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A Pox on Our House / La viruela en nuestra casa

Temporada 7 - Episodio 07

Autora: Elizabeth Chamorro

Palabras clave: Viruela, cuarentena, buque hundido, cáncer, diario de viaje, hacer lo correcto.

Síntesis

El episodio comienza con una escena que se desarrolla en un barco que va navegando en el ocèano una noche de tormenta, los protagonistas son hombres negros, quienes llevan cadenas en sus muñecas. La escena muestra a los tripulantes que toman por la fuerza a los hombres y dicen que los tienen que tirar por la borda porque hay una epidemia de viruela a bordo, que es necesario hacerlo. Luego se sucede una explosiòn y se corta la escena.

A continuaciòn se muestra a una familia tipo, pareja de hombre – mujer, a una niña y un niño navegando en un ocèano claro, en un yate. Los niños estaban buceando y al regresar al barco, la niña trae un frasco con algo de contenido que no se puede ver con claridad que es, se le rompe al manipularlo y se corta la mano. La escena termina.
Comienza la acciòn en el hospital con el Dr. House ingresando al vestuario buscando a Chase, comienza a decirles a los presentes de su equipo de trabajo los sìntomas de una paciente, 16 años, vòmitos, fiebre alta, ojos rojos. Alguien nombra un resfrìo pero èl dice,”la viruela”.

La ùnica mujer del grupo le dice que la viruela se extinguiò hace màs de 30 años a lo que House le responde que estaban en las bermudas, un lugar donde habìan hundido un buque holandès porque llevaban viruela a bordo.

Se produce el siguiente diàlogo;”los virus no sobreviven en el agua”, “el virus estaba en un frasco”, “¿Un virus puede sobrevivir en un frasco 200 años?” House hace un llamado y le responden que teòricamente si. Da orden de aislarla y vacunar.

Luego se ve a los mèdicos vestidos con equipo especial para tratar con enfermedades infecciosas revisando a la paciente, quien manifiesta su deseo de saber acerca de lo que tiene, la escena se corta.
Sucede una escena con el Dr. Wilson hablando con una niña (paciente ella) y su madre sobre el tratamiento a seguir en la brevedad hasta que recibe un mensaje de texto de House, el Dr. Wilson deja la sala para ir al encuentro con House. Este le cuenta de una situaciòn que lo preocupa referida a Cuddy, quien lo libera de pagarle las horas atendiendo pacientes en la clìnica. Quiere averiguar lo que pasa ya que asegura que ella no se comportarìa asì gratuitamente. El Dr. Wilson no le presta atenciòn a su reclamo.

Luego el capìtulo transcurre en la discusiòn sobre el caso de la viruela, al realizar una evaluaciòn exhaustiva de la paciente, descubren que no es viruela. Mientras llega a la sala donde està la paciente un equipo de infectòlogos que dan la orden de cerrar el hospital debido al diagnòstico, tambièn da orden a House y su equipo de retirarse del caso porque a partir de ese momento el que da a cargo a lo que House no responde y se dedica a recabar informaciòn de los casos antiguos y del diario del capitàn del buque hundido encontrado en internet en versiòn PDF. House se pone en contacto con una mujer que trabaja en una pàgina pornogràfica vìa internet para que traduzca el diario. Comienza todo el debate sobre el diagnòstico, el cual House asegura no es viruela pero no consigue colaboraciòn de parte del infectòlogo.
Finalmente House entra al sector en cuarentena donde el segundo paciente infectado (padrastro de la joven), muere, quedando el atrapado allì debido al aislamiento y a la poca colaboraciòn del mèdico infectòlogo a cargo. Su equipo se reùne para resolver el enigma del diagnòstico debido a que hay indicios que descartarìan la viruela pero tampoco tienen nuevos datos para refutar definitivamente ese diagnòstico. La doctora de su equipo, Masters, decide buscar màs informaciòn en el diario de viaje del capitàn, la que hace de traductora comenta sobre un gato que muriò, dato que le llama la atenciòn a la Dra. quièn pregunta màs acerca de la muerte del felino, y al saber que èste habìa perdido pelo, le surgiò la idea de que no era la viruela la causa ya que los gatos no se contagian de tal enfermedad pero si de otra que es tratable con antibiòticos.

Acto seguido lo confrontan al infectòlogo con la nueva hipòtesis pero este se ve renuente de aceptar otra posibilidad, ella se dirije a House pasàndolo por alto al mèdico y le comunica la nueva informaciòn. Finalmente House apoya su teorìa y descubren que estàn en el camino correcto. El mèdico da la orden de tratar a la paciente con antibiòticos y se salva.

El caso paralelo que trata Wilson se ve complicado debido al cierre abrupto del hospital, la paciente debe someterse a un tratamiento de quimioterapia pero decide no comenzarlo hasta que su madre le traiga su muñeco de peluche (una oveja) que quedo en su casa. Wilson decide hablarle para convencerla pero la niña se niega, entonces, le pide ayuda a su novia màs precisamente que le compre un nuevo muñeco y se lo regale como si este fuese el suyo. La niña al recibir el peluche se muestra alegre pero pregunta “¿porquè mi muñequito puede entrar y mi mamà no?” acto seguido le tira el nuevo muñeco en la cara a Wilson.

La historia de la niña termina con la novia de Wilson explicàndole que el engaño al que habían incurrido ellos como adultos fue para que ella hiciera lo correcto.

El capìtulo termina en la oficina de Cuddy en un diàlogo de ella con House, quien la invita a desayunar y ella se niega recriminàndole una mentira de su parte que no parece dispuesta a dejar pasar.

Relaciones entre los personajes:

House se acerca a la clínica para pagar las cuatro horas que le debe a Cuddy pero ella lo libera no dándole lugar al diálogo ni explicación. De aquí se desprende el motivo del mensaje de texto que le envía a Wilson.

El Dr. Broda es el Jefe de Infectologìa quien es convocado a investigar el caso de viruela ingresado al hospital. Broda trae su equipo de trabajo y releva a House dejándolo fuera de todo debate.
El equipo de House trabaja independientemente sobre el posible diagnòstico.

La mujer contratada por internet para traducir la bitácora del capitán del buque infestado con el virus de la viruela y Masters son cruciales a la hora de dar con el diagnòstico diferencial.

Síntesis

La escena comienza en el laboratorio donde dos personas del equipo de House analizan las primeras extracciones de sangre de la paciente infectada de viruela, tal análisis descarta dicho virus, “el conteo de glóbulos están muy bajos, sugiere otra infección”. Luego van vestidos de un equipo especial para evitar el contacto directo, a resisar minuciosamente el cuerpo de la adolescente y encuentran sarpullido que indica que no es viruela, mientras llega el equipo CDC, y se escucha “porfabor, salgan del cuarto, soy el Dr. Broda Jefe de Control de Infecciones y sus trajes no son adecuados” a lo que house responde que no es necesario “porque el sarpullido debajo de los brazos indica que no es viruela”

El Dr. Broda replica “la viruela puede presentar sarpullido”, decide esperar resultados para dentro de 18 horas, acción que marco como primer indicativo de la posición a tomar por el sujeto.

Ambos equipos se dedican a trabajar en el diagnóstico de manera diferente, el equipo de House se reúne, debate y buscan información desde donde pueden porque saben que “18 horas” es demasiado tiempo y no lo tienen, ante la negativa de Broda a dejarlos acercar a la paciente, investigan desde el diario de viaje del capitán del buque hundido. Foreman le acerca un dato a Broda para que le permita usar sus equipos pero éste se niega a tomarlo en cuenta y le dice “vienes con un diagnóstico débil, incluso ofrezco investigarlo y no te parece suficiente”.

Al descompensarse el segundo paciente, quien estuvo en contacto directo con la niña, la pregunta es ¿porqué otros dos familiares en la misma situación no se contagiaron?

El contagio de este paciente se debió a que estaba inmunodeprimido por un cáncer volvió después de seis años de remisión haciéndolo más vulnerable a la infección lo que provoca su muerte, dicho paciente es tratado por Broda por viruela una vez más y omitiendo leer su historial médico.

“¿Tiene alguna prueba de que fue el cáncer?”, “¿Usted conoció a Janet Parker?”, le preguntó a House.

Allí sucede la escena en la que Broda cuenta lo que sucedió mientras trabajaba con el virus de la viruela. “En 1978 trabajando en la universidad en Inglaterra, alguien del laboratorio, ”Janet Parker”, murió cuatro días más tarde, algo del virus se diseminó por los ductos de ventilación. El responsable del laboratorio estaba tan destruido que se suicidó”

Como respuesta House ingresa a la habitación del enfermo terminal para darle otro tratamiento no aprobado por Broda quien se muestra muy ofuscado por el proceder de House, le advierte que no podrá dejarlo salir por haberse contagiado.

La siguiente escena es la que marca el cambio de actitud de Broda ante el procedimiento y es cuando el equipo de House consigue información crucial que daría cuenta del diagnóstico errado del infectólogo, le cuentan que en el diario del capitán estaba registrada la muerte de su gato, quien antes de morir había perdido el pelo, entonces, daría cuenta de una enfermedad llamada Rickettdiosis ya que los gatos no portan viruela y además esa enfermedad es tratable con antibióticos. Broda da su argumento en contra e insiste en ratificar a la viruela, le hacen la observación de que hace seis horas que no se acerca al paciente, en consecuencia Masters da por terminada su discusión y dirigiéndose a House, lo confronta con la nueva información exigiéndole que busque escaras, de haberlas se confirma que ella tiene razón. Finalmente el paciente tenía escaras en su cuerpo, el Dr. Broda se queda estupefacto y sin palabras por unos segundos no obstante da la orden para que traten a la paciente con antibióticos para la rickettsiosis.

El personaje sobre el que desarrolle el circuito de responsabilidad fue el del Dr. Broda porque es un especialista con grandes aptitudes y al ser convocado en un caso tan delicado demuestra que posee el conocimiento apropiado ya que lo ponen a cargo por sobre la conocida capacidad del protagonista, aunque a lo largo del capítulo se muestra obtuso en su manera de trabajar. Este médico pone el acento en hacer lo correcto, sigue los pasos acorde a su conocimiento científico, acorde a su universo preestablecido, y ocurre que quien abre su universo en esa actitud desfachatada pero necesaria poniendo en evidencia su equivocación; es una doctora joven a quien no toma en cuenta. Tomé el relato que el propio Broda hace sobre el episodio donde pierden a una mujer por la viruela, a modo de hipótesis clínica, en su discurso falta información ya que habla de un responsable pero no dice quien era, también el se ubica en ese grupo de trabajo pero aclara que papel jugó en el evento. A la única que le da un nombre es a la mujer que murió pero no se sabe si era colega, sólo dice alguien del laboratorio.
Basándome en el modo de manejar el caso infiero que Broda se ve enfrentado a revivir esa secuencia de su pasado que no pudo ser superada, hasta el momento que el cuenta los hechos se niega a investigar otras posibilidades, las posibles hipótesis hasta dar con la verdadera. Broda se situó en una posición infranqueable, a pesar de que los indicios le demostraban “el error”, el recuerdo de lo que posiblemente alguien hizo mal y el ahora se ve obligado a reparar o lo que lo lleva a pagar una deuda que tiempo atrás debió pagar “el responsable” con su suicidio. Infiero que el error que pudo haber costado la vida de la mujer, pudo haber sido de manipulación lo que provoca su necesidad de hacer lo correcto en el caso actual. Pero puedo invocar el azar, tomando palabras de Juan Carlos Mosca, al plantear que los hechos se encadenan azarosamente para producir finalmente ese penoso resultado. ¿Cuál es la importancia de cómo se ubique el Sujeto frente a eso que “le ha sucedido”? No se trata de utilidad práctica para la justicia, para formar una opinión respecto de su “moral”, ni para cambiar algo de los hechos. Pero sí es importante para el mismo sujeto.

Eso inesperado e impensado que la ha sucedido lo toca de cerca, “realmente “ o toca. No es puro “bla-bla”.

Broda está tomado por la culpa por eso que ha sucedido, (jefe del equipo debió hacerse responsable), ya no es un científico y es lo que lo lleva a “el hombre” a perder la objetividad en la investigación ya que debe pagar por el pasado y hacer lo correcto, pero como hombre actúa desde donde “moralmente” el siente que debe responder por lo hecho pero “es la culpa, lo que lo obliga a responder” . Parece ser tal el peso que tiene para Broda ese recuerdo que no es objetivo en cuanto a la muerte del segundo paciente que enferma, quien se confirma que lo que se juega en contra de este es el avance del cáncer en conjunción con el virus que lo ataca de manera mortífera porque su organismo estaba inmunodeprimido haciéndolo más vulnerable, esto lo ubico como un elemento de necesidad, explicación que también responde al hecho de que la madre y el hermano no se hayan contagiado estando todos en igualdad de posibilidades, sin embargo Broda aún debe responder a esto con la viruela. “Es necesario en sentido lógico, que la culpa obligue particularmente una situación”…”la culpa de la que hemos hablado hasta aquí, depende de una operación eminentemente simbólica: la interpretación subjetiva”.

Es sabido que Broda no tuvo la intención de provocar la muerte del hombre ni tampoco provocar la gravedad de la adolescente, sino que su deseo esta puesto en hacer lo correcto incluyendo salvar a la paciente aunque hacer lo correcto sea hacer lo incorrecto, ya que deberá hacer lo correcto para salvar la vida de la adolescente.
Se enfrenta, entonces, a la decisión de seguir adelante con su postura o acceder a lo real de la situación, las escaras en la espalda del paciente, y el hacer lo correcto se desliza a reconocer el diagnóstico de “rickettsiosis” y aplicar el tratamiento adecuado.

D’Amore dice que se necesita de la interpelación subjetiva que ponga en marcha el circuito. Luego la culpa obliga a una respuesta. La retroacción que genera la interpelación resignifica porque liga los elementos disonantes, es decir un tiempo resignificado por la interpretación a través de la culpa, la culpa hace que retorne sobre su acción. La deuda económica y moral del deber, entran en juego a partir de la interpelación. Esta obligación a responder la pone en marcha la estrepitosa acción de Masters ante la pasividad de Broda, este queda perplejo unos segundos al confirmar su error y rápidamente actúa. Pero no actúa dejándose llevar por su deseo de hace lo correcto, sino que actúa desde la ética, dejando su propia satisfacción de lado en fabor del bienestar de una paciente. En palabras de D’Amore eso implica la noción de acto, y es ético, porque es el acto en que se produce un sujeto de deseo inconciente.

Referencias

D’ Amore, Oscar: (2011) “Responsabilidad subjetiva y culpa”. La transmisión de la ética clínica y deontología. Letra Viva. Buenos Aires.

Mosca, Juan Carlos: (1997) “Responsabilidad: Otro nombre del Sujeto”. Ética. Un horizonte en quiebra, Oficina de Publicaciones del CBC, Universidad de Buenos Aires, 1997.



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