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Top-Secret / Información reservada

Temporada 3 - Episodio 16

Autores: González, Lucila y Pittaluga, Marisol

Palabras clave: Diagnóstico - Posición Subjetiva - Responsabilidad - Sueño - Soldados - Guerra - Hemorragias nasales

Síntesis

El capítulo comienza con la escena de 4 soldados en un jeep escuchando música. La música de detiene, confundidos piden a uno de sus compañeros que la vuelva a encender y este último menciona que no tocó nada.

Al momento siguiente explota una bomba y el jeep vuelca. Se muestra, desde la visión de uno de los soldados, cómo lo arrastran, se ve que tiene una de sus piernas amputada a la altura de las rodillas como consecuencia de la explosión.

Al alejarlo de la explosión uno de sus compañeros le da un arma y le dice: “No entres en pánico, no nos dispares, no te mueras”. Luego, la cámara muestra al soldado herido quien resulta ser Dr. House.

La escena siguiente es de Dr. House en su consultorio, sentado con su bastón en la mano (en la misma posición que el soldado tenía el arma). La primera escena había sido un sueño de Dr. House.

Entra en el consultorio la directora del hospital Dra. Lisa Cuddy quien le entrega la historia clínica de un nuevo paciente que Dr. House deberá tratar. El diagnóstico preliminar es “síndrome de la guerra del golfo” con síntomas de: fatiga inexplicable, erupciones y dolor articular. El nuevo paciente resulta ser el sobrino de un socio benefactor del hospital. Al examinar su historia clínica, Dr. House descubre que el paciente es el soldado de su sueño, el que lo había rescatado del jeep en llamas.

Aparece Dr. House en el baño del hospital hablando con el Dr. James Wilson (oncólogo) sobre lo extraño de haber soñado con su futuro paciente sin conocerlo. Su colega teje distintas hipótesis todas las cuales son descartadas por Dr. House. Al retirarse del baño, ante un comentario de su colega, menciona que no orinó.

Siguiente escena, Dr. House se reúne con su equipo para presentar el caso: “Masculino, 34 años, acaba de salir de infantería después de dos años en Iraq, ingresó por quejas de fatiga crónica, dolores articulares, erupciones intermitentes y dolores de garganta”. Discuten sobre la existencia del síndrome con el que fue diagnosticado en el hospital militar. La conclusión inicial de Dr. House (sin haber visto aún al paciente) es que está deprimido y busca un cheque por discapacidad. Sin embargo, investigará el caso y para ello indica a su equipo: “Hagan examen físico completo, análisis de VIH, hepatitis C, malaria, esquitosomiasis y cepa T de A. Baumannii. Además averigüen en qué clínica y hospitales estuvo, donde vivió y si estuvo en televisión”.

El equipo de Dr. House conformado por 3 personas (Foreman, Chase y Cameron), realizan el examen físico del paciente, el describe sus síntomas pero ninguno de ellos puede ser verificado al momento de la examinación. Indagan al paciente sobre su ejercitación confrontándolo con el hecho de que no es común en pacientes que sufren fatiga crónica y dolor articular a lo que el paciente responde que estuvo 12 años en la Infantería Marina y está acostumbrado a ejercitarse: “Que tolere el dolor no quiere decir que no lo tenga”.

Caminando por los pasillos del hospital, Cameron, Foreman y Chase le indican a Dr. House el resultado de la revisión: “salvo los aparentes dolores articulares ninguno de los otros síntomas es evidente ahora y además del bajo potasio, quizá causado por el exceso de hidratación, sus análisis son normales. El bajo potasio también podría deberse a las vacunas experimentales y las píldoras antiquímicos que le dieron antes de ir a Iraq sin mencionar que el país está lleno de toneladas de metralla radioactiva de municiones de uranio empobrecido” Foreman menciona que no hay rastros de uranio empobrecido en su orina. La respuesta de House es: “¿No trabajó alguna vez como modelo?” A lo que responden: “olvidamos preguntárselo”.

Chase sugiere enviar la orina a examinar a una universidad donde un profesor desarrolló un método de detección de uranio empobrecido en bajas cantidades a lo que Foreman responde que si existe en pequeñas cantidades no puede hacer daño. Dr. House insiste con preguntas sobre la posible exposición mediática del paciente y pide que busquen en “Lexis-Nexis” y que consigan su informe crediticio. Además indica que realicen una polisomnografía para descartar que la fatiga se deba a la apnea del sueño.

La polisomnografía la realizan Chase y Cameron que, luego de encontrar el tercer ciclo de sueño REM del paciente normal, se ausentan de la sala y van a un cuarto contiguo para mantener relaciones sexuales. Antes existió un pequeño debate sobre si debían o no hacerlo en su lugar de trabajo.

La siguiente escena es del Dr. House en el baño de su casa intentando orinar sin éxito. Toma varias pastillas.

De vuelta a la sala de polisomnografía, pasa Foreman encontrando la ausencia de sus compañeros y al paciente quejándose sobre un olor nauseabundo. Foreman examina la boca del paciente encontrando que el olor proviene de allí a causa de una vaginosis bacterial.

En ese momento ingresan Chase y Cameron en la sala.

Una vez en el consultorio y ya alejados del paciente, llaman a Dr. House para contarle las novedades. A pesar del diagnóstico, el paciente asegura no haber tenido sexo oral con nadie en más de un año. Debaten sobre el diagnóstico y, reuniendo los síntomas, Foreman concluye que podría ser cáncer, posiblemente un linfoma. Dr. House confirma el diagnóstico de cáncer pero corrige que sea un linfoma y dictamina que sería cáncer parotídeo. Indica una biopsia de glándulas salivares.

James Wilson revisa al paciente, le indica antibióticos para la infección bucal y realiza una punción de glándulas salivares. Mientras lo está realizando, el paciente comenta que nunca mascó tabaco por miedo al cáncer y menciona que su madre tuvo esa enfermedad.

En el laboratorio de Wilson ingresa House. El primero le comenta que los resultados de la biopsia no son concluyentes a lo que House responde: “No hay apuro, no hay nada más que podamos hacer por ahora (…) escupe pestes, debes concentrarte en los vivos”. Prosigue: “Necesito una receta para Alfuzosin” Ante la negativa de su colega indica que no puede orinar hace 3 días y finalmente consigue la receta de su colega.

En el consultorio House atiende a una paciente que consulta por la posibilidad de comenzar a consumir pastillas anticonceptivas. Durante toda la escena bebe agua constantemente y menciona ese hecho como diagnosticado por su terapeuta como TOC. House le pregunta si se levanta a beber agua durante las noches y la paciente responde que lo hace cada dos horas. House le indica: “Su terapeuta es una idiota, la gente inconsciente no tiene ese desorden, puede tener diabetes insípida”. La paciente responde que es imposible, que come caramelos todo el tiempo. “Es una clase de diabetes diferente causada por una pituitaria hecha polvo, obviamente es más amante que luchadora, se me ocurre un accidente de autos o que se partió el cráneo en las barras de equilibrio”. Esto último lo confirma la paciente y ante su evidente preocupación, House le indica que no se preocupe, que solo tomará dos suplementos hormonales al día en lugar de dos.

Siguiente escena. El militar se encuentra acostado en una camilla mientras le realizan una tomografía. Suena música clásica; el paciente solicita que suban el volumen y no deja de mirar el monitor que está a su lado, donde se muestra el interior de su boca. Wilson le informa que “hasta ahora se ve muy bien”. El paciente indica que sigue sin oír muy bien, por lo que el médico le pide nuevamente a su asistente que suba el volumen. Cuando le pregunta si ahora sí puede oírla, John no responde. Esta inmóvil mirando la pantalla, sin responder a los llamados de Wilson.

Wilson entra a la oficina de House y luego de preguntarle sobre si seguía sin poder orinar, le confirma que John tiene cáncer; no en las glándulas salivares como creían sino en el cerebro. Le muestra la tomografía donde se detectaron 6 tumores pero podría haber más. Wilson informa que el paciente perdió la audición y que quizás pierda la vista. House acota: “quizás siga la muerte”.

Wilson, House y Foreman debaten sobre el caso, cómo no fue detectado con anterioridad ya que los tumores no pudieron haber crecido en una semana. Wilson plantea como hipótesis que pudieron haberse mezclado los estudios con otros pacientes y que John morirá hacia el fin de semana. Ingresan Chase y Cameron a la sala y les comentan la situación. Wilson confronta a House sobre su obsesión con haber soñado con John, tras descubrir que éste solicito que investigaran la historia crediticia del paciente.

House se encuentra observando desde afuera una operación que le están realizando a John cuando ingresa la Dra. Cuddy y se entera del diagnóstico del paciente. House está convencido de que hubo un error en el hospital militar y que como organismo del gobierno lo está encubriendo. Cuddy desmiente esta situación mostrándole una tomografía tomada anteriormente por los militares donde no había presencia de tumores. La doctora señala una zona donde se ve un clavo de titanio que le insertaron hace 20 años, para confirmar que no se mezclaron los estudios de distintos pacientes.

Cuando Foreman está por operar a John descubre que los tumores ya no están en su cerebro. Mientras Foreman, House, Wilson y Cuddy debaten esta nueva realidad del paciente, un profesional los llama y les pide que ingresen a la sala de operaciones. John está gritando que no puede mover las piernas y dicho profesional confirma que no es por efecto de la anestesia.

Repaso de todos los síntomas que presentó John: fatiga crónica, dolores de garganta, erupciones, flujo pútrido en la boca, abscesos múltiples en el cerebro, pérdida de audición y parálisis de miembros inferiores. Todos los médicos están reunidos, conversando para tratar de descubrir qué es lo que tiene el paciente. House les da unas indicaciones y se retira del hospital. Foreman, Cameron y Chase deciden tratarlo por la toxicidad del uranio, encontrado en la orina.

House llega a su casa y a causa de su imposibilidad para orinar, lo resuelve a través de un catéter. Se acuesta pero no logra conciliar el sueño. Mientras, en el hospital, John describe un nuevo síntoma: no siente su estómago. “La parálisis está ascendiendo. Si sigue, necesitaremos un respirador”, dice Foreman.

House se encuentra en su cama intentando conciliar el sueño sin éxito. A la mañana siguiente se dirige al hospital y en una sala con su equipo discutiendo el caso de su paciente, indican que la parálisis sigue ascendiendo. Chase menciona que ya que está empeorando pueden descartar que sea el uranio. House se sorprende, ¿pensamos que era el uranio? Foreman le comenta que trataron al paciente con bicarbonato de sodio para neutralizar el uranio.

House se enoja ya que ahora no puede saberse si empeoró por el tratamiento o por el curso natural de su enfermedad. En ese momento suenan las alarmas de todos los médicos presentes indicando que el paciente está inconsciente.

Cuando llegan a la sala donde él se encuentra está la Dra. Cuddy y los indaga sobre quién aprobó la infusión de bicarbonato de sodio. Explica que el paciente está inconsciente, no tiene color y la presión sanguínea y hematocrito descendieron. House dictamina que tiene una hemorragia interna, que ya no le queda sangre. Pide una transfusión. Comienza a intentar reanimarlo mientras la Dra. Cuddy comenta que el paciente no necesita una transfusión, House enojado pregunta qué hace allí. La Dra. Le responde: “Es obvio que necesitas mi ayuda”.

Chase acercándose a House resbala con un líquido amarillo que descubren que proviene de una bolsa de recolección de orina que tiene House bajo sus pantalones. Comienza a sangrarle la nariz a House. Confundido y ante la pregunta de la Dra. Cuddy sobre su estado cuestiona su presencia aún en la sala, quien le dice: “Siempre estoy aquí”. “No es cierto. Hay una razón. Siempre la hay”, contesta House. El paciente despierta y comienza a reír. La siguiente imagen es de House en su cama con el catéter fuera de lugar, mojado. Lo anterior había sido un sueño.

De vuelta en el hospital, House examina con un instrumento la nariz del paciente mientras dice: “La respuesta siempre estuvo ante nosotros, tan clara como la nariz que tenemos. Y la de él. Nada de pelos ni cicatrices de cauterización. Fue cauterizado ahí. Sin duda, para detener las mismas hemorragias nasales de niño que tenía el abuelo. Sin duda, porque los dos nacieron con telangiectasia hemorrágica hereditaria.” Y dirigiéndose al paciente completa: “Tiene una enfermedad genética que destruye sus capilares (…) tiene malformaciones intravenosas. Cerca de la espina causó parálisis. En los pulmones impidió que se filtre la sangre, la sangre sucia provocó dolor articular, fatiga e infecciones en la boca y cerebro. Nada que la cirugía no pueda solucionar. Los militares no escondían nada, él sí”.

House y Wilson se encuentran en el baño. Éste último se da cuenta que House resolvió su inconveniente de imposibilidad de orinar y le sugiere que deje de tomar el analgésico narcótico. House dice: “Fue la triple dosis de esa maravilla lo que me permitió dormir y resolver el caso. Las píldoras realizaron todos mis sueños”. Dicho esto, sale del baño y va a buscar a la Dra. Cuddy. “Estuve pensando en ti, mentiste” a lo que Cuddy responde: “No mentí, simplemente decidí no compartir hechos totalmente irrelevantes”.

House hace referencia a una fiesta donde vio, la Dra. Le comenta que decidió no decirle porque pasaría todo el tiempo pensando en… House la interrumpe diciendo “De esta forma pasé todo el tiempo concentrado en el paciente”. Cuddy sonríe diciéndole que recordó a John porque la había besado, “Supera lo mío”.

En la última escena, House ingresa en una sala donde Cameron y Chase están por tener relaciones. Les dice: “Perdón. Buscaba un bote de basura extra grande”, se va cerrando la puerta. “¿Desde cuándo limpia algo?”, comentan.

Desarrollo Conceptual

En el presente capítulo, ubicamos el inicio del circuito de la responsabilidad en torno a la siguiente escena:

En el consultorio, Wilson, Foreman, House, Cameron y Chase discuten sobre la aparición de tumores cerebrales en John, el paciente:

House: “Wilson encontró unos tumores cerebrales, que crecen rápido, evasivos o mágicos. ¿Ustedes que encontraron?”

Cameron: “Nada. Está diciendo la verdad”

House: “¿Sobre qué?”

Chase: “Sobre todo. Donde ha vivido, con quien ha salido. Salvo que olvido mencionar que a su padre lo entablillaron, que a su abuelo le sangró la nariz y devolver unos DVD’s alquilados. Todo lo que nos dijo fue constatado”

Wilson: “¿Los tienes investigando tu sueño?”

House: “No. Los tengo investigando a mi paciente”

Cameron: “¿Soñaste con un paciente?”

Wilson: “¿El cerebro de este pobre tipo está lleno de tumores y tú miras sus resúmenes de crédito? Vamos. Los necesito chicos”

House: “¿Dónde vas?”

Wilson: “A hacer mi trabajo”

House: “Él no es tu paciente”

Podemos ubicar el comentario de Wilson como la interpelación (Tiempo 2) a House que pone en jaque su accionar respecto del caso que está manejando. A diferencia de comentarios anteriores, este último fue delante de su equipo dejando en evidencia a House en relación a la prioridad de sus intereses personales por sobre la salud del paciente. Asimismo, Wilson se hace cargo del caso y dirige la cirugía, corriendo a House de su lugar de autoridad frente a su equipo.

Lo anterior se evidencia en una escena posterior donde House le pide a Cameron que hable con el tío del paciente para averiguar si lo ha llevado a fiestas de hospitales o beneficencia. La respuesta de Cameron, a diferencia de la posición que adoptó frente a requerimientos anteriores, fue cuestionar el pedido y solicitar una justificación racional al mismo. Confrontándolo le dice: “Aparentemente temes descubrir algo que no puedes explicar racionalmente”. La reacción de House fue enojarse e insistir sobre que haga lo que dijo, que debe hacerlo.

Esta interpelación que atraviesa a House, tiempo 2, tiene un efecto retroactivo sobre las acciones que tomó sobre el caso tras haber soñado con el paciente, previamente a conocerlo (inicio del capítulo). Las mismas estaban dirigidas a despejar una duda de índole personal, desviando la atención que requería el caso. Estas acciones (pedidos de averiguaciones sobre la vida personal del paciente ajenos a su historia clínica) las ubicamos como el tiempo 1.

La Hipótesis Clínica es la explicación del movimiento con efecto retroactivo, del tiempo
2 al tiempo 1. Pensamos la misma en torno a cierto interrogante respecto de la posición de House frente a los otros, frente al Otro. ¿Cómo se enfrenta a la falta estructural, la castración?

Podemos inferir que esto se juega a nivel inconsciente en House ya que, a raíz de la escena donde Wilson cuestiona su accionar y la escena donde Cameron cuestiona su lugar de autoridad, House sueña que en el hospital queda expuesto frente a su equipo y a la Dra. Cuddy en varios aspectos:

A nivel personal, la rotura de la bolsa de recolección de orina en la habitación del paciente además del sangrado de nariz. Esto lleva a las personas presentes a preguntarle: ¿Qué es esto? ¿Estás bien?

A nivel profesional, en el mismo sueño, House es cuestionado por Cuddy sobre el tratamiento elegido para el paciente y por su equipo por el diagnóstico que él hacía de la situación:

Cuddy: “¿Quién aprobó una infusión de bicarbonato de sodio? (…)

House: “Se está desangrando (…) Necesita una transfusión de sangre”

Cameron: “No puede ser, no hay sangre en la cama”

House: “Tiene una hemorragia interna”

Chase: “No hay signos de moretones o hemorragia”

En relación a esto, tanto la obsesión por el sueño con el paciente como el último sueño, lo enfrentan a House con su no saber/no poder.

Teniendo en cuenta el interrogante que planteamos antes encontramos que el no saber y no poder de House se juegan en su posición como médico y como hombre. Como médico por los cuestionamientos recibidos de su equipo y del Dr. Wilson y la Dra. Cuddy por no poder diagnosticar y tratar al paciente de forma adecuada corriéndolo de su lugar de autoridad, saber incuestionable. Como hombre, creemos que no es casual que su síntoma afecte al órgano que lo define como tal frente a una mujer, específicamente, frente a Cuddy. Sumado a que su paciente, al que no recuerda de donde lo conoce, sí estuvo con la doctora y que, en su fantasía, sí pudo ocupar un lugar de hombre para ella.

Respecto del olvido de House, nos plantemos los siguientes interrogantes: ¿Su dificultad para recordar a John tiene que ver con la comparación a la que se enfrentaría?
¿Su dificultad para diagnosticarlo, tiene que ver con no querer salvarlo?

El contrapunto de estas dificultades, se puede encontrar en el caso secundario del capítulo donde House no tiene inconvenientes para diagnosticar una diabetes sin siquiera ser requerido por la paciente que consultaba por otro motivo. Allí se deja en claro su competencia profesional y también, deja vislumbrar que los inconvenientes suscitados en el caso de John son a raíz de los conflictos inconscientes de House.

No encontramos un tiempo 3, ya que la salida que tiene House no es del orden de la ética implicando un cambio de posición subjetiva, sino que la resuelve desde un orden moral, sin hacerse responsable subjetivamente de los interrogantes que lo atraviesan. Una vez llegado al diagnóstico y tratamiento adecuado de John, lejos de preguntarse sobre su rol en ese caso, hace responsable a Cuddy de una mentira y la consecuente obsesión que ello le trajo aparejada.

Azar y Necesidad: Los elementos que podemos ubicar del lado de la necesidad tienen que ver con la fisiología del paciente que, al tener una enfermedad hereditaria y congénita no diagnosticada, la evolución de la misma, lo llevó al estado en el que estaba cuando fue atendido por House.

Como azar, podemos pensar el hecho de que, al no poder ser correctamente diagnosticado por el hospital militar, la derivación se le hace a House. Otro elemento de azar, lo encontramos en que House haya soñado con el paciente justo antes de la derivación del caso que le hace la Dra. Cuddy.

Figuras de la culpa: Encontramos como figura de la culpa la vergüenza manifiesta en la primera escena citada donde Wilson le cuestiona el manejo del caso frente a su equipo. Esto retorna en el último sueño donde su malestar físico queda en evidencia.

Referencias

1. D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

2. Freud, S.: (1925) La responsabilidad moral por el contenido de los sueños. En Algunas notas adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto. Obras completas. Tomo XIX, Amorrortu editores. 1984.

3. Jinkis, J. (1987). Vergüenza y responsabilidad. Conjetural, número 13. Editorial
Sitio. Buenos Aires.

4. Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires.

5. Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.



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