Universidad de Buenos Aires
Resumen:
Tomaremos el film de Disney, “Elementos” a los fines de articular algunos conceptos fundamentales para la práctica clínica en el marco de este escenario de ficción infantil. Centraremos nuestro interés y análisis en el personaje de Ember, una joven que se encuentra en el dilema de acceder a la demanda del Otro cumpliendo con una serie de mandatos familiares que nada tienen que ver con ella o encaminarse en pos de su deseo aún a costa de decepcionar al padre. Ubicaremos en el presente escrito, algunas categorías conceptuales como Alienación-Separación, salida exogámica y el amor.
Palabras Clave: Alienación | Separación | Deseo | Amor
Some Thoughts About Differences and Love.
Abstract:
We will take the Disney film, Elements, to articulate some fundamental concepts for clinical practice. We will focus our interest and analysis on the character of Ember, a young woman who finds herself in the dilemma of acceding to the demand of the Other fulfilling a series of family mandates that have nothing to do with her or heading in her desire even at the cost of disappointing the father. We will place in the present writing, some conceptual categories such as Alienation-Separation, exogamous departure and love.
Keywords: Alienation | Separation | Desire | Love
En el marco del presente escrito, tomaremos el nuevo film de Disney “Elementos” como el escenario de ficción que nos permitirá abordar algunos conceptos de sumo interés para la práctica clínica. Centraremos nuestro recorte y análisis en el personaje de Ember, una joven de fuego, que vive junto a sus padres en un mundo donde predomina este elemento en cada uno de sus rincones. Intentaremos ubicar el vínculo con las figuras parentales, los ideales, los mandatos familiares y su respuesta a la pregunta de che vuoi? Nos serviremos de los conceptos de Alienación-Separación de Lacan, la cuestión de la salida exogámica pensándola como resultado de la operatoria de separación y el amor como la fuerza necesaria que empuja dicha salida al mundo exterior y al encuentro con las diferencias tan temidas.
Hemos podido constatar, al tomar estos conceptos como centrales para nuestra lectura, que esta temática se presenta de manera reiterada en diferentes clásicos infantiles de Disney. Por ejemplo: en la historia de la Princesa Rapunzel, en el film Luca y hasta en la mismísima Sirenita, recientemente reestrenada. En cada uno de ellos encontramos la cuestión de las diferencias, el temor de los padres ante la posibilidad de la exogamia, los mandatos, etc. ¿Podríamos leer esta reiteración temática como la afirmación de la vigencia de estas concepciones y operatorias a la hora de pensar las niñeces y la emergencia de un sujeto deseante allí?
Para ubicarnos en el recorte del material fílmico con el cual trabajaremos, tendremos que comenzar trazando algunas coordenadas de la historia de los personajes centrales. Tal como su título lo indica, toda la trama se centra en el encuentro/desencuentro de diferentes elementos como son el fuego, el agua, el aire y la tierra en un universo dividido por las diferencias. Esto se ve plasmado en una de las reglas sociales fundamentales: “El agua y el fuego no deben mezclarse”.
El padre de Ember tiene una tienda de alimentos que es clausurada por un inspector, debido a algunas irregularidades en la instalación. Es allí donde Ember y Wade (El inspector de agua) se ven por primera vez. Luego de algunos encuentros, crean un plan para solucionar, el problema que aquejaba a la tienda. Un dato no menor, es que el padre de Ember, repetía incansablemente que una vez que él se retirara su hija sería la encargada de llevar adelante la tienda y con ella el legado familiar que había trascendido varias generaciones. Dicho legado, era representado por una llama azul que guardaba celosamente en su tienda.
A medida que se acercaba la fecha en la que debía asumir ese lugar, Ember reafirmaba en su interior que su deseo no se correspondía con lo que esperaban de ella.
De la mano de Wade, descubre un gran talento artístico que es apoyado por la familia de él y desconocido por su propia familia. Ember logra transformar diferentes materiales en hermosos objetos de vidrio a través del calor de sus manos. Comienza de esta manera, a esbozar algunos trazos de un deseo propio alejándose cada vez más de los mandatos familiares, desoyendo la norma que intentaba impedir la mezcla de elementos. Es allí donde aparece la angustia como respuesta. Esta angustia, ponía en evidencia el miedo a decepcionar a su padre, la fantasía de exclusión y de pérdida de amor, obturando la emergencia de una respuesta conforme a su deseo.
Solo de la mano del amor y ante la posibilidad de perder a Wade en un acto heroico del joven para salvar la llama azul, nuestra protagonista encuentra la fuerza necesaria para gritar a los cuatro vientos la decisión acerca de su destino. Con lágrimas en los ojos, le confiesa a su padre que no podría continuar con la tienda familiar. Es allí que este parece comprender lo que está sucediendo, soltándole la mano a su hija para lanzarla a la vida y al amor.
Acto seguido, Wade y Ember se dirigen a otra ciudad en la cual ella realizará una pasantía vinculada con su novedoso talento artístico. De esta manera, triunfa una historia de amor en la que las diferencias logran suplementarse. Lejos de considerar dichas diferencias como el motivo que podría separarlos, logran unirse potenciando sus virtudes, ampliando el horizonte con nuevas oportunidades.
Hasta aquí llegaremos con el recorte del film que hemos elegido. Ahora intentaremos realizar la articulación conceptual que adelantamos más arriba.
En primer lugar, tomaremos el par conceptual, Alienación-Separación, trabajado por Lacan en sus seminarios. Para tal fin, nos detendremos en una referencia que nos servirá de guía en el análisis del personaje de ficción elegido: Ember. Cabe aclarar, que nuestro interés, está estrechamente vinculado a la intención de comprender su posición ante el deseo del Otro y consecuentemente, ante su propio deseo.
Lacan en “Posición del inconsciente” (Lacan, 1962) dice:
“La primera (operación), la alienación, es cosa del sujeto. En un campo de objetos, no es concebible ninguna relación que engendre la alienación, si no es la del significante. Tenemos por origen el dato de que ningún sujeto tiene razón para aparecer en lo real, salvo que existan allí seres hablantes. Un sujeto sólo se impone en éste por la circunstancia de que haya en el mundo significantes que no quieren decir nada y que han de descifrarse”.
Es decir, Lacan toma el concepto de alienación para señalar el modo en que el sujeto se aliena a los significantes que vienen del Otro como entrada al lenguaje. Por esta vía, es que el sujeto será alguien para un Otro fundamental en esos primeros tiempos de vida, al costo de alienarse a esos significantes que le vienen desde afuera. Lacan ubica aquí algo de lo traumático. Éste será un momento fundante en el que dependerá absolutamente de ese Otro.
Luego se expedirá sobre la separación en el seminario 11, en la clase 16 del 27 de mayo de 1964:
“La denominaré introduciendo así mi segundo término, la separación. (…) Veremos cómo surge de la superposición de dos faltas. El sujeto encuentra una falta en el Otro, en la propia intimación que ejerce sobre él el Otro con su discurso. En los intervalos del discurso del Otro surge en la experiencia del niño algo que se puede detectar en ellos radicalmente, –me dice eso, pero ¿pero qué quiere? Este intervalo que corta los significantes, que forma parte de la propia estructura del significante, es la guarida de lo que, en otros registros de mi desarrollo, he llamado metonimia. Allí se desliza, eso que llamamos el deseo. El sujeto aprehende el deseo del Otro en lo que no encaja, en las fallas del discurso del Otro”.
Es de este modo que el sujeto aparece producto de una doble separación. Por un lado, se separa de los significantes del Otro, aprehende la falta en el Otro haciendo que ésta recaiga sobre sí mismo. Por otro lado, esta operación supone la separación de la posición de objeto de goce del Otro.
Ahora bien, ¿por qué retomar estos conceptos, trabajados por Lacan, a la hora de pensar en el tema convocante de este artículo?
Precisamente porque es en esa doble operación de Alienación-Separación donde se esboza algo de la aparición del sujeto, donde tal vez podamos preguntarnos por el surgimiento de una primera forma de autonomía, estrechamente emparentada con una posición deseante.
A su vez, hemos mencionado la salida exogámica como un ejemplo del efecto de esta operatoria de Separación, que posibilita al sujeto tomar distancia de los significantes del Otro y del goce de este, abriendo la posibilidad de comenzar a trazar los carriles del propio deseo.
Silvia Amigo (Amigo, 2005) se refiere al momento lógico y evolutivo en el que el sujeto podrá dar una respuesta más definitoria a la pregunta por el che vuoi? Lo ubica en la adolescencia, luego de la segunda vuelta del Complejo de Edipo. Es decir, que esto podría servir de fundamento para poder pensar este reposicionamiento subjetivo de nuestro personaje de ficción, respecto del deseo del Otro y por ende del propio deseo.
Abordaremos en este apartado algunas cuestiones relativas al narcicismo de la madre de Ember. Si bien las escenas más resonantes en cuanto a los mandatos familiares están ligadas a la figura del padre, se pueden pesquisar fragmentos en los que se vislumbra algo de la posición de esta madre. A la sombra del padre de Ember, su madre, hace eco de su discurso en especial en lo que respecta a los requerimientos de su marido, siendo el argumento perfecto para retener a su hija con el fin de no decepcionar al padre. Sin embargo, será ella misma quién descubre que su hija se ha enamorado y luego de algunas idas y vueltas, dará su apoyo a ese amor e insistirá para que su marido lo acepte.
Tomaremos el par conceptual goce fálico/significación fálica referidos a la función materna, tal como lo trabaja la autora que ya hemos mencionado más arriba. (Amigo,2005)
Cuando un niño llega al mundo es la madre quien lo introduce en el campo del lenguaje. En esos primeros momentos en los que el bebé no demanda nada debido a su prematurez, será la madre quién introduzca vía la interpretación algo que será fundamental para la posterior aparición de la demanda en el sujeto. La madre no solo ofrecerá significantes, sino también los brazos que lo acogerán, los ojos que lo mirarán, es decir, un cuerpo que hará de borde al campo pulsional del recién nacido.
Ese momento necesario para la constitución psíquica del niño, será el momento en el que la madre sentirá la sensación de “estar completa”.
Según Silvia Amigo “Una madre, si lo es normativamente, sólo puede vivir a su hijo como suplencia de su falta fálica” (Amigo, 2005, p. 37).
Si ese momento de completud, de primacía de goce fálico, no es interrumpido por la interdicción de un tercero, el niño/falo correrá el riesgo de ser tomado por este Otro como tapón de su propia falta. En palabras de Amigo: “Ahora bien, la madre puede eternizar lo que debiera ser un momento y utilizar a perpetuidad al bebe para obturar su falta fálica.” (Amigo, 2005, p. 37)
En cambio, si por el contrario la función paterna opera en esta madre desde el inicio, transcurrido ese primer tiempo necesario e importantísimo de díada madre-hijo, la lógica de la falta advendrá y ese niño representante del falo ya no será lo que la complete. En este caso, habrá un predominio de la significación fálica y no del niño como tapón de la falta, es decir, del goce fálico. “Un chico agalmático es aquél que es dado por la madre a la vida, un chico cuya madre cuida y de quien ella se ocupa, pero es capaz de donarlo al colegio, a los amigos, a la circulación social” (p. 58).
Si bien Amigo afirma que “Faltando la mera posibilidad de formular la pregunta por el deseo del Otro, esto es, por su falta, el sujeto se verá impedido de intentar responder fantasmáticamente” (p. 42). En nuestro personaje aparece una respuesta del sujeto e hipotetizamos que esto es posible por la posición subjetiva de este Otro que logra ceder a esa hija en nombre del amor. Es decir, que existe aquí una posición a predominio de significación fálica.
Es aquí donde cobra especial importancia la presencia de Wade en esta historia, representando la terceridad que da vida al sujeto. Nieves Soria (2011) señala en Los nudos del amor, que junto con el descubrimiento del inconsciente otro de los aportes fundamentales de Freud, ha sido pensar en la posibilidad del amor como un espacio que se abre a partir de una función simbólica que es vehiculizada por lo que Lacan llamará Nombre del Padre y Freud, función paterna. Es con la llegada del amor, que Ember logra inscribir una falta que posibilita la pregunta y una posterior respuesta construida por el sujeto encaminándose en su propio deseo.
Es de la mano de esta madre, que “huele” el amor en esa pareja unida por las diferencias, que lograrán ponerle un freno a la fuerza del discurso paterno plagado de mandatos obligándolo a reconocer que lo importante siempre había sido el amor por su hija y no su tienda. Este Otro, que ya había comenzado a desgranarse ante la mirada de Ember, viéndolo viejo y maltrecho, se muestra finalmente castrado y es allí donde su hija que ya se había hecho la pregunta acerca del che vuoi? queda habilitada a armar una respuesta propia suplementando los mandatos familiares que se imponían con fuerza.
Referencias:
Amigo, S. (2005) Clínica de los fracasos del fantasma. Editorial Homosapiens. Buenos Aires.
Freud, S (1905): Tres ensayos para una teoría sexual. En Obras completas. Tomo II. Buenos Aires: El Ateneo.
Freud, S. (1908) Teorías sexuales infantiles. En Obras completas. Tomo II. Buenos Aires: El Ateneo.
Lacan, J. (1962) Escritos II. Posición del inconsciente. Editorial siglo XXI.
Lacan, J. (1964) Seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Editorial Paidós.
Soria Dafunchio, Nieves (2011) Los nudos del amor. Editorial Del Bucle. Buenos Aires.
Walt Disney Animation Studios y Pixar Animation Studios (Productor) Sohn, Peter (Director) (2023) Elementos [Película]. Estados Unidos: Walt Disney Pictures
NOTAS
FORUM
Muy interesante tu artículo Julia.
La elección de los elementos y la problemática que de alguna manera la película presenta, me han hecho relacionarlo con dos cuestiones que aparecen referidas en el texto "El Psicoanálisis en la sociedad de la transparencia. Un aporte para el abordaje de la clínica", de los Prof. Ojeda y Savedra.
La primera, en relación a Freud cuando en "El malestar en la cultura", habla de las tres amenazas para la subjetividad las cuales provienen de tres fuentes distintas (de la naturaleza, el propio cuerpo y los otros). Me parece que esto queda plasmado en el fundamento mismo del film, en donde las renuncias y los modos sustitutivos para alcanzar satisfacción, están presentes a lo largo de toda la trama.
Por otro lado, en segundo lugar, Chul Han habla de la sociedad de la transperencia, y la caracteriza como positiva, donde el "No" ocupa su justo lugar. Esto incide a que todo se torne de manera muy polarizada, en opuestos.
Me pregunto entonces: ¿Cómo se puede plantear un modo posible en la época actual de tratar con lo que se presenta como opuesto, en tanto altero? ¿Cómo cada quien construye esos recursos para tratar con lo radicalmente diferente? ¿Qué incidencias trae esto aparejado en los lazos sociales? ¿Qué aporte para tratar con estas dificultades puede hacer el discurso analítico sobre esto aspecto?
Es interesante comprender el desarrollo del personaje de Ember a partir de una lectura del deseo como demanda del Otro y del peso del mandato familiar en la construcción de la subjetividad, sin embargo también me resulta pertinente analizar cómo la sociedad juega igualmente un rol fundamental en los modos de subjetivación y cómo afecta en el deseo y la conducta.
Primeramente es necesario destacar la composición y distribución de la ciudad, donde pareciera ser que está preparada únicamente para tres tipos de elementos: agua, tierra y aire, donde los hombres y mujeres de fuego ocuparían un lugar inmigrante. Esto lo podemos evidenciar a lo largo de la película, en principio cuando entendemos que la familia de Ember debe dejar su pueblo natal tras haberlo perdido todo en una tormenta (que por lo que vemos es un pueblo habitado únicamente por el fuego) y luego cuando nos detenemos a observar que verdaderamente no existen lugares en la ciudad preparados para que los elementos de fuego ocupen legítimamente los espacios sociales. Y no solo lo evidenciamos a partir de la distribución geográfica, sino de la actitud que tienen el resto de los elementos hacia el fuego, el cual es de rechazo. Es el potencial peligro que genera la presencia de este elemento para el resto la justificación del consiguiente rechazo hacia ellos, en tanto representan una “amenaza realista” para la sociedad siendo esta la que ocurre cuando el exogrupo amenaza el bienestar del propio grupo (Sheriff, Harvey, White y Hood, 1961, en Molero Alonso, “El estudio del prejuicio en la Psicología”).
La conducta de un sujeto no puede ser explicada únicamente en función de sus propiedades individuales, se necesita ubicarlo en contexto (en Watzlawick, teoría de la comunicación humana, 1985)
"El sí mismo es un proceso, un conjunto de representaciones que reflejan las características del individuo organizadas por vínculos, creadas a través de la experiencia personal y su biografía" (Owens, T. 2006, p. 3), las representaciones sociales en este caso entendidas como conocimientos prácticos socialmente construidos y compartidos intersubjetivamente (Di Iorio,2019) que adquieren significado dentro de una dimensión socio-cultural contextual y juegan un rol fundamental en los modos de subjetivación (Tajer 2009) que nos conforman modos de habitar el mundo.
Estas representaciones sociales tienden a formar ‘etiquetas’ que cumplen un papel importante en la “construcción de la realidad” (Rosenhan, D. 1988), en este sentido esta etiqueta de “peligrosos” los obliga a ocupar un espacio marginado dentro de la ciudad siendo, a demás de extranjeros, una especie de clase baja dentro de la sociedad.
De este modo podemos comprender y contextualizar un poco más el desarrollo emocional del personaje de Ember, el temor a clausuren la tienda, que con tanto esfuerzo su padre construyó, no solo atenta contra la posibilidad de cumplir con el mandato familiar que tiene de hacerse cargo de la tienda (que en si mismo representa un conflicto psíquico que podemos ver a lo largo de la película, exteriorizado a través de su ‘mal genio’), sino que a demás se suma a la escasa oportunidad dentro de la sociedad que tiene de progresar y a la creencia de que no podrá ser más que eso: “Soy fuego y eso es todo lo que seré”.
Referencias
Di Iorio, J. (2019). Aproximación al concepto de Representación social. Ficha de la Cátedra
Moreno Alonso, F. (2007). El estudio del prejuicio en la Psicologia social. Definición y causas. En F. Morales, M. Moya, E. Gaviria, e l. Cuadrado (Comps) Psicologia Social. Madrid: Mc Graw Hill.
Owens, T. (2006). Sí mismo e identidad. En D. Delamater (Comp.) Handbook of Social Psychology. Wisconsin: Springer. Traducción de la Cátedra
Rosenhan, D. (1988). Acerca de estar sano en un medio enfermo. En P. Watzlawick (Comp.) La realidad inventada. Buenos Aires: Gedisa.
Tajer, D. (2009) Modos de subjetivación: modos de vivir, de enfermar y de morir. En Tajer D. Heridos Corazones. Vulnerabilidad Coronaria en Varones y Mujeres (pp. 47– 68). Buenos Aires, Argentina: Paidós.
Es interesante analizar respecto a los opuestos (Ember y Wade), como fuego y agua, la forma en la que también se encuentran opuestos los roles socialmente construidos como hombre y mujer. No solo opuestos, sino que también a la inversa de lo que desde el imaginario social está instituído a la hora de pensar en mandatos sociales para hombres y mujeres.
Ember es quien tiene la fuerza, la que "explota" por su ira, la que trabaja para llevar adelante su familia y la que toma la iniciativa.
Por otra parte, Wade, tiene una imagen más sentimental, es quien tiene permitido darle lugar a sus emociones y al llanto. Tiene una imagen más tierna y romántica, que Disney siempre había atribuído a las mujeres de sus historias, es decir que la fragilidad siempre venía por el lado femenino.
Es entonces que en esta película puede evidenciarse cómo se desmontan los roles estereotípicos hegemónicos.
Muy interesante el intercambio que se ha generado tomando como puntapié el film de Disney, Elementos.
Cada aporte, sin duda, enriquece la reflexión
abordando diferentes aristas de un mismo escenario de ficción.
Me resulta interesante indagar sobre lo anclado que está en el discurso psicoanalitico la posición de la mujer y más aún la mujer-madre. Es llamativo leer seguidamente que la mujer se siente completa como madre, lo que abre la pregunta de ¿por qué? si siendo madre está completa, ¿antes qué era? ¿por qué la maternidad, para ser considerada "normal", debe entenderse desde la perspectiva de una mujer desubjetivizada que por un breve lapso toma la responsabilidad unilateralmente de un hijo que viene a completarla?
Pongo en debate, compañeros/as, lo que considero un obstáculo epistemológico que venimos arrastrando y justificando, dándole giros cuando igualmente sabemos que cuando decimos madre se nos viene a la mente una mujer criando.
Por otro lado, esto se sigue desplegando en las interpretaciones que siguen, el personaje, Wade, que viene casi a salvar cual héroe, con "amor" a esa mujer que, según entendemos, se encamina en su deseo cuando se intruduce en... ¿una relación donde repite la posición mujer-esposa de su misma madre?
Comparto mi lectura brevemente: Para mi, el gran peso social de ser mujer, esposa y madre, como ideal, es absorbido de tal forma que se vuelve propio, más que encaminarse hacia su deseo, podríamos preguntarnos si ese es verdaderamente el deseo de Ember o es, solo un paso por fuera de un mandato familiar pero que, más allá de no seguir con un negocio familiar y tener una pareja de un elemento diferente, replica el modelo de su familia de origen. Llamativamente, Wade queda casi en el lugar del principe que salva a la princesa y el padre de Ember como quien termina teniendo la última palabra que habilita el vínculo. Ember termina consiguiendo poner solo un pie por fuera, pero su deseo podría estar mucho más allá, y su madre, más que "donar" a quien la hizo sentir "completa", es quien toma la responsabilidad para que su marido apruebe la relación de su hija.
Perdón si quedan muchas ideas inconclusas, me es difícil ser breve y a la vez expresar lo que quiero transmitir, pero hay muchas cosas que quedan flotando y a la luz de estos tiempos debemos poner en debate: Mujer-madre, mujer-esposa, la pareja como final feliz, mujer-propiedad, padre como dueño de los hijos en casi total pasividad y madre con la responsabilidad de crianza puesta al hombre y pidiendo la aprobación del hombre finalmente, etc.
Me resultó interesante trabajar el material audiovisual teniendo como marco teórico los conceptos de alienación - separación desarrollados por Lacan, dichas operaciones dan lugar al advenimiento de un sujeto deseante.
A lo largo del film se observa como los mandatos familiares pretenden definir el futuro de los integrantes de la familia. En este caso, tomaremos como ejemplo a Ember, quien como hija debería continuar la tradición y hacerse cargo del negocio familiar luego del retiro de su padre. Por circunstancias azarosas Ember conoce a Wade, quien la escucha y la interpela sobre sus deseos. Ella siendo fuego, él siendo agua, ambos en principio incompatibles, encuentran el amor y un nuevo modo de ver la vida.
Ember poco a poco empieza a comprender que su futuro no coincide con el mandato familiar, Wade la entiende, la escucha y la acompaña para ir en busca de su deseo. Esta terceridad se “filtra” en la vida de Ember, dando lugar a un cambio en su subjetividad, permitiendo una salida exogámica que, a su vez, propiciará el encuentro con su propio deseo.
Finalmente, el padre de Ember comprende que ella quiere algo diferente para su vida, tanto profesional como en el amor. Junto a Wade logran mostrar que aquello que parecía incompatible no lo era, y que aquello por lo que se lucha se consigue. Se podría decir que cuando se propicia una escucha amorosa, libre de mandatos, se puede alojar el deseo del otro y dar lugar a la singularidad de cada quien.
Me pareció interesante la propuesta en relación a los conceptos de alienación - separación trabajados por Lacan para hacer referencia a las operatorias que posibilitarían el advenimiento de un sujeto deseante. Si bien en un primer momento somos recibidos y hablados por los demás quienes nos brindan los primeros cuidados y esto es de vital importancia, es menester que el sujeto luego pueda ir separándose de los significantes que le fueron prestados por este gran Otro, de los deseos y expectativas que le fueron atribuidos en algún punto y de aquellas identificaciones que haya podido ir conformando, no a fin de eliminarlas o desestimarlas pero si para que pueda ser artífice de su propio destino.
En relación a ello me parece también muy interesante la propuesta en relación al personaje de Wade como terceridad que posibilita en Ember una salida exogámica de su familia y de aquel lugar que se esperaba que ella pueda ocupar. Wade irrumpe en la vida de Ember, “se filtra” en un mundo donde solo había lugar para el fuego y presenta así el encuentro con la diferencia, lo que posibilita en ella a su vez el encuentro con su propio deseo.
La película de Disney, recientemente estrenada, aborda una familia en la cual la hija (Ember) no desea continuar con el mandato familiar. Sin duda, algo que nos atraviesa cotidianamente y que, en los mejores de los casos, las familias dan lugar y alojan los deseos de sus hijxs.
Romper con lo establecido y desobedecer los mandatos no es tarea fácil, en el film, la protagonista comienza a desenredarse de esas ataduras con angustia y temor ya que, podría desilusionar a su padre y así quedar destituida del amor. Paradójico, o no tanto, será el amor el que impulsará la salida exogámica que le permitirá ganar potestad en los campos de la autonomía, el goce y el deseo propio. Eligiendo distanciarse de los parámetros y obligaciones del deseo del Otro para tomar posición como sujeto deseante.
La autora, en su escrito, destaca la importancia de la llegada de Wade, personaje que le permite descubrir a Ember sus pasiones y encontrar otra forma de amor impulsora, ya que de esa manera se inscribe la falta y se generan preguntas, acerca de su legado, que le permite acercarse a su propio deseo.
Al obturar la falta, al generarse interrogantes y ante la mirada de la protagonista hacia su padre, ya viejo y cansado, es que lo supone castrado y es donde se puede empezar a armar respuestas propias, permitiendo la exogamia y otra forma de amor posible guiada por su deseo.
Desde la mirada de muchos jóvenes de mi generación, creo que somos una generación ¨bisagra¨, en la cual podemos tener una mirada descontruida, y ayornarnos a diferentes situaciones pero también nos pesa, muchas veces la opinión o mandatos de nuestros padres, y esto hace que las decisiones que tengamos que tomar sean más difíciles, ya que dejamos de lado nuestros propios sentimientos o pensamientos. Aunque tengo una visión positiva de que cada vez dejamos más de lado los mandatos para poder abrirnos a nuestro mundo de subjetividades, en la esfera de nuestra vida que deseemos.
Película:Elementos
Título Original:Elemental
Director: Peter Sohn
Año: 2023
País: Estados Unidos
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