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Culturas chiquitas y rotas: Familia y colonialismo en Lilo & Stitch

por Apioli, Michel

Universidad de Buenos Aires

Resumen:

En el siguiente escrito se busca realizar una lectura crítica de la película Lilo & Stitch (2002), producida por Walt Disney Animation Studios y dirigida por Chris Sanders y Dean DeBlois, entendiendo su narrativa en el contexto histórico y político del colonialismo, la exclusión cultural y las tensiones sociales en el archipiélago de Hawái, en el que la historia se centra.

Palabras Clave: Lilo&Stitch | Hawai’i | colonialismo | identidad

Liittle and Broken Cultures: Family and Colonialism in Lilo & Stitch

Abstract:

This paper presents a critical reading of the 2002 film Lilo & Stitch, produced by Walt Disney Animation Studios and directed by Chris Sanders and Dean DeBlois. Understanding the film’s narrative within the historical and political context of colonialism, cultural exclusion, and ongoing social tensions in the Hawaiian archipelago in which the story focuses on.

Keywords: Lilo&Stitch | Hawai’i | colonialism | identity


Introducción:

En el siguiente escrito se busca realizar una lectura crítica de la película Lilo & Stitch (2002), producida por Walt Disney Animation Studios y dirigida por Chris Sanders y Dean BeBlois, analizando su narratriva en el contexto histórico y político del colonialismo, la exclusión cultural y las tensiones sociales en el archipiélago de Hawái, en el que la historia transcurre.

La película sigue la historia de los dos personajes que dan nombre a la misma: por un lado, Lilo, una niña hawaiana excéntrica y solitaria que recientemente ha quedado huérfana y vive con su hermana mayor Nani, quien lucha por mantener la custodia de la pequeña ante las dificultades económicas mientras se adapta a su nuevo rol; y por otro lado, de Stitch, una criatura alienígena creada artificialmente para causar caos y destrucción, que huye a la tierra y se incorpora a la familia de Lilo para camuflarse. A lo largo de la cinta el vínculo entre ambos se irá desarrollando y poco a poco irán formando un nuevo entendimiento de sí mismos como familia.

A través del análisis de los personajes, sus conflictos, y los elementos narrativos presentes tanto explícita como implícitamente, se busca reflexionar sobre las lógicas coloniales que siguen afectando la región hasta el presente, y cómo estos se materializan y manifiestan en el desarrollo del argumento de la película.

Contexto histórico: del Reino de Hawái a la Anexión:

Para poder comprender y analizar estos elementos dentro de la cinta, es necesario realizar una exploración al contexto histórico de las islas de Hawai, en las que la historia de la misma transcurre, a lo largo de los últimos siglos.

Las islas de Hawái fueron, durante varias eras desde el primer asentamiento humano, habitadas y gobernadas por sociedades polinesias que desarrollaron un complejo modelo social basado en un sistema de castas y cacicazgos, que se extendieron hasta abarcar todas las islas del archipiélago (Vinton, 1989). Tras el encuentro de las islas por parte de los europeos de la mano de James Cook en 1778, las mismas comenzaron a recibir gradualmente y a lo largo de las décadas el influjo de misioneros protestantes, que progresivamente comenzaron a influir en las creencias y costumbres culturales y políticas de la región y a adquirir prominencia e influencia política y económica (Silva, 2004).

La burguesía estadounidense, heredera de estas comunidades colonas, fue estableciendo plantaciones de cultivos nativos –especialmente azúcar– en el territorio hawaiano aprovechando la mano de obra nativa y de inmigrantes asiáticos, sobre todo provenientes de Japón. Para la segunda mitad del siglo XIX, los terratenientes norteamericanos en la industria del azúcar controlaban la gran mayoría del territorio cultivable y poco a poco incrementaron su control e infiltración sobre el gobierno.

Por muchos años nuestros soberanos recibieron el consejo, y brindaron plena representación en el gobierno, a residentes americanos que establecieron industria en las Islas. A medida que adquirían riqueza y tierras (…) su avaricia y amor por el poder creció proporcionalmente; y conspiraciones para engrandecerse aún más a sí mismos, o para escapar de las obligaciones que habían incurrido con nosotros, comenzaron a ocupar sus mentes. (Lili’uokalani, 1898, p. 177, traducción propia)

Eventualmente, su influencia se extendió al punto tal de lograr limitar mediante una reforma constitucional la influencia del monarca sobre las decisiones políticas, restringiendo enormemente la capacidad de los nativos hawaianos y ciudadanos asiáticos de votar, al imponer requisitos de propiedad y riqueza, favoreciendo la representatividad de los terratenientes americanos.

Los extranjeros se levantaron un día en masa, llamaron a una reunión pública, y obligaron al rey, sin ninguna apelación al sufragio de la gente, a firmar una Constitución de su propia elaboración, un documento que despojaba al soberano de todo su poder, lo hacía una mera herramienta en sus manos, y prácticamente quitó el derecho a voto a los hawaianos. (Lili’uokalani, 1898, p. 180, traducción propia)

Esta fortalecida clase terrateniente veía en la soberanía hawaiana un obstáculo para sus intereses comerciales, en tanto el azúcar originado en Hawái debía pagar aranceles de ingreso a los Estados Unidos, el principal comprador. Ante el intento de la Reina Lili’uokalani de promulgar una nueva constitución que restaurase el poder monárquico y eliminase los privilegios de sufragio a los terratenientes euro-americanos, se llevó a cabo en 1893 un golpe de estado que derrocó a la reina regente y estableció un gobierno previsional, con el apoyo del gobierno estadounidense que veía en la isla de Hawai un importante recurso geopolítico para el control del pacífico (Devine, 1977). En 1898 el territorio fue oficialmente anexado a Estados Unidos, ante el descontento de los habitantes nativos que “se encerraron en sus casas, protestando por lo que consideraban una transacción ilegal (Tighe, 1998)”.

Posteriormente a esta anexión y en el período de posguerra, el turismo comenzó a prosperar como una fuente primaria de ingresos, recibiendo un enorme flujo turístico principalmente de Estados Unidos y Japón, llevando a la construcción masiva de hoteles y resorts, al encarecimiento del costo de vida para la población local, aquejada además por problemas sociales como el desempleo y la falta de vivienda a raíz de relegación económica a fines turísticos.

La Hawái de Lilo y Stitch:

Si bien de forma tímida y sutil, el contexto sociohistórico previamente desarrollado impregna la película desde sus primeros momentos: Hawái es introducido al espectador acompañado de un cántico cuyas primeras estrofas conmemoran a la última regente soberana:

“Mahalo nui ’ia ke Ali’i wahine / ’O Lili’ulani ’O ka Wohi ku”
“Grandemente admirada es Su Majestad la Reina de Hawái, la gobernante de la tierra Lili’ulani, la divina gobernante del trono”

(Sanders & DeBlois, 2002, 00:09:58)

Acto seguido se nos presenta a Lilo, la co-protagonista de la película: una niña particular de pasatiempos excéntricos que incluyen la práctica del vudú, fotografiar transeúntes en situaciones poco agraciadas y alimentar a cada jueves a “Pato el Pez”. Se nos brinda otra información importante: Lilo presenta una apariencia distinta a la de sus compañeras, mientras que ella presenta rasgos nativos, el resto de las niñas de su clase presentan rasgos caucásicos, y claramente hacen a Lilo a un lado y consideran sus costumbres y conductas como extrañas. Resalta de este modo como una forastera dentro de su propia comunidad, personificando la experiencia de vida del nativo hawaiano quien, como explica Lammerhit (2013) ha dejado de ser aceptado en su isla de origen, y en cambio se convierte en un extraño y se ve en la necesidad de adaptarse al estilo occidental y americano para ser aceptado y para formar parte de la comunidad.

Posteriormente se nos enseña que Lilo se encuentra bajo la tutela de su hermana mayor y queda claro el conflicto central de la trama: la amenaza latente de que los servicios sociales, ante la pérdida de los padres de ambas hermanas y las dificultades de Nani para abordar la situación sin ayuda, decidan separarlas y colocar a Lilo en adopción.

Como muchas otras culturas sometidas al dominio colonial, Hawái presenta una larga historia de intervención estatal sobre sus familias a fin de “civilizar” a las nuevas generaciones y criarlos en ambientes “apropiados”. El sistema “hanai” tradicional de Hawái, basado en fundamentos de crianza y responsabilidad comunitaria y de Ohana (concepto que es rescatado dentro de los tópicos de la película) fue vista como incivilizada y desorganizada por los misioneros cristianos que llegaron a la isla tras su descubrimiento, de modo que estas prácticas fueron deslegitimadas y se impuso el modelo nuclear de familia (Task, 1999) recurriendo a orfanatos, escuelas religiosas o a la reubicación en familias no nativas para reeducar a las infancias, separando forzadamente a niños nativos de sus padres, a menudo por razones consideradas “negligencia” bajo los estándares occidentales (Kehaulani Kauanui, J. 2008). Incluso actualmente los estudios demuestran que los nativos hawaianos tienen una de las tasas más altas de niños retirados de sus hogares después de que los padres son acusados ??de abuso o negligencia, el doble que la tasa de los niños blancos (Hofschneider, 2022), tienen más probabilidades de recaer en los sistemas de protección infantil y menos probabilidades de volver a reunirse con sus familias, incluso ante problemáticas menos severas que las poblaciones comparadas (Godinet et al. 2011).

A medida que la película presenta a sus personajes, va quedando claro para el espectador que las actitudes y conductas de Lilo van más allá de simples peculiaridades infantiles, sino que se tratan del modo que la niña encuentra de aferrarse a un sentido de normalidad y control a la incertidumbre y caos de su situación: sabotea la visita del trabajador social ante la frustración y confusión frente al nuevo rol que su hermana debe tomar, realiza rituales vudú como una forma de tramitar la angustia por el maltrato de sus compañeras de clase, y posteriormente se comprende la significancia de alimentar a “Pato el Pez”, quien “controla el clima (Sanders & DeBlois, 2002, 0:13:10)”, cuando explica que sus padres “se fueron en el auto, y estaba lloviendo” cuando fallecieron (Sanders y BeBlois, 2002, 0:53:52). Con las dificultades de su ambiente y entorno para brindarle el apoyo necesario para atravesar su duelo, la niña encuentra significado y una forma de tramitar activamente su angustia pasiva mediante rituales conductuales que brindan una ilusión de control (Rollison, 2020).

Dentro de estas conductas, que aparentan ser meras curiosidades pero que revelan un proceso de tramitación más complejo, encontramos también el pasatiempo de Lilo de fotografiar personas en circunstancias extrañas. Se nos muestra a Lilo fotografiando a un hombre en la playa en el comienzo de la película, y posteriormente enseña sus fotografías a su hermana con orgullo, y el espectador puede ver que no se trata de cualquier tipo de personas, sino turistas en situaciones cotidianas.

En palabras de Parent (2020), tras el auge de la economía turística “los isleños nativos han sido relegados a un producto adaptado para el entretenimiento de turistas.”, mercantilizando su cultura sin el debido reconocimiento como una tribu o nación nativa y generando una sobre dependencia de sus vidas y economías locales al turismo. Bajo este paradigma puede interpretarse cómo Lilo, padeciendo pasivamente el enmarcamiento colonial de los turistas, busca revertirlo a través de su hábito de fotografiar y admirar a los turistas en contextos incómodos, situación que posiblemente haya vivido ella misma.

Este elemento, tal vez sutil, se plasma de forma más explícita en una escena eliminada de la película, la cual se conserva en forma de storyboards acompañados de actuación de voz sin haberse completado el proceso de animación: La escena muestra una crecientemente frustrada Lilo interactuando con una sucesión de turistas, ¿uno de ellos le pregunta hacia dónde queda la playa iniciando su oración con un “speak english?”, asumiendo que al ser una niña nativa no comprende el idioma. Luego, al llegar a la playa, otra pareja de turistas exclama asombrada “¡Oh mira, una nativa real!”, ejemplificando el exoticismo y reducción de la población nativa a parte del atractivo turístico. La escena concluye con Lilo espantando a los turistas de la playa aprovechando su desconocimiento de las costumbres locales para hacerles creer que está llegando un tsunami, y afirmando al trabajador social que “si viviera aquí lo entendería”.

El sometimiento de la subsistencia hawaiana al turismo y el detrimento que esto implica para la economía de la población local se evidencia además en las dificultades que a lo largo de toda la trama Nani presenta para conseguir empleo: se nos muestra cómo las opciones laborales de Nani son precarias y se limitan casi exclusivamente a contextos turísticos, como servicios de mesa, recepción en hoteles o trabajos en playas. En una de las escenas un personaje le explica que no es viable brindarle un empleo debido a que la temporada turística está por terminar.

Avanzando más en la película, en determinado momento y tras varios intentos fallidos por conseguir un empleo, el trabajador social le comunica a Nani que debe tomar la decisión de llevarse a Lilo a un hogar de acogida, y las hermanas comparten una última noche juntas. Ambas están sentadas en una hamaca, Nani intenta comunicar la situación a su hermanita quien no está al tanto de lo que ocurre y permanece en inocencia. Nani entonces comienza a cantarle la canción tradicional "Aloha Oe", cuyo título podría traducirse como “adios a ti”. Esta es una melodía escrita en 1878 por la reina Lili’uokalani, quien, como se explicó previamente, fue la última monarca del reino hawaiano. La canción fue escrita en el contexto de su arresto que precedió a su eventual derrocamiento y a la anexión de Hawai, y se convertiría un símbolo de despedida de la monarca a su pueblo y de la nostalgia ante la soberanía perdida (Chow, 2018). Es significativo que Nani le cante esta canción a Lilo, si entendemos que están viviendo, esencialmente, un proceso de desarraigo familiar forzoso impuesto por una institución del Estado norteamericano.

Stitch y el Encuentro con la Otredad:

Lilo no es la única en la historia afrontando la exclusión y la otredad en su propio lugar de origen: Stitch, el segundo co-protagonista, atraviesa un arco narrativo similar. En la primera escena de la película, antes de conocer a algún personaje humano, se nos presenta un cónclave diverso de extraterrestres, reunidos para juzgar y determinar qué hacer con el “experimento 626”, que por su creación artificial y su violencia es presentado como una monstruosidad cuya existencia afrenta la naturaleza y debe ser eliminado (Sanders y BeBlois, 2002, 0:02:00).

Seed (2011) explica que dentro de la ciencia ficción, el concepto de alienígena suele estar cargado de significados simbólicos influenciados por las ansiedades sociales específicas del contexto sociohistórico de la época, especialmente en lo que respecta al contacto con el Otro y con lo culturalmente desconocido. La situación de Stitch va un paso más allá, en tanto no sólo es excluido como alteridad en su concepto de extraterrestre, sino que es rechazado como incompatible en su diferencia incluso dentro de su propia categoría. Al igual que Lilo, es un extraño y un forastero dentro de su propia comunidad.

Lilo, al contrario, ve en Stitch a un semejante, atravesando dificultades parecidas a las suyas, y en sus respectivas experiencias como alteridades rechazadas y juzgadas, logran complementarse el uno al otro y obtener un sentimiento mutuo de familia y pertenencia. A lo largo de la película y a raíz de su relación con Lilo y su nueva comunidad, Stitch logra desarrollar y hacer propia esta identidad nueva, más allá de las expectativas destructivas y limitadas que su identidad original impuesta le determinaban, manifestándose en el acto final, en donde corrige el ser llamado “626” y afirma que su nombre es “Stitch” (Sanders & DeBlois, 2002, 1:14:29).

Lilo, por su parte, encuentra en su vínculo y “crianza” de Stitch una manera de sanar su duelo y actuar sobre sus propias respuestas emocionales ante el mismo, siendo por su propia experiencia la única capaz de empatizar con su comportamiento disruptivo, y ver la angustia oculta más allá de esta “predisposición a destruir”, reflejando en el proceso en sus propias manifestaciones conductuales:

“¿Qué les pasó a los tuyos? Te oigo llorar a la noche (…). Sé que por eso destruyes cosas, y me empujas" (Sanders & DeBlois, 2002, 0:53:57).

En la resolución de la película, es justamente el desarrollo de este sentido compartido de familia y pertenencia, en su ensamblaje en la diversidad –no sólo de Stitch sino del resto de los personajes que se fueron presentando– formando una compleja y diversa red de contención comunitaria, lo que permite que finalmente la familia de Lilo obtenga el apoyo y soporte para lograr permanecer unida.

“Lilo y Stich (2002)” vs “Lilo y Stitch (2025)”, Entre la Crítica y el colonialismo encubierto:

Pese a que las problematizaciones y sutiles comentarios sociales previamente explicados están presentes en la película, es pertinente recordar que en tanto es una producción realizada por un conglomerado audiovisual norteamericana, es parte también de la propia apropiación cultural de Hawái por parte de los Estados Unidos, y dentro de ese marco, su margen para realizar estos cuestionamientos es limitado. Es llamativo en ese sentido que los aspectos más explícitos analizados provengan justamente de una escena eliminada.

En 2025 se estrenó una nueva versión en live - action de la película, dirigida en esta ocasión por Dean Fleischer-Camp. Pese a contar con una mayor duración y estar pensada en principio como una versión menos infantil, esta nueva versión se muestra incluso más tímida a la hora de presentar estas ideas presentes en la versión original, y si bien la trama en un sentido general es similar, algunas modificaciones en la forma en que ciertos tópicos se presentan modifican considerablemente los posibles análisis.

En primer lugar, la conducta disruptiva de Lilo –y en paralelismo, su identificación con Stitch– se muestra más “edulcorada”, presentándose más como travesuras y peculiaridades más que como el síntoma conductual de su proceso de duelo, y su pasatiempo de fotografiar turistas ya no parece estar presente. El rol del trabajador social se separa del personaje original de Cobra Bubbles –perdiéndose de este modo su asociación directa con el Estado Norteamericano– y es reemplazado por un arquetipo más “reconocible” de trabajadora social.

Pero principalmente se dan dos cambios significativos en la narrativa: en primer lugar, se introduce como conflicto la falta de seguro médico por el desempleo de Nani, lo cual eventualmente la lleva a la necesidad de renunciar a la custodia como condición para que el Estado se haga cargo de los costos de su atención médica ante un accidente en la playa. Lejos de presentarse desde una perspectiva crítica, este punto de conflicto se presenta con una marcada naturalización, un evento problemático pero inevitable al que los personajes simplemente deben responder con las opciones con las que cuentan, en este caso, resignarse a la pérdida de la custodia, recordando nuevamente que, desde el marco de la película original, estamos hablando de un desarraigo familiar involuntario por parte del gobierno que, aunque en esta versión esté encarnado en una asistente social nativa, sigue siendo el estadounidense. Y, si bien finalmente la narrativa presenta el desenlace como un vuelco positivo, en tanto Lilo queda finalmente a cuidados de una vecina amorosa, invisibiliza la problemática institucional de fondo, pues en última instancia las decisiones a futuro respecto a su permanencia o no, recaerán en lo que decidan las instituciones gubernamentales, y no su familia o comunidad.

Otra modificación llamativa se da en el hecho de que, en esta versión, Nani decide finalmente irse de su pueblo, alejándose de Lilo, para aprovechar una oportunidad para estudiar Biología Marina en California. Considerando que Hawái de hecho posee su propia universidad, con una de las carreras en biología marina más prestigiosas a nivel mundial (U.S. News & World Report, 2020), esta decisión narrativa (y la idea de migrar hacia el continente como opción superadora), dentro del paradigma colonial analizado, es cuanto menos curiosa respecto a cómo Estados Unidos se percibe a sí mismo en su dominio sobre la isla.

Conclusión:

La película ofrece una ventana de reflexión, tenue pero existente, a las consecuencias del colonialismo en la identidad, la estructura familiar y la vida cotidiana de los nativos hawaianos. La película pone de manifiesto muchas de las tensiones históricas y sociales que siguen vigentes no sólo en el archipiélago en el que la narrativa se desenvuelve, sino en diversas partes del mundo que aún continúan lidiando con los efectos del legado colonial: la intervención estatal en la vida familiar, la turistificación de la cultura, la marginación económica y la pérdida de soberanía. Los sutiles cambios narrativos de una versión a otras dos décadas después, deja en evidencia no sólo los cambios de paradigmas dentro de un sistema socioeconómico cada vez más normalizado e incuestionado, sino también el poder del medio cinematográfico para visibilizar, así como también encubrir o suavizar, las realidades sociales en función de la dialéctica de tensiones entre la expresión creativa y crítica de los creadores, y los intereses económicos de las productoras. En última instancia, este análisis busca repensar sobre el lugar de las narrativas en la construcción de discursos sobre la historia, la identidad cultural, y el modo en que estos llamados a la reflexión –o el acallamiento de estas– pueden manifestarse en los medios menos pensados.

Referencias:

Blair, C. (2022). Racial disparities vex Hawaii’s child welfare system. Can they be fixed? Honolulu Civil Beat.

Chow, E. (2018) The Sovereign Nation of Hawai’i: Resistance in the Legacy of "Aloha ’Oe", SUURJ: Seattle University Undergraduate Research Journal: 15(2), 104-117

Devine, M. J. (1977). John W. Foster and the struggle for the annexation of Hawai’i. Pacific Historical Review, 46(1), 29–50.

Godinet, M. T., Arnsberger, P., & Garlock, J. (2011). Native Hawaiian families: Systemic disparities in Hawai‘i’s child welfare system. Asia Pacific Journal of Social Work and Development, 21(2), 34–45. https://doi.org/10.1080/21650993.2011.9756105

Kehaulani Kauanui, J. (2008). Hawaiian Blood: Colonialism and the Politics of Sovereignty and Indigeneity. Duke University Press.

Kirch, P. (1989). The Evolution of the Polynesian Chiefdoms. Cambridge University Press.

Laemmerhirt, I.-A. (2013). From outer space to paradise? Remapping Hawai’i in Lilo and Stitch. En L. Muth & A. Simonis (Eds.), Weltentwürfe des Fantastischen: Erzählen – Schreiben – Spielen (pp. 91–101). Christian A. Bachmann Verlag.

Liliuokalani. (1898). Hawaii’s story by Hawaii’s Queen, Liliuokalani. University of Hawai‘i at Manoa Library, Digital Image Collections. Recuperado en junio 22, 2025, https://digital.library.manoa.hawaii.edu/items/show/31962

U.S. News & World Report. (2020). University of Hawai’i—Manoa – U.S. News Best Grad School Rankings. Recuperado en junio 22, 2025, https://www.usnews.com/best-graduate-schools/university-of-hawaii-manoa-141574

Parent, G. (2020). Disney storytelling as another form of settler colonialism: As seen in the movie Lilo & Stitch. ISWK 2006: Indigenous Social Welfare Issues, Laurentian University.

Rollison, C. A. (2020). We Are Not Alone: Finding Family Across a Universe of Differences in Lilo and Stitch. Interdisciplinary Journal Of Student Research And Scholarship, 4(1), 7

Sanders, C., & DeBlois, D. (Directores). (2002). Lilo & Stitch [Película]. Walt Disney Pictures.

Seed, D. (2011). Science fiction: A very short introduction. Oxford University Press.

Silva, N. (2004). Aloha betrayed: Native Hawaiian resistance to American colonialism. Duke University Press.

Trask, H. (1999). From a Native Daughter: Colonialism and Sovereignty in Hawai’i. University of Hawai’i Press.



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Message from Andrea  » 16 de agosto de 2025 » andreamaricel2010@gmail.com 

El cine es capaz de interpelar nuestras formas de pensar la historia y la subjetividad. Por ello esta reflexión resulta especialmente valiosa, invita a considerar cómo las narrativas culturales y audiovisuales configuran modos de percepción, de memoria e identidad, y cómo discursos, a veces críticos y otras veces silenciadores, se inscriben en la vida psíquica individual y colectiva. El cine se vuelve un espacio privilegiado para la transmisión de sentidos.



Película:Lilo & Stitch

Título Original:Lilo & Stitch

Director: Chris Sanders, Dean DeBlois

Año: 2002

País: Estados Unidos

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