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Fast ethics. Algunas reflexiones sobre sus dilemas y supuestos

por Benegas, José

Estamos en el planeta Pandora en el año 2154 siguiendo los pasos de una misión organizada por una empresa en búsqueda de un mineral que es una rica fuente energética.

El lugar es un vergel tan lleno de energía que las plantas brillan por la noche y en algunas zonas hay pequeñas islas flotando en el planeta. Pandora está habitada por una tribu humanoide de individuos muy altos de piel azul llamados Na´vi que viven de la caza y adoran a la naturaleza. Profesan devoción por un árbol gigante debajo del cual se encuentra el mayor yacimiento del preciado mineral que los hombres han venido a extraer.

La misión humana tiene un componente militar al mando de un general que como hemos visto tantas vece en el cine está empecinado en jugar con sus armas y aplastar a los nativos promoviendo la solución violenta.

Pero también hay una parte científica de la misión. Ellos estudian el particular ecosistema y se encargan de entender a la tribu para ver si logran descubrir cómo hacer para que se corran del valioso árbol sin necesidad de usar el arsenal militar.

Los científicos al mando de Sigourney Weaver diseñan los avatar, unos cuerpos de na´vi que se conectan a la mente de los humanos que los manejan. Gracias a este truco los científicos pueden andar por el planeta sin necesidad de equipo par respirar e introducirse en el bosque y relacionarse de igual a igual con los nativos.

En el equipo de los científicos hay un soldado sin embargo. Se trata de Jacke (Sam Worthington), el protagonista. Hermano gemelo del científico que debió utilizar el avatar que se le termina por asignar y que murió en un accidente antes de iniciar la misión. Sirviendo como marine Jacke queda paralítico, pero en el cuerpo del avatar puede andar y moverse como quiere. De manera secreta Jacke también informa al jefe militar.

Jacke se pierde en la primera exploración y se topa con Neytiri, hija de los monarcas Na´vi.

Hasta aquí el conflicto es claro, la ambición humana por conseguir elementos prácticos de la vida amenazando la existencia superior de seres que no se preocupan por sus necesidades puesto que la naturaleza los provee. Por el otro lado está la empresa, símbolo actual de la ambición humana, del pecado del lucro, en cuya satisfacción sus colaboradores están dispuestos a todo. Los malos.

Sabemos con certeza a dónde quiere llevarnos Cameron. Se percibe una tragedia y la línea ética está trazada sin posibilidades de lecturas alternativas.

La tribu es ecologista y sobre ella pesan todos los lugares comunes respecto del supuesto ambientalismo de los pueblos aborígenes de américa. La premisa es que la vida primitiva era una forma de naturalismo como ideología y no la simple falta de desarrollo. La empresa representa los deseos bajos, por contrapartida, contaminantes, egoístas y violentos. No pretendo en este análisis arruinar el simple entretenimiento en un juego fácil de buenos y malos sino apenas señalar algunos de los saltos lógicos y éticos que nos propone el film, para invitar a la polémica que evita el autor y director.

Los supuestos de Avatar y las analogías nos muestra la proyección de los valores medios de las sociedades avanzadas. Valores que son moda y también objeto de consumo, tan objeto de consumo como la ropa de marca o la comida rápida. Una forma de fast ethics, a veces mucho más indigesta que su versión gastronómica.

Los científicos están en el medio entre los malos y los buenos. Podrían representar a la Iglesia y el proceso evangelizador que acompañó a la conquista. No sabemos bien si están ahí para cuidar algún principio o para convalidar y legitimar a lo que viene detrás. Actúan como la consciencia de los malos. podríamos decir.

Jacke recibe una señal de parte del árbol más sagrado que el enorme árbol. Uno cuyas hojas brillan, con unas formas de semillas etéreas que vuelan desplazándose en el aire como las medusas en el agua. Estas se acercan a Jacke y se posan sobre él justo cuando en el bosque la nativa Neytiri está a punto de dispararle. El signo que muestran las semillas sagradas la detiene y Jacke se salva.

El bien se encuentra por lo tanto predestinado. Hay individuos que la deidad ha elegido y ellos llevarán consigo las virtudes. La responsabilidad no hace falta, eso nos tranquiliza, tal vez seamos elegidos y no tendremos que estar tan atareados mirando lo que hacemos. Por eso Jacke como elegido y todos los elegidos nos sirven, nos dan un servicio, una forma de energía que no está debajo de árbol alguno. Tan bueno es Jacke ya desde el vamos que no importa tanto que esté traicionando a los Na´vi y actuando como un espía, no solo de los científicos sino también de los militares. Dado que el árbol nos anticipa de alguna forma llegará el momento en que se demostrará que eso no importa. La oportunidad llegará cuando traicione otra vez, pero ahora a los malos, es decir a la empresa y al jefe militar al que prometió servir.

Neytiri habíamos quedado en que no lo mata, en vez de eso acude en su ayuda cuando unos animales feroces parecidos a unos perros negros lo están atacando. Lo defiende matando a alguno de sus atacantes. Uno queda herido y antes de rematarlo Neytiri pronuncia una oración en su favor. Después ante el agradecimiento de Jacke ella reacciona enojada diciéndole que lo que había ocurrido era malo, habían muerto varios de estos atacantes y todo por su imprudencia. Le dice que la vida es sagrada, aunque minutos antes estaba dispuesta a matarlo a Jacke. Más adelante habrá una escena en la que durante el entrenamiento de Jacke como Na´vi ya aceptado (espía de científicos y militares) cacen sin problemas otros animales enormes parecidos a unos elefantes sin trompa. Tampoco aplicará la misma regla cuando los Na´vi tengan que responder con la fuerza al ataque de los militares. La vida que es sagrada es la de los buenos.

Para completar la ética que Cámeron pone en el film respecto del respeto por la vida, en un momento del entrenamiento de Jacke por parte de Neytiri (para integrarlo a la tribu), salen de caza, los aborígenes no son vegetarianos. Cuando Jacke tiene vencida a su presa le dice al oído que la matará para alimentarse y con cara de comunión termina con su vida. Eso es, le dice Neytiri, una muerte limpia. No podemos conocer por supuesto la opinión del animal sacrificado, el espectador tiene que suponer que la bestia aceptaría convertirse en alimento porque de acuerdo a los valores puestos en juego su vida sirve a la del que lo come. Y el lugar para considerarse víctima al semi perro, y enemigo de Jacke, se reduce a nada, porque Jacke nos muestra sus buenos motivos nutricionistas.

Sin embargo irremediablemente vivimos consumiendo otras vidas. Animales o plantas, estas últimas más indefensas todavía. Esa es la condición de nuestra existencia. Y para pensar bien de nosotros mismos queremos pensar que tenemos mejores razones para vivir que lo que comemos, pero que esas mejors razones no son sólo nuestras sino de un orden que nos supera a nosotros y a nuestro alimento. Es un serio problema encajar sobre esa realidad una ética que desconoce en lugar de asumir la situación dada, entonces el mundo se dividirá entre los que matan por amor y los que matan por falta de amor. El que diga la mejor oración, cometiendo el mismo acto que cualquiera, será el que nos diga quién es quién.

Me pregunto si respetar a la víctima quiere decir hacerle un discurso que desconozca el hecho de que se la está cazando para hacer aparecer al cazador como un predicador. O si es más honesto y más respetuoso simplemente hacer lo que se hace porque es lo que nuestra subsistencia requiere. Y entonces recurrir a una ética en la que se causen los menores daños y no se consuma más de lo que se produce, incluidos los buenos na´vis de Avatar. Que no producen, no son una empresa, ellos toman de la naturaleza a la que adoran lo que necesitan. Cameron resuelve todos sus dilemas con un discurso y una cara de circunstancia.

Lo que sabemos de entrada que es que los militares atacarán a los aparentemente indefensos Na´vi, ocurre. Debajo del árbol sagrado está el recurso y no reparan en principios de propiedad. Primero atacan y destruye al árbol grande, produciendo un enorme incendio. Ante la amenaza Jacke se pone del lado de los Na´vi y se descubre frente a ellos como un traidor. Es apresado y luego en el medio de la batalla abandonado.

El film opone a la fuerza de la nación originaria la fuerza bruta que pone en cabeza de una empresa comercial. Lo normal es que los ejércitos que atacan a pueblos más débiles para apoderarse de recursos o con cualquier otro objetivo, son comandados por gobiernos, no por empresas. Esta figura sin embargo tiene la ventaja de que se centra en el pecado del lucro. Hay una culpa que lavar. El poder no es problema sino el deseo de ganar. Deseo que puede ser bien controlado parece o por un gobierno que si tienen los Na´vi bajo la forma de una monarquía hereditaria absoluta, o por una forma de colectivización en la que la voluntad individual desaparezca en función del grupo. Sin disidentes, porque han sido ahogados como sucede en la realidad, o porque no han sido incluidos en el guión como en el caso de Avatar.

La película coloca al hombre de un modo muy rudimentario frente a su libertad y a su supervivencia y predica el ahogamiento de los deseos, el sometimiento a un gobierno sabio y absoluto y la sumisión a los objetivos compartidos, al punto en que las presas también deben aceptar su destino y reconocer la bondad de sus cazadores. Todo rodeado de una belleza deslumbrante, el paraíso terrenal que nos espera una vez que no seamos quienes somos sino un engranaje en una red que sólo tiene sentido unida.

Sin embargo el colectivismo no es el futuro del hombre, sino el pasado. Que una empresa tenga un ejército que rapiñe recursos la hace perder su naturaleza de empresa y la convierte en un gobierno o una banda errante. La alternativa del sometimiento al grupo o padecer el mal de los deseos individuales es falsa, no nos permite crecer ni en el terreno económico o político, pero mucho menos en el moral.

Los buenos y los malos son previamente elegido y lo que queda a partir de ahí es el discurso justificatorio o deslegitimador, según sean unos u otros, que pone en juego el guionista. Cada personaje tendrá la cara que la toma de partido inicial requiere y que una ceremonia de ahogamiento total de la personalidad como la que ocurre cuando se intenta revivir a Signory Wiber es puesta como una forma de conseguir milagros. Todas estas condiciones son elegidas y cerradas en cuanto a sus resultados por las reglas de la ficción.

De cualquier manera podemos reparar en la incorrección de un ejército atacando a un pueblo pacífico para desapoderarlos, pero este conflicto está rodeado de una ética que va mucho más allá de juzgar esa transgresión.

Que ser bueno sea someterse al grupo o a la naturaleza interpretada con una visión antropocéntrica, o al gobierno no es nada nuevo en la historia. La verdadera ruptura está en la irrupción de la individualidad y de los contactos morales por encima de los biológicos o naturales. Es ahí cuando los deseos no son pecado y cuando requieren de una ética consistente para ser alcanzados sin dañar a los demás.



NOTAS





COMENTARIOS

Mensaje de Ariel Kaztman  » 9 de octubre de 2012 » arikazt@gmail.com 

Muy interesante artículo.

Es notable como muchas veces el poder militar nos hace creer superiores cuando en realidad hay otros elementos que por no comprenderlos completamente los destruimos sin percatar todo lo que nos pueden enseñar si los estudiamos detenidamente.



Mensaje de Rodrigo Rodríguez  » 7 de octubre de 2012 » rodriguezlocutor@gmail.com 

Muy buena reflexión. A veces olvidamos que lo importante es la vida del hombre y para ello hay que preservar los recursos naturales antes que meros combustibles.

Es curioso que siendo habiendo tomado un elemento varias veces utilizado antes para la trama principal (Danza con lobos, el último samurai, etc.) sea la película más taquillera de toda la historia.



Mensaje de Valeria Suque Stecklein  » 17 de agosto de 2012 » val9_2004@hotmail.com 

Excelente comentario, es muy interesante la perspectiva que el autor plantea, ya que muchas veces al ver el film nos perdemos en el escenario sin percatar cuestiones éticas que se ven en juego, nos perdemos en la cultura de los Na´vis sin cuestionarla..sin interrogarla, pocisionándolos a medida que transcurre el rodaje en "los buenos" de la película.

Saludos



Mensaje de Lic. Pablo Méndez  » 14 de agosto de 2012 » licpablo@yahoo.com 

Coincido con el comentario de José Benegas en cuanto al tema de la ética que se desprende de la película, y también creo que se filtra la idea de Estados Unidos como un país que coloniza como lo ha hecho siempre. También al final del film, se ve una escena que incluye lo moral, donde el protagonista (en su cuerpo de Avatar) lucha contra su General y el mismo le reprocha: _"¿Que se siente luchar en contra de los de tu misma raza?" o algo similar, allí creo también se juega un dilema moral, el de luchar a favor de lo que él cree justo, defender a los Na´vi o quedarse del lado de los hombres, y su elección es claramente tomar la primer opción.



Mensaje de Roxana Raquel Demirjian   » 4 de agosto de 2012 » rrdemirjian@yahoo.com.ar 

Despues de leer esta sabia reflexión debo decir que la taquillera película no es lo que me pareció. Lo principal de la creación es el hombre y en esta película no se lo respeta. Señor Benegas excelente su reflexión.




Película:Avatar

Titulo Original:Avatar

Director: James Cameron

Año: 2009

Pais: Estados Unidos

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