¿Puede un médico rehusarse a atender a un paciente que profesa una ideología nazi? ¿Puede un paciente racista rechazar a un médico por razones étnicas? ¿Cómo manejar estos temas en situaciones de urgencia, cuando no hay tiempo para la deliberación ética?
Para abordar esta espinosa cuestión vamos a proponer un contrapunto entre dos fragmentos cinematográficos. El primero está tomado de un episodio emblemático de la popular serie médica Grey’s Anatomy. El segundo es el espectacular inicio de la película italiana “Non Odiare”, de Mauro Mancini.
En el episodio de Grey’s Anatomy, un paciente que tiene una esvástica tatuada en el vientre debe ser operado de urgencia pero, debido a su ideología nazi, se niega a ser intervenido por médicos afroamericanos. A pesar de esto, la Dra. Bailey, jefa de cirugía del hospital, decide operar al paciente, accediendo a su exigencia de que un médico blanco esté presente en el quirófano. La operación es un éxito y el paciente salva su vida. Pero debido a la sutura de la herida, la esvástica queda desdibujada y ya no puede ser reconocida como tal.
El paciente se queja ante el médico blanco diciendo que la Dra. Bailey lo hizo deliberadamente para perjudicarlo, como venganza. El médico blanco responde que la Dra. Bailey le salvó la vida con un gran costo personal, interpelándolo para que reflexiones sobre sus prejuicios.
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¿Cuál es la lección de todo esto? ¿Cuál es la lectura bioética que podemos hacer de este episodio?
Al modificar el diseño de la esvástica, la Dra. Bailey le ofrece a este hombre una oportunidad. Alli donde había una esvástica ahora hay un palimpsesto, es decir, una imagen que recubre otra que ha quedado oculta por debajo. [1] Este hombre ahora puede decidir qué hacer con esa marca en el cuerpo. Puede revelarla nuevamente o hacer algo con esta circunstancia que le tocó vivir y darle un nuevo sentido a su existencia. Sobre todo ahora que sabe que una médica afroamericana le salvó la vida.
La segunda escena que tomaremos es la que inicia la película "Non odiare", cuyo título está formulado a manera de un mandamiento bíblico,en la línea de No matarás, No darás falso testimonio, etc.
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Un conocido cirujano italiano de origen judío es testigo circunstancial de un accidente automovilístico. El conductor del auto está gravemente herido y sangra abiertamente en la pierna. El médico llama a una ambulancia e intenta detener la hemorragia con un torniquete. Pero durante el procedimiento ve una esvástica tatuada en el pecho de este hombre. Queda paralizado ante la situación y duda por un momento, pero luego afloja el torniquete, dejando que el paciente de desangre hasta morir.
Este es el comienzo de la película. A partir de ahí este médico deberá afrontar las consecuencias de semejante decisión. No las consecuencias jurídicas, porque permanece en el lugar hasta que llega la ayuda y nadie duda de su conducta. Pero debe afrontar las consecuencias morales de su acción.
Notemos que en el episodio de Grey’s Anatomy, la Dra. Bailey realizó un doble movimiento. Por un lado, salvó la vida del paciente y le dio la oportunidad de reflexionar sobre su ideología nazi. Al mismo tiempo se dio la oportunidad de lidiar con las diferencias humanas y fortalecerse a la vez como profesional y como ser humano.
En la la película italiana, en cambio, el médico comete un asesinato (agravado por su condición de médico) y se condena a un tormento interior que lo acompañará a lo largo de toda la trama.
Por supuesto, se trata de situaciones extremas con las que probablemente no tendremos que tratar en nuestra vida profesional. Pero lo que interesa es la matriz conceptual del caso. Cuando actuamos de forma bioética, o cuando actuamos en sentido contrario, nuestros actos siempre tienen consecuencias humanas y sociales. Pero, y esto es lo importante, también tienen consecuencias íntimas, las cuales nos afectan como personas y como profesionales.
En conclusión, la bioética tiene dos aristas. Es una disciplina social que nos mueve a obrar correctamente, pero al mismo tiempo es la oportunidad de examinar nuestros propios puntos ciegos y hacer algo con ellos. Sólo a través de esta doble vía podremos acceder a lo que hemos dado en llamar una sabiduría bioética.
NOTAS
[1] Véase al respecto Eduardo Laso “De la esvástica al palimpsesto, hacia la letra”. En Cuestiones ético-clínicas en las series televisivas, Montesano, H. y Michel Fariña, J. (eds). Buenos Aires: Dynamo, 2011.
Película:No odiarás
Titulo Original:Non Odiare
Director: Mauro Mancini
Año: 2020
Pais: Italia
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