Inicio > Films > Poor Things > ¿AntiEdipo?

¿AntiEdipo?

por Michel Fariña, Juan Jorge

“Ello funciona en todas partes, bien sin parar, bien discontinuo. Ello respira, ello se calienta, ello come. Ello caga, ello coge. Qué error haber dicho el ello”. La célebre frase inicial de El AntiEdipo, publicada hace más de medio siglo por Deleuze y Guattari introduce perfectamente el film “Poor Things”, el disruptivo experimento estético-conceptual de Yorgos Lanthimos.

Una película que en clave gótica y de humor negro propone una crítica lúcida a los supuestos morales de la época. Desde una versión disparatada de la experimentación con seres humanos (y no humanos), que arrasa con todos los códigos, hasta una provocación a los límites “éticos” de la reproducción asistida, en la premisa de que el cerebro de un niño por nacer pueda engendrar a su propia madre.

También alcanza a la interrupción voluntaria de un embarazo, presentada en su dimensión sombría y cruel, para ser rescatada luego a través de un suicido azarosamente liberador y renacentista. O al “derecho a la identidad”, en su variante desobediente, cuando la búsqueda de los orígenes de una joven conduce a un militar apropiador.

Y, por cierto, remonta también la agenda de género, haciendo del machirulo protagonizado por Mark Ruffulo una ruina lindante con la locura –y mostrando que el desquicio no es precisamente emancipador. [1]

En la entrada situacional Bella Baxter (Emma Stone), se presenta como poor thing, una “pura cosa” que se calienta, come, caga, coge. (Qué error haber titulado “pobres criaturas”). Pero en su salida, “Poor Things” no es la variante feminista de Frankenstein. Entre el elogio conformista de las conquistas de género y su avasallamiento ciego, el film de Lanthimos introduce un suplemento. Un plus que escapa a los discursos consagrados y que solo puede ser semi dicho a través del arte.

Y como bonus track, “Poor thing” es, en fidelidad a la obra de Mary Shelley en que se inspira, una película sobre la pregunta qué es un padre, qué es una madre. Pero sobre todo qué quiere una mujer, en la doble acepción que ofrece la lengua española: desear y a la vez amar aquello que se desea.

El personaje de Willem Dafoe es posiblemente el más entrañable y complejo del film. Tuvo él mismo un padre como el de Schreber y estuvo a punto de sucumbir a esa herencia de horror y creerse nombrado por Dios. Pero el giro de la historia –y para esto hay que ver la película– reserva al espectador un movimiento que nos enseña sobre el legado a una hija y la verdadera invención de un padre.



NOTAS

[1¿No es, por tanto, el capitalismo la forma socioeconómica decodificada, liberal y soñada por quienes quieren escapar de limitaciones y normas, por quienes quieren crear libremente, vivir como anhelan, siguiendo el camino abierto por su deseo? A este tipo de preguntas desatadas por el AntiEdipo, los propios Deleuze y Guattari responden con lúcida amargura: “Por cierto, el régimen de decodificación no significa ausencia de organización, sino la organización más oscura, la contabilidad más dura, la axiomática reemplazando los códigos y subsumiéndolos, siempre au contraire.” (Gilles Deleuze y Félix Guattari, L’Anti-Œdipe, Capitalisme et schizophrénie, Paris, Editions de minuit, 1972, p. 180.)

Película:Pobres criaturas

Título Original:Poor Things

Director: Yorgos Lanthimos

Año: 2023

País: Irlanda