Lascia ch’io pianga (Déjame que llore) es un aria de la ópera Almira, pero más conocida por su inclusión en Rinaldo, ambas de Georg Friedrich Händel, y estrenada, en su versión acabada, en el King’s Theater de Haymarket (Londres) el 24 de febrero de 1711. El texto es de Aaron Hill, quien se basó a su vez en el poema épico Gerusalemme liberata de Torquato Tasso, traducido luego al italiano por Giacomo Rossi.
En su estreno participaron dos de los "castrati" más famosos de la época, Nicolo Grimaldi "Nicolini" y Valentino Urbani. La denominación "castrato" (del italiano castrato, castrado, o en el plural "castrati") refiere al cantante sometido de niño a una castración para conservar su voz aguda (de soprano, mezzo-soprano o contralto).
La castración consistía en la ablación del tejido testicular sin que, por lo general, se llegara a cortar el pene. Mediante esta intervención traumática, se conseguía que los niños que ya habían demostrado tener especiales dotes para el canto mantuvieran, de adultos, un registro de voz agudo capaz de interpretar voces características de papeles femeninos.
El origen de esta práctica cruel se sitúa hacia el año 1550 en que se conservan los primeros documentos referentes a cantantes castrados en Roma y Ferrara. De hecho, la castración con fines musicales se practicaba casi exclusivamente en Italia.
Los castrati tuvieron una gran popularidad, justamente porque despertaban el sentimiento mórbido de quienes encontraban en su voz la ternura de un niño y la potencia y fuerza de un adulto. Fueron voces muy codiciadas y aplaudidas, a la vez que víctimas de la crueldad humana. Uno de los más famosos castrati fue Carlo Broschi, más conocido como Farinelli.
En 1994 Gérard Corbiau realizó el film que recrea la historia de Farinellli, marcada por un vínculo enfermizo con su hermano mayor, compositor frustrado, quien explotaba la voz de Carlo para que interpretara con exclusividad sus obras. Hasta que finalmente Farinelli accede a las partituras de Händel y decide cantarlas en público. El aria Lascia ch’io pianga se puede escuchar en la escena culminante del film, con la presencia del propio Händel en la sala, quien se ve conmovido hasta el colapso por la interpretación de Farinelli.
https://drive.google.com/file/d/1NmLrkfR7PUo1GY-xGanJN6gtGjGIE_pg/view?usp=sharing
Lascia ch’io pianga
mia cruda sorte,
E che sospiri la libertà!
l duolo infranga
queste ritorte
de miei martiri
sol per pietà.
Déjame que llore
mi cruel destino,
a la espera de la libertad.
Y que el dolor desgarre
la agonía de mis martirios
solo por piedad.
En 2009 Lars von Trier volvió a utilizar el aria Lascia ch’io pianga en el prólogo de su film Anticristo. Y una vez más, en un contexto de relación tortuosa, en este caso entre un terapeuta y su paciente, que devienen marido y mujer, vínculo que desencadenará en lo peor. En la escena inicial del film el aria de Händel, interpretada por la soprano canadiense Karina Gauvin, suena mientras se produce el estrago del que la pareja ya no se recuperará. La escena se sitúa en el límite de la poesía y el horror:
https://drive.google.com/file/d/1C_vjf66CS0jwctIF7qnuXvmQsav-JHm-/view?usp=sharing
La tercera versión del aria que vamos a proponer es la recreada por Bo Widerberg en 1995 para su film "La belleza de las cosas" (Lust och fägring stor). Ambientada en Suecia durante la Segunda Guerra Mundial, narra una historia también marcada por un vínculo conflictivo, esta vez entre una profesora y su alumno de 15 años. La secuencia narrativa de la relación entre ambos puede seguirse mientras suena el aria, interpretada por Lesley Garret:
Tres filmes. Tres versiones del aria. Los versos escogidos por Händel señalan la marca del déficit: déjame que llore mi cruel destino (…) y que el dolor desgarre la agonía de mis martirios. Déficit que sigue a los vínculos incestuosos: en Farinelli, la brutalidad entre los hermanos; en Anticristo, el matrimonio entre un terapeuta y su paciente; en La belleza de las cosas, la relación entre un púber y su profesora. La elección del aria por parte de los directores no ha sido algo calculado, pero sostendremos que tampoco es obra del mero azar.
Hay algo en el pathos que trasunta el aria, algo intangible que alimenta las reflexiones contemporáneas sobre ética y música [1] . Corresponde a los espectadores apreciar el alcance de esta cuerda, y ponderar hasta dónde soportar el real con que nos confronta.
NOTAS
[1] Ver al respecto el Volumen 7 Número 2 de Aesthethika, de Junio 2012, destinado íntegramente a explorar esta articulación http://www.aesthethika.org/-Volumen-7-Numero-2-
Película:Anticristo / Farinelli
Título Original:Antichrist / Farinelli
Director: Lars von Trier
Año: 1994
País: Dinamarca
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