Autores: María Gimena Costa y Manuel José Castañeda
Palabras clave:Autonomía - ética - Trasplante de órganos - altruismo extremo - caridad - consentimiento informado - culpa - estafa.
Síntesis
Benjamín se presenta en Phoenix Fundation preguntando sobre posibles obstáculos a la hora de conseguir un empleo, frente a lo cual recibe respuestas que dan solución a distintos problemas salvo una guardia para dejar a los niños. Antes de retirarse deja discretamente un sobre con una donación de un cheque de un millón de dólares que su interlocutora ve una vez que él ya se ha retirado. Ella intenta alcanzarlo y Benjamín cae desmayado en la vereda, ésta se acerca a socorrerlo y pide a gritos una ambulancia.
El caso llega a House mediante la dra. Park que se lo presenta planteando que no es un caso que merezca mayor atención pues se trataría de una deshidratación1 potenciada por la fatiga de pasar muchas horas de pie y sin desayunar, ante lo cual House argumenta que como en emergencias no encontraron nada, cabría revisar su billetera. La Dra Park pregunta: “¿Es rico? ¿Por eso estamos tomando el caso? Y House responde: No, estamos tomando el caso porque nadie sabe qué está mal con él. Y porque es rico”.
Posteriormente el dr House presenta a la dra Park y a la dra Adams y les propone que trabajen en equipo, dejando en claro que la Dra Adams no cobraría honorarios por su prestación profesional. La dra Park insiste en que sólo se trata de un caso de deshidratación.
Ambas médicas se encuentran ante Benamín, éste ya internado y consciente en el hospital de Princeton, y la Dra Adams le dice que el colapso repentino que tuvo podía deberse a un deterioro del músculo cardíaco, frente a lo que la Dra Park insiste en que se trata de una deshidratación. Las doctoras le hacen saber que conocen su situación de millonario y él les cuenta la situación a partir de la cual empieza donar buna parte de sus ganancias salvo lo que respecta a la satisfacción de sus necesidades básicas. Dice que quería destinar su dinero a algo útil, para lo que relata: “Empecé con 10 millones,y no pude pensar una razón para no dar 20.O 40. Resolví como vivir con $25.000 al año”.
Las doctoras le relatan a House la situación, Park opinando que está loco y aduce problemas neurológicos, frente a lo que Adams dice que se trata de un tipo generoso y que los exámenes cardiacos salieron normales. Foreman entra a la oficina del dr House y lo acusa de querer aparentar que ha salvado la vida del millonario para luego pedirle los recursos para recontratar a su viejo equipo, por lo que le debe dar el alta. House argumenta la perdida de conocimiento podría deberse a una cardiomiopatía, anoxia global, hemorragia subaracnoidea, ante lo que Foreman interrumpe afirmando que podría tratarse de una deshidratación. La dra Park interrumpe el diálogo diciendo que hay un síntoma: altruismo extremo. Foreman le dice a House que tiene dos caminos, o reconocer que el paciente está sano y darlo de alta, o considerar el altruismo como síntoma y en ese caso tampoco podrá aceptar una donación. Al irse Foreman de su oficina, House les decie a ambas dras. que envíen a la casa al paciente.
Aparece Trece (integrante de su viejo equipo) manifestándole que no llame más porque ella no iba a volver a trabajar más con él, ante lo que House le enrostra que su vida fuera de la medicina sería un aburrimiento, por lo que le insiste enrostrándole que el haber asistido a decirle que no iba a volver más, ya era un signo de que en verdad sí quería volver.
Las dras. aparecen nuevamente junto a Benjamín, diciéndole que lo más responsable era hacerle una última prueba, para descartar que no sea nada mas que una deshidratación. Adams plantea ante el paciente la admiración por la entrega, a lo cual éste responde que él también dá de acuerdo a su mínimo, solo que éste es mas alto que la mayoría, a lo que la Dra. Park pone en circulación el cuestionamiento que lo que estaban dialogando, responde más a una cuestión de culpa. La prueba que estaban realizando dio bien, pero Benjamín empieza a sentir una presión en el pecho, que resulta ser una taquicardia. Tal involución es informada ante House, quien acota: “ Ahora hay algo que curar, lo que significa que hay algo para ser desproporcionadamente agradecido
financieramente.”
Entra Adams a la oficina de House y trae un café para Park, quien intenta pagárselo pero Adams no acepta, ante lo cual finalmente House acota que acepte el dinero, que de otra manera Park no probará el café.
Adams propone hipótesis diagnósticas ante la ausencia de anomalías cardíacas: un síndrome QT prolongado oculto, mientras que Park sugiere que es un Whipple, House pone en cuestión éste último diagnóstico ya que habría compromiso neurológico. House sugiere hacer un lavado salino para limpiarlo de los antihestamínicos para luego hacerle un electrocardiograma de esfuerzo, y decide ser él mismo quien lo llevará a cabo. Durante dicho lavado, House mantiene una conversación con Benjamín, haciéndole saber su necesidad de recurso en su departamento, ante lo cual Benjamín le ofrece una ayuda económica de un millón de dólares. House cuestiona la lógica de dar a un desconocido un mollón de dólares, Benjamín lo cuestiona: “¿Eso es malo?” House responde: “La ética no es mi fuerte.”
House va a la oficina de Wilson para plantearle si es correcto que acepte el dinero o no, frente a lo que Wilson responde que no, que no es ético desde ningún punto de vista. Finalmente éste se levanta para asistir a una paciente suya, con falla renal completa, que requiere transplante urgente. House finalmente intenta convencerse de que se trata de un QT prolongado, y que ante tal diagnóstico sí podría recibir el dinero.
La dra. Park le pregunta a Benjamín si ante las complicaciones que ha tenido le gustaría contactarse con alguien, éste responde que tiene una familia (una esposa y dos hijos), pero que su mujer lo dejó cuando empezó a hacer las donaciones, y que no atendería el teléfono. Argumenta que: “Tener una familia no me libra de mi responsabilidad social.” Ante lo que Park dice: “pero la familia está primero.” Benjamín: “Debería. Sé que suena raro, pero...alguien que esta relacionado contigo,¿Acaso eso empíricamente lo hace más especial? ¿Más merecedor que cualquier otro?.” Park: “Sí, eso te da una responsabilidad.” Benjamín: “Mis chicos tienen un techo sobre sus cabezas. No tienen hambre. Pago ayuda para niños ordenada por la corte, y, honéstamente, es...más de lo que ellos necesitan. Los quiero más que nada, yo solamente... No puedo justificar comprar video juegos y escuelas privadas cuando los hijos de otras personas mueren de hambre. Espero, que un día, ellos lo entiendan”. En ese momento Benjamín empiezan a temblar sus músculos y Park considera que este indicio da cuenta de que no es el diagnóstico que pensaban hasta ese momento.
En la cafetería, House junto a Adams discuten acerca del diagnóstico, Adams sigue considerando que no es neurológico. Park se suma a la discusión trayendo un café a Adams, pretendiendo que así quede saldada la deuda en la que se sentía por haber recibido un café de ésta. Adams le hace ver que no había deuda de por medio, sino que la gente da cosas sin esperar nada a cambio, que era un regalo. La conversación vuelve a centrarse en el diagnóstico, evaluando ahora la posibilidad de que alguna droga haya causado sus síntomas. Park sugiere que podría tratarse de poliarteritis nodosa, ante lo cual Adams dice que debería tener sarpullido, y propone que se trata de Echovirus ya que coincide con los síntomas físicos y podría ocasionar cambios de personalidad, Hipotesis que Hause aprueba mandando a realizar la aplicación de antivirales.
House mantiene una conversación telefónica con Trece, en la cual ella le dice que no irá a volver a trabajar con él, pero que no quería sacarlo de su vida tan violentamente cuando él se había comportado tan bien con ella. La conversación concluye cuando ella le dice que irá a su oficina a darle una mano con un programa en la pc que le estaba presentando ciertas dificultades.
La dra. Adams encuentra en el vestíbulo a la dra. Park, y le obsequia un par de zapatos, situación que complica enormemente a Park ya que concibe que hay una segunda intención tras el regalo.
En la sala principal de hospital se encuentra House con el Dr. Wilson, y éste se muestra interesado por el estado de salud de su paciente, ya que Benjamín se ofrece como posible donante de riñon para la paciente con falla renal, que esta tratando. House concluye que la condición mental del paciente está empeorando y asume haberse equivocado en pensar que estaba mejor. Wilson insiste argumentando que puede tratarse simplemente de un acto generoso, ante lo cual House enrostra: “Pensé que era un problema ético y que por eso no podemos tomar cosas de la gente enferma.” Wilson: “Cambié de parecer”..
Al caminar por el pasillo House junto a Wilson y Foreman discuten si se trata o no de un síntoma el que alguien done un riñón a un desconocido considerando la insistencia de Benjamin en desprenderse hasta de una parte de su cuerpo. House pone en evidencia su desacuerdo en el hecho de que su paciente done un riñón, criticando a Wilson el haber cambiado de parecer por conveniencia y en pos de salvar a su propia paciente. Por el mismo pasillo llegan hasta donde está Benjamín y le preguntan por qué quiere ser donante. Éste responde que investigó que puede vivir con solo riñón, pudiendo salvar de esta manera inclusive una vida. Foreman finalmente acepta que done su riñón. Ante la extrañeza expresada en el rostro de House, Benjamin insiste en que no se trata de un síntoma e interpela a House a que vuelva a pedirle el dinero cuando considere que esta sano. House le dice que no lo hará y se retira.
House llega a su oficina acompañado por Park y encuentra allí a Trece, quien está al tanto del caso aduciendo según sus síntomas que se podría tratar de un diagnóstico de Whipple por más que no presente dolor en las articulaciones, coincidiendo de esta forma con Park. House asiente y ordena hacer, para confirmar la enfermedad de Whipple, una endoscopia y un test de Proteína C reactiva. Park se retira de la oficina y House le dice a Trece: “Culpable. Te sientes culpable de abandonar(…) No a mi sino a la humanidad”. Trece contra argumenta de que se va con su novia, que quiere ser feliz y que no intente hacerla sentir culpable por no quedarse salvando vidas junto a él.
En una atención clínica independiente del caso de Benjamin, House recibe a un niño que concurre junto a su madre, quejándose de un sarpullido en las manos. Haciendo una serie de preguntas a la madre y al niño, intentando investigar la causa de dicho sarpullido, deduce que es alergia a la lila de verano, loción que se adjudica la madre, aunque esta sería utilizada por el niño en sus manos con fines masturbatorios. House al deducir esto, le entrega un lubricante ante la cara de perplejidad de la madre y el niño.
House ingresa al laboratorio donde se encontraba Park haciendo los análisis pertinentes. Luego de que le informa de que la endoscopia dio normal y que procederá a hacer la pueba de proteína C reactiva, House le entrega un regalo que había dejado Adams en agradecimiento por la ayuda de Park ante su búsqueda laboral. Esto produce incomodidad en Park ante lo que responde “Yo… no acepto caridad”, pues en el fondo le hace sentir repulsiva. Park interrumpe esta conversación para informar a House que en los exámenes no hay rastros de la enfermedad de Whipple.
Paralelamente se encuentra Wilson ante Benjamín, en el quirófano, a punto de realizar la cirugía de transplante, y le pregunta si está seguro de que quiere hacerlo, a lo que éste responde afirmativamente. Sin embargo la operación no se inició debido a la disminución de la frecuencia cardíaca y por ende la inestabilidad del paciente.
Se encuentran en la oficina de House, las Dras. Park y Adams, alegando que Benjamín se encuentra estable ahora con heparina, pero esto podría ponerlo en riesgo por un ataque o una embolia. Park baraja la posibilidad de haber sido picado por una araña, ya que los síntomas pueden tardar hasta tres días en manifestarse. En medio de esa discusión entra Foreman acusando a House de haber inducido la inestabilidad de Benjamín mediante la administración de una droga, con el fin de no perderlo como paciente, por lo que lo deja afuera del caso. House niega su participación en el hecho, aunque al irse Foreman termina por reconocerlo.
House interroga a Adams en su relación con Park, acerca de por qué los regalos hacia ella?...Y le dice que si quiere ganar, debe presionar su neurosis a tal punto que ella piense que esta loca. Tras lo cual llama a Trece pidiéndole un favor más.
Trece se dirige a la habitación de Benjamín y antes de entrar se encuentra con su esposa, quien dice: “ Yo quería pasar mi vida con él, pero... Necesito sentirme como si él me quisiera más que a otras personas. Como si él quisiera más a nuestros hijos. Tal vez eso sea egoísta.” Al decir esto, se retira, y Trece ingresa en la habitación de Benjamín y le pregunta si es que él es el donante del riñón, conduciendo la conversación al punto tal del que el paciente termina por ofrecerle su otro riñón, aun sabiendo que él podría solo sobrevivir algunos años con diálisis y luego morir inevitablemente. Trece sale de la habitación y llama a House diciéndole que Benjamín esta loco.
Una vez mas en su oficina, House junto a su equipo discuten nuevamente sobre posibles diagnósticos. Trece propone que puede tratarse de un problema en en la tiroides, Park descarta dicha posibilidad ya que los niveles de la glándula de tiroides le dieron normales a su ingreso, luego Adams propone que puede tratarse de el virus Coxsackie B, House sugiere una pericarditis, Trece dice que podría tratarse de una porfiria, Adams coincide con este último diagnóstico ya que los síntomas corresponden. House argumenta que podría tratarse de ello, aunque pide mas opiniones a su equipo, sin recibir respuesta por parte de éste.
Al dirigirse Trece a aplicarle hematina a Benjamín, House va tras ella y le pregunta si va a sumarse definitivamente a su equipo, a lo que ésta responde afirmativamente. House remarca que su decisión esta basada en la culpa y ella lo admite.
House entra a la oficina de Wilson y le pregunta cómo esta su paciente, obteniendo como respuesta que ha muerto hace algunas horas. También le comenta haber incorporado a Trece en su equipo, sin tener nada para ofrecerle, en esto se da cuenta de que cometió una estafa y le relata a Wilson: “Lo traje aquí bajo falsos pretextos. Solo para tener su dinero. Ordené un montón de tests al azar para mantenerlo aquí. Uno de ellos fue una tomografía computada a su cabeza, el cual usa...Contraste de yodo (…) Este es un problema de tiroides.
El tiene la enfermedad de Plummer. Tiene un nódulo en su tiroides. Produce hormona en exceso...No lo suficiente para que salga como anormal en las pruebas...Un poco mas de lo que su cerebro acostumbra.
Lo suficiente para hacerlo irracionalmente generoso y vulnerable a un sobrecalentamiento.” Wilson: Entonces llenaste su cuerpo de yodo y le provocaste tirotoxicosis.” House: “Dije que no interrumpas. Pero, si, estás en lo correcto. Si se le quita el nódulo él estará bien.
Después de la operación House se encuentra en la habitación de Benjamín y le plantea que ahora que está sano puede retribuirle el dinero de la donación antes convenida. Benjamín le dice que en verdad él lo enfermó y que tras enfrentar la muerte ha vuelto a valorar a su familia y quiere disponer de más tiempo para dedicarles a ellos. Argumenta: “Amo a mi familia, quiero estar con ellos. Eso no me hace una mala persona.” House: “No. Te hace una persona saludable.”
En el vestíbulo Adams da a entender a Park que ha pagado por el arreglo de su auto (que se encontraba en el taller), ante lo que Park finalmente no le queda mas que aceptar y agradecer. Se retira y va a la oficina de House a informarle que el arreglo de su auto (de House) fue saldado, a lo que éste responde ofreciéndole llevarla en el suyo ya que el de ella sigue en el taller. Park responde que no acepta limosnas.
Finalmente al dirigirse House hacia la salida, ve como Trece se saluda con su novia cariñosamente, ante ello le dice: “Estás despedida. No vengas mañana. Yo puedo trabajar con personas que no tienen dónde ir. Personas que tienen algo que probar. Gente que recién salió de casos extraños. Con lo que no puedo trabajar es con alguien que está aquí para no tener que sentirse mal.” Trece: “Estás intentando salvarme.” House: “Sí... creo que es poco de ti, y otra gran parte de mí.”
Desarrollo conceptual
Para hacer el análisis del caso realizaremos un recorte tomando como personaje principal al Dr. House, para dar cuenta de los tiempos lógicos del circuito de la responsabilidad subjetiva. Sabemos que dicho circuito tiene tres tiempos: en un primer tiempo, el sujeto realiza una acción que cree que se agota en los fines para la cual fue concebida. Un segundo tiempo lógico del circuito de la responsabilidad es el que dá estatuto de tiempo 1 a la acción anterior, resignificándola, considerando las consecuencias no previstas que ha traído. A este segundo tiempo lo podemos definir como “que es el tiempo de la interpelación (…), facilita una respuesta, que aunque no es considerada todavía tiempo 3 –aquel de la responsabilidad subjetiva- responde a la interpelación. La retroacción que genera la interpelación resignifica porque liga (ob-liga) a los elementos disonantes que se convierten entonces en un tiempo 1, es decir que el tiempo 1 es ya un tiempo resignificado por la interpelación a través de la culpa.” Tercer tiempo es aquel posible -no siempre se da- en que se funda el sujeto a partir de un acto, es decir, en que el sujeto dividido por un interrogante da respuesta desde una dimensión ética, desde un singular, produciéndose un cambio de posición subjetiva.
En nuestro capítulo podemos situar como tiempo 2, aquella escena donde House vuelve sobre sus pasos y reconoce ante Wilson, quien representa la moral, el haber montado una estafa, haber fingido, haber retenido a Benjamín como paciente solo para obtener su dinero. Acción que llevó adelante mediante falsos pretextos y ordenando un montón de exámenes al azar. Es importante señalar que inmediatamente anterior a esta escena, en un dialogo que House mantiene con Trece, ésta le plantea que House tiene razón al decirle que está allí por culpa, y le pregunta si esta bien que teniendo los conocimientos para curar a la gente, ponga por sobre esto su propia diversión. Ante lo que House responde: “obviamente no”. Sin embargo, justo luego suena el timbre del ascensor (en el que Trece se esta yendo) y algo en la mirada de House cambia, podemos suponer que dicho timbre fue puesto allí como indicador de que algo había cambiado en él o una pregunta sin respuesta se había formulado, a modo de aquella lámpara que se enciende cuando alguien tiene una idea. Esta escena habilita la posibilidad de la existencia de la escena siguiente: la de House con Wilson, que describimos al comienzo, correspondiente al tiempo 2. Es decir se formula la pregunta de si ¿es justo poner por sobre la cura del paciente, los intereses por la satisfacción personal? , ante lo cual House ahora responde: “era una estafa, yo estaba fingiendo”, es decir, en este punto House se da cuenta que estaba poniendo su propia satisfacción personal, por sobre el interés por la cura de Benjamín. House ahora responde con un NO, lo que en la escena inmediatamente anterior y a lo largo de todo el episodio, responde con un SI, negación y proyección mediante.
Según D´ Amore “no hay responsabilidad subjetiva sin culpa (…) La interpelación subjetiva es la puesta en marcha del circuito. La culpa ob-liga a una respuesta ad-hoc a la interpelación(…) la culpa hace a la retroacción, hace que se retorne sobre la acción por la que se “debe” responder” . Dicho esto, podemos visualizar en House el sentirse culpable porque se había estafado a sí mismo, al igual que a los demás, su paciente y su equipo, y justamente esto le impedía poder leer el síntoma que lo llevaba a la enfermedad de base. Es en esta escena y en este tiempo 2, en que House es interpelado como sujeto. Responde ante las situaciones que se presentan a partir de ahora de un modo distinto. Es así como le dice a Benjamín que el querer disfrutar de su familia y de su dinero, lo hace una persona saludable. Del mismo modo en que se dirige a Trece, en la última escena, donde la despide, por elegir no querer trabajar con gente que este allí para expiar culpas, y no porque se ponga allí en juego algo de su deseo.
¿Cuál es entonces el tiempo 1 que se resignifica a partir de lo antes expuesto? Es decir, a partir del tiempo 2.
Antes una observación sobre el azar y la necesidad. “Teniendo en cuenta que la responsabilidad subjetiva se encuentra entre el azar y la necesidad, podemos ubicar al azar como relacionado con la incertidumbre, lo casual, accidental, lo fortuito, lo que no se puede calcular porque es ajeno a la decisión, al deseo y a la voluntad del sujeto. El azar actúa. El azar implica incertidumbre, y podría estimarse que no habría apuesta sin incertidumbre.” Por otra parte, la necesidad es aquello sobre lo que el hombre no puede incidir, lo forzoso, lo riguroso, lo inflexible.
Así, dentro de la batería de exámenes aplicados por House a Benjamín al azar, ubicamos aquella acción que no queda encerrada en los límites para la cual fue concebida, es decir el ahora tiempo 1, que se despliega, trasciende en consecuencias no esperadas. En este caso, el haber aplicado yodo a Benjamín, como medio de contraste para uno de los exámenes, potenció la enfermedad de base que él mismo traía, poniendo en juego el azar y la necesidad. Por ésta última entendemos a la enfermedad de Plummer no detectada, con la que el paciente ingresa, mientras que el azar lo situamos en que el yodo aplicado en una de las tantas pruebas realizadas, haya hecho que el síntoma principal que estaban rastreando, a saber, el altruismo extremo, se exacerbe. Lo mismo sucede con su enfermedad.
Entre el azar y la necesidad, House es responsable de haber llevado adelante una batería de exámenes para retener al paciente, al mismo modo que Ibbieta es responsable de haber hablado. Ahora bien, si Ibbieta es también responsable del destino de Gris, de haberlo “mandado al cementerio”, podríamos interrogarnos sobre una responsabilidad en House, al mismo nivel inconsciente que Ibbieta, por haber aplicado yodo a un paciente con enfermedad de Plummer, cuyo diagnostico era aún no sabido (a modo de ¿un saber no sabido?). Conjeturamos que en House se encontraba inhibida la capacidad de diagnosticar, es decir la capacidad de trabajo. Es decir su apuesta inconsciente apunta a retener a toda costa al paciente por una satisfacción personal por sobre todo. De esta manera vemos a House en una apariencia de completud, no dispuesto a “dar” nada, hasta tal punto de alterar con pruebas diagnósticas el estado de salud de su paciente, justo antes de que el mismo done su riñón, imposibilitando así el trasplante y dando lugar a la muerte de la paciente de Wilson. Obtiene a cambio más tiempo para diagnosticar a Benjamín, “su” paciente, el único que le importa, así como también retener a parte de su equipo sin retribución económica alguna, parte de lo que reconoce como estafa luego frente a Wilson.
Podemos agregar una situación más en que el azar se ensaña con Benjamín, al hacer coincidir la exacerbación de su síntoma principal, la extrema generosidad, que para el caso funcionaría como necesidad, con la contingencia de haber escuchado éste a unas enfermeras comentar que una paciente del Dr. Wilson, requería urgente un trasplante de riñón, sabemos que la consecuencia de ésta confluencia es que él haya ofrecido donar a dicha paciente uno de sus riñones.
De acuerdo a lo antes dicho, no podemos dejar de hacer un comentario sobre el título del capitulo “Un caso de caridad”, el síntoma principal del paciente, la caridad extrema, y como éste se articula con nuestro personaje principal, Dr House. Queremos señalar que a House no le es indiferente el síntoma de Benjamín, podemos pensar que se pregunta si es posible un autentico acto de caridad y no un simulacro guiado por la culpa. A lo largo del capítulo House no se muestra “dando” sino reteniendo.
En cuanto a las figuras de la culpa, podemos ubicar la negación de House respecto a poner su satisfacción personal por sobre la búsqueda de cura para los pacientes, luego proyectándola en Trece y endilgándole a ella tal accionar. Lo anteriormente citado, podemos ubicarlo a lo largo de todo el capítulo. La proyección la podemos observar por ejemplo cuando le dice a Trece: “Culpable. Te sientes culpable de abandonar (…) no a mí, sino a la humanidad”.
Vemos como una constante a lo largo del capítulo que House intenta instalar la culpa en el otro, en este caso en Trece. Proyecta una culpa que, conjeturamos, tiene que ver con una decisión no tomada por él, es decir una responsabilidad no asumida respecto a su permanencia en el hospital que pensamos es en cierta medida involuntaria, es decir la ausencia de una elección por parte de él. Observamos esto en base a una serie de indicios, como son la tobillera electrónica, el no poder ir a la casa de Trece por lo cual le hace 17 llamados telefónicos, el que en una charla telefónica con Trece le pide que le lleve su cena, entre otras. Da la impresión que House no puede alejarse del hospital mas allá de una distancia impuesta, le es prohibida la libertad de movimiento. Sabemos entonces que la culpa da cuenta de una deuda pendiente en términos de una responsabilidad no asumida. Trece es convocada especularmente por House para tomar una decisión –la que él no estaba pudiendo tomar-, de allí que se sienta interpelado, tras la escena del ascensor. Da respuesta ante ello primero frente a Wilson, que es quien encarna la moral, donde reconoce su estafa, y luego responde frente a Trece, “absolviéndola de la culpa”, justamente no aplastando su deseo, es decir no reduciéndolo a una mera demanda, sino habilitando la posibilidad de que se haga cargo de su propia elección, que al decir de J. Aleman: “la elección constituye al sujeto”. Cabe la posibilidad entonces de que Trece se posicione como sujeto de deseo, como responsable de su propio deseo, corriéndose de la alienación de los significantes del Otro, para el caso, House.
Referencias
Alemán, J. (2003): Nota sobre Lacan y Sartre: El decisionismo. En Derivas del discurso capitalista: Notas sobre psicoanálisis y política. Miguel Gómez Ediciones, Málaga.
Ariel, A. (1994). Moral y Ética. Una poética del estilo. En El estilo y el acto.
D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Fariña,J. M. Responsabilidad: entre necesidad y azar. Ficha de cátedra. Desgravación de clase teórica. Publicado en la página Web de la cátedra.
Mosca, J. C. (1998): Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires.
Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
NOTAS