagnóstico del enfermo pero a su vez terminaría con la vida de Hadley. Sobre el final de la relación de estos dos personajes se observa un vuelco en la posición de ambos, por un lado la médica reconoce sus ganas de vivir, teme por su vida y le suplica a Jason que confíe. Ante esto Jason toma confianza, no permite que se inyecte esa droga letal para la Dra. Le quita la jeringa y se inyecta el mismo.

La relación entre House y la Dra. Hadley es ambigua. En un principio él le advierte sobre el riesgo de inyectarse las drogas ya que sufre una enfermedad degenerativa, en un primer momento él es quien le inyecta los fármacos, con desagrado y en desacuerdo; pero a medida que transcurre el tiempo, termina por avalar (siempre previniéndola e informándola) que ella misma se inyecte las drogas que son cada vez mas peligrosas. Si bien a medida que la historia se desarrolla House demuestra estar en desacuerdo con estas acciones, no busca la forma de evitarlas y deja siempre a elección de Hadley el hacerlo o no.

Entre House y su equipo médico se observa una relación de sumisión, ya que a pesar de estar en desacuerdo con las formas de llevar a cabo este diagnóstico la mayoría colaboran hasta el final del caso; exceptuando al Dr. Chase que se retira desde un comienzo de esta empresa aduciendo que no está de acuerdo con hacer algo así. Sobre el desenlace de la historia, el Dr. Foreman también retira su ayuda, argumentando que lo que decía Chase era cierto y que hasta aquí es donde llegaba él. Los demás médicos siguen colaborando en esta causa hasta concluir con un diagnóstico.

Diagnósticos de los casos:

Caso principal: Jason es un hombre de edad madura, con aspecto pálido y acentuada delgadez, estas características reflejan claramente que padece de una enfermedad. En el comienzo de la trama, Jason muestra ser agresivo e intolerante, está desesperado por encontrar un buen médico que lo pueda diagnosticar correctamente, para lograr dicho fin toma como rehenes a pacientes de la sala de emergencia y agentes de la salud, amenaza con hacerles daño o matarlos sino colaboran con él. Durante el transcurso de la escena realizan varios estudios clínicos para tratar de verificar las diversas hipótesis, entre ellas: cáncer de pulmón, Síndrome de Pancoast, parálisis neurálgica, esclerodermia pulmonar, problemas cardiacos, herpes, síndrome de Cushing, se van refutando las mismas, mientras la tensión crece y los rehenes se ven afectados. Al final del capítulo, luego de varias pruebas médicas House aún no sabe que es lo que tiene. La insistencia de Jason por tener un diagnostico verdadero se transforma en una obsesión tanto para sí mismo como para el Dr., House, situación que lleva a pasar los límites de la razón, ya que la Dra. Hadley termina muy afectada por recibir los fármacos ella primero, con esto Jason se asegura no ser engañado. Finalmente se verifica que Jason padece de Melioidosis. Él es atrapado por la policía, cumpliéndose así su pronóstico, cuando dijo que prefiere ir preso pero sabiendo la verdad sobre su salud.

Caso secundario: el segundo caso clínico, no menos importante, es la enfermedad de Huntington padecida por la doctora Hadley. Si bien es una enfermedad que no tiene cura, existen posibilidades de hacer nuevas investigaciones para buscar la mejoría de la misma. La Dra. en un principio se muestra desinteresada en estas nuevas investigaciones. Sin embargo, luego del suceso de ser rehén y “conejito de india” al servicio de Jason, lo cual progresivamente la lleva al borde de la muerte, se da cuenta de que no quiere morir, allí pugna su deseo de vivir. Al final del episodio se la ve en una cama del hospital, recuperándose y en confidencia con el Dr. Foreman hace un chiste en relación a las nuevas alternativas para su enfermedad, lo cual da a entender que si está interesada en probarlas.

Desarrollo conceptual

Personaje elegido: Dra. Hadley.

Elegimos este personaje por ser una de las protagonistas en los sucesos acontecidos, ella se ve en peligro de muerte no solo por ser un rehén, sino también por su propia enfermedad. Por otra parte es interesante observar como las situaciones que se presentan la llevan a actuar de tal manera que permite ejemplificar contundentemente al circuito de la responsabilidad.

En referencia al personaje del cuento “El muro” , Hadley en analogía a Ibbieta vive una situación en la que debe responder sobre su deseo inconsciente. Ambos, ante una situación extrema se ven interpelados debiendo hacerse cargo ante lo que previamente les parecía ajeno a su “yo”.

Entonces decimos que éstos personajes son responsables subjetivamente, ya que desde la dimensión clínica se entiende que todos los sujetos son responsables por definición, ya que la misma alcanza al sujeto más allá de su conciencia, es responsable incluso de aquello que no sabe y hasta de lo que sueña. Esta concepción implica a un sujeto de sufrimiento psíquico, del inconsciente, un sujeto dividido que no es autónomo; pero es siempre responsable por su deseo, aunque de él nada sepa.

Esta manera de pensar al sujeto difiere de la concepción jurídica-normativa donde se piensa al sujeto como autónomo, quien da cuenta de sus actos desde su yo, actuando con responsabilidad ante la ley. Responde en el plano de la voluntad desde el punto de vista moral, político, social y religioso.

Escena recortada para el análisis

La doctora Hadley es tomada como rehén junto a otros pacientes por Jason, un hombre decidido a matar si no colaboran con su objetivo: saber a ciencia cierta que enfermedad padece.

Para diagnosticar a Jason se precisan una serie de pruebas en las que él debe recibir fármacos vía intravenosa. La desconfianza y vulnerabilidad que éste siente lo lleva a exigir que sea alguien más las que reciba primero estas drogas, de esta manera se asegura de que no sean sedantes o mortíferos para él.

La doctora Hadley es quien se ofrece casi desde el principio a recibirlas, alegando a que ella es médica y los otros pacientes y que además ella tiene menos expectativa de vida por la enfermedad crónica que padece: Huntintong.

Estos fármacos van acrecentado el peligro para la salud de la doctora. En la prueba final por realizar, Hadley se ve en mayores dificultades pues si se inyecta esa última droga podría llegar a ser fatal.

Es cuando se da cuenta que no quiere morir y le suplica llorando a Jason por su vida. Éste le arrebata la jeringa y se inyecta él mismo, de esta manera impide que sea ella quien reciba esta dosis.

Luego, la doctora es internada en el hospital y atendida de inmediato. Una vez pasado el peligro se la ve conversando con su colega Foreman, quien la había estado persuadiendo para que se interese por las nuevas investigaciones sobre el Huntintong, ella hace un chiste en referencia a lo ocurrido y da a entender que cambia su posición inicialmente negativa por una activa y positiva.

Circuito de la responsabilidad subjetiva:

• Tiempo 1: La doctora se pone como “conejillo de indias”.

• Tiempo 2: Hadley se enfrenta a una situación de vida o muerte, se encuentra entre inyectarse y morir, o ser asesinada por Jason.

• Tiempo 3: Inferimos que está presente este tiempo, porque finalmente acepta ser parte del equipo que investiga sobre su enfermedad. Este es el tiempo donde el sujeto responde a la interpelación, en este caso vemos que cambia su posición subjetiva, al responder éticamente a la pregunta por su castración y de este modo comenzaría a “hacer” con su falta. Se apela a la responsabilidad subjetiva.

Hipótesis clínica:

En relación a la hipótesis clínica conjeturamos que ella se encuentra negando no solo su muerte, sino que a nivel inconciente niega su propia falta, su propia castración. Ella toma un rol de “mártir” se aleja del lugar de paciente que espera pasivamente su muerte de modo sumiso y pone su cuerpo para “salvar” la vida de las demás personas alegando que ella es la indicada “porque es una médica” como si a ella no le afectaran las drogas.

A lo largo del capítulo inferimos, mediante su conducta, que ella se pone a la par de Jason, podemos pensar que se identifica con Jason en el plano imaginario. Ambos son enfermos y por el momento ninguno posee una solución. Jason arriesga su vida, ella también. Si él debe tomar una droga ella también lo hará, desde donde podríamos pensar: “si él lo tiene ella también lo tendrá”.

Cierta omnipotencia ante la muerte se encontraría velando su propia finitud, pero a nivel inconsciente nos parece que vela su lugar como castrada. Ella ahora identificada al falo imaginario no tiene falta porque es el falo, no está castrada, hay puro goce con eso de ser la heroína.
Llega el momento culmine en el que debe inyectarse una dosis letal, allí se le devela la pregunta por su vida, como así también la que refiere a su castración. Es aquí donde se ve interpelada y debe responder por ello. En el momento crítico que su vida corre altísimo riesgo, allí donde su acción y su posición fálica se le escapa un paso más allá, algo la convoca a responder, su castración la interroga.

Análisis

Momentos antes de ser tomada como rehén, el Dr. Foreman la intercepta en la sala de emergencia y le comenta que se están haciendo investigaciones para encontrar una mejoría para Huntintong y que seria bueno que ella se involucrara en la misma. Lejos de sentirse atraída por la noticia, Hadley, reacciona con frialdad e indiferencia y responde que no le pidió una consulta, así se retira, dejando a su colega casi con la palabra en la boca. Vemos como la Dra. prefiere “no saber nada”, del tema, evidencia apatía ante nuevas alternativas como si hubiese perdido las ganas de luchar por su vida y la esperanza de estar mejor. Ella nada quiere saber de su falta porque si no sabe no se responsabiliza.

Algo del orden del azar acontece: un hombre (Jason) que esperaba a ser atendido en la sala de emergencias pierde la paciencia, se revela y sacando un arma, lleva consigo a otros pacientes y entre ellos a la Dra. Hadley hacia el consultorio donde se encontraba el Dr. House. El paciente requiere un diagnóstico certero para su enfermedad y amenaza con matarlos sino colaboran con su objetivo. El hecho de que la Dra. Hadley y todos aquellos hayan caído bajo amenaza de muerte es un hecho fortuito, fueron tomados al azar por Jason, entonces no es algo del orden de la responsabilidad, ni de lo calculable para las personas que allí se encontraban.

La Dra. Hadley después de observar que dos de los pacientes tomados como rehenes salieron lastimados y que el asunto podría empeorar decide ser ella misma “un conejito de india”, ya que Jason imponía que antes de aplicarle los fármacos de prueba a él sea alguien más el receptor de las mismas, con esto se cercioraba de no ser engañado. De esta manera es que Hadley, con su conducta “altruista” se ofrece para recibir estas drogas, ella misma termina inyectándoselas casi sin titubear, a pesar de que éstas representaban ser cada vez un peligro mayor.

Podríamos situar en esta acción emprendida por la doctora Hadley el tiempo 1 del circuito de la responsabilidad. Pensamos que esto es así ya que emprende una acción voluntaria y conciente, en palabras de Hadley: “yo soy médica y los demás son pacientes y además por mi enfermedad tengo menos posibilidad de vida”. En el plano de la moral, su acción manifiesta parte de su “yo”, con un universo particular aparentemente cerrado. Se hace responsable desde su lugar como profesional de la salud; por otra parte se coloca en el lugar de mártir, ya que ella padece una enfermedad que de todas maneras la matará.
A continuación se observa que la búsqueda del diagnóstico de Jason llega al extremo de poner a la doctora al límite de la muerte. Frente a la situación de inyectarse una última droga que terminaría con su vida Hadley se ve interpelada por algo que desconoce de ella misma, su deseo inconsciente de vivir, aquí se le devela la pregunta por su vida, como así también la que refiere a su castración. Podemos pensar que en este momento, y a nivel no consciente la coartada de la culpa “disfrazada” en su accionar altruista cae, es la culpa la que la obliga a responder. Aquí es donde ubicaríamos un tiempo 2 y al ser el tiempo de la interpelación se trata del deseo inconsciente del sujeto, no del cuestionamiento a la responsabilidad de la persona.

La culpa constituye en reverso de la responsabilidad: “Cuando la responsabilidad del sujeto se halle ausente, aparecerá como sustituto, como contraparte el sentimiento de culpa. Los pensamientos atormentadores, el remordimiento, el arrepentimiento, incluso los distintos modos del altruismo, serán algunas de sus figuras. En cualquier caso no más que formas desplazadas -en el yo- de la responsabilidad ausente en el sujeto” (Fariña, Gutiérrez, 1996)
Entonces en el tiempo 2, sucede algo de lo imprevisto, algo desborda al yo; e interpela al sujeto del inconsciente, así la doctora Hadley resignifica el tiempo uno- exponerse como “conejillo de india”- lo cual deja en evidencia su deseo inconciente de seguir con vida.

Por el lado del orden de la necesidad vemos que hay una determinación predestinada puesto que ella tiene conocimiento de que morirá por su enfermedad a una edad relativamente joven y cree no poder cambiar el curso de su “destino”. Esta urgencia de lo necesario la lleva actuar de manera indiferente, negativa y sin esperanzas, al punto de exponer su integridad física a otros riesgos casuales, como los ya relatados.

Entre necesidad y azar se abre una grieta, donde aparece la dimensión ética que interroga la responsabilidad subjetiva, que da lugar a pensar sobre el eje universal-singular. El suceso no se agota en los hechos, en lo particular que implicaría únicamente el acto voluntario de Hadley. Ella tiene que responder ¿Qué haré con mi vida?, entonces hay un más allá, donde entra en juego el inconsciente, donde el sujeto es confrontado a aquello que perteneciéndole le resulta ajeno, esta es la grieta que le da espacio a la responsabilidad subjetiva.

En este caso ella es interrogada por su posición subjetiva, el “tenerlo” la coloca finalmente frente a su propia castración, haciendo de límite a la omnipotencia, al velo de su condición de finitud. Negando esta ultima niega a la vez su propia castración, pero en esta grieta que se abre encuentra lugar su deseo de vivir, lugar para responder por él.
Para sintetizar, Hadley puso en riesgo su vida porque entró en juego su deseo inconsciente: “querer tener aquello que Jason tiene”, que lo hace tan poderoso, aun lejos de “ser” moral, esto se ve cuando él dice: “sino me ayudan los mato”, tiene la autoridad de decidir sobre la vida o muerte del otro. Creemos que Hadley se identifica con Jason, primero por ser ambos enfermos, segundo por el hecho de que éste si tiene las agallas para obtener una verdad y solución a su problema, sin embargo ella parecía no tenerlas.

Para concluir, inferimos la posibilidad del tiempo tres por los siguientes indicadores: casi al final de la escena se podría decir que existe una respuesta a la interpelación por parte de Hadley, se observa una evolución en su conducta, manifiesta un pensamiento y una actitud positiva. Decide ser responsable subjetivamente de su deseo inconsciente. Se hace cargo de lo que le pasa y se propone enfrentarlo, decide “hacer” algo más que sólo esperar o buscar la muerte. Recupera la esperanza y las ganas de pelear por su vida.

En este tiempo se amplía su universo, la responsabilidad subjetiva, el efecto sujeto, constituyen una dimensión ética

Referencias

D’Amore, O.: Responsabilidad Subjetiva y Culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Fariña Juan y Gutiérrez Carlos: Veinte años son nada. Causas y Azares. N°3. Buenos Aires, 1996.

Freud, S. (1925). Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos. En Freud, S. Obras Completas. (2a. ed., Vol. XIX). Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S: La responsabilidad moral por el contenido de los sueños. En algunas notas adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto. Obras completas. Tomo XIX, Amorrortu editores, 1984.

Mosca, J.C: Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En ética: un horizonte en quiebra. Eudeba. Buenos Aires, 1998.

Salomone, Gabriela: El Sujeto autónomo y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Salomone, Gabriela: El Sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Sartre, Jean Paul: El Muro. Editorial Lozada. Buenos Aires, 1972

http://www.organizacionmisalud.com.co/destacados/enfermedad-de-huntington

Anexo

La Dra. Hadley sufre una enfermedad hereditaria, denominada Huntintong o Corea hereditaria. Tiene un proceso degenerativo de la corteza cerebral frontal y de los ganglios basales. Los síntomas son físicos y mentales, hay pérdida de atención, amnesia, movimientos irregulares cuando se está tenso, la cabeza se inclina, el hombro se levanta, la marcha es titubeante, que pueden tomarse como tics nerviosos pero sin estereotipo. Lleva a la demencia sin matiz emocional especial, nada que ver con alucinaciones ni epilepsia.

No existe cura para la enfermedad de Huntington. El objetivo del tratamiento es reducir el curso de la enfermedad y ayudar a la persona a valerse por sí misma el mayor tiempo posible, así como tratar de paliar los síntomas más graves. Los medicamentos varían según los síntomas. Se suelen utilizar bloqueadores de dopamina, que parecen ayudar a reducir los movimientos anormales. Medicamentos como Haloperidol y la Tetrabenazina se usan para intentar controlar de manera muy positiva los movimientos adicionales.



NOTAS