Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
El presente trabajo consiste en un análisis psicoanalítico sobre la película: El eterno resplandor de una mente sin recuerdos, con el objetivo de poder cuestionar el lugar que ocupan los sujetos en relación al contexto actual y contemporáneo del Capitalismo. El tema principal se basa en el padecimiento que conlleva la pérdida de un objeto amado, por medio del mismo, se podrá indagar en el film la respuesta que posibilita el (A) Otro a nivel cultural y la aceptación sin cuestionar por parte de los demandantes. Sin embargo, la pareja protagonista es la excepción porque logran trascender el circuito perverso del Capitalismo, su principal característica es promover un goce sin límites para hallar “la felicidad”. Los enamorados dejaron de lado aquello que ofrecía el mercado para poder buscar una posible solución a partir de una invención según la lógica del amor, porque descubren que la respuesta al placer no está en los objetos (Gadgets) del mercado sino en la coyuntura entre dos seres que se desean y que la misma posibilita la unión frente a la no relación sexual, cuya unión siempre es una respuesta lograda entre dos.
Palabras Clave: Amor | Goce | Capitalismo | Invención.
The Things of Love, a psychoanalytic view
Abstract:
The present work consists of a psychoanalytic analysis of the film "Eternal Sunshine of the Spotless Mind," with the aim of questioning the place that individuals occupy in relation to the current and contemporary context of Capitalism. The main theme is based on the suffering that comes with the loss of a loved object, through which we can explore in the film the response that the (A) Other enables at a cultural level and the acceptance without questioning by the demanders. However, the main couple is the exception because they manage to transcend the perverse cycle of Capitalism; their main characteristic is to promote limitless enjoyment in order to find "happiness." The lovers set aside what the market offered in order to seek a possible solution based on an invention according to the logic of love, because they discover that the answer to pleasure is not in the market’s objects (Gadgets) but in the connection between two beings who desire each other, and that this connection enables unity in the face of non-sexual relationship, whose unity is always an achieved response between two.
Keywords: Love | enjoyment | Capitalism | invention
Introducción
El presente escrito fue elaborado en el marco del seminario electivo “Imperativo capitalista y ética del psicoanálisis” dictado por el docente a cargo Mgter. David Albano González y el colaborador docente Mgter. Marco Alfieri en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba. Se abordará el tema de análisis, en un primer lugar, desde aquellos conceptos que ofrece el psicoanálisis para una lectura crítica que permita escabullirnos entre lo imperante que siempre insiste y luego, poder concluir en sentido reflexivo lo escrito en este ensayo, para poder reflexionar y plantear preguntas en torno a lo que está pasando a nivel social y contemporáneo. Se intentará poder conjugar los elementos del Pseudo-discurso capitalista y el fantasma sadeano, haciendo un recorrido por conceptos tales como el lenguaje, el deseo, superyó e imperativo, el grafo del deseo, la teoría de los discursos de Lacan y los paradigmas del goce planteados por Miller. Esta intención es, sin lugar a dudas, un intento de utilizar estos conceptos y poder contrastarlos con la época. Se propone realizar una lectura que siga las huellas por las que se escabulle el amo que está oculto, aquello que impera en las subjetividades de las personas y determina una forma de ser que los sujetos padecen, como se verá en el transcurso de este ensayo a partir de la película: El eterno resplandor de una mente sin recuerdos.
No lo olvides, con Lacuna puedes olvidar
La película el “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” fue dirigida por Michel Gondry y lanzada en el año 2004. Trata de una pareja, Joel y Clementine, que llega a un quiebre en su relación de una manera inusual. El fin de la relación se impone a través de un método perverso/polémico al que accede Clementine, que tiene como promesa, colmar la insatisfacción que la aqueja en su relación junto a Joel. Este tratamiento, ofrecido por una clínica privada llamada Lacuna Inc. a cargo del doctor Mierzwaik, consiste en borrar el núcleo emocional asociado a la otra persona amada, por ser esto, la causa del malestar de la relación y lo que imposibilita poder seguir adelante sin sufrimiento. El objetivo es borrar los recuerdos y los momentos compartidos de la pareja, garantizando, según este método, una solución rápida, eficaz e indolora que dura para siempre.
La película tuvo un gran éxito y lo sigue teniendo al día de hoy, siendo una de las películas más vistas en una de las plataformas más conocidas de streaming. Ante esta distribución a gran escala, permitió que el film llegará de manera accesible a los hogares, a su vez se eliminaron algunas escenas y una de ellas es una publicidad de Lacuna Inc. dentro de la película realizada por el doctor Mierzwaik, en donde resume muy específicamente el trabajo que realizan de la siguiente manera:
“¿Por qué recordar una historia de amor destructiva? Aquí en Lacuna, hemos perfeccionado una técnica segura y eficaz para borrar de forma concentrada recuerdos preocupantes. Nuestro procedimiento no quirúrgico patentado le liberará de recuerdos dolorosos y le permitirá una tranquilidad nueva y duradera que nunca antes hubiera imaginado posible. No lo olvides, con Lacuna puedes olvidar”. (Gondry, 2004)
Una pérdida sin malestar
De manera inesperada, Joel empieza a ser tratado por Clementine como si fuese un extraño al que no recuerda, dejaron de ser la pareja enamorada que alguna vez fueron. ¿Qué hace Joel a partir de esta pérdida? Desde una lectura psicoanalítica se puede ver reflejado que la pareja está sometida a una condición de época particular. Joel, ante la falta de su objeto de amor, no conforme con está perdida y el dolor que la misma conlleva, accede de igual manera que Clementine, a esta empresa que vende “la felicidad”. Desde un enfoque biologicista, el doctor Mierzwaik, establece una técnica e innovación tecnológica que vendría a ser parte de un mercado terapéutico, donde si no sos feliz, te venden la felicidad, te la prometen y te la aseguran, pero como veremos más adelante, esta promesa siempre falla porque no existe ningún objeto creado por el mercado (Gadgets) capaz de suturar la falta estructural de los sujetos.
Retomando la pregunta anterior ¿Qué hace Joel a partir de esta pérdida?, se puede ver en el film que se encuentra en un estado de incertidumbre, donde las preguntas aparecen por todos lados, Joel no encuentra razones que justifiquen este actuar de Clementine. Acaba de perderla y ya dejó de ser todo lo que él fue estando junto a ella. Más tarde, cuando Joel descubre mediante una pareja amiga, que Clementine se sometió a este tratamiento en Lacuna INC, se encuentra con lo que serían las razones que motivaron a su ex pareja a olvidarlo “basta con decir que la señorita Kruczynski, no era feliz y quería seguir adelante” le confiesa el doctor Mierzwaik y, además, le confiesa, “nosotros proporcionamos esa posibilidad”. Es decir, venden y proporcionan una supuesta “felicidad” y la fuerza necesaria para seguir adelante ante el duelo de un objeto amado.
Un fantasma
Joel se encuentra devastado, perdido, por lo que decide acceder, al igual que Clementine, a esta innovación científica que tanto promete a su clientela. Se podría decir que accede al saber (S2) del pseudo discurso capitalista, que propone los artificios de la ciencia al servicio del capitalismo y a la maximización del plus de gozar. Accede al “no pienso” como dice Brodsky (2019) que ofrece la ciencia, porque ésta, es ciega y no permite ver las consecuencias una vez que se accede a la misma, para poder dar cuenta de esto es necesario estar del lado del inconsciente y de la falta en ser, como lo propone el Psicoanálisis. Este método, que se puede ubicar dentro de las neurociencias, como dice la autora, da una oferta solidaria hacía la elección preferencial de cada sujeto, prometiendo cortar de raíz aquello que tanto molesta o también el padecimiento de vivir ciertos hechos dolorosos. Esta tecno - ciencia que avanza en el capitalismo, se ajusta al no pensar de los sujetos, es un método perverso de venta y de solución ficticia que se sostiene sobre un fantasma que le da garantía, un fantasma sadeano que promete la plenitud del goce al final del camino. Por el contrario, como dice Miller (1985) el psicoanálisis no promete, ni tampoco vende un programa para la felicidad y el desarrollo de la personalidad, lo único que puede ofrecer es una experiencia subjetiva, para dar un estatuto de sujeto destituido y ofrecer un nueva posición psíquica.
¡Gozar para eliminar el dolor!
Como podemos observar, en la película, hay un imperativo de goce que busca borrar aquello que sería supuestamente la causa de la insatisfacción en la vida de los sujetos, es un imperativo superyoico que va en contra del surgimiento del deseo, quedando éste subsumido, enlatado en la voluntad de goce capitalista, en la orden del amo actual. La pérdida de un objeto y todo lo que se pierde con él, como vemos en Joel, provoca una profunda tristeza y un profundo desamparo, a partir de ello la voluntad de goce capitalista le ofrece a Joel una solución rápida y eficaz como se la propuso a Clementine, cuando ésta se sentía insatisfecha y aburrida en su relación junto a él. La tristeza o el duelo por la pérdida de un objeto amado, como aparece claramente en los protagonistas de este film, no encuentran más que un método al servicio del capitalismo que no les da lugar a ninguno de los dos y la idea es “arrancar de raíz” aquello que duele. Se anula a los sujetos y el sufrimiento que acarrea una situación de pérdida como se sufre en el duelo y se lo categoriza como una patología, cuando se trata de algo que podemos decir que es un proceso normal de sentir y experienciar cuando se pierde un objeto amado. Como dice Marie Hélene Brousse (2012) en este proceso de época, donde hay una caída del deseo y una subida del imperativo capitalista, se rechaza la tristeza ante la pérdida de un objeto amado y se le da un tratamiento mediante psicofármacos como si fuera una patología. Por el contrario, como nos dice Brousse, ese rechazo y tratamiento sobre la tristeza que se da en la época actual es, más acertadamente, categorizado como patológico. El psicoanálisis queda así, a contracorriente (Brodsky, 2019) de lo imperante contemporáneo y lo que dicta el discurso de cada época. Posibilitando una escucha al sujeto en relación a su dolor y evitando las categorías patológicas del mismo.
No hace falta hablar
Resulta interesante resaltar la escena en la que Joel empieza el tratamiento de borrón y cuenta nueva. Le empiezan a poner objetos delante de él y se impone una demanda para que empiece a recordar detalles y aquellas cosas muy ligadas al amor que siente por Clementine. Lo llamativo es que cuando intenta poner en palabras sus recuerdos, el asistente le dice “no hace falta hablar” esta frase encarna la declinación simbólica, donde se establece un rechazo al lenguaje y se promueve un tratamiento de lo real que está fuera de lo simbólico en una dimensión a-histórica, provocando una exclusión de la otra escena, de aquello que es imposible de atrapar, porque a la ciencia, no le interesa cómo funciona el inconsciente (Brodsky, 2019), no se hace preguntas y va de lleno al síntoma para anularlo, como vemos, sin palabras. En este caso, es a través del mapeo cerebral del núcleo emocional que almacena aquellos recuerdos compartidos juntos como pareja entre Joel y Clementine. Este método es condescendiente a la “dictadura del plus de gozar” (Miller, 2012) que viene a modificar los cuerpos, la familia y la subjetividad de las personas en niveles muy profundos como se evidencia en la película. Miller (2012) nos dice que “ahora que se descifró el genoma, se va a poder verdaderamente ir en la vía de lo que algunos llaman la post humanidad” a esto lo podemos relacionar con el mapeo neurocientífico de lo humano, que se encarna en la empresa de la película.
Hace falta que la cosa marche
Lo que la ciencia quiere es que la cosa marche, al igual que el Amo en su discurso: no se hace preguntas, sino que pretende que el saber se totalice y funcione. Sin embargo Joel, en la película, no pensó previamente si era un método adecuado al que le ofrecía la empresa, se dejó llevar y accedió al servicio sin tener en cuenta las consecuencias del mismo. Hay un saber en lo Real (Miller, 2012) pero como atestiguamos en el film, este saber que lo científico cree tener, sobre lo Real fracasa. Como dice Lacan, fragmento que tomamos de Miller (2012) “toda ciencia es creyente” (p.124) porque cree en un saber absoluto, donde todo aparece como predecible y calculable. El psicoanálisis cuestiona lo mencionado anteriormente porque considera que hay un saber, pero un supuesto saber que depende del sujeto (Brodsky, 2019) y que no se puede calcular ni predecir por la ciencia.
Joel a medida que avanzaba el transcurso del tratamiento, dimensionó que este método tiene sus consecuencias negativas, por lo tanto, intenta escapar de este circuito infernal, donde se van borrando sus recuerdos mapeados neurológicamente a través de un aparato en su cabeza que lo deja adormecido y va cazando sus recuerdos junto a Clementine. Es interesante cómo en una escena se podría analizar como Joel establece una histerización del discurso porque se pregunta ¿Cómo poder escapar del proceso que está padeciendo? Tiene un deseo de saber hacia dónde se puede dirigir y es llamativo que logra refugiarse en recuerdos de su pasado, a su propio periodo de infancia y allí el asistente, no logra hallarlo dentro de sus recuerdos, ya que, su trabajo no consiste en trabajar en un pasado que se hace presente, porque su función es borrar los recuerdos que tuvo con su amada y no va más allá de la demanda solicitada.
Paradigmas del goce
Por otro lado, se considera adecuado abordar la película por medio de los paradigmas de goce (Miller, 1998-1999[2008]), a partir del paradigma 5 “el goce discursivo” nos interesa ver esa aparición del plus de goce producto de una pérdida, de una vivencia, una huella, de algo que fue una vivencia de goce. Ver esa cualidad de pérdida y recuperación en busca de encontrar ese goce perdido. Quizás en la película hay algo que insiste y se repite, una vivencia de amor que fue imposible de borrar por el saber científico. Hay una escena que se repite constantemente donde los enamorados están acostados en el lago congelado, la noche a pesar de la baja temperatura es cálida para el protagonista, quizás la cercanía de Clementine sea la hoguera para Joel, se puede apreciar una puesta escénica de mucha iluminación para estar en la intemperie de la oscuridad de la noche. Es una huella (mnémica) imposible de borrar porque es una coyuntura en la vida de Joel.
En relación al paradigma 6 del goce, cuando Lacan menciona “no hay relación sexual” los seres hablantes, no cuentan con un saber previo que les permita poner en marcha aquello que hace falta para que la cosa marche, a lo largo de la película se representa que la cosa no marcha, múltiples escenas de peleas y discusiones en la pareja que atestiguan aquello que no funciona en la relación. Sobre ello, hay una suplencia impuesta por el gran Otro (Lacuna INC) de la cultura que establece una forma determinada de taponar la no relación, se mercantilizan las relaciones sin ni siquiera mediar palabras, impera que la cosa marche sin posibilitar que los sujetos arreglen por medio de un intercambio mediado de significantes que respeten el lugar de cada uno y el otro.
Una invención
Joel, luego es consciente del malestar que le produce ser un sujeto pasivo en su propio cuerpo, cuando se encuentra en reposo en su cama mientras este aparato en su cabeza borra todos aquellos recuerdos que tuvo con su amada, al fin y al cabo, esos recuerdos proporcionaban un pilar fundamental para sostenerse en su propia realidad. ¿Qué hubiese pasado si lo único que da un sostén en la vida del sujeto no está más? se podría pensar el fantasma de Joel de la siguiente manera; su objeto es Clementine, permite soldar y darle una posición determinada a él. Por medio del objeto amado se establece el discurso del sujeto, no importa si está en una relación con ella actualmente en la realidad objetiva porque en su realidad psíquica, Clementine sigue habitando en su vida. “Podría morir en este instante, simplemente estoy feliz” Joel halló un camino hacia la felicidad a partir de Clementine. En el desenlace del film se puede apreciar que ambos sujetos escapan de aquello normativizado por el gran Otro y realizan una invención, inventan una manera de estar juntos que sea menos sufrible y poner en marcha las cosas del amor.
Todo orden, todo discurso
A partir del desarrollo de la película nos cuestionamos ¿Qué pasaría si una empresa multinacional en la actualidad, impone en el mercado un servicio que consiste en borrar ciertos recuerdos que causen sufrimiento a los sujetos? ¿Cuán ajenos y cuán exentos estamos a esta posibilidad donde la ciencia con estas innovaciones avanza sin mucho cuestionamiento? ¿Qué lugar ocupa el psicoanálisis? ¿Dónde está el sujeto? ¿Se encuentra sujetado a una lógica infernal o tiene la posibilidad de escapar de la misma?
Cabe preguntarse si los seres hablantes tienen libertad o si siempre se impone un amo oculto que determina la vida de los sujetos. Hoy en día, el concepto de libertad se vende también como una promesa de felicidad, pero es importante que se pueda reflexionar y dar cuenta lo que impera en ese discurso. Podemos conceptualizar que el amo promueve una libertad carcelaria ya que las condiciones de época determinan una manera de ser en el mundo y esto conlleva a ciertos síntomas en específico. Retomando a la pregunta del inicio, muchos ciudadanos frente a la situación de una pérdida ya sea de una pareja, amigo, familiar o hasta de una mascota, no se sentirían capaces de afrontar dicho malestar porque está siempre el imperativo a gozar que no da lugar a estar triste, entonces, a partir de un S2 (artificios al servicio del Capitalismo) se les propondría la respuesta para sentirse un poco mejor, pero sería una solución efímera que daría lugar a gozar de unas migajas (Miller, 1998). El problema es que al igual que la película, los recuerdos no son los causantes del malestar, todo lo contrario, son el refugio del sujeto para obturar la falta. Creemos que somos libres bajo este imperativo, pero estamos inmersos en un pseudo discurso capitalista que determina y protocoliza nuestras subjetividades. Concluimos que el camino capitalista sólo desemboca en una repetición sin fin, que requiere de un pasaje de displacer y se espera que al final se produzca el placer absoluto que nunca llega (fantasma Sadeano). El sujeto se encuentra sujetado a partir de esta lógica infernal que tiene que obedecer para poder ser un otro semejante a los otros.
A contracara, un camino alternativo para establecer un lazo con los otros, sería por medio de un psicoanálisis que habite en las antípodas de lo imperante, que brindaría herramientas para trabajar a partir de la demanda del sujeto y la importancia del caso a caso, posibilitando otra mirada de la realidad, consiste en la realidad psíquica de cada ser hablante. Se puede pensar que el psicoanálisis es un amo que ocupa otro rol, que está al servicio del bienestar de los sujetos y no del Otro cultural.
Para cerrar, nos gustaría traer estas palabras de Lacan (1972) que dan título a este trabajo y sintetizan el sentido profundo del mismo, dando cuenta de cómo en la época la dimensión de la pérdida es rechazada y subsumida a un imperativo de goce:
“Lo que distingue al discurso del capitalismo es la Verwerfung, el rechazo hacia afuera de todos los campos de lo simbólico, con las consecuencias que ya dije. ¿El rechazo de qué? De la castración. Todo orden, todo discurso, que se emparente con el capitalismo deja de lado, amigos míos, lo que llamaremos simplemente las cosas del amor.” (p. 106).
Referencias:
Brodsky, G. (2019) Fundamentos: El acto analítico. Cuadernos del ICBA. ICBA.
Brousse, M.H. [@icfgranada] (1 de mayo de 2012). Un poquito más de satisfacción: I can get no. El deseo contra el superyó [Archivo de video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=jCG_8iaSRb8
Lacan, J. (1972 [2012]). Hablo a las paredes. Buenos Aires: Paidós.
Miller, J.-A. (1982-1983 [2018]) “Del síntoma al fantasma. Y retorno”. En J.-A. Miller, Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Buenos Aires: Paidós.
Miller, J-A. (1998-1999 [2008]). “La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica”. Capítulo XIV “Las migajas del goce”. En J.-A. Miller, Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Buenos Aires: Paidós.
Miller, J.A. (2012) Una fantasía. Conferencia en Comandatuba. http://2012.congresoamp.com/es/template.php?file=Textos/Conferencia-de-Jacques-Alain-Miller-en-Comandatuba.html
Miller, J.A. (1985 [1998]). Sobre "Kant con Sade". En J.-A. Miller, Elucidación de Lacan. Charlas brasileñas. (págs. 201-280). Buenos Aires: Paidós.
NOTAS
FORUM
Tras leer el texto “Las cosas del amor, una mirada psicoanalítica”, me gustaría señalar cierto paralelismo que encuentro entre la trama de la película y la operatoria de la represión secundaria y el retorno de lo reprimido. La decisión de Joel y Clementine de contratar los servicios de Lacuna Inc, nos sirve de metáfora para representar el mecanismo de defensa que opera cuando un evento traumático no es tolerable para el el aparato psíquico. En tal caso, el yo se vale de la represión secundaria, encontrando una salida mas “económica” en términos anímicos, procurando preservar la integridad del sujeto al relegar estos recuerdos o vivencias al icc.
En la película, los protagonistas, Joel y Clementine, optan por un procedimiento que emula este mecanismo de defensa: el borrado de recuerdos a través de Lacuna Inc. Este acto refleja su intento de evitar el sufrimiento que acompaña el fin de su relación. Sin embargo, el acto de reprimir no es tan simple como parece. Freud menciona que lo reprimido no desaparece; más bien, regresa de manera distorsionada y puede manifestarse en sueños, actos fallidos, o en el presente cuando los sujetos se encuentran con situaciones que evocan ese contenido reprimido.
En “Más allá del principio del placer” (1920), Freud señala que el contenido reprimido persiste en el inconsciente y puede emerger en el momento menos esperado. Este retorno de lo reprimido se convierte en una metáfora clara en el encuentro posterior de Joel y Clementine, donde, a pesar de haber borrado sus recuerdos, queda una marca, un resto, algo de su historia compartida que persiste y se manifiesta en sus interacciones.
Por ende, el reencuentro entre Joel y Clementine sin reconocimiento previo puede interpretarse como una representación del concepto freudiano del retorno de lo reprimido. A pesar de que Lacuna Inc. les ofrezca un alivio temporal al sufrimiento mediante el borrado de recuerdos, lo que realmente se ve es que estos recuerdos, aunque no conscientes, dejan huellas en el inconsciente. Este paralelismo con el retorno de lo reprimido muestra que el yo, aunque intente rehacer su historia, no puede escapar del impacto que tuvieron esas vivencias. Por ende, el dolor de la separación sigue presente, manifestándose de maneras sutiles pero claras cuando se vuelven a encontrar. Por más que Lacuna Inc. ofrezca un "borrado de recuerdos", el hecho de haber compartido una vida, de haber creado un vínculo emocional, deja marcas indelebles que emergen en las situaciones propicias. Freud argumenta que el retorno de lo reprimido es una prueba de la necesidad humana de confrontar su historia, lo que hace que la evasión sea aún más problemática.
La representación del inconsciente como un espacio donde residen nuestras experiencias significativas se ve reforzada en la película, especialmente en la forma en que el "Joel del icc" lucha por aferrarse a sus recuerdos mientras estos se desvanecen. Esta lucha resuena con las afirmaciones de Freud en “El yo y el ello” (1923), donde discute la interferencia del ello en el yo, sugiriendo que las pulsiones reprimidas continúan buscando expresarse. El arrepentimiento que siente Joel por haberse sometido a la amnesia es un claro reflejo de esa lucha interna entre el deseo de escapar de su dolor y la necesidad de reconocer su historia.
A lo largo de la película, la lucha de Joel por conservar su historia y su identidad se convierte en un tema central. El uso de la técnica de borrado de recuerdos no solo implica la eliminación de experiencias compartidas con Clementine, sino también una forma de borrar partes de sí mismo. Esta lucha interna se alinea con la idea freudiana de que los recuerdos son esenciales para la construcción de la identidad. De acuerdo con el pensamiento de Sartre y otros existencialistas, nuestra identidad es forjada por las experiencias que hemos tenido, y borrar esos recuerdos equivale a borrar partes vitales de nosotros mismos.
Además, la representación de la eliminación de recuerdos en la película puede compararse con los procesos que Freud describe en la interpretación de los sueños. Frecuentemente, los sueños son un espacio donde el inconsciente se expresa, incluso cuando los recuerdos son reprimidos en la vigilia. Esta distorsión y transformación de los recuerdos, operando los mecanismos del icc (condensación y desplazamiento), se observa cuando Joel experimenta en el proceso amnésico, cómo sus memorias se desvanecen. Sin embargo, la realidad de su dolor continúa manifestándose, aun cuando intenta ignorar su existencia.
Los sueños, según Freud, permiten una especie de "trabajo del duelo" indirecto, donde se busca el sentido detrás de la pérdida. En el caso de Joel, los fragmentos de su memoria que se le presentan en su "sueño" de borrado muestran que, aunque su deseo de escapar del sufrimiento se manifiesta en su deseo de borrar, hay una resistencia natural del psiquismo que todavía anhela recuperar lo perdido.
La relación entre la represión de las emociones y el discurso capitalista se hace evidente en el tratamiento de Lacuna Inc. que ofrece una “solución” a los problemas emocionales de sus clientes. La empresa simboliza la lógica capitalista que busca proporcionar “felicidad” a través de consumos efímeros y superficiales, minimizando la validez del psiquismo que todavía anhela recuperar lo perdido.
La relación entre la represión de las emociones y el discurso capitalista se hace evidente en el tratamiento de Lacuna Inc. que ofrece una “solución” a los problemas emocionales de sus clientes. La empresa simboliza la lógica capitalista que busca proporcionar “felicidad” a través de consumos efímeros y superficiales, minimizando la validez del duelo y el trabajo necesario para procesar la pérdida. Desde la perspectiva freudiana, esta es una crítica contundente: el capitalismo promueve una cultura que impregna al sujeto con el miedo al dolor, proponiendo evadirlo en lugar de confrontarlo.
En este sentido, el texto se invita a reflexionar sobre el malestar de la cultura en la que vivimos, tal como lo planteó Freud en “El malestar en la cultura” (1929). La sociedad contemporánea nos ofrece un sinfín de alternativas para ocultar el sufrimiento, sin embargo, esta búsqueda de alivio a través del consumo y la evasión suele dejar heridas más profundas. La película aborda este conflicto al mostrarnos cómo los personajes, al elegir optar por el olvido, buscan eludir el duelo, una fase necesaria para la transformación y crecimiento emocional.
Los protagonistas, al involucrarse con Lacuna Inc., se convierten en víctimas de un sistema que les ofrece una salida rápida al dolor, pero que, paradójicamente, nunca les permitirá auténticamente sanar. Tal como se menciona en el análisis, la capacidad de experimentar el duelo es vital para la resignificación de las relaciones; este proceso requiere de la aceptación de la falta y el dolor, con el fin de construir nuevas narrativas sobre el amor y la pérdida.
La integración de los conceptos freudianos sobre la represión y el retorno de lo reprimido respecto al film, ofrece una clara base teórica para entender cómo las heridas no sólo marcan nuestras historias personales, sino que también configuran nuestra capacidad para amar. En última instancia, "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" propone que la aceptación del dolor y el proceso adecuado de duelo no solo son inevitables, sino que son esenciales para la construcción del amor y de la identidad en un mundo que a menudo trata de minimizar el sufrimiento.
La exploración del retorno de lo reprimido se convierte en un recordatorio de que nuestras experiencias pasadas, incluso las más dolorosas, contribuyen a formar quienes somos y cómo amamos.
El artículo “Las cosas del amor, una mirada psicoanalítica” me trajo a la memoria las reflexiones realizadas por Byung-Chul Han en su libro “La sociedad paliativa”. Los autores del artículo proponen “cuestionar el lugar que ocupan los sujetos en relación al contexto actual y contemporáneo del Capitalismo”, este último en tanto discurso amo que se encarna en un método bastante perverso que promete borrar todos los recuerdos de la relación amorosa entre los protagonistas (Clementine y Joel).
En el libro “La sociedad paliativa", el autor refiere que actualmente vivimos en una sociedad que ha desarrollado una fobia al dolor, y por consiguiente, se busca evitar a toda costa el sufrimiento. Este síntoma sería propio del neoliberalismo, el cual instala obligada y superyoicamente el imperativo de ser feliz. Queda excluida toda posibilidad de atravesar un estado doloroso.
A partir de lo anteriormente mencionado, me surge la siguiente pregunta: ¿cómo transitar por un estado doloroso en una sociedad donde prima la urgencia por resolver los conflictos de forma inmediata?
Si consideramos que en las sociedades actuales priman los saberes asociados al dispositivo neoliberal el cual impone el imperativo del placer como forma de domesticación, el dolor resulta un mal carente de sentido que hay que combatir, incluso anular. Pero la vida no se reduce a un proceso puramente biológico ni a un fenómeno físico químico fácil de manipular, por el contrario, somos seres deseantes y hablantes, y el inconsciente escapa la lógica de lo dominable. Inevitablemente la vulnerabilidad nos habita y estamos imposibilitados de reducir los vínculos amorosos a las leyes del Capitalismo (que es lo que Lacuna promete ofrecer). Creo que tanto el film como el artículo escrito por los autores, son una invitación a facilitar espacios de un encuentro sostenido con el recuerdo y el dolor. Son una invitación a construir lugares donde poder simbolizar y dirigirnos por medio de la palabra, hacia esas vivencias conflictivas que muchas veces queremos esquivar. Los discursos amo pueden cuestionarse y por tanto reescribirse.
Excelente trabajo!
Es imposible no sufrir ante una perdida o taponar un duelo. Hay wue travezar la angustia. No hay felicidad sin dolor.
No hay progreso. Lo que se gana de un lado, se lo pierde del otro. Como no se sabe lo que se ha perdido, se cree que se ha ganado” (Lacan, 1975). De lo que se infiere que ganar y perder, como la figura bicéfala representada en Jano, van juntos.
Me resulta interesante cómo en esta película se propone una lectura sobre el discurso capitalista actual a partir de la construcción de un espacio como Lacuna Inc. que promete una felicidad a los sujetos a partir de borrar los recuerdos que les producen dolor pero sin atender a sus palabras y, por tanto, sus efectos en los sujetos que están trabajando en su duelo. Teniendo en cuenta que estos recuerdos forman parte de los sujetos y los constituyen como tales ¿cuál es el costo de dicho discurso capitalista de felicidad para cada sujeto si tenemos en cuenta que se trata de un imperativo homogeneizador que descuida las complejidades de los sujetos y que incluso, saltea el trabajo de duelo?
En primer lugar, me gustaría felicitar a los autores por su análisis del film. Es de gran claridad la manera en la que ejemplifican con escenas de la película a qué nos referimos cuando hablamos del imperativo de goce.
Podemos ver el tratamiento de Joel en Lacuna INC como un intento de suturar una pérdida al nivel del objeto a, evitando el duelo a través de la felicidad artificial que ofrece esta empresa supresora del dolor.
Esto me recuerda a los planteamientos del filósofo surcoreano Byung-Chul Han en “La sociedad del cansancio”, donde postula que, a raíz del capitalismo tardío, el sujeto se ha convertido en un consumidor de experiencias mercantilizadas de “felicidad”, el sujeto se reduce a mero consumidor de felicidad prefabricada.
Por otro lado, retomo a Marie Hélène Brousse y Brodsky, quienes resaltan que la patologización de la tristeza refleja una época donde el deseo cae y el imperativo capitalista asciende. Esta búsqueda contemporánea de eliminar el dolor mediante la supresión del sufrimiento vía el consumo de felicidad es una trampa, pues implica también la supresión del deseo.
Desde esta perspectiva, me pregunto: ¿Cómo afecta la supresión del duelo a la dinámica del deseo? ¿Cómo puede el psicoanálisis desafiar y ofrecer una alternativa al pseudo-discurso capitalista que convierte el sufrimiento en una patología? ¿Cómo puede el analista dar espacio para que el sujeto pueda asumir su propio deseo en una sociedad que promueve la eliminación del dolor a cualquier precio?
Quisiera aportar al trabajo algunas lecturas del duelo, que también se relaciona con la película. Actualmente, según las ideas de algunos autores como por ejemplo Recalcati (2004) existe una "clínica del pasaje al acto", donde imperan tratamientos de lo real, en detrimento de lo simbólico frente a una caída del Nombre del Padre. En relación a esto, el libro "La erótica del duelo en tiempos de muerte seca" de Allouch (1998) da cuenta de esta muerte a secas que se puede leer como una pérdida paulatina de espacios simbólicos para el tratamiento de la muerte de un ser querido (Sullivan, 2014). A su vez, pienso en otro tipo de pérdida, como la que el presente trabajo toma que es la pérdida de una relación, y la solución que hallan los personajes de la película que también implica una operación en lo real: someterse a un tratamiento que borra los recuerdos.
Recordaba a medida que lo leía la idea de Cazenave (2010) de que la depresión, "el mal de la época", sería la contracara de la prohibición del duelo.
En el marco de una pugna creciente Joel y Clementine -protagonistas del film “Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos- se separan. De ser una pareja que gozaba de grandes dosis de “felicidad” devienen en un vínculo de conflictividad irresoluta, en donde, parafraseando a Sartre, el infierno terminó siendo el otro.
En el caso de Joel advertimos que la travesía del duelo conlleva un desfile de recuerdos que hace su procesión de desinvestidura pieza por pieza, a caballo de la angustia y la soledad. Acorralado por cierta imposibilidad de transitar esta pérdida decide, siguiendo los pasos de su partenaire Clementine, recurrir a la empresa Lacuna Inc.
En el marco de un discurso capitalista en donde prevalece el imperativo de goce, la empresa Lacuna ofrece un servicio que, operando al modo de un quitapenas de laboratorio, consiste en borrar recuerdos que causan sufrimiento en los sujetos, cortando de cuajo el dolor, sin la necesidad de recurrir a las palabras.
De modo semejante al nuestro, el film despliega un contexto en donde predomina la Verwerfung de la castración, en el que se observa cierta declinación simbólica y en donde el mandato de gozar pretende imponernos un programa de felicidad circunscripto a la lógica del consumismo, del que no escapan las personas ni los vínculos.
De cara al discurso biologicista y capitalista de Lacuna Inc., la perspectiva psicoanalítica de “no relación sexual” de Lacan supone, tanto la posibilidad de romper con la ilusión de amores predestinados a completarse en una suerte de armonía de la media naranja; como así también la posibilidad de una apuesta por la invención de un amor sin recetas de felicidad, protagonizado por amantes con falta en ser y, por ello mismo con deseo.
De esta manera, y tal como se deja entrever en el final de la película, Joel y Clementine lejos de esconder sus claroscuros o particularidades, se encuentran cara a cara relanzando una nueva apuesta en pos de que la lógica impredecible del amor y el deseo pueda volver a guiar sus pasos.
Comentario sobre Las cosas del amor, una mirada psicoanalítica, por Pacheco Valenzuela, Fernando Ezequiel, Rios, Dylan.
El articulo seleccionado en cuestión consta de un análisis con relación al filme El Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos. Resulta interesante el desarrollo del análisis ya que el mismo nos invita a pensar como transitamos en una sociedad en la que no se permite tolerar la falta. Frente a las encrucijadas que la vida misma nos hace atravesar, como puede ser una separación, un duelo, una perdida, solemos ver las diferentes vías de escapatoria con las que buscamos taponar aquello intolerable. En la película podemos observar como la separación de una pareja resulta insoportable para los protagonistas al punto tal de recurrir a este novedoso instrumento, ofrecido por Lacuna Inc, donde todos los recuerdos que en algún momento fueron emocionantes, ahora dolorosos, serán borrados de la memoria de los sujetos. Sin embargo, no dar lugar justamente a esos dolores no permitirán nunca una cicatrización de la herida que permita trabajar sobre la subjetividad del sujeto y dar paso hacia nuevas experiencias. Resulta interesante como una producción del año 2004 pueda tener un discurso tan vigente 20 años después: si bien hoy en día no contamos con el dispositivo en cuestión, ¿qué tan lejos estamos de ello? El consumo capitalista exacerbado, reflejado por ejemplo en las redes sociales, insisten y pujan por atrapar al sujeto bajo la lógica del relleno: videos, imágenes y noticias que circulan en las redes sociales pero que carecen al fin y al cabo de un contenido concreto. Cabe preguntarnos si ese relleno que llega para callar el vacío que resulta intolerable, es semejante al proceso de callar recuerdos dolorosos.
Me resulta muy interesante lo contemporáneo, presente y actual de la problemática planteada en el análisis realizado por los autores en relación a la lógica del discurso capitalista, discurso que ofrece o vende la ilusión de poder obturar la falta, que es inherente al ser humano por ser seres del lenguaje, por medio del consumo; ello me lleva a pensar en lo que mencionaba Freud en “El malestar de la cultura” (1929), cuando alude a que el malestar responde al consumismo, a una sociedad que busca tapar el dolor por medio del consumo de objetos. En la película se pone en evidencia lo dicho, pero a un nivel extremo, por medio del tratamiento al cual acceden los protagonistas con la compañía “Lacuna Inc”, de borrar de sus memorias aquellos recuerdos de su vínculo amoroso que les produce a su entender, sufrimiento. Es atractivo a la lectura el análisis propuesto de los autores ya que, plantean como vía alternativa para escapar a esa lógica infernal del capitalismo en la que pareciera que solemos quedar sujetados, ubican al psicoanálisis, para por medio de lo simbólico, utilizando como médium la palabra, se le pueda dar un tratamiento distinto a ese “real”, que mientras la ciencia, las tecnologías, el capitalismo, proponen taponearlo, no dando lugar a escuchar el dolor, a uno permitirse el estar por la pérdida del objeto amado, abrir la puerta al duelo y el poder transitarlo, por el contrario ofrecen “venderte la felicidad”, por ejemplo por medio del consumo de psicofármacos. Es la lógica de la inmediatez, la no espera, que exige ritmos de vida productivos en dónde el tiempo para reflexionar sobre el dolor pareciera no ser opción, y es lo que entiendo cuando mencionan el imperativo de gozar como rechazo a la tristeza, al lenguaje, a un ser que nada quiere saber de sus heridas.
Tanto la película, como el escrito nos permite preguntarnos por el lugar del duelo y el amor en el discurso capitalista, poder pensar el sin tiempo del capitalismo, bajo su imperativo al disfrute, al plus de gozar, retorna a la pregunta ¿qué lugar ocupan las cosas del amor en este contexto? Retomando a Freud en introducción al narcicismo “uno tiene que empezar amar para no caer enfermo, y por fuerza enfermara si a consecuencia de su frustración no puede amar” (Freud,1914, p.82).
Lo que se plantea con este mecanismo de borrado de recuerdos de la ciencia positivista como discurso portador de un saber, sobre el cual no se pregunta nada, es justamente que el borrado de recuerdos, borraría aquel sentir. Sosteniendo la patologización del duelo, dictaminado así, el duelo como un proceso a evitar, borrando las singularidades de cada quien en su atravesamiento.
Al borrar de la mente todo aquello vivido por la pareja, también se borraría aquel amor, el cual permite no enfermar. El duelo, como el sufrimiento que conlleva abandonar un objeto amado, retirar la libido de aquel, es señal de que allí sucedió algo, que allí se amó, no se podría plantear un duelo sin antes haber amado, haber investido libidinalmente aquel objeto.
El procedimiento planteado por Lacuna, pretende saltearse el trabajo de duelo, este es “aquel que se ejecuta pieza por pieza, con un gran gasto de tiempo y de energía de investidura” (Freud, año, p.243).
El llamado “desasimiento pieza por pieza” que sucede en cada recuerdo y expectativas donde la libido se anudaba, ahora debe ser clausurados, pero para ello deben ser sobreinvestidos Justamente Freud planteaba la necesidad de un tiempo en el cual duelar, donde detenerse en cada recuerdo para luego poder, retirar la libido de allí, y que aquella libido pueda retornar al yo para luego poder investir otros objetos (Freud, 1915).
Con el borrado de recuerdos todo aquel trabajo quedaría cancelado, sin permitir al sujeto simbolizar aquella perdida, donde en ella también se encontraría con la falta. Asi el discurso capitalista obtura, tapa aquella falta, no permite simbolizar, ni historizar, irrumpe con lo simbólico, porque para poder provocar que un s1 se anude a un s2 se necesita tiempo.
En síntesis, se podría pensar el lugar del psicoanálisis como una invitación a introducir un tiempo, en donde simbolizar la perdida del objeto amado, permitiendo el proceso de duelo, dando lugar a la preguntarse por la posición subjetiva del sujeto, permitiendo resignificar el lugar del amor, del sentir, abriendo también un espacio más allá de la demanda. Lo cual se encuentra en las antípodas del discurso hegemónico sostenido por Lacuna.
Película:Eterno resplandor de una mente sin recuerdos
Título Original:Eternal Sunshine of the Spotless Mind
Director: Michel Gondry
Año: 2004
País: Estados Unidos
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