Universidad de Buenos Aires
Resumen:
Una ex guerrillera, vieja de cuerpo exigido, convive junto a una gata compañera y de mirada aguda en un monoambiente ajustado de espacio y recuerdos. Hay una ventana, un ventilador, libros, guerra. Una foto del Che. Marquetalia (Linares, L., 2022) nos pone el ojo allí donde el sentido se condensa, espeso, en cada imagen. El cuerpo, el que creemos nuestro, se siente incómodo por un encierro impropio. La película respira de nuestro entorno y la lluvia de la pantalla nos moja los pies.
En las siguientes líneas nos valdremos de algunos valiosos recursos que propone la película documental de Laura Linares (2022) para pensar la noción del cuerpo desde una lectura psicoanalítica tomando principalmente los aportes de Leibson, L. (2018). Asimismo, a partir de la construcción de los lugares que propone el audiovisual respecto de quien filma, quien es filmado y del espectador, pensamos acerca de la temporalidad que se presenta en la clínica actual en relación a la noción de resistencia.
Palabras Clave: cuerpo | psicoanálisis | resistencia | tiempo.
Inhabit the Body - A Reading of the Unconscious From Marquetalia
Abstract:
A former guerrilla, old with a demanding body, lives together with a companion cat with a sharp look in a tight-fitting studio apartment full of space and memories. There is a window, a fan, books, war. A photo of Che. Marquetalia (Linares, L., 2022) puts our eyes there where meaning is condensed, thick, in each image. The body, the one we believe to be ours, feels uncomfortable due to improper confinement. The film breathes from our surroundings and the rain on the screen wets our feet.
In the following lines we will use some valuable resources proposed by the documentary film by Laura Linares to think about the notion of the body from a psychoanalytic reading, mainly taking the contributions of Leibson, L. (2018). Also, from the construction of the places that the audiovisual proposes regarding who films, who is filmed and the viewer, we think about the temporality that is presented in the current clinic in relation to the notion of resistance.
Keywords: body | psychoanalysis | resistance | time.
Lo vívido del tiempo
Para comenzar, tomamos como centro del análisis la construcción de algunos planos del filme y apenas los primeros minutos. Allí se instala, desde el comienzo, el poder de la película, así como una buena portada de un libro que no lo resume sino que lo atraviesa hasta el punto final.
En el comienzo vemos imágenes de la última liberación de presos políticos en Uruguay en el año 1985. Luego, se nos dirige la mirada a través planos cortos hacia los objetos que conforman el mundo del departamento donde nos sumergimos y algunos primeros planos de un cuerpo en reposo, dormido, quieto, carente de agilidad. De la liberación al encierro en un solo paso. Con el sonido de una respiración intensa y profunda entramos en la historia.
Elida Baldomir, protagonista del documental, es una ex guerrillera tupamara ahora devenida vieja y con fuertes dolores en su cuerpo que en su mayoría son producto de las torturas que ha sufrido por parte del terrorismo de Estado y que hoy limitan fuertemente su movilidad. Vive sola con su gata en un monoambiente y es acompañada unas horas por semana por una mujer que la ayuda con las tareas de la casa. Estuvo quince años condenada al encierro como presa política durante la dictadura militar por ser comandante de una guerrilla, compañera y militante uruguaya.
Este salto temporal, desde las imágenes de encuentros y abrazos hacia una habitación tan pequeña que nos aprieta de soledad, nos conduce a la pregunta: ¿Qué nos dice Marquetalia sobre el tiempo?
En principio, para adentrarnos en este interrogante, resulta ineludible la referencia a la atemporalidad que señala Freud (1915) en su descripción de lo inconsciente. Atenernos a ello, como sabemos, implica desprendernos de la concepción cronológica y lineal del tiempo.
Podríamos pensar que si bien a lo largo del filme oímos a Elida reflexionar respecto de algunos sucesos en sus años de militancia y luego en la cárcel junto con sus compañeros, el foco narrativo y argumental de la película no se apuntala allí. Algo al respecto nos indican las imágenes de un geriátrico y los cuerpos ancianos que lo habitan llenando un espacio silencioso.
Estas imágenes, que van desde y vuelven hacia las del cuerpo de Elida, parecieran dar cuenta de que el foco esta allí, en la condensación temporal de la que él mismo da cuenta. El encierro aquel, que la protagonista menciona casi como una evidencia u obviedad, podríamos decir que está distribuido en tres espacios: la cárcel (como el pasado imborrable), el geriátrico (como imposible destino) y el cuerpo.
El cuerpo quedaría de esta forma puesto en escena en estos términos, como un territorio más de encierro. Un cuerpo extremadamente anatómico y casi diseccionado en la pantalla que nos figura un lugar del cual no se puede salir. “Traicionero”, al decir de Elida. Condicionado por la cronología, se hace presente el carácter mortífero del tiempo que, retomando a Milmaiene, J.E. (2005), implica un desgarramiento subjetivo en tanto prevalece la impotencia para impedir la inminencia de la muerte representándose el sujeto, anticipadamente, como “muerto en vida”.
Pero, por otro lado, este cuerpo-cárcel nos enfrenta a pensar en aquel otro cuerpo que el psicoanálisis nos propone: “El cuerpo, en psicoanálisis, no es un concepto sino resultado de una operación, o de una serie de operaciones, que permiten que un sujeto pueda llegar a decir: ‘tengo un cuerpo’…” (Leibson, L. 2018, pág. 83). Es decir que solo a través de la apropiación misma, en el movimiento que implica el reconocimiento del cuerpo como propio, es que se habilita la trascendencia del tiempo cronológico y de la impotencia devastadora a la que este nos somete.
En este presente de Elida el tiempo figura de un modo particular aquello que García Pavón, R. (2014) ubica como su sentido ético: un horizonte de posibilidades y la libertad de hacer algo o no con ello. Respecto de esto nos dice el autor:
“El tiempo no es entonces una mera sucesión o una historia en sentido cronológico, sino el carácter interior que define […] nuestro rostro humano y, que en esos dos modos de ser del tiempo (como conciencia de posibilidades y como elección del mismo), se conforman las relaciones del tiempo presente de lo que llamamos nuestra historia” (García Pavón, R., 2014)
Siguiendo estas líneas del autor, podemos pesquisar que Marquetalia (Linares, L., 2022) propone una postura interesante frente a este sentido ético. No nos plantea, al menos durante una gran parte del filme ningún tipo de movimiento ni siquiera pendular entre las posibilidades futuras de Elida y algún tipo de consideración por elegir. No quiere saber nada con ir a una residencia de ancianos ni tampoco aparece algún otro interés. Con esto se nos transmite entonces quietud, puro cuerpo capturado por el encuadre de los planos, lo que nos orienta, como decíamos, a pensar en la resistencia.
Considerando entonces que la película no se trata de la derrota, ni política ni del cuerpo, es posible pensar sobre la resistencia, la del psicoanálisis y también la de Elida como militante eterna. La noción de resistencia se nos ofrece como el eje que conjuga aquello que venimos enlazando respecto del tiempo y el cuerpo.
Si nos ubicásemos desde la lectura freudiana (1911-1913), la resistencia cobra un carácter de obstáculo, se halla íntimamente ligada a la represión y el psicoanálisis, como técnica, intentaría hacer algo con ella.
Retomando a Freud, en sus Escritos Técnicos, Lacan (1995) rodea la noción de resistencia refiriéndose a una relación del sujeto con el pasado. Pero, aclara, que el trabajo analítico no se trata simplemente de recordar si no de reescribir la historia.
“La historia no es el pasado. La historia es el pasado historizado en el presente, historizado en el presente porque ha sido vivido en el pasado.
El camino de la restitución de la historia del sujeto adquiere la forma de una búsqueda de restitución del pasado. Esta restitución debe considerarse como el blanco hacia el que apuntan las vías de la técnica” (pág. 27)
Creemos que la película ubica entonces de una forma muy interesante la noción de la temporalidad. Oímos el decir sobre un pasado que se opaca en tanto más presente se hace el cuerpo. La imagen le gana en potencia y velocidad a la escucha hasta que algo del decir pueda enlazarse haciendo de la resistencia el motor de un movimiento hacia la restitución del pasado.
Del plano del cuerpo al cuerpo mediado
Durante toda la primera parte de la película el lugar propuesto para el espectador resulta interesante. La presencia del lente de la cámara tan cercano al cuerpo filmado nos ubica en un lugar algo incómodo o invasivo. Vale mencionar que esto es posible de ser pensado en y a través del efecto de lo documental sobre quien mira dado que en la ficción el dispositivo tiende a invisibilizarse.
De esta forma, solo escuchamos algunas breves intervenciones de quien se encuentra detrás del lente pero a quien no podemos ver. La cámara resulta intrusiva, se acerca tanto al cuerpo de Elida que puede resultar molesto para quien mira y no puede alejarse. Pero, para nuestra sorpresa y calma, en un momento se hace presente una mano que le acomoda la remera sobre la espalda a Elida respondiendo a su pedido de ayuda. Esa mano, recortada y sin dueño, intercede entre el espectador y la protagonista. Responde y alivia. Terceriza. Esta aparición inesperada nos da lugar a pensar que algo cambia a partir de allí, salimos de la presencia de incógnita, revelándonos en ese otro que nos da voz y cuerpo. ¿Qué nos sugiere ese brazo que sale de un atrás de cámara invisible?
Este recurso, que se ubica allí poniendo en evidencia la intención de una ausencia provocadora, nos abre una línea sobre lo temporal. Algo del tiempo se trastoca con la explicitación de su presencia corpórea y visible.
Volvamos aquí sobre la noción de inconsciente. Retomando a Freud, Leibson, L. (2018) señala que el inconsciente está planteado en la teoría del autor como una mediación, “como algo que no es lo somático pero curiosamente tampoco es lo que se entiende por psíquico, por mental…” (pág. 111). Más adelante ubica que la relación del sujeto con “su” cuerpo implica una lógica de al menos tres términos: del no-todo y del entre-dos, siendo el inconsciente la grieta misma, la hendidura.
Esta aparición de quien sale detrás de cámara nos lleva pensar en la mediación de lo inconsciente, en tanto permite significar una presencia silenciosa que hasta allí resultaba incomprensible haciéndose eco de una ausencia. Ausencia que ahora, si bien no se colma, tiene cuerpo.
A partir de estas puntualizaciones, proponemos pensar lo que sucede con los cuerpos en la clínica actual donde vemos aparecer cantidad de síntomas, muchas veces capturados por diagnósticos y descripciones que nombran padecimientos pero que no parecieran en primera instancia ceder frente a la posibilidad de otra cosa, de otro sentido posible, de un tiempo otro que permita historizar para elegir.
Es al respecto de los fenómenos psicosomáticos, que Leibson, L. (2018) señala que lo que sucedería en esos casos es una falla en esa mediación del inconsciente entre lo psíquico y lo somático. En este sentido es que pensamos que lo que queda es puro cuerpo, uno que encarcela, condenando al sujeto a un tiempo de solo presente, mortífero.
Desde ya, no todo padecimiento en el cuerpo correspondería a un fenómeno psicosomático. De hecho, al decir del autor, resulta complejo poder hacer una determinación estricta de dicha fenomenología.
Sin embargo, frente al auge de la cultura de la medicalización y la hegemonía discursiva (Barukel, A. y Stolkiner, A., 2018), vale la pena preguntarse ¿qué vínculos se establecen como posibles entre lo psíquico y lo somático? Tal como plantean la autoras, no pareciera haber mucho espacio, ni tiempo, para la apertura de una interrogación. Citando a Galende, señalan que la psiquiatría hace de la nosografía su teoría, es decir, se limita a la descripción de enfermedades, al establecimiento de diagnósticos. ¿Qué implicancias tiene esto en la clínica psicoanalítica? Siguiendo a Leibson (2018), aparecen cuerpos rígidos, regidos por un discurso ajeno, sin asociación o suposición de un saber respecto de su padecer. Aparecen recuerdos o hechos que podrían relacionarse con el comienzo de algún dolor físico, pero carentes de conmoción o implicancia subjetiva.
Por este motivo, nos preguntamos acerca de qué rodeos cabría hacer respecto de la resistencia y sus modos de presentación en la clínica actual.
Por su parte, Lacan (1953-1954), resalta la importancia que ubica Freud sobre la resistencia: solo es posible reconocerla en tanto suceda aquello que nombra como el fenómeno de la transferencia. Ahora bien, ¿qué tipo de transferencia puede establecerse allí donde lo que estaría en juego es la mediación inconsciente?
Siguiendo a Lacan, respecto de su postulado de que cuando hay sujeto supuesto saber hay transferencia, Laznik, D. y Lubian, E. (2005) señalan la diferencia entre aquel saber en su aspecto transitivo e intransitivo, implicando este último un saber al que se le supone un sujeto. Esta variación implica un cambio en relación al Otro pasando de ser un garante de la verdad al Otro en tanto inconsciente.
En esta misma línea, la resistencia que pensamos aquí sería de otro orden, salvaje quizás, como también podría ser la transferencia en tanto quede adherida a la significación de un Otro garante de la verdad pero no sostenida por el saber inconsciente. Nos encontramos así con cuerpos que hablan por sí mismos, desligados de la atemporalidad que los habita. Sumergidos en un presente enmudecedor. Abundantes de recuerdos que se presentan como la causa (crono) lógica del padecimiento obturando sentidos y obstaculizando la reescritura.
Reescribirse en el tiempo
Volvamos a Elida. Hacia el final de la película vemos una foto que aparece entre los tantos otros objetos del monoambiente. Vemos una mujer joven y, al suponer que es la misma Elida, un nuevo movimiento se produce. Se abre un porvenir para ese cuerpo que aun resiste pero se recibe a sí mismo en un futuro posible. Al final solo oímos la voz de la protagonista que en un llamado telefónico cuenta que se fue a vivir a la Campaña, tierra de origen, junto con su sobrina quien se encarga de sus cuidados. Ya no vemos su cuerpo en pantalla y es justo ahí cuando pareciera que su decir se enlaza con él abriendo la posibilidad de algo nuevo.
Como mencionamos anteriormente la película no es, al decir de su directora, una película sobre la derrota. Podríamos pensarla entonces como una película sobre el diálogo entre lo pasado y lo futuro en un presente que le crea un espacio a la atemporalidad.
Una vez más confirmamos la importancia de volver sobre el pasado, tanto el subjetivo como el colectivo, que nos habita en un presente donde algunos discursos optan por la negación poniendo en peligro la posibilidad de un decir que reescriba lo traumático. Se vuelve entonces necesaria la reflexión, cada vez, acerca de las posibilidades que existen para que cada sujeto pueda inscribirse en su propia historia pudiendo apropiarse de un cuerpo que no quede sometido a discursos impropios.
Referencias:
Barukel, A. y Stolkiner, A. (2018) El problema del diagnóstico en salud mental: Clasificaciones y noción de enfermedad. Saúde debate 42 (118) Disponible en: https://doi.org/10.1590/0103-1104201811808
Freud, S. (1912) Notas sobre el concepto de inconsciente en psicoanálisis. Amorrotu ed. Tomo XII.
Freud, S. (1913) Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos conceptos sobre la técnica en psicoanálisis). Amorrotu ed. Tomo XII.
Freud, S. (1915) Lo inconsciente. Amorrotu ed. Tomo XVI
García Pavón, R. (2014). El arte cinematográfico: recuperar el sentido ético del tiempo. Ética y Cine Journal | Vol. 4 | No. 3 | 2014 | pp. 27-34
Lacan, J. (1995) El seminario de Jaques Lacan Libro 1: Los escritos técnicos de Freud 1953-1954 (1ra. Ed.) Buenos Aires: Paidos.
Laznik, David y Lubian, Elena. La transferencia: de la suposición a lo no domesticado. Anu. investig. [online]. 2005, vol.12, pp.229-233. Disponible en: ISSN 1851-1686.
Leibson, L. (2018). La máquina imperfecta. Ensayos del cuerpo en psicoanálisis. Buenos Aires: Ed. Letra viva.
Milmaiene, J.E. (2005) El tiempo del sujeto. Buenos Aires: Ed. Biblos.
NOTAS
FORUM
Película:Marquetalia
Título Original:Marquetalia
Director: Laura Linares
Año: 2020
País: Argentina
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