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The Matrix y el cuerpo

por Piotte, Nora

Me dedicaré a trazar un breve recorrido y plantear algunas consecuencias de “The Matrix”, la primera de la serie de los tres films, el último aún por estrenarse.

El film es utilizado para interrogar fundamentalmente: 1) el estatuto del cuerpo, su relación con la ciencia y la época y 2) lo imaginario y la realidad virtual.

El film hace evidente lo absurdo de concebir el hecho de que la ciencia y los continuos avances tecnológicos permiten ver mejor el mundo.

Lacan en el Seminario XVII “El reverso del Psicoanálisis” diferencia los efectos de lo que se escribe por la ciencia, de los efectos que produce la palabra. La palabra sostiene, hace a los individuos hombres, eso es lo que la ciencia rechaza. Hoy los sujetos se satisfacen por fuera de la palabra, lo que de suyo implica un rechazo cada vez mayor al encuentro con el otro sexo, un rechazo a la propia posición sexuada.

Los excesos de producción de objetos gadgets (efectos de la escritura de la ciencia, producidos por la tecnología), le permiten al amo moderno distraer a los esclavos que con su saber producen. El exceso de goce promovido por dichos objetos, enmascara la división subjetiva y hace creer al sujeto que su división puede ser suturada, dice Lacan del Discurso Capitalista.

Esto nos concierne como analistas, en tanto se promueven nuevas formas de gozar, nuevas presentaciones de lo que Freud llamó: “pulsión de muerte”.

El film es un intento de demostrar cierta inconsistencia del Discurso Capitalista, nombre del amo moderno, es decir, da testimonio de que “lo que experimentamos como realidad es un engaño” (S. Zizek).

Un film, como cualquier otra producción humana, puede ser un intento de ir en contra del destino del sujeto para el mercado, que no es otro que el de ser un objeto desecho.

Comenzaré planteando algunos detalles del film “The Matrix”, versión post-moderna de “Alicia en el país de las Maravillas” de Lewis Carroll, detalles que permitirán extraer algunas consecuencias.

La posición inicial del personaje principal llamado Neo, ese es su “nick” para la Red, es el de ser un objeto desecho, fuera de todo lazo social. Sujeto ilusorio agente del Discurso Capitalista, único discurso que va contra el lazo. Nos lo muestran en un cuarto poblado de gadgets, sucio, desordenado, se podría decir: deshabitado. Neo es un objeto más entre todos los objetos-gadgets que lo rodean, segregado de todo grupo humano. Y en tanto desecho, está fuera de la norma del deseo y la ley, marginado del lazo, lo que lo lleva a esa devastación que se patentiza en la imagen de su cuerpo.

Es la escritura de Trinity –personaje principal femenino- en la PC de Neo, la que lo despierta: “Despierta Neo…. Sigue al conejo blanco” (una de las múltiples referencias a Lewis Carroll).

¿Qué posición femenina ocupa Trinity?, es verdad que lo despierta a Neo de esa posición de desecho y efectivamente le permite orientarse, entrar luego en un grupo, hacer lazo: nombre del discurso. Sin embargo no es suficiente para que haya un encuentro sexual entre ambos. Se trata de una histeria, ella crea al hombre, como dice Lacan. Puede demostrar su amor cuando el personaje masculino muere, justo en ese momento –frente a la pérdida- se percata de ello.

Neo, por la incidencia del Deseo del Otro, no podrá ocupar más que el lugar del Uno, el elegido: “the one”, un lugar de excepción. Neo elige el Deseo del Otro como destino, es una posibilidad, es al menos la The Matrix.

La pregunta por la verdad de: ¿qué es The Matrix?, es insistente. Pregunta presente en Neo, es respondida por Morfeo, el líder del grupo que sabe de la verdad. Padre Ideal que sostiene el lugar del Deseo del Otro para Neo. Padre segregado del Discurso Capitalista, es el portador de las palabras que aluden a lo verdadero. Dice en una secuencia fundamental de la película, que Matrix está en todas partes, es el Otro omnivoyer, el Otro que nos mira aunque no lo veamos. “Es el mundo con el que han sido vendados tus ojos para cegarte frente a la verdad, de que eres un esclavo”. Morfeo es el Otro en función de I(A) –Ideal del Yo- para el sujeto, lo sostiene en su imagen de cuerpo totalizada, si bien con deformaciones. Lo que se verifica en la escena previa a la entrada a la casa de la Pitonisa-Oráculo –el otro personaje femenino, que bascula entre la madre terrible y la que –socráticamente- lo acompaña a parir sus propias decisiones. Antes de entrar, de pasar ese umbral, antes de tomar el picaporte para abrir la puerta, se ve a Neo reflejado en el espejo –tal la función del picaporte cóncavo-, sostenido detrás por la mirada del I(A) encarnada en la presencia de Morfeo.

Según un representante de Matrix, un tal Smith, figura superyoica que persigue, Matrix fue diseñada sin malentendidos (homóloga a la máquina del cuento de Kafka “La colonia penitenciaria” y al Panóptico de Bentham), para lograr el bienestar, un plan perfecto del principio del placer, un plan de felicidad. Pero falló, ya que los seres humanos se negaron. Eligieron el goce, el displacer, el más allá del principio del placer.

Slavoj Zizek en su artículo: “Matrix, la verdad de las exageraciones”, nos dice que Matrix es lo que Lacan llamó el Otro, el orden simbólico virtual, la red que estructura la realidad para nosotros. Es el Otro del lenguaje, cadena de letras que representan a Matrix en las pantallas de las computadoras, el Otro como cuerpo. Es en “Radiofonía” que Lacan llamará al lenguaje el único cuerpo, que en otro segundo (el organismo viviente) se incorpora. Y al incorporarse nos da un cuerpo, se pierde el organismo y surge el “ser-hablante”.

¿Qué estatuto del cuerpo en The Matrix? Quisiera señalar que justo antes de que Neo tenga una serie de experiencias del cuerpo, ha tomado una decisión, ha tomado la píldora roja y no la azul, ya que quiere saber sobre la verdad de Matrix. Y es aquí que podemos ubicar una clara diferenciación entre el film y Alicia. En Matrix se aspira a encontrar “la verdad” como toda, la verdad última, universal para todos.

Por el contrario en la novela de L. Carroll se producen enigmas, impasses, alusiones, se trata de la verdad como no-toda, es el medio decir de la verdad. Alicia está en plena pubertad, los fenómenos del cuerpo son constantes, son acontecimientos del cuerpo que Freud llamó en su texto: “Metamorfosis de la Pubertad” no sólo “caracteres sexuales secundarios” sino fundamentalmente “signos somáticos”, es decir: lo real del cuerpo. Estas metamorfosis puberales son metaforizadas en el cuerpo de Alicia: se agranda, se achica, etc., pero lo que la orienta es lo dicho a medias, el sin sentido, lo que no puede saberse de lo real del sexo. Nada de “la verdad” toda, como en Matrix.

Neo luego de haber realizado su elección, se mira en el espejo y se ve fragmentado en su imagen virtual, que podemos leer desde el escrito “Observaciones sobre el Informe de Lagashe” de Lacan. Allí él ubica el trayecto detrás del espejo, que produce efectos en lo imaginario especular, “efectos de despersonalización”. Luego vuelve a ver su imagen virtual y al tocarla, su propia imagen virtual: i´(a), recae sobre su imagen real, el espejo se derrite, cubre el cuerpo de Neo, su imagen real. Es decir, se anula la distancia necesaria entre la imagen virtual y la imagen real. Dice Eric Laurent (Revista “Entredichos” de´94) que cuando la imagen especular recae sobre la imagen real, se produce un autismo del goce imaginario, en tanto no hay distancia, corte.

Pero hay un paso más: desde la imagen real, el personaje es llevado al encuentro con la presencia del cuerpo real, el cuerpo agujereado de la pulsión (que es el lugar del vacío en el esquema de los espejos de Lacan, es lo no visible). Se realiza un trayecto inverso al del esquema: de la imagen virtual al cuerpo real, cuerpo perforado, agujereado, traumatizado por la entrada de Matrix (el Otro) a nivel de los agujeros, lo que produce el horror de Neo. Dentro de un huevo-placenta, mira como su cuerpo es agujereado por Matrix.

En otra escena, el cuerpo aparece recostado y conectado a un software, donde aparece el cuerpo imaginario-virtual. Al modo de los nuevos objetos llamados productores de la “realidad virtual”, experiencia puramente imaginaria. Sin embargo, si algo le pasa al cuerpo en tanto imagen virtual dentro de Matrix, esto tiene consecuencias en el cuerpo real fuera de la máquina. Es decir que si bien el cuerpo está inmóvil, no es ajeno a lo que le sucede a la imagen, si lo golpean dentro de la pantalla de la PC, sangra en su cuerpo recostado. ¿Será un indicador de que el cuerpo en relación a estos nuevos objetos goza, goce de la imagen que implica a la vez una desrealización del cuerpo en tanto que sexuado, es decir sin relación al Otro Sexo?.

Es evidente que las computadoras han cambiado las nociones de espacio y tiempo.

Los jóvenes no sólo están horas frente a ellas y se sorprenden cuándo al notar que han pasado 6 horas, por ej., quedan perplejos ya que pensaban que hacía sólo “un rato” que se habían sentado frente a la pantalla, sino que como no está la presencia del otro en tanto cuerpo sufren de una segregación cada vez mayor.

Uno de ellos, de más de 20 años, virgen aún, confesó la idea de que en el futuro las relaciones sexuales serán sólo virtuales –sin saber que varias décadas antes, el escritor inglés Aldous Huxley en su novela “Un mundo feliz” ya lo había escrito-.

¿Qué del amor en el porvenir?, de “hacer el amor más digno” del que nos habla Lacan en 1973, apuesta ética del discurso analítico?



NOTAS

Película:The Matrix

Titulo Original:The Matrix

Director: Andy Wachowski - Larry Wachowski

Año: 1999

Pais: Estados Unidos

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