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"Skin Deep" / "No es oro todo lo que reluce", "Piel profunda"

Temporada 2 - Episodio 13

Autores: Larrosa, María Betania y Peña, María Victoria

Palabras clave: Confidencialidad – Consentimiento informado – Protección de menores en riesgo – estrés postraumático - Automedicación – Síntoma conversivo – Infarto muscular – Conflictos personales –Dependencia – Confidencialidad – Consentimiento informado – Placebos – Protección de menores en riesgo – Estrés postraumático – Conflicto de intereses

Síntesis

El equipo del Dr. House debe lidiar con tres casos en los que se manifiesta la dicotomía entre las causas psicológicas y las fisiológicas. Una paciente de 15 años que consume heroína y ha mantenido relaciones sexuales con adultos jerárquicamente superiores, incluido su propio padre; un paciente casado a quien sus hormonas lo están igualando a su esposa; y el mismo House cuyo dolor en la pierna se acrecienta a lo largo del capítulo poniendo en tela de juicio sus habilidades médicas frente a su equipo.

Caso principal: Una modelo llamada Alex, de 15 años, sufre en un desfile un episodio que comienza con agitación y nauseas, frente al cual su padre le da una píldora que su médico le había recetado para la ansiedad. Alex sube a la pasarela, comienza a tambalearse, y se le nubla la vista. Otra modelo le pregunta si se encuentra bien y ella la golpea con violencia. Acto seguido cae al piso, consciente, pero sin poder moverse. Una vez en la clínica, el Dr. House toma el caso, presentado como “supermodelo adolescente con visión doble, comportamiento agresivo y cataplexia”. La paciente manifiesta presentar sudores, nauseas y dolor estomacal. El Dr. Indica realizar análisis toxicológicos en los que se revelan heroína y Valium en sangre.

En la aproximación diagnóstica surge el síndrome de abstinencia a la heroína que podría estar encubriendo problemas neurológicos -Parkinson prematuro o esclerosis múltiple-. Otra condición significativa es la presencia de amenorrea, que relacionan con la adicción o una posible bulimia, descartada por la contextura física de Alex. El equipo decide desintoxicar a la paciente, debiendo optar entre un proceso de 4 semanas a partir de Metadona o una desintoxicación rápida de una noche mediante coma inducido y la aplicación de Naltrexona. El Dr. Foreman explica el procedimiento al padre de Alex discutiendo los posibles riesgos de ambos tratamientos que pondrían en riesgo la vida de Alex. Optan por la desintoxicación rápida durante la cual Alex sufre un paro cardíaco, deteniéndose su corazón por 30 segundos. El padre acusa a House de haber asesinado a su hija y le exige sacarla del coma inducido, retirando explícitamente su consentimiento. House responde: “¿Nunca se ha cortado con un pedazo de papel? Un corte realmente molesto entre los dedos. Multiplíquelo por como un billón y apenas se acercará al tipo de sufrimiento que ella experimentará si la despertamos justo ahora. Estamos atados a esto.”

Al despertar, Alex presenta Amnesia Anterógrada (pérdida de memoria a corto plazo). El Dr. Foreman especula que la causa de estos síntomas es una lesión cerebral hipóxica: “Debe ser el resultado de quedarse sin oxígeno cuando su corazón estaba en paro. Probablemente el resultado de esa desintoxicación rápida que nos dijo que le hagamos.”

House aguanta la respiración, tomándose el tiempo, luego dice:

House: Cameron, Chase y el moreno... ¿Foreman, verdad? El corazón de la paciente se detuvo por 30 segundos. Se necesita más tiempo para que haya daño en la función cerebral. El cerebro está bien. Tiene desorden postraumático. Muéstrenme a una mujer heroinómana que se vea así y te mostraré una mujer que ha sido abusada.

Cameron: ¿Ese es tu argumento? ¿Que se ve bien?

House: Él maneja su carrera, viaja por el mundo con ella. Está a su lado las 24 hs del día. O es un muy buen papá o uno muy malo. ¿Han visto a esa preciosura? El hecho de que sea tu hija, ¿realmente te detendría? Su cerebro está huyendo de la realidad. Cuando las drogas ya no lo pueden hacer, se empieza a apagar.

Foreman: Su teoría tiene la ventaja de ser completamente improbable y de exculparlo por completo.

House: Hagan una resonancia y una punción lumbar. Cuando su cerebro esté bien sabremos que su papá realmente, realmente, la quiere.

House ve al padre de la paciente en la sala de espera y lo confronta frente a otras personas: “¿Se está acostando con su hija?“. El padre niega la acusación y luego se retiran a hablar en privado. En paralelo, la resonancia de Alex no puede ser realizada, dado que comienza a tener convulsiones, cuyas causas pueden ser tanto psicológicas como neurológicas. Chase y Cameron deciden realizar la punción lumbar. En la escena siguiente House y el padre de Alex hablan a solas en el baño del hospital, House lo toma del cuello y le dice:

House: Sus glándulas están bien, ¿ve? Ahora Ud. Es mi paciente. Tiene la confidencialidad médico-paciente. No se preocupe. Entonces, a ella, ¿qué le hizo?

Padre: ¿Cómo puede pensar que…?

House: Es difícil imaginar a alguien que no la desee. (…) ¡Es un cumplido! “Un culito con forma de corazón. Esos perfectos y vivaces senos completamente naturales”.

Padre: ¡Es de mi hija de quién está hablando!

House: No, es de su hija de quien Ud. Estaba hablando. (Leyendo una nota de una revista que traía consigo) “Ella instintivamente sabe como camina (…) ¿La ama? ¿La ama? ¿La ama lo suficiente como para no dejarla morir?

House le explica que ciertos sufrimientos físicos pueden ser causados por factores psicológicos, el padre confiesa haber tenido relaciones con ella una vez.

En el siguiente ateneo clínico, House da a conocer la declaración del padre. A la vez, los resultados de la punción lumbar reflejan proteínas elevadas en el fluido cerebral, descartando las dos hipótesis sostenidas. La discusión se centra en si denunciar o no el abuso, mientras, deciden realizar una biopsia cerebral. Cameron sostiene la obligatoriedad de denunciar casos de abuso sexual y House responde: “¿Está bien si salvo su vida antes o te quieres asegurar de que papi no tenga derechos de visita hasta la tumba?”.

Esta vez, Foreman le explica el procedimiento a Alex y no a su padre, quien propone que lo discutan en privado sin agobiar a la hija, Foreman se niega y le dice que Alex “debe tener palabra en lo que le sucede a su cuerpo”. Mientras, Cameron acude a Cuddy quien contacta a Servicio de Protección Infantil y le advierte a House que si no coopera con la investigación lo despedirá. El equipo de House conversa acerca de la decisión de Cameron, quien argumenta que la paciente es menor de edad y como tal debe ser protegida.

El resultado de la biopsia no indica alteraciones, con lo que conjeturan la presencia de un tumor y como consecuencia un síndrome paraneoplásico. Se confirma con la aplicación de inmunoglobulina endovenosa que limpia la sangre, neutralizando las materias que la hacen convulsionar. Realizan estudios buscando el tumor, sin hallarlo. Para descartar la hipótesis de estrés post traumático, cambian la inmunoglobulina por solución salina, sin comunicárselo, a modo de placebo, pero las convulsiones reaparecen. A partir de la última visita del paciente del caso secundario, House indaga a Cameron acerca de la existencia de vello púbico en la paciente. Propone realizar una resonancia magnética donde hallan que Alex en realidad no posee ovarios, sino testículos. Mediante un análisis de ADN confirman que Alex posee pseudohermafroditismo masculino. House transmite a Alex y a su padre el diagnostico:

House: Encontramos un tumor.

Padre: ¿Ella tiene cáncer?

House: Técnicamente no. Él tiene cáncer en su testículo izquierdo. Verán, todos comenzamos como niñas y luego nos diferenciamos por nuestros genes. Los ovarios se convierten en testículos. Tus testículos nunca bajaron porque eres inmune a la testosterona. Eres puro estrógeno.

Alex: (gritando) ¡Ud. esta equivocado! ¡Soy una mujer, míreme (se abre la bata y se muestra desnuda), todos me miran, soy hermosa!

House: Esa furia es el cáncer hablando. Vístete. Te cortaremos esas pelotas. Luego estarás bien.

Caso secundario: Un hombre adulto se presenta en la guardia y refiere a House sus síntomas, mencionando que no puede dormir hace semanas, dolor de dientes, de cabeza y nauseas. House presume que está casado y le pregunta cuándo quedó embarazada su mujer. Luego diagnostica al paciente: “Ud. Tiene el Síndrome de Couvade. Lo cual es solo una forma elegante de decir que debe dejar de gimotear. Millones de mujeres tienen lo mismo. No me están molestando. Ud. Sufre de embarazo compasivo. Me tengo que ir. Personas muriendo, el círculo completo de la vida.” (…) “Todo está en sus hormonas. La buena noticia es que nadie lo va a sermonear por fumar o emborracharse.”

Unos días más tarde vuelve a presentarse en la guardia. Lo atiende Cuddy, pero el paciente no quiere hablar con ella, le dice que es personal. Ella le informa que House se encuentra con licencia médica e insiste en examinarlo. Ante la negativa, le pide que espere. Él abre su camisa y le muestra su pecho, con senos que le han crecido. La Dra. Le ofrece el localizador personal del Dr. House. En una tercera visita, vemos al paciente junto a su esposa, que se encuentra en trabajo de parto. Lo contacta a House a través del localizador personal, dado que él también presenta los mismos dolores. House le grita a la mujer: “¡Cállese! Se consiguió al hombre perfecto: una mujer. Tiene más estrógeno circulando por sus venas que…”

Relaciones entre los personajes: House se levanta de la cama y se cae sobre ella, se queda sentado y se masajea la pierna con claros gestos de dolor. Al llegar al hospital se encuentra con Wilson que le pregunta cómo llegó al Hospital, dado que no lleva consigo el casco de la moto. Wilson esboza la posibilidad de que el dolor de su pierna sea producto de la regeneración de los nervios y le recomienda a House retomar la rehabilitación a la que había concurrido durante una sesión. House le contesta: “Es una ecuación simple, más dolor, más píldoras.”

House acepta el caso que Cuddy le presenta alegando que lo hace por tratarse de una “supermodelo adolescente”. Luego de la visita a la habitación, Cameron lo intercepta y le cuestiona que trate a la paciente diferencialmente: “¿Desde cuándo ves a tus pacientes voluntariamente? (…) ¡Tiene 15 años! (…) Esto es siniestro incluso para ti.” House le responde “Es modelo de tapa de revistas. La enarbolan como el ideal sexual y pero la ley dice que es intocable hasta dentro de tres años. ¿Qué tan hipócrita es eso?”.

Durante la primera reunión de equipo, House se masajea el muslo derecho y al levantarse, se tropieza con su pierna dolorida. Sus colegas lo miran, pero no dicen nada: “¡estoy bien!”, grita. En la escena siguiente, Foreman le plantea que el dolor está afectando sus decisiones. “¿Estás diciendo que el dolor no puede cambiar tu estado de ánimo? Si tengo razón con lo del dolor, querrías apresurarlo todo. Que es lo que estás haciendo. No lo hagas.” House le da las gracias.

Luego, cuando se plantea la discusión acerca de si denunciar el abuso sexual o no, Cameron argumenta que el dolor de House lo distrae, a lo que él responde: “¡Sí, estoy distraído! Estoy ocupado con una paciente de 15 años que está catapléxica, no recuerda qué almorzó y pierde rápidamente el control de su cuerpo. Y quiero a su padre aquí por si tiene algún otro secreto del que deba saber.” Sin embargo, Cameron denuncia el abuso sexual con Cuddy, quien se encarga de llamar al Servicio de Protección Infantil.

House busca a Wilson para que le realice una resonancia, cuyos resultados muestran que los nervios no se han regenerado en dos años. Wilson sugiere nuevamente que las causas psicológicas generan sufrimientos físicos. Señala la posible relación del dolor con sus conflictos personales. Cuando House vuelve, Cameron le pregunta repetidamente si está en problemas, mostrando signos de ansiedad, a lo que House le responde: “puedes torturarte todo lo que quieras”.

A continuación vemos a la Visitadora Social interrogando a Alex. Al salir le dice a Cameron: “¿Qué pensó que iba a pasar? ¿Tiene alguna evidencia médica? Él (refiriéndose al padre de Alex) niega que esa conversación haya ocurrido, ella lo niega también. Estoy segura de que tuvo buenas intensiones.” Cameron se dirige a hablar con Alex:

Cameron: Debes decirle la verdad

Alex: No ocurrió nada

Cameron: No debes tenerle miedo. Ellos pueden protegerte.

Alex: ¿De qué? Todo está bien.

Cameron: Crees que las cosas están bien, no lo están.

Alex: Es mi padre

Cameron: Está abusando de ti.

Alex: No es una mala persona. Yo lo seduje.

Camero: Tú eres la niña, el es el adulto. Él tiene la responsabilidad.

Alex: Yo lo embriagué. Tuve que embriagarlo. Quería tener sexo con él.

Cameron: ¿Tu padre te atrae sexualmente?

Alex: No, pero por dormir con él, ahora me deja hacer lo que quiera. También dormí con mi fotógrafo, mi asesor financiero y mi tutor. Si no lo hubiera hecho, obtendría malas calificaciones y estaría posando para anuncios de periódicos allí en Detroit. Vamos, todas lo hacemos.

Cameron: No, no todas. Después de que tu padre durmió contigo te traumatizaste.

Alex: Mi padre fue el último. ¿Nunca intentaste nada con tu jefe, profesor, o con alguien a quien necesitabas?

Cameron: Tienes 15 años, eres lista, no tienes que…

Alex: No soy “tan” lista. Soy “tan” hermosa.

El regreso de las convulsiones muestra su origen en el síndrome paraneoplásico generado por el tumor descartando la hipótesis causal de Cameron.

Más adelante, el Dr. House busca a Cuddy para solicitarle que le inyecte morfina, pero ésta se niega. Ante la insistencia, sugiere que se lo pida a “sus lacayos”, pero House prefiere que no sepan que sufre: “No quiero que cuestionen mi criterio.”, dice tampoco poder pedirle a Wilson porque éste supone que está todo en su cabeza, a lo que Cuddy dice acordar. Como respuesta, House se baja los pantalones y muestra su pierna herida. Dice: “¿Esto esta en mi mente? porque juraría que allí había un músculo”. Cuddy va a buscar una jeringa.

Luego de operar a Alex, House vuelve a Cuddy y le pide que le inyecte una dosis mayor de morfina. Cuddy pregunta cuándo volvió el dolor: “¿a la hora de resolver el caso?”. Entonces, le revela que no era morfina lo que le aplicó la primera vez, sino solución salina, un placebo. House la mira y queda en silencio. Ya en su departamento, observa las pastillas de Vicodin y finalmente ingiere una de ellas.

Desarrollo Conceptual

En el presente trabajo tomaremos al Dr. House para analizar el circuito de la responsabilidad. Trabajaremos un día particular de su vida en el que, este doctor de renombre, especialista en diagnósticos complejos, sufre en exceso el recurrente dolor que lo aqueja desde hace años. Esa mañana no pudo dirigirse, como todos los días, a su trabajo en motocicleta. Se hace evidente que apenas puede mantenerse en pie y, de hecho, en varias ocasiones su pierna se debilita y él se cae sobre ella.

El Dr. House, producto de este dolor recurrente, se medica con un analgésico derivado de un opiáceo altamente adictivo. Lo vemos en este capítulo tomar Vicodin varias veces. Se jacta de ello diciendo que “a más dolor, más píldoras”. House afirma que su dolor es producto de un infarto muscular que tuvo lugar en el muslo derecho. “Los infartos duelen, es lo que hacen” dirá, ya que elige no reconocer la dolencia excesiva de este día. Incluso cuando su amigo el Dr. Wilson, le comente que podría ser bueno estar sintiéndose dolorido, ya que podría tratarse del regeneramiento de los nervios, House no quiere saber acerca de su dolor. Nos referimos a “(…) la estrategia neurótica en que el saber mucho pueda servir para no saber de lo esencial, de lo que compete.” [1] Situamos el conocimiento médico en el plano de lo Particular, mientras que el sentido del síntoma de House en caso de ser descifrado estaría en el plano de lo Universal-Singular.

Para ubicar la responsabilidad subjetiva y convocar una respuesta, debemos plantear los indicadores de necesidad y azar. Dentro del primero de ellos, podemos situar en primer lugar el infarto muscular sufrido, como un real que lo perturba; el músculo fue efectivamente extirpado, dando cuenta de ello la imagen de la pierna que House le muestra a la Dra. Cuddy a fin de convencerla de administrarle morfina. También ubicaremos la frase de House “los infartos duelen” ya que él lo ubica dentro del orden de la necesidad.

Los indicadores de azar y necesidad intervienen circunscribiendo la grieta donde se ubica la responsabilidad. House intenta explicar su dolor a partir de estos indicadores. Ubicaremos dentro del orden del azar el hecho de que ese día se haya levantado particularmente dolorido, ya que ese día el Dr. House tuvo que atender el caso de la supermodelo, en el que se mantuvo abierta la discusión acerca de la causalidad psíquica o física del caso hasta su misma resolución.

Sabemos que si una situación se puede explicar totalmente por la confluencia de la necesidad y el azar, no es posible analizarla éticamente, ya que no todo es modificable por la voluntad humana. “De este modo, se tiende a creer que la víctima habita la inocencia más absoluta y, de tal modo, se pierde de vista la peculiar posición del sujeto frente a aquello que lo ha dañado y frente al daño mismo, que nunca es tan uniforme como se cree.” [2] Sin embargo, postularemos que House elige tratar su síntoma con el uso de analgésicos, rechazando en diversas ocasiones cualquier tipo de psicoanálisis o psiquiatría. E incluso, cuando su equipo le reclama que el dolor está afectando sus decisiones, él decide desconocer el sentido de su síntoma y le pide a la Dra. Cuddy que le aplique una inyección de morfina.

Establecemos entonces el primer tiempo del circuito de la responsabilidad en la posición de tapar el síntoma con distintas drogas, incluso luego de pedirle a su amigo Wilson que le realice una resonancia magnética, cuyos resultados indicaron que no había causas físicas para seguir sintiendo dolor. “Esta lógica no deja resquicio alguno para pensar el síntoma. Ni siquiera permite reconocerlo. De este modo, opera como el recubrimiento tenaz de cualquier marca singularizante. Impide que pueda situarse nada que pueda sustraerse de ese campo de identidad sufriente.” [3]

House le dirá a la Dra. Cuddy, mecido en angustia: “no quiero que sepan que sufro tanto dolor. No quiero que cuestionen mi criterio.” Reconociendo las leyes freudianas de condensación y desplazamiento, podríamos establecer una relación entre el “criterio médico” de House y su dolor de pierna, en tanto formación de compromiso. Sin embargo, localizamos que hay un universo totalizador y hará falta un tiempo 2 para que éste sea conmovido. Aquí hay un sujeto que sabe lo que dice, sabe la razón de porqué dice lo que dice. El dolor cede con la supuesta aplicación de morfina y reaparece una vez descubierta la verdad sobre el caso de Alex.

Retorna entonces el Dr. House con la Dra. Cuddy y le pide que repita la acción de inyectarle morfina, sólo que “con unos pocos centímetros cúbicos más”. Se encuentra allí con que ella le responde que no fue morfina lo que le inyectó sino solución salina, un placebo, abriendo para House un horizonte que no fue a buscar. Es decir que frente a la demanda de House y sobre la que uno podría imaginarse dos respuestas posibles: consentir o negarse a su pedido, la Dra. Cuddy no elige ninguna de estas, evitando entrar en la línea de la repetición y el choque.

Ubicamos en esta situación el tiempo dos que conmociona a House, dejándolo perplejo, sin palabras. House se permite ser interpelado por algo que fue más allá de lo esperado. “En términos del Circuito de la Responsabilidad, diremos que se ha constituido el Tiempo 1.” [4] Esta interpelación lo llevaría a resignificar retroactivamente las acciones del tiempo uno. En la medida en que se produce un sin-sentido en eso que creía determinado, es que se abre el problema ético. “(…) un sujeto interpelado por aquello que, aunque vivido como ajeno, le pertenece y perturba su intención consciente confrontándolo a un punto de sin-sentido”. [5]

Podríamos situar en el pedido a Cuddy una demanda de amor, pensando que, además, cada vez que se medicaba se encontraba frente a su equipo o amigos. Retomamos la frase de House que le dice a Cuddy: “No quiero que sepan que sufro tanto, no quiero que cuestionen mi criterio”. Sin embargo hizo todo lo posible para que todos sepan que estaba sufriendo e incluso cuestionen su criterio. Recordemos que House es un experto en diagnósticos y su goce se haya enlazado a esta habilidad, tanto que el dolor disminuye cuando está inmerso en su labor. Amor y trabajo podrían estar a la cabeza de nuestra hipótesis clínica.

En la última escena, encontramos a House en la soledad de su hogar, en una acción que parece cerrar el circuito: luego de arrojar todas las pastillas del frasco sobre su piano, demorándose unos segundos, finalmente toma una pastilla de Vicodin. Parece elegir así el camino de la Respuesta Moral.”(…) en este caso, la respuesta es particular. No hay singularidad en la vuelta al surco moral porque la respuesta resulta un taponamiento de la dimensión ética”. [6] La respuesta “puede ser óntica cuando el circuito se cierra en el mero ser de la culpabilidad, en la negación de la misma, o en la anestesia de la intelectualización o de la proyección” [7]

La culpa tiene una doble función, vela, ocultando al adherirse a un objeto secundario, pero también devela, nos da las pistas de lo que descubre. Por eso nos valemos de las figuras de la culpa para develar la responsabilidad de House. La angustia es genuina, no habría que suprimirla sino rastrear a partir de ella la responsabilidad pendiente. Recordemos que responsable es aquel de quien se espera una respuesta. En nuestro personaje, lo que podemos ver es la angustia y el síntoma, la culpa parecería haber quedado anestesiada.

No podemos establecer un tiempo tres en el circuito dado que aquí finaliza el capítulo. Pero en esta última escena, los minutos que demora, sosteniendo la pastilla en su mano y mirándola fijamente, nos permite entrever que allí algo sucede: algo del universo yoico ha resultado conmovido. Es que previamente House tomaba pastillas sin ton ni son, convencido de que su padecimiento respondía a una causa física, argumento que ya no podrá sostener. Podríamos reconocer, siguiendo el texto de Alejandro Ariel, el orden de lo existencial que se podría presentar allí. Es el sujeto de lo atemático, lo atemporal, que lleva sus decisiones en soledad. “la ética es la posición de un Sujeto frente a su soledad: no la posición en lo social por su relación a los otros, sino la posición de un sujeto frente a su soledad” [8]

No obstante, no podemos saber desde dónde decide tomar nuevamente el medicamento, podríamos suponer que es desde el ideal que responde, en tanto le resulta inaceptable que su criterio médico haya estado equivocado por casi dos años. Tampoco podemos olvidar su adicción al medicamento. Pero el síntoma pareciera decir más: House no sólo se sostiene a sí mismo, sino que es al mismo ideal de la ciencia y de la medicina, en tanto Otro, a quien él sostiene. O, podríamos decir que House se encuentra tan alienado en tanto portador de la voz del Otro, que no permite que surja el sujeto que hay en él, ni siquiera aquel que padece.

Referencias

• D’ Amore, O.; “Responsabilidad subjetiva y culpa” en La transmisión de la ética: Clínica y deontología de Salomone, G. y Domínguez, M. E.; Editorial Letra viva, Buenos Aires, 2006

• Domínguez, M. E.; “Los carriles de la responsabilidad: el circuito de un análisis”. En La transmisión de la ética: Clínica y deontología; de Salomone, G. y Domínguez, M. E.; Editorial Letra viva, Buenos Aires, 2001

• Lewkowicz, I.; “Particular, Universal, Singular” en Ética. Un horizonte en quiebra de Michel Fariña, J.J.; Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1997

• Lewkowikz I. y Gutiérrez C.; Memoria, víctima y sujeto en Índice; Publicación de la DAIA; 2005

• Michel Fariña, J. J. y Gutiérrez C.; “Veinte años son nada”. En Causas y Azares, Nº 3, Buenos Aires, 1996

• Mosca, J.C.; “Responsabilidad; otro nombre del sujeto”; en Ética, un horizonte en quiebra de Michel Fariña, J.J.; Editorial Eudeba, Buenos Aires, 2012

• Salomone, G.; “El sujeto dividido y la responsabilidad” en La transmisión de la ética. Clínica y deontología de Salomone, G. y Domínguez, M. E.; Ed. Letra Viva, Buenos Aires, 2011

• Zamijovsky, M; Una hipótesis clínica acerca del padecimiento de Gregory House, en http://journal.eticaycine.org/Una-hipotesis-clinica-acerca-del



NOTAS

[1Mosca, J.C.; “Responsabilidad; otro nombre del sujeto”; en Ética, un horizonte en quiebra de Michel Fariña, J.J. Editorial Eudeba, Buenos Aires, 2012; p. 121.

[2Lewkowikz I. y Gutiérrez C.; Memoria, víctima y sujeto en Índice; Publicación de la DAIA; 2005; p. 19

[3Ibídem; p. 14

[4Salomone, G.; “El sujeto dividido y la responsabilidad” en La transmisión de la ética. Clínica y deontología de Salomone, G. y Domínguez, M. E.; Ed. Letra Viva, Buenos Aires, 2011; p. 127

[5Ibídem; p. 127

[6D’ Amore, O.; “Responsabilidad subjetiva y culpa” en La transmisión de la ética: Clínica y deontología de Salomone, G. y Domínguez, M. E.; Editorial Letra viva, Buenos Aires, 2006. P.153

[7D’ Amore, O.; “Responsabilidad subjetiva y culpa” en La transmisión de la ética: Clínica y deontología de Salomone, G. y Domínguez, M. E.; Editorial Letra viva, Buenos Aires, 2006; p. 155.

[8Ariel, A.; el estilo y el acto: una poética del estilo. Editorial Manantial; p. 19.