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White Bear | Black Mirror | Temporada 2 | Episodio 2

por Brunetti, Marcela, Kasimierski, Carolina, Kuhn, Macarena

White Bear es el segundo episodio de la segunda temporada de la serie Black Mirror, creada por Charlie Brooker en el año 2013. Como sucede en casi todos los capítulos de Black Mirror, al comienzo de cada uno de ellos, es necesario volver encontrar los posibles códigos de lectura, debido a que no son continuos sino que cada uno ellos contiene un principio y un final.

El capítulo se centra en una mujer llamada Victoria, quien despierta en un lugar en donde todo parece estar controlado por una señal de televisión, y esta emisión supuestamente produce que las personas queden en el lugar de espectadores que lo único que hacen es grabar las situaciones que suceden alrededor sin hacer nada al respecto. Mientras tanto, un grupo de perseguidores quieren matarla con una escopeta. Ella, con otros dos personajes que al parecer tampoco fueron afectados por esta emisión, tienen la tarea de llegar a la central “Oso Blanco”, que es donde se encuentra el transmisor, y detenerlo.

Se presenta el siguiente escenario: Victoria se despierta desconcertada en el living de una casa, con dolor de cabeza, ve que tiene las muñecas vendadas, y cuando levanta la vista, hay una imagen en la pantalla con un símbolo. Comienza a recorrer la casa, y se muestran diferentes indicios: pastillas tiradas en el piso, un calendario con días tachados y la foto de una niña que al mirarla, le produce recuerdos distorsionados y nuevamente, el dolor de cabeza.

Al salir de la casa, se encuentra con personas que la observan desde las ventanas, ella pide ayuda, dice no saber acordarse quién es. Pero la situación no se modifica, las personas siguen simplemente observándola, y la filman. Hasta que aparece un nuevo personaje en escena, un hombre con una capucha en la cabeza, y el mismo símbolo que aparece al comienzo del capítulo en la televisión. El hombre saca una escopeta del auto que manejaba, y le dispara, dando inicio a la persecución que ocupará gran parte del episodio. Ella corre, y pide ayuda a las personas que se encontraban a su alrededor, pero esto es en vano, ya que ellos simplemente la persiguen y la filman con sus teléfonos móviles.

Cuando llega a una estación de servicio, se encuentra con dos personas que al parecer, también estaban escapando. El hombre con la escopeta los acorrala dentro de un negocio, y muchas personas continúan con sus celulares filmando la situación. La mujer, desesperada, pregunta qué es lo que le pasa a esta gente, porque no los ayudan y solamente observan. Acá nos están dando otro indicio: se abre la pregunta por el lugar del espectador. La chica que se encontraba en la estación de servicio le contesta: -¿Dónde estuviste?, produciendo aún más desconcierto.

Finalmente, uno de los personajes muere, y continúan Victoria y Jem con la misión de desconectar el transmisor. Luego de pasar varios obstáculos que van apareciendo en el camino, logran llegar a la estación de transmisión. Allí, algunos de los perseguidores las encuentran, y cuando parece que van a disparar y acabar con sus vidas, se abren las puertas, y aparece un público sentado en unas gradas y aplaudiendo con mucho entusiasmo. Tanto Jem, como los perseguidores, se revelan como actores. A Victoria la atan en una silla, y reproducen videos de las noticias: resulta que ella había participado en el secuestro y asesinato de una niña llamada Jemima, junto a su prometido Iain Rannoch. Mientras él torturaba a la niña, y luego la quemaba, Victoria grababa todas las acciones que se llevaban a cabo en su teléfono. El oso blanco, que era el osito de peluche de la niña, se convirtió en el símbolo nacional de la búsqueda, y el símbolo que aparecía en las pantallas y en la capucha del perseguidor, era el tatuaje de su prometido, que fue una de las pistas para poder encontrarlo culpable de la tortura y asesinato de la niña.

Este giro radical en el final del capítulo de Black Mirror no termina aquí: cada vez que Victoria llega a la terminal “El Oso Blanco”, todo vuelve a comenzar de nuevo. Ella es trasladada hacia la casa en donde despertó nuevamente, y a través de unos electrodos que le colocan en la cabeza, se borra su memoria y vuelve a comenzar la persecución una y otra vez. Es una suerte de LOOP interminable.

Lo que se propone ahora es pensar el capítulo White Bear a través de diferentes coordenadas de lectura, utilizando el mismo como herramienta para introducir cuestiones relacionadas con el método de abordaje de situaciones que propone la cátedra.

Alejandro Ariel, en “Ética y Moral” propone pensar las categorías de ética y moral no como polos opuestos, sino como suplementarios. Es decir, establece a la moral como un orden social necesario para la existencia del sujeto dentro de ese orden regido por las leyes sociales, y a la ética, como un orden suplementario, regido por la ley simbólica, desorganizadora de este universo que se pretende completo. Este nivel de lo suplementario vendría a ubicar el punto de fisura e inconsistencia en el universo, propicio para la dimensión subjetiva, abriendo paso a la interpelación subjetiva y también a la responsabilidad. Cabe preguntarse si en este capítulo hay lugar para la responsabilidad icc del sujeto, ya que han borrado su memoria y ella no recuerda lo ocurrido.

Ahora bien, en el capítulo de White Bear nos encontramos con un universo perfectamente establecido para llevar a cabo la justicia por mano propia. Todo está preparado minuciosamente para llevar a Victoria a encontrarse una y otra vez con el crimen que cometió. Pero anterior a esto, ella no sabe quién es ni qué es lo que hizo. Es un universo que se presenta sin fisuras, y por lo tanto, sin posibilidad de alguna interpelación.

Bajo este dispositivo, ¿habría soporte para el despliegue del orden suplementario?, ¿Habrían condiciones para crear y afirmarse como existencia dentro de lo organizado?, ¿Hay posibilidad de desorganización dentro de un régimen totalitario?,

Esta persecución guionada y representada por actores encarnaría entonces un castigo en forma de un loop interminable enmarcado en un Parque de la Justicia. A este Parque acceden quienes paguen una entrada para participar como observadores y como participantes de esta forma de justicia. ¿Qué mueve a estas personas a participar como espectadores de este show de justicia mediático? ¿Por qué no sienten en ningún momento la necesidad de detener esta persecución sino que hasta parecen disfrutarla como si estuvieran en un parque de diversión?

Contardo Calligaris en “La seducción totalitaria” toma el caso de un funcionario del nazismo, A. Speer. Él tiene como preocupación explicar lo que sucedió y como respuesta encuentra que lo sucedido fue un efecto del desenvolvimiento de la técnica moderna. Para Calligaris, la posición de Speer se puede resumir en la siguiente frase: la guerra era inevitable porque estaban los medios técnicos para hacerla. Que la técnica en cuanto tal implique su ejercicio es una visión problemática y Calligaris no cree suficiente que el desenvolvimiento de la técnica en cuanto tal sea alienante y establece que existe una forma de alienación específica del sujeto. El autor plantea que lo propio de una constitución neurótica es el hecho de que el saber, el saber paterno, siempre está supuesto y que la consecuencia de esto es que el sujeto está constantemente en la incertidumbre acerca de lo que quiere; acerca de aquello que va a suceder (lo llama “el sufrimiento neurótico banal”). Calligaris ubica entonces una pasión por la instrumentalización que resulta del efecto, del interés y de la pasión humana en salir del sufrimiento neurótico banal reduciendo la propia subjetividad a un instrumento. Si este saber fuese un saber sabido, se sabría lo que hacer. A eso llama instrumentalización: ser los instrumentos de un saber sabido y entonces compartible. Ese mismo semblante de certeza, es una salida de la neurosis y del sufrimiento neurótico. Lo esencial es que este saber sea sabido y compartido y los sujetos queden funcionando, sabiendo lo que deben hacer.

La serie Black Mirror refleja la relación del ser humano con las tecnologías de la información y comunicación (TICs). En ese sentido, existen los medios técnicos para que se monte este Parque de Justicia, pero lo interesante es pensar la posición de estos sujetos “espectadores” que funcionarían en este caso como instrumentos según lo aportado por Calligaris. En el capítulo, se observa que la relación de estos espectadores con Victoria aparece intervenida por los celulares. Ellos no miran a esta mujer de forma directa sino a través del velo de sus pantallas. Ni el argumento soy un ser humano que ella utiliza para lograr que la tortura finalice los conmueve. Es entonces que se podría pensar a estos observadores como sujetos que se alienan como instrumentos con la ilusión que ellos mismos podrían encarnar la propia justicia. En este caso el “justo” castigo del crimen que cometió esta mujer sería hacerla sufrir de una forma de lo que ellos consideran equivalente a lo que sufrió la niña. Y no resulta casual que, antes de ingresar al Parque, la regla que les es transmitida como la más importante sea “enjoy yourself”.

Por último, ubicando el eje universal-singular, atravesado por el particular, ¿dónde podríamos ubicar algún efecto particularista en este capítulo?

A modo de conclusión, e incluyendo la dimensión política, ¿podemos pensar que este dispositivo, en el cual no hay lugar para la ley – y que la caída del derecho está enmascarada por la pregnancia de lo imaginario a través del show mediático- reproduce algo de la política actual en relación a lo jurídico mediático?



NOTAS

Película:Black Mirror

Titulo Original:Black Mirror

Director: Charlie Brooker

Año: 2013

Pais: UK