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El rol del psicólogo

por Nappio, Alejandra Irene

Universidad de Buenos Aires

Resumen

Las críticas y análisis de esta serie que se leen están centradas en la dinámica de los adolescentes y su paso por la escuela secundaria; los diferentes modos en que son tratados algunos de ellos por sus pares y cómo son objeto de bullying, discriminación, abuso físico, uso de alcohol y drogas. El suicidio también es analizado en diferentes perspectivas, como opción de algunos jóvenes que atraviesan esta etapa, y la inmadurez emocional de ellos para entender y expresar lo que sienten. Si bien en la serie estos temas abordados son de gran interés, la propuesta en este análisis es: analizar el rol del psicólogo consejero en la institución, tema tal vez trillado en este ámbito pero se tratará de darle un viraje distinto. Más allá de cuestionar si el psicólogo consejero de esta serie, llamado Porter, ejerce bien o mal su rol en la institución escolar secundaria, se propone pensar qué otro hacer del consejero podría haber cambiado el final de Hannah.

Palabras Clave: Contratransferencia | Singularidad | Responsabilidad

Serie: 13 Reasons Why - basada en la novela de Jay Asher.

Traducción al español: Más allá de las Razones.

Temporada I Episodio 13

“El psiquismo requiere una red de apoyos solidarios: el cuerpo, vínculos continentes, grupos, condiciones sociales contenedoras. Esos apoyos son esenciales para el equilibrio psíquico. Ante pérdidas que desorganizan, el individuo que vive la experiencia de ser en su interior un grupo dividido busca en un grupo real la imagen de su unidad perdida y el apoyo necesario para superar el desamparo dado por la quiebra de aquellos equilibrios. El encuentro de ese grupo real es necesario para la reorganización psíquica y la elaboración de la crisis. Los conjuntos en los que se apoyan las condiciones del psiquismo requieren identidad y coherencia y esa identidad y esa coherencia dependen de condiciones y modificaciones del adentro y del afuera”. Héctor Juan Fiorini

Introducción

La serie cuenta la historia de Hannah, una adolescente que se suicida abrumada por ciertas circunstancias vividas en la escuela secundaria. Todas estas tristes y complejas experiencias de las que fue objeto y a veces testigo involuntario de alguna de ellas, son grabadas una vez que ha tomado la decisión de morir: se escucha su voz relatando todo en siete casetes y están dirigidos a trece personas que ella hace causa de su suicidio. Deja una copia de esos casetes a un amigo y otra copia es enviada a la primera persona que Hannah siente que la defraudó; esta persona luego de escuchar todas las cintas debe pasarla al siguiente destinatario que ella dice en la grabación. El desarrollo de cada uno de los capítulos es la puesta en escena del relato de Hannah y el protagonista de dicho capítulo es aquel que la defraudó. Las cintas llegan a Clay, un compañero de clase de quien estaba enamorada y con quien mantuvo una relación. Clay escucha cada una de las grabaciones y cuando llega a la cinta donde él es el protagonista duda, tiene miedo. ¿De qué lo culpará Hannah? Toma coraje y la escucha, él es liberado de su culpa por las palabras de su enamorada, que solo le habla para decirle que él no debería estar en esa lista. Luego de escuchar la grabación número trece, que es la grabación de la entrevista con el señor Porter, decide ir a verlo pero antes quiere que quien violó a Hannah confiese, con este fin va a ver al autor de dicha violación y soporta una terrible golpiza de éste, pero logra su objetivo, graba la confesión del joven que violó a Hannah. Ahora sí está listo para entregar las cintas al último protagonista de la grabación número trece, el psicólogo consejero, señor Porter.

Un último Intento…

Este es el último episodio de la primer temporada de la serie. Clay tiene en su poder las trece razones que Hannah ha grabado y que ya fueron escuchadas por cada uno de los protagonistas de cada lado del casete, él sumó la número catorce que es la confesión de quien violó a la adolescente, el joven Bryce. Para poder entender qué pasó en la entrevista de Hannah con el consejero y por qué según Clay, éste no la ayudó ,decide ir a verlo y lleva los casetes. En este capítulo en forma paralela se desarrollan las escenas donde Hannah va a ver al psicólogo consejero de la escuela, y la interpelación, luego del suicido de la joven, que Clay le hace al señor Porter. Tal vez este paralelismo de las escena permite dejar abierta la trama de la siguiente temporada, ¿­qué pasará con el señor Porter en cuanto a su función como consejero y con respecto a su rol de esposo y padre? ¿Reflexiona su quehacer en su profesión o está convencido que hizo lo que correcto? En cuanto a Clay se deja ver en el final de la entrevista, que él hace un giro en su vida, decide no dejar pasar una nueva oportunidad para de alguna manera no cometer el mismo error.

La última grabación de la joven se refiere al señor Porter, como se dijo antes, allí cuenta lo que pasó cuando fue a verlo. Así se ve en la escena, lo no visto en capítulos anteriores, como Hannah pide ayuda en ese espacio pero no logra conseguirla. Clay interpela al señor Porter por no ayudar a Hannah y éste trata de hacerle entender que fue decisión de ella lo que hizo y que tal vez nadie podía haber cambiado el desenlace…

Vemos en la pantalla cuando el señor Porter recibe a Hannah y la invita a sentarse, ella comienza a hablar, él observa su celular que suena, lo deja de lado; comienza preguntándole cómo se siente. “¿Ahora?”, pregunta Hannah, “ahora mismo perdida, creo, vacía”. “¿Vacía?” pregunta el consejero. “Sí, no siento nada, es como si no importara nada”.

Durante la charla el celular vuelve a vibrar y distrae a ambos. Le pregunta por sus amigos, por Clay, sus padres; ella no cree tener amigos y supone que Clay la odia, dice no ser la hija que sus padres merecen tener. El consejero intenta hacer que le explique a que se refiere, pero ella no se anima a hablar, son tantas cosas que la abruman. “Parece que necesitas algo y no lo tienes”, le dice el consejero; “comencemos por ahí…”

“Necesito que pare… necesito que todo pare, la gente, la vida…”. Comienza a llorar. “¿Qué pasó, Hannah, cómo llegaste hasta aquí?” pregunta el consejero; “una cosa tras otra”, contesta ella. Comienza a relatar que fue a una fiesta, vibra nuevamente el celular, él pregunta que pasó en esa fiesta, si tuvo un encuentro con alguien; parece incomodarse al preguntar, ella lo percibe y le reclama… “usted no quiere hablar de esto”, le dice. Él prejuzga, le pregunta como si ella hubiese provocado aquello que él supone y lo que ella no puede poner en palabras, que un chico llamado Bryce, del último año de la escuela, la violó. Suena el teléfono, esta vez es el de línea, el consejero levanta el tubo del teléfono y corta bruscamente. Sigue interrogando, pide el nombre del chico, pero ella no puede dárselo, solo si él promete que éste chico irá a la cárcel, y que no tendrá que enfrentarlo le dará su nombre; el consejero no puede prometérselo, pero sí le asegura que la protegerá. Le cree, pero no puede hacer nada si ella no habla; por lo cual le dice que sólo queda seguir adelante. Hannah se levanta y le dice que eso intentará, superarlo y seguir adelante con sus cosas, el teléfono vuelve a sonar, el consejero intenta decirle que hay otras opciones, se levanta de su sillón e intenta detenerla, ella se niega, le dice que cree que ya está resuelto, le da las gracias y se va. El consejero la llama, pero ella ya cerró la puerta… y el teléfono vuelve a sonar insistentemente…

Ella cree haber sido clara. Espera en el pasillo de la escuela, atenta, alerta…sigue grabando su voz. Nadie va a detenerla, el señor Porter no viene a su rescate. Se siente invisibilizada, suena el timbre y salen los estudiantes de las aulas, pero nadie parece verla.

Por otro lado la escena de la visita de Clay al señor Porter comienza en la recepción. Clay le pide poder charlar con él, éste lo conduce a su oficina, una vez allí le pregunta de qué quiere hablar.

El joven le dice que quiere hablar de Hannah, le cuenta que él no pudo darse cuenta lo herida que ella se sintió, el consejero le explica que nadie tuvo que ver con la decisión de la joven, tanto él como los otros compañeros. Clay se pregunta y le pregunta por qué tomó esa decisión, a lo que el consejero le responde que eso no podrán saberlo. “¿Pero si supiéramos qué hicimos mal?”, lo interpela Clay.

“Somos imperfectos, amamos la imperfección. Hacemos lo que podemos, podemos ver señales y tratar de entender los problemas pero aun así, te falte algo. Tengo que vivir con eso”; responde el consejero. “Hannah vino a verlo” comienza diciendo Clay y aquí empieza la interpelación, casi una discusión, donde Clay le reclama que no hizo nada por Hannah. El consejero comienza a incomodarse, niega haber visto a la joven en su oficina, pero Clay le asevera que sí la vio, que ella fue a verlo y que le dijo que la violaron, él le explica que ante una situación así a él le exigen ir a la policía pero que para ello debe tener un nombre, entonces Clay se lo da. Aquí nuevamente el consejero quiere parar la conversación. ¿Por qué lo hace? ¿No se atreve nuevamente a romper las normas y tomar otra posición? ¿O prefiere conservar su trabajo? ¿Qué es lo que lo incomoda, el juicio acusador de un joven estudiante o la culpa?

“Creí en la palabra de Hannah, que es lo que usted debió haber hecho”, le increpa Clay, “tengo la confesión de Bryce, él violó a Hannah”. El consejero insiste en dejar ese tema y Clay acepta, pero le pregunta si quisiera saber qué pasó cuando Hannah se fue de su oficina. Comienza a relatar lo dicho por la joven en la grabación, luego sigue describiendo los últimos minutos de vida de la joven, relatando la forma en que se suicidó, el primer plano de la cara del consejero bañado en lágrimas, su suspiro de ahogo, deja escapar la expresión: “es poderoso y doloroso imaginar cómo fueron los últimos momentos de Hannah”. Poderoso podría ser la expresión que libera de la incertidumbre al consejero, del porqué del accionar de Hannah. Pero Clay le dice que lo sabe, le entrega las cintas y le dice que cada uno de los protagonistas de las cintas sabe qué hizo y qué no hizo para que Hannah se suicidara. El consejero es el último destinatario y quien debe decidir qué hacer con las cintas, ya que Hannah no dejó instrucciones después de la última grabación. El consejero lo escucha cabizbajo, Clay se levanta, se está yendo, pero desde la puerta le dice que todos deben mejorar y cuidarse mejor. Sale al pasillo y encuentra a una compañera muy particular que parece no encajar en la escuela, a quien invita a salir… No dejará que vuelva a pasar lo de Hannah.

Así queda el consejero en soledad con su acto, debe tomar una decisión, frente a la caja con las trece razones por las que una joven que fue a buscar ayuda en él y ha terminado suicidándose.

El psiquismo requiere una red de apoyos solidarios: el cuerpo, vínculos continentes, grupos, condiciones sociales contenedoras” (Fiorini) ¿Cómo se puede definir la red de apoyo? Serían tal vez aquellos lazos que Hannah intenta hacer y con los que se identifica, compartiendo así un imaginario colectivo que le permite su pertenencia a la comunidad educativa y por otro lado los lazos filiatorios.

El cuerpo, primero unificado reflejo de sus pares y sostenido en la identificación con sus padres, que luego se fragmenta, recortado por el filo de la calumnia, la traición y el ultraje de los que creyó sus amigos.

Las condiciones sociales contenedoras la abandonan; la escuela, sus compañeros y el señor Porter, él en particular porque es quien cumple la función de contención en esa institución y es el último a quien Hannah recurre como salvavidas para seguir adelante. El consejero rompe esa red de apoyo, su función es sostenerla y sin embargo la deja caer, no sabe cómo o no puede en ese momento darle el hilo que la una a esa trama de la red y la una nuevamente a ese mundo conflictivo pero soportable que es la escuela. Todos cierran la posibilidad a Hannah de ser contenida, no pertenece más allí; su familia, otro continente de pertenencia y apoyo del que ella se excluye, se derrumba, no es lo suficientemente buena para sus padres. Nada está bien, la caída estrepitosa de su mundo debe cesar… “Que la vida pare…”, como dice la protagonista.

“Que la vida pare” ¿Cuánto encierra esta frase? Si bien es Hannah quien la expresa, ¿cuánto desea el señor Porter lo mismo? Para Hannah es el fin de su vida, así lo decide acabar con la angustia, el sufrimiento, la culpa y la fragilidad de su psiquismo. No puede con todo, no tiene herramientas para afrontar ese mundo que la aplasta. Pero el señor Porter es un adulto, un profesional capacitado se supone justamente en cómo lidiar con el sufrimiento psíquico y puede o debe acceder a la supervisión de otro, que lo acompañe, que lo guíe en su hacer. Nada de esto parece haber hecho el consejero. Pero él también perdió la red de contención, su esposa no lo comprende, el director de la escuela deja claro que la institución debe quedar fuera de responsabilidad.

La responsabilidad del consejero

Proponemos pensar que el rol del psicólogo en las instituciones se configura a partir del lugar que este es capaz de ocupar, a partir de interrogarse sobre como intervenir y desde donde intervenir en el contexto institucional” (López, 2011).

Cuando un psicólogo trabaja en una institución, está atravesado por las normas deontológicas y morales de ellas, esto pone en juego varias cuestiones personales también de aspectos éticos y morales. ¿Desde dónde pensar la práctica? Cada profesional debe elegir como posicionarse ante estas variables (dimensiones normativas, vincular y operativas) y hacer su trabajo. Cada institución produce modos singulares de producción de subjetividades y el psicoanálisis permite el análisis de las dimensiones de esas subjetividades, lo fantasmático, lo histórico individual y lo histórico colectivo.

¿Cómo se posiciona el señor Porter, siendo un eslabón entre Hannah y la institución? Su posición es regirse por las normas. Obviamente no es un buen día para él cuando recibe a Hannah, ha tenido una discusión la noche anterior con su mujer, quien le demanda más tiempo y ayuda para la familia, acaban de tener un bebé y su mujer se siente abrumada, cree que su marido trabaja más de lo que debe. Esta situación familiar hace que en la visita de Hannah, al día siguiente, no esté tan atento al relato de la joven, sabe que el celular vibrando insistentemente es su mujer presionando. ¿Cómo separar sus roles? Hannah ahí reclamando un tiempo de escucha y contención, por otro lado su esposa reclamando lo mismo.

Tal vez debió apagar desde el comienzo el celular y escuchar a Hannah, lograr instalar en ese espacio al menos un buen rapport, para luego dejar que la transferencia se instale, lazo esencial en un análisis, donde el paciente proyecta en la figura del profesional ciertos afectos inconsciente. En el espacio de consulta de Hannah por el contrario pareciera que en ese tiempo de charla se instaura la contratransferencia, el psicólogo se deja atrapar por las manifestaciones inconscientes de Hannah, él se encuentra también en una red de conflictos, abrumado por las responsabilidades. ¿Él también querría que todo pare? La dependencia de una institución y el regirse completamente por sus normas hace que a veces se pierda el objetivo principal de la profesión, que es asistir, aliviar, escuchar, visibilizar, estar, intervenir, a aquél que padece del sufrimiento psíquico.

Trabajar en una institución implica compartir el universo fantasmático y organizacional de dicha institución, el sujeto se encuentra atravesado por la institución y a la vez la institución atravesada por la cultura y lo socio-histórico. La complejidad misma de las instituciones requiere de una batería de recursos teóricos y prácticos que hacen a la profesión. El objetivo del psicólogo en una institución es en definitiva el de psicohigiene, promover la salud y bienestar de quienes la componen.

“¿Cómo se realiza el trabajo de tomar una posición en el campo y sin embargo poder hacerla dinámica de modo de no imponer sentidos, de poder interrogar, escuchar, intervenir?” (Pedrosian, 2003).

Cuando se está frente a un paciente se pone en juego una serie de conceptos, uno de ellos a tener en cuenta es la singularidad de la situación. Se poseen muchas herramientas si se está bien capacitado y actualizado en cuanto al marco teórico, pero ello no los hace buenos profesionales si no pueden percibir que en cada paciente debemos ver su singularidad. ¿Cómo hacerlo? Trabajando con el recorte de esta serie podemos decir que el señor Porter no alcanzó a ver la caída estrepitosa del mundo en Hannah. La singularidad de la situación en que está inmersa Hannah, no pudo ser visibilizada. ¿Cómo hacerlo? Haciendo un recorte en el universo escolar en el que se halla, intervenir más allá de la moral y las normas que atraviesan al señor Porter, aún más allá de sus propios problemas familiares. No era necesario que ella ponga en palabras lo que la angustiaba, las manifestaciones emocionales de su cuerpo, el llanto, la angustia, su mirada y el lenguaje que la abandona, muestran que su cuerpo habla. El inconsciente se hizo presente en una frase corta y simple, “que la vida pare” Cómo darle sentido a esto, cuando está ya cargado de sentido: la cadena se rompió, nada parece soldarla. Si bien el consejero trata de indagar, para que Hannah descargue su angustia en palabras, ella no puede, no sabe cómo hacerlo, allí es donde hay que intervenir y proveer herramientas al paciente para que pueda saber hacer con aquello que lo angustia y aquí es donde se pone en juego todos los artificios de un profesional.

Cuando se presentan estas situaciones singulares, es necesario partir de la capacidad de correrse de la posición de saber, de las normas institucionales, manteniendo la apertura a situaciones únicas que hacen del paciente el único protagonista de dicha situación. El consejero se equivoca cuando interviene y le dice que afronte la situación y siga adelante; tal vez si esperaba, daba espacio al silencio, Hannah hubiera contado por qué y cómo llegó a esa situación. Debió dejar abierta la posibilidad del dialogo, pero abrumado por sus propios conflictos, acorta el espacio de escucha.

“Se quiebra el horizonte moral y adviene la Dimensión Ética” nos dice Ignacio Lewkowicz, y con ello aparece la responsabilidad, aquella que interpela al sujeto y debe responder. ¿Cuánto de la responsabilidad del psicólogo se puso en juego en esta escena? Hablamos de la responsabilidad ética y no moral, en este caso, aquella que se pone en juego frente a situaciones singulares como en este episodio.

Si hablamos de responsabilidad profesional, estamos dentro del marco deontológico y jurídico, donde el sujeto debe responder por sus actos como sujeto de ley. Hablaremos más adelante del señor Porter posicionado en este marco. Ahora lo que se quiere analizar es cómo el señor Porter se ubica frente a otro tipo de responsabilidad, aquella que va más allá de los parámetros mencionados, es la responsabilidad que pone en juego el devenir de sus propios marcos éticos y morales y que interpelan su saber y lo motivan a cambiar de posición, de sujeto de ley a sujeto Otro, responsabilidad aquella que abarca la dimensión clínica, dimensión que contempla el sufrimiento psíquico del paciente. Sí bien se sabe cuál fue la decisión de Hannah, ¿qué parte de responsabilidad le corresponde al señor Porter en esta decisión?

Nos centramos nuevamente en la visita de Clay al psicólogo, y como éste lo interpela. Clay pone en juego la culpa y la inoperancia del profesional, pero varias veces el profesional recurre a la justificación del secreto profesional y le dice que no puede contarle si Hannah fue a verlo, no podría decirle nada; a la falta de pruebas para actuar, pareciera que nunca pone en discusión su hacer.

Pero no es así, se lo observa incómodo e inconsistente en su decir, y luego cuando escucha la cinta se derrumba, allí está dudando de su hacer, solo frente a su actuar con Hannah. ¿Cómo llegó a esto? La escucha del casete lo interpela, el juicio acusador lo abruma. ¿Qué hacer con eso? Cuando ya no hay manera de ayudarla o cambiar el camino que ha tomado Hannah, ¿cómo vivir con esto? ¿Qué puede justificar la no acción, la negligencia, el no intervenir el no escuchar, cómo calmar o hacer desaparecer esa angustia que acontece?

En uno de los episodios anteriores, hay una escena donde el señor Porter tiene una charla con el director de la escuela, éste le pregunta y a la vez afirma que no hay nada que responsabilice a la institución y se va de la oficina del psicólogo. El señor Porter toma su agenda y arranca una hoja, se supone que es donde está registrada la visita de Hannah. Este escena es anterior a la visita de Clay y demuestra la posición que ha tomado el consejero, borrar rastros de Hannah en su quehacer profesional en la escuela.

Pero ahora está la grabación de Hannah, prueba física y legal, conocida por todos los protagonistas de esta historia. Y aquí es donde queda al descubierto lo que dejamos en suspenso en párrafos anteriores, la responsabilidad profesional, aquella que se asume consigo mismo, la comunidad y con el paciente. El consejero posicionado como sujeto de ley, que responde a las normas impuestas por la institución, arranca la hoja de su agenda para salvar la escuela de una demanda, pero también aquí, escapa de la responsabilidad jurídica, destruye pruebas; pero pronto se dará cuenta que igualmente caerá sobre él la ley, Hannah ha dejado su testimonio.

Terminando este análisis se propone dejar abierta la discusión sobre cómo o cuál hubiese sido la intervención psicoanalítica que pudiera haber cambiado la decisión final de Hannah. ¿Existe alguna?

Bibliografia

Álvarez Pedrosian, E. (2003). La escucha activa en la comprensión crítica. En J. Barceló (Comp.), Sociología Clínica (pp. 81-86). Montevideo: Universidad de la República.

Fiorini. H. J. (1984) Estructuras y Abordajes en Psicoterapias, Buenos Aires: Nueva Visión.
https://psicopico.com/analisis-de-la-serie-por-13-razones-13-reasons-why-con-un-poco-de-psicologia/#comments

Laplanche y Pontallis (2004), Diccionario de Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.

Lewkowicz, I. (2004). Paradoja, infinito y negación de la negación. Texto establecido por Sebastián Gil Miranda. Material de cátedra. Psicología, Ética y Derechos Humanos. Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

López, G.A. (2011) El rol del psicólogo en las instituciones, una lectura clínica en articulación con la ética profesional y la responsabilidad. Congreso Internacional de Investigaciones de la Facultad de Psicología. La Plata, Buenos Aires.

Vitale, N.; Civale, V. (2010). La Psicología Institucional como modalidad de Intervención Profesional. Ponencia presentada en Agosto de 2010,en la Tercera Jornada de Salud Mental del Municipio de Ituzaingó, Buenos Aires.



NOTAS





COMENTARIOS

Mensaje de Fanny Novack  » 31 de octubre de 2017 » novack_fanny@hotmail.com 

Me interesa el abordaje de la serie poniendo el acento en el consejero profesional de la escuela. Y en ese sentido como queda develado la falta de cumplimiento del rol "adulto" para con Hannah; la falta de contención, de escucha y de registro de lo que a esta adolescente le acontecía. Sus recursos simbólicos fueron puestos en juego como señales que mostraban su acontecer psíquico, su malestar. Mientras los adultos no podían leer esas señales porque estaban metidos en sus propias realidades: los padres en que su negocio no quebrara, el consejero en atender las demandas de una esposa, con un hijo pequeño. Existían otras prioridades antes que Hannah.
Y ese "Sujeto Ley" lease Consejero, lease Padres, no pudieron contener y otorgarle los bordes necesarios a una Hannah desbordada, cuya liberación la encontró con el pasaje al acto. Utilizó para ello las hojas de afeitar del negocio paterno.
Mucho para seguir reflexionando acerca del rol de los adultos, para con los adolescentes.



Mensaje de Gabriela Marquez  » 21 de septiembre de 2017 » gabrielamarquez@psi.uba.ar 

Es interesante poder abrir el debate a los temas que la serie convoca en cada uno de nosotros.

Analizar como todo el tiempo se pone en juego el sentimiento de culpa y su contracara, el desinterés, como mecanismo de anulación de lo acontecido en los personajes.

El sentido de responsabilidad institucional, familiar, en tanto que son los adultos quienes deberían brindar espacios de escucha, donde cada subjetividad pueda ser alojada.y contenida.

Interrogarse por qué Hannah teniendo recursos literarios y narrativos no puedo enfrentar la situación y realizó un pasaje al acto. Lo paradójico es que a partir de ese momento, deja de ser invisible para sus pares, la institución y la familia. Las cintas pasan a ser "la voz de la conciencia" de sus compañeros, una voz que comienza a atormentar y cobra relevancia para el destino de todos. Hannah está más presente y visible que nunca desnudando en cada uno las razones de su padecimiento. Esa palabra clausurada, intenta circular, generar sentidos, reflexiones y cuestiona esteriotipos.

Un interrogante que puede plantearse frente a las críticas de mostrar una escena de suicidio, violación o consumo de sustancias en una serie televisiva, son que modelos identificatorios se le ofrecen a los adolescentes, en una sociedad donde ya no es solamente regulada por el mercado, donde todo se transforma en un objeto de consumo, sino que el goce pasa a primer plano, convirtiéndose en una herramienta de control social y disciplinamiento de los cuerpos.

En este sentido, no me parece poco relevante analizar qué condiciones brinda la escuela para que los adolescentes puedan sentirse valorados en su singularidad por las personas adultas y sus pares, sobre todo en una institución que lleva por nombre: Liberty.



Mensaje de Gonzalo Rosetti  » 11 de septiembre de 2017 » gonzalorosetti@hotmail.com 

Esta serie fue y es muy cuestionada, muchos opinan que incita al suicidio, otros que ayuda a concientizar. Pienso que la concientización es clave, ayudando tanto a los adolescentes, a sus familias, a las escuelas, clubes o lugares de inserción de los jóvenes. Se tocan temas propios de la adolescencia que son necesarios hablar y no mirar para otro lado.

El suicidio la mayoría de las veces es un proceso, y no se da de un día para el otro. El señor Porter oyó pero no escuchó, no pudo alojar y contener a Hannah. No pudo ubicar un posible riesgo para sí o para terceros cuando por ejemplo ella expresa “necesito que pare… necesito que todo pare, la gente, la vida”. Aquí hubiese sido necesario que Porter preguntase ¿que es lo que tiene que parar o quien tiene que parar? Que exprese lo primero que se le venga a la cabeza, por asociación libre. Esto se paso por algo, dando por sentado lo dicho y no cuestionando. No le dio demasiada importancia a las señales que Hannah intentó manifestar. Y no tuvo en cuenta que lo no dicho o puesto en palabras, se pone en acto. Además, no la detuvo cuando ella se fue del consultorio.

Es interesante ubicar cómo la tecnología se pone en juego en el consultorio, el celular que no paró de sonar y terminó afectando el espacio de escucha, no se pudo instalar la transferencia. Quizás una solución hubiese sido responder el teléfono o el celular, decir que estaba con una paciente y que no podía hablar en ese momento, darle el espacio a la Hannah y a su palabra, expresándole que él no la iba a juzgar, que todo lo que dijera era confidencial.




Película:13 Reasons Why

Titulo Original:13 Reasons Why

Director: Brian Yorkey

Año: 2017

Pais: Estados Unidos

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