Autoras: Melina Andrea Garategaray y María Camila Ramos
Palabras clave:
Síntesis
Desarrollo Conceptual
En el cuento titulado “El Muro”, escrito por Sartre, el personaje principal Ibbieta, realiza una broma a los falangistas diciéndoles que Gris esta en el cementerio. En el circuito lógico de la responsabilidad esta broma ocupa el valor de Tiempo 1, entendiendo que se agota en los fines para los cuales fue concebida. Luego, aparece un Tiempo 2 que resignifica esta acción de Tiempo 1, cuando los falangistas regresan del cementerio y para la sorpresa de Ibbieta, no lo matan. Al contrario, lo liberan. El personaje se ve interpelado por esta acción de Tiempo 2, posterior cronológicamente, pero lógicamente anterior a la broma del Tiempo 1. En el capítulo de House que nos toca analizar en esta oportunidad, el personaje que teóricamente se ajusta al de Ibbieta en el cuento de Sartre, es el Dr. Chase. En su regreso al hospital después de un accidente, su primer paciente es una aspirante a monja con la cual con el correr de los días entabla una relación amorosa. Hacia el final del capítulo se presenta, al igual que para Ibbieta, una acción de Tiempo 2 que lo retrotrae a una acción anterior temporalmente, interpelándolo y haciéndolo regresar al Tiempo 1; dándole un alcance y un efecto diferente a aquel que tenía originalmente. Esto nos permite trazar un circuito de la responsabilidad, semejante al presentado por la cátedra con el cuento “El Muro” desde el personaje de Ibbieta, y elaborar una hipótesis clínica al respecto.
En el marco del capítulo 12 de la octava temporada de la serie Dr. House titulado: “Chase” (perseguir) y, conforme a lo que definimos como circuito de la responsabilidad desde la bibliografía propuesta por la cátedra, ubicamos un Tiempo 1 (cronológicamente anterior pero lógicamente posterior) en el momento en el cual, tras haber operado a la paciente, esta le cuenta al Dr. Chase haber visto al niño que falleció bajo su cuidado cuando trabajaba de niñera. Le relata que el mismo caminó hacia ella y la tomó de la mano como si la perdonara, y le pregunta al Dr. Chase si eso le parece una locura. Frente a ello, en una acción no calculada y con la simple intención de hacerla sentir mejor, el Dr. Chase le responde que no le parece algo descabellado y que debería darle consuelo y ayudarla a olvidar. Esto parece efectivamente reconfortar a la paciente (Moira), y el Dr. Chase encuentra en ese agrado de Moira, el fin último en pos del cual él dio esa respuesta; motivo por el cual, en ese mismo momento y sin más, da por terminada dicha acción.
Luego de esto, en términos cronológicos, sobreviene un Tiempo 2 que resignifica al Tiempo 1, por lo cual es considerado el primero en términos lógicos (el Tiempo 2). El Dr. Chase se dirige a la paciente para comunicarle que ya estaba mejor y podía ser dada de alta. Le cuenta, emocionado, que tiene intenciones de llevarla a surfear juntos a México pero Moira corta su discurso al decirle que habló con la madre superiora y dándole a entender que retomará los hábitos. Le dice que ha sentido la vocación, el amor de Dios y su gracia, y que llevaba toda la vida esperando por eso. El Dr. Chase relaciona esta decisión de Moira inmediatamente con lo sucedido en relación a la aparición del niño mientras ella era operada y le dice, sin más, que aquello que había visto no era real. Ahí Chase hace un intento desesperado por hacerla cambiar de opinión y le dice que sintió la privación de oxígeno y el cerebro liberando noradrenalina. Ella lo interroga diciéndole que esa no fue la respuesta que él le dio anteriormente, y Chase responde que lo hizo para que ella se sintiera mejor y para que siga adelante con su vida. Ella le pregunta si ahora ya no quiere eso para ella, entonces, Chase responde que ahora cree que la ama.
Formando parte de un circuito de responsabilidad, en términos de responsabilidad subjetiva claro está, la dinámica a partir de la cual leer estos dos tiempos requiere del apres-coup. Tal como lo expresa Dominguez, este circuito “esta compuesto por un tiempo 1 donde se realiza una acción determinada en concordancia con el universo de discurso en el que el sujeto se halla inmerso y que, se supone, se agota en los fines para los que fue realizada, la cual se ve confrontada en un tiempo 2 con algún indicador que le señala un exceso en lo acontecido otrora (de allí su linealidad). Tiempo donde el universo particular soportado en las certidumbres yoicas se resquebraja posibilitando la emergencia de una pregunta sobre la posición que el sujeto tenía al comienzo del mismo”. De acuerdo a esto, y en analogía con el elemento “risa” que Freud recorta como enlace de las dos vivencias en el caso Emma, podemos pensar que el indicador que señala el exceso en este caso es esa “alucinación del niño” que Moira describe en el Tiempo 1, y la interpretación de Chase de que es justamente este elemento el que toma Moira como fundamento de su decisión de volver al convento, en el Tiempo 2. Se trata de un lazo asociativo que el mismo personaje del Dr. Chase discierne y que permite retroactivamente resignificar el Tiempo 1. La escena recortada como Tiempo 2, lo confronta al Dr. Chase, se trata de un cortocircuito provocado por la interpelación a través de la culpa, que lo ob-liga a responder. Un recorrido que en principio vuelve sobre los elementos disonantes sin que esto aun implique una apertura, un cambio de posición subjetiva, un efecto sujeto. La interpelación en el Tiempo 2 es el llamado a responder para volver al terreno de lo moral, una respuesta particular que toma cuerpo, podríamos decir, en las figuras de la culpa. Distinguiendo así una respuesta de Tiempo 3, de una de tiempo 2, D’amore afirma que: ““Saberse” culpable implica pasar por una experiencia analítica de deseo inconciente que, una vez más, ob-liga. Sin duda es más sencillo querer des-ligarse del asunto, no querer saber nada de ello” .
Cuando Moira le comunica su decisión de volver al convento, es cuando algo del universo particular del Dr. Chase se quiebra, punto donde el personaje no sabe como reaccionar y se defiende dando lugar a la aparición de lo que hemos visto como figuras de la culpa; intentando re-ligar aquello que aparece como un singular que agujerea dicho universo. Por un lado, podemos ubicar principalmente a la racionalización e intelectualización. Cuando Moira le cuenta de su visión, el Dr. Chase automáticamente busca darle un motivo racional a la misma adjudicando que la visión es producto de respuestas fisiológicas de su cuerpo. No obstante, al no lograr convencerla de ello y no poder tolerar la angustia que ello le provoca, decide recolectar información que sustente su palabra y así, a la vez, tomar distancia respecto de la situación específica que lo convoca, lo excede y lo angustia. Asimismo, podemos pensar que otra figura de la culpa que se hace presente es el altruismo. El Dr. Chase parece interesarse únicamente por demostrarle a Moira que su visión no es real con la intención de que la misma no se sumerja en una vida que el cree será completamente miserable, expone razones de porqué no debería ella entrar en el convento y toma una posición en la que todo momento intenta “salvarla”, salvarla de la enfermedad y salvarla del convento.
Por otra parte, para concluir lo que refiere a las figuras de la culpa podríamos abrir un interrogante, y plantearnos la posibilidad de que también se juegue algo del orden de la negación y proyección en este desesperado intento de demostrar su verdad. ¿Es realmente a Moira a quien intenta convencer con esos argumentos? ¿O es que se esta intentando convencer a sí mismo de la imposibilidad de que ese sea un llamado divino? Y si así fuera, ¿Porque siente la urgida necesidad de demostrar que no es cierto? ¿Será porque el mismo nunca escuchó tal llamado o porque si lo hizo y prefirió hacer oídos sordos frente a él?
En concordancia con algo que mencionamos anteriormente, lo referido al lazo asociativo que marca un nexo entre ambos tiempos, y también en relación a este último interrogante que planteamos sobre las figuras de la culpa, hallamos una hipótesis clínica que sitúa la naturaleza de dicha ligadura. Aparece la culpa, y por lo tanto hay algo de lo que Chase debe hacerse responsable. Si algo lo ob-liga a responder, es porque algo le pertenece. Esta hipótesis tiene que ver con la “vocación” de Chase. Lo que le sucede a Moira lo confronta con lo que él sitúa como “requisito”, en otra escena, para incluirse en una institución de fe. Cuando habla con Moira de su pasado como seminarista en otros pasajes del capítulo, le relata que él cree que para ser cura o monja se necesita un llamado, así por ejemplo en una escena ella le pregunta: “ha de haber un momento dramático donde el cielo se abra?” a lo que él le contesta: “supongo que sí”; y otro pasaje donde afirma “Nadie entra en el clero sin tener una epifanía, como si el amor de Dios te mirara a los ojos”. Luego, cuando Moira tiene esa alucinación que significa como llamado y, cuando le confirma a Chase que va a actuar de acuerdo a eso, lo interpela más allá de lo que él manifiesta que siente por la paciente, sino que como hipótesis podemos proponer que lo interroga sobre su deseo. El sostiene que actuar de acuerdo a la epifanía, es actuar de acuerdo al deseo. Y Moira al confirmarle que va a actuar de acuerdo a su deseo, le hace preguntarse si él actúa conforme al suyo.
Podemos pensar que el incidente que tuvo hace tres semanas en el cual resultó apuñalado por un paciente le hizo cuestionarse su vocación, su lugar en el equipo médico de doctor House. Interrogarse si esta tenía que ver con su deseo, llegando a pensar que necesitaba un cambio en su vida. Lo interroga sobre su responsabilidad. Tal como lo dice el titulo, lo hizo preguntarse sobre qué es lo que persigue en su vida. Podemos pensar, tal como lo plantea Lacan, que como todo neurótico persigue y demanda la felicidad, y no es lo que Chase halla. La decisión de Moira de actuar de acuerdo a su deseo, lo hace responsable a Chase al preguntarse por algo que va más allá que su relación con la paciente; lo hace interrogarse por su propio deseo, por el significado de su vida. Cuando el regresa confundido, molesto con la decisión de Moira y House lo encuentra redactando una serie de justificaciones desde la razón y la ciencia a lo que estaba ocurriendo, House lo confronta con esto y le dice: “..House: O sea que preparas una presentación en powerpoint para conservarla en tu jardín de las delicias terrenales. Eres idiota (...) Chase: esta renunciando a su vida por una fe ciega. House: Igual que tu! Ha encontrado algo al rededor de cual quiere erigir su vida, es una ilusión pero le gusta un poco de ignorancia con la dicha, ¿y quieres quitársela? Es la verdad, no vamos a ser felices y comer perdices..” Podemos pensar estas palabras de House, como una intervención verdaderamente analítica que le hace a Chase, para que actúe éticamente, es decir, como dice Lacan en el seminario 7, “conforme con el deseo que lo habita”. Lacan en dicho seminario y en relación a la ética del psicoanálisis plantea lo siguiente: “Esto es lo que conviene recordar en el momento en que el analista se encuentra en posición de responder a quien demanda la felicidad. La cuestión del Soberano Bien se plantea ancestralmente para el hombre, pero él, el analista sabe que esta cuestión es una cuestión cerrada. No solamente lo que se le demanda, el Soberano Bien, el no lo tiene, sin duda, sino que además sabe que no existe” . Justamente hacerse responsable por el deseo inconsciente tiene que ver con aceptar la búsqueda infinita, el movimiento que implica que la felicidad no exista, el cambio como tal, dirá Lacan. Consideramos entonces que lo dicho por House a Chase tiene importancia clínica porque exige una experiencia en relación al deseo inconsciente; es decir, se trata de una intervención que no lo restituye de modo yoico desde el lado de la moral, sino en la que se pone en juego el eje universal-singular, y su lógica del no-todo, la lógica de lo imposible, que es la lógica del deseo.
Por otra parte, en relación al tema del azar y la necesidad, podemos tomar como marco lo que sucede en uno de los últimos diálogos. House se percata de lo conmovido que se encuentra Chase e interviene diciéndole que uno reflexiona y rearma su vida cuando comete algún error, pero él no ha cometido error alguno ya que simplemente ha sido apuñalado. Podemos pensar que con estas palabras House intenta decirle que un elemento de azar, como fue el accidente, no debe hacerlo sentir responsable. Uno no puede atribuir responsabilidad por el azar, pero sí frente al mismo. Y es en la grieta, entre el azar y la necesidad, en donde se ubica, justamente, la responsabilidad subjetiva. Podemos ubicar entonces como elemento de azar en lo que respecta a este capítulo, el hecho de que justo al Dr. Chase le toca como primer paciente, al regresar al hospital, una mujer que está por convertirse en monja y esta teniendo dudas al respecto. Por otro lado, como elemento del orden de la necesidad podemos ubicar la forma y razón por la que se conocen ambos personajes, situando a la enfermedad como puente entre ambos, al ser ella una paciente y el un medico.
Para concluir este trabajo, nos gustaría dejar planteado a modo de interrogante, una manera de pensar aquella intervención analítica citada mas arriba, que Dr. House le hace a Chase, sobre la felicidad y el deseo. Podemos pensar la posibilidad de que dichas palabras provoquen la apertura del inconsciente y den lugar a la aparición de una singularidad ética, un Tiempo 3 donde aparece la responsabilidad subjetiva, el efecto sujeto del que el deseo inconsciente es la causa.
Chase arroja sus “pruebas” a la basura y deja que Moira actúe en conformidad con su deseo, y el mismo también en acto, demuestra actuar conforme al suyo: Aquella escena con la que finaliza el capítulo en la cual regresa a su lugar dentro del equipo de Dr. House. “El efecto sujeto claro está, es también una respuesta a la interpelación, pero ya estamos hablando allí de una dimensión ética. Y eso implica la noción de acto en la que el sujeto se produce. De modo que, al hablar de efecto sujeto, estoy hablando del acto, y es ético, porque es el acto en que se produce un sujeto de deseo inconsciente. Esto es lo que quiere decir que “el estatuto del inconsciente es ético” .
Referencias
D´amore, O.: Responsabilidad subjetiva y culpa. En La Transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006
Dominguez, M. E: Los carriles de la responsabilidad: el circuito de un análisis. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006
Lacan, J.: Seminario 7: La ética del psicoanálisis, Paidós. 1992
Mosca, J. C.: Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires. 1998
Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006
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