Autoras: Carolina Cecilia López y Diana Mpacas
Palabras clave:
Síntesis
Desarrollo conceptual
Este trabajo esta basado en el capitulo 18 de la temporada 8 de la serie Dr. House.
El personaje que elegimos, por encontrar similitudes con el personaje de Ibbieta en el cuento “El muro” de Jean Paul Sartre; es el de la madre de Lue, el niño que sufre de insuficiencia respiratoria severa, al que no le encuentran diagnostico y en consecuencia tampoco tratamiento.
La elección de este personaje se basa en algunos puntos que se detallan a continuación.
• Tanto Ibbieta, como la madre, tienen la certeza de saber con exactitud, en el caso de Ibbieta donde esta gris, y en la caso de la madre que un ingeniero como es ella, sabe que las enfermedades no son causadas por espíritus malignos. Esta certeza en ambos casos los hace sentir la falsa ilusión de tener todo bajo control las acciones que realizan y el universo en el que se encuentran inmersos.
• Este universo particular se ve quebrantado, puesto en cuestión al anoticiarse cada uno de ellos de que ah acontecido lo no esperado. En el caso de Ibbieta, que gris estuviese realmente en el cementerio y no fue una broma que le gasto a los falangista, creyendo que este estaba en casa de su primo. En el caso de la madre, esa certeza que expresa en un principio (las enfermedades no son causadas por espíritus malignos) comienza a caer en la escena, en que pregunta si todo lo que le estaba aconteciendo a su hijo podía ser explicado por la posible enfermedad que postulan los médicos ( encefalitis Rasmussen), otras de las escenas es en la que la madre junto a un grupo de médicos ven levitar al niño, esta se queda atónita, podríamos decir que apartir de allí, ella a ampliado su universo permitiéndose pensar en otra posibilidad de lo que le sucede a su hijo, abriéndose a otras opciones de cura mas allá de la ciencia ( decide que el abuelo puede realizar el ceremonial)
Vamos a analizar el recorte de este capitulo a través del circuito de la responsabilidad.
“El circuito de la responsabilidad esta compuesto por un tiempo 1, donde se realiza una acción determinada en concordancia con el universo discursivo en que el sujeto se halla inmerso y que, se supone se agota en los fines, para los que fue realizada” . La cual se ve confrontada en un tiempo 2 con algún indicador que le señala un exceso en lo acontecido (que las cosas no han salido como pensaba, que algo anduvo mal). Es a partir de ese tiempo 2 que el tiempo 1 se resignifica. María Elena Domínguez, citando a Fariña en su texto explica esto diciendo:”el tiempo 2 se sobreimprime al tiempo 1 resignificándolo” .Tiempo donde el universo particular se resquebraja posibilitando la emergencia de una pregunta sobre la posición que el sujeto tenia al comienzo del mismo. Es fundamental mencionar que la interpelación exige respuesta.
Tomando el personaje elegido, vemos que la acción que lleva adelante la madre es llevar al niño al hospital ante el cuadro sintomático que presenta el mismo. Dentro de este mismo tiempo podemos ubicar también una fuerte defensa de su postura frente al medico cuando la interroga sobre sus creencias .Lo hace hasta el punto de sentirse ofendida con la pregunta misma, respondiendo que es ingeniero y que por lo tanto sabe que la enfermedades no la causan espíritus malignos. Todo esto formaría parte de un tiempo 1 donde todo corre por los carriles de la lógica de la ciencia, y donde no hay lugar para cosas que no puedan se explicada por sus teorías. Podríamos ver aquí el despliegue del sujeto de la moral, que en este caso toma partido por la ciencia, tomando prestado de ella, su identidad en detrimento de la religión que profesa su familia política.
Estos hechos se ven confrontados con la situación de que el niño no mejora (desde la lógica de la ciencia médica), además le suceden cosas que no pueden explicarse, como por ejemplo hablar en lenguas que no conoce y levitar. Es apartir de allí donde la madre se ve interpelada, ve caer sus certezas y creencias, generándose una exigencia de respuesta, ante la culpa, esa culpa que ob-liga a retornar sobre la acción, resignificando el Tiempo 1.
Como explica Oscar D’amore “el Tiempo 1 es ya 1 tiempo resignificando por la interpelación a través de la culpa”. Es a partir de la existencia de un Tiempo 2 en el que el sujeto se ve interpelado, y la culpa ob-liga esos elementos disonantes, que le exigen una respuesta, que puede aparecer a través de dos caminos posibles que el sujeto puede tomar. Estamos frente al circuito de la responsabilidad, produciendo el efecto sujeto.
Esta Respuesta puede cerrar el círculo volviendo al camino de lo particular, de las creencias propias inmodificadas, dando lugar a la aparición de las figuras de la culpa o abrirlo por el camino de la responsabilidad subjetiva donde encontramos que el atravesar por estas circunstancias ha producido cambios profundos en el sujeto .
Tomando nuestro caso, la madre de Lue en el recorrido del circuito de la responsabilidad, transita por diferentes situaciones, frente a su hijo enfermo lo lleva al centro médico, frente a la pregunta del médico sobre sus creencias enfatiza su adhesión a la ciencia, frente al ritual que realizó su suegro en el cuarto del niño lo reprende delante de los médicos.
En un principio ella comienza a ver como los diagnósticos y los estudios se sucedían unos a otros intentando infructuosamente determinar qué le sucede y el tratamiento a seguir, adopta una postura de queja o reclamo frente al cuerpo medico, al que había confiado el restablecer la salud de su hijo. Pero cuando mas tarde ve a su hijo levitar, y luego de entablar una discusión con los médicos sobre la salud de su hijo y el comportamiento de su marido(al que justifica por estar poseído) , decide abrir paso a las creencias religiosas, destronando a la ciencia, rompiéndose ese lazo de confianza absoluta.
Si bien velar por la salud de un hijo es responsabilidad de una madre, desde el campo de la moral, los seres humanos no somos responsables de todo lo que sucede, el azar y la necesidad intervienen en los acontecimientos.
El orden de la necesidad es lo inexorable, lo forzoso. Lo que llamamos destino. Por otro lado, en cambio el azar es lo no determinado, lo contingente, la suerte. Es lo opuesto a la necesidad.
La Necesidad, es algo determinado, previsible, establece relación de causa y efecto, mientras que el azar, es aquello no determinado, aquello de lo cual no tenemos conocimiento previo. Concretamente, desconecta dicha relación.
En este caso, podemos ubicar como elementos de necesidad la enfermedad del niño, las pesadillas del mismo, la ausencia de mejoría ante los tratamientos, que haya levitado. ( Es algo que la madre no puede cambiar, son hechos que acontecieron siendo ajenas a la voluntad de la madre) . Como elementos de azar podemos ubicar la administración del ibuprofeno y la realización de la ceremonia, coincidiendo estos en un mismo tiempo, dando lugar a la cura del niño. es decir, los hechos se encadenaron azarosamente para que finalmente el niño recupere su salud, no pudiendo reconocer si fue debido a la aplicación del ibuprofeno o a la realización de la ceremonia
Si bien no somos responsables de lo que sucede por necesidad o azar, sí lo somos frente a lo que hacemos ante ellos. El personaje elegido, sintiéndose interpelado, viendo cuestionados sus conocimientos y creencias, decide dar lugar al abuelo del niño para que realice la ceremonia.
Intentaremos conjeturar una hipótesis clínica, en la que trataremos de sugerir un posible lazo asociativo entre el tiempo 1 y 2, es decir en ese algo que ha surgido en el segundo tiempo, desligado del universo particular, y que se buscará re-ligarlo, buscando esclarecer su presencia.
Algunas de las figuras de la culpa que hemos podido apreciar están vinculadas a la vergüenza que siente frente a las creencias de su suegro, racionalización con respecto a lo relacionado con los espíritus como causantes de la enfermedad. También podríamos inferir que al reconocer el estatuto de estar poseído para su hijo, retroactivamente reconoce que su esposo también lo estaba y sienta Culpa por no contarle al hijo lo que paso con el padre. Queda conmovida por la semejanza entre lo sucedido con ambos. Por otro lado observamos la presencia del mecanismo de la Negación; defender la ciencia es negar de alguna manera lo que le paso al marido ( que tiene que ver con haber sido poseído por el Dab, o sea con la fe)
Por ultimo, en la escena con el medico, donde ella le pregunta molesta debido a que se siente interrogada por el lugar en que esta ubicada frente a la ciencia o la fe, “algo mas quiere preguntar???”, podemos inferir que se hace presente el mecanismo de la evitación .
Teniendo en cuenta lo conjeturado hasta aquí, y los mecanismos presentes, podemos inferir a partir del discurso del personaje, que lo acontecido con su hijo le pudo haber permitido resignificar lo sucedido con su esposo, y comenzar a hablar de lo sucedido. La idea de la posesión es en este personaje es del orden de lo suplementario, ya que viene a romper con su universo discursivo y abre la posibilidad al incluir este concepto de poder devolverle el padre a su hijo. Esta suplementación es posibilitadora de que su hijo recupere un padre, y ella un marido.
Retomando el nombre que recibe el capitulo, “Cuerpo y alma” vemos que este deja entrever y anticipa la tensión que se generara en el mismo a partir de dos conceptos claves como son “ciencia y fe”. No solo el personaje elegido es atravesado por esa disyuntiva sino que varios personajes de la serie que encarnan a los profesionales médicos se ven interpelados por esto, a partir del caso de este niño. Resolviendo el conflicto que genera sostener esta tensión de diversos modos, algunos fortaleciendo su postura quedando anclados al discurso del modelo medico hegemónico, otros permitiéndose basilar ante dicha situación, otros ampliando su horizonte adhiriendo a la postura de la madre.
La división tajante en donde quedaba el cuerpo del lado de la ciencia, y el alma del lado de la fe, se pone en cuestión ante la perdida de un cuerpo que se va deteriorando irremediablemente por que lo espíritus le robaron el alma, y la ciencia se ve desbordada al no poder brindar una explicación racionalmente justificada para los hechos que se estaban produciendo.
En el tomar partido por uno de esos dos términos en tensión quedan excluidos del universo de la madre y el hijo, un padre al que no había como nombrar (padre poseído).
En el personaje de House también vemos que tomar partido implica una exclusión, la del mismo niño que están tratando, el prefiere que muera a que el abuelo con sus rituales, de la mano de la religión se lleve el crédito de la cura del niño.
Analizando la postura jurídica de la madre y el hospital, vemos que se abre un debate sobre si se debe permitir o no la realización de un ritual en un hospital , y al mismo tiempo sobre la responsabilidad en términos jurídicos de ambas partes , se abre allí una doble posibilidad de apoyatura jurídica , por un lado un abogado que defendería al director de hospital,y declararía insana a la madre , y por otro lado el abogado que representa a la madre, que aconseja y explica a la misma, que mientras ella no diga que no a los tratamientos, el hospital no podrá negarse a la realización del ceremonial. Dos posturas opuestas que encuentran cada una por su lado la posibilidad de una justificación legal.
En esta acción podemos ubicar en el acto de la madre, la aparición del sujeto jurídico, sujeto: “capaz de hacerse responsable, no solo por sus acciones sino también por sus elecciones y decisiones “ .
Referencias
Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Michel Fariña, J. J. “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”. En Ética y Cine, Eudeba, 2000.
Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires.
D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
Salomone, G. Z.: El sujeto autonomo y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.
NOTAS